DIFERENCIA ENTRE AMOR Y SEXUALIDAD EN LA ENCICLICA HUMANAE

VITAE DEL PAPA PABLO VI.

Ante todo debemos definir como el Papa Pablo VI concebía la idea de amor en un
ámbito matrimonial. Teniendo en cuenta que el amor, en Pablo VI, tiene su punto de
partida y llegada Dios, pues Él es la fuente del amor. También podemos ver que el
amor, de un modo muy clásico de definirlo, es una donación total de mi yo a un tu, así
con Cristo se entregó totalmente para la salvación y para la vida eterna de la humanidad,
así el amor es una donación total de mi ser a otro ser para que de eso se pueda dar la
vida.

Dicho de otro modo así como Cristo se entrega diariamente por el hombre en el
sacrificio eucarístico, así el amor es la entregar diaria del hombre y de la mujer, para
que de ese amor pueda nacer nuevas vidas.

La sexualidad para Pablo VI está unida, de un modo muy intimo al amor, pues de
ello depende el orden mutuo del perfeccionamiento personal. El amor conyugal, la
unión entre los esposos, es principio único para la definición del carácter sexual de
ambos y no solamente para definirlos como hombre o mujer, sino mas bien para la
plenificación de su sexualidad, porque el hombre solamente si plenifica con una mujer y
la mujer solamente si plenifica con un hombre. Efectivamente dentro del acto conyugal,
es decir dentro del matrimonio, el hombre uní su cuerpo al cuerpo de la mujer y en ésta
unión se da la plenificación corpórea y de su sexualidad.

El matrimonio no es, por tanto, efecto de la casualidad o producto de la evolución

de fuerzas naturales inconscientes; ni tampoco el fruto de deseos corpóreo para la
sanación de apetencias, sino es un deseo del Creador para que el hombre pueda
configura su ser hombre y la mujer su ser mujer, perfeccionando así su propia identidad
sexual.

Por fin la relación entre amor y sexualidad la podemos concluir diciendo que el
amor que parte de Dios y tiende hacia Él, es factor indispensable para la configuración
sexual del hombre y de la mujer. Solamente el amor de donación, el amor que es la
entrega total de mi ser para llenar la vida de otro ser, así como hizo Cristo por el
hombre, así es el amor que hace pleno el género humano, es ese amor que da al ser
humano su identidad verdadera, primero la de hijos de Dios, segundo el ser hombre y
mujer.