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TRABAJO PRÁCTICO N° 2
1. Consigne brevemente datos biográficos de: Arminda Aberastury, Mauricio Knobel,
Françoise Dolto y Susana Quiroga
Arminda Aberastury (Buenos Aires, 24 de septiembre de 1910 - 24 de noviembre de 1972) fue una
psicoanalista argentina, pionera del psicoanálisis de niños y adolescentes.
Hija del escritor Francisco Aberastury y sobrina del médico Maximiliano Aberastury, nació en el seno de
una familia de intelectuales.
Se recibió de maestra y de profesora en Ciencias de la Educación, egresada de la Facultad de Filosofía y
Letras de Buenos Aires donde fue docente en la Cátedra de Psicología de la Niñez y de la Adolescencia
En 1937 se casa con el psiquiatra Enrique Pichón Rivière quien con Ángel Garma, será socio fundador de la
Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) en 1942.
Su biografía está ligada a la historia del psicoanálisis de niños en la Argentina y en Latinoamérica.
Comenzó de manera autodidacta y más tarde presentó diferencia con Freud , con Anna Freud y Melanie
Klein.
En su obra, totalmente original para su tiempo, se destacan: trastornos emocionales en los niños
relacionados con la dentición, la marcha y el lenguaje en relación con la posición depresiva y la fase genital
previa.
Afectada por una enfermedad de la piel que la desfiguraba, Aberastury se quita la vida en 1972, a la edad de
62 años.
Mauricio Knobel ( Buenos Aires, 19 de marzo de 1922- Campinas, Brasil, 22 de enero de 2008) fue uno
de los pioneros del psicoanálisis en Argentina y uno de los iniciadores de la aplicación del enfoque
psicoanalítico al tratamiento de niños y adolescentes en nuestro país.
Autor de numerosas publicaciones, Knobel ejerció durante largo tiempo la titularidad de las cátedras de
Psiquiatría y de Psicología evolutiva en las facultades de Medicina y Filosofía y Letras, de la Universidad de
Buenos Aires.
A través de su labor teórica definió conceptos del tratamiento de niños y adolescentes que mantienen su
vigencia en el presente. En su producción impresa se destaca el libro La adolescencia normal, escrito junto
a Arminda Aberastury
Mauricio Knobel fue presidente de la Sociedad Argentina de Psiquiatría y Psicología de la Infancia y de la
Adolescencia y director del Instituto de Orientación Familiar, creado por él mismo en Buenos Aires bajo el
patrocinio de la B'nai B'rith, una asociación que nuclea a la inteligencia judía en distintos lugares del
mundo y cuyo comité de Cultura llegó a presidir en Viena el propio Freud.
Françoise Dolto (6 de noviembre de 1908 – 25 de agosto de 1988), fue una médica pediatra y
psicoanalista francesa famosa por sus descubrimientos en psicoanálisis de la infancia. Nació en el seno de
una familia burguesa y conservadora.
No se le permitió al principio estudiar Medicina, por lo que empezó graduándose como enfermera. Luego,
después de licenciarse en Medicina, se especializó en Pediatría y Psiquiatría.
En 1939 presentó su tesis doctoral titulada “Psicoanálisis y Pediatría”.
Realizó una amplia formación como psicoanalista con maestros tan prestigiosos como: Edouard Pichon,
Spitz, Lacan , Sophie Morgenstern, etc.
Su análisis didáctico lo llevo a cabo con René Laforgue, fundador del movimiento psicoanalítico francés.
Participó junto a Jacques Lacan en la creación de la Escuela Freudiana de París.
Françoise Dolto mantuvo una buena relación de amistad con Anna Freud, la hija del creador del
psicoanálisis Sigmund Freud.
Trabajó en varios hospitales de París, como el Centro Étienne-Marcel o el Policlínico del bulevar Ney, pero
es en el Hospital Público Troseau donde Françoise Dolto desarrolló la mayor parte de su trabajo atendiendo
a niños autistas, psicóticos, anoréxicos, con tics, tartamudos, tímidos, con mutismo, etc.
En 1979 se nombró a esta psicoanalista Doctor Honoris Causa por la Universidad de Lovaina.
Con Sophie Morgenstern aprendió a utilizar el juego y el dibujo en la psicoterapia de los niños.
Utilizaba papel, lápices, plastilina, soldaditos, un silbato, cuchillos de juguete, etc.
Pero una aportación muy interesante de esta psicoterapeuta fue el uso de “la muñeca flor” en
la Ludoterapia de niños. La primera muñeca la fabricó la madre de una paciente suya (una niña llamada
Bernardette) por indicaciones de la psicoanalista, y consistía en un cilindro recubierto de tela verde
representando el cuerpo y el rostro era una margarita.
Otra innovación de esta psicoterapeuta francesa fue la creación de lo que ella llamó “Las casas verdes”, las
cuales Françoise definía como “lugares para intercambiar palabras”, y a las que asistían padres, abuelos,
maestros, madres embarazadas y niños
A Françoise Dolto se le ha criticado por haber dado “poder” a los niños en contra del principio de autoridad
de los padres, y que al haber dado demasiado poder a los niños se habría generado el “niño tirano”.
Susana Quiroga
Es doctora en Filosofía y Letras con Orientación en Psicología, miembro titular en Función Didáctica de la
Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) e integrante de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA)
A lo largo de su trayectoria, escribió libros y artículos sobre temas vinculados con la adolescencia. Sus
principales publicaciones son Del goce orgánico al hallazgo de objeto (Editorial EUDEBA) y Patologías de
la Autodestrucción (Editorial Kargieman)
Está categorizada como Investigadora Categoría I (CIN) y es investigadora certificada en la University
College London. Además, es directora del Proyecto UBACYT 2004-2007 P069
La doctora Quiroga es directora del Programa de Actualización en Clínica Psicoanalítica de las Patologías
Actuales y del Programa de Psicología Clínica para Adolescentes, Sede Regional Sur, UBA.
3. Lea la introducción y el capítulo 2 de “La adolescencia normal….” teniendo cuenta las siguientes
preguntas:
a) ¿ Por qué es importante el marco social y cultural para analizar el fenómeno de la adolescencia?
Los factores socioculturales son importantes en la determinación de la fenomenología expresiva en esta
etapa de la vida.
La adolescencia tiene su exteriorización característica dentro del marco cultural- social en el cual se
desarrolla. Por lo tanto debemos por una parte considerar a la adolescencia como un fenómeno específico
dentro de toda la historia del desarrollo del ser humano y por otra parte estudiar su expresión circunstancial
de tipo geográfico y temporal histórico-social.
El elemento socio-cultural influye con un determinismo específico en las manifestaciones de la
adolescencia, pero también debemos tener en cuenta que detrás de la expresión sociocultural existe
un basamento psicobiológico que le da características universales
b) ¿ Cuáles serían los trabajos de duelo que debe realizar el adolescente?
Aberastury señala que el adolescente realiza tres duelos fundamentales:
1-el duelo por el cuerpo infantil perdido, base biológica de la adolescencia
2-el duelo por el rol y la identidad infantil que lo obliga a renunciar a la dependencia y a aceptar las
responsabilidades
3-el duelo por los padres de la infancia a quienes trata de retener en su personalidad buscando el refugio
y la protección que ellos significan.
Y a estos tres duelos se une el duelo por la bisexualidad infantil perdida.
Estos duelos van acompañados por el complejo psicodinámico del duelo normal y en ocasiones adquieren
las características del duelo patológico.
El adolescente necesita elaborar los duelos básicos, lo que los obliga a recurrir normalmente a manejos
psicopáticos de actuación, que identifican su conducta. En esta etapa se produce un cortocircuito del
pensamiento en el que se observa una exclusión de lo conceptual lógico mediante la expresión a través de la
acción, aunque en forma fugaz y transitoria, lo que diferencia al adolescente normal del psicópata, quien
persiste con intensidad en el uso de este modo de conducta.
c) Explique cada una de las sintomatologías que integran el Síndrome normal de la adolescencia
La sintomatología que integraría este síndrome es la siguiente:
2. La tendencia grupal
El individuo en esta etapa de la vida recurre a la búsqueda de uniformidad que puede brindar seguridad y
estima personal. Allí surge el espíritu de grupo.
Hay un proceso de sobreidentificación , masiva, en donde todos se identifican con cada uno. A veces el
proceso es tan intenso que la separación del grupo parece casi imposible y el individuo pertenece más al
grupo de coetáneos que al grupo familiar.
No puede apartarse de la “barra” ni de sus caprichos o modas. Por esa razón se inclina a lo que dicta el
grupo con respecto a la moda, la vestimenta, las costumbres, preferencias de distinto tipo, etc.
Las actuaciones del grupo y de sus integrantes representan la oposición a las figuras parentales y una
manera activa de determinar una identidad distinta de la del medio familiar.
En el grupo el individuo adolescente encuentra un reforzamiento muy necesario para los aspectos
cambiantes del YO que se producen en este período de la vida.
El fenómeno grupal adquiere una importancia trascendental ya que se transfiere al grupo gran parte de la
dependencia que anteriormente se mantenía con la estructura familiar y con los padres en especial.
El grupo constituye la transición necesaria en el mundo externo para lograr la individuación adulta.
El grupo es útil para las disociaciones, proyecciones e identificaciones que siguen ocurriendo en el
individuo pero con características diferentes a las infantiles. Después de pasar por la experiencia grupal,
el individuo podrá separarse de la “barra” y asumir su identidad adulta.
El individuo recurre al grupo como refuerzo de su identidad cuando durante este período sufre un fracaso de
personificación por su necesidad de dejar rápidamente los atributos infantiles y asumir obligaciones y
responsabilidades para las que aún no está preparado.
Experimenta una lucha despiadada en defensa de su independencia en un momento en que los padres
desempeñan un papel muy activo en la vida del individuo. Por ello es que busca en el grupo un líder al cual
someterse o si no se erige él para ejercer el poder del padre o de la madre.
Por mecanismos de tipo esquizoide el individuo siente que están ocurriendo procesos de cambio en los que
él no puede participar en forma activa y el grupo viene a solucionar gran parte de sus conflictos.
Debido a la estructura esquizoide que caracteriza a este fenómeno grupal su propia personalidad suele
quedar fuera del proceso que está ocurriendo especialmente en las esferas del pensamiento y el individuo
se siente irresponsable de lo que ocurre a su alrededor.
El fenómeno grupal facilita la conducta psicopática normal en el adolescente. El acting-out motor, producto
del descontrol la pérdida del cuerpo infantil, se une al acting-out afectivo, producto del descontrol del rol
infantil que se está perdiendo. Aparecen conductas de desafecto, de crueldad con el objeto, de indiferencia,
de falta de responsabilidad, que son típicas de la psicopatía y que encontramos en la adolescencia normal.
En el psicópata esta conducta es permanente y cristalizada mientras que en el adolescente normal es un
momento circunstancial y transitorio que se somete a rectificación por la experiencia.
El adolescente normal puede reconocer la frustración, la imposibilidad de reconocer y aceptar la frustración
lo obliga a bloquear la culpa e inducir al grupo a la actuación sado-masoquista sin participar de la misma.
Puede hacerlo porque disocia pensamiento de afecto y utiliza el conocimiento de las necesidades de los
demás para provocar su actuación satisfaciendo así sus propias ansiedades psicóticas. El adolescente puede,
en estas circunstancias, seguir los propósitos del psicópata, y sucumbe en la acción ya que participa intensa
y honestamente de la misma.
3. Necesidad de intelectualizar y fantasear
La necesidad de intelectualizar y fantasear se da como una de las formas típicas del pensamiento del
Adolescente.
La necesidad que la realidad impone de renunciar al cuerpo, al rol, a los padres de la infancia, a la
bisexualidad que acompañaba a la identidad infantil, enfrenta al adolescente con una vivencia de fracaso o
de impotencia frente a la realidad externa. Esto obliga al adolescente a recurrir al pensamiento para
compensar las pérdidas que ocurren dentro de sí mismo y que no pueden evitar.
Las elucubraciones de las fantasías conscientes y el intelectualizar sirven como mecanismos defensivos
frente a estas situaciones de pérdida tan dolorosas.
La intelectualización y el ascetismo son señalados por Anna Freud como manifestaciones defensivas
típicas de la adolescencia.
La función del ascetismo es mantener al ELLO dentro de ciertos límites por medio de prohibiciones y la
intelectualización tiene la función de ligar los fenómenos instintivos con contenidos ideativos de esta
manera hacerlos accesibles a la conciencia y fáciles de controlar
La incesante fluctuación de la identidad adolescente que se proyecta como identidad adulta en un futuro,
adquiere caracteres que suelen ser angustiantes y que obligan a un refugio interior. Allí el mundo infantil
desempeña un papel predominante que es fundamental para comprender cómo el adolescente puede salir
airoso.
Arminda Aberastury señala que sólo teniendo una relación adecuada con objetos internos buenos y con
experiencias externas no demasiado negativas se puede llegar a cristalizar una personalidad satisfactoria.
Esta huida en el mundo interior permite un reajuste emocional, un autismo positivo en el que se da un
incremento de la “intelectualización” que lleva a la preocupación por principios éticos, filosóficos, sociales
que significa en muchas ocasiones formularse un plan de vida distinto al que se tenía hasta el momento y
también permite la teorización acerca de grandes reformas que pueden ocurrir en el mundo exterior.
El mundo exterior se va diferenciando del mundo interno y sirve para defenderse de los cambios
incontrolables del mundo interno y del propio cuerpo. Surgen las grandes teorías filosóficas, los
movimientos políticos, las ideas de salvar a la humanidad. En estos momentos el adolescente comienza a
escribir versos, novelas, cuentos y se dedica a actividades literarias, artísticas, etc.
Ésta es una explicación de ciertas manifestaciones culturales y políticas que ocurren en la gran mayoría de
los adolescentes. No implica concluir que todas las manifestaciones artísticas, culturales y políticas de los
adolescentes tengan este substrato ni que siempre respondan a situaciones conflictivas inmanejables.