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Septiembre del 2020.

Desde las montañas del suroeste antioqueño

Dirigido a:
ADMINISTRACIONES MUNICIPALES, PERSONERÍAS MUNICIPALES Y COORDINACIONES DE
JUVENTUD DEL SUROESTE ANTIOQUEÑO

Asunto:
Manifiesto público de jóvenes del suroeste antioqueño frente a casos de violencia en nuestro
país y subregión

Somos jóvenes de diferentes municipios del suroeste de Antioquia pertenecientes a diversos


espacios de participación, nos hemos unido para alzar nuestra voz ante ustedes como instituciones,
medios de comunicación y ciudadanía en general, frente a los casos de violencia que se han
presentado a lo largo de este año en nuestro país y subregión. Creemos que es un privilegio hacer
parte de los grupos y procesos a los que pertenecemos y queremos que esto no sea un privilegio
sino un derecho de cada joven de nuestra región, así como el derecho de vivir.

Es por eso que presentamos nuestro contexto para solicitar apoyo y sugerir con mucho respeto
acciones concretas. Como jóvenes estamos gritando todas y todos: YA BASTA; y no solo a la
violencia sino también a las palabras y discursos políticos que desde la institucionalidad dicen “¡los
apoyamos!”, pero no hacen nada para cambiar esta realidad, necesitamos que esas palabras estén
acompañadas de acciones en nuestro territorio para que nuestro futuro no sea trazado por la
violencia.

La subregión del suroeste está ubicada en un corredor estratégico entre el Valle de Aburrá y el
Chocó, no solo somos un paso obligado para el progreso de estas regiones, sino que los grupos
organizados al margen de la ley han centrado su accionar con las rentas del narcotráfico y/o
microtráfico, en los 9 municipios de la Provincia del San Juan, tal y como manifestó la Defensoría
del Pueblo en su Alerta Temprana 044 del 28 de agosto de 2020.

Así como la Defensoría del Pueblo lanza su alerta temprana sobre el posible recrudecimiento de
violencia en la región a causa del narcotráfico y/o microtráfico, nosotros como jóvenes defensores
del territorio y teniendo en cuenta la experiencia de otras regiones del país, tenemos miedo de que
proyectos mineros en la región sean un medio de llegada de otras violencias. Amamos nuestras
montañas y las defenderemos con el argumento de la palabra, pero tememos enfrentarnos a
grandes multinacionales que tienen convenios firmados con la fuerza pública para defender sus
propios intereses.

Este año hemos sido testigos de seis masacres que han azotado nuestra región, específicamente
en los municipios de Salgar, Ciudad Bolívar, Andes, Venecia y Jericó, donde se ha visto afectada la
integridad, e incluso la vida de nosotros como jóvenes. Estos asesinatos, según la información
encontrada en análisis realizados por medios de comunicación como el Periódico El Suroeste, se
han dado por relaciones de criminalidad y redes de narcotráfico y/o microtráfico. Y aunque estas
masacres no se pueden aludir a una sola causa, creemos que hay una que las podría cobijar a
todas: la falta de oportunidades y de presencia institucional en poblaciones vulnerables.

Como jóvenes conocedores de este contexto, la población joven y nuestro territorio, nos permitimos
solicitar y sugerir de manera respetuosa, acciones y guías para evitar el aumento de estos hechos
desesperanzadores en nuestra subregión:

1-Necesitamos que las ​Administraciones Municipales y demás instituciones, garanticen a


través de acciones concretas el respeto y cumplimiento de los derechos fundamentales de
cada vida de nuestro territorio, y especialmente la de niños, niñas, adolescentes y jóvenes que se
encuentran en situación de vulnerabilidad ante las problemáticas enunciadas.

2- ​Consideramos fundamental revisa​r ​la inversión de recursos públicos en los aspectos


involucrados con la problemática de orden público: seguridad, educación y juventud. ¿Los
proyectos e iniciativas que se desarrollan con estos recursos, realmente están respondiendo a las
necesidades, sentires, contextos e intereses de quienes habitan el territorio, en especial de quienes
se encuentran en situaciones de vulnerabilidad?

3- ​Las nuevas estrategias que se planteen en vía de mejorar esta situación y la condición de
cada joven de la región, deben ser encaminadas, teniendo como base y guía, el contexto que
tenemos actualmente. Además, teniendo en cuenta la voz y participación activa de los jóvenes
mismos para el diseño, planeación e intervención de dichas estrategias. No queremos proyectos y
actividades que sean pensadas desde las oficinas y escritorios, lejos de la realidad y de la población
afectada.

4- ​Creemos que la solución a esta problemática de orden público no debe ser únicamente el
castigo y el ejercicio de la fuerza pública. Atrapar a jóvenes involucrados en estas redes de
criminalidad y narcotráfico, y ampliar la presencia de fuerzas armadas en los municipios, no ataca
de raíz esta problemática en el presente ni garantiza una mejora en futuros próximos. Una solución
eficiente debe contemplar factores como la educación, el entorno familiar, el acompañamiento
psicosocial, y sobretodo, la amplitud de ofertas y oportunidades de aprovechamiento del tiempo
libre y la construcción del proyecto de vida de cada una y uno de las y los jóvenes. Esta solución
puede ser bien contemplada a través de políticas públicas y planes de desarrollo dirigidas por
personal apto y capacitado en puestos de prestación de servicio al público como un coordinador o
coordinadora de juventudes y cercanos a sus funciones.

5- ​Promover y fortalecer los procesos y escenarios de participación juvenil también es


apostarle a combatir la problemática de violencia, drogadicción, orden público y
microtráfico. Invitamos a que desde la institucionalidad no se dejen de realizar acciones en aras de
promover la participación juvenil desde sus diferentes escenarios, sino que por el contrario, se
refuercen para garantizar mayor participación.

6- Sugerimos que se traten con mayor tranquilidad y cercanía temáticas como el consumo de
drogas, que se han mezclado en nuestros discursos con la violencia y la criminalidad como
si una cosa determinara la otra​. Necesitamos que los jóvenes que habitan zonas de microtráfico
generen reflexiones distintas en relación con su necesidad o gusto al consumo de drogas.
Necesitamos presentar la opción del consumo no problemático y responsable sin tabúes, ni
estereotipos dañinos, ni campañas de rehabilitación sin estudios pertinentes del caso. Hablemos sin
miedo a los consumidores activos no problemáticos, sobre las leyes de autocultivo y el consumo
mínimo, y sobre que el referente de consumo del barrio no es el único referente a seguir. Esta sería
una forma de responder a las y los jóvenes problematizados por la compra y venta en redes de
microtráfico, acompañando también con herramientas para identificar cuándo el consumo se vuelve
un problema, y cuáles son las consecuencias del consumo en su salud y en su entorno familiar y
social.

7- ​A la ciudadanía, autoridades e instituciones, solicitamos por favor que desde sus


discursos no motiven la justificación de la muerte​. Hablar de que la violencia toca solamente a
quienes se lo merecen, es ignorar las realidades de quienes no han decidido hacer lo que hacen o
incluso pensar como piensan. Las palabras, entonces, tienen el poder de dividirnos más en un
contexto en donde ya estamos muy divididos, y además, tienen el poder de alejarnos más de las
poblaciones que debemos intervenir, abrazar, acompañar; y de las que de por sí, ya estamos muy
alejados. Ante las voces de muchas y muchos, incluso de quienes nos representan, nos dividimos
en jóvenes buenos y jóvenes malos, en muertes buenas y muertes malas, como si cualquiera, en
la compleja e inesperada selección natural del nacimiento, no hubiese tenido que ocupar cualquier
cuna en cualquier realidad y como si esta realidad, ya viniera marcada con un cómo, un por qué y
un dónde.

8- Sabemos que la Policía Nacional y en general la fuerza pública se encarga del orden público en
nuestros municipios, y esta labor en muchos casos se lleva a cabo con responsabilidad y
transparencia, sin embargo, no desconocemos que también han existido casos de negligencia y
corrupción en esta gran institución a lo largo de la historia. Por lo tanto, solicitamos que desde
cada institucionalidad también se haga un seguimiento a los protocolos y acciones que son
llevadas por la fuerza pública​, para que por ningún motivo, denigren los derechos fundamentales
y las garantías de cada joven y ciudadano con el que se tenga contacto en esta situación de orden
público.

9-Tenemos conocimiento de la creación de algunos espacios interdisciplinarios creados a favor de


disminuir la violencia en nuestro territorio, lo que es algo que celebramos, y por lo tanto, también
solicitamos seguimiento y veeduría para el cumplimiento de funciones y acciones por parte
de estos espacios interdisciplinarios y las personas que lo componen.

10-Por último, y no menos importante, ​exigimos que se haga un seguimiento e investigación


con transparencia y rigurosidad a estas masacres ocurridas en el territorio, con el fin de
saber exactamente desde qué agrupaciones, fuerzas armadas o individuos se están
dirigiendo estas intervenciones. ​Teniendo en cuenta las relaciones que pueden tener estos
hechos con los cambios estructurales que está teniendo nuestro territorio, que lo hacen un lugar de
interés para la construcción de megaproyectos, y que en nuestro histórico nacional, han sido
imanes de violencia que involucran incluso, a la fuerza pública local.
Es importante para nosotras y nosotros que este manifiesto sea de conocimiento público, que se
junten sentires, pero también, se aclare que existe la disposición de nuestra parte para discutir
estas propuestas y declaraciones en los diferentes municipios, ya que así como solicitamos
acciones, nosotros también nos comprometemos a ese accionar. Esperamos, desde las diferentes
instituciones, una respuesta, y desde las administraciones, la creación de un comité veedor, una
mesa de trabajo, una estrategia o una acción concreta para revisar y hacer seguimiento a este
problema de orden público, con un mismo propósito: trabajar por la juventud, la vida y la posibilidad
de acceso a las oportunidades.

Las respuestas, apreciaciones o percepciones serán recibidas mediante este correo:


suroestejoven@gmail.com

Atentamente, jóvenes de los 23 municipios del Suroeste Antioqueño: ​Amagá, Andes, Angelópolis,
Betania, Betulia, Ciudad Bolívar, Caramanta, Concordia, Fredonia, Hispania, Jardín, Jericó,
La Pintada, Montebello, Pueblorrico, Salgar, Santa Bárbara, Támesis, Tarso, Titiribí, Urrao,
Valparaíso y Venecia.

Nombre Documento de Municipio Firma


identidad

Daniel Ortega Sanmartín 1007539103 Amagá

Jhon Sebastián Rendón 1027887850 Andes


Ardila

Julieta Pareja Quiroz 1000311084 Angelópolis

Juan Fernando Hincapié 1013558785 Betania


Perez

Angie Mayurledy Muñoz 1007102861 Betulia


Jiménez

Juan Carlos González 1000205986 Ciudad


Bolívar
Camila Patiño Quiroz 1001560604 Caramanta

Isabella Posada Restrepo 1000408945 Concordia

Yesenny Alejandra Perez 1007310507 Fredonia


Soto

Juan José Rodríguez Osorio 1001634129 Hispania

Sergio Calderón Bustamante 1001395935 Jardín

Maria José Cano Espinosa 1001517809 Jericó

Jaqueline Villada Cárdenas 1001545676 La Pintada

Carlos Alonso López Garzón 1000305079 Montebello

Paulina Martínez Toro 1002064727 Pueblorrico

Keydy Yurledy Muñoz Pino 1001660635 Salgar

Maria Camila Cuervo Rendón 1001687423 Santa


Bárbara

Camila Henao Cardona 1023622263 Támesis


Jorge Pulgarin Restrepo 1039420770 Tarso

Ana María Rojas Bolivar 1000100583 Titiribí

Yerly Dahiana Serna Serna 1001763624 Urrao

Cristian Teran Saldarriaga 1041611367 Valparaíso

Daniela Zapata Agudelo 1002126850 Venecia

Anexo voluntario de más datos y firmas de personas que apoyan este manifiesto desde su localidad:
Anexos:

Este manifiesto también fue dirigido a la Defensoría del pueblo departamental, la Gerencia de infancia,
adolescencia y juventud, Programa Jóvenes por la vida-Antioquia Joven, Provincia Cartama, Provincia
San Juan, Provincia Sinifaná, medios de comunicación locales y regionales, y fundaciones e
instituciones con influencia en la subregión del Suroeste.

Para la escritura de este manifiesto consultamos fuentes como artículos periodísticos y leyes
que deben ser tenidas en consideración. Estos artículos son:

-La ‘Oficina’ y ‘Gaitanistas’ afectan la vida cotidiana en el Suroeste antioqueño/ 29 de agosto de


2020/ verdadabierta.com.

-Mucho más que una masacre/ 25 de agosto del 2020/ Periódico El Suroeste.

-Convenios entre Anglogold Ashanti y la Fuerza Pública en el suroeste antioqueño/ 12 de agosto


del 2020/ Colombia Informa.

-LEY ESTATUTARIA 1622 DE 2013/ abril 29/Por medio de la cual se expide el estatuto de
ciudadanía juvenil y se dictan otras disposiciones/ CONGRESO DE COLOMBIA.

-Artículo 2.​ Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad
general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la
Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida
económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional,
mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.

-Artículo 45.​ El adolescente tiene derecho a la protección y a la formación integral. El Estado y


la sociedad garantizan la participación activa de los jóvenes en los organismos públicos y privados
que tengan a cargo la protección, educación y progreso de la juventud.

-Artículo 311.​ Al municipio como entidad fundamental de la división político-administrativa del


Estado le corresponde prestar los servicios públicos que determine la ley, construir las obras que
demande el progreso local, ordenar el desarrollo de su territorio, promover la participación
comunitaria, el mejoramiento social y cultural de sus habitantes y cumplir las demás funciones que
le asignen la Constitución y las leyes.

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