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De Mortuis
2015
Presencia del pensamiento platónico en el De Mortuis de S. Gregorio de Nisa
Ante todo conviene recordar que la fecha de composición de esta obra del
obispo de Nisa suele ubicarse alrededor del año 380, es decir, cerca de la del
diálogo Sobre el alma y la resurrección. En éste – que ha sido considerado casi como
un “Fedón cristiano”2 – la hermana mayor de Gregorio conduce la conversación en
torno a la pervivencia del alma después de la muerte.
1
W. Jaeger, Cristianismo primitivo y paideia griega, México, F. C. E., 1965.
2
Para la interpretación del diálogo Sobre el alma y la resurrección, en general, es recomendable consultar el
excelente estudio de Henriette Meissner, Rhetorik und Theologie, P. Lang, Frankfurt am Main 1991. En la
nota de p. 2 pueden encontrarse las referencias bibliográficas más importantes respecto de la expresión
“Fedón cristiano”.
3
Una breve síntesis del problema de la resurrección en Gregorio de Nisa se halla en las cuatro páginas que
B. Schmisek dedica al tema en su reciente libro Resurrection of the Flesh or Resurrection from the Dead:
Implications for Theology, Minnesota 2013.
deseable. Toda la argumentación de Gregorio queda así enmarcada en este intento
“persuasivo”: motivar al receptor a que amplíe su perspectiva habitual
reflexionando sobre qué es verdaderamente la vida y qué significa en realidad la
muerte. Es de notar que ya en ese primer apartado se advierte claramente que el
discurso de Gregorio se basa, ante todo, en observaciones de car{cter “natural”: es
al ejercicio de la razón a lo que el autor constantemente apela. Y en esto se revela
uno de los rasgos que podemos encontrar a lo largo de toda la obra – y, me
atrevería a decir, todas las obras – del capadocio: la presencia simultánea de
teología, filosofía y preocupación pastoral, que están íntimamente vinculadas y se
iluminan recíprocamente. Este, creo, es un supuesto importante, que no
convendría olvidar en el momento de emprender la lectura del discurso del niseno.
También desde esta perspectiva se entiende que Gregorio haga uso, con mucha
libertad, de elementos de la antropología platónica, insertándolos en la
cosmovisión cristiana, tal como la concepción de “muerte” en tanto “separación”
del alma y del cuerpo, que hunde sus raíces en el Fedón4.
Pues bien, desde esa postura “racional” el discurso del teólogo cristiano se
ocupa, en primer lugar, de ayudar a discernir en qué consiste “el verdadero bien”
o, lo que a los fines de la argumentación es equivalente, dónde reside la “belleza” a
la que el alma tiende por impulso de la misma naturaleza humana. En ese contexto
Gregorio recurre a expresiones y pensamientos que remiten evidentemente a la
filosofía platónica: la verdadera bondad no puede hallarse en el campo de los
elementos materiales sino que pertenece al ámbito de lo absoluto, ya que tiene la
cualidad de “no ser benéfica sólo relativamente< ni ser bella para alguno y para
otro no, sino ser bella en sí y según su propia naturaleza, y ser del mismo modo
para todos y en todo tiempo” (par. 3). Las huellas de la reflexión platónica acerca
de la belleza y del bien son evidentes; para comprobarlo basta comparar estas
expresiones con algunos pasajes del discurso de Diotima en el Simposio5.
4
Cfr. Fedón 64 c y 67 d; véase también Gorgias 524 b. en el primer caso los términos centrales son apallagé
(“apartamiento”, “abandono”, “alejamiento”) y lýsis-khorismós (“disolución, separación”) mientras que en el
pasaje del Gorgias aparece diálysis. Gregorio emplea el verbo dialýo para referirse a lo “soluble”, propio de
la naturaleza mortal.
5
Cfr. Simposio 210 e y ss. Otros textos platónicos que seguramente brindaron a Gregorio una suerte de base
conceptual y se reflejan, en alguna medida, cuando él elabora algunos aspectos de su teología son los libros
centrales de la República y el Fedón.
receptor a que eleve su mirada hacia lo que no cambia, ni nace, ni perece, sino que
siempre es bello y bueno, lo que precisamente no puede hallarse en plenitud
mientras el hombre se encuentra en esta condición terrena. De allí también que se
aluda al mundo que está más allá de la muerte con frases que expresan un nítido
contraste entre las contrariedades y molestias que los seres humanos
experimentamos aquí constantemente – como las divisiones de ricos y pobres o
señores y dominados, las dificultades y preocupaciones inherentes a los esfuerzos
y trabajos necesarios para la subsistencia, las injusticias, los peligros y las angustias
a los que estamos expuestos – con la bienaventuranza a la que se nos llama
después de la muerte (par. 6). Vale la pena destacar que esta presentación de la
dimensión escatológica, por contraste con lo que habitualmente se padece en la
experiencia cotidiana, guarda una cierta correspondencia con la propia de los
mitos platónicos que cierran el Gorgias, el Fedón y la República. Tal como el lector de
los diálogos del antiguo filósofo se siente interpelado e invitado a reorientar su
vida, intentando conformarla según el modelo que Sócrates representa, así también
el lector del De Mortuis puede experimentar algo similar. Gregorio parece
empeñarse en descubrir en su discurso un mundo bello, realmente bello, cuya
evocación posee la fuerza de mover al receptor a cambiar la valoración habitual
acerca de lo bueno y placentero, a fin de que comience a realizar en sí esa “vida en
la virtud” que constantemente es elogiada. Es obvio que el autor descansa sobre la
convicción de que el alma del hombre puede llegar a aquel bien sustancial si al
salir de la presente existencia en la carne obtiene finalmente un tipo de vida
distinto de éste. Por cierto, los hombres aún ligados a la dimensión carnal no
pueden entender esto con claridad, pero sí pueden hacerse algunas conjeturas,
confrontando nuestra vida corpórea con la existencia futura del alma después de la
muerte. El alma entonces se alimentará espiritualmente, de modo continuo, sin
saciarse jamás. Ante este panorama Gregorio recordará en varias ocasiones que no
tiene sentido dolerse por la muerte de los seres queridos.
La concepción de la Belleza o del Bien absolutos es, sin duda, clave para
toda la propuesta ética de Gregorio, ya que ella es la que puede orientar el obrar
concreto del hombre. En el sermón se daría, pues, una estrecha relación entre
“intención protréptica”6, presentación de la belleza y perspectiva filosófico-
teológica. Este es un aspecto fundamental que, por una parte, constituye el marco
general en el que se ubica toda la disertación del escritor cristiano, y por otra
6
El adjetivo “protréptico” es de origen griego; los usos testimoniados en la literatura permiten ubicar su
“creación”, o al menos la generalización de su empleo, en el ámbito retórico-filosófico-médico del s. V a. C.
Su semántica es bastante clara: se trata de la cualidad “exhortativa” de algo – especialmente una palabra o
un discurso – que “mueve” al receptor a que “gire” y se oriente hacia algo que se le indica o a lo que se lo
invita.
permite asociar, íntimamente, las obras del obispo de Nisa y las del antiguo
ateniense7.
Otro de los aspectos afines a la concepción platónica que cabe destacar con
motivo de algunos pasajes del De Mortuis es que el modo cómo se intenta provocar
esa “reorientación” de la vida hacia el Bien o la Belleza est{ íntimamente vinculada
al motivo del “deseo” o del “amor” provocado por el conocimiento de las
realidades espirituales. Si se observa con cuidado la argumentación que Gregorio
desarrolla en los parágrafos 8 – 12 puede advertirse una suerte de invitación al
receptor para que éste realice un camino de conocimiento desde lo exterior hacia
su propia interioridad, y desde allí hacia “el arquetipo divino”. En efecto, la
imaginada “alocución de la inteligencia” del par. 8 comienza repitiendo la m{xima
délfica “conócete a ti mismo”, lo que significa – siguiendo a S. Pablo – conocer “el
hombre interior”, el que no se corrompe, trascendiendo el {mbito de lo corpóreo,
visible. Es una experiencia de conocimiento interior realizada por el alma, la que
ha de ser capaz de volverse sobre sí misma y contemplar su imagen con sus
propios ojos, a la manera de quien ve su imagen en un espejo10. Gregorio precisa,
además, que es conveniente añadir una modificación al ejemplo dado, porque en
este caso la imagen que se ve es de otra naturaleza. “Pues la figura (eîdos) del alma
se representa según la belleza divina”, la belleza del “arquetipo”. Cuando el alma
llega a mirar esta belleza, entonces sí puede decir que “se ve a sí misma con
exactitud” (par. 9). En este momento el alma alcanza realmente a conocerse y se
representa a sí misma con las cualidades de “inmaterial, invisible, intelectual e
incorpórea”, propias de la naturaleza de aquel arquetipo divino (par. 10). Este es
también el rumbo de la experiencia a la que invita el mismo Gregorio con toda su
argumentación: tratar de recuperar la “belleza del arquetipo”, la belleza en la cual
el hombre fue formado “al principio”, cuando fue creado “según la imagen del
arquetipo” (par. 11). Ahora bien, dado que esto podrá realizarse plenamente sólo
después de la muerte, es irracional entristecerse por la muerte, que significa el paso
que posibilita volver a la morada pura que es familiar y connatural al alma. Es
cierto que al hombre le cuesta adquirir una representación exacta de esa realidad
espiritual, pero no por eso – argumenta Gregorio – ha de sentir temor por aquello
desconocido; pues también muchos procesos propios de la naturaleza corporal
permanecen desconocidos para los hombres, y sin embargo éstos consideran
habitualmente como un bien la vida material y temen la futura por ignorancia
10
El lenguaje empleado por Gregorio permite evocar algunos pasajes platónicos, por ejemplo Alcibíades
132-133.
respecto de su naturaleza. Este miedo ante lo que nos aguarda después de la
muerte se debe, en última instancia, a nuestra ignorancia, y en este sentido somos
semejantes a los niños que sienten miedo “a causa de suposiciones
inconsistentes”11. En realidad, para Gregorio es la vida misma la que nos enseña
claramente a no prestar tanta atención al h{bito, “sino a transformar siempre los
deseos hacia lo bello” (par. 12). Queda así de manifiesto la importancia que el
niseno otorga a los deseos12, una buena parte de su doctrina espiritual gira, podría
decirse, sobre esta “re-orientación” de los deseos que son “afectados” por la
belleza.
La vida del hombre se presenta, pues, como una tensión hacia ese objetivo
último, que consiste en llegar a la “semejanza con la Divinidad” (par. 14)14 y el
motor que está detrás o acompaña a todo este proceso de asimilación es, para
Gregorio, el deseo. Es claro que aquí se impone un discernimiento fundamental:
hay deseos que no contribuyen al progreso del alma hacia la verdad; son los deseos
que en realidad no corresponden a la naturaleza y, en consecuencia, llegan a
producir hartazgo. Al contrario, “lo que es afín y connatural al alma es siempre
11
La mención de este tipo de temor irracional ante lo desconocido, que nos afecta como si fuéramos niños,
invita a asociar el pasaje con Fedón 77 e.
12
En el pasaje mencionado se utiliza el término epithymía (“deseo”) que remite a la parte del alma ligada a
lo corpóreo. Conviene tener presente la llamada “tripartición del alma” expuesta por Platón en el libro IV de
la República (434 c y ss.), donde se distingue lo logistikón (“racional”), lo thymoeidés (“fogoso, animoso”) y
lo epithymetikón (“concupiscible”).
13
La comparación con el embrión para contrastar con el niño ya nacido y su evolución hacia la madurez, que
se desarrolla en el par. 12, es un buen testimonio – de entre tantos que pueden encontrarse en la obra de
Gregorio – de la utilización, por parte de este teólogo cristiano, de los datos de la ciencia biológica de su
tiempo. Esta combinación de ciencia física, filosofía y teología hace pensar, de alguna manera, en el Timeo
platónico.
14
Este motivo platónico (cfr. Teeteto 176 b) es gustosamente asumido por los Padres cristianos y Gregorio,
por supuesto, no es una excepción. Valga notar, de paso, que en el par. 14 encontramos también un eco de
aquel pensamiento tan característico del Fedón platónico, según el cual los auténticos filósofos “se ejercitan
(meletôsin) en morir” (cfr. Fedón 67 e); Gregorio afirma que “la naturaleza se ejercita (emmeletâ)
continuamente para la muerte”.
deseable y amable” (par. 16); ese tipo de deseos puede permanecer siempre. Si el
alma toma malas decisiones surgen los deseos de aquellas cosas que le son
extrañas, “cuyo placer agrada no a la naturaleza sino a la parte pasional de la
naturaleza”; si, en cambio, elige correctamente, entonces pueden volver a surgir los
buenos deseos, los que tiende a aquello que es propio del alma: “la pureza, la
inmortalidad y la incorporeidad”. La vida se juega, podríamos decir, en esta
encrucijada de los deseos, y la decisión última queda reservada al uso de la
libertad (proháiresis o “libre albedrío”), noción que es de capital importancia en la
antropología y doctrina espiritual de Gregorio. Los puntos de contacto con Platón
son, también en este aspecto, notables; pensemos en las numerosas alusiones a la
necesidad de elegir correctamente que aparecen en los diálogos del ateniense15. Es
más, toda la propuesta filosófica de Platón podría entenderse como una educación
correcta para elegir el modo de vida en la virtud, y el obispo de Nisa, seguramente,
adheriría a esta propuesta.
15
Numerosos pasajes del Gorgias y de la República confirmarían esto. Recuérdese aquí, a modo de ejemplo
especialmente significativo, aquellas expresiones tan ricas en consecuencias que Sócrates pronuncia en el
relato mítico que cierra la República: la preocupación más importante para el hombre es tratar de encontrar
quién lo haga capaz de “distinguir una vida honesta de una malvada y elegir siempre y en todas partes el
mejor modo de vida de entre los posibles”; el alma, entonces, estará en condiciones de tomar “la elección
más importante, tanto durante la vida, como después de la muerte” y así alcanzar la felicidad (República 618
e).
Gregorio obispo de Nisa
16
Cf. el uso del término κοιμηθέντας (literalmente “los que duermen” o “los que están recostados”, como
eufemismo para referirse a los difuntos) en la 1º Epístola a los Corintios, cap. XV, vv. 20: Νυνὶ δὲ Φριστὸς
ἐγήγερται ἐκ νεκρῶν, ἀπαρχὴ τῶν κεκοιμημένων (“Mas ahora Cristo ha sido levantado de los
muertos, hecho primicia de los que han dormido”); 1º Epístola a los Tesalonicenses, cap. IV, vv. 13-14: Οὐ
θέλομεν δὲ ὑμς ἀγνοεῖν, ἀδελφοί, περὶ τῶν κεκοιμημένων< οὕτως καὶ ὁ Θεὸς τοὺς
κοιμηθέντας διὰ τοῦ Ἰησοῦ ἄξει σὺν αὐτ (“No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los que han
dormido… así también traerá Dios con Él a los que durmieron en Jesús”); 2º Epístola de San Pedro, cap. III,
vv. 4: <ἀφ’ ἧς γὰρ οἱ πατέρες ἐκοιμήθησαν< (“…pues desde que los padres durmieron…”).
17
τὴν ἀναγκαίαν< ἀκολουθίαν (“la consecuencia necesaria”): la palabra ἀκολουθία (“orden lógico”,
“progresión”) es un vocablo polisémico que implica las ideas de coordinación, sucesión, concatenación,
gradualidad. Este término es utilizado por Gregorio para expresar tanto el carácter lógicamente ordenado de
su exposición, a través de un método de investigación y tratamiento racional del tema en cuestión, cuanto
para revelar la cualidad progresiva y coordinada del desarrollo de la naturaleza. Así, nuestra propia vida –
argumenta el Niseno – se desenvuelve siguiendo un orden natural dispuesto por la Providencia y que tiende
al perfeccionamiento de nuestra esencia; la muerte no debe ser considerada entonces como una desgracia –
dice – ya que es sólo una etapa de nuestro crecimiento y un medio por el que Dios nos posibilita alcanzar la
perfección.
18
νοερόν (literalmente: “intelectual”) hace referencia a la actividad del noûs, “inteligencia”, “mente”.
19
ἐκ συνηθείας τινὸς (“por una costumbre… carente de juicio”) : en un sentido lato, συνήθεια hace
referencia a la costumbre o el hábito, es decir, a aquello con lo cual uno se ha familiarizado y aceptado como
usual por la rutina. Sin embargo, Gregorio le imprime un carácter moral decididamente negativo,
presentándola como una actitud irracional por la que el espíritu humano prefiere aceptar como bueno y
deseable sólo aquello a lo que está acostumbrado, aun cuando esta elección no esté fundamentada en un
juicio crítico.
ΓΡΗΓΟΡΙΟΤ ΕΠΙΚΟΠΟΤ ΝΤΗ
20
Gregorio toma del pensamiento platónico esta idea de la inclinación natural de todos los hombres hacia el
Bien, que él asimila a Dios.
21
καλόν significa “bello”, pero en el lenguaje filosófico tanto pagano como cristiano esta belleza no está
referida a una cualidad estética, sino a los atributos morales, por lo que también sería correcto interpretar
este término como “bueno” o “virtuoso”. Cf. la expresión de Jesús en el Evangelio según San Juan, cap. X, vv.
11: ἐγώ εἰμι ὁ ποιμὴν ὁ καλός (“Yo soy el buen – o el bello – pastor”).
22
Gregorio adscribe también en esto a la idea platónica que asigna al Bien las características de
universalidad e inmutabilidad.
2 Γένοιτο δ’ ἅν ἡμῖν ἀκόλουθος ἡ τοῦ λόγου σπουδὴ πρὸς τὴν
ὑποκειμένην ὑπόθεσιν, εἰ πρῶτον μὲν τὸ ἀληθῶς ἀγαθὸν οἷόν ἐστιν
ἐξετασθείη, ἔπειτα δὲ τὸ ἴδιον τς ἐν σώματι ζως θεωρήσαιμεν, πρὸς
τούτοις δὲ εἰ διὰ συγκρίσεως ἀντιπαρατεθείη τοῖς παροῦσι τὰ δι’ ἐλπίδος
ἡμῖν ἀποκείμενα. Οὕτω γὰρ ἅν προέλθοι πρὸς τὸν σκοπὸν τοῦ λόγου ἡ
θεωρία, ὥστε μετατεθναι τῶν πολλῶν ἀπὸ τοῦ συνήθους ἐπὶ τὸ καλὸν
τὴν διάνοιαν. ᾿Επειδὴ γὰρ πσιν ἀνθρώποις φυσική τις πρὸς τὸ καλὸν
ἔγκειται σχέσις, καὶ πρὸς τοῦτο κινεῖται πσα προαίρεσις τὸν τοῦ καλοῦ
σκοπὸν πάσης τς κατὰ τὸν βίον σπουδς προβαλλομένη, τούτου χάριν
ἡ περὶ τὸ ὄντως καλὸν ἀκρισία τὰ πολλὰ τῶν ἁμαρτανομένων εἴωθεν
ἐξεργάζεσθαι, ὡς εἴ γε πσι πρόδηλον ἦν τὸ ἀληθῶς ἀγαθόν, οὐκ ἅν
ἐκείνου ποτὲ διημάρτομεν ᾧ φύσις ἡ ἀγαθότης ἐστίν, οὐδ’ ἅν ἑκουσίως
τῆ τῶν κακῶν συνηνέχθημεν πείρᾳ, εἴπερ μὴ ἐπεκέχρωστο τὰ πράγματα
διεψευσμένῃ τινὶ τοῦ καλοῦ φαντασίᾳ. Οὐκοῦν πρὸ πάντων τοῦτο τ
λόγῳ κατανοήσωμεν τί τὸ ἀληθῶς ἀγαθόν, ὡς ἅν μὴ τῆ περὶ τούτου
πλάνῃ σπουδασθείη ποτὲ τὸ χεῖρον ἀντὶ τοῦ κρείττονος. Υημὶ τοίνυν
χρναι καθάπερ ὁρισμόν τινα καὶ χαρακτρα τοῦ ζητουμένου
προϋποθέσθαι τ λόγῳ, δι’ οὗ γένοιτ’ ἅν ἡμῖν ἀσφαλὴς ἡ τοῦ καλοῦ
κατανόησις.
23
προαιρεῖσθαι: este verbo y su sustantivo derivado προαίρεσις indican “preferencia” o “elección
deliberada”. Suele también entenderse como “libre albedrío”. Esta facultad es una de las marcas distintivas
de la imagen divina en el hombre, tal como el mismo Gregorio dice en otra de sus obras: “Efectivamente,
quien creó al hombre para que participara de sus propios bienes e introdujo en la naturaleza del mismo los
principios de todos sus atributos, para que gracias a ellos el hombre orientase su deseo al correspondiente
atributo divino, en modo alguno le hubiera privado del mejor y más precioso de los bienes, quiero decir del
favor de su independencia y de su libertad.” (Oratio Catechetica Magna V, 9).
ἐστι καλόν, οὐκ ἅν κυρίως ἐν τῆ τοῦ καλοῦ κρίνοιτο φύσει. Διόπερ
πολλοὶ τῶν ἀνεξετάστως προσεχόντων τοῖς οὖσιν ἐν τοῖς τοῦ κόσμου
στοιχείοις εἶναι τὸ καλὸν ἐφαντάσθησαν, ὧν οὐδὲν εὕροι τις ἅν
διεξετάζων καὶ ἐφ’ ἑαυτοῦ καὶ πάντοτε καὶ παντὶ καλὸν εὑρισκόμενον.
Μέμικται γὰρ τ ἀφ’ ἑκάστου τούτων χρησίμῳ καὶ ἡ πρὸς τὸ ἐναντίον
ἐνέργεια. Οἷον τὸ ὕδωρ, σωτήριον μὲν τοῖς ἐν αὐτ τρεφομένοις, ἐστὶν
ὀλέθριον δὲ τοῖς χερσαίοις, εἰ ἐπικλύσειεν· ὡσαύτως δὲ καὶ ὁ ἀὴρ τοῖς
μὲν ἐν αὐτ ζν πεφυκόσιν ἐστὶ σωτήριος, τοῖς δὲ τὸν ἔνυδρον εἰληχόσι
βίον φθαρτικὸς εὑρίσκεται καὶ ὀλέθριος, ὅταν ἐν αὐτ τι γένηται τῶν
ὑποβρυχίων. Οὕτω καὶ τὸ πῦρ πρός τι χρήσιμον ἡμῖν γινόμενον
φθαρτικόν ἐστιν ἐν τοῖς πλείοσι, καὶ αὐτὸν δὲ τὸν ἥλιον εὕροι τις ἅν οὔτε
παντὶ οὔτε πάντοτε οὔτε κατὰ πάντα καλὸν τοῖς μετέχουσιν· ἔστι γὰρ ἐν
οἷς καὶ σφόδρα γίνεται βλαπτικός, ὑπερζέων τε τοῦ καθήκοντος μέτρου
καὶ ξηραίνων ἐν ἀμετρίᾳ τὸ ὑποκείμενον καὶ νοσώδεις αἰτίας πολλάκις
ἐξεργαζόμενος καὶ τοῖς ἐμπαθεστέροις τῶν ὀφθαλμῶν προσεπιτρίβων
τὴν νόσον καὶ διὰ τς σήψεως τῶν ὑγρῶν βλαβερά τε καὶ ἀηδ τινα
ζωογονῶν ἐν τῆ κατεφθαρμένῃ τῶν ὑγρῶν σηπεδόνι.
24
Gregorio opone la dualidad de los opuestos, propia de la existencia en este mundo, a la simpleza y
unicidad del verdadero Bien.
Σίς γὰρ οὐκ οἶδε τοῦ κάλλους τε καὶ τς δυνάμεως τὸ ὠκύμορον ἥ τς
δυναστείας τὸ εὐμετάπτωτον ἥ τς δόξης τὸ ἀνυπόστατον ἥ τὴν
ματαίαν πρὸς τὰ χρήματα τῶν ἀνθρώπων προσπάθειαν, παρ’ ὧν διὰ τὸ
εὔχρουν τε καὶ τὸ σπάνιον ἐν ποιαῖς ὕλαις τὸ καλὸν ἐνομίσθη; Σούτων
δὲ οὕτως ἡμῖν διηρθρωμένων, σκεπτέον ἅν εἴη περὶ τς παρούσης ζως
(ταύτης φημὶ δὴ τς διὰ σαρκὸς ἐνεργουμένης) εἴτε τοιοῦτόν ἐστιν ὡς ἐν
τ χαρακτρι τοῦ καλοῦ θεωρεῖσθαι εἴτε καὶ ὡς ἑτέρως ἔχει. Σὸ γὰρ
εὑρισκόμενον περὶ αὐτς ὑπὸ τοῦ λόγου ὁδηγήσει πάντως τὴν τῶν
ἐπεσκεμμένων διάνοιαν ὅπως χρὴ περὶ τὴν ἐνθένδε μετάστασιν ἔχειν.
5 Ἔστι τοίνυν ἡ τοῦ σώματος ἡμῶν ζωὴ πλήρωσίς τε καὶ κένωσις διχόθεν
ἐνεργουμένη, ἡ μὲν διὰ βρώσεώς τε καὶ πόσεως, ἡ δὲ διὰ τς τοῦ ἀέρος
ὁλκς τε καὶ ἀποποιήσεως, ὧν ἄνευ ἡ κατὰ σάρκα ζωὴ συστναι φύσιν
οὐκ ἔχει. Σότε γὰρ τοῦ ζν ὁ ἄνθρωπος παύεται, ὅταν ἡ τῶν ἐναντίων
τούτων διαδοχὴ μηκέτι διοχλῆ τὴν φύσιν· ἵσταται γὰρ μετὰ τοῦτο
καθόλου ἡ τοιαύτη ἐνέργεια, οὐδενὸς τῶν ἔξωθεν ἐν τοῖς νεκρωθεῖσιν
οὔτε εἰσρέοντος οὔτε ἀπογινομένου, ἀλλὰ πρὸς τὰ συγγεν στοιχεῖα τοῦ
ἐκ τούτων συνεστηκότος σώματος διακριθέντος καὶ ἀναλύσαντος.
Ἠρεμεῖ τὸ λοιπὸν δι’ ἡσυχίας ἡ φύσις τ οἰκείῳ στοιχείῳ
προσαναπαύσασα τὸ συγγενὲς καὶ ὁμόφυλον, τῆ γῆ τὸ γεῶδες καὶ τ
ἀέρι τὸ ἴδιον καὶ τ ὑγρ τὸ οἰκεῖον καὶ τ θερμ τὸ κατάλληλον.
Μηκέτι γὰρ τοῦ ὄγκου τοῦ ἐκ τῶν ἑτερογενῶν συνεστηκότος βιαίως τε
καὶ κατηναγκασμένως συμπεπλεγμένου, ἀλλὰ κατ’ ἐξουσίαν ἑκάστου
τῶν ἐν ἡμῖν πρὸς τὴν οἰκείαν ἑστίαν ἐπανελθόντος παύεται τὸ ἀπὸ
τούτου ἡ φύσις συνέχουσα βιαίως ἐν ἑαυτῆ τῶν ἀλλοφύλων τὴν
συμφυἸαν.
Y si alguien incluyera juntamente con lo que se ha dicho en relación a la
imagen de esta vida no sólo al sueño sino también a la vigilia, no haría que
el discurso se alejara de la verdad. Pues la naturaleza trabaja volviéndose
continuamente hacia los opuestos, por una parte relajándose por el sueño y
por otra parte tensándose nuevamente por la vigilia, por medio de las cuales
se predispone de ambas maneras a evacuarse y nutrirse.
Εἰ τοίνυν πλήρωσίς τε καὶ κένωσις τς ζως ἡμῶν ἐστι τὸ ἰδίωμα, καλῶς
ἅν ἔχοι τὸν προρρηθέντα περὶ τς τοῦ καλοῦ κρίσεως χαρακτρα νῦν
ἀντεξετάσαι τοῖς τς ζως ἰδιώμασιν, ὥστε κατιδεῖν εἴτε τὸ ἀληθινὸν
ἀγαθόν ἐστιν ἡ ζωὴ αὕτη εἴτε καὶ ἄλλο παρὰ τοῦτο.
Ὅτι μὲν οὖν καθ’ ἑαυτὴν ἡ πλήρωσις οὐκ ἅν εἰκότως ἐν τῆ τοῦ καθόλου
φύσει κριθείη, πσι δλον τὸ τοιοῦτόν ἐστιν ἐκ τοῦ καὶ τὸ ἐναντίον αὐτῆ
(λέγω δὲ τὸ κενοῦσθαι) καλὸν εἶναι νομίζεσθαι. Ἐπὶ γὰρ τῶν ἀλλήλοις
ἐκ τοῦ ἐναντίου ἀντικαθεστηκότων οὐκ ἔστι δυνατὸν τὸν τοῦ καλοῦ
λόγου ἐπίσης τοῖς ἀντικαθεστῶσιν ἁρμόζεσθαι, ἀλλ’ εἰ τοῦτο καλὸν ἅν
εἴη κατὰ τὴν ἑαυτοῦ φύσιν, τὸ ἀντικείμενον αὐτ πάντως ἔσται κακόν.
Ἀλλὰ μὴν ἐνταῦθα ἐπίσης παρ’ ἑκατέρου τούτων τὸ χρήσιμον ἡ φύσις
ἔχει. Οὐκ ἄρα τὸν τοῦ καλοῦ ὁρισμὸν δέξασθαι δυνατῶς ἔχει οὔτε ἡ
πλήρωσις οὔτε ἡ κένωσις. Οὐκοῦν ἄλλο τι παρὰ τὸ ἀγαθὸν ἀποδέδεικται
εἶναι ἡ πλήρωσις· οὔτε γὰρ παντὶ οὔτε πάντοτε οὔτε κατὰ πν εἶδος
αἱρετὸν εἶναι τὸ τοιοῦτον παρὰ πάντων ὡμολόγηται. Οὐ μόνον γὰρ τὸ
ἐν τοῖς βλαπτικοῖς γενέσθαι τὸν κόρον ἐστὶν ὀλέθριον, ἀλλὰ καὶ τὸ ἐν
τοῖς καταλλήλοις παρελθεῖν τῆ ἀμετρίᾳ τὸ χρήσιμον κινδύνων πολλάκις
καὶ διαφθορς αἴτιον γίνεται. Καὶ εἴ ποτε πληθωρικς καταστάσεως
ἐπιζητούσης τὴν κένωσιν ἄλλη τις πληθώρα τὴν οὖσαν ἐπιφορτίσειεν,
σωρεία γίνεται κακῶν τὸ τοιοῦτον εἰς ἀνήκεστα
Por consiguiente, la nutrición no es algo bueno de cualquier manera ni por
completo, sino que el provecho de la misma proviene no sólo de qué [se
come] sino también de la ocasión y según la cantidad y la calidad. Así,
alguno reconocería que lo considerado es aplicable incluso a lo opuesto
(hablo respecto de la evacuación), también peligrosa para los que la padecen
si excede el límite de lo que es útil; por el contrario, no es inútil si se
considera la utilidad de la evacuación teniendo en cuenta juntamente la
oportunidad, la cantidad y la cualidad de la misma. Puesto que la imagen
de la vida que vivimos no coincide con la característica del bien, habría que
reconocer, como consecuencia de lo dicho, que la partida de tal vida no es
privación de ningún bien. Pues es evidente que el verdadero, legítimo y
principal25 bien no es ni la evacuación ni la nutrición, las que han
demostrado ser provechosas algunas veces, según la circunstancia, el objeto
y los individuos, pero en las cuales no está el carácter del verdadero ser del
bien.
25
Con esta sucesión de tres adjetivos Gregorio pone en relieve las características del verdadero Bien por
sobre los “bienes” terrenales, que sólo tienen la “apariencia” de bien.
προιοῦσα πάθη. Οὐκοῦν οὔτε παντὶ οὔτε πάντως ἀγαθόν τί ἐστιν ἡ
πλήρωσις, ἀλλὰ καὶ πρός τι καί ποτε καὶ κατὰ τὸ ποσόν τε καὶ τὸ ποιὸν
τὸ ἐξ αὐτοῦ γίνεται χρήσιμον. Οὕτω δ’ ἄν τις εὕροι καὶ τὸ ἐξ ἐναντίου
νοούμενον (τὸ κατὰ τὴν κένωσιν λέγω) καὶ κινδυνῶδες τοῖς
ὑπομένουσιν, εἰ παρέλθοι τῆ ἀμετρίᾳ τὸ χρήσιμον, καὶ πάλιν οὐκ
ἀνονήτως γινόμενον, εἰ πρός τι τῶν ὠφελούντων συμβαίνοι τοῦ τε
καιροῦ καὶ τοῦ ποσοῦ καὶ τοῦ ποιοῦ συμπαραλαμβανομένου πρὸς τὸ τς
κενώσεως χρήσιμον. Ἐπειδὴ τοίνυν οὐ συμβαίνει πρὸς τὸν τοῦ καλοῦ
χαρακτρα τὸ τς ζως ταύτης εἶδος ᾧ βιοτεύομεν, ὁμολογούμενον ἅν
εἴη διὰ τς τῶν εἰρημένων ἀκολουθίας ὅτι οὐδενὸς ἀγαθοῦ χωρισμός
ἐστιν ἡ ἐκ τοῦ τοιούτου βίου μετάστασις. Υανερὸν γὰρ ὅτι τὸ ἀληθινῶς
καὶ κυρίως καὶ πρώτως ἀγαθὸν οὔτε κένωσίς ἐστιν οὔτε πλήρωσις, ἅπερ
καί ποτε καὶ πρός τι καὶ ἐπί τινων ἀποδέδεικται χρήσιμα, οἷς οὐκ ἔπεστιν
ὁ τοῦ ἀληθῶς ὄντος ἀγαθοῦ χαρακτήρ.
26
1ª Epístola de San Pablo a Timoteo, cap. II, vv. 2: < ἵνα ἤρεμον καὶ ἡσύχιον βίον διάγωμεν ἐν πάσῃ
εὐσεβείᾳ καὶ σεμνότητι (“… para que llevemos una vida tranquila y reposada en toda piedad y dignidad”).
27
Cf. Evangelio de Juan, cap. X, vv. 10: … ἐγὼ ἦλθον ἵνα ζωὴν ἔχωσιν καὶ περισσὸν ἔχωσιν (“… yo vine
para que tengan vida, y la tengan en abundancia”).
28
Cf. Epístola a los Efesios, cap. II, vv. 2: < ἐν αἷς ποτε περιεπατήσατε κατὰ τὸν αἰῶνα τοῦ κόσμου
τούτου, κατὰ τὸν ἄρχοντα τς ἐξουσίας τοῦ ἀέρος, τοῦ πνεύματος τοῦ νῦν ἐνεργοῦντος ἐν τοῖς
υἱοῖς τς ἀπειθείας (“… en los que en un tiempo anduvisteis según la condición de este mundo, conforme
al príncipe de la potestad del aire, del espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”).
Οὐκέτι γὰρ ἔσται σωματικῆ παχύτητι συμπεπλεγμένη οὔτε τῆ ἰσοκρατίᾳ
τῶν ἀντιστοιχούντων ἐμβιοτεύουσα, ὧν ἡ ἰσόρροπος πρὸς ἄλληλα μάχη
τὴν σύστασίν τε ἡμῶν καὶ τὴν ὑγίειαν ποιεῖ (ὁ γὰρ πλεονασμὸς τῶν
ἐναντίων τινὸς καὶ ἡ ὕφεσις πάθος καὶ ἀρρώστημα τς φύσεως γίνεται),
ἐν ᾗ οὐδὲν οὔτε συστέλλεται κενούμενον οὔτε δυσφορεῖ φορτιζόμενον,
ἀλλὰ καὶ τῶν ἐκ τοῦ ἀέρος ἀηδῶν ἔξω παντάπασι γίνεται (κρύους τε
λέγω καὶ θάλπους), καὶ πάντων τῶν κατὰ τὸ ἐναντίον νοούμενον
ἀπηλλαγμένη, ἐν ἐκείνοις δὲ γινομένη, ὅπου πάντων τῶν ἀναγκαίων
καμάτων ἐλευθέρα τε καὶ ἄνετός ἐστιν ἡ ζωή, οὐ διὰ γεωργίας
κακοπαθοῦσα, οὐ τοὺς διαποντίους ὑπομένουσα πόνους, οὐ διὰ τς
ἐμπορικς καπηλείας ἀσχημονοῦσα οἰκοδομικς τε καὶ ὑφαντικς καὶ
τς τῶν βαναύσων τεχνῶν ταλαιπωρίας κεχωρισμένη, «ἥρεμόν τινα καὶ
ἡσύχιον διάγει βίον», καθὼς ὁ Παῦλός φησιν, οὐχ ἱππομαχοῦσα, οὐ
ναυμαχοῦσα, οὐ συστάδην διὰ τς πεζικς παρατάξεως συμπλεκομένη,
οὐ πρὸς κατασκευὴν ὅπλων ἀσχολουμένη, οὐ φόρους ἐκλέγουσα, οὐ
τάφρους καὶ τείχη κατασκευάζουσα, ἀλλὰ πάντων τῶν τοιούτων ἀτελής
τίς ἐστι καὶ ἐλευθέρα, μήτε ἔχουσα πράγματα μήτε παρέχουσα, ἐν ᾗ
δουλεία τε καὶ κυριότης, καὶ πενία καὶ πλοῦτος, εὐγένειά τε καὶ
δυσγένεια, καὶ ἰδιωτικὴ ταπεινότης καὶ ἀξιωματικὴ δυναστεία, καὶ πσα
τοιαύτη ἀνωμαλία χώραν οὐκ ἔχει. Παραιρεῖται γὰρ πάντων τούτων καὶ
τῶν τοιούτων τὴν ἀνάγκην τὸ ἀνενδεὲς τς ζως ἐκείνης καὶ ἄυλον, ἐν ᾗ
τὸ διακρατοῦν τς ψυχς τὴν ὑπόστασιν οὐ ξηροῦ τε καὶ ὑγροῦ τινός
ἐστι μετουσία, ἀλλ’ ἡ τς θείας φύσεως κατανόησις, ἀντὶ δὲ τοῦ
ἐναερίου πνεύματος τοῦ ἀληθινοῦ τε καὶ ἁγίου πνεύματος εἶναι τὴν
κοινωνίαν οὐκ ἀμφιβάλλομεν.
En efecto, el goce de [aquella vida] no se realiza, a semejanza de esta vida,
por la alternancia de la posesión y la privación [de los bienes], por su
aceptación o rechazo, sino que su plenitud es siempre completa y jamás
queda limitada por la saciedad29. Pues el alimento intelectual no tiene peso y
es insaciable, siempre desbordando inagotablemente los deseos de los que
de él participan30. Por esto aquella vida es pura y bienaventurada, y no es
confundida en el juicio del bien por los placeres de los sentidos. Pues bien
¿qué motivo hay para afligirnos en el hecho de que nuestros seres queridos
partan a este otro lugar? Nada, a menos que alguno considere digno de
tristeza el que ellos pasen a una vida no importunada por las pasiones, en la
que no existe el dolor de los golpes, no teme la amenaza del fuego o las
heridas por el acero, ni las desgracias sobrevenidas por terremotos,
naufragios y prisiones, ni los ataques de las bestias feroces, ni los aguijones
y las mordeduras de las serpientes y de los animales ponzoñosos; una vida
en la que ninguno se agranda por el orgullo ni se arrastra en la pobreza, no
se transforma en una fiera salvaje por efecto de la insolencia ni se aterra por
la cobardía, no se inflama por la ira, enloqueciéndose e hirviendo de cólera,
ni se turba por causa del miedo al no ser capaz de resistir al arrebato del
poderoso. En dicha existencia no hay preocupaciones tales como los
caprichos de los reyes, las leyes, las disposiciones de ánimo de los
gobernantes, los edictos, el valor del impuesto anual, si cae mucha lluvia e
inunda los cultivos, ni si el granizo frustra las esperanzas de los labradores,
ni si una sequía deseca todo lo brotado. Está totalmente exenta de los
restantes males de la vida terrenal, pues la tristeza de la orfandad no aflige a
aquella vida, los males de la viudez no tienen lugar en ella, ni la persiguen
las múltiples enfermedades del cuerpo,
29
καὶ οὐδέποτε περιγράφουσα κόρῳ τὴν πλήρωσιν (“la plenitud… jamás queda limitada por la
saciedad”): mediante esta declaración, Gregorio se opone a la idea origeniana del κόρος o “saciedad”.
Orígenes había especulado que el alejamiento y posterior caída de las almas en el pecado se produjo por
haberse saciado o hartado de la contemplación de Dios; a ello Gregorio responde que no sólo es imposible
saciarse del Bien, sino que éste es inagotable, generando una permanente tensión hacia Él en las almas
(véase nota nº 16). El alma sólo se harta del mal, es decir, de aquello que es extraño a su esencia.
30
Aunque no utiliza específicamente el término ἐπέκτασις (literalmente “extensión”, “alargamiento”) en
este pasaje, Gregorio describe aquí esta tensión infinita del alma hacia el Bien-Dios, que nunca se sacia sino
que continúa en un interminable crescendo, puesto que el objeto de su deseo es inagotable.
῟Ων ἡ ἀπόλαυσις οὐκ ἐνηλλαγμένη καθ’ ὁμοιότητα τοῦ τῆδε βίου διὰ τς
ἕξεως καὶ στερήσεως γίνεται εἰσκρινομένη τε καὶ ἀποποιουμένη, ἀλλ’
ἀεὶ πληρουμένη καὶ οὐδέποτε περιγράφουσα κόρῳ τὴν πλήρωσιν.
Ἀβαρὴς γὰρ ἡ νοερὰ τρυφὴ καὶ ἀπλήρωτος πάντοτε ταῖς ἐπιθυμίαις τῶν
μετεχόντων ἀκορέστως ἐπιπλημμυροῦσα. Διὰ τοῦτο μακαρία τις ἐστιν
ἐκείνη ἡ ζωὴ καὶ ἀκήρατος μηκέτι ταῖς τῶν αἰσθητηρίων ἡδοναῖς πρὸς
τὴν τοῦ καλοῦ κρίσιν ἐμπλανωμένη. Σί τοίνυν ἐστὶ σκυθρωπὸν ἐν τ
πράγματι δι’ ὃ τῆ μεταστάσει τῶν ἐπιτηδείων ἐπιστυγνάζομεν; Εἰ μὴ
τοῦτό τις ἄρα λυπηρὸν ἡγεῖται ὅτι πρὸς τὸν ἀπαθ τε καὶ ἀνενόχλητον
βίον αὐτοῖς ἡ μετάστασις γίνεται, ὃς οὔτε πληγῶν ὀδύνας προσίεται, οὐ
πυρὸς δέδοικεν ἀπειλὴν, οὐ τὰ διὰ σιδήρου τραύματα, οὐ τὰς ἀπὸ
σεισμῶν καὶ ναυαγιῶν καὶ αἰχμαλωσιῶν συμφοράς, οὐ τὰς τῶν
ὠμοβόρων θηρίων προσβολάς, οὐ τὰ τῶν ἑρπυστικῶν τε καὶ ἰοβόλων
κέντρα καὶ δήγματα, ἐν ᾧ οὐδεὶς οὔτε ἐξογκοῦται τ τύφῳ οὔτε πατεῖται
ἐν ταπεινότητι, οὔτε ὑπὸ θράσους ἐκθηριοῦται οὔτε ὑπὸ δειλίας
καταπτοεῖται, οὔτε τῆ ὀργῆ περιοιδαίνει ζέων τ θυμ καὶ μαινόμενος,
οὔτε κλονεῖται ὑπὸ τοῦ φόβου, ἀντισχεῖν πρὸς τὴν τοῦ κρατοῦντος
ὁρμὴν οὐ δυνάμενος· ἐν ᾧ φροντὶς οὐκ ἔστιν, οἷα τῶν βασιλέων τὰ ἤθη,
τίνες αἱ νομοθεσίαι, οἷοι τὸν τρόπον οἱ ἐπὶ τῶν ἀρχῶν τεταγμένοι, οἷα τὰ
διαγράμματα, πόσος ὁ ἐτήσιος φόρος, οὔτε εἰ πολλὴ γέγονεν ἐπομβρία
κατακλύζουσα τῆ ἀμετρίᾳ τὸ γεωργούμενον, οὔτε εἰ χάλαζα τὰς
ἐλπίδας τῶν γεηπόνων ἠχρείωσεν, οὔτε εἰ αὐχμὸς ἐπικρατήσας
ἀποξηραίνει πν τὸ φυόμενον. Ἀλλὰ καὶ τῶν λοιπῶν τοῦ βίου κακῶν
πσαν ἄδειαν ἔχει· ὀρφανίας τε γὰρ τὸ σκυθρωπὸν οὐ λυπεῖ τὴν ζωὴν
ἐκείνην, τὰ ἐκ χηρείας κακὰ χώραν οὐκ ἔχει, ἀργοῦσι δὲ καὶ αἱ
πολύτροποι τοῦ
las envidias hacia los que prosperan y los desprecios hacia los que fracasan.
Todas aquellas cosas están desterradas de aquella vida, en el pueblo de las
almas rige una igualdad y una paridad de derechos en completa y pacífica
libertad, obteniendo cada uno aquello que por libre elección hubiese
dispuesto para sí. Y si por alguna imprudencia alguno eligiera algo malo en
lugar de lo mejor, la muerte no es culpable, pues lo decidido fue elegido por
la voluntad con libertad31.
7 ¿Por qué pues se afligen los que lloran al muerto? Ciertamente el que se
despojó del placer y la aflicción corporales se purificó completamente de
toda disposición apasionada; sería más justo que aquél llorara a los vivos,
los cuales viven de modo semejante a los que sufren en la cárcel32, quienes
por el acostumbramiento33 a las desgracias y a vivir en la oscuridad se
habituaron a considerar la vida presente como dulce y sin pena. Quizás
también los vivos se afligen por los que salen de esta prisión por su
ignorancia de la alegría que espera a los que se liberan de la oscuridad. Pues
si vieran las maravillas que se encuentran al aire libre – la belleza etérea, la
altura celeste y los resplandores de las estrellas, la circunvolución de los
astros y las revoluciones del sol, la marcha de la luna y la multiforme belleza
de la primavera en los brotes de la tierra, la agradable vista del mar bajo los
rayos del sol, delicadamente agitado por el aire calmo, la belleza de los
edificios públicos y las construcciones particulares y públicas, con las cuales
se embellecen las célebres y magníficas ciudades – pues bien, si los que
están en la cárcel vieran todo esto, no llorarían a los que salen antes que
ellos como si se separaran de algo bueno.
31
Véase nota nº 9 sobre la cuestión del libre albedrío.
32
Gregorio usa la imagen platónica de los hombres encerrados en la prisión (cf. República, libro VII 514a-
521d) para ilustrar, no la imposibilidad de alcanzar las realidades trascendentes por culpa de la materia –
como había sugerido Platón -, sino la diametral oposición que existe entre la vida terrenal y la del más allá.
Aquellos que aún viven en este mundo son incapaces de ver, por su misma condición corpórea, las
maravillas de la vida espiritual, y por eso se lamentan por los que mueren (véase nota nº 20 respecto de la
separación entre estas dos existencias).
33
Véase nota nº 5.
σώματος ἀρρωστίαι, οἵ τε κατὰ τῶν εὐημερούντων φθόνοι καὶ αἱ κατὰ
τῶν δυσπραγούντων ὑπεροψίαι καὶ πάντα τὰ τοιαῦτα τς ζως ἐκείνης
ἐξώρισται, ἰσηγορία δέ τις καὶ ἰσονομία διὰ πάσης ἐλευθερίας εἰρηνικς
τ τῶν ψυχῶν δήμῳ συμπολιτεύεται, ἐκεῖνο ἑκάστου ἔχοντος ὅπερ ἅν
ἑαυτ ἑτοιμάσῃ ἐκ προαιρέσεως. Εἰ δέ τι χεῖρον ἔκ τινος ἀβουλίας τινὶ
παρασκευασθείη ἀντὶ τοῦ κρείττονος, ἀναίτιος τῶν τοιούτων ὁ θάνατος,
κατ’ ἐξουσίαν τὸ δοκοῦν ἑλομένης τς προαιρέσεως.
34
Según Gregorio, existe una διάστημα (“separación”, “intervalo”) que limita ambas dimensiones de la
existencia: la terrenal y la espiritual. Es por ello que los vivos no pueden percibir las realidades de la esfera
sobrenatural, ni los muertos amonestar a los vivos para que abandonen sus prejuicios, como manifiesta al
final de este parágrafo.
35
Cf. Epístola a los Colosenses, cap. I, vv. 16: ὅτι ἐν αὐτ ἐκτίσθη τὰ πάντα τὰ ἐν τοῖς οὐρανοῖς καὶ
τὰ ἐπὶ τς γς τὰ ὁρατὰ καὶ τὰ ἀόρατα εἴτε θρόνοι εἴτε κυριότητες εἴτε ἀρχαὶ εἴτε ἐξουσίαι<
(Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que están en los cielos y las que están sobre la tierra, las
visibles y las invisibles, ya sean tronos, señoríos, principados, autoridades…).
36
Cf. Epístola a los Gálatas, cap. IV, vv. 26: ἡ δὲ ἄνω Ἱερουσαλὴμ ἐλευθέρα ἐστὶν ἥτις ἐστὶν μήτηρ
πάντων ἡμῶν (Pero la Jerusalén de arriba es libre, la cual es madre de todos nosotros).
37
Cf. Evangelio según San Lucas, cap. X, vv. 20: χαίρετε δὲ μλλον ὅτι τὰ ὀνόματα ὑμῶν ἐγράφη ἐν
τοῖς οὐρανοῖς (Alegraos más bien porque vuestros nombres fueron escritos en los cielos); Apocalipsis, cap.
XX, vv. 15: καὶ εἴ τις οὐχ εὑρέθη ἐν τῆ βίβλῳ τς ζως γεγραμμένος ἐβλήθη εἰς τὴν λίμνην τοῦ
πυρός (Y si alguno no fue encontrado inscripto en el libro de la vida, fue arrojado al lago de fuego).
Ὅπερ οὖν εἰκὸς τοὺς ἔξω τοῦ δεσμωτηρίου περὶ τῶν ἔτι καθειργμένων
διανοεῖσθαι ὡς ἐλεεινῆ προσταλαιπωρούντων ζωῆ, τοῦτο μοι δοκοῦσι
καὶ οἱ τς τοῦ βίου τούτου φυλακς ἔξω γενόμενοι, εἴπερ ὅλως δυνατὸν
ἦν αὐτοῖς διὰ δακρύων ἐνδείξασθαι τὴν πρὸς τοὺς κακοπαθοῦντας
συμπάθειαν, θρηνεῖν τε καὶ δακρύειν, τὸν ἐν ταῖς ὀδύναις τοῦ βίου
τούτου παρατεινόμενον ὅτι μὴ ὁρῶσι τὰ ὑπερκόσμιά τε καὶ ἄυλα κάλλη,
θρόνους τε καὶ ἀρχὰς καὶ ἐξουσίας καὶ κυριότητας καὶ στρατιὰς
ἀγγελικὰς καὶ ἐκκλησίας ὁσίων καὶ τὴν ἄνω πόλιν καὶ τὴν
ὑπερουράνιον τῶν ἀπογεγραμμένων πανήγυριν. Σὸ γὰρ ὑπερκείμενον
τούτων κάλλος, ὃ τοὺς καθαροὺς τῆ καρδίᾳ βλέπειν ὁ ἀψευδὴς
ἀπεφήνατο λόγος, κρεῖττόν τε πάσης ἐλπίδος ἐστὶ καὶ τς ἐκ στοχασμῶν
εἰκασίας ἀνώτερον. Οὐ τοῦτο δὲ μόνον στεναγμῶν τε καὶ λύπης ἄξιον
ἐφ’ ἡμῶν τοῖς μεταστσιν ἅν ἐνομίσθη, ἀλλ’ ὅτι τοσούτων ἀλγεινῶν
περικειμένων τ βίῳ τοσαύτη τις ἐντέτηκεν αὐτοῖς ἡ περὶ τὰ μοχθηρὰ
συνδιάθεσις, ὅτι οὐχ ὡς ἀναγκαίαν τινὰ λειτουργίαν τὴν προσβολὴν
αὐτῶν φέρουσιν, ἀλλ’ ὅπως ἅν εἰς τὸ διηνεκὲς παραμένοι ταῦτα τὴν
σπουδὴν ποιοῦνται. Ἡ γὰρ περὶ τὰς δυναστείας τε καὶ πλεονεξίας καὶ
τὰς ἀπολαυστικὰς ταύτας λαιμαργίας ἐπιθυμία καὶ εἴ τι ἄλλο τοιοῦτον
σπουδάζεται ὧν χάριν καὶ ὅπλα καὶ πόλεμοι καὶ ἀλληλοφονίαι καὶ πσα
ἡ ἑκουσίως ἐνεργουμένη ταλαιπωρία καὶ δολιότης, οὐδὲν ἄλλο ἥ σωρεία
τίς ἐστι συμφορῶν, ἐκ προαιρέσεως μετὰ σπουδς τε καὶ προθυμίας
ἐπεισαγομένη τ βίῳ. Ἀλλὰ δακρύων μὲν ἐν τοῖς κατοιχομένοις πάθος
οὐκ ἔστιν ὅτι μηδ’ ἄλλο τι πάθος, νοῦς δὲ καὶ πνεῦμα τυγχάνοντες οἱ
σαρκὸς ἀπηλλαγμένοι καὶ αἵματος τοῖς τῆ παχύτητι τοῦ σώματος
ἐγκεχωσμένοις ὀφθναι φύσιν οὐκ ἔχουσιν οὐδὲ
amonestar por sí mismos a los hombres para que se alejen de su juicio
inexacto de la realidad.
8 Así, que nuestro intelecto nos hable en lugar de aquéllos y, en cuanto nos
sea posible, saliendo de los cuerpos con el pensamiento y habiendo alejado
el alma de la inclinación a la materia, digamos:
38
Alusión a la conocida máxima inscripta en el dintel del templo de Apolo en Delfos: γνῶθι σαυτόν
(Conócete a ti mismo).
39
Cf. 2º Epístola a los Corintios, cap. IV, vv. 16: διὸ οὐκ ἐκκακοῦμεν ἀλλ’ εἰ καὶ ὁ ἔξω ἡμῶν ἄνθρωπος
διαφθείρεται ἀλλ’ ὁ ἔσωθεν ἀνακαιμοῦται ἡμέρᾳ καὶ ἡμέρᾳ (Por lo cual no desmayamos, pues
aunque nuestro hombre exterior se corrompe, sin embargo el interior se renueva día a día).
40
Cf. 1º Epístola a los Corintios, cap. XV, vv. 53-54: δεῖ γὰρ τὸ φθαρτὸν τοῦτο ἐνδύσασθαι ἀφθαρσίαν
καὶ τὸ θνητὸν τοῦτο ἐνδύσασθαι ἀθανασίαν. Ὅταν δὲ τὸ φθαρτὸν τοῦτο ἐνδύσηται ἀφθαρσίαν
καὶ τὸ θνητὸν τοῦτο ἐνδύσηται ἀθανασίαν τότε γενήσεται ὁ λόγος ὁ γεγραμμένος κατεπόθη ὁ
θάνατος εἰς νῖκος (Porque esto corruptible debe vestirse de incorrupción, y esto mortal vestirse de
inmortalidad. Cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad,
entonces sucederá la palabra que está escrita: fue devorada la muerte en victoria).
41
2º Epístola a los Corintios, cap. IV, vv. 18: μὴ σκοπούντων ἡμῶν τὰ βλεπόμενα ἀλλὰ τὰ μὴ
βλεπόμενα τὰ γὰρ βλεπόμενα πρόσκαιρα τὰ δὲ μὴ βλεπόμενα αἰώνια (No mirando nosotros las
cosas visibles sino las invisibles; porque las visibles son temporales, pero las invisibles son eternas).
νουθετσαι δι’ ἑαυτῶν τοὺς ἀνθρώπους ἀποστναι τς πεπλανημένης
περὶ τῶν ὄντων κρίσεως.
42
Cf. nota nº 24.
43
El término griego ἀρχέτυπος (“arquetipo”) se compone de dos palabras: ἀρχή (“principio” u “origen”) y
τύπος (“modelo”, “ejemplo”). Según la filosofía platónica, un arquetipo es el modelo del cual otros
elementos se derivan. Así, para el filósofo ateniense los arquetipos eran las ideas inmutables, eternas y
perfectas que constituían la esencia de las cosas sensibles, las cuales se conformaban en relación a este
modelo. San Gregorio adopta este concepto para expresar uno de los pilares de su antropología: el carácter
icónico del ser humano. Puesto que el alma no puede conocerse observándose a sí misma, debe contemplar
a Cristo – su Arquetipo –, y mediante esta contemplación reconocer cuáles son aquellas características
esenciales que le son propias por haber sido creada “a imagen y semejanza” de Él.
9 Γενώμεθα τοίνυν κατὰ τὸν παροιμιώδη λόγον Ἑαυτῶν ἐπιγνώμονες. Σὸ
γὰρ ἑαυτὸν γνῶναι καθάρσιον τῶν ἐκ τς ἀγνοίας πλημμελημάτων
γίνεται. Ἀλλ’ οὐκ ἔστι ᾴδιον ἑαυτὸν κατιδεῖν τόν γε ἀληθῶς ἑαυτὸν
ἰδεῖν βουλόμενον, μή τινος ἐπινοίας δυνατὸν ποιούσης ἡμῖν τὸ
ἀδύνατον. Ὅπερ γὰρ ἐπὶ τῶν σωματικῶν ὀφθαλμῶν ἡ φύσις ἐποίησεν,
οἳ πάντα τὰ ἄλλα βλέποντες ἑαυτῶν ἀθέατοι μένουσιν, τὸν αὐτὸν
τρόπον καὶ ἡ ψυχὴ πάντα τὰ ἄλλα διερευνωμένη καὶ τὰ ἔξω ἑαυτς
πολυπραγμονοῦσα καὶ ἀνιχνεύουσα, ἑαυτὴν ἰδεῖν ἀδυνάτως ἔχει.
Οὐκοῦν ὅπερ ἐπὶ τῶν ὀφθαλμῶν γίνεται, τοῦτο καὶ ἡ ψυχὴ μιμησάσθω.
Καὶ γὰρ κἀκεῖνοι ἐπειδὴ οὐκ ἔστιν αὐτοῖς ἐκ φύσεως δύναμις πρὸς τὴν
ἑαυτῶν θεωρίαν τὴν ὀπτικὴν ἐνέργειαν ἐπαναστρέψαι καὶ ἑαυτοὺς
κατιδεῖν, ἐν κατόπτρῳ τὸ εἶδός τε καὶ τὸ σχμα τοῦ ἰδίου θεασάμενοι
κύκλου, διὰ τς εἰκόνος ἑαυτοὺς καθορῶσιν. Οὕτως χρὴ καὶ τὴν ψυχὴν
πρὸς τὴν ἰδίαν ἀπιδεῖν εἰκόνα, καὶ ὅπερ ἅν ἴδῃ ἐν τ χαρακτρι ᾧ
ἀφωμοίωται, ὡς ἴδιον ἑαυτς τοῦτο θεάσασθαι.
Tal pensamiento no debiera ser motivo de tristeza sino de alegría por los
muertos porque el hombre, cumplida esa carga obligatoria, no vivirá más
como un extranjero; una vez que regrese a cada uno de los elementos la
propiedad que de ellos había tomado, volverá a la morada que le es familiar
y natural, pura e incorpórea. Es, pues, la materia del cuerpo algo realmente
extraño y ajeno a la naturaleza incorpórea,
τὸ λειπόμενον. Εἰ τοίνυν τοιοῦτος ὁ χαρακτὴρ τοῦ ἀρχετύπου
καταλαμβάνεται, ἀκόλουθον πάντως κατὰ τὸ εἶδος ἐκεῖνο
μεμορφωμένην τὴν ψυχὴν διὰ τῶν αὐτῶν χαρακτήρων ἐπιγνωσθναι,
ὥστε καὶ ταύτην ἄυλόν τε εἶναι καὶ ἀειδ καὶ νοερὰν καὶ ἀσώματον.
Pues bien, ¿por qué promover este miedo irracional sólo con respecto a la
vida que nos aguarda después de esta vida temiendo lo que no conocemos
tan sólo a causa de nuestra ignorancia, lo mismo que sucede con los niños,
quienes se espantan a causa de las suposiciones inconsistentes? El que
quiera considerar la verdad de los seres en primer lugar debe hacerse una
idea del asunto y luego tener en cuenta cómo es su naturaleza, si es algo útil
y aceptable o algo penoso y rechazable. ¿Cómo alguien que tiene
inteligencia consideraría penoso a lo que es absolutamente invisible y
desconocido, suponiendo al simple abandono de la costumbre [tan temible]
como un fuego o un ataque de una bestia salvaje? En verdad, la vida nos
enseña claramente a no prestar atención en absoluto al hábito, sino a
orientar siempre los deseos hacia lo bello. La vida de los embriones no se
desarrolla en el interior del útero por siempre, pero mientras están en las
entrañas la naturaleza les hace grata y conveniente la vida intrauterina;
después que nacen, permanecen mucho tiempo prendidos al pecho
materno, pero tal cosa es conveniente y favorable sólo mientras su
desarrollo aún es incompleto. Después de esto, pasan a otra
φαινομένων, ἥ τί τὸ περιάγον τῶν πόλων ἐξ ἐναντίου τὴν κίνησιν, ἥ τί τὸ
ἐρεῖδον τὴν τς γς παγιότητα, πῶς δὲ ἡ ευστὴ τῶν ὑδάτων φύσις ἀεὶ
γίνεται ἐκ τς γς καὶ οὐ δαπανται ἡ γ καὶ ἄλλα τοιαῦτα πολλὰ οὔτε
ἐγνώκαμεν οὔτε φόβων ἀξίαν τὴν ἄγνοιαν κρίνομεν. Ἀλλὰ καὶ αὐτὴν
τὴν πάντα νοῦν ὑπερβαίνουσαν φύσιν τὴν θείαν τε καὶ μακαρίαν καὶ
ἀκατάληπτον ὅτι μὲν ἔστι πεπιστεύκαμεν, ἐν τίνι δὲ αὐτς τὸ εἶναι
καταλαμβάνεται οὔπω τις εὑρέθη διὰ στοχασμοῦ κατανόησις, καὶ ὅμως
ἀγαπῶμεν τὸ ἀγνοούμενον ἐξ ὅλης καρδίας τε καὶ ψυχς καὶ δυνάμεως
τὸ καταληφθναι τοῖς λογισμοῖς οὐ δυνάμενον.
Διὰ τί τοίνυν ἐπὶ μόνου τοῦ μετὰ τὴν ζωὴν ταύτην ἐκδεχομένου ἡμς
βίου ὁ ἄλογος οὗτος συνίσταται φόβος διὰ μόνην τὴν ἄγνοιαν
δεδοικότων ἡμῶν ὃ οὐκ οἴδαμεν, καθάπερ ἐπὶ τῶν νηπίων γίνεται τῶν
πρὸς τὰς ἀνυποστάτους ὑπονοίας δειματουμένων; Ὁ γὰρ πρὸς τὴν
ἀλήθειαν τῶν ὄντων ἐθέλων βλέπειν πρῶτον ἐν περινοίᾳ τοῦ
πράγματος γίνεται, εἶτα οἷόν ἐστι κατὰ τὴν φύσιν ἐπιλογίζεται εἴτε τι
χρηστὸν καὶ εὐπρόσιτον εἴτε χαλεπόν τι καὶ ἀποτρόπαιον· τὸ δὲ ἄδηλον
καθόλου καὶ ἀγνοούμενον πῶς ἄν τις τῶν νοῦν ἐχόντων χαλεπὸν εἶναι
κρίνοι τὴν τς συνηθείας ἀναχώρησιν μόνην ὡς πυρός τινος ἥ θηρίου
προσβολὴν ὑποπτεύων; Καίτοι παιδευόμεθα διὰ τοῦ βίου σαφῶς μὴ
πάντοτε πρὸς τὴν συνήθειαν βλέπειν, ἀλλὰ πρὸς τὸ καλὸν ταῖς
ἐπιθυμίαις ἀεὶ μετατίθεσθαι. Οὔτε γὰρ διὰ παντὸς ἐν ἐμβρύῳ τοῖς
πλασσομένοις ἐστὶν ἡ ζωή, ἀλλ’ ἕως ἅν ἐν τοῖς σπλάχνοις ὦσιν, ἡδεῖαν
αὐτοῖς καὶ κατάλληλον ἡ φύσις ποιεῖ τὴν ἐν τῆ νηδύι ζωήν, οὔτε ἐπειδὰν
ἔξω γένωνται, τῆ θηλῆ διὰ παντὸς παραμένουσιν, ἀλλ’ ἐφ’ ὅσον τ
ἀτελεῖ τς ἡλικίας καλὸν τὸ τοιοῦτόν ἐστι καὶ κατάλληλον. Μετὰ τοῦτο
δὲ πρὸς ἄλλην
etapa de la vida y ya no los atrae el hábito de quedarse prendidos al pecho.
Luego de pasada la infancia las costumbres son distintas para los jóvenes y
para los adultos, [edades] por las cuales pasa sucesivamente el hombre,
cambiando sin tristeza sus costumbres juntamente con el crecimiento. En
efecto, lo mismo que el [embrión] que se cría en el útero maternal, si pudiera
hablar, se irritaría al ser arrojado de las entrañas por causa del nacimiento y
gritaría airadamente su sufrimiento al ser separado violentamente de la
agradable vida (lo que, ciertamente, también hace en el nacimiento,
largándose a llorar al tiempo que respira por primera vez, como irritándose
y quejándose por la separación de la vida a la que estaba acostumbrado), así
también aquellos que se disgustan a causa del cambio de estado de la vida
presente me parecen iguales a los embriones, que quieren seguir viviendo
por siempre en esta región de contrariedad material.
Pero después que el dolor de parto de la muerte hace nacer a los hombres a
otra vida, cuando éstos pasan hacia aquella luz y aspiran el aire puro,
conocen por experiencia cuán superior es aquella vida con respecto a la
actual; pero los que son dejados atrás en esta vida húmeda y acuosa, al ser
sencillamente embriones y no hombres, compadecen al que se libra antes de
las cadenas que nos rodean como si fuera privado de algún bien. Ellos no
saben que precisamente por eso, por una parte se abren sus ojos, como en el
recién nacido, cuando sale fuera de lo que ahora lo retiene (pero es preciso
comprenderlo como los ojos del alma, con los cuales ve claramente la
verdad de los seres), y por otra parte se abren sus oídos, por medio de los
que escucha las secretas palabras que al hombre no le está permitido
pronunciar44, según dijo el apóstol. También abre la boca y aspira el aire
puro e inmaterial, por el cual se fortalece para percibir la voz intelectual y la
palabra verdadera,
44
Cf. 2º Epístola a los Corintios cap. XII, vv. 4: ὅτι ἡρπάγη εἰς τὸν παράδεισον καὶ ἤκουσεν ἄρρητα
ήματα ἃ οὐκ ἐξὸν ἀνθρώπῳ λαλσαι (“Que fue arrebatado al Paraíso y escuchó palabras secretas, las
que no es permitido al hombre pronunciar”).
ἀκολουθίαν βίου μετέρχονται, οὐδὲν ὑπὸ τς συνηθείας τ μαζ
συμπαραμένειν ἀναπειθόμενοι· εἶτα μετὰ τὴν νηπιώδη κατάστασιν
ἄλλα τῶν μειρακίων καὶ ἄλλα τῶν παρηλικεστέρων ἐπιτηδεύματα
γίνεται, πρὸς ἃ μεταβαίνει δι’ ἀκολουθίας ὁ ἄνθρωπος ἀλύπως
συμμεταβάλλων ταῖς ἡλικίας καὶ τὴν συνήθειαν. Ὥσπερ τοίνυν εἰ φωνή
τις ἦν τ ἐντρεφομένῳ τῆ μητρῴᾳ νηδύι, ἠγανάκτησεν ἅν διὰ
γεννήσεως τῶν σπλάγχνων ἐξοικιζόμενον καὶ δεινὰ πάσχειν ἐβόα τς
καταθυμίου διαγωγς ἀποσπώμενον (ὅπερ δὴ καὶ ποιεῖ τῆ πρώτῃ
ἀναπνοῆ συνεκβάλλον ἅμα τῆ γεννήσει τὸ δάκρυον ὥσπερ ἀγανακτοῦν
τε καὶ ὀδυρόμενον ἐπὶ τ χωρισμ τς συνήθους ζως), οὕτω μοι
δοκοῦσιν οἱ πρὸς τὴν μεταβολὴν τοῦ παρόντος δυσχεραίνοντες βίου τὸ
τῶν ἐμβρύων πάσχειν ἐν τ διὰ παντὸς ἐθέλειν τ χωρίῳ τς ὑλικς
ταύτης ἀηδίας ἐμβιοτεύειν.
Ἐπειδὰν γὰρ ἡ ὠδὶς τοῦ θανάτου πρὸς ἕτερον βίον τοὺς ἀνθρώπους
μαιεύηται, αὐτοὶ μὲν ὅταν εἰς τὸ φῶς ἐκεῖνο προέλθωσιν καὶ τοῦ
καθαροῦ σπάσωσι πνεύματος, τῆ πειρᾳ γινώσκουσιν ὅσον ἐστὶ τς ζως
ἐκείνης πρὸς τὴν νῦν τὸ διάφορον, οἱ δὲ ὑπολειφθέντες τ ὑγρ τούτῳ
καὶ πλαδῶντι βίῳ ἔμβρυα ὄντες ἀτεχνῶς καὶ οὐκ ἄνθρωποι ταλανίζουσι
τὸν προεξελθόντα τς περιεχούσης ἡμς συνοχς ὡς ἀγαθοῦ τινος ἔξω
γενόμενον, οὐκ εἰδότες ὅτι ἐκείνῳ καθ’ ὁμοιότητα τοῦ τεχθέντος
βρέφους ἀνοίγεται μὲν ὁ ὀφθαλμός, ὅταν ἔξω τοῦ νῦν συνέχοντος
γένηται (νοεῖν δὲ χρὴ πάντως τὸν ὀφθαλμὸν τς ψυχς ᾧ διορᾶ τὴν τῶν
ὄντων ἀλήθειαν), ἀνοίγεται δὲ τὸ ἀκουστικὸν αἰσθητήριον, δι’ οὗ τῶν
ἀρρήτων ἐπακούει ημάτων ἃ οὐκ ἐξὸν ἀνθρώπῳ λαλσαι, καθώς φησιν
ὁ ἀπόστολος, ἀνοίγεται δὲ τὸ στόμα καὶ ἕλκει τὸ καθαρόν τε καὶ ἄυλον
πνεῦμα, δι’ οὗ τονοῦται πρὸς τὴν νοητὴν φωνὴν καὶ τὸν ἀληθινὸν
λόγον,
cuando se una en el coro de los santos al clamor de los que celebran; del
mismo modo se vuelve digno del gusto divino, por el cual conoce, conforme
al salmo, que el Señor es bueno45, a través de la actividad olfativa recibe el
buen olor de Cristo46, y el alma, al alcanzar la verdad y palpar la palabra
según el testimonio de Juan47, recibe además la potencia táctil.
13 Si, pues, tales cosas están reservadas a los hombres después del parto de la
muerte, ¿qué sentido tienen el luto, el semblante sombrío y la tristeza? Que
el que examina la naturaleza de los hechos nos responda ahora si piensa que
es preferible caer en el error en el juicio acerca del Bien por culpa de los
sentidos corporales a observar la verdad misma de los hechos con el ojo
desnudo del alma. Pues aquí el alma está obligada a someterse a un juicio
extraño en su conjetura acerca del bien. Puesto que el cuerpo inmaduro
todavía no contiene la potencia del alma en toda su perfección, pero la
actividad de los sentidos ya es perfecta en el recién nacido al momento
mismo de nacer, a causa de esto el pensamiento es precedido por la
sensación en el juicio del Bien, y el alma admite sin examen lo que los
sentidos, por un hábito prejuicioso, ya han manifestado y aceptado como
bueno. Así, se convence de que es bueno aquello que fue confirmado de
antemano por la sensación, y considera que lo bueno [consiste] en algunos
colores y sabores y en futilidades tales.
45
Cf. Salmos cap. LXXXVI, vv. 5: ὅτι σύ, κύριε, χρηστὸς καὶ ἐπιεικὴς καὶ πολυέλεος πσι τοῖς
ἐπικαλουμένοις σε (“Porque tú, Señor, eres bondadoso, equitativo y muy misericordioso para con todos
los que te invocan”).
46
Cf. 2º Epístola a los Corintios cap. II, vv.14-15: τ δὲ Θε χάρις τ πάντοτε θριαμβεύοντι ἡμς ἐν
τ Φριστ καὶ τὴν ὀσμὴν τς γνώσεως αὐτοῦ φανεροῦντι δι’ ἡμῶν ἐν παντὶ τρόπῳ. Ὅτι
Φριστοῦ εὐωδία ἐσμὲν τ Θε ἐν τοῖς σωζομένοις καὶ ἐν τοῖς ἀπολλυμένοις (“Pero a Dios gracias,
al que siempre nos lleva en triunfo en Cristo, y manifiesta a través de nosotros en todo lugar el perfume de
su conocimiento. Porque para Dios somos buen olor de Cristo en los que se salvan y en los que se pierden”).
47
Cf. 1º Epístola de San Juan cap. I, vv. 1: Ὃ ἦν ἀπ’ ἀρχς ὃ ἀκηκόαμεν ὃ ἑωράκαμεν τοῖς
ὀφθαλμοῖς ἡμῶν ὃ ἐθεασάμεθα καὶ αἱ χεῖρες ἡμῶν ἐψηλάφησαν περὶ τοῦ Λόγου τς ζως (“Lo
que era desde el principio, lo que hemos escuchado, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado y nuestras manos palparon acerca de la Palabra de vida”).
ὅταν καταμιχθῆ τ ἤχῳ τῶν ἑορταζόντων ἐν τ τῶν ἁγίων χορ· οὕτω
δὲ καὶ γεύσεως ἀξιοῦται θείας, δι’ ἧς γινώσκει κατὰ τὴν ψαλμῳδίαν ὅτι
χρηστὸς ὁ κύριος, καὶ διὰ τς ὀσφραντικς ἐνεργείας τς τοῦ Φριστοῦ
εὐωδίας ἀντιλαμβάνεται, καὶ τὴν ἁπτικὴν προσλαμβάνει δύναμιν
ἐφαπτομένη τς ἀληθείας ἡ ψυχὴ καὶ ψηλαφῶσα τὸν λόγον κατὰ τὴν
Ἰωάννου μαρτυρίαν.
13 Εἰ ταῦτα τοίνυν καὶ τὰ τοιαῦτα μετὰ τὸν διὰ τοῦ θανάτου τόκον τοῖς
ἀνθρώποις ἀπόκειται, τί βούλεται τὸ πένθος καὶ ἡ σκυθρωπότης καὶ ἡ
κατήφεια; Νῦν ἡμῖν ὁ πρὸς τὴν τῶν πραγμάτων φύσιν βλέπων
ἀποκρινέσθω, εἰ προτιμότερον οἴεται τὸ τοῖς σωματικοῖς αἰσθητηρίοις
περὶ τὴν τοῦ καλοῦ κρίσιν διαπλανσθαι τοῦ γυμν τ τς ψυχς
ὀφθαλμ πρὸς αὐτὴν τὴν τῶν πραγμάτων βλέπειν ἀλήθειαν. Ἐνταῦθα
γὰρ ἀνάγκη τις ἔπεστι τῆ ψυχῆ ἀλλοτρίᾳ κρίσει δουλεύειν ἐν τῆ περὶ τοῦ
καλοῦ ὑπονοίᾳ. Ἐπειδὴ γὰρ ἡ τελεία τς ψυχς δύναμις ἀχώρητός ἐστιν
ἔτι τ νηπιάζοντι σώματι, ἡ δὲ τῶν αἰσθητηρίων ἐνέργεια εὐθὺς τελεία
τ βρέφει συναποτίκτεται, τούτου χάριν προλαμβάνεται ὑπὸ τς
αἰσθήσεως ἡ διάνοια ἐν τῆ τοῦ καλοῦ κρίσει καὶ τὸ τοῖς αἰσθητηρίοις
φανὲν ἤδη καὶ νομισθὲν εἶναι καλὸν καὶ διὰ συνηθείας προειλημμένον
ἀβασανίστως δέχεται ἡ ψυχή, ἐκεῖνο καλὸν εἶναι πεισθεῖσα ὅπερ ἅν
προλαβοῦσα προσμαρτυρήσῃ ἡ αἴσθησις, ἐν χρώμασί τισι καὶ χυμοῖς καὶ
τοῖς τοιούτοις λήροις τὸ καλὸν θεωροῦσα.
48
Cf. el capítulo XI de la Epístola a los Hebreos, donde halla su fundamento la alegoría que utiliza Gregorio
para describir la vida terrena como un tránsito hacia la vida verdadera, eterna y trascendente.
οὔτε πρὸς ἄλλο τι τῶν καταγλυκαινόντων τὰ αἰσθητήρια ἡ οπὴ τς
προαιρέσεως ἔσται πάσης σωματικς αἰσθήσεως ἀποσβεσθείσης, μόνης
δὲ τς νοερς ἐνργείας ἀύλως τε καὶ ἀσωμάτος τοῦ νοητοῦ κάλλους
ἐφαπτομένης ἀκωλύτως ἡ φύσις τὸ ἴδιον ἀπολήψεται ἀγαθόν, ὃ μήτε
χρῶμα μήτε σχμα μήτε διάστασις μήτε πηλικότης ἐστίν, ἀλλ’ ὃ πσαν
στοχαστικὴν εἰκασίαν παρέρχεται.
14 Σί οὖν ἴσως ἐρεῖ τις δυσχεραίνων πρὸς τὴν παροῦσαν ζωήν; Ἵνα τί τὸ
σῶμα καὶ ἀντὶ τίνος ἡμῖν, εἴπερ ἀμείνων ὁ χωρὶς τούτου βίος ἀπεδείχθη
τ λόγῳ; Πρὸς ὃν ἐροῦμεν ὅτι οὐ μικρόν ἐστι οὐδὲ τὸ ἐκ τούτων κέρδος
τοῖς δυναμένοις εἰς πσαν βλέπειν τὴν οἰκονομίαν τς φύσεως.
Μακάριος μὲν γὰρ ὄντως ἐκεῖνος τῶν ἀγγέλων ὁ βίος ὁ μηδὲν τοῦ
σωματικοῦ προσδεόμενος βάρους. Οὐ μὴν οὐδὲ οὗτος ἀσυντελὴς ὡς
πρὸς ἐκεῖνόν ἐστιν· ὁδὸς γὰρ πρὸς τὸ ἐλπιζόμενον ὁ παρὼν γίνεται βίος,
καθάπερ ἐπὶ τῶν βλαστημάτων ἔστιν ἰδεῖν, ἐφ’ ὧν ὁ καρπὸς ἀπὸ τοῦ
ἄνθους άρξάμενος δι’ αὐτοῦ πρόεισιν εἰς τὸ γενέσθαι καρπὸς κἅν μὴ
καρπὸς ᾖ τὸ ἄνθος. Ἀλλὰ καὶ τὰ λήια τῶν σπερμάτων ἐκφυόμενα οὐκ
εὐθὺς ἐν τ στάχυι φαίνεται, ἀλλὰ χόρτος τὸ πρῶτον γίνεται βλάστημα,
εἶτα ἀπὸ τούτου καλάμη συνίσταται περιφθαρέντος τοῦ χόρτου, καὶ
οὕτω τῆ κεφαλῆ τοῦ ἀστάχυος ὁ καρπὸς ἐμπεπαίνεται. Πλὴν οὐκ
αἰτιται τὴν ἀναγκαίαν ταύτην περίοδόν τε καὶ ἀκολουθίαν ὁ γεηπόνος
διὰ τί λέγων πρὸ τοῦ καρποῦ τὸ ἄνθος, ἥ ὑπὲρ τίνος ὁ ἐκ τοῦ σπερμάτος
προανατέλλων χόρτος, εἴ γε καὶ τὸ ἄνθος ἀπορρέει καὶ ὁ χόρτος μάτην
ξηραίνεται πρὸς οὐδὲν συντελῶν τῆ ἀνθρωπίνῃ τροφῆ· οἶδεν γὰρ ὁ πρὸς
τὴν θαυματοποιίαν βλέπων τς φύσεως ὅτι οὐκ ἅν ἄλλως ἐκ τῶν
σπερμάτων τε καὶ βλαστημάτων ὁ καρπὸς τελειωθείη μὴ τς τεχνικς
ταύτης ἀκολουθίας ὁδοποιούσης αὐτοῦ τὴν τελείωσιν.
Aunque la hierba que crece de las semillas no tiene provecho para nosotros,
no por esto es superflua y sobrante. En efecto, el que necesita de alimento
mira a su propia utilidad, pero la inteligencia de la naturaleza49 no atiende a
otra cosa sino a conducir la fructificación hacia el perfecto crecimiento por
medio de una sucesión ordenada. Por eso, al principio [la planta] brota
desde debajo de la tierra por medio de diversas raíces, a través de las cuales
extrae el alimento adecuado para ella por la humedad. Luego germina la
hierba, y el follaje se constituye en una cubierta que protege la raíz de los
daños de la intemperie; así la hierba, aunque no es un fruto, viene a ser una
ayuda y un medio para la madurez del fruto: en primer lugar, purga por
medio de ella la potencia contenida en la semilla (la naturaleza dispone de
antemano la hierba como un residuo del fruto), y luego es un abrigo para la
raíz de los daños provocados por el frío y el calor del clima.
Pero en cuanto las raíces alcanzan más profundidad y la semilla se hace más
vigorosa, entonces la hierba que queda es desechada, pues la raíz ya no
necesita de su abrigo. Toda su potencia colabora en hacer crecer el tallo, y la
naturaleza lo moldea artísticamente, con la sabiduría de un artesano, en
forma aflautada. Este tallo crece derecho, rodeado por sucesivas membranas
circulares, pues es necesario que al principio el tallo, que está aún flojo y sin
vigor, sea alimentado por ellas, y se apuntale, por seguridad, con los
ligamentos internos. Entonces, al alcanzar la altura correspondiente el tallo
florece, mostrando la espiga en su membrana externa la cual, dividida en
muchas barbas semejantes a cabellos, oculta el grano que crece en las vainas
que están en la base de éstas.
49
τς φύσεως λόγος (“la inteligencia de la naturaleza”): Gregorio adopta el concepto estoico de λόγος al
hablar de la actividad generativa de la Naturaleza. Tanto el ejemplo que ilustra este pasaje – el crecimiento
de la planta – como el desarrollo de la vida humana son descritos por Gregorio con términos tomados del
estoicismo.
Οὐ γὰρ ἐπειδὴ πρὸς ἀπόλαυσιν ἡμετέραν ὁ προεκβαλλόμενος ἐκ τῶν
σπερμάτων χόρτος ἀχρήστως ἔχει, διὰ τοῦτο περιττόν τε καὶ παρέλκον
ἐστὶ τὸ γινόμενον. Ὁ μὲν γὰρ τς τροφς χρῄζων πρὸς τὴν ἑαυτοῦ
χρείαν ὁρᾶ, ὁ δὲ τς φύσεως λόγος οὐ πρὸς ἄλλο τι βλέπει, ἀλλ’ ὅπως ἅν
προαγάγοι τὴν καρπογονίαν διὰ τς τεταγμένης ἀκολουθίας ἐπὶ τὸ
τέλειον. Διὸ πρῶτον πολυμερῶς διὰ ιζῶν τοῦ ὑποκειμένου ἐκφύεται, δι’
ὧν ἕλκει τὴν κατάλληλον ἑαυτ διὰ τς ἰκμάδος τροφήν, εἶτα χόρτον
βλαστάνει διὰ τὴν ἐκ τοῦ ἀέρος βλάβην προκάλυμμα τς ίζης τὴν πόαν
ποιούμενος, ὅπερ καρπὸς μὲν οὐκ ἔστι συνεργία δέ τις καὶ ὁδὸς γίνεται
τς τοῦ καρποῦ τελειώσεως πρῶτον μὲν ἐκκαθαίρων δι’ ἑαυτοῦ τὴν
ἐγκειμένην τ σπέρματι δύναμιν (οἷόν τι περίττωμα τοῦ καρποῦ τὸν
χόρτον προαποσκευαζομένης τς φύσεως), εἶτα σκέπασμα γίνεται τῆ
ίζῃ πρὸς τὰς ἐκ τοῦ ἀέρος βλάβας τὰς διὰ κρύους τε καὶ θάλπους
ἐγγινομένας. Εὐτονώτερον δὲ ἤδη διὰ βάθους ἐν ταῖς ίζαις
ὑποσκευασθέντος τοῦ σπέρματος, τότε τοῦ χόρτου λοιπὸν ἀμεληθέντος
διὰ τὸ μηκέτι δεῖσθαι τὴν ίζαν τοῦ προκαλύμματος πρὸς τὴν τς
καλάμης ἀναδρομήν, πσα συνδίδοται δύναμις μηχανικῆ τινι σοφίᾳ τὴν
αὐλοειδ κατασκευὴν φιλοτεχνούσης τς φύσεως, ἧς εὐθυτενὴς μὲν ἡ
βλάστη χιτῶσιν ἐπαλλήλοις ἐν κύκλῳ διειλημμένη· χρὴ γὰρ τούτοις
ὑγρὰν οὖσαν καὶ ἄτονον τὴν καλάμην παρὰ τὴν πρώτην ἐντρέφεσθαι
τοῖς διὰ μέσου συνδέσμοις ἀσφαλείας χάριν ὑπεζωσμένην. Εἰ δὲ πρὸς τὸ
σύμμετρον ἀναδράμοι μκος, τότε κομᾶ ἡ καλάμη τοῦ τελευταίου
χιτῶνος ἀφ’ ἑαυτοῦ τὸν στάχυν προδείξαντος, ὃς εἰς πολλοὺς ἀθέρας
τριχοειδῶς διαιρούμενος κρύπτει τὸν κόκκον τὸν κατὰ τὴν βάσιν τῶν
ἀθέρων τοῖς ἐλύτροις ὑποτρεφόμενον.
Pues bien, si el labrador no se disgusta por las raíces de las semillas ni por la
hierba que crece de la semilla ni por las barbas de la espiga, sino que en cada
una de ellas ve una utilidad indispensable – por medio de la cual la
naturaleza, procediendo diestramente, guía al fruto hacia la madurez,
purificando la potencia generatriz por la expulsión de las partes inútiles –
mira también tú de no disgustarte por los necesarios medios con que la
naturaleza nos hace progresar hacia nuestro fin50 propio sino piensa que,
conforme a la analogía de las semillas, lo presente siempre es útil y
absolutamente necesario para algo, aunque ciertamente esto no sea la razón
por la que nacimos. Pues el que nos creó no nos hizo existir para ser un
embrión, ni el propósito de la naturaleza atiende a la vida infantil ni tiene
como objetivo a las edades consecutivas por las que continuamente se pasa
de un cuerpo a otro por medio del cambio, cambiando simultáneamente el
aspecto exterior, ni a la liberación del cuerpo sobrevenida por la muerte,
sino que todas estas cosas son una parte del camino por el que transitamos.
El propósito y el punto cúlmine del pasaje a través de estas cosas es el
regreso al principio, lo cual no es otra cosa que la semejanza con la
Divinidad51. Y así como en la imagen de la espiga el ingenio de la naturaleza
demuestra la necesidad incluso de que crezca antes la hierba, ciertamente la
agricultura no existe en razón de aquélla ni su esfuerzo se dirige a las
membranas, las barbas, el tallo o las nervaduras sino al fruto nutritivo que
progresa hacia la madurez por medio de éstas. Así también el fin de la vida
que se aguarda es la felicidad52, pero aquellas cosas que se observan ahora
respecto al cuerpo – la muerte, la vejez, la juventud, la infancia y la
formación del embrión – son como unas hierbas, barbas y tallos: un medio,
una progresión y una potencialidad [para alcanzar] la madurez esperada.
50
Reaparece claramente el concepto de ἀκολουθία como una ley natural dispuesta por Dios, tendiente al
perfeccionamiento de los seres racionales; cf. nota nº 2.
51
Esta breve declaración sintetiza las ideas de Gregorio sobre la ἀποκατάστασις (“restauración”), a la cual
concibe como un proceso ordenado y gradual mediante el cual Dios reconduce a sus criaturas caídas en el
pecado al estado de pureza y perfección que tenía dispuesto para ellas desde un principio.
52
μακαριότης (“felicidad”): ya en la literatura griega pagana este término se utilizaba para designar el
estado de perfecta dicha en el que vivían los dioses, por encima de las penas y trabajos que afligen a los
hombres. Es el dramaturgo Esquilo, en su obra Los Persas, quien aplica por primera vez el adjetivo
μακάριος a los muertos, diciendo que ellos son “felices” por haberse librado del dolor y el sufrimiento. Tal
parece ser el sentido con que Gregorio usa aquí el término, habida cuenta de su anterior descripción de la
vida ultraterrena como exenta de todas aquellas penalidades que afligen la existencia humana en este
mundo.
Εἰ τοίνυν οὔτε πρὸς τὰς ίζας τῶν σπερμάτων ὁ γεωργὸς δυσχεραίνει,
οὔτε πρὸς τὸν προεκβαλλόμενον ἐκ τοῦ σπέρματος χόρτον, οὔτε εἰς τοὺς
ἀθέρας τοῦ στάχυος, ἀλλ’ ἐν ἑκάστῳ τούτων ἐνθεωρεῖ τινα χρείαν
ἀναγκαίαν, δι’ ἧς τεχνικῶς ἡ φύσις ὁδεύουσα προάγει τὸν καρπὸν εἰς
τελείωσιν διὰ τς τῶν ἀχρείων ἀποποιήσεως τὴν γόνιμον ἐκκαθαίρουσα
δύναμιν, ὥρα καὶ σοὶ μὴ δυσχεραίνειν διὰ τῶν ἀναγκαίων ὁδῶν
προιούσης ἡμῶν τς φύσεως ἐπὶ τὸ ἴδιον τέλος, ἀλλ’ ἡγεῖσθαι κατὰ τὴν
ἐν τοῖς σπέρμασιν ἀναλογίαν τὸ ἀεὶ παρὸν πρός τι πάντως χρησίμως τε
καὶ ἀναγκαίως ἔχειν, οὐ μὴν τοῦτο εἶναι οὗ χάριν εἰς γένεσιν ἤλθομεν.
Οὐ γὰρ ἐπὶ τὸ ἔμβρυον γενέσθαι παρὰ τοῦ δημιουργήσαντος ἡμς
ὑπέστημεν, οὐδὲ πρὸς τὸν βρεφώδη βίον ὁ σκοπὸς τς φύσεως βλέπει,
οὐδὲ πρὸς τὰς ἐφεξς ἡλικίας ὁρᾶ ἃς ἀεὶ διὰ τς ἀλλοιώσεως
μετενδύεται τ χρόνῳ τὸ εἶδος συνεξαλλάσσουσα, οὐδὲ πρὸς τὴν
ἐπιγινομένην διὰ τοῦ θανάτου λύσιν τ σώματι, ἀλλὰ πάντα ταῦτα καὶ
τὰ τοιαῦτα τς ὁδοῦ δι’ ἧς πορευόμεθα μέρη ἐστίν. Ὁ δὲ σκοπὸς καὶ τὸ
πέρας τς διὰ τούτων πορείας ἡ πρὸς τὸ ἀρχαῖον ἀποκατάστασις, ὅπερ
οὐδὲν ἕτερον ἥ ἡ πρὸς τὸ θεῖόν ἐστιν ὁμοίωσις. Καὶ ὥσπερ ἐπὶ τς κατὰ
τὸν στάχυν εἰκόνος ἀναγκαῖος μὲν ἐφάνη τ λόγῳ τς φύσεως καὶ ὁ
προεκβαλλόμενος χόρτος, οὐ μὴν δὲ δι’ ἐκεῖνόν ἐστιν ἡ γεωργία οὐδὲ
χιτῶνες καὶ ἀθέρες καὶ καλάμη καὶ ὑποζώματα πρόκεινται τῆ τς
γεωργίας σπουδῆ ἀλλ’ ὁ τρόφιμος καρπὸς ὁ διὰ τούτων προιὼν εἰς
τελείωσιν, οὕτω καὶ τς ζως τὸ μὲν προσδοκώμενον πέρας μακαριότης
ἐστίν, τὰ δὲ ὅσα περὶ τὸ σῶμα νῦν καθορται, θάνατος καὶ γρας καὶ
νεότης καὶ νηπιότης καὶ ἡ ἐν ἐμβρύῳ διάπλασις, πάντα ταῦτα οἷόν τινες
χόρτοι καὶ ἀθέρες καὶ κάλαμοι ὁδὸς καὶ ἀκολουθία καὶ δύναμις τς
ἐλπιζομένης ἐστὶ τελειώσεως.
Si observas [este fin] con serena alegría, no considerarás estas cosas con odio
ni serás alterado por la pasión o el deseo que te hagan lamentar el estar
separado de ellas, o renegar de la muerte.
Por otra parte, también alguien podría reconocer que la verdad de tal
reflexión se impone a nuestra opinión por el testimonio de la misma
experiencia: el hombre de hoy no es el mismo que el de ayer en su substrato
material, sino que continuamente una parte de él está muriendo y hiede, se
corrompe y es expulsada como de una casa (hablo de la constitución del
cuerpo), y la naturaleza emite la fetidez cadavérica y entrega a la tierra lo
que ya ha sido privado de la potencia vital. Por eso, según la expresión del
gran Pablo, “cada día morimos”, y no permanecemos constantemente iguales
en la misma morada corporal, sino que cada vez somos diferentes a lo que
antes éramos, cambiando continuamente a un cuerpo nuevo mediante la
nutrición y la evacuación.
Εἰ δὲ χρὴ καὶ τοῦτο προσθεῖναι τ λόγῳ, οὐκ ἄχρηστον ἴσως ἐστίν, κἅν
ἔξω τς ἀκολουθίας εἶναι δοκῆ, ὅτι ἐμμελετᾶ τ θανάτῳ διὰ παντὸς ἡ
φύσις καὶ συμπέφυκε διὰ τοῦ χρόνου προιούσῃ τῆ ζωῆ πάντως ὁ
θάνατος. Πρὸς γὰρ τὸ μέλλον ἐκ τοῦ παρῳχηκότος τς ζως πάντοτε
κινουμένης καὶ οὐδέποτε πρὸς τὸ κατόπιν ἀναλυούσης θάνατός ἐστι τὸ
πάντοτε τῆ ζωτικῆ ἐνεργείᾳ συνημμένως ἑπόμενον. Ἐν γὰρ τ
παρῳχηκότι τοῦ χρόνου παύεται πάντως πσα κίνησις ζωτικὴ καὶ
ἐνέργεια. Ἐπει οὖν ἴδιόν ἐστι θανάτου τὸ ἄπρακτόν τε καὶ ἀνενέργητον,
τοῦτο δὲ κατόπιν ἀεὶ τῆ ζωτικῆ ἐνεργείᾳ πάντως ἐφέπεται, οὐκ ἔξω τς
ἀληθείας ἐστὶ τὸ συμπεπλέχθαι τῆ ζωῆ ταύτῃ τὸν θάνατον λέγειν.
Καὶ ἄλλως δ’ ἄν τις εὕροι τὸ τοιοῦτον νόημα διὰ τς ἀληθείας ἡμῖν
κρατυνόμενον αὐτς τς πείρας μαρτυρούσης τ δόγματι ὅτι οὐχ ὁ
αὐτός ἐστι τ χθιζ ὁ σήμερον ἄνθρωπος κατὰ τὸ ὑλικῶς ὑποκείμενον,
ἀλλά τι πάντως αὐτοῦ διὰ παντὸς νεκροῦται καὶ ὄζει καὶ διαφθείρεται
καὶ ἐκβάλλεται καθάπερ οἰκίας τινός, τς τοῦ σώματος λέγω
κατασκευς, τὴν νεκρώδη δυσωδίαν ἐκφερούσης τς φύσεως καὶ τῆ γῆ
παραδιδούσης τὸ ἤδη τς ζωτικς δυνάμεως ἔξω γενόμενον. Διὸ κατὰ
τὴν τοῦ μεγάλου φωνὴν Παύλου, «καθ’ ἡμέραν ἀποθνήσκομεν», οὐχ οἱ
αὐτοὶ διὰ παντὸς ἐν τ αὐτ διαμένοντες οἴκῳ τοῦ σώματος ἀλλ’
ἑκάστοτε ἄλλοι ἐξ ἄλλου γινόμενοι, διὰ προσθήκης τε καὶ ἀποποιήσεως
ὡς πρὸς καινὸν σῶμα διὰ παντὸς ἀλλοιούμενοι. Σί οὖν ξενιζόμεθα πρὸς
τὸν θάνατον, οὗ ἀπεδείχθη μελέτη διηνεκὴς καὶ γυμνάσιον ἡ διὰ σαρκὸς
οὖσα ζωή; Κἅν τὸν
mencionases al sueño y la vigilia, hablas de otro vínculo de la muerte con la
vida: en los que duermen se apaga la sensación, y al contrario, el despertar
obra por sí mismo en nosotros la resurrección esperada.
53
τοῦ δερματίνου χιτῶνος (“la túnica de piel”): la imagen de la túnica de piel fue originalmente tomada
por Orígenes del relato bíblico del Génesis, y retomada por Gregorio para ilustrar la provisoriedad del
cuerpo físico. Tal como en el ejemplo de los tegumentos que cubren la espiga hasta su completo desarrollo,
el cuerpo carnal es como una suerte de túnica que recubre al hombre transitoriamente. La muerte lo libera
de él para que pueda retornar a la vida espiritual, es decir, a la condición para la que fue creado en un
principio.
54
Cf. nota nº 38. Es interesante notar aquí que Gregorio no considera la felicidad - μακαριότης – sólo como
un estado en el cual las almas de los fieles existirán en el más allá, sino fundamentalmente como una
cualidad propia de la misma esencia divina. Dicha cualidad es también, en virtud de su semejanza icónica,
propia del ser humano. Aunque la caída en pecado lo privó temporalmente de ella, el propósito divino
apunta – como lo declara poco más adelante – a reconducirlo a esa felicidad original mediante el proceso
apocatástico.
55
A diferencia de Clemente de Alejandría, Gregorio sí considera al pecado original como un factor de
corrupción transmisible generacionalmente y activo desde la concepción, afectando desde Adán a todos los
que en adelante participan de la naturaleza humana, con excepción de Jesucristo.
ὕπνον εἴπῃς καὶ τὴν ἐγρήγορσιν, ἄλλην θανάτου λέγεις πρὸς τὴν ζωὴν
συμπλοκὴν κατασβεννυμένης ἐν τοῖς καθεύδουσι τς αἰσθήσεως καὶ
πάλιν τς ἐγρηγόρσεως ἐνεργούσης ἡμῖν ἐν ἑαυτῆ τὴν ἐλπιζομένην
ἀνάστασιν.
Así pues, no sólo para que la naturaleza humana conservara su libertad sino
también para que desapareciera el mal, la sabiduría de Dios concibió esta
idea: permitir al hombre obtener aquellas cosas que deseó para que, al
probar los males que deseó y aprender por experiencia cuáles [bienes]
intercambió por aquellos [males], volviera voluntariamente a desear la
felicidad que tuvo en un principio y quite de su naturaleza, como si se
despojara de un fardo, todo lo apasionado e irracional, purificándose a lo
largo de la presente vida mediante la ascesis y la filosofía, o después de la
muerte por medio del del fuego purificador56. Es como si un médico, que
por su oficio tiene completo conocimiento de los remedios y de los venenos,
al aconsejar al joven lo que le conviene, no pudiera mediante su consejo
prohibir al inmaduro tanto por su juventud como por su raciocinio a que sea
predispuesto57 a desear con ansia algún fruto o hierba perniciosa; pero dado
que tiene a su disposición toda clase de antídotos, le da plena libertad al
niño para probar aquellas cosas perjudiciales, para que por esa dolorosa
experiencia el niño aprenda lo provechoso del consejo paterno y desee
recuperar la salud, retornando nuevamente - por los remedios - al buen
estado físico del que se apartó por su insensato deseo
56
καθαρσὶου πυρὸς (“fuego purificador”): cf. Oratio Catechetica Magna XL, 7-8, De Anima et
Resurrectione 00454-00460, De Virginitate XII. Gregorio considera que los castigos infernales no son eternos
ni punitivos, sino temporales y catárticos, destinados a limpiar el alma de sus impurezas; una vez cumplido
este propósito, el castigo cesará y el alma purificada volverá a su fuente, Dios. Estas ideas corresponden al
concepto de la ἀποκατάστασις y se encuentran tempranamente expresadas en algunos autores cristianos,
como: Pastor de Hermas (visión 3,7): Ἀναιδευσάμενος ἔτι αὐτὴν ἐπηρώτησα, εἰ ἄρα πάντες οἱ λίθοι
οὗτοι οἱ ἀποβεβλημένοι καὶ μὴ ἁρμόζοντες εἰς τὴν οἰκοδομὴν τοῦ πύργου, εἰ ἔστιν αὐτοῖς
μετάνοια καὶ ἔχουσιν τόπον εἰς τὸν πύργον τοῦτον. Ἔχουσιν, φησίν, μετάνοιαν, ἀλλὰ εἰς
τοῦτον τὸν πύργον οὐ δύνανται ἁρμόσαι. Ἑτέρῳ δὲ τόπῳ ἁρμόσουσιν πολὺ ἐλάττονι, καὶ τοῦτο
ὅταν βασανισθῶσιν καὶ ἐκπληρώσωσιν τὰς ἡμέρας τῶν ἁμαρτίων αὐτῶν. (Desvergonzadamente,
aun le pregunté a ella, si tal vez para todas aquellas piedras que fueron rechazadas y no se ajustan al edificio
de la torre, si hay para ellas [posibilidad de] arrepentimiento y tienen un lugar en esta torre. Tienen, dijo,
[posibilidad de] arrepentimiento, pero no pueden ajustarse a esta torre. Serán ajustados en otro lugar más
humilde, y esto después de que hayan sido atormentados y hayan cumplido los días de sus pecados);
Clemente de Alejandría (Stromata VI, 6 46,3): ἐπεὶ σωτήριοι καὶ παιδευτικαὶ αἱ κολάσεις τοῦ Θεοῦ εἰς
ἐπιστροφὴν ἄγουσαι καὶ τὴν μετάνοιαν τοῦ ἁμαρτωλοῦ μλλον ἥ τὸν θάνατον αἱρούμεναι
(Pues los castigos saludables e instructivos de Dios llevan a la conversión y prefieren el arrepentimiento del
pecador más que su muerte). Tales conjeturas también fueron ampliamente desarrolladas por Orígenes en
su obra magna De Principiis.
57
Gregorio concibe al pecado como una potencia activa en la naturaleza humana, de ahí el uso del participio
pasivo al referirse a la situación del hombre tentado hacia lo malo; sin embargo, poco más adelante aclara
que la decisión de inclinarse hacia lo malo es un acto libre y voluntario.
ἀφαίρεσις ἅν ἦν τοῦ προέχοντος ἀγαθοῦ τὸ γινόμενον καὶ τς ἰσοθέου
τιμς ἀποστέρησις· ἰσόθεον γάρ ἐστι τὸ αὐτεξούσιον.
El hombre, pues, convive con estas [dos naturalezas] durante esta vida. Si,
por un lado, separase lo que le es propio de lo irracional por un acto libre y
se guardase a sí mismo a través de una vida más distinguida , la presente
existencia será purificada de la maldad con que fue mezclada, al dominar la
irracionalidad por medio de la razón; si, por otro lado, se dejase seducir por
la inclinación irracional a las pasiones, sirviéndose de la piel animal que
colabora con ellas, después de la muerte deseará inútilmente volver al Bien,
y conocerá la diferencia de la virtud con respecto a la maldad, ya que no
podrá participar de la naturaleza divina hasta que la inmundicia mezclada
con el alma sea limpiada por el fuego purificador.
16 Estos son los motivos que hicieron del cuerpo una necesidad indispensable
para nosotros, mediante el cual se conserva el libre albedrío
58
Cf. Génesis, cap. II, vv. 17 : ἀπὸ δὲ τοῦ ξύλου τοῦ γινώσκειν καλὸν καὶ πονηρόν, οὐ φάγεσθε ἀπ’
αὐτοῦ· ᾗ δ’ ἅν ἡμέρᾳ φἀγητε ἀπ’ αὐτοῦ, θανάτῳ ἀποθανεῖσθε (“Pero del árbol del conocimiento del
Bien y del Mal, no comerás de él ; porque el día que de él comas, ciertamente morirás”).
59
Cf. Oratio Catechetica Magna VIII, 4: “Efectivamente, cuando los primeros hombres – dice – cayeron en lo
prohibido y fueron desnudados de aquella felicidad, el Señor vistió a los primeros hombres con túnicas de
piel. Me parece que no fue por llevar nuestra inteligencia hacia tales pieles – porque ¿de qué clase de
animales degollados y desollados se piensa que era ese vestido? – sino que, como quiera que toda piel
separada del animal es algo muerto, estoy totalmente convencido de que la condición mortal que estaba
reservada a la naturaleza irracional, después de estos hechos y por una providencia solícita, se la aplicó a los
hombres el médico de nuestra maldad. Mas no para que permaneciera siempre, pues la túnica es de las
cosas que nos envuelven por fuera y ocasionalmente proporcionan provecho al cuerpo, pero en modo
alguno es inherente a la naturaleza”.
δηλητηρίων ἐπιθυμίας ἐξέπεσεν, οὕτως ὁ γλυκύς τε καὶ ἀγαθὸς τς
φύσεως ἡμῶν πατὴρ ὁ εἰδὼς καὶ δι’ ὧν σῳζόμεθα καὶ δι’ ὧν
ἀπολλύμεθα, ἐγνώρισε μὲν τ ἀνθρώπῳ τὸ δηλητήριον καὶ τὸ μὴ
μετασχεῖν συνεβούλευσεν, κρατησάσης δὲ τς ἐπιθυμίας τοῦ χείρονος
οὐκ ἠπόρησε τῶν ἀγαθῶν ἀντιφαρμάκων, δι’ ὧν ἐπαναγάγῃ πάλιν πρὸς
τὴν ἐξ ἀρχς εὐεξίαν τὸν ἄνθρωπον. Σὴν γὰρ ὑλικὴν ταύτην ἡδονὴν πρὸ
τς ψυχικς εὐφροσύνης τοῦ ἀνθρώπου προελομένου συντρέχειν μέν
πως ἔδοξεν αὐτ τῆ ὁρμῆ διὰ τοῦ δερματίνου χιτῶνος, ὃν διὰ τὴν πρὸς
τὸ χεῖρον αὐτ οπὴν περιέθηκεν, δι’ οὗ τς ἀλόγου φύσεως ἐπεμίχθη
τ ἀνθρώπῳ τὰ ἰδιώματα ὧν τῶν ἀλόγων ζῴων τς λογικς φύσεως
ἔνδυμα κατεσκευάσθη τῆ σοφίᾳ τοῦ διὰ τῶν ἐναντίων οἰκονομοῦντος τ
κρείττονα· πάντα γὰρ φέρων ἐν ἑαυτ τὰ ἰδιώματα ὁ δερμάτινος ἐκεῖνος
χιτὼν ὅσα εἶχε περιέχων τὴν ἄλογον φύσιν, ἡδονήν τε καὶ θυμὸν καὶ
γαστριμαργίαν καὶ ἀπληστίαν καὶ τὰ ὅμοια, ὁδὸν δίδωσι τῆ ἀνθρωπίνῃ
προαιρέσει τς καθ’ ἑκάτερον οπς εἰς ἀρετήν τε καὶ κακίαν ὕλη
γινόμενος.
16 Σαῦτά ἐστιν ἃ τὴν τοῦ σώματος χρείαν ἀναγκαίαν ἡμῖν ἐποίησεν, δι’ οὗ
τό τε αὐτεξούσιον σῴζεται
y al mismo tiempo el ascenso hacia el bien no queda obstaculizado; al
contrario, por esta sucesión periódica surge espontáneamente en nosotros la
inclinación al bien. Ya en esta vida carnal algunos viven felizmente por la
ausencia de pasiones la vida espiritual, tal como escuchamos que les sucedió
a los patriarcas, a los profetas y a los que con ellos y después de ellos
subieron hacia la perfección por medio de la virtud y la filosofía (hablo de
los discípulos, apóstoles, mártires y todos los que han preferido la vida
virtuosa en lugar de la material los cuales, aunque son menos en número
que la multitud de los que corren hacia el mal, dan testimonio de que es
posible obtener la virtud en la carne); pero los demás son despojados de su
propensión a la materia60 por medio del tratamiento posterior en el fuego
purificador y vuelven voluntariamente, por el deseo de los bienes, a la
gracia que fue asignada desde el principio a la naturaleza [humana].
60
En el pensamiento de Gregorio, concordante en este aspecto con la filosofía griega pagana, ὕλη
(“materia”) representa el escalón más bajo de la categoría ontológica. No es para él, como para algunos
otros Padres, la fuente del mal sino solamente aquello que, por estar en la posición inferior de la jerarquía
de lo existente, se opone diametralmente a lo más elevado, es decir, lo espiritual.
61
Cf. nota nº 15.
καὶ ἡ πρὸς τὸ ἀγαθὸν πάλιν ἐπάνοδος οὐ κωλύεται· ἀλλὰ τῆ περιοδικῆ
ταύτῃ ἀκολουθίᾳ διὰ τοῦ ἑκουσίου γίνεται ἡμῖν ἡ πρὸς τὸ κρεῖττον οπὴ
τῶν μὲν ἐντεῦθεν ἤδη διὰ τς ἐν σαρκὶ ζως τὸν πνευματικὸν ἐν
ἀπαθείᾳ κατορθούντων βίον, οἵους γεγενσθαι τοὺς πατριάρχας τε καὶ
τοὺς προφήτας ἀκούομεν καὶ τοὺς σὺν αὐτοῖς τε καὶ μετ’ ἐκείνους δι’
ἀρετς τε καὶ φιλοσοφίας ἀναδραμόντας ἐπὶ τὸ τέλειον (μαθητὰς λέγω
καὶ ἀποστόλους καὶ μάρτυρας καὶ πάντας τοὺς τὴν ἐνάρετον ζωὴν πρὸ
τοῦ ὑλικοῦ τετιμηκότας βίου, οἳ κἅν ἐλάττους ὦσι τ ἀριθμ τοῦ
πλήθους τῶν πρὸς τὸ χεῖρον ἀπορρεόντων, οὐδὲν ἧττον τὸ δυνατὸν εἶναι
διὰ σαρκὸς τὴν ἀρετὴν κατορθῶσαι μαρτυροῦνται), τῶν δὲ λοιπῶν διὰ
τς εἰς ὕστερον ἀγωγς ἐν τ καθαρσίῳ πυρὶ ἀποβαλόντων τὴν πρὸς
τὴν ὕλην προσπάθειαν καὶ πρὸς τὴν ἐξ ἀρχς ἀποκληρωθεῖσαν τῆ φύσει
χάριν διὰ τς τῶν ἀγαθῶν ἐπιθυμίας ἑκουσίως ἐπανιόντων.
62
i.e. Satanás.
63
Cf. el uso similar que de esta figura hace Clemente de Alejandría en Stromata I.1.10.1: ὅτῳ δὲ
απήμβλυται κακῆ τροφῆ καὶ διδασκαλίᾳ «τὸ τς ψυχς ὄμμα» πρὸς τὸ οἰκεῖον φῶς βαδιζέτω
ἐπὶ τὴν ἀλήθειαν τὴν ἐγγράφως τὰ ἄγραφα δηλοῦσαν (Pero a cualquiera que, por una mala
alimentación y enseñanza, tenga debilitado el “ojo del alma”, que avance hacia la luz que le es familiar, hacia
la verdad que manifiesta por escrito las cosas que no están escritas).
64
Evangelio según San Juan, cap. III, vv. 20: πς γὰρ ὁ φαῦλα πράσσων μισεῖ τὸ φῶς< (“Pues todo el
que practica lo malo odia la luz…”).
κατάλληλον γίνεται τ καθαρ τε καὶ αὐγοειδεῖ τς κόρης
καταμιγνύμενον, τὸν αὐτὸν τρόπον ἐπειδὴ εύματός τινος δίκην δι’
ἀπάτης τοῦ ἀντικειμένου ἐπερρύη τ ὀπτικ τς ψυχς ἡ κακία,
ἑκουσίως πρὸς τὸν σκοτεινὸν βίον ὁ λογισμὸς ἐπεκλίθη διὰ τοῦ πάθους
οἰκειωθεὶς τ ζόφῳ («πς γὰρ ὁ τὰ φαῦλα πράσσων μισεῖ τὸ φῶς»,
καθώς φησιν ἡ θεία φωνή), ἐκδαπανηθέντος δὲ τοῦ κακοῦ ἐκ τῶν ὄντων
καὶ εἰς τὸ μὴ ὅν αὖθις μεταχωρήσαντος, πάλιν μεθ’ ἡδονς ἀναβλέπει
πρὸς τὸ φῶς ἡ φύσις τοῦ ἐπιθολοῦντος τὸ καθαρὸν τς ψυχς
ἐκχωρήσαντος.
17 Μάταιον τοίνυν δέδεικται διὰ τῶν εἰρημένων τὸ δυσμενῶς πρὸς τὴν τς
σαρκὸς ἔχειν φύσιν· οὐ γὰρ ταύτης ἤρτηται τῶν κακῶν ἡ αἰτία (ἥ γὰρ ἅν
κατὰ πάντων ἐπίσης ἔσχε τὸ κράτος τῶν τὸν σωματικὸν εἰληχότων βίον)
ἀλλ’ ἐπειδὴ τῶν ἐπ’ ἀρετῆ μνημονευομένων ἕκαστος καὶ ἐν σαρκὶ ἦν καὶ
ἐν κακίᾳ οὐκ ἦν, φανερὸν διὰ τούτων ἐστὶν ὅτι οὐ τὸ σῶμα τῶν
παθημάτων αἴτιον ἀλλ’ ἡ προαίρεσις ἡ δημιουργοῦσα τὰ πάθη. Σὸ μὲν
γὰρ σῶμα καταλλήλως τῆ ἰδίᾳ κινεῖται φύσει, δι’ ὧν συντηρεῖται πρὸς
τὴν ἑαυτοῦ σύστασιν καὶ διαμονὴν πρὸς ταῦτα ταῖς ἰδίαις ὁρμαῖς
διοικούμενον. Οἷόν τι λέγω· βρώσεώς ἐστιν αὐτ χρεία καὶ πόσεως ὥστε
τὸ διαπνευσθὲν τς δυνάμεως πάλιν ἀντεισαχθναι τ λείποντι. Πρὸς
τοῦτο κινεῖται ἡ ὄρεξις. Πάλιν διὰ τς τῶν γινομένων διαδοχς θνητὴ
οὖσα ἡ τοῦ σώματος φύσις ἀθανατίζεται. Διὰ τοῦτο καὶ πρὸς ταύτην τὴν
ὁρμὴν ἐπιτηδείως ἔχει. Ἔτι πρὸς τούτοις γυμνὸν τοῦ ἐκ τῶν τριχῶν
σκεπάσματος τὸ σῶμα πεποίηται, οὗ χάριν τς ἔξωθεν περιβολς
ἐδεήθημεν. Ἀλλὰ καὶ πρὸς φλογμόν τε καὶ κρύος καὶ ἐπομβρίαν
ἀντισχεῖν οὐ δυνάμενοι τὴν ἐκ τῶν οἴκων σκέπην ἐπεζητήσαμεν.
Aquel que considera racionalmente la necesidad de estas cosas, acepta cada
una de ellas sin perturbarse, poniendo como límite del deseo al propósito de
la necesidad; por medio de cada una de estas cosas – la casa, la vestimenta,
la unión conyugal, el alimento – atiende a lo necesario para la naturaleza.
Mas el siervo de los placeres hizo de las necesidades indispensables una vía
para las pasiones, buscando la delicia en lugar del alimento, prefiriendo el
adorno al vestido, el derroche superfluo en vez de lo necesario para las
casas, atendiendo a los placeres inicuos y prohibidos en lugar de a la
procreación. A causa de esto la avidez se precipitó en la vida humana por
las puertas abiertas de par en par y junto con las necesidades indispensables
brotaron en abundancia, como tallos nudosos y ramas secas, la molicie, el
orgullo, la vanidad, el libertinaje de toda clase y cosas semejantes, debido a
que el deseo sobrepasó los límites de la necesidad y se ensanchó aún más en
los que se interesan en cosas que no aprovechan. Pues, ¿qué tienen en
común el provecho del alimento con la plata cincelada con oro y adornada
con piedras preciosas? ¿O por qué bordar la vestimenta con hilos de oro, con
abigarrada púrpura y con hábiles pinturas, en las cuales los tejedores
componen escenas de guerras, de caza y cosas tales en las túnicas y en los
vestidos, asociada con lo cual nació la enfermedad de la codicia? Pues para
que los materiales de las cosas deseadas abran paso a la codicia y
encuentren en ellas su fuerza y poder. La ambición abrió la entrada al deseo
insaciable, que es, según Salomón, como el cántaro agujereado, que se
sumerge pero siempre se halla vacío65. Por consiguiente, el cuerpo no es la
causa de los males sino que es el libre albedrío el que los produce,
desviando el propósito de la necesidad hacia el deseo de las cosas
inconvenientes.
65
Cf. Proverbios cap. 23, vv. 27: πίθος γὰρ τετρημένος ἐστὶν ἀλλότριος οἶκος, καὶ φρέαρ στενὸν
ἀλλότριον (“Pues cántaro agujereado es la mujer ajena, y pozo seco la extraña”).
Σαῦτα καὶ τὰ τοιαῦτα ὁ μὲν λελογισμένως πρὸς τὴν χρείαν βλέπων
δέχεται τούτων ἕκαστον ἀπραγμόνως ὅρον τς ὀρέξεως τὸν σκοπὸν τς
χρείας ποιούμενος· οἶκον ἱμάτιον συζυγίαν τροφήν, δι’ ἑκάστου τούτων
θεραπεύων τὸ ἐνδέον τς φύσεως. Ὁ δὲ τῶν ἡδονῶν ὑπηρέτης ὁδοὺς
παθημάτων τὰς ἀναγκαίας χρείας ἐποίησεν ἀντὶ μὲν τς τροφς τν
τρυφὴν ἐπιζητῶν, ἀντὶ δὲ τς περιβολς τὸν καλλωπισμὸν
προαιρούμενος, ἀντὶ δὲ τς τῶν οἴκων χρείας τν πολυτέλειαν, ἀντὶ δὲ
τς παιδοποιίας πρὸς τὰς παρανόμους τε καὶ ἀπηγορευμένας ἡδονὰς
βλέπων. Διὰ τοῦτο ἥ τε πλεονεξία πλατείαις ταῖς πύλαις τῆ ἀνθρωπίνῃ
ζωῆ εἰσεκώμασεν, καὶ ἡ μαλακία καὶ ὁ τῦφος καὶ ἡ χαυνότης καὶ ἡ
πολυειδὴς ἀσωτία καὶ τὰ τοιαῦτα ὥσπερ τινὲς ὄζοι καὶ ξηράδες τῶν
ἀναγκαίων χρειῶν παρεβλάστησαν διὰ τὸ παρελθεῖν τοὺς τς χρείας
ὅρους τν ὄρεξιν καὶ τοῖς ἐπ’ οὐδενὶ χρησίμῳ σπουδαζομένοις
ἐπιπλατύνεσθαι. Σί γὰρ κοινὸν ἔχει πρὸς τὸ τς τροφς χρήσιμον ὁ
διάγλυφος ἄργυρος χρυσ καὶ λίθοις ἐπανθιζόμενος; Ἢ τίνος χάριν
ἐπεδεήθη τὸ ἱμάτιον τοῦ χρυσοῦ νήματος καὶ τς εὐανθοῦς πορφυρίδος
καὶ τς ὑφαντικς ζωγραφίας, δι’ ἧς πόλεμοι καὶ θρες καὶ τὰ τοιαῦτα
τοῖς χιτῶσί τε καὶ τοῖς ἐπενδύμασι παρὰ τῶν ὑφαινόντων
ἐνζωγραφοῦνται, οἷς συμμαχοῦσα ἡ τς πλεονεξίας ἐνεφύη νόσος; Ἵνα
γὰρ ἐπιτύχωσι τς πρὸς ταῦτα παρασκευς καὶ δυνάμεως, τὰς τῶν
ἐπιθυμουμένων ὕλας παρὰ τς πλεονεξίας πορίζονται. Ἡ δὲ πλεονεξία
τῆ ἀπληστίᾳ τὴν εἴσοδον ἤνοιξεν, ἥτις ἐστι κατὰ τὸν ολομῶνα ὁ
τετρημένος πίθος ἀεὶ τοῖς ἐπαντλοῦσι λείπων καὶ κενὸς εὑρισκόμενος.
Οὐκοῦν οὐ τὸ σῶμα τὰς τῶν κακῶν ἀφορμὰς ἀλλ’ ἡ προαίρεσις ἐμποιεῖ
τὸν σκοπὸν τς χρείας εἰς τὴν τῶν ἀτόπων ἐπιθυμίαν ἐκτρέπουσα.
18 Por tanto, que los irreflexivos no injurien al cuerpo el cual, después de esta
vida, será transformado y el alma será embellecida conforme a lo divino,
purificándose por la muerte de las cosas superfluas e inútiles para el
disfrute de la vida venidera. Pues las cosas que ahora tienen utilidad no son
igualmente útiles en la vida futura, sino que la disposición de nuestro
cuerpo será afín y correspondiente para el goce de aquella vida,
convenientemente dispuesta a la participación del Bien. Por ejemplo (pues
lo mejor es esclarecer la inteligencia con un ejemplo conocido), el lingote de
hierro no elaborado también es útil para el oficio del forjador como yunque
del artesano, pero cuando el hierro necesita ser trabajado para elaborar algo
más fino, entonces el lingote es purificado mediante la acción del fuego,
quitándole todo lo terroso e inútil66, aquello que los artesanos de esta
profesión denominan escoria. Así, trabajado delicadamente, el [lingote] que
una vez fuera usado como un yunque llega a ser una coraza o algún otro
objeto fino, purificado de tal residuo mediante la fundición. Mientras que
era usado como yunque, esta escoria no era considerada un residuo, pues la
escoria mezclada en el lingote también contribuye en algo al volumen del
hierro. Si hemos comprendido el ejemplo, transfiramos ahora a la reflexión
propuesta el sentido contemplado en el ejemplo.
Pues bien, ¿qué significa esto? Al presente la naturaleza del cuerpo tiene
muchas cualidades que se parecen a la escoria, las cuales ciertamente
contribuyen a algo provechoso a lo largo de la vida presente, pero son
absolutamente inútiles e incompatibles en relación a la felicidad que se
espera después de ésta. Al igual que en el hierro todo lo superfluo es
quitado en el fuego de la fundición,
66
Compárese esta analogía con la expuesta en el Pastor de Hermas, visión 4,3: ὥσπερ τὸ χρυσίον
ἀποβάλλει τὴν σκωρίαν αὐτοῦ, οὕτω καὶ ὑμεῖς ἀποβαλεῖτε πσαν λύπην καὶ στενοχωρίαν, καὶ
καθαρισθήσεσθε καὶ χρήσιμοι ἔσεσθε εἰς τὴν οἰκοδομὴν τοῦ πύργου (“Porque como el oro pierde
su escoria, así vosotros también vais a desprenderos de todo pesar y apuro, y seréis purificados, y seréis
útiles para la edificación de la torre”).
18 Μὴ τοίνυν κακιζέσθω παρὰ τῶν ἀπερισκέπτων τὸ σῶμα, ᾧ μετὰ ταῦτα
διὰ τς παλιγγενεσίας μεταστοιχειωθέντι πρὸς τὸ θειότερον ἡ ψυχὴ
καλλωπίσεται τὰ περιττά τε καὶ ἄχρηστα ὡς πρὸς τὴν ἀπόλαυσιν τς
μελλούσης ζως τοῦ θανάτου ἀποκαθάραντος. Οὐ γὰρ πρὸς ἃ νῦν
ἐπιτηδείως ἔχει τὰ αὐτὰ καὶ ἐν τ μετὰ ταῦτα χρησιμεύει βίῳ, ἀλλ’
οἰκεία καὶ κατάλληλος ἔσται τῆ ἀπολαύσει τς ζως ἐκείνης ἡ τοῦ
σώματος ἡμῶν παρασκευὴ ἁρμοδίως πρὸς τὴν τῶν ἀγαθῶν μετουσίαν
διατεθεῖσα. Οἷόν τι λέγω (κρεῖττον γὰρ ὑποδείγματι τῶν γνωρίμων τινὶ
διασαφηνίσαι τὸ νόημα)· ἡ τοῦ σιδήρου βῶλος χρησιμεύει τῆ χαλκευτικῆ
τέχνῃ καὶ ἀκατέργαστος ἄκμων γενομένη τοῦ τεχνιτεύοντος. Ἀλλ’ ὅταν
δέῃ πρός τι λεπτότερον μετεργασθναι τὸν σίδηρον, τότε δι’ ἐπιμελείας
τὴν βῶλον τοῦ πυρὸς ἐκκαθάραντος, ἅπαν ἀποτίθεται τὸ γεῶδες καὶ
ἄχρηστον, ὃ δὴ σκωρίαν οἱ τεχνῖται τς ἐργασίας ταύτης κατονομάζουσι,
καὶ οὕτως ὁ ποτὲ ἄκμων λεπτουργηθεὶς ἥ θώραξ ἥ ἄλλο τι τῶν λεπτῶν
κατασκευασμάτων ἐγένετο τοῦ τοιούτου περιττώματος ἐκκαθαρθεὶς διὰ
τς χωνείας, ὅπερ ἕως ὅτε ἄκμων ἦν οὐκ ἐνομίζετο πρὸς τὴν τότε χρείαν
εἶναι περίττωμα. υνετέλει γάρ τι καὶ ἡ σκωρία πρὸς τὸν ὄγκον τοῦ
σιδήρου ἐγκαταμεμιγμένη τῆ βώλῳ. Εἰ δὴ νενόηται ἡμῖν τὸ ὑπόδειγμα,
μετακτέον ἤδη πρὸς τὸ προκείμενον νόημα τὴν ἐν τ ὑποδείγματι
θεωρηθεῖσαν διάνοιαν.
Σί οὖν ἐστι τοῦτο; Πολλὰς ἔχει νῦν σκωριωδεῖς ποιότητας ἡ τοῦ σώματος
φύσις, αἳ κατὰ μὲν τὴν παροῦσαν ζωὴν πρός τι χρήσιμον συντελοῦσιν,
ἀχρήστως δὲ παντάπασι καὶ ἀλλοτρίως ἔχουσι πρὸς τὴν μετὰ ταῦτα
προσδοκωμένην μακαριότητα. Ὅπερ οὖν ἐν τ πυρὶ περὶ τὸν σίδηρον
γίνεται τὸ ἄχρηστον ἅπαν τς χωνείας ἀποποιούσης,
así también mediante la muerte se purifica al cuerpo, quitándose todo
residuo por la disolución del cadáver.
19 En efecto, para los que reflexionan es completamente evidente cuáles son las
cosas de las que al final el cuerpo se purifica, las que si no estuvieran
presentes en nuestra condición actual supondrían un perjuicio para esta
vida. No obstante, y en favor de nuestra claridad, hablaremos brevemente.
67
Cf. Epístola a los Efesios, cap. VI, vv. 13-17: διὰ τοῦτο ἀναλάβετε τὴν πανοπλίαν τοῦ Θεοῦ ἵνα
δυνηθτε ἀντιστναι ἐν τῆ ἡμέρᾳ τῆ πονηρᾶ καὶ ἅπαντα κατεργασάμενοι στναι. ττε οὖν
περιζωσάμενοι τὴν ὀσφὺν ὑμῶν ἐν ἀληθείᾳ καὶ ἐνδυσάμενοι τὸν θώρακα τς δικαιοσύνης, καὶ
ὑποδησάμενοι τοὺς πόδας ἐν ἑτοιμασίᾳ τοῦ εὐαγγελίου τς εἰρήνης, ἐπὶ πσιν ἀναλαβόντες
τὸν θυρεὸν τς πίστεως ἐν ᾧ δυνήσεσθε πάντα τὰ βέλη τοῦ πονηροῦ τὰ πεπυρωμένα σβέσαι,
καὶ τὴν περικεφαλαίαν τοῦ σωτηρίου δέξασθε καὶ τὴν μάχαιραν τοῦ Πνεύματος ὅ ἐστιν μα
Θεοῦ (“Por esto, tomad la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, acabando todo,
permanecer firmes. Estad firmes pues ciñéndoos vuestros lomos con la verdad, y vistiéndoos la coraza de la
justicia, y calzándoos los pies con el celo del evangelio de la paz. Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con
el cual podréis apagar todas las flechas encendidas del maligno, y tomad el casco de la salvación, y la espada
del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios”).
τοῦτο διὰ τοῦ θανάτου κατορθοῦται τ σώματι παντὸς περιττώματος
ἀποποιουμένου διὰ τς ἐν τ νεκρότητι λύσεως.
19 Υανερὰ μὲν οὖν ἐστι πάντως τοῖς ἐπεσκεμμένοις ποῖα ταῦτά ἐστιν ὧν
ἀποκαθαίρεται τὸ σῶμα εἰς ὕστερον, ἅπερ εἰ μὴ παρείη κατὰ τὴν
παροῦσαν ζωὴν ζημία γίνεται τοῦ βίου τούτου. Πλὴν ἀλλὰ καὶ παρ’
ἡμῶν σαφηνείας χάριν δι’ ὀλίγων εἰρήσεται.
Ἔστω καθ’ ὑπόθεσιν ἀντὶ μὲν τς βώλου ἡ ὄρεξις ἡ φυσικῶς ἐπὶ πάντων
ἐνεργουμένη, ἀντὶ δὲ τς σκωρίας ταῦτα πρὸς ἃ νῦν τὰς ὁρμὰς ἔχει ἡ
ὄρεξις, ἡδοναὶ καὶ πλοῦτοι καὶ φιλοδοξίαι καὶ δυναστεῖαι καὶ θυμοὶ καὶ
τῦφοι καὶ τὰ τοιαῦτα. Σούτων ἁπάντων καὶ τῶν τοιούτων καθάρσιον
ἀκριβὲς ὁ θάνατος γίνεται· ὧν γυμνωθεῖσά τε καὶ καθαρθεῖσα πάντων ἡ
ὄρεξις πρὸς τὸ μόνον ὀρεκτόν τε καὶ ἐπιθυμητὸν καὶ ἐράσμιον τῆ
ἐνεργείᾳ τραπήσεται, οὐκ ἀποσβέσασα καθόλου τὰς ἐγκειμένας
φυσικῶς ἡμῖν ἐπὶ τὰ τοιαῦτα ὁρμὰς ἀλλὰ πρὸς τὴν ἄυλον τῶν ἀγαθῶν
μετουσίαν μεταποιήσασα. Ἐκεῖ γὰρ ὁ ἔρως τοῦ ἀληθινοῦ κάλλους ὁ
ἄπαυστος, ἐκεῖ ἡ ἐπαινετὴ τῶν τς σοφίας θησαυρῶν πλεονεξία καὶ ἡ
καλή τε καὶ ἀγαθὴ φιλοδοξία ἡ τῆ κοινωνίᾳ τς τοῦ θεοῦ βασιλείας
κατορθουμένη καὶ τὸ καλὸν πάθος τς ἀπληστίας οὐδέποτε κόρῳ τῶν
ὑπερκειμένων πρὸς τὸν ἀγαθὸν πόθον ἐπικοπτόμενον. Οὐκοῦν μαθὼν
ὅτι τοῖς καθήκουσι χρόνοις ὁ τοῦ παντὸς τεχνίτης τὴν τοῦ σώματος
βῶλον εἰς ὅπλον εὐδοκίας μεταχαλκεύσει «θώρακα δικαιοσύνης»,
καθώς φησιν ὁ ἀπόστολος, καὶ «μάχαιραν πνεύματος» καὶ
«περικεφαλαίαν ἐλπίδος» καὶ πσαν τὴν τοῦ θεοῦ «πανοπλίαν»
κατεργασάμενος,
Ama al propio cuerpo conforme a la ley del apóstol, el cual dijo que
“ninguno aborreció el propio cuerpo”.68
68
Epístola a los Efesios, cap. V, vv. 29: οὐδεὶς γάρ ποτε τὴν ἑαυτοῦ σάρκα ἐμίσησεν ἀλλ’ ἐκτρέφει
καὶ θάλπει αὐτήν καθὼς καὶ ὁ Κύριος τὴν ἐκκλησίαν (“Pues nunca nadie odió su propia carne, sino
que la alimenta y la cuida, como también el Señor a la iglesia”).
69
2º Epístola a los Corintios, cap. V, vv. 1: Οἴδαμεν γὰρ ὅτι ἐὰν ἡ ἐπίγειος ἡμῶν οἰκία τοῦ σκήνους
καταλυθῆ οἰκοδομὴν τοῦ Θεοῦ ἔχομεν οἰκίαν ἀχειροποίητον αἰώνιον ἐν τοῖς οὐρανοῖς (“Pues
sabemos que si la morada terrenal de nuestra tienda fuera destruida, tenemos un edificio de Dios, una casa
no hecha de manos, eterna en los cielos”).
70
Epístola a los Efesios, cap. II, vv. 22: ἐν ᾧ καὶ ὑμεῖς συνοικοδομεῖσθε εἰς κατοικητήριον τοῦ Θεοῦ
ἐν Πνεύματι (“En quien también vosotros sois conjuntamente edificados para ser morada de Dios en el
Espíritu”).
71
1º Epístola a los Tesalonicenses, cap. IV, vv. 17: ἔπειτα ἡμεῖς οἱ ζῶντες οἱ περιλειπόμενοι ἅμα σὺν
αὐτοῖς ἁρπαγησόμεθα ἐν νεφέλαις εἰς ἀπάντησιν τοῦ Κυρίου εἰς ἀέρα καὶ οὕτως πάντοτε σὺν
Κυρίῳ ἐσόμεθα (“Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos
arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”).
ἀγάπα τὸ ἴδιον σῶμα κατὰ τὸν τοῦ ἀποστόλου νόμον, ὅς φησιν ὅτι
«οὐδεὶς τὸ ἑαυτοῦ σῶμα ἐμίσησεν».
Mas como no dejáramos agotado del todo el discurso sobre esto, diremos
que la diferencia entre lo masculino y lo femenino no contribuye en nada a
la naturaleza a excepción de la procreación. Hay que admitir una conjetura
en la discusión sobre esto, digna de la alabanza que se debe proclamar al
Dios de todo bien: que la potencia generatriz de la naturaleza se
transmutará al servicio de aquel parto, del cual participó el gran Isaías
cuando dice: “Por el temor de ti, Señor, concebimos, sufrimos dolores de parto y
dimos a luz; realizamos el espíritu de tu salvación sobre la tierra”.73 Si, pues, tal
parto es bueno y la procreación viene a ser causa de salvación, como dijo el
apóstol, jamás cesa de engendrar el espíritu de salvación, aquel que una sola
vez dio a luz mediante tal parto la multiplicación de los bienes en sí mismo.
Pero aun si alguien dijera que en la resurrección permanecerá idéntico otra
vez en nosotros el rasgo distintivo con que hemos sido conformados, no está
al alcance de la inteligencia el suponer si esto será así o diferente. Si alguien
dijese que en la resurrección tendremos la misma apariencia, la razón caerá
en una gran perplejidad,
72
Se refiere a la diferencia de género. Al igual que Orígenes, Gregorio consideró que la división sexual fue
una consecuencia de la caída, necesaria para la continuación de la especie que había devenido en mortal por
el pecado; pero antes de la caída dicha diferenciación no existía en el ser humano sino tan sólo en potencia.
Por ello el Niseno sostiene que el cuerpo glorioso no necesitará de los órganos sexuales, aunque no niega la
posibilidad de que existan aún luego de la resurrección, adaptados a otros fines más elevados.
73
Isaías, cap. XXVI, vv. 18: ἐν γαστρὶ ἐλάβομεν καὶ ὠδινήσαμεν καὶ ἐτέκομεν· πνεῦμα σωτηρίας
σου ἐποιήσαμεν ἐπὶ τς γς< (Concebimos, sufrimos dolores de parto y dimos a luz; el espíritu de tu
salvación realizamos sobre la tierra…).
πρός τι τῶν θειοτέρων συμμετατίθεται· τὸ χρῶμα, τὸ σχμα, ἡ
περιγραφὴ καὶ τὰ καθ’ ἕκαστον πάντα.
74
1º Epístola a los Corintios, cap. XV, vv. 26: ἔσχατος ἐχθρὸς καταργεῖται ὁ θάνατος (“El último
enemigo en ser abolido es la muerte”).
75
Cf. Epístola de Santiago, cap. I, vv. 17: πσα δόσις ἀγαθὴ καὶ πν δώρημα τέλειον ἄνωθέν ἐστιν
καταβαῖνον ἀπὸ τοῦ Πατρὸς τῶν φώτων παρ’ ᾧ οὐκ ἔνι παραλλαγὴ ἥ τροπς ἀποσκίασμα
(“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el que no hay
ningún cambio o sombra de variación”).
τὸν τ σεμν χαρακτρι τς σωφροσύνης καλλωπιζόμενον. Ὥσπερ
τοίνυν κατὰ τὴν ἐνεστῶσαν ζωὴν μορφὴ γίνεται ἡ ποιὰ διάθεσις τς
καρδίας καὶ πρὸς τὸ ἐγκείμενον πάθος τὸ τοῦ ἀνθρώπου εἶδος
ἀπεικονίζεται, οὕτω μοι δοκεῖ πρὸς τὸ θειότερον ὑπαλλαγείσης τς
φύσεως εἰδοποιεῖσθαι διὰ τοῦ ἤθους ὁ ἄνθρωπος οὐκ ἄλλο τι ὢν καὶ
ἄλλο φαινόμενος, ἀλλ’ ὅπερ ἐστὶ τοῦτο καὶ γινωσκόμενος ὡς ὁ σώφρων
ὁ δίκαιος ὁ προς ὁ καθαρὸς ὁ ἀγαπητικὸς ὁ φιλόθεος, καὶ πάλιν ἐν
τούτοις ἥ ὁ ἐν τοῖς πλείοσιν εὑρισκόμενος ἥ ὁ ἐν τδε μὲν ἐλαττούμενος,
πλεονεκτῶν δὲ κατὰ τὸ ἕτερον. Ἐκ τούτων γὰρ καὶ τῶν τοιούτων, τῶν τε
κατὰ τὸ κρεῖττον καὶ τῶν κατὰ τὸ ἐναντίον ἐπιθεωρουμένων ἰδιομάτων,
οἷον εἰς διαφόρους ἰδέας οἱ καθ’ ἕκαστον ἀπ’ ἀλλήλων μερίζονται, ἕως
ἅν τοῦ ἐσχάτου ἐχθροῦ καταργηθέντος, ὥς φησιν ὁ ἀπόστολος, καὶ τς
κακίας καθόλου πάντων τῶν ὄντων ἐξοικισθείσης, ἓν τὸ θεοειδὲς
κάλλος ἐπαστράψῃ τοῖς πσιν, ᾧ κατ’ ἀρχὰς ἐμορφώθημεν. Σοῦτο δέ
ἐστι φῶς καὶ καθαρότης καὶ ἀφθαρσία καὶ ζωὴ καὶ ἀλήθεια καὶ τὰ
τοιαῦτα, οὐδὲ γὰρ ἀπεικός ἐστιν ἡμέρας τέκνα καὶ φωτὸς εἶναί τε καὶ
φαίνεσθαι, φωτὸς δὲ καὶ καθαρότητος καὶ ἀφθαρσίας οὐδεμία
παραλλαγὴ οὐδὲ διαφορὰ πρὸς τὸ ὁμογενὲς εὑρεθήσεται, ἀλλὰ μία
χάρις ἐπιλάμψει τοῖς πσιν, ὅταν υἱοὶ φωτὸς γενόμενοι, λάμψωσιν ὡς ὁ
ἥλιος κατὰ τὴν ἀψευδ τοῦ κυρίου φωνήν. Ἀλλὰ καὶ τὸ πάντας ἔσεσθαι
τετελειωμένους εἰς τὸ ἓν κατὰ τὴν ἐπαγγελίαν τοῦ θεοῦ λόγου τς
αὐτς ἔχεται διανοίας τ μίαν καὶ τὴν αὐτὴν τοῖς πσιν ἐπιφανήσεσθαι
χάριν, ὡς τὴν αὐτὴν εὐφροσύνην ἕκαστον τ πέλας ἀντιχαρίζεσθαι, δι’
οὗ ἕκαστος καὶ εὐφραίνεται τοῦ ἑτέρου τὸ κάλλος βλέπων, καὶ
ἀντευφραίνει μηδεμις κακίας μεταμορφούσης τὸ εἶδος εἰς εἰδεχθ
χαρακτρα».
21 Estas cosas han sido discutidas por nuestra razón, a fin de que nos sea
posible interpretar las palabras de aquellos que han muerto. Y nosotros, con
la palabra del gran Pablo, aconsejaremos a los que están profundamente
afligidos: “No quiero que ignoréis, hermanos, acerca de los que han muerto, para
que no os aflijáis como los demás que no tienen esperanza”.76 Si, pues, algo digno
de atención hemos aprendido acerca de los que han muerto, sobre cuyo
destino reflexionó nuestro discurso, no aceptemos la aflicción innoble y
grosera, pero si aún así es necesario hacer luto prefiramos la aflicción loable
y virtuosa. Igual que el placer es, por un lado, brutal e irracional mas por
otro lado puro y espiritual, así también lo contrario al placer se puede
distinguir en perversión y virtud. Hay una forma de luto estimable y que no
rechaza la adquisición de la virtud, contraria a la tristeza irracional y
grosera. El que se dejó agobiar por esta después se arrepentirá igual que el
que se apartó fuera del límite establecido y fue vencido por la pasión. El luto
estimable conlleva una tristeza que no da motivo para arrepentirse ni
avergonzarse a los que se conducen virtuosamente en la vida. Se aflige
verdaderamente el que tiene conciencia de aquellos bienes de los cuales ha
caído, comparando esta vida caduca y sucia con aquella pura felicidad, la
que poseía antes de contentarse con poseer lo malo. Y cuanto más pesada
hace el luto a esta vida, tanto más se apresura a adquirir los bienes tan
deseados, pues la conciencia de la pérdida del Bien incita a procurar con
diligencia aquello que se desea vivamente.
76
1º Epístola a los Tesalonicenses, cap. IV, vv. 13: Οὐ θέλομεν δὲ ὑμς ἀγνοεῖν, ἀδελφοί, περὶ τῶν
κεκοιμημένων, ἵνα μὴ λυπσθε καθὼς καὶ οἱ λοιποὶ οἱ μὴ ἔχοντες ἐλπίδα (“No queremos que
ignoréis, hermanos, acerca de los que duermen, para que no estéis afligidos como los demás, los que no
tienen esperanza”).
21 Σαῦτα ἡμῖν ὁ νοῦς ὁ ἡμέτερος ἀντὶ τῶν κατοιχομένων διείλεκται τὰς
φωνὰς ἐκείνων ὡς δυνατὸν ἡμῖν ὑποκρινόμενος. Ἡμεῖς δὲ τῆ τοῦ
μεγάλου Παύλου φωνῆ τὴν πρὸς τοὺς βαρυπενθοῦντας συμβουλὴν
περιγράψωμεν ὅτι «Οὐ θέλω ὑμς ἀγνοεῖν, ἀδελφοί, περὶ τῶν
κεκοιμημένων, ἵνα μὴ λυπσθε ὡς καὶ οἱ λοιποὶ οἱ μὴ ἔχοντες ἐλπίδα».
Εἰ οὖν τι μεμαθήκαμεν σπουδς ἄξιον περὶ τῶν κεκοιμηκότων δι’ ὧν
ἡμῖν ὁ λόγος τὰ περὶ τούτων ἐφιλοσόφησε, μηκέτι τὴν δυσγεν ταύτην
καὶ ἀνδραποδώδη λύπην παραδεξώμεθα, ἀλλ’ εἰ χρὴ καὶ λυπεῖσθαι,
ἐκείνην ἑλώμεθα τὴν λύπην τὴν ἐπαινετὴν καὶ ἐνάρετον. Ὡς γὰρ τς
ἡδονς τὸ μέν ἐστι κτηνῶδες καὶ ἄλογον, τὸ δὲ καθαρόν τε καὶ ἄυλον,
οὕτω καὶ τὸ ἀντικείμενον τῆ ἡδονῆ πρὸς κακίαν καὶ ἀρετὴν
διαστέλλεται. Ἔστιν οὖν τι καὶ πένθους εἶδος μακαριζόμενον καὶ πρὸς
κτσιν ἀρετς οὐκ ἀπόβλητον, ὅπερ ἐναντίως ἔχει πρὸς τὴν ἄλογον
ταύτην καὶ ἀνδραποδώδη κατήφειαν. Ὁ μὲν γὰρ ἐν ταύτῃ γενόμενος
ἑαυτοῦ μετὰ ταῦτα διὰ μεταμελείας καθάψεται ὡς ἔξω τοῦ καθεστῶτος
παρενεχθείς, ὅτε τοῦ πάθους ἥττων ἐγένετο. Σὸ δὲ μακαριζόμενον
πένθος ἀμεταμέλητον καὶ ἀνεπαίσχυντον ἔχει τὴν σκυθρωπότητα τοῖς
δι’ αὐτοῦ τὸ ἐν ἀρετῆ κατορθοῦσι βίον. Πενθεῖ γὰρ ὡς ἀληθῶς ὁ ἐν
συναισθήσει τῶν ἀγαθῶν ἐκείνων γενόμενος ὧν ἀποπέπτωκεν,
ἀντιπαραθεὶς τὴν ἐπίκηρον ταύτην καὶ υπῶσαν ζωὴν τῆ ἀκηράτῳ
ἐκείνῃ μακαριότητι, ἧς ἐν ἐξουσίᾳ ἦν πρὶν τῆ ἐξουσίᾳ εἰς κακὸν
ἀποχρήσασθαι, καὶ ὅσῳ πλέον ἐπὶ τ τοιούτῳ βίῳ βαρύνει τὸ πένθος,
τοσούτῳ μλλον ἐπιταχύνει ἑαυτ τὴν τῶν ποθουμένων ἀγαθῶν
κτσιν. Ἡ γὰρ τς τοῦ καλοῦ ζημίας συναίσθησις τς περὶ τὸ
ποθούμενον σπουδς ὑπέκκαυμα γίνεται.
Pues bien, puesto que hay también un luto saludable, según indicó la razón,
sabed, los que os dejáis llevar fácilmente por el sentimiento de aflicción, que
no prohibimos el luto, sino que aconsejamos observar el bueno en lugar del
que se describió. No os aflijáis, pues, con el dolor del mundo que da por
resultado la muerte77, según dijo el apóstol, sino con el que es según Dios,
cuyo fin es la salvación del alma. El llanto derramado a la ligera y sin razón
por los que han muerto viene a ser también un motivo de condena para el
que administra mal lo útil. Si el que creó todo con sabiduría forjó a la
naturaleza con esta disposición la cual, por una parte, es un recurso para
purificarla del mal antes dominante y, por otra, para hacerla partícipe de los
bienes esperados, el que derrama el llanto a la ligera y sin razón será
acusado por su propio señor, según la palabra evangélica, como un mal
administrador que despilfarra sin provecho la riqueza que le fue confiada. 78
Todo lo que contribuye al bien se cuenta entre los tesoros de gran precio. No
quiero pues que ignoréis, hermanos, las cosas que hemos aprendido acerca
de los que han muerto, aún cuando el Espíritu Santo revele a los perfectos
un conocimiento distinto, “para que no os aflijáis como los demás que no tienen
esperanza”. Sólo los incrédulos limitan sus esperanzas a la presente vida, y
por esto consideran la muerte como una desgracia, porque no esperan lo
que nosotros creemos. Nosotros le hemos creído al gran garante de la
resurrección de los muertos, al que es señor de toda la creación, quien no
sólo murió sino también resucitó79, para que la palabra sobre la resurrección
se confirme con los hechos. Tenemos la esperanza indudable de los bienes,
estando presente la cual no tendrá lugar la aflicción por los muertos.
77
Cf. 2º Epístola a los Corintios, cap. VII, vv. 10: ἡ γὰρ κατὰ Θεὸν λύπη μετάνοιαν εἰς σωτηρίαν
ἀμεταμέλητον κατεργάζεται ἡ δὲ τοῦ κόσμου λύπη θάνατος κατεργάζεται (“Pues la aflicción que
es según Dios produce arrepentimiento para salvación, que no da motivos para arrepentirse, pero la
aflicción del mundo produce la muerte”).
78
Cf. la parábola del mayordomo infiel en el Evangelio según San Lucas, cap. XVI, vv. 1-12.
79
Cf. Epístola a los Romanos, cap. XIV, vv. 9: εἰς τοῦτο γὰρ Φριστὸς καὶ ἀπέθανεν καὶ ἀνέσθη καὶ
ἀνεζησεν ἵνα καὶ νεκρῶν καὶ ζώντων κυριεύσῃ (“Pues para esto también murió, resucitó y vivió
Cristo, para que señoree a los muertos y a los vivos”); 2º Epístola a los Corintios, cap. V, vv. 15: καὶ ὑπὲρ
πάντων ἀπέθανεν ἵνα οἱ ζῶντες μηκέτι ἑαυτοῖς ζῶσιν ἀλλὰ τ ὑπὲρ αὐτῶν ἀποθανόντι καὶ
ἐγερθέντι (“Y por todos murió, para que los que viven ya no vivan para sí mismos sino para el que murió y
fue levantado por ellos”); 1º Epístola a los Tesalonicenses, cap. IV, vv. 14: εἰ γὰρ πιστεύομεν ὅτι Ἰησοῦς
ἀπέθανεν καὶ ἀνέσθη οὕτως καὶ ὁ Θεὸς τοὺς κοιμηθέντας διὰ τοῦ Ἰησοῦ ἄξει σὺν αὐτ (“Pues si
creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Él a los que durmieron en Jesús”).
Οὐκοῦν ἐπειδήπερ ἔστιν καὶ σωτήριόν τι πένθος, καθὼς ὁ λόγος
ὑπέδειξεν, ἀκούσατε, οἱ πρὸς τὸ τς λύπης πάθος εὐκόλως
καταφερόμενοι, ὅτι οὐ κωλύομεν τὴν λύπην, ἀλλ’ ἀντὶ τς
κατεγνωσμένης τὴν ἀγαθὴν συμβουλεύομεν. Μὴ λυπεῖσθε τοίνυν τὴν
τοῦ κόσμου λύπην τὴν κατεργαζομένην τὸν θάνατον, καθώς φησιν ὁ
ἀπόστολος, ἀλλὰ τὴν κατὰ θεόν, ἧς τὸ πέρας ἡ τς ψυχς ἐστι σωτηρία.
Σὸ γὰρ εἰκῆ καὶ μάτην τοῖς κεκοιμημένοις ἐπιχεόμενον δάκρυον τάχα
καὶ κατακρίσεως αἴτιον γίνεται τ κακῶς οἰκονομοῦντι τὸ χρήσιμον. Εἰ
γὰρ ἐπὶ τούτῳ τὴν λυπηρὰν ταύτην διάθεσιν ἐνετεκτήνατο τῆ φύσει ὁ
πάντα ἐν σοφίᾳ ποιήσας ἐφ’ ᾧτε καθάρσιον μὲν αὐτὴν εἶναι τς
προκατασχούσης κακίας ἐφόδιον δὲ τς τῶν ἐλπιζομένων ἀγαθῶν
μετουσίας, τάχα ὁ μάτην καὶ ἀνωφελῶς ἐκχέων τὸ δάκρυον
διαβληθήσεται τ ἰδίῳ δεσπότῃ, κατὰ τὸν εὐαγγελικὸν λόγον, ὡς κακὸς
οἰκονόμος διασπείρων ἀχρήστως τὸν πιστευθέντα πλοῦτον. Πν γὰρ τὸ
ἐπ’ ἀγαθ χρησιμεῦον πλοῦτός ἐστι τοῖς τιμίοις τῶν κειμηλίων
ἐναριθμούμενος. Οὐ θέλω οὖν ὑμς ἀγνοεῖν, ἀδελφοί, περὶ τῶν
κεκοιμημένων ταῦτα ἃ μεμαθἠκαμεν, καὶ εἴ τι ἄλλο πρὸς τούτοις παρὰ
τοῦ πνεύματος τοῦ ἁγίου τοῖς τελειοτέροις ἀποκαλύπτεται μάθημα, «ἵνα
μὴ λυπσθε ὡς καὶ οἱ λοιποὶ οἱ μὴ ἔχοντες ἐλπίδα». Μόνων γάρ ἐστι τῶν
ἀπίστων τὸ τ παρόντι βίῳ τὰς τοῦ ζν ἐλπίδας περιορίζειν, καὶ διὰ
τοῦτο συμφορς ἄξιον ποιοῦνται τὸν θάνατον, ὅτι αὐτοῖς τὸ
πιστευόμενον παρ’ ἡμῖν οὐκ ἐλπίζεται. Ἡμεῖς δὲ τ μεγάλῳ ἐγγυητῆ τς
ἐκ νεκρῶν ἀναστάσεως πεπιστευκότες αὐτ τ δεσπότῃ πάσης τς
κτίσεως, ὃς διὰ τοῦτο καὶ ἀπέθανεν καὶ ἀνέστη, ἵνα τ ἔργῳ τὸν περὶ τς
ἀναστάσεως λόγον πιστώσηται, ἀναμφιβόλως ἔχομεν τῶν ἀγαθῶν τὴν
ἐλπίδα, ἧς παρούσης ἡ ἐπὶ τοῖς κατοιχομένοις λύπη χώραν οὐχ ἕξει.
Nuestro Dios y Señor Jesucristo, consolador de los humildes, consolará
vuestros corazones y os sostendrá en su amor por sus misericordias. A Él
sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Ὁ δὲ θεὸς ἡμῶν καὶ κύριος Ἰησοῦς Φριστὸς ὁ παρακαλῶν τοὺς ταπεινοὺς
παρακαλέσει ὑμῶν τὰς καρδίας καὶ στηρίξει εἰς τὴν ἑαυτοῦ ἀγάπην διὰ
τῶν οἰκτιρμῶν αὐτοῦ. Ὅτι αὐτῳ ἡ δόξα εἰς τοὺς αἰῶνας τῶν αἰώνων.
Ἀμήν.