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Eva Giberti

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antigua Grecia, &l. Manantial, Buenos Aircs. sexualidad como tendencia anormal y desn:lturali1..,lda del scr humano. Sostienen,
asimismo, que es pasihle de "curación". En su programa afirman que "la homose-
xualidad distorsiona los lazos dc ;unistad que naturalmente unen a las personas del
mismo sexo, pone en peligro la permanencia del matrimonio entre varoncs y InU- ,
jeres, institución que se basa en' la complementariedad de los sexos y que, desde
siempre, se ha considerado esencial para el cuidado y asistencia de los niños". Sos-
tienen, también, que "a despecho de lo que afirman las teóricas feministas que [ra-
bajan la cuestión del género, la ausencia del padre en el hogar no es bueno para la
constitución Ellniliar".
2 En los Esrados Unidos: Amcrican Psychological Associatioll (APA). Thc.
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Norrh American Council 011 Adoprablc Children (NACAC), American Psychia-
tric Association (APA) , American Academy of Pediarrics (AAP) , The American
Psychoanaly[ic Associarion.

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Juan Carlos Volnovich
Parejas del mismo sexo que adoptan niños/as

convalidar! desde sus respectivas especialidades, las reivindicaciones y reeducación y ortopedia para que los sordos puedan ver los sonidos y,
los reclamos llevados adelante por los homosexuales y el legítimo de- por qué no, para que puedan emiti~los. La ciencia viene casi siempre.
recho que tienen a adoptar niñas y nifios, a asiscirlos ya amarlos.
acompañada con un bisturí que anticipa la prótesis o la emasculación.
En efecto, el trabajo de cuidar a niñas y a niños, la obligaci6n de Ahora bien, reducir el abordaje de la sordera o de la condición inter-
satisfacer las necesidades materiales (alimento, higiene y abrigo) y sex a la rehabilitación médica y a la cibernética parecería lo mismo que
afectivas que las niñas y ¡os niños tienen, es tanto responsabilidad de
suponer que con la ginecologb las mujeres podrán resolver las desi-
las mujeres como de los varones. Si bien embarazo, parto y lactancia gualdades instaladas por el patriarcado o pensar que los problemas del
rienen como sede el cuer o de la mu'er, todas las otras demandas ue racismo los resuelve la dermatología.
sur en e a cnanza ue en ser aSUffil as oc om res o mu'eres, ma- Que la zurdera y la sordera son "discapacidades" y que l~pro-
reL~ ..pa res 10 ógicos o a DErivos.. omosexua es o eterosexuales, ducción de los "discapacitados" es una aberración -como lo sugirió el
solteros o casados. Tanto el var6n como la mujer pueden participar en caso de Sharon Duchsneau y Candice McCullough, las lesbianas sor-
la adopción, sólo que al quitar del medio el cuerpo de la mujer como das que se hicieron inseminar semen de sordo de cuarta generación
base irreductible de la asimetrfa entre ambos sexos frente a la hija o al (sordo aristocrático, si los hay, hijo, nieto y bisnieto de sordos) para
hijo, se abre paso el enigma de la paternidad adoptiva lésbico-gay que tener la certeza de que iban a procrear un hijo o una hija sorda- su-
puede iluminar el de la paternidad adoptiva heterosexual y el de la pa- pone algo así como escandalizarse porque los negros del Africa no se
ternidad biológica.
deciden a tener sus hijos en los Estados Unidos para que su "produc-
Si de verdad acordamos con que la universalidad de lo "humano" to" se integre a la cultura dominante. o sostener que los pobres no de-
está limitada y acotada por el relativismo cultural, pues entonces las berfan procrear, cuestión de evitar que su descendencia sufra el desti-
minar/as tendrfan todo el derecho del mundo en reclamar el recono- no de exclusión que, ya se sabe, les espera.
cimiento de sus diferencias. Así, ser diferente no necesariamente su- El caso es significativo y abre a la polémica ya que no sólo se tra-
pone ser deficiente.
ta aquí del reconocimiento público de una relación homosexual, del
Hoy en día a nadie se le ocurrirfa hacer lo que durante tanto legítimo derecho a procrear de las lesbianas, de la intención de adop-
tiempo se hizo: contrariar a un zutdo para que se subordine a la hege- tar por parte de una de ellas sino, también. de aspirar a compartir con
monía de los diestros. Me refiero, claro está, a un zurdo de mano, no su cría un rasgo que las caracteriza: no su e1ecci6n homosexual pero
de ideología. Porque no me cabe duda que son muchos los que esta- s(, su sordera. Porque, hasta ahora. no conozco grupos de homosexua-
dan dispuestos a contrariar a los "zurditos" de ideología para que les que pretendan fuertemente la reproducción de la homosexualidad
acepten las normas de la derecha. La izquierda sigue siendo siniestra por vía de !@s hij@s-biológicos o adoptivos- que ,!!@scrfan. Parece-
para los diestros de derecha. No obstante, actualmente, pertenecer a ría que 4pa cosa es tolerar a los homosexuales y otra, muy distinta,
la minoría de zurdos de mano o de pierna es nada más que eso: acep- aceptar que se reproduzcan.
tar y tolerar que se tiene una habilidad diferente, ni mejor, ni peor que Deda que las asociaciones de profesionales "psi" han salido a la
la del resto y que merece todo nuestro respeto. escena pública para convalidar, desde sus respectivas especialidades,
Hoy en día a nadie se le ocurriría contrariar a un zurdo para que las reivindicaciones y los reclamos llevados adelante por los homose-
se subordine a la hegemonía de los diestros, pero aún hoy son muchos xuales y el legítimo derecho que tienen a adoptar niñas y niños. a asis-
los que pretenden que los sordos hablen, los homosexuales se curen y tirJos y a amarlos. UPolíticamente correcta", esta posici6n -reactiva a
los intersex se decidan para que, finalmente, elijan entre uno u otro utradición, familia y propiedad" y, lamentablemente, muchas veces so-
sexo. Porque si la sordera o los genitales CCintersex"-es s610 un ejem- breactuada- adquirió un sesgo defensivo que, al poner el énfasis en
plo- son ~ ..£Cl.m? 1.}J1adiscapacidad, como un defecto, se im- demostrar' que niños y niñas criados por parejas lésbico-gay no sólo
pone entonces la intervención de la medicina ara su "rehabilitaci6n". llevaban una vida común y corriente sino que, frecuentemente, eran
YJa ciencia, ya se sabe, casi siempre viene acompafia a de aud'fonos, "normales" (sobre todo en lo que respecta a la identificación del géne-
de implantes cocleares, de métodos digitales para reparar la "falla", de ro con el sexo biológico y a las elecciones del objeto sexual), eludió la

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tarea de investigar con seriedad y de profundizar en los efectos que te- significación y, por otra, con las concepción psicoanalltica que da
nia sobre la constitución del psiquismo individual y en la subjetividad cucnta de la construcción subjetiva.
de la época haber crecido: Porque «experiencia" es una .palabra insustituible que va desde la
- Con padres de un mismo sexo. filosona hasta e/lenguaje coloquial. pero aquf circula como e/ concep-
~ En el seno de una pareja que, al hacer plíblica su condición de to que anuda la subjetividad, la sexualidad, el cuerpo y, hasta, la acti-
homosexuales y en algunos casos lograr legalizarla. asumían una posi- vidad polftica. Entonces. cuando aludo a la "experie:: ' criar a UlJ
o

ción polírica que desafiaba uno de los instiruidos más sagrados e into- nino o a una niña", no me refiero solamente al mero registro de datos
cables de la cultura occidenral. sensoriales, o a la relación puramenre psicológica que gays o lesbianas
Para comenzar, entonces, deberíamos aceptar que antes gue llde_ . , ;/ :"/ tienen con los hijos biológicos a veces; y adoptados, otras; no me re-
seo de hijoll como instinto que nos constituye. los humanos hemos . \< /'1'./ fiero -o. no sólo me refiero- a las anécdotas de esa interacción filial.
eOil.Sti-uido r~prcsentaciones de procreación Y- re,eroducción q~c varia- (\~-~/ / a la adquisición de habilidades y competencias por acumulación. a la
ton en las ,ltferentes culturas y a io largo del tiempo. Asr, cnar a un . /\/ . exposición repetida al estilo de dar el biberón, cambiar los pañales o
hi"o (bioló ico o ado tado) uede ser entendido como un "hábito" .. /. ir a la cancha de [(abo!' Tampoco uso el término en el sentido ese n-
"Há ito" en e sentido que éste término teórico tiene para Pierce c¡alista e individualista, para aludir a algo que le pertenece a uno mis-
(I897) -lo que designa una disposieión natural o adquiridaL, y "há- mo y es exclusivamente suyo 'aun cuando los otros puedan tener ex-
bito" en el sentido psicoanalltico que tiene pata Laplanche. Porque periencias similares. Sino, más bien, lo hago en £!
sentido de "rroce-
cuando Laplanche sostiene que los deseos inconscientes "tienden a sa- so"; "proceso" p'or el cual se construye la subjerividad de todos y cada
tisfacerse a través de la restauración de signos que están asociados a las uno en tanto su'etos ('madres? . adres? socio-históric Así consi-
experiencias más tempranas de sarisfacci6n"4, alicnta la posibilidad de erada, la "experiencia" es continua i
su fin inalcanzable se renueva
pensar a esos deseos inconscientes como efecto de esfuerzos y de "há_ cotidianamenre. Para cada humano varón,' mujer -o aquellos ubicados
bitos inconscientes" (Pierce llama "hábito" a eso que, con Tercsa de
en el amplio especrro de la mulriplicidad inconsistente de los géneros-
Lauretis5, prefiero mcncionar como ICexperiencia").
antes que un punro de llegada o de partida. la condición de adulros
Entonces, si pretendemos ampliar nuestra comprensión crítica
que adoptan a un niño o a una niña, supone una construcción g!!£...ll.2
acerca de la crianza de niñas y de nifios por parejas de un mismo se-
tiene rinci io ue nunca termina.
xo -lo que quiere decir: cómo se establece, cómo se rcproduce y có-
Es al e ecto e a interacción con a hija, con el hijo y con el mun-
mo se innova en las relaciones de los humanos con sus hijos y con sus
do, a lo que propongo llamar uexperiencia". "Experiencia" que se p,r~-
hijas-, me parece imprescindible elaborar reóticamente la idea de "ex-
duce no como respuesta a imposiciones externas sino sobre la ba~~ de
periencia" .
la implicación personal. subjetiva, en aquellas actividades, discur,sos e
"Experiencia" como término teórico inevitablemente confronta-
instituciones que dotan de importancia (significado y, en estos ¿asas,
do y conjugado. por una parte. con las teorías del significado y de la
valor político) al acontecimiento de la crianza. "Experiencia" ~mo
proceso continuo por el cual se construye semiótica e hist6ricamente
la subjerividad. . o":\i.i
'. t
3 "Una especialización original o adquirida de la naturaleza de un hombre de De ahr que si queremos [larle lúgar a una comprensión criricade
tal forma que lo lleva a comportarse siempre de una forma describibJe en térmi-
cómo se construye un vínculo filial a partir del acro de adopción por
nos generales y en toda ocasión (o en la mayoría de las ocasiones) con caracterís- \
ticas singulares". Piercc, Cllarlcs Sandcrs: Col/t!Ct~dPap~rs. Harvar{f. University parte de parejas de un mismo sexO se impone elaborar una teoría de \

Prc", 1958. la "experiencia". Y est~teoría háy que confrontarla, por una parte con
4 L1planche. jean: Vida y mlt~rt~mpsicoandlisiJ, Ed. Amorrortu, BueilOS Aires. las concepciones relevan res del sujeto y, por otra, con las teorías del
"

5 De Lauretis, lcresa: Alicia do~sn't.Hay traducción al castellano: Alicia ya significádo y.de la significación.
. no. Ed. Cátedra, Valencia, 1984. ,Por qúé~el psicoanálisis '/Ia semiótica?

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Parejas del mismo sexo que adoptan niños/as
Juan Carlos Volnovich

En las últimas décadas, como una forma de hacer política, los di-
Porque no existe un camino que no pase por ambas disciplinas si
ferentes grupos feministas, las asociaciones de gays y de lesbianas, el
es que pretendemos registrar la incorporación de valores sociales y de
movimiento Queer y el Intersex han contribuido a la creación de nue-
sistemas simbólicos en la subjetividad; si es que aspiramos a precisar
la mediación de los códigos (esto es, la relación'del sujeto con el sig- vas es~rategias. nuevos contenidos, Y"nuevos signos semióticos para
quienes crían., niñas y niños. Pero, también, y .esto es si acaso lo' más
nificado y con el lenguaje) que hace posible tanto la representación
impéiii:a:nte. estos ru os ' retenden Uc;,ya,.r"a ,c" 9 ciertos cambios en
como la auto-representación.
los "hábitos" de los pa res y e as ma res: pro ucir"-':construH'- nue"-
El caso es que a través de un .!!~particular de "experienda'\ a
vas subjetividades. Y es tal vez allí donde hay que ir a buscar la eSpe~.)':'
p'artir de una "praxis" particular de crianza. el cuerpo adquiere la con-
.cificidad de la paternidad y de la maternidad: no en la adecuación de
dición de sujcw de la semiosis: efecto de significado del signo. Pero el
la identidad de género con la elección sexual del sujeto adoptante; no
signo no tendría un efecto -esto es, no sería un signo- sin la existen-
en el inconsciente como deseo propio de varones y mujeres; no en la
cia o la "ex ericncia" oc arte del su' eto de una ráctica social en la
tradici6n que nos pretende proveedores a los varones y abnegadas a las
que se ve físicamente, corpora mente, envue to e InVO uera o. Para
mujeres; sino, más bien, en la actividad olítica, teórica e istemoló-
una lesbiana, arender las necesidades de un nifio pequefio, cambiarle
gica mediante la cual pue an ser articula as las relaciones del sujeto
los pañales, nada dice, no prejuzga acerca de su inscripción como ta-
con la realidad social a artir de la exeeriencia histórica gue los adul-
rea que genera repugnancia o placer lúdico, desprecio o excitación,
tos esarro amos, tam ién, con nuestm..R!.."Qle ..
pot ejemplo.
Porque el caso es que desde siempre ha habido nifios y nifias pro-
Si insisto en la-semiosis es porque la semiosis especifica la mutua
creados y/o criados por homosexuales. Parejas de sexo diferente '(mu-
determinación entre el significado, la percepción y la experiencia. És-
chas veces parejas bien conformadas como emptesa de crianza) donde
ta es una relación muy compleja por los efectos recíprocos entre el su-
uno, o lo::>dos integrantes del binomio conyugal, sostenían vfnculos
jeto y la realidad social, intercambios que sugieren una continua mo-
estables o transitorios con personas de su mismo sexo. Padres muy
dificación de la conciencia. Así, el concepto de semiosis depende de la
bien avenidos a la hora de asistir a sus hijos que, entre ellos, no tenfan
íntima telación entre la subjetividad y la práctica; y el lugar de la
relaciones sexuales y que, de común acuerdo, reservaban las prácticas
crianza en esa relación es lo que nos da a los humanos ese significado
sexuales con personas del mismo sexo para fuera del hogar.
cambiante (hoy en día, más cambiante que nunca) de sujetos que nos
Desde siempre ha habido nifias y nifios procreados por mujeres
producimos y nos reproducimos.
que. una vez separadas del padre de sus hijos, mantuvieron una sexua-
Plantear que lo más personal-el "deseo de hijo"- está determina-
lidad encubierta con alguna otra mujer de la casa.
do socialmente, es afirmar que la adopci6n es una avenntra "esencial-
Desde siempre ha habido nifias y nifios procreados por varones
mente" política. Asi entendido, desde que uno se construye como pa-
que mantenian la ficción de un hogar convencional disociado de una
dre o madre a través de la "experiencia" de la adopción, más que un
intensa vida homosexual.
asunto que nos corresponde como varones o mujeres. como hetero u
Desde siempre hubo hijos e hijas biológicos o adoptados por
homosexuales, es una iniciativa gue nos corresponde como ciudada-
adultos ue tenían rácticas homosexuales. Lo enteramente novedoso
nos y como sujetos polfticos.
es que, a i "erencia e aque os que sostenían sus elecciones de objeto
Los diferentes grupos femmistas, las' asociaciones de gays y de les-
homosexual como una práctica vergonzante (pecado, enfermedad o
bianas. el movimiento Queer y 'el Intersex sostienen diferencias en
delito), actividad destinada a mantenerse en la clandestinidad, se de-
cuanto a las reivindicaciones que llevan adelante para lograr una ma-
. cidieron a hacer pública su condici6n, a reivindicar e1legftimo dere-
yor igualdad y libertades individuales más acotde a los tiempos que co-
cho a vivir con sus arejas sin ocultamientos. a red amar que el Esta-
rren. Pero todos comparten un mismo princieio: poner límites a la
D os reconozca como ciu a anos penos e.ra po er y, asf, reCl Ir 111-
norma heterosexual compulsiva con la que el Estado interviene en el
nas 'O" ninos en adopción sin tener que simu ar una "normah(l'i(i"' que
cuerpo biológico de las y de los ciudadanos. Todos se oponen al abusi-
vo desempeño del poder estatal sobre los cuerpos de l@s ci"dadan@,. les es ajena.
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Juan Carlos Volnovich

Este desafío a la notma heterosexual que domina la sociedad, el el interés común y el beneficio de la sociedad, se sabe por dónde se
. escándalo que una Ilherejfa" de este tipo representa para los sectores empieza pero no dónde se termina .
"No existen diferencias significativas entre niñas y niños criados
más reaccionarios del Estado y de las Iglesias hegemónicas, las modi-
por parejas heterosexuales y parejas lésbico-gay" declaman a coro las
ficaciones que implican en los prejuicios que circulan por el imagina-
instituciones y l@s profesionales que hasta hace muy poco tiempo
rio social, el "sacrilegio" que supone para las costumbres instituidas, la
atrás satanizaban la homosexualidad. Lo gue no existe, hasta ahora, es
infracción al manual de uso de sexualidad y procreación, no puede
la posibilidad de afirmar a ciencia cierta, cuáles son los efectos ue
darse sin consecuencias. Sería ingenuo suponer que ciertos pilares que
uña iniCiativa como ésta ,"scn e en a su ietivi ad y en el imaginario
sostuvieron la explotación patriarcal durante siglos pudieran ser remo-
social sencillamente porque todavía no disponemos de experiencias
vidos sin que cruja la estructura y se levanten todo tipo de resisten-
significativas que incluyan a varias generaciones de niñas y niños
cias. Sería más ingenuo, aún, suponer que la cuota de narcisismo
(cuando no de heroísmo) que se juega en l@s protagonistas de tama-
adoptados legalmente I?2.Lpare¡-asdel mismo sexo en uncontexto so-
,9al que no discrimine esta r.r:1.ctica.No disponemos de una muestra
lía gesta, no tiene efecto alguno en la constitución psíquica de las ni-
significativa de nilías y nilíos adoptados legalmente por parejas del
ñas y los nilíos, primera generación de sujetos criados por parejas que
mismo sexo en un contexto social no sexista, pero sí disponemos de
se atrevieron a romper con uno de los prejuicios más bochornosos de
una evidencia: el liderazgo de la Comunidad Homosexual Argentina
la historia de las sexualidades y a inscribir en su reemplazo una pági-
en lo que aralíe a reafirmar la igualdad de tod@s l@s ciudadanos fren-
na luminosa que alienta las mejores esperanzas para el futuro. Pero es
te a la Ley, uno de los más caros valores de nuestra cultura.
esa misma esperanza, las ilusiones, anhelos y expectativas que caen so-
Así, haber instalado el tema en la agenda teórica, institucional y
bre las nilías y los nilíos adoptados por parejas de un mismo sexo, las
polftica de nuestros días, se ha convertido al mismo tiempo en meta
que nos obligan a J:clJexionar acerca de c.uál es la marca gue en la sub-
alcanzadél, a fuerza de una sostenida implicancia, y punto de partida
k.Ü\'id.ª~tgra!?~.~!..a_elapad~p'asaje. Cómo tramitan estas niñas yes-
para ¡ntentar, una vez más, desafiar la hipocres(a de la sociedad insti-
tos niños la carga y la sobrecarga narcisística que significa asumir una
tuida cuando se reclama un legítimo derecho.
responsabilidad de tanta envergadura, saber que ell@stienen el poder
de hacer triunfar o fracasar la causa de sus padres o madres ado/!.tiv@s,:-
que de su desempelío psíQuico, de sus elecciones sexuales, depende el
futuro de un movimiento político destinado a producir grandes cam-
bios en las leYoes,en la polftica y en el imaginario social. Clausur~r..1!-
cuestión con comentarios al estilo de "no existen diferencias significa-
tivas entre niñas y niños criados or are.as he,terosexuales are.as
lésbico-gay" será bueno Eara en rentar a los sectores más reaccionarios
de la sociedad Ilero es malo, muy-'lli!!o,-Eara la verdad. Clausurar la
cuestión con una apelación romántica al amor filial es más un acto de
cobardía intelectual (por donde se puede filtrar el refuerzo a los valo-
res más reaccionarios e instituidos), que una empresa de .r,iesgo por
i, .
dónde algo de lo nuevo empiece a aparecer. Aún no es posible saber
cuánto de repetición de los valores sagrados de la familia tradicional
se juega en esta aventura; -cuánto de innovación. Apelar al Estado pa-
ra legalizar la legitimidad de la adopción por parte de parejas del mis-
mo sexo es una iniciativa necesarió, ineludible, pero tan peligrosa que
llama a la polémica. Porque cuando se abre el cuerpo y se expone el
deseo al poder del Estado, aun en aquellos casos donde está en juego ,
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