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Técnicas y hábitos de estudio.

Suele pasar que el tener una rutina para estudiar es una herramienta que nos facilita
muchísimo la vida como estudiante; pero también puede suceder que no sabemos
cómo tener hábitos de estudio adecuados. Así el problema surge, cuando no
sabemos cómo desarrollar hábitos de estudio, que sean adecuados a nuestra vida
diaria o que se adapte a nuestras capacidades de horario; esto es cuando como
adultos somos estudiantes y conocemos el sacrificio y la labor extenuante de
cumplir con las responsabilidades tanto del estudio como de la vida diaria. Pero
desarrollar un hábito puede convertirse en una tarea extenuante o que rompe con
nuestra rutina actual. El hábito requiere de tres elementos para ponerlo en acción:
a) el conocimiento, b) las capacidades y c) el deseo (Covey, 2009).

Para los niños y jóvenes, el desarrollar hábitos de estudio suele ser un poco más
tedioso, ya que en estas etapas existen otras actividades más divertidas y menos
estresantes que realizar las tareas o el repaso a las clases de la manera que es
debido.

En ambos casos sería necesario contar con un plan ideal, para administrar tiempo y
espacio así creando una rutina de estudio que surta efectos positivos y que se vea
reflejada en los resultados del mismo, así que la tarea resulta en conocer las áreas
que podemos modificar y las rutinas que podemos adoptar para crear buenos
hábitos de estudio.

¿Qué son los hábitos de estudio?

Se puede iniciar diciendo que los hábitos de estudio; son “hábitos” o conductas que
se impregnan en nuestra rutina por medio de la repetición; y al igual que cualquier
conducta existen eficientes, ineficiente y deficientes, por ejemplo, en la alimentación,
en la hora de dormir, en la puntualidad etc., los hábitos sin duda ayudan a las
personas a conseguir sus metas, para Perrenoud (1996) El hábito, en sentido
etimológico, es la manera usual de ser y, por extensión, el conjunto de disposiciones
estables que, al confluir la naturaleza y la cultura, garantizan una cierta constancia
de nuestras reacciones y conductas. El hábito, es el conjunto de las costumbres y
las maneras de percibir, sentir, juzgar, decidir y pensar.

Velásquez (1961), en su curso elemental de psicología, ofrece el siguiente


concepto sobre la definición de hábitos; el hábito es un tipo de conducta adquirido
por repetición o aprendizaje y convertido en un automatismo. El hábito, como la
memoria y los instintos, es una forma de conservación del pasado. Las dos fases
del hábito son: 1) de formación y 2) de estabilidad. La primera corresponde al
periodo en que se está adquiriendo el hábito y la segunda cuando ya se ha
conseguido y se realizan los actos de forma habitual con la máxima facilidad y de
manera automática.

Hábitos de estudio

Con el concepto de hábitos, como un elemento desarrollado a través del aprendizaje


y la repetición, resultando en una conducta que es la respuesta de una reacción
habitual, se puede decir que los hábitos de estudio, son la mejor herramienta para
predecir el éxito en las actividades académicas; incluso a tal nivel, que se puede
interpretar que solamente la inteligencia y la memoria por si solas no podrían ser
explotadas a su máximo nivel sin una adecuada rutina de estudios.

Por si solo ambos elementos pueden ser ineficaces, pero un adecuado curso para
su uso puede ser un excelente instrumento en el desempeño estudiantil; y a medida
que se va avanzando por los diferentes niveles académicos, o incluso si se observa
el avance de nuestros hijos podemos notar, que el nivel de exigencia es mucho más
demandante, y que con los actuales hábitos no se logra obtener los resultados
deseados.

La utilidad de las técnicas y hábitos de estudio, radica en el hecho que son pautas
consistentes y en ocasiones inconscientes del actuar cotidiano, que establece una
constancia, así los hábitos de estudio son los métodos y estrategias que acostumbra
a usar el estudiante para asimilar unidades de aprendizaje, su aptitud para evitar
distracciones, su atención al material específico y los esfuerzos que realiza a lo
largo de todo el proceso (Cartagena, 2008). El implementar hábitos de estudio, que
estén basados en técnicas que faciliten el aprendizaje, podrían dar resultados
alentadores en el éxito académico.

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