Se inicia diciendo que la teología del cuerpo hace referencia a la persona
humana considerada en su totalidad. El cuerpo: es toda la persona humana considerándola corporalmente ya la forma por medio de la cual una persona se hace presente, ya que a través del cuerpo se deja contemplar enseñándose que es única, singular, personal, que es una realidad carnal, con movimientos naturales y comunes que la identifican porque las personas son distintas. Revela lo escondido, el interior de la persona y es el medidor entre el hombre y el mundo. Tiene un valor teológico por tres razones:
Por haber sido querido por dios y creado por El.
Dios ha elegido el cuerpo humano para revelarse a los hombres se encarnó. Por la Fé cristiana su destino final es la resurrección.
“El cuerpo no es para fornicación, si no para El Señor, nos resucitara también a
nosotros mediante su poder 1cor; 13-14. El cuerpo también es Templó del Espíritu Santo por ello es excelso. - Tiene la capacidad de relacionarse con otras personas así como con Dios: Porque su principio o Fuente esta en Dios, estar en comunión con El significa estar unidos a Dios que es la fuente y el fin de toda comunión Humana Auténtica. - La comunión entre personas es una vocación y le permite a quien ama santificarse verdaderamente es decir crecer en la Comunión con Dios. a) La primera relación que experimenta el hombre es su relación con Dios que lo ha creado y lo pone en una opción moral obedecer o desobedecerlo. b) La soledad original del hombre indica que necesita una compañía una ayuda adecuada para que no este solo, lo que le permite al hombre el seseo de unirse a una mujer. Por ello se integra toda la dimensión del deseo y su expresión sexual: los dos forman una sola carne. c) La comunicación con Dios se refleja si se está en comunicación con las demás personas. La Ideología de Género: Hoy hay una tendencia que pretende abandonar el criterio absoluto de la comunicación, el verdadero sentido de la sexualidad. Esta ideología niega la diversidad sexual. Negando la masculinidad y la feminidad. Reduce el misterio de sexualidad humana a un dato meramente cultural que fundamente el carácter indiferenciado de las opciones de comportamiento en el campo sexual.
El deseo muestra un valor que forma parte del cuerpo: es la dimensión
esponsal que se expresa entre el hombre y la mujer porque a través del amor la persona se convierte en un don de su persona. Porque el hombre como persona criatura de Dios ha querido por sí mismo, puede encontrase a si mismo plenamente en el Don de Sí. Ya que el hombre de puro corazón descubre el significado esponsal del propio cuerpo al darse a su esposa.
Los actos de los cónyuges expresan la intimidad de acto sexual para la
transmisión de la vida es una virtual que se hace posible gracias a la virtual de la castidad conyugal.
En una visión de fe, la comunión de amor y de vida entre los cónyuges.
Tiene como misión expresar y hacer actual la unión entre Cristo y la Iglesia.
La analogía entre el amor del señor por la iglesia, en una Visión de Fe, se la observa en la comunión de amor y de vida entre los esposos.
Esta manera de comunión de vida y de amor se da y que por una parte
en la Iglesia se transmite la vida eterna porque está fundada por el Espíritu Santo y es comunión de amor, porque es ese amor infinito la ha hecho nacer del costado traspasado Cristo.
La teología del cuerpo también aporta en la institución de los
sacramentos según Juan Pablo II que lo explica así: es un lazo que uno al cuerpo con el sacramento porque todo sacramento responde a una realidad corporal. Es signo de algo, es una realidad visible que se hace referencia a otra realidad escondida o invisible que es la caridad de Cristo su amor infinito por nosotros. Este signo visible es su cuerpo muerto y resucitado. El muerto en la cruz es consecuencia del amor de quien ha entregado su propia vida por la salvación del mundo. Y por haber resucitado muestra que también es sacramento del amor del Padre porque El hijo se ha ofrecido como sacrificio al Padre por eso la Resurrección de Jesús testifica que su oración al padre ha sido escuchada. El amor entre los esposos, según San Juan Pablo II puede ser ampliado hacia la dirección Eucarística. Al recordarnos que el deber de los maridos es Amar a sus esposos como a su propio cuerpo. Porque el esposo que ama a su esposa, se ama a sí mismo. Alimentando su propia carne y como dice el Apóstol San Pablo: “La Cuida con cariño lo mismo que Cristo a la Iglesia, puesto que somos miembros de su cuerpo. Por eso dejara el hombre a sus padres ya su madre y se unirá a su mujer y lo dos serán una sola carne. “Gran misterio es este lo digo respecto a Cristo y la Iglesia” EF.5, 29-32.
La Iglesia es El cuerpo de Cristo por el lazo profundo que une a toda la
humanidad con el Hijo de Dios. La unión sexual entre el hombre y la mujer es el don reciproco que cada uno de los dos hace al otro. Como también lo explica San Pablo “Nadie aborreció jamás su propia carne, antes bien la alimenta y la cuida con cariño hace referencia implícitamente la “Eucaristía” que es el cuerpo de Cristo con el que el alimenta a la Iglesia.
También se observa que hay una analogía entre la relación Hombre –
Mujer y la relación Cristo – Iglesia, que ayuda a iluminar al Ministerio Divino ya que nos enseña que el Amor reciproco que une a Cristo con la Iglesia mostrando la verdad esencial del Matrimonio, que refleja el Don de Cristo a la Iglesia junto al amor de la iglesia por Cristo. Si el matrimonio tiene como fin expresar al misterio Divino, no lo haría completamente, por ser el misterio mayor al Sacramento va más allá de sus significado no solo proclama el misterio de forma significativa si no que está destinado a realizarlo en el nombre de este modo gracias al bautismo de los esposos, la íntima comunión de San Juan Pablo II es elevado y asumido por la caridad nupcial de Cristo que la apoya con su fuerza de redención en la Eucaristía, el cuerpo entregado y la sangre derramada no solo son un signo; sino que realmente se ofrece como comida y bebida para los discípulo que unido a Jesús y entre sí, se unen, corporalmente con él. Lo cual quiere decir estar asociado a su propio sacrificio redentor: La Unidad en la calidad es exigida para recibir digna y eficazmente el cuerpo y Sangre de Cristo este Don se hace a toda la iglesia. Esposa de Cristo por ello la esencia de la Eucaristía es nupcial puesto que es el Don que el esposo hace a su esposa y que la esposa acoge con fe.