Nasly Matyari Reyes Ruiz 40171353

Columna semanal de Leonardo Boff No. 889

La flecha de la evolución no es el ser humano, sino la Vida 2018-05-18

Los humanos no somos los primeros habitantes de este planeta, lo cual nos demuestra que no
somos el centro de él, que no todo debe girar alrededor de nuestras necesidades y deseos.

Tiene razón Boff cuando menciona que el mayor evento de la evolución es la irrupción de la Vida
en todas sus formas, y el hecho de que menciona que en todas sus formas, demuestra el mismo
punto anterior, que no hay ninguna raza que sea central en la vida, ni que sea mas importante que
otra. Todo es una cadena en donde el equilibrio es lo primordial, lo cual nos lleva al punto de la
importancia de la humanidad.

La humanidad dispone sobre todas las razas de algo que en teoría es benefactor, el uso de la
razón. Pero, si nos montamos a los hechos históricos que han causado los humanos, y actuales
también, somos un problema; hemos causado daño, tanto a nosotros mismos, como a las otras
especies con quien compartimos este hogar llamado tierra.

Estas afectaciones que hemos causado han venido cada vez siendo mas notorias, en tal punto que
hemos cambiado en los últimos años el curso del destino de nuestro planeta, y con ello también el
futuro de la vida.

Nos hemos centralizado tanto, que no notamos que somos solo un capítulo en esa historia que se
llama vida, en ese proceso cosmogónico. Hemos olvidado que todos portamos el mismo código
genético de base, que son los 20 aminoácidos y las cuatro bases fosfatadas, lo que nos hace a
todos los seres vivos parientes unos de otros.

Cuidar de la Vida, hacer que se expanda, entrar en comunión y sinergia con toda la cadena de vida
y celebrar la Vida: es el sentido de vivir de los seres humanos sobre la Tierra, entendida también
como Gaia, superorganismo vivo, y nosotros, los humanos, como la porción de Gaia que siente,
piensa, ama, habla y venera.

El gran desafío para los humanos es construir lo que ya destruimos, mejorar como seres pensantes
que somos, y recuperar tanto que hemos perdido a través de los años; tenemos que actuar ya, o
nos salvamos junto a todas las especies, como una comunidad de la vida, o nos autodestruimos, y
de paso a todas las partes de la vida.

Para mi este aprecio por lo que tenemos, por nuestra responsabilidad en el cuidado de la vida, y el
gran desafío que tenemos, es algo que se debe inculcar desde los infantes, ellos que aun no tienen
en su corazón tanto egocentrismo, todavía no han puesto sus intereses como centralidad del
planeta sobre los de la cadena equilibrada; por esto ellos son lo mas clave para tanto que hay por
hacer.