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A manera de ejemplo relacionado con lo que se espera que los alumnos realicen con los
textos recopilados, a continuación realizo un análisis sencillo de una fábula escrita por
Augusto Monterroso. Esta es la fábula:
Nivel formal
En el plano sintáctico, el texto se compone de dos párrafos. Cada uno de ellos está
integrado por una sola oración compleja. Para cada párrafo, la oración central sería:
Párrafo 1 La idea de un cielo habitado por Caballos y presidido por un dios con figura equina repugna
al buen gusto y a la lógica más elemental.
Párrafo 2 Si los caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo haríamos en forma de jinete.
Cada párrafo contiene dos proposiciones (sintagmas) subordinadas. En el primero estas son:
“A pesar de lo que digan” y “razonaba los otros días el caballo”. En el segundo párrafo, las
proposiciones subordinadas son “Todo el mundo sabe” y “continuaba en su razonamiento”.
En todos los casos se trata de sintagmas verbales. Todos ellos están unidos a la oración
principal por yuxtaposición, lo que les confiere autonomía fonética e independencia
semántica. Además, uno de cada párrafo coincide con las dos frases que revisten mayor
fuerza fonética. Esto nos da el indicio de que en ellas puede encontrarse un mayor peso
significativo. Cuando analicemos el nivel semántico ahondaremos en esta hipótesis.
En el plano morfológico, tenemos que algunos verbos se estructuran en modo indicativo:
habitado, presidido, repugna, sabe. Otros, se encuentran en modo subjuntivo: digan,
fuéramos, imaginaríamos. El modo indicativo implica realidad concreta mientras el
subjuntivo, solo posibilidad. Los verbos en indicativo se refieren a la realidad tal cual es
mientras los sibjuntivos se refieren a la realidad imaginada. Estos últimos se vinculan con
el Caballo que razona; los indicativos refieren a la voz de un observador en tercera persona.
Análisis semántico
Niveles de significación
El texto se proyecta desde los tres niveles de significación. Así podemos clasificarlos en la
siguiente tabla:
Nivel Textos
Cognitivo …la idea de un cielo habitado por Caballos y presidido por un Dios con
figura equina…
Todo el mundo sabe…
…que si los Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos
en forma de Jinete.
Expresivo A pesar de…
…repugna al buen gusto y a la lógica más elemental,
Relacional … lo que digan…
… razonaba los otros días el caballo.
continuaba en su razonamiento
Aunque la mayor parte del texto se localiza en el nivel cognitivo, las frases que han
cobrado mayor interés en los niveles material y formal se localizan en el nivel relacional y
tienen una relación inmediata con las frases del nivel expresivo.
Los contextos
Dado que se trata de una obra literaria, el texto construye su propio contexto cultural: sin
embargo, en este caso, no hay alusiones concretas a este tipo de contexto. Se puede inferir
que la historia se desarrolla en un contexto espacial que podría ser definido como “La
tierra” o el mundo de la vida; por oposición a “un cielo”. Como no hay contextualización ni
histórica ni espacial, se deduce que el autor construye un contexto que puede ser cualquier
lugar en cualquier tiempo; es decir, se refiere a algo que ha existido siempre y en todas las
sociedades.
El contexto comunicacional alude solo a un emisor-receptor: se trata de los
“razonamientos” del Caballo. Sin embargo, la cualidad de “razonar” es exclusiva del ser
humano; y la frase hecha “Todo mundo” refiere también a todas las personas. De ahí que
por el contexto comunicacional sabemos que el concepto “Caballo” es una metáfora con la
que se designa a “cualquier persona, de cualquier lugar y de cualquier época”.
Con lo anterior se puede comprender mejor el significado de la palabra “jinete”: su
contexto sígnico permite inferir que en ese texto Jinete significa persona que,
metafóricamente, se monta sobre otra cualquiera (el caballo) y que lo dirige.
Denotación y connotación
Dado que se trata de un texto literario, por definición en él predomina la capacidad
connotativa de las palabras. Por ello, descubrimos que términos como caballo y jinete en
realidad son connotaciones de “gente común” y “personas con poder”, respectivamente.
Dentro de ese contexto connotativo, el empleo denotativo de “razonaba los otros días” y
“continuaba en su razonamiento” vuelve a cargar de mayor significatividad a esas frases.
Ya vimos que lo mismo ocurrió en los niveles de análisis anteriores. Adelante veremos si
tiene ello alguna relación con la visión del mundo que proyecta el texto.
Campos semánticos
A partir de lo analizado anteriormente, pueden establecerse dos campos semánticos,
detallados en la siguiente tabla:
Campo semántico Palabras que lo integran
Sujetos Dios
(seres con consciencia) Jinete
Caballo
Mente pensante Idea
(razón) Sentido común (buen gusto, lógica elemental)
razonamiento
A la palabra “Caballo” se le caracteriza por ser consciente y poseer una mente pensante.
La mente pensante se define como la posesión del sentido común: lógica elemental y buen
gusto.
Semas
Para profundizar en los datos arrojados por los campos semánticos, se puede rastrear en el
relato los semas latentes y realizados que se asigna a los sujetos antes mencionados:
PALABRAS Semas latentes Semas realizados
Dios Omnisciente Figura humana
Creador Amo
omnisapiente
Cualquier figura (dentro de cuyas, la equina es repugnante)
Jinete Cabalga al caballo Cabalga al caballo
Humano Figura humana
Amo Amo
Oposiciones
Dentro del texto, quizá la oposición más evidente localizada en el plano superficial es:
caballo vs. jinete. A partir de ella, se establecen otras, establecidas a partir de los semas
latentes y los realizados así:
Caballo Jinete
Cabalgado por el hombre Cabalga al caballo
Animal Humano
Irracional racional
Figura equina Figura humana
súbdito Amo
Tierra Cielo
Subjuntivo (potencial) Indicativo (real)
Cuadrado semiótico
Para organizar el cuadrado semiótico me baso en la oposición antes descrita. Con ella se
proyecta este cuadrado:
caballo Jinete
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