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Cognición social

GUILLERMO B. WILLIS
ROSA RODRÍGUEZ-BAILON
3

1. INTRODUCCIÓN Así, en cognición social se propone que los jui-


cios y las conductas sociales surgen de la interac-
Imagine que visita a un amigo que se encuen- ción de dos elementos importantes: la «realidad
tra enfermo en el hospital. Cuando llega, su ami- social» y el conocimiento previo de los indivi-
go le dice que se encuentra muy mal porque le duos.
acaban de diagnosticar un tumor cerebral. Le Pero ¿qué tipo de conocimiento social tene-
dice que está muy sorprendido porque el único mos almacenado en nuestra memoria? ¿Cómo se
síntoma que tenía era un fuerte dolor de cabeza. organiza? ¿Cómo se adquiere? ¿Qué factores de-
Después de acompañar un rato a su amigo, vuel- terminan que se active un conocimiento u otro?
ve a su casa y su pareja le dice que le duele mu- Éstas son algunas de las preguntas que se abor-
cho la cabeza. ¿Cómo juzgaría esta situación? i,A dan en este capítulo. En concreto, se tratará la
qué causas pensaría que se debe el dolor de cabe- forma en la que elaboramos y procesamos men-
za de su pareja? ¿Es probable que atribuyese el talmente la información social y cuándo y cómo
dolor de cabeza a un posible tumor? En caso de se activa ésta en las distintas situaciones a las que
no haber visitado previamente a su amigo, ¿le da- nos enfrentamos. Pero antes de todo ello nos de-
ría tanta importancia al dolor de cabeza? Diver- tendremos a hacer un breve repaso histórico
sos estudios dentro de la cognición social ofrece- acerca de la forma en que, desde la psicología so-
rían una respuesta quizá contraintuitiva: la forma cial, se ha definido y conceptualizado la cogni-
en la que percibimos a los demás y el mundo so- ción social.
cial que nos rodea no está totalmente determina-
da por la «realidad social», sino por la relación
que existe entre ésta (el dolor de cabeza de su pa- 2. ¿QUÉ
ES LA COGNICIÓN SOCIAL?
reja) y el conocimiento previo que se encuentre
activado en ese preciso momento (los síntomas Desde sus inicios, la psicología social siempre
que pueden anteceder a un diagnóstico de un tu- ha tenido un enfoque predominantemente cogniti-
mor cerebral activados por su visita al hospital). vo. Aunque durante la primera parte del siglo xx
Por tanto, aunque es poco probable que un dolor la psicología general se encontraba dominada por
de cabeza esté asociado con un tumor cerebral, el la perspectiva conductista, los psicólogos sociales
hecho de haber visitado a su amigo ha hecho que nunca abandonaron el estudio de la introspección
dicho conocimiento se encuentre más accesible, y los procesos mentales. La noción del campo vital
por 1 0 que las probabilidades de utilizarlo cuan- de Kurt Lewin, los estudios de Solomon Asch so-
do a s u pareja le duela la cabeza son mayores. bre la formación de impresiones o la investigación
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de Muzafer Sherif sobre la conducta normativa poseemos información de otras personas, otras represe
son claros ejemplos de ello. Con la publicación del personas también pueden tener información so- formaci
libro Cognitive Psychology de Neisser (1967) el bre nosotros mismos, y este conocimiento a su Dad
cognitivismo se convirtió en la orientación pre- vez puede afectar a la forma en que percibimos pecifico
ponderante dentro de la psicología, lo que per- a los demás. Por ejemplo, el hecho de que una temas q
mitió a la psicología social profundizar en los persona tenga una impresión negativa de mí pue- social,
mismos temas que antes había estudiado, pero de influir en que yo tenga una impresión también forma
contando con paradigmas e instrumentos de me- negativa de ella. Por tanto, la cognición social, a la orga
dición más precisos (Operario y Fiske, 1999). diferencia de la cognición no social, analiza las tacione
En este contexto nace la cognición social, tér- cogniciones de los individuos no solamente de tarse e
mino usado por primera vez por Bruner y Tagiuri forma unidireccional, sino recíproca entre los di- los este
(1954). La cognición social fue en su inicio el en- ferentes agentes sociales. yo soci
foque con el que los cognitivistas pretendieron Sin embargo, a pesar de las diferencias, fume-
revolucionar la psicología social, fruto del impul- rosos autores sugieren que tanto la cognición so-
so del cognitivismo dentro de la psicología a me- cial como la no social comparten ciertos aspectos 3. LA
diados del siglo xx. La mayoría de sus postulados importantes en los análisis que hacen de la cogni- RE
básicos provenían de la psicología cognitiva y ción humana (Fiske y Taylor, 2008; Hogg y
eran poco sociales. Esto abrió un debate sobre las Abrams, 1999). Así, Operario y Fiske (1999) ar- El m
diferencias y semejanzas entre la cognición social gumentan que es incorrecto considerar los proce- tán inm
y la cognición no social (Fiske y Taylor, 1991; sos cognitivos individuales y los procesos sociales mación. !.
2008; Forgas, 1981; Higgins, 2000). como extremos excluyentes de un mismo conti- tarea ar
Así, la cognición social se concibe como el es- nuo; por el contrario, estos autores mantienen tan supe
tudio de la manera en que la gente procesa la in- que ni el estudio de los procesos cognitivos tiene cimiento
formación social, en particular su codificación, por qué estar deslindado del contexto social en moria (l
almacenamiento, recuperación y aplicación en las que se producen ni el abordaje de los procesos Dicho de
situaciones sociales; esto es, en aquellas situacio- sociales debe olvidarse de los procesos cognitivos. duos, en J
nes en las que las personas interactúan con otras En consecuencia, la cognición social podría defi- de forma
personas. Así, para algunos autores, la principal nirse como un área de conocimiento encargada zando el
diferencia entre la cognición no social y la social de estudiar las representaciones y los procesos Este con∎
es su objeto de estudio. Mientras que la cognición mentales que subyacen al comportamiento social riores, es
social se centra en las cogniciones que los indivi- de los individuos, así como la forma en que los serían in
duos tienen de distintos objetos y la realidad físi- factores sociales pueden afectar a las representa- do que 1'
ca (el color, la forma, la situación espacial de los ciones y los procesos mentales (Fiske y Taylor, neralizac
objetos, etc.) en un contexto en el que no están 2008; Fórster y Strack, 2009). Así, la cognición minada (
con otras personas, la cognición social se asienta social es una aproximación teórica y empírica hace alm
en los pensamientos sobre otras personas o gru- que puede abordar la mayoría de los procesos de lica en fc
pos. Sin embargo, la cognición es social no sólo los que se ocupa la psicología social. Al estudiar taciones
por los contenidos que estudia, sino porque tiene temas como los estereotipos, las actitudes o el au- Sin er
un origen social y porque el conocimiento es so- toconcepto desde la cognición social, se investiga el conoc
cialmente compartido (Leyens y Dardenne, 1996; cómo dichas representaciones mentales son ad- mente d(
Moscovici, 1986). quiridas, almacenadas y utilizadas, para después de distin
Otra diferencia entre la cognición no social y abordar las consecuencias que ello tiene en el psicolog
la cognición social es que en esta última los indi- contexto social. Cuando se estudian procesos cuatro m
viduos pueden ser quienes desarrollen cognicio- como la persuasión o la influencia social, se sigue utilizadc
nes sobre los demás, pero también pueden ser la dirección opuesta; es decir, se examinan los en redes
objeto de ellas (Higgins, 2000). Así, al igual que efectos que los factores sociales tienen sobre la delos de
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as representación y el procesamiento social de la in- (Niedenthal, Mondillon, Effron y Barsalou, 2009;


^о- formación. Smith y Queller, 2004). Se trata de cuatro formas
su Dado que en este manual existen capítulos es- diferentes, aunque no incompatibles entre sí, de
los pecíficos que abordan extensamente los diversos concebir la forma que adopta el conocimiento
ina temas que podrían ser tratados desde la cognición simbólico almacenado.
ие- social, este capítulo se centrará en describir, de
ién forma muy general, los principios básicos sobre
1, a la organización, activación y uso de las represen- 3.1. Redes asociativas
las taciones mentales, que después pueden manifes-
; de tarse en distintos procesos psicosociales, como Los modelos basados en redes asociativas son
di- los estereotipos, la formación de impresiones o el los pioneros en explicar la forma en que los indi-
yo social. viduos almacenan la información en su mente. El
те- asociacionismo comenzó como una teoría filosó-
i so- fica sobre la manera en la que las ideas se forman
ctos
:
3. LA FORMA QUE ADOPTAN LAS y organizan. De acuerdo con esta teoría, la men-
rgni- REPRESENTACIONES MENTALES te es simplemente un espejo que representa el
;g У mundo exterior, y en su interior se alberga el co-
) ar- El medio ambiente en el que los individuos es- nocimiento obtenido a través de los sentidos.
roce- tán inmersos ofrece una gran cantidad de infor- Desde esta perspectiva, las ideas se organizan so-
^iales mación. Procesar toda esta información es una lamente mediante las reglas de la asociación.
ontl- tarea ardua y complicada. Los individuos inten- Mientras que la psicología de corte más básico
enen tan superar estas limitaciones utilizando el cono- aplicó las ideas asociacionistas al estudio de la
tiene cimiento previo que tienen almacenado en su me- memoria semántica (por ejemplo, Collins y Lof-
al en moria (Rodríguez-Pérez y Betancourt, 2007). tus, 1975), la cognición social se hizo eco de ellas
cesos Dicho de otra forma, frecuentemente los indivi- al proponer que las representaciones mentales de
tivos. duos, en lugar de procesar la información nueva carácter social siguen una estructura similar.
defi- de forma minuciosa, la suelen interpretar utili-
rgada zando el conocimiento almacenado en su mente. a) Estructura de las redes asociativas
cesos Este conocimiento, fruto de las experiencias ante-
social riores, es muy útil, ya que sin él los individuos La asunción fundamental de los modelos de
.le los sean incapaces de extraer significados del mun- redes asociativas es que las representaciones se
зenta- do que les rodea y tampoco podrían realizar ge- construyen a través de nodos discretos que se en-
aylor, neralizaciones a partir de una experiencia deter- cuentran conectados a través de vínculos o aso-
цсlóт miriada (Kunda, 2002). El conocimiento al que se ciaciones (Fiske y Taylor, 1991; Smith y Queller,
pírica haсе alusión suele almacenarse de manera simbó- 2004). Cada uno de los nodos representa un
sos de hca en forma de 10 que se conoce como represen- concepto. Éstos pueden ser, por ejemplo, una
tudiar taciones mentales (Smith, 1998). característica de personalidad (gracioso, antipá-
e1 аи- Sin embargo, las representaciones mentales, o tico, etc.), una categoría social (catalán, inmi-
тestiga el conocimiento organizado y almacenado en la grante, mujer, etc.), una situación social (ir al
^n ад- mente de los individuos, han sido caracterizadas dentista, una fiesta, etc.) u otras ideas o nocio-
espués dedistinta forma a 10 largo de la historia de la nes almacenadas. Aunque cada uno de los nodos
en el cología social. A continuación se describen los representa un concepto determinado, parte de la
эcesos ro modelos de representaciones mentales más información que contiene cada uno de ellos de-
е sigue dos en psicología social: modelos basados pende de los vínculos que tienen con otros
an los redes asociativas, modelos de esquemas, mo- nodos; por ejemplo, parte de la información del
)bre la os de ejemplares y modelos conexionistas nodo «andaluz» dependerá de los vínculos que
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tenga con las características asociadas con los unión entre el nodo «afroamericano» y objetos
andaluces (graciosos, extrovertidos, etc.) (véase agresivos como una pistola (véase el cuadro 3.1).
la figura 3.1). En este estudio se encontró que el mecanismo de
Los vínculos existentes entre los distintos difusión de la activación puede explicar el hecho
nodos se crean cuando éstos coinciden en el tier- de que los participantes asocien más fácilmente
pо; es decir, cuando un individuo experimenta o una pistola con un afroamericano que con un
piensa a la vez sobre dos conceptos se crea una americano blanco: al ver las fotografías, los par-
asociación entre ambos nodos. La fuerza del ticipantes activaban el nodo «afroamericano»,
vínculo dependerá de la frecuencia con la que los activando también el nodo de «violencia» por su
dos nodos coincidan en el tiempo (Srull у Wyer, asociación con éste. A su vez, este último tam-
1989). Por ejemplo, si la mayoría de las veces que bién se encontraba vinculado con el nodo «pisto-
un individuo se encuentra con un inmigrante, la», por lo que el concepto de pistola se activaba
éste realiza un trabajo de bajo estatus, dicho indi- como consecuencia de la difusión de la activación
viduo podría desarrollar un vínculo relativamen- a partir del nodo afroamericano. Las repercusio-
te fuerte entre el nodo «inmigrante» y el nodo nes sociales de los patrones de asociación entre
«bajo estatus».
- diferentes nodos son muy importantes (véase la
actividad correspondiente a este punto entre las
dedicadas a este tema).
b) Funcionamiento de las redes asociativas

En los modelos de redes asociativas la recupe- 3.2. Esquemas


ración de la información almacenada de esta for-
ma suele explicarse a través de un mecanismo de Los modelos de esquemas quizá hayan sido
difusión de la activación (Smith y Queller, 2004). los más utilizados en psicología social (Higgins,
Un nodo puede activarse cuando la persona per- 2000; Fiske y Taylor, 1991; Kurda, 2002). Un es-
cibe o piensa en el estimulo relacionado con el quema se de fi ne como una estructura cognitiva
nodo. Una vez que dicho nodo ha sido activado, independiente que representa el conocimiento
mediante un mecanismo de difusión se activan abstracto que tenemos acerca de un grupo de es-
los nodos que cuentan con los vínculos más fuer- tímulos relacionados, y que incluye sus atributos
tes asociados a éste. Por ejemplo, Payne (2001), y las relaciones que se establecen entre ellos (Fis-
en un experimento, probó las consecuencias de la ke y Taylor, 1991).

Vinculo ANDALUZ Nodos

Amante
de su tierra

Sеувго de si

Figura 3.1. Representación gráfica de la estructura de las redes asociativas.


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CUADRO 3.1
La tarea de identificación de armas (Payne, 2010)

La tarea de identificación de armas ( Weapon Identфcation Task) es una tarea que mide la asociación que puede
existir entre la pertenencia racial y el uso de armas. En esta tarea, realizada utilizando un ordenador, se les indica a
los participantes que verán varias secuencias en las que dos fotos aparecen consecutivamente. Se les dice que la
primera foto es irrelevante para la tarea, por lo que ellos tendrán que responder en base a la segunda imagen. La
primera imagen es la foto de una persona blanca o una persona negra, mientras que la segunda foto es una herra-
mienta o una pistola. Ambas imágenes se presentan rápidamente (durante 200 milisegundos). La tarea de los parti-
cipantes consiste en identificar, lo más rápidamente posible, si la segunda foto se corresponde con una herramienta
o con una pistola. El procedimiento en forma esquemática es el siguiente:

200 ms Foto de un blanco o negro

200 ms Foto de una he ramienta o pistola

¿Respuesta? ¿Pistola o herramienta?

En esta tarea se suele encontrar que cuando a los participantes se les presenta una foto de una persona negra, son
más rápidos identificando las pistolas que cuando se les presenta una foto de una persona blanca (Payne, 2001); es
decir, este estudio demuestra que la asociación entre el concepto «negro» y el concepto «pistola» es más fuerte que
1а asociación entre <blanco» y «pistola».

De acuerdo con Fiske y Taylor (1991), los ti- importante cumplir mis obligaciones); c) esque-
de esquemas más comunes son: a) esquemas mas de rol: son las normas y expectativas respec-
personas, es decir, los rasgos y atributos que to a quienes ocupan ciertos roles o pertenecen a
asamos suelen coocurrir en los individuos (por ciertos grupos (por ejemplo, a los vascos les gusta
mplo, a las personas aventureras les gusta cocinar y comer en abundancia; los artistas son
cticar deportes de riesgo y cambiar de activi- extravagantes y atrevidos), y d) esquemas de suce-
cada cierto tiempo); b) esquemas del yo: las sos: son las secuencias aprendidas y esperadas
acterísticas personales que nos diferencian de que los sucesos normalmente siguen; por ejem-
demás, así como las metas y objetivos que de- plo, «organizar una fiesta en casa» implicaría in-
mos cumplir (por ejemplo, soy una persona vitar a tus amigos a tu casa, comprar bebidas,
responsable de 10 normal y para mí es muy preparar algo para comer, etc.

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a) Estructura de los esquemas cas de estos dos subgrupos no se aplicarían al que e1 r


esquema más general de «artista». ra, aun
La principal diferencia entre los modelos de Los modelos que consideran que los esquemas bién se
redes asociativas y los modelos de esquemas es son la forma en la que se encuentra organizado el labios
que mientras que para los primeros cada nodo de conocimiento proponen distintas ideas acerca de Fina
información representa un concepto específico, la cantidad de atributos que tiene que poseer un diferen
para los segundos cada esquema representa por elemento para ser incluido dentro de un esque- model
sí mismo una visión abstracta y generalizada que ma. La visión clásica propone que para que un esque
incluye también las características de un concep- elemento se incluya dentro de un esquema debe como
to. Asimismo, mientras que las redes asociativas poseer una serie de elementos necesarios y sufi- elevada
son nodos que no cuentan con una estructura in- cientes (Kurda, 2002). Por ejemplo, existen una entre si ^
terna determinada, los esquemas son un conjun- serie de características asociadas a los estudian- nos Inv
to de información organizada. Por ejemplo, el tes. Desde la perspectiva clásica en el tratamiento son una
esquema «Andaluz» implicaría elementos tales de los esquemas, una persona debería reunir to- cuando
como: «abiertos», «amantes de su tierra», «juer- das esas características que se juzgan necesarias y red aso
guistas». Cada uno de estos elementos tiene un suficientes para ser considerada estudiante. Des- mina f4
significado específico solamente dentro del esque- de esta concepción de los esquemas, su activación 2004).
ma. Por ejemplo, «amantes de su tierra» tendría es una cuestión de todo o nada; así sólo cuando que en
un significado distinto dentro del esquema «an- el nuevo elemento reúne todas las características los de >d
daluz», que dentro del esquema «vasco» o «cata- necesarias para que se considere pertinente apli- modeld
lán» (Moya, 1999). car un esquema determinado, ese esquema se ac- 2003; Тl
Un concepto relacionado con el de esquema es tivará. Pero ¿cuáles son estas características nece-
el de prototipo. De hecho, dentro de la psicología sarias? Incluso en esquemas que hacen referencia
social ambos conceptos se han usado de forma a objetos físicos (por ejemplo, una mesa), es difí- b) ]

intercambiable (Fiske y Taylor, 1991). No obs- cil determinar las características necesarias y su-
tante, al hablar de prototipos se suele enfatizar la ficientes para considerar que un elemento (un De a
organización jerárquica que la información tiene, objeto de madera que alguien nos enseña) es una quema
así como la importancia de cada una de las ca- instancia de ese esquema o no (mesa). Por eso, racteris
racterísticas en función de su asociación con la cuando hablamos de esquemas sociales (debido sin eml
categoría (Cantor y Mischel, 1979). Por ejemplo, sobre todo a la ambigüedad con la que en ocasio- babilist
según este enfoque, en el esquema de las aves no nes se definen éstos), esta determinación de las bastari;
tiene la misma importancia la característica «vo- características más importantes se hace difícil. guna са
lar» que «tener patas». Los conceptos se organi- ¿Cuáles serían las características necesarias y Bu- esquern
zan de acuerdo con su grado de abstracción. El ficientes para aplicar a una persona el esquema Un i
nivel superior sería el más abstracto y amplio, e de estudiante?, ¿que estudia en su tiempo libre?, zado p^
incluye los niveles inferiores. Dentro del esquema ¿que está matriculado en alguna titulación?, ¿qие tudio c
«artista», se podrían encontrar varios subgrupos; es joven y no trabaja? La dificultad para determi- ciales i
por ejemplo, «escritores», «actores» o «pintores». nar de forma precisa las características que hacen determ
A su vez, y como particularidades de éstos, se en- que un nuevo elemento se perciba como parte de que po
cuentran categorías más específicas (un tipo de un esquema almacenado ha cuestionado la pers- sen coi
escritor es el de «novela negra» o «el poeta»). Si pectiva clásica en la aplicación de los esquemas. tipo de
dentro del esquema «artista» se incluyen rasgos Estas dificultades hacen que se plantee una pers- depend
tales como «sensible» y «crítico/a», ambas carac- pectiva probabilística. Desde esta óptica, se de- blanco
terísticas se aplicarían tanto a «escritor» corno a termina qué características son las más impor- faciales
«actor». Sin embargo, esto no sucede en la direc- tantes para definir un esquema; por ejemplo, en nían 10
ción contraria, ya que las características específi- el esquema de «persona de color» se podría decir que rec
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que el rasgo más importante es tener la piel oscu- do sugiere que basta con que se perciba una ca-
ra, aunque existen otras características que tam- racterística física (por ejemplo, tener los labios
bién se pueden considerar, como son «tener los gruesos) para que el esquema de afroamericano
labios gruesos», «tener el pelo rizado», etc. se active en algún grado (véase el capítulo 4 de
Finalmente, cabe destacar que, aunque existen percepción social y procesos de atribución en este
diferencias entre los modelos asociativos y los mismo manual). Además, su grado de activación
modelos de esquemas, se ha propuesto que los variará en función de la importancia o del peso
esquemas también pueden ser conceptualizados que esta característica tenga en la definición de
como una red asociativa de nodos que, dada la ese esquema. Dado que en el esquema del que
elevada frecuencia de uso, se han interconectado venimos hablando también se incluyen caracte-
entre sí (Anderson, 1983). Esto ha llevado a algu- rísticas estereotípicas relacionadas con la violen-
nos investigadores a proponer que los esquemas cia, la mera activación del esquema ocasiona que
son una función de las redes asociativas; es decir, estas personas reciban condenas más duras (al
cuando los individuos usan constantemente una percibirlas a su vez corno más violentas).
red asociativa compleja, dicha red asociativa ter-
mina formando un esquema (Smith y Queller,
2004). Quizá éste sea uno de los motivos por el З.З. Ejemplares
que en varias revisiones sobre los distintos mode-
los de representación mental no se incluyen los Los modelos de ejemplares fueron propuestos
modelos de esquemas (por ejemplo, Barsalou, como una alternativa a la noción de que las re-
2003; Niedenthal et al., 2009). presentaciones mentales se almacenan en la me-
moria en forma de generalizaciones abstractas o
entidades independientes del contexto donde fue-
b) El funcionamiento de los esquemas ron adquiridas. Así, mientras que los modelos
asociativos y los modelos de esquemas proponen
De acuerdo con la concepción clásica, un es- que la información se organiza de forma abstrac-
quema se activaría cuando reuniese todas las сa- ta, los modelos de ejemplares proponen que los
racterísticas consideradas necesarias y suficientes; conceptos se representan mentalmente de forma
sin embargo, de acuerdo con la concepción pro- concreta, corno ejemplos sobre una experiencia
babilística, para su activación en algún grado determinada y/o un estímulo específico.
bastaría con que se percibiera o se pensara en al-
guna característica o atributo incluido dentro del
esquema (Kurda, 2002). a) Estructura de los ejemplares
Un ejemplo de ello podría ser el estudio reali-
zado por Blair, Judd y Chapleau (2004). Este es- De acuerdo con los modelos de los ejemplares
tudio consistió en analizar varias sentencias judi- cada experiencia particular deja una huella en la
ciales realizadas en Florida con el objetivo de memoria (Nosofsky, 1986). Un concepto, de
determinar cuáles son las características físicas acuerdo con esta concepción, representaría el
que podrían facilitar el que unos presos recibie- conjunto de experiencias que se tiene con dicho
sen condenas más duras que otros por el mismo concepto. El concepto de «homosexual», por ci-
tipo de delito. En el estudio se encontró que, in- tar un ejemplo, sería el conjunto de personas y
dependientemente de que los participantes fueran situaciones en las que una persona ha conocido a
blancos o afroamericanos, cuantos más rasgos homosexuales a lo largo de su vida.
faciales asociados con los «afroamericanos» te- Los ejemplares almacenados no son una copia
'lían los criminales, mayores fueron las condenas exacta de la realidad objetiva. Las características
С que recibieron por el mismo delito. Este resulta- y las expectativas del perceptor desempeñan un
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rol importante a la hora de almacenar y codificar asociadas de forma abstracta con el concepto cionamientc
los distintos ejemplares. Así, estas representacio- «negro», sino de las características contenidas en almacenadas
nes pueden ser construidas a través de la interpre- los ejemplares recuperados. a como lo hu
tación, la inferencia o la imaginación de un estí- Cabe destacar que una característica que dife- 2009). Sin e
mulo (Smith y Queller, 2004). Por ejemplo, el rencia a los modelos de ejemplares de los otros utilizan los
concepto que tengamos de «homosexual» puede modelos descritos hasta el momento es que presen- estudia las r
que no se corresponda con las características tan una gran flexibilidad en relación con el contex- portamiento
«reales» de los homosexuales que hemos conoci- to en el que son utilizados. Al activar el concepto sentaciones i
do, sino con las características que nosotros he- «pájaro», es poco probable que un individuo recu- miento real
mos inferido en ellos. pere el ejemplar «pollo»; sin embargo, si el indivi- 2009). Dado
También se propone que un estímulo o evento duo se encuentra en una granja cuando se activa neuronas que
nuevo se considera parte de un concepto determi- dicho concepto, existen mayores posibilidades de los conexior
nado mediante la comparación de éste con las que el primer ejemplar que venga a su mente sea entre los dis
características contenidas en los ejemplares recu- «pollo» (Barsalou, 1987). El hecho de que se recu- activar al mi
perados relacionados con ese concepto. Por ejem- peren unos ejemplares u otros es relevante porque Desde est
plo, el grado de similitud entre las características las características con las que se comparan las nue- nocimiento
de una persona que acabamos de conocer y las vas instancias y estímulos pueden variar en fun- serie de nodc
características de los ejemplares de personas ex- ción del ejemplar recuperado. A modo de ejemplo, trario, se prc
trovertidas en las que pensemos determinará si al pedirle a una persona que liste las características tra distribuir
esta persona es categorizada como extrovertida o típicas de un «andaluz artista», la respuesta podría que cada un
no. En este caso, y de forma parecida a la con- estar determinada por las características atribui- see significa(
cepción de los esquemas, los modelos de ejempla- das al ejemplar que ésta recupere. Unas personas lizan la met
res proponen una activación probabilística de los podrían recuperar a «García Lorca» como un para explica
conceptos (Kurda, 2002): para que una persona ejemplar del concepto «andaluz artista». En con- ninguno de
sea categorizada como extrovertida no necesita secuencia, esto llevaría a que los andaluces fueran damente; sir
presentar todas las características de todos los percibidos con atributos corno «sensibles» o «poé- nes de ilumi
ejemplos de personas extrovertidas, sino que bas- ticos». Por el contrario, otras personas podrían la pantalla c
ta con que reúna algunas de ellas. recuperar a «David Bisbal», lo que aumentaría las dad de imág
posibilidades de que los andaluces fuesen definidos
como «extrovertidos» o «informales». Esta idea
b) El funcionamiento de los ejemplares queda reflejada en un estudio en el que Sc encontró a) Esta
que aquellos participantes a los que se les mostra-
Los modelos de ejemplares proponen que ban nombres de políticos corruptos solían evaluar Diversos
cuando una persona percibe o piensa en un con- más negativamente a todos los po li ticos; esto es, el tura de los
cepto, los ejemplos más representativos relacio- hecho de manipular los ejemplares de políticos que gran canti^
nados con este concepto son los que primero vie- los participantes recuperaban afectó a la evalua- (Smith, 200
nen a la mente. Por ejemplo, Smith y Zarate ción que éstos hacían sobre el concepto general de tivación quo
(1992) proponen que el estereotipo negativo y «político» (Schwarz y Bless, 1992). cuentra intt
violento que algunos estadounidenses blancos conexión ci
tienen sobre los negros no se debe a que los pri- de activacit
meros tengan una representación abstracta de las 3.4. Redes conexionistas o modelos de termina el
características negativas de los segundos, sino a procesamiento distribuido en paralelo unidades d
que, al pensar en el concepto «negro», los indivi- presenta m
duos suelen recuperar ejemplares de personas de Los tres modelos descritos anteriormente fue- rias de este
color que son criminales. Además, el estereotipo ron inspirados a partir de la metáfora del ordena- puede imа^
de los negros no depende de las características dor, esto es, proponen que la formación y el fun- formación:
O Ediciones Pirámide O Ediciones Piгi
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cionamiento de las representaciones mentales tada con la unidad 2 y la unidad 3. Si se quiere


almacenadas se llevan a cabo de forma parecida determinar el nivel de activación de la unidad 1,
a como lo haría un ordenador (Niedenthal et al., habría que considerar dos factores: a) el nivel de
2009). Sin embargo, los modelos conexionistas activación de las dos unidades con las que la uni-
utilizan los avances en neurociencia (ciencia que dad 1 está conectada y b) la potencia de la сo-
estudia las relaciones entre el cerebro y el corn- nexión entre la unidad 1 y las otras dos unida-
portamiento) para proponer un modelo de repre- des. Por tanto, el cálculo del nivel de activación
sentaciones mentales que se asemeja al funciona- de la unidad 1 se obtiene mediante una simple
miento real de una red de neuronas (Smith, fórmula matemática: (activación de unidad 2
2009). Dado que el cerebro contiene millones de multiplicado por la potencia de la conexión en-
neuronas que operan simultáneamente, los mode- tre el nodo 1 y el nodo 2) + (activación del nodo
los conexionistas proponen que las conexiones 3 multiplicado por la potencia de la conexión en-
entre los distintos conceptos también se pueden tre el nodo 1 y el nodo 3). Así, un concepto que-
activar al mismo tiempo. daría representado a través del patrón de activa-
Desde esta perspectiva, se propone que el co- сión de estos tres nodos.
nocimiento no se encuentra localizado en una Desde esta perspectiva, también se propone
serie de nodos, esquemas o ejemplares; por el con- que la formación de nuevos conceptos puede im-
trario, se propone que el conocimiento se encuen- plicar el fortalecimiento de conexiones entre las
tra distribuido a través de una red conceptual, y distintas unidades (Smith y Queller, 2004). El
que cada unidad de esta red aisladamente no po- percibir un estímulo o tener una experiencia de-
see significado alguno. Smith y Queller (2004) uti- terminada afecta al nivel de activación de una
lizan la metáfora de una pantalla de televisión unidad y al peso de las conexiones entre ellas. En
para explicar su funcionamiento. En la pantalla un principio la potencia de las conexiones entre
ninguno de los pixeles tiene un significado aisla- las unidades de procesamiento tiene valores alea-
damente; sin embargo, dependiendo de los patro- torios. Como fruto del aprendizaje estos valores
nes de iluminación que reciba una red de pixeles, aleatorios van cambiando lentamente. Así pues,
la pantalla de televisión puede mostrar una canti- la potencia entre las conexiones refleja el efecto
dad de imágenes prácticamente infinita. de la memoria a largo plazo, mientras que la ac-
tivación de las distintas unidades de procesa-
miento cambia rápidamente y es altamente sensi-
a) Estructura de las redes conexionistas ble al contexto (Smith, 2009).
Otra característica importante de los modelos
Diversos autores han propuesto que la estruc- conexionistas es que las conexiones entre dos uni-
tura de los modelos conexionistas incluye una dades de información pueden no sólo facilitar
gran cantidad de unidades de procesamiento sino también inhibir la activación de una unidad
(Smith, 2009). Cada unidad tiene un nivel de aс- de procesamiento. Mientras que en los modelos de
tivación que fluctúa a través del tiempo y se en- redes asociativas los vínculos entre los distintos
cuentra interconectada con otras unidades. Cada nodos siempre tienen una acción facilitadora, en
conexión cuenta con una potencia determinada los modelos conexionistas dos unidades de infor-
de activación. La potencia de cada conexión de- marión pueden estar ligadas a través de mecanis-
termina el potencial nivel de activación de las mos inhibitorios: la activación de una unidad de
unidades de procesamiento. Un concepto se re- información conlleva la inhibición de otra unidad
presenta mediante el patrón de activación de va- (mientras que en los modelos basados en las redes
rias de estas unidades. A modo de ejemplo, se asociativas al activar el nódulo «mujer ejecutiva»
puede imaginar que existen tres unidades de in- se activarían todos los nódulos que mantienen
formación: la unidad 1, que se encuentra conec- vínculos con él, por ejemplo, «ama de casa», en
Ediciones Pirámide
76 / Fundamentos de Psicología Social

los modelos de redes conexionistas podría ocurrir negativa que los participantes construyen de un
que cuando se activara una unidad de informa- mismo grupo de individuos depende del contex-
ción que integra el concepto «mujer ejecutiva» se to en el que dicha evaluación se realiza.
inhibiera la unidad de información que contiene el
concepto «ama de casa»).
3.5. Conclusión

Ь) El funcionamiento de las redes En este apartado hemos presentado los cuatro


conexionistas modelos de representación mental comúnmente
utilizados. Si bien cada uno de ellos representa
El uso de un concepto depende tanto de la perspectivas distintas, también han aparecido
activación preexistente de las unidades de proce- modelos integradores que aúnan las característi-
samiento como de la activación producida por cas sugeridas por cada uno de ellos. Por ejemplo,
el contexto en el que se encuentre la persona los esquemas se pueden entender como redes aso-
(Smith, 2009). Así, para representar un concep- ciativas fuertemente aprendidas (Anderson, 1983;
to siempre es necesario tener un contexto donde Fiske y Taylor, 1991) y se puede mantener que las
éste puede ser representado. Dado que los con- personas tienen la capacidad tanto de almacenar
textos suelen ser variables, cada vez que un pa- información abstracta relacionada con un con-
trón de conexiones es utilizado para representar cepto (esquemas) como de instancias concretas
un concepto, éste es ligeramente diferente a los de éste (ejemplares) (Kurda, 2002). En función
patrones de conexiones anteriores (Niedenthal de la situación se pueden utilizar un tipo de re-
et al., 2009). presentaciones u otras. Cuando se representa a
Un ejemplo que pone de manifiesto la impor- grupos sociales conocidos, es más probable que
tancia del contexto en los patrones de activación se utilice una representación más abstracta (un
es el mostrado en el estudio realizado por Mit- esquema), mientras que cuando se representan
chell, Nosek y Banaji (2003). En este estudio se grupos sociales menos familiares, es más proba-
pidió a los participantes que clasificaran a una ble que se utilice una representación más concre-
serie de personas utilizando dos categorías dis- ta (un ejemplar) (Groom, Sherman, Lu, Conrey
tintas. A la mitad de los participantes se les pi- y Keijzer, 2005). Esta propuesta conllevaría la in-
dió que clasificaran a las personas en función de tegración de los tres primeros modelos, por un
su raza; es decir, si éstos eran blancos o negros. lado, y los modelos conexionistas, por otro. La 1
A la otra mitad de ellos se les pidió que los cla- diferencia fundamental entre estos dos grupos de
sificaran en virtud de su ocupación, es decir, si concepciones de las representaciones mentales ra-
las personas objetivo eran políticos o deportis- dicaría en que mientras que los primeros tres mo-
tas. Los resultados mostraron que cuando los delos expuestos proponen que el contenido de las
participantes utilizaban la categoría de raza, los representaciones mentales es relativamente esta-
políticos blancos eran automáticamente evalua- ble, los modelos conexionistas sugieren que el co-
dos de una forma más positiva que los deportis- nocimiento es un proceso mucho más dinámico
tas negros; sin embargo, cuando se utilizaba la (Barsalou, 2003).
categoría de ocupación, los deportistas negros
eran automáticamente evaluados de una forma
más positiva que los políticos blancos. Smith y 4. LA ACTIVACIÓN DE LAS
Conrey (2007) interpretan los resultados encon- REPRESENTACIONES MENTALES
trados por Mitchell y colaboradores (2003)
como un argumento a favor de los modelos co- La cognición social parte del supuesto de que
nexionistas: la representación mental positiva o el conocimiento de los individuos es el resultado
© Ediciones Pirámide
cognición social / 77

n de un de la interacción de una serie de procesos psico- las características del estímulo, la saliencia, el pri-
contex- lógicos individuales (sus representaciones men- ming, la accesibilidad crónica y las metas de los
tales determinadas por procesos perceptivos, individuos. Dado que las últimas tres causas pue-
atencionales, de memoria, etc.) y otros de índole den agruparse como efectos de la accesibilidad
situacional o estimular (la realidad social). La (Fórster y Liberman, 2006), éstas serán incluidas
interacción entre estos dos elementos puede dar en una misma sección.
lugar a dos tipos de procesamiento: de abajo-
s cuatro arriba o de arriba-abajo. El procesamiento de
nmente abajo-arriba se inicia cuando la atención es cap- 4.1. Las características del estímulo
^resenta tada por un estímulo ambiental, que en el caso
arecido de la cognición social suelen ser estímulos aso- Las características inherentes a los estímulos
cterísti- ciados a personas o grupos, como podría ser las que se perciben influyen de forma importante en
jemplo, características de una persona que acabamos de la activación del conocimiento (Kurda, 2002).
3es aso- conocer. A partir de estas características las per- Una de las razones por las que dichas caracte-
n, 1983; sonas pueden formarse una impresión global de rísticas activan el conocimiento almacenado es
que las esa persona desconocida, integrando todas esas porque llaman nuestra atención y activan repre-
nacenar características en un todo coherente: su impre- sentaciones mentales asociadas con ellos. En
un con- sión general sobre ella. Sin embargo, el procesa- esta línea, algunos autores proponen que la vive-
mcretas miento de arriba-abajo tiene lugar cuando en za propia del estímulo tiene la capacidad de cap-
función primer lugar se activan elementos del conoci- tar la atención y provocar un procesamiento de
) de re- miento previo del perceptor, por ejemplo el este- abajo-arriba. Por otra parte, si un estímulo es
senta a
: reotipo de un grupo, y los individuos intentan emocionalmente impactante (por ejemplo, la
ble que acomodar la información que van recibiendo de sangre), las posibilidades de que la atención au-
cta (un una persona que acaban de conocer (y de la que tomáticamente se dirija hacia éste son mayores
гsentan en primera instancia sólo saben que pertenece a (Taylor y Thompson, 1982). Asimismo, los estí-
proba- ese grupo) en el estereotipo del grupo activado mulos que desde un punto de vista evolucionista
concre- (Kurda, 2002). han representado un peligro para los seres hu-
Conrey La activación del conocimiento suele depen- manos, como podrían ser las arañas o las ser-
ala in- der en alguna medida de ambos tipos de procesa- pientes, también tienen la capacidad de captar la
por un miento. En ambos casos, las representaciones atención de forma automática (Ohman, Flykt y
tro. La mentales son activadas. La única diferencia es Esteves, 2001).
ipos de que mientras que en el procesamiento de arriba-
ales ra- abajo dicha activación se produce desde el primer
res то- momento, en el procesamiento de abajo-arriba 4.2. Saliencia
) de las sucede con posterioridad y como consecuencia de
te esta- la percepción de un estímulo ambiental. Algunas El contexto hace que algunas características
е е 1 со- de las consecuencias que la activación del cono- de los estímulos sean más relevantes que otras al
lámico cimiento de arriba-abajo y de abajo-arriba puede compararlos con el resto de estímulos presentes
tener sobre los juicios sociales y el razonamiento en la situación. En este caso no son las caracte-
se describen en el cuadro 3.2. rísticas inherentes al estímulo las que activan
Pero ¿qué causas motivan la activación del co- una estructura de conocimiento, sino las carac-
nocimiento almacenado ya sea en un procesa- terísticas del estímulo en relación con los otros
miento arriba-abajo o abajo-arriba? El siguiente estímulos que se encuentran en el mismo contex-
apartado se dedicará a analizar seis de los facto- to. Por ejemplo, si en una reunión solamente hay
de que res más importantes que en la literatura se han una persona que hable con acento andaluz, y to-
ultado relacionado con la activación del conocimiento: das las demás son madrileñas y vascas, es proba-

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78 / Fundamentos de Psicología Social

CUADRO 3.2
Los heurísticos

El uso de los heurísticos es un ejemplo de la forma en que se utiliza el conocimiento activado por alguna razón
para guiar los juicios sociales. Los heurísticos son «atajos mentales», que nos permiten encontrar soluciones rápidas
a problemas complejos. Aunque en ciertos contextos pueden ser adaptativos, pueden hacer que la información no se eje
analice minuciosamente, lo que puede llevar a errores en el razonamiento. Aunque existen diversos heurísticos que cii
guían el razonamiento humano, quizá los dos más analizados en cognición social son el «heurístico de representati- ac
vidad» y el «heurístico de disponibilidad». ри
ас
rn
El heurístico de representatividad
tn
Al utilizar el heurístico de representatividad, las personas consideran que un objeto pertenece a una categoría pi
particular a partir de una evaluación poco precisa de la similitud entre el objeto y la categoría, en lugar de utilizar dt
un cálculo estadístico adecuado (cálculo bayesiano) (Rodríguez-Perez y Betancor, 2007). Por ejemplo, es difícil que Sc
alguien crea que el número de lotería 12.345 saldrá premiado, porque un orden secuencial de número no es repre- ej
sentativo del azar, mientras que un orden aleatorio (por ejemplo, 23.956) si 10 es. No obstante, estadísticamente о^
ambos números tienen la misma posibilidad de ser premiados. Asimismo, si una persona lanza cuatro veces la mo-
neda al aire, y las cuatro veces sale «cara», es probable que esta persona piense que la quinta vez que lance la mo- 9
Р
neda al aire habrá más posibilidades de que salga «cruz». Pero la probabilidad de que salga «cruz» sigue siendo del n
50 por 100.
9
Uno de los ejemplos más claros de este fenómeno es la falacia de la conjunción. Por ejemplo, imagine que se le
presenta el siguiente ejemplo: 1i

Paco tiene 34 años. Es inteligente pero tiene poca imaginación. Es compulsivo y suele estar aburrido.
En el colegio, solía sacar buenas notas en matemáticas, pero no le iba tan bien en asignaturas como
historia o literatura. ¿En qué porcentaje cree que la siguiente información es probable en relación
con Paco?

a) Que sea contable: 0% 50% 100%


b) Que toque el piano como hobby: 0% 50% 100%
c) Que sea contable y toque e1 piano como hobby: 0% 50% 100%

Una pregunta muy parecida a la que acabamos de presentar es la que hicieron Tversky y Kahneman (1983) a los
participantes en uno de sus experimentos, para demostrar 10 que se conoce como la «falacia de la conjunción», una
de las consecuencias del heurístico de representatividad. b
Si no ha contestado que la opción c) es menos probable que cualquiera de las dos opciones (sobre todo que la b), a
entonces ha utilizado el heurístico de representatividad, y uno de sus efectos, la falacia de la conjunción, tal como С
hicieron el 92 por 100 de los participantes del estudio llevado a cabo por Tversky y Kahneman (1983) antes referido.
La opción c) implica tanto la opción a) como la h), por 10 que la ocurrencia conjunta de los dos hechos (que Paco F
t
sea contable y que a la vez toque el piano) necesariamente es menos probable que la ocurrencia de uno solo de ellos
(por ejemplo, que sea contable o que toque el piano aisladamente). Así, al responder que la opción c es más proba-
ble que alguna de las otras dos, se están violando algunas reglas básicas de la teoría de la probabilidad. No obstan-
te, la gente suele usar el «heurístico de representatividad» para responder, ya que la descripción que se presenta de
Paco es estereotípica de los contables, por 10 que de partida está segura de que Paco es contable; luego se tiene la
sensación subjetiva que la opción c) debe ser más probable que la opción h) (ya que no hay mucha información en
la descripción de Paco que facilite la inferencia acerca de Si toca o no el piano).

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Cognición social / 79

CUADRO 3.2. ( continuación)


El heurístico de disponibilidad
alguna razón
iones rápidas El heurístico de disponibilidad es la tendencia a utilizar la primera información que nos viene a la mente. Por
rmación no se ejemplo, los accidentes de avión suelen ser más llamativos y suelen ocupar más espacio en los medios de comunica-
eurísticos que ción que los accidentes de coche. Esto causa que los accidentes de avión sean cognitivamente más accesibles que los
representati- accidentes de coche. Por tanto, cuando los individuos juzgan la probabilidad de ocurrencia de estos dos sucesos,
pueden utilizar el heurístico de disponibilidad y pensar que sufrir un accidente de avión es más común que sufrir un
accidente de coche, cuando realmente esto no es cierto (por ejemplo, estadísticamente existe menos probabilidad de
morir en un accidente de avión en un viaje Barcelona-Madrid que en un accidente de coche realizando el mismo
trayecto).
En un estudio clásico que muestra los efectos del heurístico de disponibilidad, Schwarz y colaboradores (1991)
.ma categoría
pidieron a los participantes que pensaran en las ocasiones en las que habían sido «personas asertivas». A la mitad
ar de utilizar
de los participantes en su estudio se les pidió que escribiesen 12 ejemplos. A la otra mitad se les pidió que escribiesen
es difícil que
seis ejemplos. Finalmente midieron en qué medida los participantes creían que eran asertivos. Dado que pensar seis
no es repre-
dísticamente ejemplos es más fácil que pensar en 12 ejemplos (puesto que llega un momento en que a los participantes no se les
ocurren más ejemplos), los autores propusieron que la facilidad con la que se realizaba la tarea afectaría al hecho de
veces la mo-
que los participantes se considerasen como asertivos o no. Los resultados comprobaron las hipótesis: cuando los
lance la mo-
]e siendo del participantes tenían que pensar en 12 ejemplos y les resultaba dificil encontrarlos, se evaluaban a sí mismos como
menos asertivos («si me resulta dificil encontrar los ejemplos, debe de ser porque no soy asertivo») que cuando tenían
que buscar sólo seis ejemplos («si me resulta fácil encontrar los ejemplos, debe de ser porque soy asertivo»). Este
ine que se le
ejemplo demuestra cómo la facilidad con la que cierta información se activa puede afectar el cálculo de su probabi-
lidad de ocurrencia.
Otra aplicación del heurístico de disponibilidad se encuentra en el estudio de Song y Schwarz (2008). En este
ido. estudio a los participantes les mostraron una receta de cocina. Para la mitad de los participantes la receta de cocina
mo estaba escrita con letras difíciles de leer (ya que se utilizó un tipo de letra poco común). A la otra mitad se les pre-
iбn sentaba la misma receta de cocina, sólo que escrita con letras fáciles de leer. A los participantes se les pidió que
evaluasen en qиé medida era fácil realizar la receta. Tal como se esperaba, los participantes que leyeron la receta con
las letras fáciles de leer juzgaron la receta como más fácil de llevar a cabo que los participantes que leyeron la rece-
o% ta con una fuente más difícil de leer. En otras palabras, la facilidad con la que leyeron la receta fue utilizada como
D% un heurístico para juzgar la facilidad de la elaboración de la receta.

1983) a los
сiбn» , una
bl e que las características estereotipicamente Otros efectos de saliencia se deben a la distin-
que la b), asociadas a las personas andaluzas sean activa- tividad comparativa: un estímulo llama la aten-
, tal como ción debido a que se diferencia de los otros estí-
s referido.
das; sin embargo, en una reunión de andaluces,
(que Paco posiblemente no se active con tanta fuerza el es- mulos presentes en el contexto. Por ejemplo, si
10 de ellos tereotipo de los andaluces. A este tipo de efectos una persona es la única extranjera en una re-
iás proba- se le denomina, en cognición social, efectos de la unión de amigos, entonces es más probable que el
o obstan- saliencia. Los efectos de la saliencia ocurren en concepto «extranjero» se haga saliente. Si en una
•esenta de el mismo momento de la percepción. Una de las clase la mayoría son chicos y la minoría son chi-
e tiene la causas que puede focalizar la atención hacia un cas, entonces es más probable que el género sea
ración en estímulo es su prominencia natural (por ejemplo, un concepto saliente y, por tanto, sea utilizado
una persona muy atractiva o muy poco atractiva con mayor frecuencia.
físicamente que llama la atención).
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80 / Fundamentos de Psicología Social

4.3. Accesibilidad lizando los rasgos que eran crónicamente accesi- los
bles para ellos. am)
Las representaciones mentales que los indi- Los rasgos o atributos más accesibles para un nea
viduos tienen más accesibles suelen ser las más individuo suelen ser los que tienen que ver con par'
proclives a ser activadas. Así, la accesibilidad se ellos mismos y con las personas más cercanas. tam
de fi ne como el potencial de activación del cono- Por ejemplo, una persona que tenga muy accesi- bras
cimiento disponible (Higgins, 1996). Por ejemplo, ble el «atractivo físico» (porque se percibe en una tare;
cuando una persona tiene más accesible la carac- posición extrema en esa dimensión, y sería lo que pani
terística «inteligente» en comparación con la ca- se conoce como «esquemática del yo» en ella) uti- pues
racterística «simpático», es más probable que juz- lizará ese concepto en mayor medida para eva- cia,
gue a los demás utilizando la primera dimensión luar y juzgar a los demás en comparación con asoc.
que la segunda. una persona que posea un atractivo físico «inter- may
Los constructos representados mentalmente medio» (Moya, 1999). form
tienen diferentes grados de accesibilidad, pero prudi
¿qué hace que las estructuras de conocimiento L(
sean accesibles? En este apartado se analizarán b) Priming o facilitación primi
tres factores que aumentan la accesibilidad de las piensa
representaciones mentales: su accesibilidad cróni- La accesibilidad de una representación mental accesi
ca, el priming y las metas u objetivos de los indi- se puede mantener en el tiempo (10 que constitu- relacü
viduos. ye la accesibilidad crónica) o puede hacerse acce- terion
sible en un momento determinado. Esto es lo que tiene t
ocurre cuando se lleva a cabo un procedimiento que tia
a) Accesibilidad crónica de priming o facilitación. El priming implica la que h
activación de una estructura de conocimiento Libera
Cuando una estructura de conocimiento es ac- como consecuencia de una experiencia previa vi- na ve
tivada, se incrementa su potencial de activación vida por un individuo (Higgins, 1996). La estruc- interp.
en el futuro; es decir, aumenta su accesibilidad tura del conocimiento puede ser activada sin que traño
futura. La accesibilidad crónica es el efecto de la la persona sea consciente de que la causa ha sido Tac
activación recurrente de una representación men- la presentación de un estímulo o la vivencia de de ejes
tal (Bargh y Williams, 2006; Fórster y Liberman, una experiencia previa (Fórster y Liberman, tamiei
2006). Los conocimientos que los individuos tie- 2006). ron u
nen más crónicamente accesibles son aquellos Los efectos del priming se evidencian en el ex- partid
que más utilizan para explicar la realidad. En un perimento clásico realizado por Higgins, Rholes y das. P
estudio, Higgins, King y Marvin (1982) pidieron Jones (1977). Estos investigadores invitaron a los de las
a los participantes que generaran una lista de los participantes a realizar dos estudios supuestamen- relacic
rasgos que describiesen a personas que ellos co- te independientes. En el primer estudio se les pedía res o a
nocieran (alguien que les desagradase, que les a los participantes que realizaran un supuesto ex- Para e
agradase, etc.). Una semana después, los mismos perimento que consistía en memorizar varias pala- con p2
participantes fueron citados, y en esta ocasión se bras. Para la mitad de los participantes algunas de termin
les pidió que se formasen impresiones y evalua- las palabras que tenían que memorizar estaban re- el expt
ran los perfiles de personas que no conocían. Los lacionadas con la «imprudencia» (por ejemplo, pidió
resultados mostraron que las impresiones de las precipitación, insensatez, etc.), mientras que para mento
nuevas personas se basaban en gran medida en la otra mitad las palabras estaban relacionadas cularo :
los rasgos que, una semana antes, habían utiliza- con «ser aventurero» (tener valor, curiosidad, etc.). tes en
do para describir a sus conocidos; esto es, los En el segundo estudio, que supuestamente no es- que sal
participantes juzgaban a las nuevas personas uti- taba relacionado con el primero, se les presentó a cipant^
J Ediciones Pirámide © Ediciot
Cognición social / 81

los participantes una serie de comportamientos nadas con el concepto de anciano/a (aquellos a
ambiguos. Por ejemplo, se les decía: «Donald pia- los que se les pidió que ordenaran frases que tra-
nea cruzar el Atlántico en bote». La tarea de los taban sobre ancianos/as), en comparación con el
participantes consistió en evaluar dichos compor- grupo control, caminaron de una forma más len-
tamientos. Los resultados mostraron que las pala- ta después del experimento. Bargh y colaborado-
bras a las que fueron expuestos durante la primera res (1996) explicaron estos resultados por medio
tarea influyeron en la forma en la que los partici- de la activación automática del estereotipo de
pantes evaluaron a Donald. Los que fueron ex- persona mayor. Aunque los participantes no fue-
puestos a palabras relacionadas con la impruden- ron conscientes de ello, ordenar frases relaciona-
cia, en comparación con los expuestos a palabras das con ancianos/as primó la representación
asociadas con «ser aventurero», mostraron una mental de anciano/a, así como los rasgos estereo-
mayor tendencia para evaluar a Donald de una típicamente asociados a ellos, 10 que los llevó a
forma negativa y a calificar a Donald como un im- caminar más despacio.
prudente.
Los investigadores piensan que los efectos del
priming suceden porque cuando se percibe o se c) Metas u objetivos
piensa en un estímulo determinado, se aumenta la
accesibilidad de las estructuras de conocimiento Las metas u objetivos que las personas tienen
relacionadas con dicho estímulo. Así, cuando pos- en un momento determinado también pueden in-
teriormente la persona percibe un suceso ambiguo, fluir sobre la accesibilidad de sus estructuras de
tiene mayores posibilidades de utilizar la estructura conocimiento. Por ejemplo, una persona puede
que tiene más accesible, que es justamente aquella tener más accesibles las características positivas
que haya sido presentada previamente (Farster y de otra persona sólo por conveniencia. Kunda y
Liberman, 2006). Por ejemplo, cuando una perso- Sinclair (1999), en uno de sus estudios, mostra-
na ve una película de terror, es más probable que ron que cuando los blancos acudían a una cita
interprete como una amenaza cualquier ruido ex- médica con un doctor negro, las personas activa-
traño que si no hubiese visto la película. ban el estereotipo relacionado con la profesión
También se ha encontrado que el priming pue- (10 que les hace percibirlos como competentes), y
de ejercer una influencia directa sobre el compor- no el estereotipo relacionado con su color de piel
tamiento. Bargh, Chen y Burrows (1996) realiza- (lo que activaría una representación mental con-
ron un experimento en el que les pidió a los notada más negativamente).
participantes que ordenaran frases desorganiza- Pero las personas también son capaces de acti-
das. Para un grupo de participantes, la mayoría var rasgos estereotípicamente negativos si esto les
de las frases que tuvieron que ordenar estaban ayuda a sentirse mejor. Por ejemplo, Fein y Spen-
relacionadas con el concepto de personas mayo- cer (1997) realizaron un creativo experimento en el
res o ancianos/as (por ejemplo, «pelo es su gris»). que manipularon la retroalimentación que los par-
Para el otro grupo las frases estaban relacionadas ticipantes recibieron después de realizar una prue-
con palabras neutrales. Cuando los participantes ba de inteligencia. A algunos se les decía que ha-
terminaron de ordenar las frases, se les dijo que bían tenido un buen rendimiento, mientras que a
el experimento había terminado, por 10 que se les otros se les indicó que 10 habían hecho mal (aun-
pidió que salieran del laboratorio. Pero el experi- que el resultado era ficticio y esta retroalimenta-
mento no acabó ahí. Los experimentadores cal- ción se les daba aleatoriamente). Después se les
cularon el tiempo que emplearon los participan- pidió que evaluaran a un candidato para un pues-
tes en llegar al final del pasillo por donde tenían to de trabajo. En este caso, la mitad de los partici-
que salir. Los resultados mostraron que los parti- pantes evaluaba a un candidato italiano, y la otra
cipantes que fueron primados con frases relacio- mitad, a un candidato judío. Los resultados mos-
© Ediciones Pirámide
82 / Fundamentos de Psicología Social

traron que cuando los participantes recibieron una embargo, no hemos tratado qué tipo de procesos tral
retroalimentación positiva, no hubo diferencias en cognitivos operan en el sistema cognitivo cuando асti'

la evaluación de los candidatos. No obstante, los individuos utilizan el conocimiento activado. cia
cuando los participantes recibieron una evaluación La pregunta sería ¿cómo se utiliza ese conoci-
negativa, evaluaron más negativamente al candi- miento del que se ha hablado? otra
dato judío que al candidato italiano. Esto se debe Hasta los años sesenta o setenta del siglo pasa- haii
a que los participantes que recibieron una evalua- do los investigadores pensaban que la gente proce- disl
sión negativa se sentían peor consigo mismos, por saba la mayor parte de la información social de niel
10 que en ellos se activaba el objetivo de aumentar manera consciente. Los individuos conocían, re- mie
su autoestima. Esta meta la consiguen evaluando cordaban y controlaban la adquisición y uso de la dos
negativamente al miembro de un grupo del que información acerca de los demás y de sí mismos soci
tienen un estereotipo negativo (el judío), ya que (Fiske y Taylor, 1991). Sin embargo, a partir de los 200
esta evaluación negativa del candidato judío au- años setenta esta concepción se sustituye por la rato
mentó la autoestima de los participantes. idea de que existen otra serie de procesos que esca- una
El hecho de que las metas directamente au- pan del control y la conciencia de los individuos: ma'
menten la accesibilidad de las estructuras asocia- los procesos automáticos. Estos procesos cognitivos este
das a ellas fue también mostrado en un experi- automáticos tendrían las características siguientes: mies
mento realizado por Liberman, Fórster y Higgins ocurren fuera de la conciencia de los individuos, no pral
(2007). En este estudio todos los participantes te- son intencionales, son incontrolables (no se pueden Sri
nían que ordenar frases que primaban distintas detener una vez que se han puesto en marcha) y Е
representaciones mentales (por ejemplo, aventure- son muy eficaces (no requieren apenas recursos y la
ro, confiado/a en si mismo/a, etc.); sin embargo, cognitivos y pueden realizarse a la vez que otros tinto
mientras que a la mitad de los participantes se les procesos) (Bargh, 1994; Kurda, 2002). vaci ,

permitió terminar la tarea, a la otra mitad se les En contraposición, los procesos cognitivos con- cimi
interrumpió antes de que pudieran terminarla, trotados están caracterizados por ser intenciona- los
por 10 que no se les permitió ver satisfecha la les, conscientes, tener la posibilidad de finalizarse tene
meta de finalizar la tarea. Posteriormente se mi- y modificarse en función de la voluntad de los daci
dió la accesibilidad que los participantes tenían de individuos y requieren una inversión de esfuerzo qué
los conceptos que se habían activado. Se encontró considerable, de forma que cuando contamos con acti`
que cuando los participantes fueron interrumpi- escasez de recursos cognitivos muchas veces de- los f
dos y no pudieron completar su meta, éstos te- ben ser interrumpidos. Desde esta concepción lidai
nían una mayor accesibilidad de las representacio- más clásica se consideraba que los procesos auto- cesa
nes mentales a las que habían sido expuestos (por máticos y controlados eran claramente distintos la ac
ejemplo, aventurero/a, confiado/a, etc.) que cuan- entre sí y, en cierta medida, excluyentes. Sin em- a tn
do pudieron completar su meta (por ejemplo, or- bargo, en los años ochenta algunos autores pusie- tras
denar todas las frases). ron de manifiesto ciertas pruebas empíricas que el et
mostraban que muy pocos procesos cognitivos a trт
cumplían todos los requisitos que clásicamente se nuac
5. EL USO DE LAS REPRESENTACIONES asignaban a los procesos automáticos o controla- de p
MENTALES dos. En su lugar, la mayoría compartían caracte-
rísticas de las que se habían presupuesto para
Hasta aquí hemos visto la forma que, de unos y para otros (Bargh, 1994). 5.1.
acuerdo con distintas perspectivas, adoptan las Desde la cognición social se ha intentado inte-
representaciones mentales y sus características, grar estos dos tipos de procesos a través de los E
así como en qué situaciones y qué factores deter- denominados modelos duales. Dichos modelos rápi
minan la activación de esas representaciones. Sin tienen la pretensión de explicar distintos tópicos recu

C. Ediciones Pirámide J Edi


COGNICION SOCIAL

Ма del Prado Silván Ferrero

INTRODUсс16N
Elena Gaviria Stewart
J. Francisco Morales Domínguez
COGNICIÓN SOCIAL Y COGNICIÓN «NO SOCIAL

EL ESTUDIO DE LA COGNICIÓN EN PSICOLOGÍA SOCIAL TÉRMINOS CLAVE


DEL CAPÍTULO
ESTRATEGIAS PARA MANEJAR LA INFORMACIÓN SOCIAL Y ELABORAR JUICIOS
Cognición Social
Esquemas y ejemplares
Efecto de congruencia con el
El proceso de inferencia y el empleo de heurísticos
estado de ánimo
PROCESOS DE PERсЕРсI6N SOCIAL Ejemplares
Esquemas
Conducta no verbal
Heurísticos
Formación de impresiones
Qué factores influyen en la percepción social? Inferencia
Procesamiento automático
PROCESOS СOGNIТIVOS AUTOMÁTICOS Y CONTROLADOS
Procesamiento controlado
Razonamiento motivado
LA RELAC16N ENTRE EL AFECTO Y LA COGNIСi6N

La influencia del afecto sobre la cognición


La influencia de la cognición sobre el afecto

EL PAPEL DE LA MOTIVAсI6N EN LA сOGNICI6N SOCIAL

RESUMEN

LECTURAS RECOMENDADAS Y REFERENCIAS EN INTERNET

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
I NTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA SOCIAL

Г cocNlclÓN soaAL • 81

(I rán a la oferte diver us casos de personas de ese país que corlo( emes v, a partr de la c omhin 1(Hi de FI proceso de inferencia es fundamental en cognición social, v esta en la 1 )ase de muchos de los te-
-

todos ellos, podremos responder) n(ínlenos que estudian los psicólogos sociales. Cuando batamos de buscar la causa (1e1 comportamiento
Una ventaja que Ofrece el uso de ejemplares es que aporta mucha flexibilidad a las representacio- de otra persona, realizamos (nterепcias a ) artir de lo (fL(0 vemos, o nos dicen, ClL( esa persona hace la
nes mentales, en 01 sentido de HjUO se pueden activar diversos ejemplares e incluir otros nuevos a me- este tipo de inferencias, llamadas d o rsales, nos referiremos con más detalle en el capítulo siguiente);
dida Hf00 encontramos información que no encaja con la que tenemos almacenada. Los esquemas, en cuando vemos por primera veza alguien, inserimos sus intenciones sólo con captar su conducta no ver-
cambio, se activan completos, no por partes. Además, los ejemplares representan información sobro la bal, y si queremos formarnos una imlrresión de é1 o ella porque nos interesa por algún motivo, inferi-
variabilidad dentro de una categoría, algo que el conocimiento general de los esquemas no permite mos cómo es a partir сle su aspecto o de su conducta, como veremos en un apartado posterior de este
(por ejemplo, cuando en una discusión soba un tema, alguien hace una afirmación general, basada en capítulo al abordar la formación de impresiones; incluso para conocemos y juzgarnos a nosotros mis-
esquemas, con la que no estamos de acue( do, podemos recuperar ejemplos concretos que contradigan mos necesitamos recurrir a procesos de inferencia (véase el Capítulo 12).
su aseveración). Asimismo, se pueden activar diferentes subconjuntos de ejemplares en diferentes con- Los psicólogos sociales han planteado el estudio del proceso de inferencia desde dos perspectivas
textos, de torma qиe la representación mental que contienen puede ser más específica v adaptarse me- distintas (Fiske yТaylor, 1991): una centrada en los pasos que deben seguirse para realizar una inferen-
jor al contexto (]Oe una información más general. Por ejemplo, no recuperaríamos los mismos ejemplares cia correcta (sería la perspectiva normativa del científico (ngenuo), v la otra interesada en cómo las per-
de la categoría «gitanos» en un contexto relacionado con el flamenco que en uno cjue tenga quo ver con sonas hacen realmente las inferencias (Ia perspectiva estratégica e intuitiva del tacaño cognitivo y, más
la infravivienda. Rosario Flores y Joaquín Cortés son gitanos, pero a nadie se Ie ocurriría asociarlos con tarde, del estratega motivado). Veamos cómo entiende este proceso cada una.
las chabolas. De acuerdo con el modelo normativo, o del científico ingenuo, las inferencias deben realizarse si-
Lo más probable es que las personas utilicen una mezcla de ambos tipos de representaciones men- guiendo una secuencia lógica a través de tres fases sucesivas:
tales: esquemas generales y ejemplares concretos. Al fin y al cabo, los casos específicos sirven para ha-
cer generalizaciones que permitan interpretar la realidad. El conocimiento esencial que proporciona a) Reunir información, 10 que implica decidir cuál es relevante para el juicio que tenemos que hacer y
uno se combina con la riqueza de información sobre la variabilidad que aporta el otro, y en conjunto cuál no. Cuanto más abundante y detallada sea la información de 1а que partimos, más correcta será
son una muestra de las vías que tiene el ser humano para procesar de forma flexible y económica la com- la inferencia. Si seguimos con el ejemplo inicial, supongamos que tenemos que elegir a varias per-
plejidad del contexto social. Como señalan Fiske y Taylor (1991, p. 380), los seres humanos estamos sonas para formar un grupo de trabajo para preparar esta asignatura. Nuestra tarea consistirá en re-
equipados con una capacidad de procesamiento on-line li mitada, pero, también, con una gran cantidad copilar toda la información que podamos sobre los compañeros de clase, y que además sea relevante:
de conocimiento almacenado que compensa esa limitación. quién acude a clase, muestra (nterés, prepara los temas con antelación, ofrece ayuda a los demás...
b) Seleccionar, entre todos los datos que hemos reunido, los que más se adecuen al objetivo. Los
datos seleccionados no deben ser casos atípicos, sino representativos, es decir, extraídos de una
El proceso de inferencia y el empleo de heurísticos muestra Io suficientemente grande y no sesgada, y no ser ejemplos extremos dentro de esa mues-
tra. Al reunir la información no deberíamos basarnos sólo en la opinión de otro compañero, que
Hasta ahora hemos visto cómo las limitaciones de nuestro sistema cognitivo nos llevan a seleccio- podría estar sesgada hacia una persona concreta porque ésta Ie haya prestado apuntes de forma
nar la información que nos llega del medio social antes de procesarla, y a simplificar el trabajo de pro- ocasional, por ejemplo. Tampoco sirve de mucho, si lo que nos interesa es encontrar a alguien
cesamiento de esa información recurriendo a conocimientos previos, pero la cognición social no sólo con quien trabajar en equipo, saber que una persona ha acudido a clase un par de veces, o que
consiste en recibir, procesar y recuperar información social. Además de comprender la realidad que ha llevado bien preparados los temas en una ocasión, o que en una clase concreta fue el que más
nos rodea y poder predecirla, en nuestra vida diaria constantemente tenemos que hacer juicios y tomar preguntas y comentarios planteó, pero otras veces no participa.
decisiones, para lo cual la información que podemos conseguir del medio muchas veces no es sufi- c) Integrar los datos seleccionados y combinarlos para hacer un juicio. Para que la inferencia sea co-
ciente. Eso nos obliga a ir más allá de esa escasa información, es decir, a hacer inferencias. Por ejem- rrecta es necesario aplicar una regla de decisión adecuada, teniendo en cuenta todos los ele-
plo, si tenemos que elegir a un compañero para trabajar con él entre varios de la clase a los que ape- mentos de información seleccionados en el paso anterior, dando a cada uno el peso que le co-
nas conocemos, 10 que haremos será realizar inferencias a partir de la información disponible: hay uno rresponde y combinando toda esa información para extraer un juicio. Si finalmente hemos
que siempre viene a clase y tiene los temas leídos con antelación. A partir de estos datos, inferiremos recabado suficientes datos relevantes y representativos, a partir de nuestra propia observación, y
que puede ser un buen compañero para hacer trabajo en equipo, aunque desconozcamos otro tipo de preguntado a varias personas, sopesaremos todos ellos en función de nuestro objetivo y acaba-
i nformación. remos eligiendo al compañero más idóneo para trabajar con el.
NTRODUCCION A LA PSICOLOGÍA SOCIAL COGNICIÓN SOCIAL • 83

Esto es lo que deberíamos hacer, y es lo que haría un ordenador, pero las personas no somos nor- Aparte de las limitaciones de nuestro sistema cognitivo, ld mayoría de las ocasiones en las que te-

mal mente tan sistemáticas. Desde luego hay ocasiones en las que los juicios quе tenemos (ILk emitir o nemos que hacer en juicio en nuestra vida diana no tenemos ni el tiempo ni la motivación sufi cientes

las decisiones que debemos tomaг exigen un tratamiento exhaustivo y concienzudo de la informacióo paca llevar a cabo todas las operaciones que exige Cl modelo normativo. En lugar de eso, 10 que real-

ten una Investigación científica o policial, por ejemplo). Pero son excepciones. Las demandas de la vida mente hacemos es sacrificar la exactitud a cambio de (a eficacia: cuando se trata de extraer conclusio-

cotidiana nos obligan a funcionar mentalmente de otra manera, a menudo incurriendo en sesgos. En el nes a partir de intormación previa o emitir opi n iones sobre un objeto-estímulo, sohre todo si no dispo-
Cuadro 3.2 se muestran las principales causas de los sesgos que cometemos habitualmente a l hacer in- nemos de mucho tiempo o no tenemos un interés especial en la precisión de nuestros j uicios, recurrimos
a reglas simples que nos permiten hacer inferencias adecuadas sin sobrecargar nuestro sistema cogni-
ferencias.
tivo пi dejarlo colapsado para otro tipo de tareas. Estas reglas simples se llaman heurísticos.

Cuadro 3.2. Potenciales fuentes de sesgo en el proceso de inferencia Los heurísticos


(adaptado de Fiske y Taylor, 1991)

Los heurísticos son atajos mentales que utilizamos para simplificar la solución
Fase ! Proceso Fuentes del sesgo
de problemas cognitivos complejos, transformándolos en operaciones más senci-
ll as (Tversky y Kahneman, 1974). Las personas utilizamos innumerables reglas de
Basarse en teorías y expectativas previas
Recogida Reunirla información relevante este tipo casi constantemente, pero aquí vanos a presentar las que más atención
Centrarse en los casos confirmatorios
han recibido por parte de los psicólogos sociales en relación con el proceso de in-

Elegir los datos importantes para elaborar Basarse en casos no representativos y/o ferencia (en el Capítulo 6 se abordarán los heurísticos asociados a las diferentes tác-
el juicio mediante un muestreo adecuado extremos ticas de influencia social).
Selección
de la información disponible Recurrir a teorías y expectativas previas
Heurístico de representatividad
Basarse en datos erróneos, subjetivos o
escasos
Combinar toda la información reunida y Empleamos este heurístico para hacer inferencias sobre la onniel Кhnеmzn, profesor emérito
Integración No dar el peso adecuado a la información
seleccionada para elaborar el juicio en la Universidad de Pri nceton .
probabilidad de que un estímulo (persona, acción, suceso, etc . ) En 2002 sе lс concedió el premio
Utilizar reglas de decisión inadecuadas
pertenezca a una determinada categoría, es decir, que sus ca- Nobel ddе rconоmia ,"por haber
integrado las ideas de la investi g a ción
ractensticas sean relevantes (representativas) o encajen en esa psicológica en la tienda económica,
especialmen te e n re l aci ón con la
categoría, basándonos en su semejanza con otros elementos tí-
elaboración d e cd o s у la coma de
, Por qué hay tanta diferencia entre lo que deberíamos hacer y Io que realmente hacemos? Ya hemos picos de dicha categoría y pasando por alto otro tipo de infor- d ecisiones en
stuadones de
roce ndembre..
mencionado que nuestro sistema cognitivo tiene sus limitaciones. Partiendo de esa.premisa, 1а com- mación. ZCоп qué probabilidad una persona X es miembro de
plejidad y el volumen de la información que hay que considerar, así como la incertidumbre que mu la categoría Y? La regla que seguimos para responder es muy simple: cuanto más si-
chas veces caracteriza esa información (no siempre disponemos de evidencia suficientemente fiable; con milar sea X a los miembros típicos de la categoría Y, más probable será que perte-
frecuencia tenemos que basarnos en juicios y opiniones de otras personas), hacen que resulte poco re- nezca a dicha categoría. Veámoslo con un ejemplo similar al que proponen los pro-
alista pretender utilizar estrategias tan exhaustivas para la realización de juicios. Por eso echamos mano pios Tversky y Kahneman (1974):
de los recursos que tenemos (este sistema de funcionamiento corresponde a la perspectiva estratégica Sabemos, o nos han contado, que Marfa es una persona cariñosa, tierna y ama-
e intuitiva del tacaño cognitivo), y uno de los más potentes es el conocimiento almacenado en nuestra Amos werskу, universidad de b e. Además, le gustan los niños, y se comporta con ellos con mucha naturalidad. Si
Stanford. Sc prolongada colaboración
memoria (esquemas, ejemplares). De ahí que nuestras inferencias estén muchas veces influidas por las con Kahneman demostró que las queremos adivinar la profesión de María, y dudamos entre unas cuantas (adminis-
personas, cuаndo го.ап decisiones, trativa, televendedora o educadora en una guardería), lo que haremos para encon-
creencias y teorías previas, 10 cual no es malo en principio (al fin y al cabo son también una fuente de no son esos seres racionales que
información), pero sf lo es cuando esas creencias y teorías sesgan el proceso (por ejemplo, buscando y supon(, l a ,enría económica Bá s i ca. trar la solución en poco tiempo y con los escasos datos que tenemos es estimar el
Según еi propio Kahneman, el Nobel
teniendo en cuenta sólo los datos que las confirmen en lugar de considerar toda la evidencia disponi- era en realidad un premio grado en que Marfa es representativa, o similar, a la persona promedio de cada una
ble y relevante) e impiden detectar posibles errores. compartido con wersky. de las profesiones, y según esto, emitiremos nuestro juicio, es decir, inferiremos a qué
x TКOD000ION A LA PSICOLOGÍA SOCIAL COG NI CIÓN SOCIAL • 85

nuestra mente ejemplos específicos ole ese suceso, categoría o asociación, e5 decir, en su accesibilidad:
c dedlla. [п este ejemplo 0111 oncieto, es probable que intimmos que Mara es educadora Infantil por-
que su descripción es representativa de los atributos estercotfpicamеПte asociados a esa profesión les si se nos ocurren muchos casos de c se suceso o categoría, será porque es muy frecuente o muy proba-

decir, ele los atributos almacenados en el esquema que tenemos c1e los educadores infantilesE ble (Tversky v Kahneman, 1 9731. Por ejemplo, para estimar Si nacen mas niños o niñas, vamos a recu-

Los juicios e ioíerencia5 realizados empleando el heurístico de representatividad suelen ser ( 0(1 CL rrir a los casos de personas que conocemos, de forma que elaboraremos nuestra propia estadística en
i
tos, puesto que pertenecer a ciertos grupos efectivamente afecta al onipo rIO fO onto v al 05 110 de las per- función de esos datos. Por poner otro ejemplo, tendemos a sobreestimar la frecuencia de enfermedades

sonas, que es la información que percibimos v a partir de In cual hacemos las intereпcins. Sin embargo, muy dramáticas, una epidemia, y a subestimar otras que parecen tener consecuencias menos nefastas,

cuando hacemos uso de este heurístico estamos ignorando In probabilidad estadística de 9 LI е esa per- como la hipertensión o la diabetes.
sona pertenezca realmente a dicho grupo (por ejemplo, puede ser que María viva en un pueblo muy pе- En muchas ocasiones, este heurístico funciona y, efectivamente, cuando es fácil encontrar casos de

queño donde no hay guarderías), y también la calidad y fiabilidad de la información (los datos (LIC te- un determinado fenómeno es porque realmente hay muchos. Sin embargo, hay otras razones que ex-
nemos pueden ser escasos y engañosos, tanto por nuestra propia percepción sesgada como por la de plican la mayor accesibilidad de cierto tipo de información, como el hecho de que la hayamos proce-

quien nos ha descrito a esa persona). Ademas, е еuг tл uede dar lu g r al error denominado fa -
sado más recientemente, que se trate de sucesos que conocemos por propia experiencia, más que por-

lacia dе la corunción (Tversky y Kahneman, 1 981[ que describimos en el Cuadro 3.3. que nos los han descrito otros, o que nos hayan impresionado de forma especial (Rodríguez y Betancor,
2007). Además, muchos ole los contenidos y estructuras cognitivas utilizados con mayor facilidad a la
hora de hacer inferencias son aquellos relacionados con nuestro yo o identidad. Por ejemplo, el deno-
Cuadro 3.3. La «falacia de la conjunción» minado efecto del falso consenso, que consiste en creer que la propia conducta es la normal en una de-
terminada situación, y que los demás actuarían igual que uno mismo (abordaremos este efecto en el Ca-
La falacia de la conjunción consiste en estimar que la probabilidad de que dos o más eventos a características pítulo 4 como uno de los sesgos atributivos), se ha explicado por el heurístico de disponibilidad: dado
se den conjuntamente es mayor que la probabilidad de que ocurra cada uno de ellos por separado. Imagine que que solemos interactuar v relacionarnos más con personas que comparten nuestras creencias y valores,
acaba de conocer a una persona. Observa que tiene unos 45 años y es de complexión atlética. Por 10 que él y que suelen comportarse como nosotros, esta exposición selectiva hará que tales ejemplos estén más
mismo cuenta, tanto en el instituto como luego en la universidad fue representante de alumnos y le gustaba im- accesibles y su frecuencia tenderá a ser sobreestimada (Fiske y Taylor, 1991).
plicarse activamente. También le gusta el deporte, sobre todo el fútbol, que practicó como profesional. Si al-
Como sucedía en el caso del heurístico de representatividad, el uso de este heurístico también puede
guien le pregunta si este desconocido es: a) director de una escuela de fútbol; b) sindicalista; o c) director de
llevar a cometer otros errores. En el Cuadro 3.4 se recogen algunos.
una escuela de fútbol y sindicalista, /por qué alternativa se decidiría? La investigación sobre este sesgo inclica
que la gente suele escoger la tercera opción, aunque, según las leyes de la probabilidad, no puede ser más pro-
bable que las otras dos (el número de personas que dirigen una escuela de fútbol y el de sindicalistas son ma-
yores que el de directores de escuela de fútbol que a la vez sean sindicalistas). Sea porque la concurrencia de Cuadro 3.4. Algunos errores que cometemos al aplicar el heurístico de disponibilidad
dos o más características da una impresión más completa de 1а persona, o porque el mayar número de deta- (basado en Huici, 1994)
ll es hace que la descripción se ajuste mejor a nuestros esquemas, y por tanto veamos a esa persona como más
representativa, el caso es que preferimos las descripciones y las explicaciones conjuntas a las simples. El error de muestreo, que también se produce al emplear otros heurísticos, consiste en basar las inferencias y
los juicios en muestras reducidas y sesgadas, o en los casos extremos de la muestra. Por ejemplo, a veces nos
dejamos llevar por la opinión o estimación de otra persona sobre la probabilidad o frecuencia de un deter-
El heurístico de representatividad es, según afirman Fiske y Taylor (1991), el más básico de todos los minado suceso, dándole más peso del que realmente tiene. Además, no siempre tenemos en cuenta de dónde
que empleamos. «El acto de identificar a las personas como miembros de categorías, o el de asignar sig- procede la información, si la estimación la hace algún profano en la materia o profesionales que realmente
nificados a las acciones, son fundamentales para toda la inferencia y la conducta social. La pregunta conocen el tema de que se trata.

'/qué es? debe contestarse antes de emprender cualquier otra tarea cognitiva» (p. 384). El fenómeno de la correlación ilusoria, o sobreestimación del grado en que están relacionados dos suce-
sos o dos características, también se ha explicado por el heurístico de disponibilidad (Tversky y Kahneman,
1 973). En este caso Io que está disponible y se recuerda de forma más fácil es una fuerte asociación entre su-
Heurístico de accesibilidad o disponibilidad
cesos o atributos, 10 que lleva a sobreestimar la frecuencia con la que ocurre dicha asociación. La correlación
il usoria ha sido uno de los mecanismos empleados en la investigación para explicar el origen de los estereo-
Este heurístico se utiliza para estimar la probabilidad de un suceso, ia frecuencia de una categoría o
la asociación entre dos fenómenos. La estimación se basa en la facilidad o rapidez con la que vienen a
NTRODUCCION A LA PSICOLOGÍA SOCIAL COGN1CION soc1AL • 87

que pueden tener los polos. Si nos preguntan por cl tiempo que dedicamos al ocio al mes, en una
es-
ti pos ivéasе el Capítulo 11)1. Algunos e510(1 05 muestran que los individuos pueden sobreestimar la correlación cala de 0 a 10 horas, v en otra de 0 a 30, lo mis probable es que demоs puntuaciones mas bajos en el
uc existe entre dos factores que son distintivos y diferentes de los demás (el hecho de cometer cielitos y per-
primer caso.
tenecer a un grupo minoritario, por ejemplo), lo que lleva a desarrollar estereotipos negativos sobre algunos
El heurístico de anclaje y ajuste se utiliza con mur ha frecuencia en situaciones sociales, probable-
grupos (Mullen y Johnson, 1990).
mente porque la conducta social es a menuda ambigua y genera incertidumbre. Cuando podemos, nos
Como último ejemplo nos referiremos al sesgo de positividad, que es la tendencia a prestar más atención
usamos a nosotros mismos como ancla, pero, si esto no nos sirve, nos basamos en la conducta o las ca-
a la información positiva que a la negativa, tanto en relación con uno mismo como en lo que se refiere a los
racterísticas de otras personas o, incluso, en detalles irrelevantes de la situación (como en el caso del
demás. Esta tendencia esta relacionada con el motivo social básico de conüan7a (véase el Capítu lo 2), que nos
error fundamental de la atribución).
ll eva a esperar que los demás sean buenos, competentes, honestos y fiables. Al cometer este sesgo, percibirí-
amos y procesaríamos más ejemplos que confirman nuestras expectativas y creencias previas, estos casos es-
Heurístico de simulación
tarían más disponibles y los recordaríamos más fácilmente, con lo que nos parecerían más frecuentes y pro-
bables. De hecho, la gente estima los rasgos deseables de los demás como más frecuentes que los indeseables
(Rothbart y Park, 1986). Es la tendencia de las personas a estimar la frecuencia o probabilidad de un suceso basándose en la
facilidad con que pueden imaginarlo (es decir, "simularlo" mentalmente). Este heurístico se utiliza para
predecir hechos futuros y también para inferir la causa de un suceso que ya ha ocurrido.
Kahneman y Tversky (1982, p. 203) nos ofrecen un ejemplo que nos ayudará a entender el funcio-
Heurístico de anclaje y ajuste namiento de este heurístico: Mr. Crane y Mr. Tees tienen que salir de viaje en vuelos diferentes pero a
la misma hora. Cuando acuden juntos al aeropuerto encuentran un atasco y llegan treinta minutos des-
Cuando tenemos que hacer juicios en situaciones de incertidumbre, podemos utilizar este heurístico pués de la hora de salida de sus vuelos. A Mr. Crane se le informa que su vuelo salió a la hora prevista.
para reducir la ambigüedad, tomando como referencia un punto de partida —ranclas--- que después A Mr. Tees se 1e dice que su vuelo se retrasó y que acababa de salir hacía cinco minutos. )Quién se en-
ajustamos para llegar a la conclusión final. Si queremos estimar cuántos estudiantes se presentarán a los fadará más, Mr. Crane o Mr. Tees? La mayoría de las personas creen que Mr. Tees estará más enfadado
exámenes de esta asignatura, nos basaremos en el número de alumnos que se presentaron el año pasado porque ha perdido su vuelo por un margen muy estrecho, y esa información les lleva a elaborar un mo-
y haremos el ajuste correspondiente teniendo en cuenta el número de matriculados de ambos cursos. delo simulado del suceso, es decir, a ponerse en el lugar de Mr. Tees e imaginar la serie de pequeñas
El problema que suele surgir al emplear este heurístico es que las personas utilizan el «ancla», pero circunstancias que se han combinado para provocar ese resultado (e1 semáforo que tardaba demasiado
luego no hacen los ajustes suficientes o adecuados. Hay numerosos sesgos que pueden explicarse por en cambiar, el coche que estaba mal aparcado y bloqueaba el paso, el error de 1а pantalla al indicar la
este error de corrección. Por ejemplo, cuando se trata de atribuir actitudes a alguien, aunque sepamos puerta de embarque...).
quo hace lo que hace o dice Io que dice por exigencias de la situación (porque alguien le paga ole Este ejemplo muestra claramente un tipo de construcción mental característica del heurístico de si-
obliga, pongamos por caso), con frecuencia nos quedamos anclados en su acción o en sus palabras (un mulación que se conoce como pensamiento con tr afáctico, y que se explica en el Cuadro 3.5.
detalle irrelevante para hacer una inferencia correcta en este caso) y no tenemos en cuenta el peso de
las circunstancias para corregir nuestro juicio, infiriendo que sus actitudes son realmente las que está
expresando. Es Io que se conoce como error fundamental de la atribución, y Io trataremos con más de-
Cuadro 3.5. El «pensamiento contrafáctico»
talle en el próximo capítulo.
Probablemente, el «ancla» más clara de la que partimos para estimar o juzgar la conducta social de
Este tipo de pensamiento consiste en buscar alternativas a hechos o circunstancias pasadas o presentes. Es de-
los demás somos nosotros mismos y nuestro ambiente social. Así se explica, por ejemplo, el efecto del cir, nos planteamos lo que podría haber ocurrido si... (hubiéramos hecho o dicho algo, o las cosas hubieran
falso consenso, al que nos referíamos al hablar del heurístico de disponibilidad (no se trata de una con- sido de otra manera). Este tipo de simulación explica la frustración, la indignación o el dolor que produce la
tradicción; el mismo efecto puede explicarse por más de un mecanismo cognitivo): en este caso el error pérdida « por poco» de algo importante, o la experiencia de algún suceso especialmente dramático. Cuanto
reside en que la persona no ajusta su estimación teniendo en cuenta otra información relevante que no más significativa sea la pérdida o el suceso, mayor intensidad cobra este mecanismo.
esté relacionada con ella misma. Qué efecto tiene imaginar que las cosas podrían haber ocurrido de otra manera? La respuesta es, como casi
Una implicación práctica de este heurístico para los investigadores que emplean escalas en sus es- siempre, «depende». Unas veces se logra mitigar la frustración o el dolor, y otras lo que se consigue es el
tudios es que, cuando se elaboran las escalas de medida, conviene tener en cuenta el efecto de ancla
NTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA SOCIAL COGNICiON soCIAL • 89

muestra de que son cogniticamente rentables. Incluso, desde cierto punto de sista, hasta los sesgos 10
e lecto ont r ar о El pensamiento contrafáctico puede adoptar dos son, como p000(0 comprobarse en el Cuadro 3.6.
Cormas imaginar alternativas p ue son mejores que las actuales
[pensamiento contrafáctico al alza) o simular mentalmente al-
ternatisas perales qUO las presentes (pensamiento con tratáctico Cuadro 3.6. ¡Pueden los sesgos ser adaptativos?
la baja. Así pues, esta respuesta puede generar costes o beneti- •

ca o en función del tipo he pensamiento que generemos. Si nuestra mente es tan imperfecta corno pаra hacernos cometer tantos errores, ¿cómo hemos podido llegar
_,
dos variantes se ven muy claramente en las investiga- hasta aquí sin morir en el intento? La respuesta quizá esté en la distinción entre perfección y eficacia.
Estas

dones que han estudiado (a reacción de los atletas olímpicos tras La perspectiva evolucionista parte de la premisa de que, dado que somos una especie eminentemente so-
obtener su medalla de plata o de bronce en la competición. Aun- cial, necesitamos que nuestros juicios interpersonales sean 10 suficientemente válidos como para habernos per-
qие parezca ilógico, a menudo los deportistas que obtienen la se- mitido sobrevivir y reproducirnos desde los tiempos de nuestros ancestros. Esta forma de entender la cogni-
gunda posición se sienten peor que los que consiguen la tercera ^ T ción social coincide plenamente con la que se adopta en este capítulo, y se diferencia de la perspectiva
plaza. Esto se explica mediante el pensamiento contrafáctico: los mantenida hasta hace poco por la Psicología Social, más interesada en detectar y analizar los sesgos y erro-
atletas que consiguen Is plata, por un mecanismo de pensa- res que plagan nuestra defectuosa mente. Los evolucionistas consideran que la existencia de esos errores y ses-
miento contrafáctico al alza, se imaginan que podrían haber ob- gos no se dehe a defectos de diseño: no es de esperar que miles de años de evolución social sólo produzcan
tenido el oro, y sienten mayor frustración por haber estado «tan un aparato psicológico propenso a nina mala percepción social, a errores de juicio y a una conducta inter-
cerca». Por el contrario, los que consiguen el bronce comparan " í personal inadaptada. Pero tampoco es necesario que nuestra mente haya sido diseñada por la evolución para
sus resultados con otros menos favorables, imaginando Io que perseguir ciegamente la lógica y alcanzar la verdad, sino para ayudarnos a actuar de forma coordinada con
habría sido quedar en puestos inferiores y no obtener ninguna los demás y asegurar así nuestra supervivencia y la propagación de nuestros genes.
medalla. De esta forma, estos deportistas experimentarán sentí- Además de un diseño mental defectuoso, puede haber otras causas para explicar la existencia de los ses-
Pensamiento contrafáctico: [por qué se sienten peor
mientos positivos de satisfacción (Medvec, Madey y Gilovich, los atleta, que consiguer, la plata que los que oboe gos cognitivos investigados por los psicólogos sociales. En algunos casos, pueden deberse a las características
gen el bronce?
1 995) de los estudios experimentales, que exponen a los participantes a situaciones muy poco naturales y a tareas
muy poco relevantes para ellos, además de emplear 10 que se conoce como el «paradigma del error», que hace
muy fácil detectar los errores pero casi imposible detectar los juicios acertados.

Otra causa, ampliamente desarrollada en este capítulo, es el empleo de heurísticos, es decir, atajos men-
El heurístico de simulación no sólo se refiere a hechos pasados, sino que también se emplea para ima- tales o soluciones rápidas a problemas que se nos plantean cuando tenemos limitaciones de tiempo, de in-

ginar el futuro. De hecho, imaginar sucesos futuros hipotéticos hace que nos parezcan más probables. formación o de capacidad para procesarla. Aunque a veces dan lugar a decisiones o juicios erróneos, 10 cierto

Cuanto más fácil nos resulta imaginarnos a nosotros mismos, por ejemplo, llevando a cabo o negán- es que la mayoría de las veces funcionan. Si no fuera así, no serían adaptativos y no habrían persistido como
característica de la cognición humana.
donos a hacer alguna conducta, más expectativas tendremos de comportarnos así.
Recapitulando, a través de la exposición de los diferentes heurísticos revisados en este apartado se Pero también a veces los sesgos son útiles porque nos impiden incurrir en errores más graves. Es decir, la
selección natural habría favorecido un sesgo hacia los errores menos costosos en cada situación. Esto es lo que
ha puesto de manifiesto que son estrategias realmente útiles para evitar la sobrecarga de nuestro sistema
propone la «teoría del manejo del error», formulada por Haselton y Buss (2000, 2003; Haselton y Nettle,
cognitivo en las innumerables ocasiones en las que tenemos que hacer inferencias para emitir juicios o
2006): siempre que los costes de diferentes errores en un determinado ámbito hayan sido asimétricos de forma
tomar decisiones. Una razón de su utilidad es que se adaptan al contenido de la información y al con-
constante a Io largo de la historia evolutiva de nuestra especie, habrán evolucionado adaptaciones para for-
texto en el que hay que realizar el juicio, por 10 que son más flexibles y más aptas que el rígido modelo
mar juicios o tomar decisiones que sesguen las inferencias hacia el error menos costoso. Por ejemplo, imagi-
normativo para la diversidad de problemas que encontramos en la vida cotidiana. Es cierto que el uso nemos que tenemos que estimar el tiempo que tardará un objeto que se aproxima a nosotros en hacer impacto.
de estos atajos mentales puede llevar a errores en las estimaciones que hacemos de la realidad social
Podemos cometer dos tipos de errores: sobreestimación o subestimación. Es fácil entender cuál de los dos
que nos rodea. Sin embargo, cuanto más usamos estas estrategias, más confianza tenemos en nuestros errores sería más costoso en caso de que el objeto fuera real y, además, pesado. Pues bien, este sesgo hacia
juicios. Esto se debe a que nos fijamos en los casos confirmatorios y pasamos por alto los errores, por la subestimación ha sido confirmado en las investigaciones sobre percepción auditiva y, por otra parte, sólo
10 que resulta difícil la rectificación. De cualquier modo, el hecho de que estas estrategias hayan evo- se produce cuando el sonido se aproxima, no cuando se aleja (Neuhoff, 2001).
lucionado como parte de nuestro funcionamiento mental y el ser humano siga recurriendo a ellas es una
NTRODUCCION A LA PSICOLOGÍA SOCIAL COGNICIÓN SOCIAL • 91

Para ilustrar su teoría, Haselton y it recurren a dos ejemplos relacionados con la comunicación en si- que estimaran la probabilidad de que les ocurriera un mismo suceso a ellos y a otra persona similar a ellos.

tuaciones de cortejo. El primero es cl sesgo que presentan los hombres en interacciones breves con miembros Los hechos eran de carácter positivo (por ejemplo, rlcs i rollaг una buena carrera profesional, poseer una casa
propia) y negativo (alcoholismo, desarrollar un cáncer, divorciarse, etrу Los resultados mostraron que, ente
del otro sexo. Este sesgo, descubierto por Abbev (1982), hace quo los hombres sobreestimen el interés sexual
de las mujeres en esos encuentros. Según Haselton v Buss, el subestimar ese interés podría Ilevar a los hom- la perspectiva de vivir un hecho positivo o de sufrir un suceso negativo, los сanadienses percibían que tenían

bres a perder oportunidades, y ese error sería mas costoso en términos reproductivos (a menos, 10 habría sido nias probabilidades de vivencias hechos positivos (es decir, mostraban optimismo ilusorio) y menos de sufrir

para nuestros ancestros) poe el de hacerse falsas ilusiones y perder algo de tiempo y esfuerzo en un cortejo acontocimicntos negativos сlusión de invulnerabilidad) poe una persona media similar a ellos. En cambio, los

inútil. En cambio, las mujeres no muestran ese sesgo (ellas no ganan nada con exagerar el interés sexual de japoneses no mostraron estos sesgos optimistas.

los hombres), sino otro complementario: infravaloran el interés mostrado por los hombres en formar relacio- En esta misma línea, Markus, Kitayama y Heiman (1996) han confirmado que los canadienses que viven
nes duraderas. Este escepticismo supone un posible error que habría sido mucho menos costoso para nues- en ciudades vulnerables a los terremotos estiman que su vecindario está mejor preparado que h media. En
tras antepasadas que fiarse ciegamente de cualquier promesa y arriesgarse a ser abandonadas y perder a su cambio, los japoneses que se hallan en lugares afectados por terremotos piensan que los vecindarios de alre-
descendencia. dedor están tan preparados como ellos o mis para afrontar este tipo de fenómenos.
Esta forma de analizar los sesgos aporta una explicación sobre su ubicuidad y su orientación sistemática Estas diferencias culturales se pueden explicar a partir de los mismos procesos que refuerzan estos sesgos
en una dirección determinada, y, como ocurre con todas las propuestas planteadas desde un enfoque evolu- optimistas. Así, la menor valoración del individuo autónomo en las culturas interdependientes y colectivistas
cionista, se fija más en la utilidad que en la corrección lógica. El mismo término «error» implica una desvia- (como la japonesa) tiene varias implicaciones, entre ellas, la menor diferenciación entre la imagen de uno
ción de un juicio que debería ser correcto, como si lo esperable fuera que no cometiéramos ninguna equivo- mismo y la de los otros. Los colectivistas asiáticos tienden a percibirse como más similares entre ellos, y un
cación. Según los psicólogos sociales evolucionistas, este planteamiento no contribuye mucho a entender por individuo no cree ser mejor quo la media en capacidades, ni en oportunidades. Estas cogniciones pueden es-
qué la mente humana funciona como lo hace. En el fondo, el ser humano ha llegado hasta aquí por ser «efi- tar influyendo en la ausencia de sesgos optimistas entre los miembros de estas culturas. Por otra parte, los co-
caz», no por ser « perfecto». lectivistas, en comparación con los individualistas, tienden a percibir los hechos como menos controlables,
por lo que probablemente vivencien los sucesos negativos como algo a lo que hay que adaptarse y tolerar, ya
que no depende de ellos (Páez, Fernández y Martín Beristain, 2001).

Finalmente, la gravedad de los hechos negativos puede estar influyendo también sobre estas diferencias
Por otra parte, aunque cometer sesgos al procesar y utilizar la información es una característica co-
culturales. Confirmando esta idea se ha constatado que los canadienses poseen una asociación significativa
mún a todos los seres humanos, no todos caemos con la misma facilidad en los mismos errores. El Cua-
entre la amenaza percibida en los hechos negativos y el grado de ilusión de invulnerabilidad. Esto es, cuanto
dro 3.7 muestra las diferencias culturales en uno de esos sesgos, a modo de ejemplo.
más amenazante juzgaba el hecho el canadiense, menos pensaba que le podría a ocurrir a é1. En cambio, esto
no sucedía con los japoneses, relativamente más colectivistas que los anteriores )Markus, Kitayama y Heiman,
1997). Por su parte, los pacientes asiáticos y latinoamericanos (también colectivistas) afrontaban la enferme-
Cuadro 3.7. Diferencias culturales en los sesgos optimistas dad con mayor aceptación en comparación соп los pacientes norteamericanos, que la vivían como un des-
(l(ziar Fernández Sedano) afío (León, Páez y Díaz, 2003). En general, estos datos confirman que las culturas colectivistas, incluidas las
latinoamericanas, muestran un estilo más estoico de adaptación a los hechos negativos, y esto probablemente

En cualquier lugar del mundo nos podemos encontrar con personas que piensan que a ellas les va a ocurrir se asocia a una menor utilización de los sesgos optimistas en estos contextos culturales.

todo lo bueno (optimismo ilusorio) y que, además, no les van a suceder acontecimientos negativos (ilusión de
invulnerabilidad). Estos sesgos cognitivos se denominan ilusiones porque se desvían de la realidad, enfati-
zando 10 positivo y, en cierta manera, nos permiten ser más felices y optimistas. De hecho, según el informe
del INJUVE coordinado por Javaloy (2007), las personas ligeramente deprimidas no presentan estas ilusiones.
Ellas tienden a mostrar una visión más realista o más equilibrada de sus fortalezas y debilidades, mientras que
las personas con una depresión más severa se caracterizan por poseer sesgos pesimistas.
Todas las estructuras y procesos expuestos hasta ahora se refieren a herramientas cognitivas que em-
Ahora bien, ¡los sesgos optimistas se producen con la misma intensidad en todas las culturas? Para dar res-
puesta a este interrogante revisaremos las investigaciones recogidas por Fiske, Kitayama, Markus y Nisbett pleamos para procesar e interpretar la información que nos llega del medio (procesamiento de arriba
(1998) y las de Heine y Lehman (1995). Estos autores solicitaron a los participantes (canadienses y japoneses) hacia abajo). En este apartado vamos a abordar la cuestión desde el otro extremo, al referirnos al modo
en que seleccionamos entre todo el enorme caudal de información social que llega a nuestros sentidos

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