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Simposio I: Hipertensión, Hipotensión, Infarto Agudo al Miocardio, Angina de pecho,

Insuficiencia cardíaca
(Mónica Ramos, 201119755; Rheneé Fernández, 201444357; Luis Morales, 201604400; Melissa González, 201701245; Alison
De León, 201701274; Ronald Castellanos, 201701771)

Hipertensión
La hipertensión arterial (HTA) es un síndrome caracterizado por elevación de la presión arterial
(PA) y sus consecuencias. La hipertensión se clasifica en primaria y secundaria, donde sólo en un
5% de casos se encuentra una causa (HTA secundaria); en el resto, no se puede demostrar una
etiología (HTA primaria). En la hipertensión secundaria, existen numerosos estados fisiopatológicos
como estenosis de la arteria renal, feocromocitoma y coartación aórtica, que pueden producir
hipertensión arterial. Los estadíos de la hipertensión son los siguientes: Hipertensión de Grado I
(ligera) 140-159 mmHg (sistólica) y 90-99 mmHg (diastólica), Hipertensión de Grado II (moderada)
160-179 mmHg (sistólica) y 100-109 mmHg (diastólica), Hipertensión de Grado III (grave) >179
mmHg (sistólica) y >109 mmHg (diastólica) e Hipertensión sistólica aislada >139 mmHg
(sistólica) y <90 mmHg (diastólica).
Causas: A las causas se les conoce como factores de riesgo: edad y sexo, alcoholismo,
tabaquismo, obesidad, los lípidos y lipoproteínas, diabetes, actividad física, enfermedad
cardiovascular, nefropatía, microalbuminaria, fibrinógenos, el tratamiento de reposición hormonal y
el origen étnico.
Cuadro Clínico: ​La hipertensión leve, sin afectación de órganos diana, suele ser asintomática y su
diagnóstico es casual. El síntoma más constante y el que alerta al paciente es la cefalea occipital y
otros síntomas como zumbidos de oídos, epistaxis o mareos, no son más frecuentes que en los
sujetos normotensos. Por lo que, los síntomas de la hipertensión son los derivados de las múltiples
complicaciones que una tensión alta como complicaciones en el corazón, en el riñón,
cerebrovasculares y oculares.
Fisiopatología: ​Disfunción endotelial y la ruptura del equilibrio entre los factores vasoconstrictores
y los vasodilatadores. Contribuyen a lo anterior, de modo importante, diversos factores hormonales,
como el sistema captación y descarboxilación de los precursores de grupos amino (APUD)
digestivo y el síndrome anémico.
Diagnóstico y tratamiento: ​Se realiza una medición adecuada de la presión arterial en la consulta
y una vez identificada se puede proceder a un tratamiento. Las medidas no farmacológicas
cambian el estilo de vida del paciente, como: reducción ponderal, actividad física, restricción de sal,
alcohol y tabaquismo, adecuada ingesta potasio y calcio, consumo de fruta y verduras, relajación y
Biofeedback. Los medicamentos utilizados para el tratamiento farmacológico son: diuréticos,
betabloqueantes, calcioantagonistas, inhibidores de la ECA, antagonistas de la angiotensina II y
bloqueantes alfa adrenérgicos.
Pronóstico de la enfermedad: ​Los pacientes hipertensos, bajo todos los lineamientos médicos,
pueden llevar una vida relativamente normal. Es importante el control de la presión arterial, una
alimentación adecuada, actividad física, y evitar situaciones emocionales fuertes. En el caso de los
pacientes que no cumplen con estas condiciones, aumentan el riesgo de sufrir ataques cardíacos,
insuficiencia o muerte cardíaca y accidentes cardiovasculares.
Incidencia en Guatemala: ​La hipertensión es un importante problema de salud pública. Alrededor
del mundo causa 7.6 millones de fallecimientos anualmente (13-15% del total). En Guatemala la
hipertensión ocupa el primer lugar de morbilidad por enfermedades crónicas. ​La posibilidad de
hipertensión aumenta con el envejecimiento y pacientes de +60 años, la prevalencia es de 65.4%.
El sexo masculino tiene mayores cifras de presión arterial, las mujeres tienen una prevalencia
ligeramente mayor de hipertensión arterial y casi siempre menos controlada.
Hipotensión
La hipotensión se presenta cuando hay un descenso por debajo de los valores normales de la
presión sistólica (menos de 90 mmHg) y diastólica (menos de 60 mmHg). La hipotensión ortostática
es el descenso en la presión arterial durante los 3 min siguientes a un cambio de posición corporal.
La hipotensión mediada neuralmente ocurre cuando una persona ha estado de pie por mucho
tiempo. La hipotensión grave producida por shock infección o reacción alérgica se da por una
pérdida sanguínea.
Causas: ​La hipotensión es consecuencia de: vasodilatación de las arterias de bajo calibre,
cardiopatías, bajo volumen sanguíneo (pérdida por hemorragia), anafilaxia, shock séptico,
alteraciones emocionales, deshidratación o deficiencias de vitaminas, entre otras.
Cuadro Clínico: ​El descenso de la presión sanguínea afecta directamente a las funciones
cerebrales, por lo que tiende a causar mareos y desmayos, también se produce visión borrosa,
debilidad, fatiga, lentitud cognitiva, cefalea y desorientación. El desmayo puede provocar lesiones
graves al perder el control muscular.
Fisiopatología: En la hipotensión ortostática, un cambio brusco en la posición corporal causa el
movimiento de sangre hacia las extremidades inferiores y se reduce la cantidad de sangre que
regresa al corazón, disminuyendo el gasto cardíaco y la presión arterial, esto también sucede
cuando se está de pie mucho tiempo (hipotensión mediada neuralmente). En la hipotensión por
shock, hemorragia provoca que no regrese la sangre al corazón, por lo que este falla en su función
como bomba. La vasodilatación de los vasos de igual forma provocan que el retorno venoso sea
inferior a lo habitual y por lo tanto el flujo sanguíneo decae. Como mecanismo de control de la
presión arterial, la hipotensión provoca la activación de los barorreceptores de presión baja (RPB)
ubicados en la aurícula derecha y las arterias pulmonares, las cuales envían una señal al SNC,
para aumentar la presión arterial a través de la vasoconstricción o el aumento de la frecuencia
cardíaca.
Diagnóstico: Es principalmente clínico, en base en sus síntomas. Debido a que puede ser un signo
de una afección subyacente, se debe determinar la causa de la caída de la presión arterial.
Dependiendo del historial médico y los síntomas, se realizan; ecocardiograma, electrocardiograma,
pruebas de esfuerzo o la prueba de la mesa inclinada. También puede ser necesario análisis de
sangre para verificar: diabetes, hipoglucemia, anemia, deficiencias de vitaminas, problemas
tiroideos y desequilibrios hormonales. La hipotensión ortostática se diagnostica cuando la tensión
arterial sistólica desciende ≥ 20 mmHg o la diastólica disminuye ≥ 10 mmHg dentro de los 3
minutos siguientes a ponerse de pie.
Tratamiento: El objetivo es subir la presión arterial y reducir los signos y síntomas, se recomienda:
Usar más sal o salsa de soja natural, tomar más agua y menos alcohol, incorporarse de pie con
cuidado después de haber estado acostado, usar medias con elástico. ​Medicamentos:
fludrocortisona (aumenta el volumen plasmático), midodrina (constrictor), Indometacina (inhibe la
vasodilatación).
Pronóstico e Incidencias: Se puede tratar de manera efectiva. Las posibles complicaciones son
shock y lesión por caídas debido a los desmayos y puede provocar insuficiencia multiorgánica. La
morbilidad 2017-2020 en Guatemala es de 76 casos, 59 de los cuales son mujeres y 17 casos son
hombres, siendo las edades de 20 a 24 años donde se observa mayor morbilidad con 20 casos.
Infarto agudo al miocardio
Evidencia de necrosis miocárdica en un entorno clínico compatible con isquemia miocárdica aguda;
es la necrosis o muerte de una porción del músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye el
flujo sanguíneo en una de las arterias coronarias.
Causas: La arterioesclerosis (esclerosis o “endurecimiento” de arterias que disminuye su
elasticidad y dificultando la circulación de sangre), la aterosclerosis (esclerosis de arterias por una
placa de ateroma) y/o la trombosis (formación de un coágulo sanguíneo en arterias) y entre los
factores de riesgo más importantes está la hipertensión, la diabetes, un estilo de vida sedentario y
el tabaco.
Cuadro Clínico: Malestar en el pecho que puede durar varias horas, puede sentirse como una
presión incómoda, opresión, plenitud o dolor. Molestias en otras áreas de la parte superior del
cuerpo, los síntomas pueden incluir dolor o malestar en uno o ambos brazos, espalda, cuello,
mandíbula o estómago. Dificultad para respirar, con o sin molestias en el pecho. Y otros signos,
que incluyen sudoración, náuseas, vómitos y mareos.
Fisiopatología: ​Manifestación de la aterosclerosis, rotura de una placa aterosclerótica que expone
sustancias aterógenas que pueden producir un trombo en la arteria, producen lesión de la pared
ventricular por la arteria coronaria afectada. ​Afecta al ventrículo izquierdo, pero la lesión puede
extenderse al derecho o aurículas​.
Métodos de diagnóstico: Clínico, electrocardiográfico con presencia de elevaciòn del segmento
ST, onda Q; Biomarcadores séricos de necrosis de miocardio, Medición seriada de los marcadores
cardíacos (Creatinquinasa, troponina, mioglobina), angiografía coronaria.
Tratamiento: ​Atención prehospitalaria: Establecer vía intravenosa segura para cateterismo
cardiaco para evaluar anatomía y arterias coronarias, el paciente debe recibir oxígeno; Tratamiento
farmacológico; antiagregantes plaquetarios, vasodilatadores,fármacos antianginosos, IECAS,
oxigenación; Terapia de reperfusión en el infarto agudo de miocardio: con fibrinolíticos es más
eficaz si se administran en los primeros minutos u horas de evolución del infarto de miocardio.
Pronóstico de la enfermedad​: Edad avanzada (31%); Tensión arterial sistólica más baja (24%);
Clase Killip > 1 (15%) que es una estratificación basada en la evidencia de los pacientes con
infarto agudo de miocardio, que establece un pronóstico de la evolución y las probabilidades de
muerte en los 30 primeros días tras el infarto; Frecuencia cardíaca más rápida (12%); Localización
anterior del infarto (6%); cada porcentaje indica el índice de mortalidad.
Incidencia: El 32 % hombres se debe a enfermedades cardiovasculares y el 40 % en mujeres; en
Guatemala 51%; hombres y mujeres relativamente igual, y por edad, las personas mayores tienen
más tendencia.
Angina de Pecho
Dolor de carácter opresivo, puede irradiarse al cuello, mandíbula, hombros y brazos, común al
realizar esfuerzo físico, intensidad progresiva. Se pueden clasificar en varios tipos, como nocturna
que presenta dolor de noche; estable que presenta dolor en situaciones de estrés; decúbito, cuando
la persona se encuentra en dicha posición; variable, provocada por espasmo en arterias coronarias
de gran calibre.
Causas: ​cuando la poscarga cardíaca y la demanda miocárdica de oxígeno superan la capacidad
de las arterias coronarias de aportar una cantidad adecuada de sangre oxigenada; constricción
vascular fija; disfunción de las células endoteliales; vasoconstricción inapropiada; pérdida de las
propiedades antitrombóticas normales.
Cuadro clínico: sensación de pesantez, opresión, asfixia o sofocación en el pecho. El dolor puede
irradiarse hacia los hombros y brazos, y en algunos casos hacia la espalda, región infraescapular,
base del cuello, mandíbula, dientes y el epigastrio. En la angina inestable el dolor es de mayor
intensidad.
Fisiopatología: Es consecuencia de la isquemia miocárdica. Se basa en una obstrucción coronaria
por la formación de una placa ateromatosa en el vaso coronario. Se clasifica: por la formación de
una placa ateromatosa y una vasoconstricción inapropiada, angina estable; cuando se libera la
placa desencadenando la agregación plaquetaria y una vasoconstricción inapropiada, angina
inestable; por un vasoespasmo intenso que disminuye el aporte miocárdico, angina variante.
Diagnóstico: los antecedentes referidos por el paciente son importantes, el dolor torácico es un
síntoma común, se debe enfocar en las diferencias entre la isquemia miocárdica y otras posibles
causas de malestar. En ocasiones se realizan una serie de pruebas de laboratorio sencillas, como
electrocardiogramas, pruebas de esfuerzo y arteriografías coronarias.
Tratamiento: Prevenir o aliviar síntomas y evadir la posibilidad de infarto. Tratamiento
farmacológico: agentes anti-isquémicos, bloqueadores β-adrenérgicos; los antagonistas de calcio y
nitratos. No farmacológico es: corrección de factores de riesgo y de estilo de vida, la
revascularización coronaria, por una intervención coronaria percutánea, y por una derivación
aortocoronaria, colocando un nuevo vaso evadiendo el sitio afectado.
Pronóstico: Recientemente, con el tratamiento adecuado y un pronóstico temprano, esta
enfermedad tiende a tener un pronóstico positivo, dependiendo de la evolución y los signos
presentados en los exámenes de gabinete.
Incidencia: La enfermedad coronaria es la causa número uno de muertes en el mundo occidental,
causando aproximadamente 100 muertes al año. En Guatemala, se presentan 1332 casos en total
desde el 2017 al 2020, siendo 45% hombres y 55% mujeres, y el grupo etario más afectado siendo
de 70 años en adelante, como 189 casos en total.

Insuficiencia cardíaca
Se produce cuando el corazón es incapaz de bombear sangre para satisfacer las demandas
metabólicas de los tejidos o solo con altas presiones de llenado. Puede ser ventricular izquierda,
derecha o congestiva, con fracción de eyección preservada o reducida.
Causas: ​genéticas: mutaciones en el músculo cardíaco producidas por distrofia muscular, en los
filamentos intermedios, de glicoproteínas, en la regulación del calcio o en mitocondrias. Es
resultado de otros síndromes coronarios, miocarditis, embolia pulmonar, embarazo, tabaquismo,
alcoholismo entre otros.
Síntomas: disnea, ortopnea, fatiga, letargo, inflamación de tobillos, edema en pulmones y otras
áreas, dolor hipocondrial, hinchazón abdominal y tos.
Signos: taquicardia, edema, crepitaciones pulmonares, ruidos anormales, desgaste muscular,
hígado agrandado, ascitis, caquexia. Los específicos: aumento de la presión venosa yugular, 3 o 4
ruidos cardíacos, desplazamiento del latido del ápice y curvas con latidos débiles y fuertes.
Fisiopatología: Deterioro en la función ventricular izquierda y una caída en el rendimiento
cardíaco. Activación de mecanismos neurohormonales. El sistema simpático aumenta las
catecolaminas, se activa el sistema renina-angiotensina, produce vasoconstricción y aumento en el
volumen de sangre. Provoca retención de sodio y agua y aumento de excreción de potasio. A largo
plazo, la capacidad del miocardio para responder a las concentraciones altas de catecolaminas se
atenúa por una regulación en los receptores Beta. Esto se asocia a la disfunción del barorreceptor.
El péptido natriurético auricular (ANP) se libera de las aurículas en respuesta al estiramiento, lo que
lleva a natriuresis y vasodilatación. Se producen cambios periféricos en el músculo esquelético.
Hay rigidez en el miocardio por la matriz extracelular y modificación del colágeno.
Diagnóstico: Los signos y síntomas son inespecíficos, se tiene que tomar en cuenta el historial
clínico. Los métodos clínicos incluyen electrocardiograma (método principal), exámenes de
laboratorio de renina-angiotensina-aldosterona, creatinina, hematología completa, pruebas de
esfuerzo y genéticas. Los exámenes de gabinete son ecocardiografía, evaluación de la disfunción
sistólica y diastólica, ecocardiografía de Doppler y transesofágica, y resonancia magnética
cardíaca.
Tratamiento: ​Farmacológico: IECAs, principalmente Enalapril, diuréticos y bloqueadores
B-adrenérgicos. No farmacológico: presión positiva en las vías aéreas, bomba de balón intraaórtico,
marcapasos y trasplante de corazón en los casos más extremos.
Pronóstico: Es un trastorno progresivo y letal, aún con un tratamiento adecuado. Se puede
mejorar la calidad de vida del paciente, pero en la mayoría de casos el paciente fallece.
Incidencia: ​Esta patología afecta a alrededor de 26 millones de personas en todo el mundo. En
Guatemala se presentan 3068 casos de insuficiencia cardíaca (2017-2020). Las mujeres presentan
la mayoría de casos, con un 57% y los adultos mayores (50 a +70 años) presentan la mayor
prevalencia.

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