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TEMA 1: ANTROPOLOGÍA, ETNOLOGÍA Y ETNOGRAFÍA.

ESCUELAS TEÓRICAS E
INSTITUCIONALIZACIÓN ACADÉMICA DE LA DISCIPLINA

PROBLEMAS DE DEFINICIÓN. A lo largo de la historia de la disciplina ha variado el


significado de los términos, creando gran confusión por la dificultad de definir su propio objeto de
estudio, cuya evolución va pareja al proceso de institucionalización. La preferencia por adoptar el
término de etnografía, etnología o antropología responde a preocupaciones teóricas definidas por
situaciones de la disciplina en Europa y EEUU.
La escuela anglosajona adoptó el término antropología social para diferenciarse de la etnología por
la vinculación de ésta con la antropología física y teorías evolucionistas. La escuela francesa ha
seguido mantenido el término etnología. En un primer momento, la etnología era concebida por esta
escuela como una ciencia comparativa y a partir de los años 60, se retoma la etnología como
sinónimo de antropología, con la intención de diferenciarse de la sociología. A partir de esta
acepción de la escuela francesa de “etnología” como procedimiento teórico y metodológico de
comparación y, a pesar de los problemas y limitaciones del método comparativo, es posible explicar
algo acerca de la diversidad cultural.

ETNOLOGÍA
Como prolongación de la etnografía, representa el primer paso para la síntesis de la
investigación. En un sentido amplio, la etnología cubre el aspecto teórico de la antropología. Trata
de explicar cómo difieren o se asemejan las culturas aportando hipótesis de las regularidades
culturales observadas por comparación y generalización. Estas explicaciones se emplean para
formular nuevas hipótesis de investigación, pero no es sólo el estudio comparado de etnografías, ni
las conclusiones de un compendio de conocimientos. Es una actitud reflexiva y crítica, gracias a la
cual propone nuevas fórmulas más adecuadas para explicar. En la evolución de la etnología ha
tratado de minimizar el sesgo etnocéntrico de los modelos comparativos de explicación. Por tanto,
la etnología y su proceso comparativo es mas bien un planteamiento de cómo mirar para poder
describir lo observado. Es una parte crucial del conocimiento antropológico, incluso a veces se
equiparan el procedimiento antropológico y el de la comparación.
La escuela anglosajona abandonó el término etnología por la vinculación que veían con teorías
evolucionistas y el excesivo enfoque historicista y especulativo en la reconstrucción del pasado. La
etnología concebida por esta escuela como ciencia histórica nos dice qué cosas han ocurrido o
pudieron ocurrir pero no cómo y por qué ocurrieron. Esta escuela, con Radliffe-Brown como
principal representante, propone el estudio inductivo de los hechos culturales. Según esta corriente,
todos los fenómenos están sujetos a leyes naturales y, por tanto, es posible descubrirlas y demostrar
leyes generales. La esencia de la inducción es la generalización, mediante la cual, un hecho
particular es el ejemplo de una regla general. Este estudio inductivo de los fenómenos culturales es
lo que denominan antropología. En definitiva, la acepción de etnología corresponde a la
denominación de antropología social y cultural de los anglosajones.

ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL


La calificación de social para denominar a la antropología fue adoptada por los británicos, la
escuela americana prefirió denominarla cultural. La antropología social, vinculada a la escuela
estructural-funcionalista, se centra en el estudio de la organización social y de las instituciones.
Plantea que todos los aspectos (político, económico, religioso, etc.) no se pueden estudiar por
separado; se interesa por los roles sociales dentro del grupo, por las relaciones sociales y como éstas
contribuyen mantener la estructura social. La antropología cultural, protagonizada por Boas,
creador de la antropología norteamericana, siguió una serie de corrientes como el materialismo
cultural, la ecología cultural, etc. Sus seguidores no se interesan por las formas de interacción
social, sino en las creencias, valores y técnicas que garantizan la continuidad de las relaciones.
“...deseamos descubrir las razones por las que existen las costumbres y creencias, descubrir la
historia de su desarrollo,…” (F. Boas)
La antropología cultural se centra más en la transmisión cultural y busca una percepción más
dinámica. Ambas corrientes tienen intereses complementarios sobre distintas facetas de la actividad
humana. Así una familia, por ej. puede ser analizada como estructura, conjunto de roles, (punto de
vista social organizativo) o desde los valores y tradiciones que explican cómo se desarrollan los
roles de la sociedad en conjunto. Ambos puntos de vista deben ser tenidos en cuenta en una
comprensión holística de la sociedad.
Cuando se emplea el término de antropología (social o cultural) es para referirse a la última etapa
del procedimiento de investigación, a la síntesis y conclusiones de la etnografía y etnología. De
manera que los tres conceptos son en realidad 3 etapas de la misma investigación y no se pueden
excluir. Actualmente, por la influencia anglosajona, parece haber un acuerdo en que el término
antropología social y cultural es el que mejor caracteriza los 3 momentos de la investigación. No
obstante, la acepción de etnología continua empleándose en la terminología administrativa de la
disciplina en la enseñanza universitaria. Se trata más bien de una delimitación analítica, pues en la
práctica no es tan estricta y en todas las etapas de la investigación se realiza algo de las otras fases.

TEMA 1: UN SIGLO DE ANTROPOLOGÍA ESPAÑOLA. Aguirre, A.


Se establecen 5 etapas para ordenar la producción antropológica de la última etapa “periodo
regionalista”.
1.2. PRELUDIOS
Viajeros y naturalistas. El costumbrismo del s.XVIII y el romanticismo del XIX aumentan el
interés exotista de ingleses, franceses y otros sobre España. Es un “turismo primitivo” y crea
literatura descriptiva (discutible) sobre geografía y costumbres, refiriéndose al atraso y la pobreza
por un lado, y al “carácter y personalidad” por otro.
Médicos y naturistas. En el s.XIX la antropología física con influencia francesa, es cultivada por
médicos y naturalistas. La actual distinción entre antropología física y cultural, no era tan clara
entonces. Antropología se refería a la física y etnología a la cultural, que para los naturalistas era la
ciencia complementaria de la antropología.
Se pueden distinguir 3 periodos: El primero puede considerarse un tanteo, publicaciones sueltas
con ideas de la antropología francesa y carencia de institucionalización; a partir de 1865 se
institucionaliza con la fundación de la Sociedad Antropológica Española. La actividad se redujo a
reuniones y discusiones hasta 1868 que se produce una apertura ideológica. En 1874 se crea la
Revista de Antropología, en 1881, el Museo Antropológico y en 1883, la Revista de Antropología
Moderna.
En Barcelona, la corriente de “medicina antropológica” provocó reacción en medios católicos
conservadores. El ambiente naturalista fue creado por médicos naturalistas que habían estudiado en
Francia o que estaban en contacto con los movimientos culturales franceses, pero no tuvieron
mucho impacto. Muchos de estos naturalistas se refugiaron en Museos y Ateneos, éstos
constituyeron un puente entre una escolástica medieval y una universidad que aún no había nacido.
Otro movimiento para universitario fue la Institución Libre de Enseñanza, fundada en 1876 con
objeto de promover la enseñanza de la ciencia y modernizar España, el cual tuvo gran influencia en
la antropología española. Sus miembros marcados por la filosofía Krausista, habían pertenecido a
los círculos de naturistas y a las Sociedades Antropológicas y tenían intenciones renovadoras y
pedagógicas. Los temas de antropología pedagógica, médica y psicológica y criminal eran un
ejemplo.
2.2. LOS FOLCLORISTAS HASTA 1900
La historia del folclore en España a partir de 1981 podría tener 2 capítulos: uno el de las regiones
con movimientos naturalistas, con Sevilla como epicentro que influye en Extremadura, Madrid y
Canarias; y otro el de las regiones con movimientos basados en la lengua y la tradición oral,
Galicia, País Vasco, Cataluña y Levante. Ambos movimientos coexistían pero había orientaciones
predominantes.
El movimiento folclorista de Sevilla y Madrid es más positivista, más ligado a los naturalistas que a
los poetas. El de los pueblos del Norte y el Levante, está vinculado a la visión poético-romántica de
la tradición oral. No obstante, el conocimiento mutuo era bastante amplio.
El “Folk-Lore” español. Antonio Machado y Álvarez, puede ser el promotor de los estudios
científicos del folclore en España. Funda El Flolk-Lore Español, con la actividad principal de
elaborar cuestionarios, suponiendo para España el inicio de la etnografía moderna, científica por su
metodología naturalista y académica por su desarrollo en ambientes ateneístas parauniversitarios. El
floclorismo naturalista, ideológicamente, se articuló en una forma de pensar liberal, positivista y
políticamente, españolista.
El regionalismo folclorista. Los pueblos del norte, con tradición medieval, encontraron en el
historicismo romántico una forma de recuperar la identidad. La lengua como diferenciador étnico
privilegiado hace que los estudiosos del folclore sigan las líneas de investigación del movimiento
filológico alemán, centrándose en la cultura material y en la tradición oral del romancero y de la
épica nacional.
Para los folcloristas del historicismo romántico la cultura popular rural es incontaminada y
portadora de los valores eternos del pueblo. Lo que hay que investigar es esta cultura popular rural,
la identidad cultural tradicional como forma ideológica y política de afirmación colectiva y
nacionalista.
El movimiento folclorista de finales de S.XIX es el triunfo de la etnografía particularista con
intenciones etnohistóricas. Tanto los de formación naturalista como de formación histórico-literaria,
estaban interesados más en recuperar datos y hechos concretos, que en construir teorías. El
investigador del folclore estaba inmerso en la vivencia de la cultura y la sentía como una totalidad.
El estudio del folclore era para unos poder analizar científicamente la cultura popular secular, para
poder comprendernos mejor; para otros, lo importante era retener el tiempo y luchar contra una
modernidad disolvente de la cultura tradicional. El liberalismo era progresista y el regionalismo,
conservador y antievolucionista.
1.3. MODERNISTAS Y NOUCENTISTAS
El modernismo: movimiento estético (literario, pictórico, escultórico, musical,…) que aparece en
1884 y dura hasta 1912 aprox. Tiene una implantación urbana en los núcleos industriales,
patrocinado por la burguesía. Representa la entrada de las corrientes culturales francesas.
El Novecientismo: movimiento cultural liderado en Madrid por Ortega Gasset, Marañón y otros.
Retoma el Regeneracionismo de la Generación del 98, el impulso del Modernismo y el propugnado
por los krausistas. Es un movimiento ecléctico de modernización y cientifización. No trata de
rechazar el pasado, sino de comprenderlo científicamente, de dialogar con otras culturas e ideas.
Encuestas y Naturalismo, noucentrismo en Madrid. Con la muerte de Machado y Álvarez, de la
ILE en el ateneo de Madrid y del reflorecimiento de los estudios antropobiológicos, Madrid se
transforma en un núcleo de investigación antropológica en 2 direcciones complementarias: la
antropología física y la etnología. En 1885 se inaugura una Cátedra Libre de Antropología. Destaca
el vínculo ente estudios de antropología y la naciente sociología. Los médicos naturalistas
trabajaron a su vez en la antropología criminal. Destacan también los estudios antropológicos de
derecho consuetudinario. La Sección de Ciencias Morales y Políticas del Ateneo de Madrid
organiza un cuestionario en el campo de las costumbres populares y en los tres hechos más
importantes e la vida: el nacimiento, el matrimonio y la muerte. Se envió a maestros, médicos,
sacerdotes y juristas. Tuvo más valor emblemático que efectivo, sirviendo de ejemplo para muchos
cuestionarios posteriores.
Novecientismo regionalista: El desinterés universitario por la cultura regional hace que en las
regiones del Norte se produzcan movimientos y se creen instituciones parauniversitarias.
El novecientismo vasco en antropología está vinculado a la creación de la Sociedad de Estudios
Vascos (1918). Aranzadi comienza los estudios de etnografía vasca, realizando como etnógrafo el
ritual de los “tres meses de verano”. En Galicia, el movimiento Irmandades de Fala (1916-1918) se
considera una expresión del Resurximiento, un puente hacia el noucentismo. El Centro de Estudios
Asturianos vehiculará en este periodo los trabajos antropológicos en Asturias.
Conclusión. El modernismo como corriente cultural antropológica no construyó una ruptura
epistemológica y necesitó del novecientismo para llevarla a cabo. En el periodo desde el final de la I
Guerra Mundial hasta la dictadura de Primo de Rivera (1917-1923) se articula la corriente
renovadora “novecientista”, que recoge los afanes europeizantes del Modernismo, el
Regeneracionismo del 98 y la tradición folclórica del fervor romántico de últimos del s.XIX. El
novecientismo no renuncia al estudio del floclore pero aspira a trabajarlo científicamente. Supone la
primera academización de la antropología, la aparición de una etnología. La guerra civil significará
una ruptura epistemológica, se abre una nueva etapa: el nacimiento de la etnología.

1.4. POSTGUERRA CIVIL


De los años 40 a los 60 representan el esfuerzo individualista de continuar los trabajos iniciados.
Institucionalmente, los trabajos etnográficos se reagrupan alrededor de Institutos vinculados al
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en su seno se funda el Instituto de
Antropología y Etnología “Bernardino de Sahagún” con orientación posterior principalmente
biologista. La etnología queda huérfana. La etnografía tuvo más fortuna en el Instituto Antonio de
Nebrija de filología en el CSIC, con una Sección de Tradiciones Populares. En 1943 se funda en el
CSIC el Centro de Estudios de Etnología Peninsular.
1.5. ACADEMIZACIÓN E INSTITUCIONALIZACIÓN
Quizá la primera presencia académica de la antropología cultural de la postguerra se de en la
Universidad de Valencia de mano del profesor Julián San Valero, que imparte un curso de doctorado
sobre antropología cultural de 1954 hasta 1983.
Barandiarán regentó una cátedra de etnología vasca en la Universidad de Navarra (1964-1977) con
influencia etnográfica. En Barcelona, A. Panyella a partir de 1953 imparte la asignatura de
Etnología separada de Prehistoria. En 1960 se crea el Seminario de Antropología Americana y el
curso introductorio de Antropología en la Universidad de Sevilla, creando uno de los focos más
importantes de la antropología española. En 1968 se crea la primera agregaduría de Antropología
Cultural en la Universidad de Barcelona que se transforma en cátedra (1972), y surge el primer
Departamento de Antropología Cultural que dirigirá C. Esteva. A partir de estas fechas, las
universidades españolas dotan a sus facultades de titularidades y cátedras de antropología. Las más
importantes en Madrid, Barcelona y Sevilla.
Hay una triple secuencia:
- Folclorismo romántico-naturalista (hasta 1900).
- Etnografía (1900-1960).
- Etnología (1960-1990).

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