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Historia Guitarra
Historia Guitarra
Historia de la guitarra
La guitarra española, guitarra barroca o guitarra criolla y guitarra
popular latinoamericana en América,es un instrumento musical de
origen Mediterráneo. Guitarra barroca es una denominación que se le
hace en la actualidad, pues para la época en la que se utilizó se le llamaba
guitarra o comúnmente, guitarra española.
Las guitarras de cuatro y cinco órdenes convivieron durante gran parte del siglo XVI. Y, vihuelistas como Alonso
Mudarra y Miguel de Fuenllana compusieron obras para ambas guitarras.
Incluso en la actualidad sobreviven pequeñas guitarras de cuatro cuerdas como el requinto aragonés o el guitarro de
Castilla-la Mancha
Finalmente la guitarra de 5 órdenes se impuso como modelo en toda Europa gracias a la obra “Guitarra española de
cinco órdenes, la cual enseña de templar y tañer rasgado” publicada en 1596 por el catalán Joan Carles Amat
(1572/1642) que obtuvo un éxito extraordinario en toda Europa y generalizó su denominación.
El apogeo de la vihuela en la música instrumental española fue tan intenso como fugaz. Desde finales del siglo XVI,
cuando la cultura renacentista da paso al Barroco la selecta vihuela fue sustituida en los salones por la popular
guitarra en apenas dos décadas.
Durante el siglo XVII la nueva guitarra española se convierte en un instrumento habitual en los círculos musicales de
toda Europa. Y será a partir de entonces cuando comienza a progresar realmente.
A principio las composiciones estaban vinculadas a las danzas y al uso rítmico del instrumento pero las técnicas
heredadas de la vihuela, sobre todo el uso del punteado favorece la aparición de obras más complejas y produce su
explosión artística.
Historia de la guitarra 2
La obra más brillante del barroco español fue la de Gaspar Sanz (1640/1710), titulada Instrucción de música sobre la
guitarra española que significó la introducción de la guitarra en los ambientes cultos.
Pero aunque en España existían grandes artistas del instrumento como Luis de Briceño, Lucas Ruiz de Ribayaz y
Francisco Guerau la mayor actividad guitarrística en el siglo XVII tuvo lugar en países como Francia donde era el
instrumento favorito de Luis XIV con compositores como Jean-Baptiste Lully (1632/1687) y sobre todo en Italia con
figuras como Francesco Corbetta (1615/1685) considerado el mejor guitarrista de la época.
A pesar de ello, la guitarra seguirá sin ser aceptada en la música de cámara, donde el clave y los violines imponían su
dominio, ni en la religiosa.
En el siglo XVIII, tras la brillantez del periodo barroco, si bien musicalmente no se da ningún progreso musical, sí se
producen una serie de transformaciones físicas en el instrumento que mejoran sus condiciones técnicas y sonoras,
adquiriendo muchas de las características básicas de la guitarra actual.
Se añade la sexta cuerda, se sustituyen los órdenes dobles por simples, aumenta el tamaño del instrumento mientras
disminuye las escotaduras de la caja. Se implanta el clavijero metálico y se extienden los trastes hasta la boca de la
guitarra.
Estas innovaciones no se produjeron al mismo tiempo sino que fueron difundiéndose a medida que transcurría el
siglo XVIII. Incluso hasta principios del siglo XIX.
Las crecientes posibilidades musicales, así como la mayor consideración de la guitarra española, hizo que a finales
de siglo, se empezara a utilizar en la música de cámara donde destacaron dos intérpretes el francés Charles Doisy y
el español Fernando Ferandiere.
Junto a esos virtuosos, destacan dos compositores italianos afincados en España: Luigi Boccherini y Federico
Moretti. Así como el español Fray Miguel García, conocido como el Padre Basilio cuyo magisterio musical influyó
en muchos de los grandes guitarristas españoles de principios del siglo siguiente.
Y, es que una sola guitarra es capaz de mantener bajo su encanto, durante horas, a los más numerosos y diversos
públicos.[1]
La guitarra en América
La llegada de los colonizadores españoles a América, extendió los instrumentos de cuerda: guitarras vihuelas... entre
la población indígena y más tarde criolla del Nuevo Continente que la adoptó en sus formas musicales.
Surgiendo una serie de instrumentos autóctonos de la familia de la guitarra como el tiple colombiano, la jarana
mexicana, la mejoranera panameña, el charango peruano - boliviano, el tres cubano. el cuatro puertorriqueño...
Convirtiéndose con el paso del tiempo en un elemento fundamental de su propio folclore.
De esta forma tras la Independencia, la música culta de esos países arropada por el nacionalismo musical de finales
del siglo XIX, buscó en su propio folclore fuentes de inspiración, y se encontró con la guitarra.
De la importancia y el desarrollo de la guitarra clásica española en Latinoamérica, durante el siglo XX, da muestra el
hecho de que Andrés Segovia consideraba el mejor compositor para guitarra de todos los tiempos al mexicano
Manuel Ponce (1882/1948) Pianista, compositor, director de orquesta crítico musical que tan importante papel
desempeñó en la historia artística de su país. Y, cuya obra, tanto por la extensión como por la calidad, en la
actualidad es piedra angular del repertorio de los guitarristas de todo el mundo.
Junto a él, destaca el brasileño Heitor Villa-Lobos (1887/1959) Formado también en París, su obra de inspiración
brasileña, constituye una considerable aportación a los valores americanos. Junto a sus grandes obras, fue creador de
una importante colección de estudios y preludios para guitarra, instrumento del que fue un gran conocedor y que
destacan por su desarrollo y la originalidad de su temática
O, el cubano Leo Brouwer (1939) Director de orquesta, compositor y guitarrista. Considerado, en el campo
específico de la guitarra el más importante de los actuales autores.
Sin olvidar a intérpretes tan importantes como el venezolano Alirio Díaz (1923) Discípulo de Andrés Segovia y
Regino Sainz de la Maza. Fundador de la escuela guitarrística venezolana; al argentino Ernesto Bitteti (1943),al
argentino-cubano Victor Pellegrini, ni el virtuosismo del cubano Manuel Barrueco.
Y sobre todo no podemos olvidar al incomparable guitarrista paraguayo Agustín Barrios (1885/1944), considerado
por muchos el mejor compositor de la mitad del siglo XX. Controvertido, extravagante para su tiempo. Cultivado en
idiomas, letras y filosofía, místico y poeta. Se atrevió a cambiar su nombre por uno indígena y actuar vestido con en
traje típico guanani. Virtuoso intérprete, compositor, significativo... Sus trescientas obras forman parte del repertorio
de guitarristas actuales como David Russell, John Williams...
Su estilo era personal e innovador. Como intérprete explora muchas áreas de la técnica de la guitarra. Arpegios,
escalas, armónicos, trémolos. Como compositor combina las formas barrocas, clásicas, románticas con las melodías
y los ritmos populares de los países de América del Sur, donde tantas canciones campesinas se han cantado sobre un
simple rasgueo de guitarra.
Lejos de la tierra donde comenzó, seis siglos después, el sonido de la guitarra clásica española es como un cante de
ida y vuelta...
Nadie mejor que Maria Luisa Anido (1907/1996) nacida en la Argentina, fallecida en España, como símbolo de ello.
Intérprete de depurada técnica y extraordinaria sensibilidad.. Compositora... profesora.
Dio su primer concierto a los once años con una guitarra de Torres Jurado que había pertenecido a Tárrega.
Discípula de Miguel Llobet, que a su vez lo había sido de Tárrega. Amiga íntima de Andrés Segovia...
Suyas son estas palabras “Me gusta la guitarra sonora y apasionada, pero también la melancólica; el caso es darle la
mayor cantidad de matices posibles. Soy una entusiasta de la guitarra popular porque allí se muestra que la guitarra
es el instrumento que esta más cerca del alma, porque es el que más cerca está del cuerpo, contra el pecho. Se la
abraza con cariño, como a un niño... Es el más íntimo de los instrumentos... Es el más espiritual".
Historia de la guitarra 6
Lectura
Para escribir la música dedicada a la guitarra barroca se empleaba la tablatura. Cinco líneas, cada una representa un
orden de la guitarra. Si se lee de arriba a abajo tendremos que la línea superior es la quinta cuerda u orden, y así
sucesivamente hasta la última de abajo que corresponderá a la primera. Hay que advertir que para quienes leen
tablatura moderna, este método les parecerá extraño. Se trata de la tablatura italiana, mediante la cual la línea de
arriba representa el sonido más grave y la de abajo el más agudo; mientras que la francesa es análoga a la tablatura
que leen nuestros guitarristas del siglo XXI.
Afinación
La afinación de la guitarra barroca es similar a la guitarra moderna. Considerando que desde la más grave a la más
aguda tendremos: La (5ta. cuerda), Re (4ta. cuerda), Sol (3ra. cuerda), Si (2da. cuerda), Mi (1ra. cuerda).
Utilizando órdenes (cuerdas dobles), la cuarta se afina una grave y la otra aguda; y la quinta se afina aguda, es decir,
equísona con la tercera cuerda pisada en el segundo traste. La primera cuerda no va doble sino simple.
Referencias
[1] Carlos Usillos.1973. Andres Segovia. Madrid: Ministerio Educacion y Ciencia. ISBN 84-369-0274-2
Bibliografía
• A. Robertson; D. Stevens (1972). Historia general de la música. Madrid: Ediciones Istmo. ISBN 84-7090-085-4.
• López de Osaba, Pablo (1983). Historia de la Música Española. Alianza Editorial. ISBN 84-206-8988-2.
• Herrera, Francisco; Weber, Mariel y Pocci, Vicenzo (2001). Enciclopedia de la guitarra. Valencia: Editorial de
música Piles. ISBN 978-84-95026-80-4.
• Ramos Altamira, Ignacio (2005). Historia de la guitarra y los guitarristas españoles. San Vicente del Raspeig:
Ediciones Club Universitario. ISBN 84-8454-458-3.
Fuentes y contribuyentes del artículo 7
Licencia
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