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Nasly Matyari Reyes Ruiz 40171353

Canon Mecánica de Fluidos

El país de la canela, William Ospina

El viaje por el que tuvo que atravesar el hijo de Francisco Pizarro no fue nada fácil, puesto que para esos años
lejanos, el territorio de las indias era aun tan desconocido como basto, en donde no importaba que tanto dinero
traían o que tanta “educación tenía”, puesto que el amazonas no elegía por ninguna de estas cualidades a quien
podía proteger y a quien no. Y es que para los indígenas el amazonas cuida a los que lo cuidan, y a los que
buscan hacerle daño los abandona en esta gran selva. Pero la verdad es que los indígenas hacen parte de las
amazonas, son ellos parte de este gran conjunto. Ellos se mueven dentro de este como si fuera tan sencillo
hacerlo, y no les pasa nada.

Este joven va en busca de su herencia, puesto que ya esta en bancarrota, pero antes de ello se entera que por
sus venas corre sangre mestiza, la cual lo hace ser parte de los dos mundos en los cuales se va a enfrentar.

La búsqueda del mito del País de la Canela, lleva a una situación difícil para ambas partes. Por un lado, los
españoles que tanto anhelaban encontrar este país de la canela, el cual les proporcionaría un enriquecimiento,
un orgullo, una nueva manera de transportar esta corteza que los hacia tan feliz, la cual nunca llegan a sentir.
Pero, por otro lado, sería una barbarie para el pueblo peruano, puesto que los conquistadores de esas tierras de
canela se enojan con ellos por no encontrar la suficiente canela que ellos necesitaban.

Al ver que las provisiones para todos se acaban, y que ya su búsqueda esta tardando demasiado, la expedición
entra en desespero, haciendo que venga una ola de violencia, en donde los más afectados serían los indios, los
cuales se mataban para comer, incluso para darle de comer a los perros.

Estos indios que iban ayudándolos y sirviéndoles de guía a los españoles, esos mismos que desconocían si existía
un país de canela, por lo cual no pudieron llevarlos a donde querían ir.

La codicia y ambición fueron elementos determinantes para el fracaso en busca del país de la canela, puesto que
en un lugar tan basto de tantas cosas como lo es las amazonas, se enfocaron en un objetivo único el cual no
lograron; claro esta que era muy desconocida la botánica de estas amazonas aun nuevo.

Si analizamos este proceso que se vivió en Latinoamérica, fue un proceso de conquista de los mas salvaje, en
donde nos despropiaron de nuestros orígenes y obligaron a seguir ciegamente una religión impuesta y un
sistema de gobernanza que era muy ilógico.
No Perú, si no toda la región sufrió esto. Y, el país de la canela nos muestra eso, una forma de lo más bárbara,
una realidad terrible que fue la conquista, porque esos mismos que creían que en estos territorios habría
centauros, sirenas, y amazonas, son los mismos que llamas no civilizados a un pueblo que murió bajo su poder.

Si vemos la historia colombiana, paso lo mismo, un exterminio de una parte de los nativos, una colonización
obligada, la introducción de otra raza proveniente de África, y la mezcla de unos con otros; el problema es que
aun cuando las tierras eran habitadas originalmente por nativos de estas mismas, los dueños de la tierra pasaron
a ser los que tenían mas poder, los que podían escoger que hacer con los demás, y lo hicieron.

Estos territorios que han cambiado con el tiempo, fueron delimitándose, pasando a tener dueños, lo cual se fue
derivando en problemas, pues las tierras no eran equitativas, la minoría las tenía.

Como lo dice el autor William Ospina, “lo que hoy llamamos departamentos, eran las tierras de otras familias en
el pasado”. Lo que me pone a analizar que los problemas que se han vivido durante muchos años no vienen de
ahora no más. Pensemos esto, con la llegada de la colonización, los españoles se apoderaron de ciertas tierras,
las cuales heredaban a sus hijos, y así toda una línea de familia heredaba un territorio; pero como los indios, los
mestizos, y los negros no podían tener esto tan fácilmente, su heredero no tenía nada que heredar realmente,
por lo cual la riqueza (territorio del país) se focalizo en la minoría, lo cual aun en el 2019 se ve.

Todos estos problemas se han desarrollado con el tiempo, los cuales han afectado a este territorio como país,
como sociedad y como elemento histórico.

Pero aun que no podemos cambiar nada de esto, podemos aprender del pasado, por esto “es hermoso pasar de
los recuerdos familiares y encontrar el trasfondo histórico de todo ello”. Antes de mi bisabuela, no tengo certeza
alguna de donde vienen mis raíces, de donde viene mi familia, pero es importante que, aunque no lo sepa,
guarde lo que si se, porque esto me da identidad, me da una responsabilidad con la memoria histórica que
tengo. Quizá algún pariente lejano, algún antepasado mío, sufrió mientras que cruzaba las amazonas buscando
canela, no lo sé, pero aun si no es así, hace parte también de mi historia el hecho de saberlo, y de pensar que
pasaría si las cosas no fueran como fueran, no sucedieran como sucedieron, y que seria de mi existencia si jamás
se hubiese intentado encontrar las indias.

Algo de lo que dijo el autor en la conferencia me pareció muy interesante: “…mis bisabuelos formaron parte de
este movimiento, pero no alcanzaron a obtener tierras, ya que estaban repartidas. Pero descubrieron algo que
no esperaban, las tierras estaban llenas de cementerios de pueblos y civilizaciones desaparecidas”
Porque me pareció interesante, pues, aunque nosotros no somos un país que aún tiene viva su parte nativa, esta
sigue ahí. Aunque este esta no este presente tan latentemente y no se demuestre el interés y la importancia que
debería, esta identidad que nos arrebataron a la fuerza, es y será parte de nosotros así sea en una pequeña
noción de lo que somos.

Para terminar este parafraseo de ideas que tenía, y de comentarios a veces confusos hasta para mí, quiero
recordar esta ultima frase del Señor Ospina:

“La guerra es un mundo donde se escuchan atrocidades y muertes, donde la vida y la muerte se trivializan y se
vuelve un paisaje común”

Siento tan aferrada esa frase a los últimos 50 o 60 años de historia colombiana, que nos han determinado
mucho como nación y han cambiado el rumbo de muchas cosas en este país, el mismo con problemas desde su
conquista, pero que es tan rico y basto que no se llega a apreciar cómo debería ser.

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