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ENSAYO

PREVENCIÓN DEL DELITO

Ma. Alejandra García Delgadillo


7MO CUATRIMESTRE CRIMINOLOGIA UNIVER CD GUZMAN  
INTRODUCCIÓN
En el ámbito de la seguridad ciudadana, ante la criminalidad y violencia generadas
y poco controladas en el país, se ha tenido la necesidad de contenerlas y
reducirlas. Con esa justificación se ha creado la Prevención del Delito; que,
lamentablemente, después de analizar las estadísticas de los delitos cometidos,
lugares frecuentes, modus operandi, entre otras cosas, trata de visualizar posibles
acciones futuras para que no se vuelvan a consumar.

Actualmente, diversas organizaciones en los tres niveles de gobierno se han


interesado por crear programas, proyectos y leyes que sirvan para la prevención
del delito. Está claro que es amplia la tipificación de los delitos; sin embargo, se
han enfocado por los que consideran que tienen mayor relevancia a nivel social,
como lo son: las extorciones telefónicas, conducir en estado de ebriedad, violencia
familiar, etc.
DESARROLLO
¿Qué es la Prevención del Delito?

Por definición la palabra prevención significa: medidas y acciones dispuestas con


anticipación con el fin de evitar o impedir que se presente un fenómeno peligroso
para reducir sus efectos sobre la población. Esto aunado a la definición jurídica de
la palabra delito que se precisa como: una conducta, acción u omisión típica
(tipificada por la ley), antijurídica (contraria a Derecho), culpable y punible. Supone
una conducta infraccional del Derecho penal, es decir, una acción u omisión
tipificada y penada por la ley.

Pero no sólo se trata simplemente de prevenir, se tiene que identificar causas y


factores para prevenirlas:

- Intervención primaria: Se refiere a la reducción de probabilidades de que la


población se involucre en hechos violentos o criminales.

- Intervención secundaria: Está dirigida a población con alto riesgo a cometer


hechos delictivos.

- Intervención terciaria: Atiende a víctimas y responsables de hechos delictivos y


comprende todo el sistema judicial y penitenciario.

Cada entidad conoce las debilidades de su territorio, trabajan de manera conjunta


a nivel federal, pero se enfocan en los problemas específicos que padece su
territorio.

En México, en los últimos años, ha habido grandes cambios en el sistema de


seguridad pública: se emitió una nueva Ley de Seguridad (Ley General del
Sistema Nacional de Seguridad Pública, enero 2009) y el pasado 24 de enero de
2012 se emitió también la Ley General para la Prevención Social de la Violencia y
la Delincuencia, que son un conjunto de políticas públicas, programas y acciones
orientadas a reducir factores de riesgo que favorezcan la generación de violencia y
delincuencia, así como combatir las distintas causas y factores que la generan.

Se han conformado nuevas instituciones y mecanismos de colaboración en todos


los niveles de gobierno y en especial de prevención social, como la Red Nacional
de Municipios por la Seguridad y Convivencia Ciudadana; se han impulsado
nuevos instrumentos políticos como la Declaratoria de la Red Nacional de
Municipios y programas de financiamiento hacia los estados y municipios para su
política de seguridad, con un componente importante dirigido a financiar
estrategias de prevención social del delito que está a cargo del subsidio para la
seguridad de municipios.

Se está consciente de que la “violencia” existe, y existe en cada una de las


poblaciones del país, pero lamentablemente, los proyectos o programas que se
han creado, muchas veces no van dirigidos hacia las personas correctas, o con
mayor vulnerabilidad para delinquir.

Por eso es importante manejar diversos programas, para los diferentes lugares en
los que interactúa una persona, como lo son: la casa, escuela, barrio o colonia y
comunidad.

El país tiene carencias, en la distribución desigual de sus recursos públicos, falta


de infraestructura comunitaria, ocupación irregular del suelo urbano, la creciente
disponibilidad de estupefacientes, bebidas alcohólicas y armas de fuego; pero
sobre todo carencias económicas, como la falta de empleo, que se ven reflejadas
en toda su población, y esto a su vez en los grupos más necesitados y carentes de
recursos para subsistir, como lo son los jóvenes; puesto que estos no tienen las
herramientas ni las oportunidades suficientes para poder emanciparse por
completo.

Se dice mucho que es ahí cuando la delincuencia (en especial, la delincuencia


organizada) se aprovecha de ese sector vulnerable de la población, y es cierto, los
jóvenes cuentan con los requisitos necesarios para llevar a cabo ese tipo de
“trabajos fáciles”, puesto que tienen la necesidad y energía suficiente para salir
adelante, pero lo hacen transgrediendo las leyes.

Es por eso que varias organizaciones gubernamentales y no gubernamentales han


detectado ese problema, y sus modelos de prevención están dirigidos a niños y
jóvenes; tratando de distraer y compensar carencias que en sus hogares pudiesen
existir; mediante, talleres manuales, programas culturales, actividades deportivas y
becas de apoyo o escolares.

Con ayuda de estas actividades y empleándolas de manera adecuada en los


lugares que se podrían considerar como la “raíz” del problema, de forma
constante, la prevención del delito seria total.

El enfoque de estudio de la criminalística, es después de la consumación de un


posible delito.

Gracias a los medios de comunicación la gente está al día con lo que sucede a su
alrededor, pero no analiza completamente la situación, se quedan con la
información a medias, o que proporcionan medios de comunicación considerados
como amarillistas.

Con ayuda de los casos que se trabajan día a día en servicios periciales, se podría
colaborar para crear programas de impacto para la prevención del delito. Que nos
permitiría mostrar la “otra cara de la moneda”, proyectar con esos casos, que las
consecuencias de realizar conductas consideradas como delitos son en su
mayoría mortales.

Por otro lado la criminalística nos sería útil, para orientarnos en cifras acerca de
cuáles son las conductas más predominantes en las que las personas se
encuentran involucradas. Así como tener una media filiación de estas.
CONCLUSIÓN
"Es mejor prevenir que curar", dice el sabio dicho popular.
La seguridad pública es un bien que nos involucra a todos como ciudadanos, y es
importante estar consciente que no sólo depende del gobierno la prevención
social, que es la población su más grande apoyo, puesto que nosotros influimos
en decisiones y acciones que realiza el estado. Donde los beneficios indirectos de
una buena prevención del delito, serian oportunidades, bienestar y tranquilidad
para sus habitantes.

Por ejemplo, el camino elegido por los que combaten la droga, la pobreza, la
marginación social, etc. Se supone que estas son las causas del delito, entonces
se las enfrenta a través de la prevención social. La segunda alternativa incluye
medidas tales como una mayor iluminación, la modificación del paisaje urbano
para hacerlo más seguro, la instalación de alarmas, etc. Se trata de la prevención
situacional-ambiental.

Todos somos responsables de evitar que sucedan hechos delictivos. No pasa lo


mismo con la represión, que es un ámbito exclusivo del Estado. De alguna
manera, los ciudadanos pueden hacer algo para controlar la inseguridad.

La responsabilidad de prevenir es del Estado, pero también de la ciudadanía.


Desde nuestro puesto, todos podemos hacer frente a la inseguridad.

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