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El tema de la capilaridad se refiere a interfaces que son lo suficientemente móviles como para
asumir una forma de equilibrio. Los ejemplos más comunes son meniscos, películas delgadas y
gotas formadas por líquidos en el aire o en otro líquido. Dado que se trata de configuraciones de
equilibrio, la capilaridad ocupa un lugar en el marco general de la termodinámica en el contexto
del comportamiento macroscópico y estadístico de las interfaces en lugar de los detalles de su
estructura molecular.
Aunque se denomina energía libre por unidad de área, la tensión superficial puede considerarse
igualmente como una fuerza por unidad de longitud. Dos ejemplos sirven para ilustrar estos
puntos de vista. Considere, primero, una película de jabón extendida sobre un marco de alambre,
uno de cuyos extremos es móvil. Experimentalmente, se observa que una fuerza está actuando
sobre el miembro móvil en la dirección opuesta a la de la flecha en el diagrama. Si el valor de la
fuerza por unidad de longitud se denota por γ , entonces el trabajo realizado es extender el
miembro móvil a una distancia dx es:
donde dA=l dx es el cambio en el área. En la segunda formulación, γ parece ser una energía por
unidad de área. Las unidades habituales, entonces, pueden ser ergios por centímetro cuadrado
(ergs/cm2) o dinas por centímetro (dyn/cm); Estos son idénticos dimensionalmente. Las unidades
SI correspondientes son joules por metro cuadrado (J/m 2) o Newtons por metro (N/m); Las
tensiones superficiales reportadas en dyn/cm y mN/m tienen el mismo valor numérico.
∆ P tal que el trabajo contra esta diferencia de presión ∆ P 4 π r 2 dr sea igual a la disminución de
la energía libre de superficie. Así:
Por lo tanto, se llega a la importante conclusión de que cuanto más pequeña es la burbuja, mayor
es la presión del aire interior en relación con la exterior.
2. La ecuación de Young-Laplace
La ecuación 3 es un caso especial de una relación más general que es la ecuación básica de
capilaridad y fue dada en 1805 por Young y por Laplace. En general, es necesario invocar dos
radios de curvatura para describir una superficie curva; estos son iguales para una esfera, pero no
necesariamente de otra manera. En la figura 3 se muestra una pequeña sección de una superficie
curva arbitraria.
Los dos radios de curvatura, R1 y R2, se indican en la figura, y la sección de la superficie tomada es
lo suficientemente pequeña como para que R 1 y R2 sean esencialmente constantes. Ahora, si la
superficie se desplaza una pequeña distancia hacia afuera, el cambio en el área será:
Habrá una diferencia de presión ∆ P en la superficie; actúa sobre el área xy y a través de una
distancia dz. El trabajo correspondiente es así:
De una comparación de triángulos similares, se deduce que:
Si la superficie debe estar en equilibrio mecánico, los dos términos de trabajo dados deben ser
iguales, y al igualarlos y sustituirlos en las expresiones por dx y dy, el resultado final obtenido es: