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Educación Religiosa----grado 7
Asignatura: Religión Tiempo: horas Inicio y finalización Guía: 01-
02-28-03-2021
Lea la guía y copie un resumen de los temas que se encuentra en esta guía, con gráficos imágenes y
preguntas y resuelva las actividades que se presentan.
TEMA:1
ESTANDAR BASICO: Confronta los conocimientos con su propia realidad familiar y la de su
medio próximo.
“Al principio… los creó hombre y mujer” (Mt 19,4). De este modo Jesucristo presenta a
susinterlocutores la existencia de un plan que sólo puede ser plenamente conocido y
desarrollado por los creyentes y que concierne al matrimonio y a la familia. Jesucristo, al hacer
referencia a la creación, manifiesta la unidad del designio de Dios sobre el hombre y se introduce
en el modo humano de comprenderse a sí mismo y de construir la propia vida. Con esta respuesta
evangélica, la Iglesia sale al paso de las interpretaciones torcidas que de esta realidad han
realizado algunas corrientes de pensamiento basadas solamente en los datos
sociológicos y psicológicos.
De este modo se establece una relación intrínseca e inseparable entre la Revelación divina y la
experiencia humana, que van a ser los dos ejes imprescindibles para el conocimiento completo de
la realidad del hombre y el sentido de la misma. El culmen de esta conjunción se realiza en Cristo.
En el encuentro con Él entramos en la comunión con Dios Padre que, por su Espíritu Santo, nos
capacita para descubrir y realizar “el beneplácito de su voluntad” (Ef 1,5).
2. La vocación al amor
La “antropología adecuada” de la que partimos tiene como afirmación primera el que la persona
sólo se puede conocer, de modo adecuado a su dignidad, cuando es amada. “El hombre no puede
vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de
sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace
propio, si no participa en él vivamente”.
Llamados al amor
Como imagen de Dios, que es Amor (cfr. 1 Jn 4,8), la vocación al amor es constitutiva del ser
humano. “Dios (...) llamándolo a la existencia por amor, le ha llamado también al mismo tiempo al
amor (...). El amor es, por tanto, la vocación fundamental e innata de todo ser humano”. La
persona llega a la perfección, a que ha sido destinada “desde toda la eternidad”, en la medida en
que ama. Cuando descubre que ha sido llamado por Dios al amor y hace de su vida una respuesta
a ese fin.
Ese hombre, creado a imagen de Dios, es todo hombre (todos y cada uno de los seres humanos) y
todo el hombre (el ser humano en su totalidad unificada). El hombre es llamado al amor en su
unidad integral de un ser corpóreo-espiritual. Nunca puede separarse la vocación al amor de la
realidad corporal del hombre. Los espiritualismos, a lo largo de la historia, han sido destructivos
y anticristianos. Igualmente se supera todo materialismo: la sexualidad es un “modo de ser”
personal, nunca puede reducirse a la mera genitalidad o al instinto; afecta al núcleo de la persona
en cuanto tal; está orientada a expresar y realizar la vocación del hombre y de la mujer al amor.
Se trata de una realidad que debe ser asumida e integrada progresivamente en la personalidad
por medio de la libertad del hombre. Se da así una íntima relación de carácter moral entre la
sexualidad, la afectividad y la construcción en el amor de una comunión de personas abierta a la
vida. Ese es el sentido profundo de la sexualidad humana, incluido en la imagen divina.
La diferenciación del ser humano en hombre y mujer, es decir, la diferenciación sexual, está
orientada a la construcción de una comunión de personas (cfr. Gén 1,27). Ni el hombre ni la
mujer pueden llegar al pleno desarrollo de su personalidad al margen o fuera de su condición
masculina o femenina. Por otro lado, esencial a esa condición es la orientación a la ayuda y
complementariedad: el ser humano no ha sido creado para vivir en soledad (cfr. Gén 2,18), sólo
se realiza plenamente existiendo con alguien o, más exactamente, para alguien. La sexualidad
tiene un significado axiológico, está ordenada al amor y la comunión interpersonal.
Amor esponsal
Esta vocación al amor que implica a toda la persona en la construcción de su historia, tiene como
fin el don sincero de sí por el que el hombre encuentra su propia identidad. Se trata de la libre
entrega a otra persona para formar con ella una auténtica comunión de personas. Entregar la
propia vida a otra persona es expresión máxima de libertad.
Realizar esta entrega de modo humano exige una madurez de la libertad que permite al hombre
no sólo dar cosas, sino darse a sí mismo en totalidad. El fundamento de esta entrega es un amor
peculiar que se denomina esponsal.
El amor esponsal es a la vez corpóreo y espiritual. En cuanto amor personal, exige la fidelidad al
compromiso y la verdad en su realización; como fundamento de una comunión, requiere la
reciprocidad que será el camino específico de su crecimiento y corroboración. Por la totalidad de
la entrega que exige va a incluir la corporalidad, que comprende en sí la afectividad y hace de este
amor de entrega un amor exclusivo. En esa entrega está inscrita, por la fuerza de la naturaleza del
amor, una promesa de fecundidad que revela la generosidad desbordante del amor creador
divino del cual el hombre participa por su propia entrega.
Estas características del amor esponsal revelan su valor único en la vida del hombre y tienen un
significado del todo central para la vocación al amor. Por eso, el amor esponsal va a ser el fin de
todo el proceso de crecimiento y maduración que el hombre ha de realizar como preparación a la
totalidad de la entrega.
El cristiano encuentra la última verdad de este amor en Jesucristo crucificado que entrega su
cuerpo por amor de su Iglesia. Es la revelación del amor del Esposo -Cristo- que “amó a la Iglesia
y se entregó a sí mismo por ella para santificarla” (Ef 5,25). Todo amor humano va a ser referido
a este “gran misterio” de la entrega de Cristo por la Iglesia, en el que se realiza y transmite la
salvación a los hombres. Esta realidad de amor implica de tal modo a la Iglesia que ésta sólo
puede realizar su propia misión si la entiende como la respuesta fiel al amor de su Esposo. La
pastoral de la Iglesia nace así de un amor esponsal que debe ser, en consecuencia, un amor
materno y fecundo. Así, la Pastoral familiar ayudará a mostrar el rostro esponsal y materno de la
Iglesia.
Por otro lado, la “unidad de dos”, por la que el hombre y la mujer vienen a ser “una sola carne” en
el matrimonio, es de tal naturaleza y tiene tales propiedades que sólo puede darse entre un solo
hombre y una sola mujer. El amor conyugal ha de ser signo y realización de toda la verdad
contenida en la vocación al amor que ha guiado todo el proceso de descubrimiento del plan de
Dios. La fidelidad personal que se sigue a una entrega conyugal, exige que sea para siempre. La
interpretación que hace el Señor sobre el matrimonio “en el principio”, habla inequívocamente de
la exclusividad y perpetuidad de la unión conyugal: “lo que Dios ha unido que no lo separe el
hombre” (cfr. Mt 19,3-12).
El modo verdaderamente humano de vivir el compromiso conyugal, condición necesaria para que
sea sacramento
Cuando el Señor “sale al encuentro de los esposos cristianos por medio del sacramento del
matrimonio (...), el amor conyugal auténtico es asumido por el amor divino y se rige y enriquece
por la virtud redentora de Cristo y la acción salvífica de la Iglesia, para conducir eficazmente a los
cónyuges a Dios y fortalecerlos en la sublime misión de la paternidad y de la maternidad”. El
amor humano, inserto en la Historia de Amor que es el plan de salvación de Dios, es testimonio
de un amor más grande que el hombre mismo, es imagen real del amor de Cristo por la Iglesia. El
“modo verdaderamente humano” de vivir el compromiso y la relación conyugal es condición
necesaria para que sea sacramento, es decir, realidad sagrada, signo eficaz del amor de Cristo por
la Iglesia.
Entonces la donación de Cristo a su Iglesia “hasta el extremo” (cfr. Jn 13,1) debe configurar
siempre las expresiones del amor conyugal. El amor de los esposos es un don, una participación
del mismo amor creador y redentor de Dios. Ésa es la razón de que los esposos sean capaces de
superar las dificultades que se les puedan presentar, llegando hasta el heroísmo, si fuera
necesario. Ése es también el motivo de que puedan y deban crecer más en su amor: siempre les es
posible avanzar más, también en este aspecto, en la identificación con el Señor. Y la expresión
plena de ese amor de Cristo se encuentra en las palabras de San Pablo: “Cristo amó a la Iglesia y
se entregó a sí mismo por ella” (Ef 5,25). El camino de santidad que se abre al hombre por medio
del amor esponsal, se vive dentro de la comunión de la Iglesia.
El misterio de la alianza de amor entre Cristo y la Iglesia es, en su unidad indivisible, el misterio
originario de amor esponsal, un amor que es a la vez fecundo y virginal. La Iglesia expresa la
riqueza del amor esponsal cristiano en una doble vocación al amor: matrimonio y virginidad o
celibato por el Reino de los cielos. Ambas son signo y participación de ese misterio de amor y
modos específicos de realizar integralmente la vocación de la persona humana al amor.
Por ello, “la estima de la virginidad por el Reino y el sentido cristiano del matrimonio son
inseparables y se apoyan mutuamente”. El matrimonio necesita de la luz de la virginidad y, a la
inversa, ésta de aquél para comprenderse y vivirse adecuadamente. La virginidad o celibato por
el reino de los cielos, recuerda que la vida en este mundo no es la definitiva y hace presente a los
esposos la necesidad de vivir su matrimonio con un sentido escatológico. A su vez, el matrimonio
hace presente que la donación universal, propia de la virginidad, ha de expresarse en
manifestaciones concretas, ya que sólo de esa manera puede hacerse real el amor a las personas.
La excelencia de la virginidad o celibato “por el reino de los cielos” (cfr. 1 Co 7,38; Mt 19,10-12)
sobre el matrimonio se debe al vínculo singular que tiene con el Reino de Dios. Expresa mejor el
estado definitivo del hombre y de la mujer que tendrá lugar en la resurrección de los muertos
cuando, según dice Jesús, “no se casarán los hombres ni las mujeres, sino que serán en el cielo
como ángeles” (Mc 12,25; cfr. Lc 20,36; 1 Co 7,31). Ello, sin embargo, en modo alguno ha de
interpretarse como una infravaloración del matrimonio (cfr.1 Co 7,26.29-31). La perfección de la
vida cristiana se mide por la caridad o fidelidad a la propia vocación. Todos los cristianos, de
cualquier clase y condición, estamos llamados a alcanzar la plenitud de la vida cristiana y llegar a
la santidad.
La existencia de una y otra vocación manifiesta la necesidad de vivirlas dentro de la Iglesia; sólo
la comunión de ambas vocaciones en la diversidad, manifiesta al mundo la totalidad del amor
esponsal de Cristo. El anuncio y el acompañamiento del matrimonio, como una vocación cristiana
de santidad, es el eje básico de la pastoral del matrimonio.
La llamada al amor que el hombre descubre y que le pide una totalidad en su entrega, supone la
asunción de un estado de vida ante la sociedad y la Iglesia. No se ha de entender nunca como una
realidad meramente privada que sólo concierna a los esposos; su vida común es el fundamento
de una nueva realidad social. En cuanto tal debe ser reconocida dentro de la convivencia social y
protegida por las leyes para que se fortalezca y contribuya a la construcción de la misma sociedad
y de la Iglesia.
Fundada por el Creador, con unas finalidades propias que deben ser reconocidas socialmente
“La alianza matrimonial, por la que el hombre y la mujer se unen entre sí para toda la vida”, ha
sido fundada por el Creador y provista desde “el principio” de sus finalidades propias que deben
ser reconocidas socialmente. El vínculo sagrado que, ciertamente, se establece sobre el
consentimiento personal e irrevocable de los cónyuges, no depende del arbitrio humano. El
matrimonio es una institución que hunde sus raíces en la humanidad del hombre y de la mujer,
en ese misterio de trascendencia de ser creados a imagen del mismo Dios (cfr. Gén, 1,27). Es una
realidad buena y hermosa, salida de las manos de Dios (cfr. Gén 1,1-25; 1 Co 7,38).
Así, del acto humano por el cual los esposos se dan y se reciben mutua y libremente, nace, ante la
sociedad, un vínculo tan singular y especial que hace que los casados vengan a constituir una
“unidad de dos” (Gén, 2, 24). Hasta el punto que el Señor, refiriéndose a esa unidad, concluye con
lógica coherencia, “de manera que ya no son dos, sino una sola carne” (Mt 19,8). “Tanto la misma
unión singular del hombre y la mujer como el bien de los hijos exigen y piden la plena fidelidad
de los cónyuges y también la unidad indisoluble del vínculo”. Se trata de una unidad tan profunda
que abarca la totalidad de sus personas en cuanto sexualmente distintas y complementarias. Es
una unidad que, por su propia naturaleza, exige la indisolubilidad. Responde a las exigencias más
hondas de la igual dignidad personal de los esposos, a la naturaleza del amor que debe unirlos, al
bien de los hijos y de la sociedad.
De este modo se transparenta, en la vida social, el modo concreto de vivir la vocación al amor y
sus características fundamentales. La defensa y la promoción de esta vida fiel de los esposos y de
la estabilidad matrimonial son de capital importancia para toda la vida social, y merece un
reconocimiento y protección.
Esta realidad de la unión entre un hombre y una mujer, conforme al proyecto del Creador, “es
confirmada, purificada y perfeccionada por la comunión en Jesucristo dada mediante el
sacramento del Matrimonio”.
ACTIVIDADES COGNOSCITIVAS
ACTIVIDADES PROCEDIMENTALES
El quinto mandamiento
Esta sección sobre la vida moral del cristiano usa como base el Decálogo, o los Diez
Mandamientos, que fue revelado por Dios a Moisés en el Monte Sinaí. Jesús mismo
confirmó el valor del Decálogo cuando dijo: "si quieres entrar en la vida, guarda los
mandamientos” (Mateo 19,17). La enseñanza de Jesús acerca del doble mandamiento
del amor: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo, es un
resumen de los Diez Mandamientos. Mientras los primeros cuatro mandamientos se
refieren al amor a Dios, los otros seis tocan el amor al prójimo.
En el mundo de hoy, donde las cuestiones de orden público está muy a menudo
enfocado hacia los derechos y libertad del individuo, la iglesia trata al individuo como
miembro de una familia, y a la familia en relación con la sociedad; habla de los deberes
de los hijos y de los padres, de los ciudadanos y de las autoridades civiles. Enfatiza la
dimensión social de la existencia humana, y suministra un antídoto importante contra
la creciente visión fragmentaria, y fundamentalmente antisocial, de la humanidad
En circunstancias como éstas, podría ser útil recordar la enseñanza del Catecismo
acerca de los deberes de los ciudadanos con respecto a las leyes injustas, ilustrados
desde la perspectiva del cuarto mandamiento: “el ciudadano tiene obligación en
conciencia de no seguir las prescripciones de las autoridades civiles cuando estos
preceptos son contrarios a las exigencias del orden moral, a los derechos
fundamentales de las personas o a las enseñanzas del Evangelio. El rechazo de la
obediencia a las autoridades civiles, cuando sus exigencias son contrarias a las de la
recta conciencia, tiene su justificación en la distinción entre el servicio de Dios y el
servicio de la comunidad política. «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es
de Dios» (Mateo 22,21). «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hechos 5,
29)”.
ACTIVIDADES COGNOSCITIVAS
1. Explica con tus propias, palabras que entiendes por el quinto mandamiento
ACTIVIDADES PROCEDIMENTALES
3. Elige unas imágenes o unos dibujos para recrear el quinto mandamiento, en varios
contextos de la vida
4. Realiza un cuadro comparativo entre como aplicarías el quinto mandamiento en tu
vida adolescente y adulta
ACTIVIDADES ACTITUDINALES
5. Prepárate para sustentar la clase en video llamada al profesor.
LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD
¿Qué es la personalidad?
La personalidad es un conjunto de formas de comportarse y pensar que suponen diferencias
individuales y que se ven afectadas por el desarrollo de la persona. Incluye actitudes, formas de
relacionarse con los demás, habilidades, hábitos y formas de pensar.
El concepto personalidad es utilizado en la vida diaria por muchas personas, como dijo Burham
en 1990, “todo el mundo sabe lo que es la personalidad, peor nadie puede expresarlo con
palabras”.
¿Cuántas veces hemos utilizado la palabra personalidad en nuestra vida diaria? Se suele
utilizar en diferentes ámbitos:
-Para definir aquellas personas competentes en su vida “Mateo es un chico con mucha
personalidad”.
-Para referirnos a alguna eminencia que ha realizado algo importante “Eysenck es una
personalidad en su campo”.
-Para referirnos a alguien que es diferente a los demás, y que no se deja llevar por lo que otros
digan “Marta tiene mucha personalidad”; o bien lo contrario “Rocío no tiene ninguna
personalidad”…
Definición de personalidad
Como vemos el término es utilizado para designar diferentes aspectos pero, realmente, ¿qué
entendemos por personalidad? Realmente no existe unanimidad al definirla y existen diferentes
definiciones:
Otros la definen en relación al auto concepto (cómo se define el individuo), o el sentido del
individuo de quien es él.
Allport decía que se trataba de la organización dinámica interindividual de los sistemas que
determinan su ajuste único al ambiente.
Por otra parte, Eysenck entiende la personalidad como la suma de los patrones de
comportamiento determinados por la herencia y el ambiente que se originan y desarrollan a
través de la interacción de los sectores: Cognitivo o inteligencia, actitud o temperamento,
carácter y constitución.
En definitiva, en base a las definiciones de personalidad que se han propuesto a lo largo del
tiempo, se extraen los siguientes aspectos fundamentales:
Abarca la totalidad de las funciones y las manifestaciones conductuales, las cuales serán fruto de
elementos estables y dinámicos, influencias personales, sociales y culturales. Es algo distintivo y
propio de cada individuo y éste buscará adaptar su conducta a las características del entorno, a
esto se le denomina “coherencia conductual”.
Rasgo de personalidad
Además son disposiciones latentes, es decir, que no están presentes normalmente, sino que
dependen de la relevancia de la situación. Son de carácter general y son continuos en el tiempo
(estables) y presentan continuidad en distintas situaciones (consistencia transituacional).
Como ejemplo podemos pensar en una persona extrovertida, de la que diríamos que es alguien
que busca el contacto con los demás, pero nos podemos plantear, ¿siempre busca el contacto con
los demás?.
La respuesta sería no (carácter disposicional). Por otro lado podríamos plantearnos, ¿a simple
vista se puede ver si alguien es divertido o no? No, es algo que se tiene que inferir (carácter
subyacente).
Temperamento
Carácter
El carácter, a diferencia del temperamento, está en función de los valores de cada sociedad, de su
sistema educativo y cómo son transmitidos.
Un ejemplo sería: “si yo tengo una idea, una costumbre, un valor, eso puede hacer o va a influir en
el comportamiento que yo tenga o en las metas que pretendo alcanzar.
ACTIVIDADES COGNOSCITIVAS
1. Que es la personalidad
Personalidad
Colombia al igual que todas las sociedades de las Américas, se construyó sobre la base de las
ambiciones personales, la violación de los derechos humanos de los pueblos ancestrales y la
violencia. Pues los denominados conquistadores europeos realmente fueron invasores que
vinieron en la búsqueda de oro y de materias primas básicas para darle continuidad a sus
procesos de desarrollo industrial. Procesos que habían dejado andando árabes, moros y judíos al
ser expulsados de los territorios europeos.
También buscaron alimentos para resolver las hambrunas generadas con la violenta expulsión
del campesinado pobre y los medianos productores de las tierras agrícolas, por la migración
hacia las ciudades o áreas urbanas, en el violento proceso de desmonte del feudalismo e
instauración del capitalismo. Esas mismas prácticas violentas las aplicaron los invasores
europeos para despojar a las comunidades indígenas y africanas de sus más valiosos
patrimonios materiales construidos durante milenios, y de sus mejores tierras, e interrumpir
sus procesos de desarrollo autóctono. Para imponerles dinámicas socioeconómicas y políticas
favorables a las metrópolis colonialistas.
Para lo cual, los invasores, se inventaron las teorías de las razas humanas para poder ubicarse
ellos, la “raza blanca”, como la superior y representante de Dios en la tierra, y, por ende, con
derecho a dominar, explotar y oprimir a las otras. Llegaron al punto de someterlas a la
esclavitud para poder disponer de su fuerza de trabajo gratuitamente. Esta concepción racista se
ha mantenido a pesar de que hace mucho rato que la ciencia antropológica demostró que no
existen ni han existido razas humanas, sino una diversidad étnica y cultural que enriquece a la
humanidad y a cada sociedad en particular.
Pero una de las causas fundamentales para que estas concepciones cavernarias se mantengan es
la persistencia de los modelos educativos eurocéntricos, individualistas y de corte
capitalista que inferiorizan a los no europeos; así como de las dinámicas de funcionamiento de
nuestras sociedades, que privilegian a los más cercanos descendientes de europeos
mientras se marginaliza a los más cercanos a África e Indo américa.
Junto a ellos, se continúa discriminando y violentando a las mujeres con base en teorías y
prácticas machistas de origen esclavista-feudal, que inferiorizan a la mujer en las diferentes
esferas y roles de la sociedad, llevando a muchos hombres a considerarse dueños y con derecho a
maltratar a la mujer con quien establecen una relación de pareja.
La opresión de la mujer negra es más de tres veces superior a la de la blanca, por su condición
de mujer, de ser negra o afro descendiente, y de ser pobre. Igualmente, se discrimina y
maltrata a las personas que tienen inclinaciones sexuales diferentes. Esto genera conflictos, en
ocasiones, violentos, porque ninguna persona que se respete, admite en forma pasiva que se le
violen sus derechos y se le maltrate.
Las sociedades republicanas de las Américas, que resultaron de las guerras independentistas, no
solo heredaron las características violentas, represivas, esclavistas, racistas, machistas,
discriminatorias y expoliadoras de las sociedades coloniales, sino que también pusieron en
práctica unos regímenes neocolonialistas, criollos y republicanos. En el caso de Colombia, los
africanos y sus descendientes tuvieron que dar continuidad a sus luchas por la libertad y la
justicia social por más de 300 años. Y posteriormente han tenido que luchar contra el despojo
y el saqueo de sus territorios ancestrales.
Las comunidades indígenas han tenido que luchar contra el despojo de sus territorios, que
habían quedado amparados por la Corona Española bajo la figura del resguardo. Igualmente, el
campesinado pobre tuvo que luchar contra el despojo de sus pequeñas propiedades. Esas han
sido las prácticas violentas y neocoloniales puestas a andar por los más cercanos descendientes
de la clase colonialista/esclavista ibérica, que se quedaron con el control del poder al lograrse la
independencia e instaurarse la República, a partir del siglo XIX.
A la vez, entre los diferentes sectores de la clase dominante republicana se inició una serie de
enfrentamientos mortales por el control absoluto del poder, en los cuales involucraron a los
sectores de capas medias y pobres, previa su contaminación con el fanatismo politiquero,
alrededor de los dos partidos copiados de Europa: el Liberal y el Conservador. Con lo que se dio
una serie de guerras partidistas intestinas signadas por la crueldad. La última de las cuales es la
que se está tratando de resolver con las actuales negociaciones de paz.
En este orden, es de suma importancia que en estas negociaciones de paz se estén teniendo en
cuenta las reivindicaciones y puntos de vista de los discriminados, marginalizados y excluidos
de siempre. Han existido formas injustas que generan violencia, formas de relacionamiento y de
negación de los derechos naturales, constitucionales y legales de amplios sectores de la
población, y es evidente que no puede haber paz duradera sin respeto de los derechos y sin
justicia social.
Como dijera en un artículo de prensa, en 1910, el intelectual y líder de las luchas reivindicatorias
de los afrocubanos, Julián V. Sierra: “Es preciso que lo sepa el mundo, ni Martí era el único
cubano capaz de vivir junto con sus hermanos negros, ni Maceo era el único jefe cubano de color
que tenía valor, honradez y capacidad suficiente para exigir la igualdad de Cuba (…) y nosotros
sus discípulos, fieles al cumplimiento del deber, decimos; mientras haya una sola injusticia en
nuestra patria que reparar, la revolución redentora no ha terminado”.
Y como dijera en 1889, África C. de Céspedes, la dirigente de las luchas de las mujeres
afrocubanas por su dignidad, la igualdad real y la justicia social: “La mujer negra sañudamente
tratada por sus viles explotadores, viene hoy a ser blanco más saliente a donde dirigen sus
saetas envenenadas, aquellos mismos que más traficaran con su noble sangre en los
luctuosos días de esclavitud. Por eso, enervado nuestro espíritu por el duro tratamiento de
ayer y el torpe juicio de hoy, nos preparamos a la defensa en el constante batallar porque
estamos pasando; y tal haremos hasta que se nos considere tal como somos…¡Nos invitáis a
luchar? Pues luchemos. Reflexionemos, pues, sin hacer separación alguna de razas, sobre el juicio
que de la mujer tienen formado la mayoría de los hombres y hasta de algunas maritornes de baja
esfera, al mismo tiempo que a nosotras, las de la raza negra, se nos considera en las últimas capas
de ese infame juicio…”.
Los individuos que discriminan tienen una visión distorsionada de la esencia del hombre y se
atribuyen a sí mismos características o virtudes que los ubican un escalón más arriba que ciertos
grupos. En su acepción más coloquial, el término discriminación se refiere al acto de hacer una
distinción o segregación que atenta contra la igualdad.
El prejuicio a cierto tipo de comunidades hace que los individuos que pertenecen a estas sean
prejuzgados antes de ser conocidos. Son generalizados y rechazados. La intolerancia, el rechazo y
la ignorancia en la mayoría de los casos son determinantes para el nacimiento de conductas
discriminatorias.
Muchas veces quienes discriminan lo hacen por el color de la piel o las diferencias biológicas
(Racismo y xenofobia), por el género de la persona (sexismo, machismo), por su origen o
nacionalidad, creencias religiosas, condición social, orientación sexual (Homofobia), discapacidad
o enfermedad, su edad, afiliación política. La Discriminación positiva: política social dirigida a
mejorar la calidad de vida de grupos desfavorecidos, proporcionándoles la oportunidad de
conseguir alimentos y de disponer de derechos civiles.
El racismo suele estar estrechamente relacionado y ser confundido con la xenofobia, es decir el
"odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros". Sin embargo existen algunas diferencias
entre ambos conceptos, ya que el racismo es una ideología de superioridad, mientras que la
xenofobia es un sentimiento de rechazo; por otra parte la xenofobia está dirigida sólo contra los
extranjeros, a diferencia del racismo.
El racismo también está relacionado con otros conceptos con los que a veces suele ser
confundido, como el etnocentrismo, los sistemas de castas, el clasismo, el colonialismo, el
machismo e incluso la homofobia.
Al ser el racismo una construcción histórica que forma parte de la ideología dominante e
intrínseca en todo el orden social y económico dominante, las manifestaciones del racismo se
van transformando o empiezan a presentarse nuevas formas, de acuerdo al desarrollo mismo de
las sociedades. Mientras que el racismo es una ideología basada en la superioridad de unas razas
o etnias sobre otras, la discriminación raciales un acto que, aunque suele estar fundado en una
ideología racista, no siempre lo está.
La discriminación racial es ejercida por todas aquellas personas e instituciones que se colocan
desde la perspectiva del grupo racial dominante blanco y que defienden sus intereses y la forma
en que se organizan las relaciones humanas entre las personas para perpetuar la supremacía
blanca.
Queda evidente entonces que la discriminación racial puede tener manifestaciones evidentes o
solapadas y que de igual manera lo que trata de sostener es una estructura racista de poder y de
relaciones. La discriminación racial es una realidad social, económica, cultural y política que se
manifiesta a lo largo y ancho del Continente Americano, su erradicación implica un
cambio estructural en el modelo de desarrollo imperante y la cultura predominante.
Las actitudes, valores y sistemas racistas establecen, abierta o veladamente, un orden jerárquico
entre los grupos étnicos o raciales, utilizado para justificar los privilegios o ventajas de las que
goza el grupo dominante.
DISCRIMINACIÓN RACIAL CONTRA LOS AFRO LATINOS
Las "castas" o "cruzas" (mestizos, mulatos, castizos, etc.) representan las variedades de mezclas
entre las tres etnias europea, indígenas y negros y sus descendientes, sobre la que se creó una
sociedad colonial estratificada. La extensión del cristianismo de la península fue empleada por el
Imperio Español en América como justificación de la conquista de las antiguas
civilizaciones indígenas. Así en las colonias españolas en América, se estableció un sistema de
estratificación social que estableció roles y privilegios entre las personas.
Este estilo preferencial también se extendió entre los zambos y los negros, donde el color de la
piel de los negro esclavos se convirtió en un factor negativo a la hora de elegir pareja, dado la baja
posición que ocupaban en la sociedad. La relación que existe entre el color de la piel y la posición
económica de la personas, todavía es parte de la cultura en Latinoamérica, a la hora de escoger
parejas, pues “mejorando la raza “es garantía de tener una mejor posición económica.
Los medios de comunicación están sujetos a las leyes otorgadas por el país donde desarrollan su
actividad comercial, por ende se proponen medidas apropiadas para evitar que diferentes
medios muestren discriminación contra personas o sociedades que son afectadas por el mal
manejo de la información por parte de estos.
- El racismo debe de abordarse desde un enfoque integral que incluya, derechos humanos,
necesidades de derechos humanos insatisfechos, promoción de la participación y derechos
ciudadanos individuales y colectivos.
- Elaboración de un programa educativo que apoye la pluralidad de culturas y la lucha contra el
racismo televisado.
- Que las universidades de las regiones promuevan un plan sobre temas de investigación sobre el
racismo y que participen en programas educativos y de intercambio multicultural.
- El racismo y la discriminación igualmente debe abordarse al crear un programa de capacitación
para trabajadores/ras en el área de servicios públicos, tales como hospitales, centros de salud,
escuelas, cortes, prisiones, universidades, etc.
Participación Social:
ACTIVIDADES COGNOSCITIVAS
1. ¿Qué nos dice la historia, sobre la situación de discriminación étnica en Colombia?
2. ¿Como evitarías la discriminación racial.? Argumenta tu respuesta.
4. Como interpretas la siguiente frase que aparece en el texto: “La mujer negra
sañudamente tratada por sus viles explotadores, viene hoy a ser blanco más saliente
a donde dirigen sus saetas envenenadas, aquellos mismos que más traficaran con su
noble sangre en los luctuosos días de esclavitud.
ACTIVIDADES PROCEDIMENTALES
5. Elabora un ensayo argumentativo, sobre el tema en cuestión.
ACTIVIDADES ACTITUDINALES
7. Realiza una investigación detallada, en la web. Donde investigues, los pro y los
contra sobre de la discriminación. Saca tus propias conclusiones.