En un mundo altamente orientado a la globalización, las empresas a diario se
enfrentan a cambios y tendencias, donde estos incluyen las necesidades de reducir costos, responder a oportunidades y amenazas de la economía y crecer sin usar más capital en un mercado competitivo. Por consiguiente el Outsourcing es una tendencia que forma parte de la toma de decisiones administrativas que según Chacón (1999) define “como la acción de recurrir a una agencia externa para operar una función que anteriormente se realizaba dentro de la compañía; Transferencia a terceros de actividades no medulares" (p, 5) es decir, la empresa contrata los servicios de terceros para que desempeñen actividades complementarias de la actividad principal. Dentro de las ventajas, que trae la implementación del Outsourcing se encuentran la reducción de costos a partir de la colaboración con otras empresas para el ahorro de recursos en actividades que no son específicas de la empresa, la reducción del riesgo trasladando parte del riesgo empresarial a sectores clave, la focalización donde permite a la empresa enfocarse principalmente en las actividades específicas, aumento la productividad que sucede a través del aprovechamiento del tiempo para la realización de actividades que aumenta la productividad empresarial, contribuye a la implementación de nuevas tecnologías y la mejora de calidad e innovación. El Outsourcing no solo se aplica a los sistemas de producción, si no que también abarca la mayoría de las áreas de la empresa, por lo tanto se puede observar que se presenta de dos tipos total o parcial; cuando se refiere de un Outsourcing total implica la trasferencia de equipos, personas, operaciones y responsabilidades con el contratista y cuando se refiere al Outsourcing parcial solo toma algunos de los anteriores aspectos mencionados. Por otra parte, la prospectiva según Astigarraga (2016) “se reconoce más bien como un proceso sistemático, participativo, de construcción de una visión a largo plazo para la toma de decisiones en la actualidad y a la movilización de acciones conjuntas” (p, 5) otra definición muy pertinente es la que propone el profesor Godet(1997) “una herramienta de observación del entorno a largo plazo que tiene como objetivo la identificación temprana de aquellos aspectos y tecnologías que pueden tener una gran impacto social, tecnológico y económico en el futuro, los “gérmenes de cambio” Por lo anterior, la prospectiva permite mediante la observación a largo plazo, para la toma temprana de decisiones que afectaran el futuro; se caracteriza por la anticipación, el análisis de variables y la integración de distintos actores; de esta manera tiene propósitos como generar visiones alternativas de futuros deseados, proporcionar impulsos para la acción, promover información relevante y establecer valores y reglas de decisión.
Mojica, F. (2010). Introducción a la prospectiva estratégica para la competitividad
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