Epistemología, Ética Y Política de La Relación Entre Investigación Y Transformación Social

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EPISTEMOLOGÍA,

ÉTICA Y POLÍTICA
DE LA RELACIÓN
ENTRE INVESTIGACIÓN
Y TRANSFORMACIÓN
SOCIAL

Humberto Cubides C.*


Armando Durán D.* *

Este texto pretende examinar desde una visión panorá- This text seeks to examine, from a panoramic perspective,
mica los complejos problemas de la relación entre investiga- the complex problems in the relation between research and
ción y transformación social, centrándose en tres dimensiones social transformation, centering in three dimensions that allow
que permiten comprender el significado diverso que puede to- to understand the diverse meaning that they can take: the
mar: lo epistemológico, lo ético y lo político. En cada caso, epistemological, the ethical, and the political. In each case, it
explicita algunas problemáticas de su abordaje, estableciendo makes explicit certain problematic in its approach, establishing
un nexo con las otras dos dimensiones. Finalmente, al intro- the links with the other two dimensions. Finally, by introducing
ducir la discusión sobre la noción de “cambio social”, insiste the discussion about “social change”, it insists in the necessity
en la necesidad de crear alternativas al desarrollo convencio- to create alternatives to the conventional development of this
nal desde la aceptación de las diferencias culturales y de las topic from the acceptance of the cultural differences specific
circunstancias propias de nuestros países; en consecuencia, to our countries. In consequence, to overcome an irreflexive
para superar el intervencionismo irreflexivo, los investigado- interventionism, social researchers should compromise in the
res sociales deberían comprometerse con la definición de un definition of a possible future for their regions.
futuro posible para la región.

* Subdirector del Departamento de Investigaciones de la Universidad Central, DIUC, y do-


cente-investigador de su Programa de Comunicación-Educación. E-mail: hcubidesc@ucentral.
edu.co o hjcubidesc@hotmail.com
** Docente-investigador del Programa de Comunicación-Educación de la Universidad Central.
E-mail: barichara72@hotmail.com

10 NÓMADAS
L a relación entre producción
de conocimiento e incidencia en la
menguados por el conocimiento que
se crea?, y 2º. Político, relacionado
no” o “sostenible”?, ¿un cambio pro-
gresivo o atenuado, o la transforma-
realidad desde siempre ha sido un con inquietudes como la siguiente: ción radical o estructural de la
problema central para las institucio- ¿Hasta qué punto ese conocimiento sociedad? En consecuencia, para ter-
nes académicas; sin embargo, este contribuye o no a la posibilidad de minar discutiremos la noción de cam-
tema adquiere particularidades tra- construir una sociedad más democrá- bio o transformación social que se
tándose del saber social y sus tica y más equitativa? (E. Lander, propicia desde diversas perspectivas,
implicaciones en el ámbito de lo pro- de acuerdo con la manera
piamente societal. Es como se comprende la rela-
claro que las ciencias ción entre las dimensiones
sociales surgieron en la epistemológica, ética y polí-
edad moderna tratando tica de la investigación social.
de emular a las ciencias
naturales en cuanto a su
intento de lograr plena Dimensión
“objetividad”, certeza epistemológica
absoluta, la represen-
tación de las entidades Volvamos al primero de
concretas y tangibles los aspectos enunciados. En
desde una perspectiva términos generales, se plan-
operativa para lograr me- tean tres entradas episte-
dirlas, y acudiendo a una mológicas para reconocer
forma de pensar lógico- la producción de conoci-
formal que se confunde miento, que coinciden
con lo propiamente racio- con posiciones distintas
nal, entre otras caracterís- del sujeto investigador (J.
ticas (M. Martínez, 2000). Ibáñez, 1994). La prime-
Este modelo especular que ra, propia del paradigma
había sido aplicado previa- tradicional, sustenta una
mente de manera exitosa en relación unidireccional
la ciencia y la tecnología de entre sujeto y objeto; el
los cuerpos de tamaño inter- sujeto “investigador”
medio, pero no en el mundo mantiene distancia con
submicroscópico ni tampoco lo investigado, se trata
en el mundo macroscópico, de una relación que se
determinó un planteamiento basa en la metáfora de
instrumental y utilitarista en la labor del científico
el abordaje inicial de los fenó- ork, 19 3 8 en el laboratorio con
efe lle r. New Y
menos sociales. Ce ntro Rock su microscopio estu-
diando una especie distinta a éste (su-
Pero en la relación entre 2000). De allí que una indagación a jeto absoluto). La segunda formula
investigación y transformación so- la relación propuesta, tenga que con- una relación interdependiente suje-
cial, a los problemas de orden siderar estos tres aspectos como ejes to-objeto; esta postura frente al co-
epistemológico mencionados (que de análisis; en su conjunto, lo ante- nocimiento evidencia que el sujeto
retomaremos luego), se suman otros rior indudablemente sugiere precisar “investigador” es influenciado por el
dos no menos importantes. 1º. Éti- a qué clase de transformaciones so- objeto “investigado” dado que se le
co, al que se refieren preguntas como: ciales nos referimos: ¿mayor desarro- da valor en el proceso al papel del
¿Qué clase de valores y qué posibili- llo?, ¿qué clase de desarrollo, un contexto (sujeto relativo). La tercera
dades de futuro son alimentados o desarrollo con arandelas: más “huma- entrada hace énfasis en una relación

NÓMADAS 11
sujeto-sujeto; el sujeto “investigador” la del positivismo lógico, dio paso a que impulsa a visibilizar el papel de
le confiere el estatus a lo “investiga- una nueva manera de pensar no solo las ciencias humanas y sociales como
do” de sujeto, lo que implica que el el problema del conocimiento sino agentes del cambio, y al mismo tiem-
proceso de producción de conoci- también a nosotros mismos, nuestra po, como generadoras de compren-
miento es construido por un diálogo relación mutua y la sociedad en ge- sión del cambio.
entre visiones que involucra la par- neral (B. Pearce, 1998); y que de lo
ticipación de éstos como artífices que se trata es del paso de una visión La mencionada crisis del paradig-
principales (sujeto intersubjetivo). contemplativa y pasiva del investi- ma clásico de la modernidad —con
gador a una actitud participante y sus nociones de ciencia, técnica y
Cada una de estas posiciones: activa frente al “objeto” de conoci- racionalidad— ha conllevado la di-
sujeto absoluto, sujeto relativo y su- miento. El interrogante que surge es solución de los principios y funda-
jeto interdependiente, evidencia ¿cuál es la clase de conocimiento que mentos de las ciencias sociales y
posicionamientos diferenciales sobre resulta adecuado para los participan- humanas en lo que tiene que ver con
la investigación y su relación con la tes? Algunos responden que se debe aspectos de sus disposiciones episte-
acción social. Explicitar algunas pro- aspirar a la fronesis, a una inteligen- mológicas: remisión a las causas últi-
blemáticas implícitas en estos cia reflexiva que a cambio de pregun- mas, predictibilidad, verificabilidad,
abordajes contribuiría a allanar pis- tarse por el qué o la substancia objetividad del sujeto consciente,
tas sobre su relación estratégica. verdadera de las cosas aspire a cono- idea de progreso; y a sus disposicio-
cer cómo funcionan éstas y a inte- nes ontológicas mediante las cuales
Es evidente que desde el paradig- grar la teoría con la práctica o la se atribuyen modos del ser humano:
ma tradicional, denominado por reflexión con la acción instaurando el hombre como sujeto de historia;
muchos autores de control, el investi- la praxis. La praxis como dinámica la sociedad basada en la cooperación
gador y la investigación y la solidaridad; las formas
misma tienen un papel de producción y circula-
muy débil, casi nulo, para ción del lenguaje; igual-
un desarrollo deseable al mente de aquello que
conjunto de la sociedad. remite a las parejas: funcio-
Ello por cuanto, de una nes y normas, conflictos y
parte, se maximiza la in- reglas, significaciones y sis-
dependencia de los valo- temas significativos (M.
res de los diversos actores Foucault, 1978).
del carácter de una posi-
ble contribución de la in- Lo anterior permitió la
vestigación al proceso emergencia de al menos dos
político-social (neutrali- nuevas formas de mirada de
dad) y, de otra, porque se lo social: el construccio-
asume como principio el nismo y el contextualismo.
aislamiento: los fenóme- Desde el primero, tomado
nos aunque se relacionan en sentido amplio, el mun-
unos con otros, pueden ser do social se asume como
estudiados independiente- conjunto de actividades
mente (Navarro, 1989). que definen las pautas de
interacción, como juegos
No obstante, son nu- en donde los sujetos se ha-
merosos los filósofos de la cen un lugar; de este modo
ciencia que coinciden en las actividades se estructu-
señalar que la crisis del pa- ran según ciertas reglas de
radigma tradicional, cuya obligatoriedad (B. Pearce,
más acabada expresión es New York, 1934. Foto: Walker Evans 1998). Esta concepción

12 NÓMADAS
formula que todo acto es co-construi- pensamiento globalista, etc.), se bus- puesto de que la investigación está
do a partir de la interacción social ca superar las limitaciones intrínse- mediada por los valores del sujeto
comunicativa con otros; ello supone cas de la epistemología de la investigador y del “objeto” investi-
que la menor unidad de análisis es subjetividad (con su jerarquización gado que interactúan y se comunican.
una tríada de acciones: el acontecer desmedida del saber tácito de una
en función de lo que sucedió previa- conciencia práctica subjetiva y su De manera transitiva, en algu-
mente y de lo que sucederá después; pertrechamiento en una mirada nos casos esta perspectiva sugiere en
una fuerza contextual presente en micro-social del mundo, de las el terreno teórico, y también en el
toda situación, la cual se encuentra interacciones sociales descontex- práctico, que la meta de indagación
prefigurada por las circunstancias vi- tualizadas). Esta epistemología bus- es la crítica y transformación de las
gentes; y, tercera, una fuerza implica- ca articular los esfuerzos indagativos conflictivas estructuras sociales, po-
tiva, esto es, aquello que la acción de una mirada macro-social con los líticas, culturales, económicas, etc.,
realizada implica al contexto. El cons- de una micro-social, a través de la y la necesidad de elaborar la facti-
truccionismo es caracterizado entonces caracterización de la contextualidad bilidad social de posibles vías o cami-
por algunos autores por un “relativis- social situacional o local del obrar y nos de tránsito, particularmente
mo” derivado de realidades construi- accionar de la vida cotidiana y la ca- desde la actual globalización expan-
das en contextos sociales específicos. racterización de la contextualidad sionista excluyente hacia otra “glo-
Esta perspectiva afirma que las perso- social global desde el análisis de las balización solidaria”, mediante la
nas no conocen de verdad sus moti- estructuras de relaciones sociales y de teorización de las experiencias de los
vos, sean éstos razonables o racionales. las instituciones macro, bajo el su- pueblos y países que intentan atenuar
Constituyen sus motivos en las consecuencias extre-
el curso de su interacción, lo mas de la actual sociedad
que implica que las defi- mundial neoliberal (L.
niciones colectivamente Sotolongo, 2000).
compartidas de normas, in-
tereses, hechos, etc., son el La “globalización ex-
resultado de procesos socia- pansionista”, entendida
les. Se habla para que algo como las transformaciones
sea (Eder, 1998). En relación sociales fruto de un con-
con el conocimiento, el junto de procesos que im-
construccionismo sugiere plican la movilización de
que el sujeto asume una ac- recursos económicos y cul-
titud de participante: el pa- turales desde los centros de
saje de la teoría a la praxis poder tradicionales, pare-
con base en una inteligencia ce menguarse por una
reflexiva, para dar respuesta progresiva “globalización
a una nueva estructura física solidaria” como conse-
del mundo social predo- cuencia, entre otros aspec-
minantemente comunica- tos, de la emergencia de
cional; se subraya así el una incipiente estructura
perspectivismo y relativismo social agenciada por los
de todo conocimiento, “nuevos” movimientos so-
pretendidamente objetivo, ciales. Las organizaciones
de la realidad social. y grupos que configuran
estas nuevas formas emer-
Con el contextualismo, gentes de movimientos
en sus diversas versiones sociales actúan en el ám-
(teoría crítica, hermenéuti- bito de la solidaridad con
ca, de la complejidad, del Carro de galletas. New York, 1930 los sectores menos favore-

NÓMADAS 13
Publicidad para el Luna Park. New York, 1930

cidos o marginados de las sociedades, en tres niveles posibles: como ele- cialización de los resultados
por ejemplo, con colectivos que se mento singular, como conjunto investigativos y la apropiación en el
han visto impulsados a emigrar bus- imbricado de relaciones y como ope- análisis y la interpretación de la
cando su supervivencia, mejorar su rador de cambio en el sistema social visión de los individuos y grupos es-
condición de vida o sólo para garan- abierto; tal pauta exige acudir a he- tudiados, unos y otros son transfor-
tizar su seguridad. Estos movimien- rramientas metodológicas que permi- mados (J. Ibáñez, 1988). En el
tos no sólo testimonian sino que en tan tal cobertura. Así mismo, implica proceso de investigación se requiere
muchos casos lideran la movilización la utilización de parámetros de ob- confrontar entonces las interpreta-
social, ya sea porque han alcanzado servación que logren combinar las ciones de primera instancia (emic,
mayor presencia en la esfera pública dimensiones cuantitativas e institui- hechas por el actor a partir de su ex-
o porque los otros movimientos imi- das del fenómeno con las propias de periencia cotidiana), frente a las in-
tan, de forma creciente, en sus for- las relaciones cualitativas que se terpretaciones de segunda instancia
mas reivindicativas e identitarias, a orientan a las transformaciones (etic, realizadas por el investigador,
los movimientos sociales por la soli- instituyentes (A. Davila, 1999). “desde fuera”).
daridad (Ibarra, 1998). Asumiendo
esa perspectiva, uno de los objetivos La producción de nuevo pensa- La actitud reflexiva objetiva
fundamentales en el estudio de estas miento puede abrir cauces a la reali- también podría verse como un suje-
organizaciones es el análisis de cómo dad social de manera que como to “investigador” que antes que tra-
construyen sus discursos para la trans- producto de verse a sí misma como tar de construir las condiciones
formación social y su difusión (Sabu- “objeto” algunos de sus integrantes “artificiales” necesarias para adelan-
cedo, 1998). logren actuar en la perspectiva de tar la investigación, propende por
permitir que dicha realidad se dife- instaurar una interacción dialógica
La pregunta que emerge es la de rencie de ella misma, negando su con éste desde su contexto “real” co-
¿cómo diseñar investigaciones de tal condición. Esto supone asumir una tidiano implicado.
modo que el desarrollo social se en- actitud de reflexividad objetiva, pers-
camine por ciertas direcciones desea- pectiva que atribuye, simultánea- En síntesis, la pregunta por el tipo
bles? Coincidimos que un primer mente, al objeto y sujeto de la de investigación que pueda ayudar a
criterio para considerar es que bajo investigación las mismas condiciones mejorar y cambiar la sociedad puede
la aceptación del principio de com- de posibilidad de su par contrario; ser contestada afirmando que es
plementariedad en el análisis, deter- como consecuencia del “intercambio aquella que se distancia del (los)
minado objeto social sea estudiado de información”, producto de la so- paradigma(s) de control. Es decir, la

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“La reina Cristina”. Teatro Astor, New York, 1930

que acepta fundamentar su diseño en denominar la praxis científica que, to, objeto y vehículo metodológico
la presencia de actores múltiples, superando la concepción “normal” de el investigador –portador de deseos,
contemplando la maximización de la ciencia (Kuhn, 1971) como pro- sentimientos, intenciones, opiniones
una serie de valores en alguna o en greso racional de resolución de pro- e intereses inexistentes en los objetos
todas las partes del sistema, agrupa- blemas, incluye también los aspectos inanimados de la ciencia natural–,
miento cuya elección resulta relevan- éticos. Lo que esta noción problema- suele introducir una serie –variable
te para responder a la pregunta de si tiza tiene que ver con la “aplicación” pero relevante– de sesgos y valores
es cierto o no que las descripciones o simple y mecanicista del conoci- tanto en el proceso de estudio como
“modelamientos” que se realicen so- miento (ciencia aplicada) que se ex- en sus resultados. De este modo, no
bre el mundo social contribuyen a lo tiende hacia otros tipos de praxis se considera como a priori posible y
que los actores se proponen llevar a (como el asesoramiento científico y necesario de la investigación la dis-
cabo dentro de los procesos políticos. técnico). tinción entre la parte de valores in-
Tema que nos adentra en los siguien- dependiente del actor y la parte que
tes puntos. La concepción “normal” de cien- deviene con el proceso mismo de la
cia proviene de las llamadas ciencias interacción.
naturales en donde el ser humano es
Dimensión ética sujeto y no objeto de conocimiento, Desde el punto de vista ético, la
es decir, corresponde a la idea de su- crisis de la razón y del paradigma tra-
Como se ha insinuado, esta línea jeto absoluto presentada anterior- dicional muestra que las nociones
de análisis conduce a preguntar so- mente. Las ciencias humanas y guía de ciencia, técnica y racionali-
bre el sentido de las formas de con- sociales han recibido el influjo de esta dad aparecen como nociones ciegas;
creción de la reflexión y acción social perspectiva y han introducido otras hace también crisis, el supuesto éti-
de las comunidades del conocimien- posturas de relacionamiento (sujeto co conforme al cual las sociedades
to (comunidades que dialogan con relativo, sujeto intersubjetivo) en pueden y deben ser racionalmente
saberes académicos, empíricos, esté- donde el ser humano es sujeto y fundadas en orden a una única fina-
ticos, religiosos, entre otros). Funto- objeto de conocimiento y, además, lidad, que en este caso es traducida
wicz y Ravetz1 (1999) han acuñado parte integral del método del inves- en lógica de la dominación y deviene
el término de ciencia pasnormal para tigador. En esta triple faceta de suje- en un orden racionalizador que es-

NÓMADAS 15
tigmatiza y excluye como irracional este tema requiere de su incorpora- teamiento y la resolución conjunta
y no verdadero todo lo que se resiste ción en la investigación y análisis entre investigadores e investigados de
a ser encerrado en ese orden, es de- teórico como un factor clave de la ciertos problemas sociales. Ante el
cir, todo lo singular, contingente, el realidad social. Pero esto no siempre interrogante de cómo puede ser apo-
arte, la pasión, etc. (M. Téllez, 1995). sucede desde algunos enfoques que yado el cambio social desde la inves-
acuden a conceptos mucho más di- tigación, puede afirmarse que siempre
Es evidente que intervención so- fusos; por el contrario, las posiciones y cuando se disponga de medios fia-
cial y producción de conocimiento que se autodefinen como de indaga- bles de argumentación en los que
están interconectadas gracias a exista la oportunidad para los
las temáticas y enfoques que diversos actores de utilizar re-
subyacen a ambos ámbitos, lo cursos acordes a sus propios va-
cual obliga a un posicionamien- lores, sin que se impida su uso
to respecto de diversos aspectos por parte de otros, la investiga-
en donde están implicados de- ción puede convertirse en un
terminados valores e ideales de factor importante de transfor-
futuro. La intervención social, mación. No obstante, en mu-
como actividad práctica, mu- chas ocasiones, ésta no es la
chas veces requiere integrar perspectiva que se adopta pues
analítica y operativamente la se parte de un sobredimen-
información obtenida desde una sionamiento del saber especia-
multiplicidad de enfoques; pers- lizado, del papel del experto, y
pectiva opuesta, en algunos de las posibilidades de los
casos, a los supuestos metodoló- métodos de las disciplinas cien-
gicos de algunas teorías. Igual- tíficas, aparentemente más ri-
mente, debido a la complejidad gurosos. Se trata, en cambio, de
y multisectorialidad de los temas comprender que desde hace
sociales y a la dificultad de su cierto tiempo el conocimiento
abordaje integral desde una es- ha dejado de ser dominio ex-
pecialidad científica o profesio- clusivo de los intelectuales y sus
nal, la intervención práctica herederos (investigadores, “in-
requiere adoptar la multidis- Lionel Hampton en el xilófono. New York, 1930 genieros sociales” o “analistas
ciplinariedad, entendida como simbólicos”) y se ha converti-
esfuerzo analítico e interventivo con- ción crítica apuntan a reconocer los do en un medio común y en un im-
junto. La conciencia de la pluralidad efectos de la investigación en el sis- portante dispositivo mediante el cual
y diversidad psicológica y social pue- tema macro, con lo cual contribuyen las sociedades se organizan, cambian
de generar problemas de coherencia a mantener en la vida social el enfo- y se adaptan a las nuevas circunstan-
en los puntos de vista y en los intere- que de la realidad de la dominación, cias históricas.
ses de las áreas de estudio selec- la distribución del poder y las des-
cionadas lo cual demanda en la igualdades sociales. Conocimiento que se expresa en
práctica atender problemas de sínte- las creencias sociales compartidas que
sis e integración. Finalmente, se acepta que el fac- configuran el sentido común de los
tor de la participación, el diálogo y individuos el cual es fruto de la
Por otra parte, el asunto del po- negociación social es definitivo en interacción social y de la influencia
der es un aspecto para tener en cuen- cualquier programa de intervención pasada y presente de distintas co-
ta en cualquier acción social, al social, pues éstos se enfrentan al sur- rrientes de pensamiento, ideologías,
mismo nivel que otros aspectos ra- gimiento de conflictos y divergencias etc. Al respecto, Gramsci afirma “el
cionales que se contemplan como los entre los distintos actores, siendo sentido común no es algo rígido e
de evaluación, planificación, resolu- necesario entonces un espacio de inamovible, sino que está continua-
ción de problemas, etc.; por tanto, ampliación democrática en el plan- mente transformándose, enrique-

16 NÓMADAS
ciéndose con las ideas científicas y vos. En relación con esto, Manuel deberán –desde las diferentes visio-
con las opiniones filosóficas que han Castells afirma que lo característico nes de realidad–, manejar e integrar
entrado en la vida ordinaria” de los movimientos sociales y proyec- en la práctica. Un principio para te-
(Sabucedo, 1998). tos culturales construidos en torno a ner en cuenta es que no se puede eli-
identidades en la era de la informa- minar la subjetividad y los valores de
La necesidad de crear alternati- ción es que no se originan dentro de la ciencia y de sus usos técnicos; habría,
vas al desarrollo convencional por vía instituciones predominantes de la so- en cambio, que esforzarse en hacerlos
de la defensa de la diferencia cultu- ciedad civil. Introducen, desde el explícitos, sea para intentar controlar-
ral implica visibilizar los procesos de principio, una lógica social alterna- los, para observar su aportación al re-
construcción de identidad colectiva. tiva, distinta a los principios de ac- sultado final de la actividad o para
La identidad colectiva como proce- tuación en torno a los cuales se erigen utilizarlos provechosamente en la ac-
so se distancia de aquella concepción las instituciones dominantes de la ción social. Con esta orientación, el
que la considera como algo unitario sociedad (Castells,1997). investigador asume mayor libertad
y coherente. Según Benjamín de elección de un curso de acción o
Tejerina (1998), la identidad colec- En síntesis, la cuestión que pre- de un método determinado pero, pa-
tiva tiene tres elementos constituti- senta este apartado no es si la in- ralelamente, mayor es la respon-
vos. En primer lugar, supone la vestigación y la proyección social sabilidad (personal, jurídica y
presencia de aspectos cognitivos que que realizan las ciencias humanas y profesional) por las consecuencias de
se refieren a una definición sobre los sociales contienen o no valores e su proceder y por el valor social de los
fines, medios y el ámbito de la ac- ideología, sino la necesidad de in- resultados de sus investigaciones.
ción colectiva. En segundo lugar, dagar qué valores concretos concu-
hace referencia a una red de relacio- rren en cada proceso y situación,
nes entre actores que comunican, in- cuál es su papel y cómo se podrán, y Dimensión política
fluencian, interactúan,
negocian entre sí y adop- En la relación entre in-
tan decisiones. En tercer vestigación y transforma-
lugar, requiere cierto gra- ción social esta dimensión
do de implicación emocio- se presenta diferencial-
nal, posibilitando a los mente según la perspectiva
actores sentirse parte de que se asuma de esta no-
un “nosotros” (Tejerina, ción. De algunas orienta-
1998). Desde este plantea- ciones, sobre todo de corte
miento se hace visible la di- positivista, se infiere un ca-
mensión construccionista rácter neutral o apolítico de
de la acción colectiva. la investigación. Posturas
de este tipo se basan en la
Seguir el rastro de los concepción clásica de la
movimientos sociales des- ciencia, en la idea de que
de este enfoque de la ac- el sujeto perturba el cono-
ción colectiva que presta cimiento, por tanto para
atención a los aspectos tener una visión objetiva es
simbólicos y culturales necesario excluir, “borrar”,
(también presentes en el al sujeto (Schnitman,
proceso de movilización 1995). Esta elisión se hizo
colectiva) impulsa una inevitable en la medida en
forma “novedosa” de re- que obedecía al paradigma
novación de los valores cartesiano: el mundo de la
sociales que la moderni- cientificidad es el mundo
dad erige como exclusi- Séptima Avenida. Midtown, New York, 1933 del objeto, y el mundo de

NÓMADAS 17
la subjetividad es el mun- versalidad conceptual rea-
do de la filosofía, de la re- lizada en nombre de la ra-
flexión. Ambos dominios zón, así como el conjunto
quedaban legitimados, normativo o institucional
pero eran mutuamente que la establece; esto im-
excluyentes: el sujeto me- plica marcar una frontera
tafísico no integrable den- en la investigación social
tro de la concepción entre aquello que conside-
científica y la objetividad ramos con valor y sentido
científica no integrable para el bienestar de la so-
dentro de la concepción ciedad, y en particular para
metafísica del sujeto. la mayoría excluida y
desprotegida, y el “otro”
Concepciones críticas conocimiento que mera-
a la anterior invitan a mente posee valor econó-
visibilizar los referentes de mico aprovechable por
la dimensión política del unos cuantos.
ser humano, consideración
insustituible para dar sen- Desde un análisis más
tido a la reflexión y acción concreto, puede afirmarse
social desarrollada desde la que en la época de glo-
investigación y en su pro- balización que se vive ac-
yección social. Chantal tualmente, y en particular
Mouffe (1999) plantea una por efecto de la globali-
sugestiva distinción entre zación económica en don-
las nociones de “lo polí- de la realidad económica y
Estación Central. New York, 1930
tico” y “la política”; con- social en general es contro-
frontando el liberalismo lada por el mercado, el
clásico, esta autora define “lo políti- Lo anterior supone aceptar que conocimiento tiende también a ser
co” como la dimensión antagónica la investigación social, como toda orientado, valorado y monopolizado
inherente a toda sociedad humana, práctica humana, es parcial y limita- desde los intereses de esta dimensión,
antagonismo que puede tomar formas da, debido a que en ella es imposible hasta el punto de que el Estado ha
muy diferentes y que puede situarse distinguir claramente entre objetivi- perdido la capacidad de definir las po-
en relaciones sociales diversas. En dad y poder. Si se admite que aquello líticas de investigación e incluso de
contraste “la política” se toma como que se denomina “exterior constitu- fiscalizar el saber que se produce des-
algo referido al conjunto de prácti- tivo” es lo que permite establecer un de la universidad, pues ésta se con-
cas, discursos e instituciones que bus- consenso, tras del cual existe siem- vierte, más bien, en una máquina
can establecer un cierto orden y pre un acto de exclusión, en el saber productora de conocimientos
organizar la vida social en condicio- social nunca podrá existir entonces mercantilizados puestos al servicio
nes que siempre están sujetas, de un acuerdo “racional” totalmente del capital global (Castro-Gómez y
manera potencial, al conflicto, pre- inclusivo, entre otras razones porque Guardiola, 2002).
cisamente porque se ven afectadas hay que preguntarse siempre quién
por la dimensión de “lo político”. decide qué es y qué no es razonable: Hace una década todavía se du-
Desde esta perspectiva, la política la demarcación de este límite es com- daba de que la tendencia por buscar
puede ser vista como un intento de pletamente política, resultado de un que las investigaciones conllevaran
pacificar lo político, se refiere a la acto de hegemonía (Mouffe, 1999). su aplicación directa en la realidad,
instalación y encarnación del orden La democracia científica precisa por en lo que se llamó la ingenieria polí-
y las prácticas sedimentadas por de- tanto, tener la posibilidad de cues- tica y social, tuviera consecuencias
terminada sociedad (Slater, 2001)2. tionar cualquier pretensión de uni- sobre el carácter crítico de los resul-

18 NÓMADAS
tados de la investigación y sobre el sobre la ciencia: posible o efectiva de- De manera semejante, los orga-
tipo de estudios que se desarrollaban gradación de su calidad y relevancia, nismos internacionales que orientan
para ajustarse a la demanda del Esta- dispersión en un conjunto inconexo la ciencia y la educación inciden en
do o las organizaciones privadas. Des- de tecnociencias (Alan Rush, citado la definición de las agendas investi-
tacando la participación de un por González, 2002). Los problemas gativas al diagnosticar los problemas
nuevo tipo de “analista simbólico” en de financiamiento, por efecto del do- sociales que requieren respuestas in-
los procesos de organización social, se minio del capital privado en las acti- mediatas e incluso el tipo de estu-
insistía en que lo fundamental del tra- vidades de conocimiento (que impone dios que daría solución “más eficaz
bajo científico radicaba en la acción áreas de interés privilegiado, tipo de y menos costosa” a la formulación
de explicar el mundo social en orden proyectos apoyados, instancias de con- que de ellos se hace. En este senti-
de transformarlo (J. Brunner, 1992). trol, exigencias de rentabilidad, etc.), do, se busca afinar la “pertinencia”
Sin embargo, lo que ha pasado recien- han alcanzado a distorsionar las fun- de la investigación en ciencias so-
temente con la investigación social ciones básicas de la universidad, in- ciales y la especialización para la
muestra una situación aparentemente cluso de las estatales, pues tienden a toma de decisiones; concretamente,
antagónica: en contraste con los adaptarse a un desempeño válido para en términos de definiciones para la
espectaculares logros de la ciencia y obtener recursos económicos priva- formulación de políticas públicas, se
la tecnología, los males sociales y la dos, transformándose, poco a poco, en plantea el tipo de proyectos a desa-
capacidad de la ciencia de actuar por empresas productivas3. rrollar y las condiciones mediante
el bien común, principal- las cuales éstos tendrían
mente por los más necesita- mayor posibilidad de inci-
dos, resultan impactantes dir en la definición de di-
(V. González, 2002). chas políticas4.

Una lista comprensiva Particularmente, la


sobre las recientes tenden- contradicción implícita,
cias verificadas de la cien- señalada especialmente por
cia y la tecnología es S. Zizek, en el concepto
reveladora. Sobre las ins- actual de “propiedad” del
tituciones: reducción de la conocimiento –cuando és-
inversión estatal en educa- te es por naturaleza indife-
ción y ciencia, creciente rente a su propagación, es
influencia del capital pri- decir, que su difusión y uso
vado en la fijación de sus no lo desgastan– conduce a
políticas y transformación la paradoja de que el capi-
de las universidades que su- talismo global tenga que
peditan el desarrollo de las acudir a estrategias extre-
ciencias básicas al de las mas para “sostener la econo-
aplicadas; sobre los cien- mía de escasez en la esfera del
tíficos: dispersión de su conocimiento” y así evitar el
trabajo en empresas de in- riesgo de que el conoci-
vestigación que se tornan miento desborde el marco
herméticas, privatización y de la propiedad privada y
secreto de sus hallazgos, las relaciones mercantiles
competencia individua- (S. Zisek, 2001). En el
lista, diferenciación jerár- probable evento de que
quica entre científicos un dispositivo tecnológi-
administradores y científi- co –producido solamente
cos rasos, negación del in- por una empresa– unifique
tercambio disciplinario; Central Park. New York, 1930 la multitud de medios de

NÓMADAS 19
comunicación, la mayor expresión de transculturación entre dominantes y ta y del individualismo voluntarista;
este riesgo sería “la de que un único dominados; enfatizar las relaciones y aceptar el carácter central de la ima-
agente, al margen del control públi- complejas que definen el encuentro gen en la configuración de las rela-
co, domine la estructura comunica- entre el imperio y los subalternos de- ciones entre economía y cultura lo
cional básica de nuestras vidas y de jando atrás interpretaciones discur- cual permite trascender los supuestos
tal modo, en cierto sentido, sea más sivistas y textualistas; superar las teóricos y epistemológicos que impi-
fuerte que cualquier gobierno”5. posiciones que establecen dicotomías den acercar los estudios sociales y cul-
entre los agentes y las estructuras de turales al problema central de la
La dimensión política expresada dominación y elaborar modelos de ideología y las posibilidades de
en este problema implica repensar transformación social que se coloquen empoderamiento de los agentes espe-
(en el lenguaje de Wallerstein más allá del determinismo colectivis- cializados de la producción cultural
impensar) los mapas cognitivos, los
imaginarios culturales hegemónicos
y los paradigmas que enmarcan la
investigación en ciencias sociales
(Castro Gómez y Guardiola, 2000).
Superar el eurocentrismo de los para-
digmas de la modernidad, los cuales
se han orientado a sustentar el go-
bierno de las poblaciones mediante
el sometimiento del tiempo y el cuer-
po de los individuos a las normas
definidas y legitimadas por las disci-
plinas del conocimiento, implica
redefinir el proceso de institucionali-
zación, jerarquización y disciplinari-
zación de las ciencias sociales,
especialmente en las universidades.

Específicamente, se plantea que


en América Latina se hace necesario
franquear la división del trabajo teó-
rico por la cual las ciencias sociales
tradicionales producen conocimien-
to orientado a la transformación de la
realidad (abordando las temáticas del
desarrollo, la dependencia, la relación
entre Estado y democracia, etc.) en
tanto que las humanidades y los estu-
dios de la cultura producen saberes no
traducibles a acciones o políticas. En
esa perspectiva, se ha propuesto un
conjunto de aspectos clave para res-
ponder al desafío de la tarea de rees-
tructuración de las disciplinas sociales.
Entre ellos se sugiere superar las limi-
taciones tanto de los enfoques
economicistas como de los cultura-
listas; entender los procesos de

20 NÓMADAS
(Castro-Gómez y Guardiola, 2000). nomía política se adentra claramen- la autoridad académica, aceptando el
De este planteamiento se deriva la te en el campo de la cultura, y ésta, a ingreso a la universidad de saberes
exigencia de implementar políticas de su vez, se erige en el marco de refe- que cruzan la construcción de obje-
conocimiento que cambien las con- rencia del sistema de producción y tos con la formación de sujetos. Se
diciones de las instituciones académi- reproducción social. Se pone de pre- trata entonces de aceptar la con-
cas y permitan abrir sus estructuras a sente así la discusión que se ha dado flictualidad política e ideológica del
la comprensión de un mundo cada vez sobre la necesidad de renovar la re- saber de los estudios culturales (N.
más global y complejo. flexión sobre teoría y crítica de la Richard, 2001). No obstante, se afir-
cultura en América Latina, en la ma que a ello se opone la emergen-
El posicionamiento anterior par- perspectiva de democratizar el cono- cia en nuestro contexto de un
te de aceptar el hecho de que la eco- cimiento y pluralizar las fronteras de discurso metropolitano de la otredad
y de la diferencia mediante el cual se
llama a representarse o dejarse repre-
sentar de acuerdo con una economía
de sentido que traza una frontera y
jerarquía entre teoría y práctica, co-
nocimiento y realidad, discurso y ex-
periencia, mediaciones e inmediatez,
etc. Resolver esta situación obliga a
realizar un ejercicio que supere la di-
ferencia diferenciada para ser una dife-
rencia diferenciadora.

A pesar de que los denominados


“estudios culturales” surgieron com-
binando pluridisciplinariedad con
transculturalidad, al intentar ampliar
y diversificar la comprensión de lo
cultural, ni éstos ni la crítica cultu-
ral resuelven la pregunta de cómo
superar las tensiones entre trabajo
académico y práctica social, “entre
la delimitada interioridad de la pro-
fesión universitaria y los bordes de
intervención extra-disciplinarios a
partir de los cuales ampliar social-
mente la crítica a los ordenamientos
burocráticos y mercantiles del
neocapitalismo” (N. Richard, 2001).
Se plantea en consecuencia que los
estudios culturales y también la crí-
tica cultural pueden quedar reducidos
a simples máquinas de conocimien-
to que marcan cambios de relación
entre las disciplinas intelectuales,
pero sin afectar la trama de las
interrelaciones cotidianas entre
socialidad, política y cultura que tras-
New York, 1930 cienden el mundo de la academia.

NÓMADAS 21
La comprensión pecto determinante: el de
del cambio o la las diferencias culturales.
transformación Estas encarnan posibilida-
social des de transformar las po-
líticas de representación,
La noción de crisis en- es decir, de renovar la vida
vuelve la idea misma de de- social misma, cuestión
sarrollo, la cual hizo del que resulta clave al mo-
progreso inexorable e irre- mento de definir concre-
versible hacia lo mejor la tamente las políticas de
certeza dogmática y articu- investigación y de proyec-
ladora de los procesos de ción social de la univer-
legitimación social, certe- sidad. Ante la necesidad
za articulada a las nociones de crear alternativas al
de ciencia y razón de la mo- desarrollo convencional
dernidad. Frente a esta si- muchos grupos sociales en
tuación, diversos autores el mundo acuden a la
pertenecientes a lo que defensa de la diferencia
puede llamarse una co- “Please, help us”. New York, 1930 cultural como fuerza trans-
rriente alternativa, han formadora que permite
realizado un trabajo relativamente concretas desde los grupos subalter- valorar las necesidades y oportuni-
coherente que reivindica el conoci- nos. Para Hooks (Escobar, 1996), dades económicas, más allá de la ga-
miento local, el rol de los movimien- sólo un intercambio significativo nancia y el mercado, y a la defensa
tos de base y el poder popular en la entre el investigador y la gente “so- de lo local como prerrequisito para
transformación del desarrollo, plan- bre la que se escribe” asegurará que articularse con lo global sin caer en
teando, simultáneamente, una mira- los trabajos investigativos sean un la simple modernización. Esto obliga
da crítica a los discursos científicos espacio que permita la “interven- a examinar de nuevo las complejas
establecidos e interesándose por el ción” crítica. relaciones entre cultura y economía
problema de la cultura. que se presentan en contextos como
La llamada crisis de los regímenes el nuestro.
En relación con este asunto, Artu- de representación del Tercer Mundo
ro Escobar plantea dos preguntas requiere desde este punto de vista El conocimiento social que
orientadoras: ¿dónde se halla lo “al- nuevas teorías y estrategias de inves- atienda a la transformación social
ternativo”?, ¿qué instancias debemos tigación, pero se hace necesario supe- con responsabilidad ya no ha de ali-
interrogar acerca de su relación con rar una actitud de intervencionismo mentar el sueño de certezas finales.
posibles prácticas alternativas? Su irreflexivo el cual se sustenta en la Más aún, somos conscientes de que
punto de partida es una reinterpreta- creencia de que los estudiosos pueden los seres humanos no pueden esca-
ción crítica de la modernidad latinoa- “liberar” a los otros; igualmente aban- par a las consecuencias inesperadas
mericana; el concepto de hibridación donar el hecho de ignorar completa- de su acción. No obstante, nunca
que retoma implica una recreación mente el rol del intelectual en la vida se deja de formular hipótesis y pro-
cultural que puede o no ser (re)inscrita social: que el investigador mismo re- ducir visiones de futuro para así
en constelaciones hegemónicas (A. flexione, por tanto, cómo resuelve en orientar la acción social. Los inves-
Escobar, 1996). El proceso alternati- la práctica la relación teoría-práctica tigadores sociales no pueden eludir
vo, tal como se formula, supone el reto y cuál es su compromiso más allá del su responsabilidad de definir un
de ver la teoría como un conjunto de ámbito académico, cuál es su verda- posible futuro. En este sentido, la
formas de conocimiento en disputa, dera “proyección social”6. reivindicación del conocimiento
originadas en diversas matrices cultu- social es parte importante del es-
rales y, al mismo tiempo, lograr que En el fondo de la investigación fuerzo para construirlo (Melucci,
esa teoría promueva intervenciones de alternativas se encuentra otro as- 1998).

22 NÓMADAS
CASTRO-GÓMEZ, Santiago y GUAR- KUHN, Tomás, La estructura de las revolu-
Citas DIOLA, Oscar, “Geopolíticas del cono- ciones científicas, México, Fondo de la
cimiento o el desafío de “impensar” las Cultura Económica, 1971.
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1 Citado por Alipio Sánchez en: “La éti- LANDER, Edgardo, “¿Conocimiento para
en: CASTRO-GÓMEZ, Santiago (ed.),
ca de la intervención social”, Buenos Ai- qué? ¿Conocimiento para quién?”, en:
La reestructuración de las ciencias sociales
res, Paidós, 1999. CASTRO-GÓMEZ, Santiago (ed.), La
en América Latina, Bogotá, Instituto
PENSAR, 2000, pp. XXI-XLII. reestructuración de las ciencias sociales en
2 La política tiene su propio espacio pú- América Latina, Bogotá, Instituto PEN-
blico, es el campo de los intercambios _______________ y _______________, SAR, 2000, pp. 49-70.
entre los partidos políticos, de los asun- “Globalización, universidad y conoci-
tos parlamentarios y gubernamentales, mientos subalternos: desafíos para la MARTÍNEZ M. Miguel, “El proceso de nues-
de las elecciones y la representación, y supervivencia cultural, en: Revista Nó- tro conocer postula un nuevo paradig-
en general, del tipo de actividades, prác- madas, No. 16, Bogotá, Universidad ma epistémico”, en RELEA, Revista La-
ticas y procedimientos que tienen lugar Central -DIUC-, abril de 2002, pp. 205- tinoamericana de Estudios Avanzados, No.
en los escenarios institucionales del sis- 211. 11, mayo-agosto de 2000, Ediciones
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como lo propuso Ardite (1994) puede CASTELLS, Manuel, La era de la información:
ser más eficazmente considerado como economía, sociedad y cultura, Volumen III, MELUCCI, Alberto, “La experiencia indi-
un tipo de relación que se puede desa- Barcelona, Alianza Editorial, 1997. vidual y los temas globales en una so-
rrollar en cualquier área de lo social, sin ciedad planetaria, en: IBARRA, Pedro,
importar que permanezca o no dentro DÁVILA, Andrés, “Las perspectivas meto- Los movimientos sociales; transformacio-
del recinto institucional de “la políti- dológicas cualitativa y cuantitativa en nes políticas y cambio cultural, Madrid, Ed.
ca”. Lo político es, por tanto, un movi- las ciencias sociales: debate teórico e Trotta, 1998.
miento vivo, un tipo de “magma de vo- implicaciones praxeológicas”, en: DEL-
GADO, J. y GUTIÉRREZ, J. Métodos y MOUFFE, Chantal, El retorno de lo político.
luntades en conflicto” o antagonismos, Comunidad, ciudadanía, pluralismo, de-
es móvil y ubicuo, sobrepasa pero tam- técnicas cualitativas de investigación en
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bién subvierte los lugares y ataduras
Ed. Síntesis, 1999, pp. 69-83. 1999.
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EDER, Klaus. “La institucionalización de la NAVARRO, Pablo, “Tipos de sistemas re-
3 Una comprensión más amplia de estos flexivos”, en: Nuevos avances de la in-
acción colectiva”, en: IBARRA, Pedro,
problemas puede hacerse revisando el vestigación social. La investigación social
interesante artículo de Víctor González Los movimientos sociales; transformacio-
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Mundo, Bogotá, Ed. Norma S.A., 1996. PEARCE, W. Barnett, “Nuevos modelos y
4 Tal es el caso del Programa MOST (Ma- metáforas comunicacionales:el pasaje de
nagement of Social Transformations) de _______________ , “El lugar de la naturale- la teoría a la praxis, del objetivismo al
la Unesco, centrado en tres aspectos que za y la naturaleza del lugar: ¿globali- construccionismo social y de la represen-
se han definido como prioritarios de las zación o postdesarrollo?, en: LANDER, tación a la reflexividad, en: SCHNIT-
transformaciones sociales vigentes: la Edgardo, La colonialidad del saber. MAN, Dora Fried, Nuevos paradigmas,
multiculturalidad, la gobernabilidad y el Eurocentrismo y ciencias sociales, Méxi- cultura y subjetividad, Buenos Aires,
desarrollo urbano, y los efectos de la co, CLACSO, 2000, pp. 113-159. Paidós, 1998, pp. 265-283.
mundialización. En torno a esto, véase
la agenda de la reciente reunión reali- _______________ , Política cultural & cul-
RICHARD, Nelly, “Globalización académi-
zada en Santo Domingo: “De la investi- tura política, Madrid, Taurus, 2001.
ca, estudios culturales y crítica latinoa-
gación social a la transformación social”. FOUCAULT, Michel, Las palabras y las co- mericana, en: MATO, Daniel (Comp.),
sas, México, Ed. Siglo XXI, 1978. Estudios latinoamericanos sobre cultura y
5 En su análisis de la economía política de transformaciones sociales en tiempos de
la cultura, Slavon Zizek se refiere en este GONZÁLEZ BARBONE, Víctor “La cien-
globalización, Buenos Aires, CLACSO,
caso a la figura de Bill Gates y su empresa cia vendida”, http://www/iie.fing.edu.
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Ed. Siglo XXI, 1994. alternativo”, en: IBARRA, Pedro, Los
6 Este último planteamiento lo introduce
Jorge Huergo en el ensayo que también movimientos sociales; transformaciones
____________, “Cuantitativo/cualitativo”, políticas y cambio cultural, Madrid, Ed.
hace parte de esta edición de Nómadas. en: Nuevos avances de la investigación Trotta, 1998.
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orden, Revista Anthropos, Serie Suple- SÁNCHEZ, Alipio, La ética de la interven-
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Edward Hopper

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