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El procedimiento de la adopción en el Código Civil y

Comercial de la Nación
por ROMINA A. MÉNDEZ
Agosto de 2016
JURISPRUDENCIA ARGENTINA 2016 - III , fascículo n. 8
AbeledoPerrot S.A.
Id SAIJ: DACF160521

I. INTRODUCIÓN.

La adopción es un instituto incorporado en el ordenamiento jurídico argentino en el año 1948, a partir de la


sanción de la Ley 13.252, que estableció la adopción únicamente con carácter simple; posteriormente la Ley
19.134 (año 1971) adoptó los dos tipos de adopciones, simple y plena. Años más tarde, la Ley 24.779 (año
1997) modificó el régimen de la adopción reformulándolo concordantemente con las reformas efectuadas en
materia de filiación y responsabilidad parental, y con el fin de adaptar el instituto a las normas de la Convención
sobre los Derechos del Niño (CDN), mientras que la Ley 26.618 de Matrimonio Civil (año 2010) modificó algunas
disposiciones en materia de adopción. Finalmente, la ley 26.994 que aprueba el Código Civil y Comercial de la
Nación (CCyC), legisla sobre adopción en el libro Segundo, denominado "Relaciones de Familia", bajo el título
VI, entre los arts. 594 al 637. De este modo, se desprende de lo establecido por el art. 558 que la filiación puede
tener lugar por naturaleza, mediante técnicas de reproducción humana asistida, o por adopción. Desde esa
perspectiva, la filiación por adopción plena, por naturaleza o por técnicas de reproducción humana asistida,
matrimonial y extramatrimonial, surten los mismos efectos. Como regla, se dispone que ninguna persona puede
tener más de dos vínculos filiales y que el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas sólo debe
expedir certificados de nacimiento que sean redactados en forma tal que de ellos no resulte si la persona ha
nacido o no durante el matrimonio, por técnicas de reproducción humana asistida, o ha sido adoptada (art.559).

Así, el art. 594 define a la adopción, como una institución jurídica que tiene por objeto proteger el derecho de
NNyA a vivir y desarrollarse en una familia que le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades
afectivas y materiales, cuando éstos no le pueden ser proporcionados por su familia de origen, en base a los
principios generales enumerados en el art. 595 que seguidamente se analizarán.

En este sendero, el presente trabajo procura abordar los aspectos procesales de la adopción, poniendo el foco
fundamentalmente en los principios generales que rigen el proceso, a la luz de las convenciones internacionales
ratificadas por Argentina y la jurisprudencia elaborada a partir de la sanción del CCyC.

II. DISPOSICIONES GENERALES APLICABLES AL PROCESO.

1. Principios generales.

El derecho del NNyA a crecer con su familia de origen resulta uno de los pilares jurídicos mas importantes, pues
así está normado en los arts. 17 y 19 de la Convención Americana y en los artículos 8, 9, 18 y 21 de la CDN.

No obstante, la permanencia con su familia de origen cede frente al interés superior del NNyA en tanto resulte
beneficioso para aquel y a fin de brindarle protección, contención, cuidados adecuados y la posibilidad de su
inserción en un medio familiar cuando éstos aspectos no pueden ser proporcionados por su familia de orige
(conforme el art 3.1 y 21 inc. a) de la CDN, art. 11 último párrafo de la Ley 26.061 y art. 594 del CCyC.
En esa línea argumentativa, el art. 595, establece los principios generales que deben contemplarse en todos los
procesos de adopción: a) el interés superior del niño; b) el respeto por el derecho a la identidad; c) el
agotamiento de las posibilidades de permanencia en la familia de origen o ampliada; d) la preservación de los
vínculos fraternos, priorizándose la adopción de grupos de hermanos en la misma familia adoptiva o, en su
defecto, el mantenimiento de vínculos jurídicos entre los hermanos, excepto razones debidamente fundadas; e)
el derecho a conocer los orígenes y f) el derecho del niño, niña o adolescente a ser oído según su edad y grado
de madurez siendo obligatorio requerir su consentimiento a partir de los diez años.

1.1. Interés superior del niño.

La consideración primordial del interés del NNyA -conforme art. 3.1 de la CDN y art. 3 de la Ley 26.061- se
impone como criterio de decisión en todos los asuntos concernientes a aquellos que tomen tanto los tribunales,
como las instituciones públicas o privadas y las autoridades administrativas o los órganos legislativos. Esta
pauta valorativa orienta y condiciona cualquier decisión de los tribunales en todas las instancias llamados al
juzgamiento de los casos. Se trata de un concepto que recepta el ordenamiento jurídico en diferentes normas,
incorporado especialmente dentro de los principios generales que deben regir en los procesos de familia,
regulado en art. 706 inc. c) del CCyC. En efecto, en los procesos de adopción este principio se traduce en el
logro de la mayor cantidad de derechos para los NNyA, y por otro lado en la menor restricción de ellos,
analizándose a tales fines cómo los derechos y los intereses de la persona menor de edad se ven o se verán
afectados por las decisiones y las medidas que se adopten o, en su caso, por la omisión de su dictado (1).

1.2 El derecho a la identidad.

El derecho a la identidad ha sido conceptualizado en numerosos trabajos de autores, y en la mayoría de la


doctrina y jurisprudencia, a partir de la definición dada por el jurista Fernández Sessarego quien lo define como:
"El conjunto de atributos y características que permiten individualizar a la persona en sociedad (...) es todo
aquello que hace que cada cual sea ´uno mismo´ y no ´otro´ (...) nadie pretende que la identificación de una
persona se agote a través de un solo y único medio, como podría ser el nombre, sino que ella es el resultado de
un conjunto de elementos dinámicos y estáticos que, globalmente considerados, nos conducen a la
determinación de la identidad personal..." (2).

A partir de tales nociones, para el jurista, el derecho a la identidad, presenta dos vertientes, una estática y otra
dinámica. Mientras en la faz estática se encuentran los atributos de identificación y el origen genético (huellas
digitales y signos distintivos de la persona como el nombre, la fecha de nacimiento, nacionalidad, edad, etc.), la
faz dinámica refiere a la proyección histórico-existencial de la persona. Ambos aspectos se combinan e
interaccionan para darle a la persona su propia identidad. Desde el marco normativo, el derecho a la identidad
se encuentra consagrado en los arts. 33 y 43, tercer párrafo, de la Constitución Nacional, en el art. 11 de la ley
26.061 en los arts. 7 y 8 de la CDN, en el art. 17 del Pacto de San José de Costa Rica, art. 19 de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, art. 2º de la Convención Internacional sobre Eliminación de
todas las Formas de discriminación racial, entre otros instrumentos internacionales que contemplan el derecho a
la filiación otorgándole tutela jurídica.

1.3.El agotamiento de las posibilidades de permanencia en la familia de origen o ampliada.

La adopción debe ser concebida como institución tendiente a efectivizar el derecho de todo NNyA a vivir en
familia tras haberse descartado la viabilidad de respetar otro derecho humano como lo es permanecer con la
familia de origen (3). Tal principio guarda coherencia con los preceptos constitucionales y especialmente con los
postulados que establece CDN en cuanto expresa la convicción de que la familia es el grupo fundamental de la
sociedad y el medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de los
NNyA, debiendo el Estado garantizar el derecho de aquellos a permanecer y crecer junto a su familia de origen
y no ser separada de su medio familiar con la salvedad de las excepciones que se establecen en resguardo de
su interés superior.

Con tal previsión, con fecha 16 de marzo de 2016, la Suprema Corte de Justicia, resolvió rechazar el recurso
extraordinario de inaplicabilidad de la ley interpuesto por el progenitor de una niña que había sido declarada en
situación de adoptabilidad. Sin embargo, ordenó a la instancia de origen evaluar la posibilidad de restablecer un
régimen de comunicación entre la niña y su progenitor, como así también mantener el vínculo con el resto de
sus familiares de origen(4).

1.4. La preservación de los vínculos fraternos.

Este principio tiene sus antecedentes en la jurisprudencia y doctrina, en el cual se priorizaba la adopción de los
hermanos de manera conjunta a fin de garantizar los vínculos fraternos, como así también, del art. 41 inc. d) y
art. 66 inc. c) de la ley 26.061. Sin embargo y en forma excepcional, se puede otorgar la adopción de hermanos
a distintos grupos familiares, siempre que esto respete el interés superior de los NNyA, con la garantía de
respetar la vinculación entre aquellos(5).

Respecto a ello en un reciente fallo se dijo: "La guarda con fines de adopción de un niño debe ser otorgada a los
solicitantes, un matrimonio que previamente había adoptado a la hermana de aquel, pues de esa manera el
adoptado vería respetado su derecho al mantenimiento de sus vínculos de origen en una medida que resulta
justa y respetuosa de su interés superior, máxime cuando es la solución que se condice con los principios
previstos en el art. 595 del Código Civil y Comercial de la Nación"(6).

1.5. El derecho del niño a ser oído.

El derecho del niño a ser oído en juicios de adopción cobra suma importancia por todos los restantes derechos
que se ponen en juego y con el fin de colocarlo como un verdadero sujeto de derechos. Esta es la postura que
se tomó en el CCy C. Específicamente, el art. 617 indica que los NNyA que cuentan con edad y grado de
madurez suficiente son parte en el proceso de adopción debiendo contar con asistencia letrada; el juez debe oír
personalmente al pretenso adoptado y tener en cuenta su opinión según su edad y grado de madurez. En caso
de que el NNyA sea mayor a 10 años, debe prestar su consentimiento para que el acto se perfeccione
concordantemente con lo dispuesto en el at. 595 inc. f. A su vez, el art. 26 regula la participación del NNyA en el
proceso disponiendo que "la persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le
concierne así como a participar en las decisiones sobre su persona". Del mismo modo, el art. 707 señala que los
NNyA con edad y grado de madurez suficiente para formarse un juicio propio tienen derecho a ser oídos y a que
su opinión sea tenida en cuenta en todos los procesos que los afecten directamente según las circunstancias
del caso. Esa regla se complementa con las disposiciones de los arts. 24 y 27 ley nº 26.061. Ciertamente, en la
comunidad jurídica internacional el derecho del NNyA a ser escuchado se encuentra plasmado en el art. 12 de
la CDN(7).

2. Derecho del NNyA a conocer los orígenes.

En consonancia con el principio del respeto a la identidad el art. 596 dispone que el adoptado con edad y grado
de madurez suficiente tiene derecho a conocer los datos relativos a su origen y puede acceder, cuando lo
requiera, al expediente judicial y administrativo en el que se tramitó su adopción y a otra información que conste
en registros judiciales o administrativos. En caso de que la persona sea menor de edad, el juez puede disponer
la intervención del equipo técnico del tribunal, del organismo de protección o del registro de adoptantes para que
presten colaboración. La familia adoptante puede solicitar asesoramiento en los mismos organismos. A sus
efectos, el expediente judicial y administrativo debe contener la mayor cantidad de datos posibles de la identidad
del NNyA y de su familia de origen. En esa línea argumentativa, los adoptantes deben comprometerse
expresamente a hacer conocer sus orígenes al adoptado, quedando constancia de esa declaración en el
expediente. Ello así, dentro de un vínculo familiar es imprescindible que una persona sepa quién es, cuál es su
nombre, cuál es su origen, quiénes son sus padres biológicos, para poder ejercer su derecho a la identidad y
que aquel sea respetado. Pues esta noción confiere el derecho de pertenencia, para así entender el presente y
construir el futuro.

3. Personas que pueden ser adoptadas.

Establece el CCyC que pueden ser adoptadas aquellas personas menores de edad no emancipadas y
declaradas en estado de adoptabilidad o cuyos padres han sido privados de la responsabilidad parental. En
otras palabras, el ordenamiento jurídico prevé que una persona menor de 18 años no emancipada (arts. 25 y 27)
podrá ser adoptada tomando la fecha de otorgamiento de la guarda para la comprobación de tal requisito en
virtud del efecto retroactivo de la sentencia de adopción que establece el art. 618.

No obstante, se permite la adopción de personas mayores de edad, cuando sea el hijo del cónyuge o
conviviente de la persona que pretende adoptar (adopción integrativa) o cuando hubo posesión de estado de
hijo mientras era menor de edad, circunstancia que deberá ser fehacientemente comprobada. Es decir, cuando
hubo trato filial del pretenso adoptado desde que aquel era menor de edad (situación de hecho) y se obtiene la
sentencia de adopción, por diversos factores, al alcanzar aquel la mayoría de edad (art. 597). En todos estos
casos, se deberá contar con el consentimiento del pretenso adoptado en los términos del art. 595 inc. f).

4. Pluralidad de adoptados.

Indica el art. 598 que pueden ser adoptadas varias personas, simultánea o sucesivamente, concordantemente
con lo dispuesto en el art. 595 inc d. . La existencia de descendientes del adoptante no impide la adopción. En
este caso, deben ser oídos por el juez, valorándose su opinión de conformidad con su edad y grado de madurez
y la particularidad de cada familia. Por su parte, todos los hijos adoptivos y biológicos de un mismo adoptante
son considerados hermanos entre sí. En consecuencia, existe el impedimento matrimonial que regula el art. 403
inc. b), entre otros derechos y obligaciones (oposición a la celebración del matrimonio, contribución alimentaria,
vocación hereditaria, etc).

5. Personas que pueden adoptar.

El art. 599 del CCyC dispone que los pretensos adoptantes pueden ser un matrimonio, o integrantes de una
unión convivencial o una única persona, estableciendo como requisito para la adopción la existencia de una
diferencia de edad de 16 años entre adoptante y adoptado, salvo que se trate del caso de una adopción
integrativa. El principio general es que las personas casadas o en unión convivencial pueden adoptar sólo si lo
hacen conjuntamente, (art. 602). No obstante, conforme lo dispone el art. 603, lo podrán hacer de manera
unipersonal en las siguientes hipótesis; a) el cónyuge o conviviente ha sido declarado persona incapaz o de
capacidad restringida, y la sentencia le impide prestar consentimiento válido para este acto (debe oírse al
Ministerio Público y al curador o apoyo) o b) los cónyuges están separados de hecho.

Por otro lado, el CCyC posibilita la adopción conjunta por parte de aquellas personas que estuvieron unidas en
matrimonio o unión convivencia. Es decir, se prevé que las personas que durante el matrimonio o la unión
convivencial mantuvieron estado de madre o padre con una persona menor de edad, pueden adoptar
conjuntamente aún después del divorcio o cesada la unión si dicha situación representa el interés superior del
NNyA.
Siguiendo esa postura de integración familiar, el art. 605 establece que cuando la guarda con fines de adopción
del NNyA se hubiese otorgado durante el matrimonio o unión convivencial y el período legal se completa
después del fallecimiento de uno de los cónyuges o convivientes, con la posibilidad de otorgar la adopción al
sobreviviente y generar vínculos jurídicos de filiación con ambos integrantes de la pareja. Es así como el
adoptado, llevará el apellido del adoptante, excepto que fundado en el derecho a la identidad se peticione
agregar o anteponer el apellido de origen o el apellido del guardador fallecido.

Por último, el tutor sólo puede adoptar a su pupilo una vez extinguidas las obligaciones emergentes de la tutela
(art. 606).

6. Requisitos y Restricciones de los adoptantes.

Exige el art. 599 que el adoptante sea por lo menos dieciséis años mayor que el adoptado, a excepción del
supuesto de adopción integrativa. Además, debe tener una residencia en el país de un mínimo de cinco años,
no exigible a las personas de nacionalidad argentina o naturalizadas, debiendo encontrarse inscripta en el
registro de adoptantes (conf. Ley 25.854 Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos
-R.U.A.G.A.-).Desde este punto de vista, el art. 601 establece que no pueden adoptar: a) quien no haya
cumplido 25 años de edad, excepto que su cónyuge o conviviente que adopta conjuntamente cumpla con este
requisito. b) el ascendiente a su descendiente c) un hermano a su hermano o su hermano unilateral. Como se
observa, las reglas explicadas guardan coherencia con el resto de las figuras que se regulan en el CCyC y que
tienen como fin la protección integral del NNyA por parte de los parientes mencionados dentro de las
prohibiciones . En la materia, la tutela (104 y ss.) y la guarda (art. 657) que cuentan con pautas específicas para
su convalidación u otorgamiento y un plazo máximo de duración en el caso de la guarda.

III. EL PROCEDIMIENTO.

El CCyC prevé dos etapas previas a la adopción; la primera está dada por la etapa en la cual se declara el
estado de adoptabilidad - arts. 607 a 610 - y la segunda es la etapa en la que se otorga la guarda preadoptiva
del NNyA- arts. 611 a 614.

1. Declaración judicial de la situación de adoptabilidad.

El art. 607 del CCyC regula los supuestos que configuran la declaración judicial de situación de adoptabilidad de
un NNyA como excepcionalidad a la regla de permanencia en su familia de origen o ampliada en las siguientes
circunstancias:

a) el NNyA no tiene filiación establecida o sus padres han fallecido, y se ha agotado la búsqueda de familiares
de origen por parte del organismo administrativo competente en un plazo máximo de treinta días, prorrogables
por un plazo igual sólo por razón fundada;

b) los padres tomaron la decisión libre e informada de que el niño o niña sea adoptado. Esta manifestación es
válida sólo si se produce después de los cuarenta y cinco días de producido el nacimiento. En este aspecto
cabe aclarar que el plazo mencionado coincide con la etapa de puerperio de la mujer en la que puede llegar a
sufrir desajustes emocionales que la lleven a tomar una decisión viciada. Por otra parte, el espíritu de la norma
tiende a otorgarle a los padres la posibilidad de tomar una decisión madurada respecto a la entrega del niño o
niña y que esta no esté condicionada a la falta de recursos u otras circunstancias que pueden ser superadas por
el Estado o con la ayuda de un equipo interdisciplinario;

c) las medidas excepcionales tendientes a que el NNyA permanezca en su familia de origen o ampliada, no han
dado resultado en un plazo máximo de ciento ochenta días. Vencido el plazo máximo sin revertirse las causas
que motivaron la medida, el organismo administrativo de protección de derechos del NNyA que tomó la decisión
debe dictaminar inmediatamente sobre la situación de adoptabilidad. Dicho dictamen debe comunicarse al juez
interviniente dentro del plazo de veinticuatro horas.

Ahora bien, siguiendo los lineamientos de las leyes especiales, jurisprudencia y doctrina, la norma anuncia que
la declaración judicial de la situación de adoptabilidad no procede si algún familiar o referente afectivo del NNyA
ofrece asumir su guarda o tutela y tal pedido es considerado adecuado al interés de éste. Por otra parte, se
establece el plazo máximo de noventa días para que el juez resuelva sobre la situación de adoptabilidad.

Al respecto, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Tucumán con fecha 28/09/2015 determinó "La
sentencia de Cámara que, al rechazar el recurso de apelación intentado por la adolescente en situación de
vulnerabilidad que pretendía la restitución de su hija a quien había entregado a un instituto de maternidad desde
su nacimiento, confirmó el estado de adoptabilidad de la menor, debe confirmarse, pues esto posiciona a la niña
en un contexto de mayor estabilidad dentro del cual pueda desarrollarse en plenitud, sumado a que el pedido de
aquella no es considerado adecuado al interés de la niña en los términos del art. 607 del Código Civil y
Comercial de la Nación"(8).

A modo de ejemplo en otro fallo se dispuso: "La sentencia que declaró el estado de desamparo y adoptabilidad
de un niño debe confirmarse, ya que se ha acreditado una situación fáctica evidente, manifiesta y continua de
abandono hacia el niño por parte de sus progenitores, el que no queda revertido por la mera voluntad del padre
de querer convivir junto a él -en el caso, la madre padece un retraso madurativo y el padre tiene problemas de
alcoholismo y violencia- pues si bien se ha intentado denodadamente la revinculación y que aquél asuma su
responsabilidad parental, la persistencia en una labor en la cual no se verifican resultados favorables y
significativos, importa la vulneración de los derechos de aquellos a quienes presuntamente se busca proteger y
la revictimización de los intervenidos"(9).

Por último, en sentido contrario se dijo: "Si bien podría darse un caso extremo en que los vínculos afectivos
determinen la inconstitucionalidad de este requisito por ser contrario al interés superior del niño o niña
comprometido, no se da aquella gravedad en el sub lite desde el momento que el interés superior de L.
encuentra resguardo en otros institutos legales, sin que ello requiera del apartamiento de la norma legal vigente.
Por lo dicho, entiendo que corresponde revocar el decisorio apelado y rechazar el pedido de declaración del
estado de adoptabilidad del niño L. E. G. B., debiendo en la instancia de grado evaluarse la conveniencia del
encuadramiento de la situación de autos en los supuestos previstos en el art. 104 del Código Civil y Comercial
de la Nación, conforme lo requiere la norma del art. 657 del mismo código"(10).

2. Efectos de la sentencia de privación de la responsabilidad parental.

El art. 610 establece que la sentencia de privación de la responsabilidad parental equivale a la declaración
judicial de situación de adoptabilidad. En efecto, otra excepción al principio general de permanencia del NNy A
en su entorno familiar, está dado por el supuesto de incumplimiento de los deberes que emergen de la
responsabilidad parental que derivan en una situación de abandono. En este caso, el elemento central a analizar
a fin de tomar una decisión final, se focaliza en el perjuicio grave que la situación de maltrato o inobservancias
de las necesidades físicas o afectivas hacia la persona menor de edad, le pudieren haber irrogado,
obstaculizando o impidiendo el desarrollo integral de su personalidad (art. 3 y 8 de la CDN).

Razonablemente, el art. 700 enumera entre las causales que privan al padre o la madre de la responsabilidad
parental - conforme lo prevé el art. 625 posibilita la adopción plena-, los siguientes supuestos: ser condenado
como autor, coautor, instigador o cómplice de un delito doloso contra la persona o los bienes del hijo de que se
trata, abandono del hijo, dejándolo en un total estado de desprotección, aún cuando quede bajo el cuidado del
otro progenitor o la guarda de un tercero, poner en peligro la seguridad, la salud física o psíquica del hijo o
haberse declarado el estado de adaptabilidad del hijo.

En consecuencia, el art. 703 dispone que en caso de que ambos progenitores estuviesen privados de la
responsabilidad parental, se procede iniciar los procesos correspondientes para la tutela o adopción según la
situación planteada y siempre en miras al interés de NNyA.

En resumidas cuentas, procede únicamente la separación del NNyA de su familia de origen o ampliada, cuando
se hayan agotado las estrategias interdisciplinarias implementadas para superar la situación que dio origen a la
separación, mediante resolución fundada. En esa inteligencia, es esencial observar en el caso concreto cuál es
el interés superior del NNyA poniendo entera atención a su persona, por sobre la persona del adulto, debiendo
el Estado velar por la garantía de sus derechos humanos.

3. Sujetos y reglas del procedimiento.

Conforme lo prevé el art. 608 el proceso que concluye con la declaración judicial de la situación de
adoptabilidad, requiere la intervención, con carácter de parte, del NNyA (si tiene edad y grado de madurez
suficiente) quien comparece con asistencia letrada (art. 26); con carácter de parte, de los padres u otros
representantes legales del NNyA, del organismo administrativo que participó en la etapa extrajudicial y del
Ministerio Público. El juez también puede escuchar a los parientes y otros referentes afectivos.

Una vez firme la declaración del estado de adoptabilidad el juez debe solicitar mediante oficio legajos al registro
de adoptantes y luego elegir a los pretensos adoptantes de la nómina que se le envíe (se deben tomar en
cuenta, entre otras pautas: las condiciones personales, edades y aptitudes del o de los pretensos adoptantes;
su idoneidad para cumplir con las funciones de cuidado, educación; sus motivaciones y expectativas frente a la
adopción; el respeto asumido frente al derecho a la identidad y origen del NNyA), en esa etapa puede convocar
al órgano administrativo que intervino en el proceso de la declaración de adoptabilidad a los fines que estime
corresponder.

Conviene aclarar que si el NNyA tiene edad y grado de madurez suficiente, debe ser citado por el juez para dar
su opinión e iniciar el proceso de revinculación.

En fin, cumplidas las medidas precedentes, el juez decreta la guarda con fines de adopción, figura que no puede
exceder los 6 meses (art. 614).

4. Juicio de adopción.

Una vez concretado el período de guarda preadoptiva, se establece el inicio del proceso de adopción, el que
puede darse de oficio, a pedido de parte o de la autoridad administrativa que intervino en la etapa previa.

En dicho período se aplican las siguientes reglas establecidas en el art. 617 1) son parte los pretensos
adoptantes y el pretenso adoptado; si tiene edad y grado de madurez suficiente, debe comparecer con
asistencia letrada; 2) el juez debe oír personalmente al pretenso adoptado y tener en cuenta su opinión según
su edad y grado de madurez; 3) debe intervenir el Ministerio Público y el organismo administrativo; 4) el
pretenso adoptado mayor de diez años debe prestar consentimiento expreso; 5) las audiencias son privadas y el
expediente, reservado.

Por cierto, la Suprema Corte de Justicia de la Pcia. de Bs. As. en un reciente fallo hizo lugar al recurso
extraordinario presentado por la Defensora Oficial sustentado en que no correspondía designarles a los
progenitores biológicos defensores de ausentes en el marco del proceso de adopción, en tanto ya se los había
citado debidamente y publicado edictos(11).

Por último, se establece que la sentencia que otorga la adopción tiene efecto retroactivo a la fecha de la
sentencia que otorga la guarda con fines adoptivos, excepto cuando se trata de la adopción del hijo del cónyuge
o conviviente, cuyos efectos se retrotraen a la fecha de promoción de la acción de adopción (art. 618).

IV. TIPOS DE ADOPCION.

En primer término conviene precisar que el CCyC a diferencia de la normativa derogada incorpora un nuevo
régimen de adopción, la llamada adopción integrativa, que es precisamente aquella donde se pretende adoptar
al hijo del cónyuge o al hijo del conviviente. Si bien este tipo de adopción no estaba regulada sistemáticamente
en las leyes 19.134 y 24.779, pueden encontrarse en el código de Vélez Sársfield normas aisladas que
configuraban este instituto, aplicado tanto en doctrina como en jurisprudencia. En tal sentido, el art. 619 del CCy
C distingue tres tipos de adopción: a) plena, b) simple, y c) de integración.

1) Plena: La adopción plena confiere al adoptado la condición de hijo y extingue los vínculos jurídicos con la
familia de origen, con la excepción que subsisten los impedimentos matrimoniales. Así, el adoptado tiene en la
familia adoptiva los mismos derechos y obligaciones de todo hijo (art. 620 primer párrafo). Se debe otorgar
preferentemente cuando se trata de NNyA huérfanos o sin filiación, cuando se haya declarado situación de
adoptabilidad, o padres privados de la responsabilidad parental, padres que manifestaron su voluntad de dar al
hijo en adopción (art. 625). Por otro lado, establece el art. 624 que la adopción plena es irrevocable. Agrega la
normativa en cuestión que sin alterar los efectos de la adopción, procede la acción de filiación o reconocimiento
del NNyA contra sus progenitores sólo a efectos de posibilitar derechos sucesorios y alimentarios.

Desde esa perspectiva, en una sentencia se dispuso "Dado que el niño tiene una historia previa a la que
construyó con la adoptante en la que aparece la existencia de dos hermanos, corresponde otorgar la adopción
plena disponiendo que no modifica el emplazamiento respecto de aquellos en los términos del art. 621 del
Código Civil y Comercial, pues la ruptura de un vínculo jurídico sin la participación de todos los involucrados
vulnera el art. 18 de la Constitución Nacional, máxime cuando el trato personal con la familia biológica puede
contribuir a que el niño reconstruya su historia personal en forma integral"(12).

En cuanto al apellido del adoptado se estipulan las siguientes reglas: a) si se trata de una adopción unipersonal,
el hijo adoptivo lleva el apellido del adoptante , si el adoptante tiene doble apellido, puede solicitar que este sea
mantenido; b) si se trata de una adopción conjunta, se aplican las reglas generales relativas al apellido de los
hijos matrimoniales; c) excepcionalmente, y fundado en el derecho a la identidad del adoptado, a petición de
parte interesada, se puede solicitar agregar o anteponer el apellido de origen al apellido del adoptante o al de
uno de ellos si la adopción es conjunta; d) en todos los casos, si el adoptado cuenta con la edad y grado de
madurez suficiente, el juez debe valorar especialmente su opinión (art. 64 y 626).

2) Simple: En la adopción simple se confiere el estado de hijo al adoptado, pero no crea vínculos jurídicos con
los parientes ni con el cónyuge del adoptante, excepto disposiciones en contrario (art. 620 segundo párrafo). En
orden a los efectos de la adopción, el art. 627 dispone que la adopción simple produce los siguientes efectos: a)
los derechos y deberes que resultan del vínculo de origen no quedan extinguidos por la adopción; sin embargo,
la titularidad y el ejercicio de la responsabilidad parental se transfieren a los adoptantes; b) la familia de origen
tiene derecho de comunicación con el adoptado, excepto que sea contrario al interés superior del niño; c) el
adoptado conserva el derecho a reclamar alimentos a su familia de origen cuando los adoptantes no puedan
proveérselos; d) el adoptado que cuenta con la edad y grado de madurez suficiente o los adoptantes, puede
solicitar que se mantenga el apellido de origen, sea adicionándole o anteponiéndole el apellido del adoptante o
uno de ellos; a falta de petición expresa, la adopción simple se rige por las mismas reglas de la adopción plena;
5) el derecho sucesorio se rige por lo dispuesto en el Libro Quinto (sucesión de los descendientes).

Por otra parte, el art. 628 establece que después de acordada la adopción simple se admite el ejercicio por el
adoptado de la acción de filiación contra sus progenitores, y el reconocimiento del adoptado. Como señala el art.
629, la adopción simple es revocable, en el caso de haber incurrido el adoptado o el adoptante en las causales
de indignidad. Otro supuesto es por petición justificada y fundada del adoptado mayor de edad. Por último,
procede la revocación de la adopción simple de conformidad con la autonomía de la libertad de adoptante y
adoptado mayor de edad manifestado judicialmente. Finalmente, cabe advertir que la revocación extingue la
adopción desde que la sentencia queda firme y para el futuro. Revocada la adopción, el adoptado pierde el
apellido de adopción. Sin embargo, con fundamento en el derecho a la identidad, puede ser autorizado por el
juez a conservarlo.

3) Integración: la adopción de integración es la que se configura cuando se adopta al hijo del cónyuge o del
conviviente (art. 620 tercer párrafo). Una de las características de este tipo de adopción es que siempre
mantiene el vínculo filiatorio y todos sus efectos entre el adoptado y su progenitor de origen, cónyuge o
conviviente del adoptante (art. 630).

La particularidad de la adopción de integración es que puede ser concedida con los efectos propios de la
adopción plena o simple, dependiente de cada caso en particular.

En efecto, el ordenamiento jurídico prevé que si el adoptado tiene un solo vínculo filial de origen, se inserta en la
familia del adoptante con los efectos de la adopción plena; las reglas relativas a la titularidad y ejercicio de la
responsabilidad parental se aplican a las relaciones entre el progenitor de origen, el adoptante y el adoptado; si
el adoptado tiene doble vínculo filial de origen se aplica lo dispuesto en el art.621 del mismo cuerpo legal, es
decir, el juez otorga la adopción plena o simple atendiendo las circunstancias particulares del caso,
prevaleciendo el interés del niño (art. 631).

Como se advierte, la adopción de integración, al ser un tipo de adopción autónoma, además de las reglas
generales aplicables en esta materia, se rige por las siguientes reglas especiales: a) los progenitores de origen
deben ser escuchados, excepto causas graves debidamente fundadas; b) el adoptante no requiere estar
previamente inscripto en el registro de adoptantes; c) no se aplican las prohibiciones en materia de guarda de
hecho; d) no se exige declaración judicial de la situación de adoptabilidad; e) no se exige previa guarda con
fines de adopción; f) no rige el requisito relativo a que las necesidades afectivas y materiales no puedan ser
proporcionadas por su familia de origen (art. 632). A su vez, es revocable bajo las mismas causales para la
adopción simple, haya sido o no otorgada en tal carácter (art.633).

En esta línea en un fallo se argumentó "La adopción plena debe ser decretada respecto de un menor hijo de la
cónyuge del peticionario, manteniendo subsistente el vínculo biológico con su madre, ya que ello permitirá la
máxima satisfacción de sus intereses; máxime cuando el instituto tiene una finalidad integrativa y está previsto
como figura autónoma en el Código Civil y Comercial"(13).

Por lo demás, debe repararse que el art. 621 establece como facultades del juez el otorgamiento de la adopción
plena o simple según las circunstancias y atendiendo el interés superior del niño. Asimismo, cuando sea más
conveniente para NNyA a pedido de parte y por motivos fundados, el juez puede mantener subsistente el
vínculo jurídico con uno o varios parientes de la familia de origen en la adopción plena, y crear vínculo jurídico
con uno o varios parientes de la familia del adoptante en la adopción simple.

Por otro lado, el art. 622 establece que a petición de parte y por razones fundadas, el juez puede convertir una
adopción simple en plena. En tal caso, la conversión tiene efecto desde que la sentencia queda firme y para el
futuro(14).

Para finalizar, cabe mencionar que el CCyC derogó la ley 18.248, incorporándose al Libro Primero, Título I,
Capítulo 4 disposiciones relativas al nombre. Como se explica en los Fundamentos que acompañaron el
Anteproyecto "...se regula el nombre, actualizando la ley 18.248 vigente, para ajustar la regulación a principios
constitucionales que priorizan el derecho a la identidad, a la autonomía de la voluntad y a la igualdad". De esta
manera se deja atrás la posibilidad de que los adoptantes elijan un nombre distinto al atribuido originariamente
al niño o niña adoptivo que contaba con menos de seis años de edad, conforme lo disponía el art. 13 de la ley
derogada, en resguardo del derecho a la identidad que establece el actual art. 595, inc. b.

Consecuentemente art. 623 dice que el prenombre del adoptado debe ser respetado. Sin embargo,
excepcionalmente y por razones fundadas en las prohibiciones establecidas en las reglas para el prenombre en
general o en el uso de un prenombre con el cual el adoptado se siente identificado, el juez puede disponer la
modificación del prenombre en el sentido que se peticione.

En ese contexto, el Tribunal de Familia de Formosa llegó a la siguiente conclusión "El art. 623 del Código Civil y
Comercial regula que el prenombre del adoptado, como regla debe ser respetado, pero de manera excepcional
se permite el cambio de conformidad con las reglas generales para el prenombre o por el uso mantenido de un
determinado prenombre con el cual el niño adoptado forjó su identidad. En este sentido, los peticionantes
expresaron que reconocen a la niña como M. L., y que ella se identifica con ese nombre, por lo que resulta
admisible la modificación del nombre de pila cuando el menor es de corta edad, y que dadas las actividades,
circunscriptas a las relaciones familiares y escolares, permiten afirmar que el cambio no causa ningún perjuicio a
terceros ni afecta la seguridad del menor"(15).

V. Nulidad e Inscripción.

La adopción como acto jurídico participa de las normas generales referidas a su nulidad por lo que resultarán
aplicables el art. 382 y siguientes de conformidad con lo previsto por el art. 636 en todo lo que no esté regulado
en el capítulo específico sobre adopción. En rigor, son de nulidad absoluta los actos que contravienen el orden
público, la moral o las buenas costumbres. Por otra parte, son de nulidad relativa los actos a los cuales la ley
impone esta sanción sólo en protección del interés de ciertas personas.

1- Nulidad absoluta: El art. 634 enumera los casos que conllevan a la nulidad absoluta de la adopción
concordantemente con los principios y reglas que rigen el proceso; a. la edad del adoptado; b. la diferencia de
edad entre adoptante y adoptado; c. la adopción que hubiese tenido un hecho ilícito como antecedente
necesario, incluido el abandono supuesto o aparente del menor proveniente de la comisión de un delito del cual
hubiera sido víctima el menor o sus padres; d. la adopción simultánea por más de una persona, excepto que los
adoptantes sean cónyuges o pareja conviviente; e. la adopción de descendientes; f. la adopción de hermano y
de hermano unilateral entre sí; g. la declaración judicial de la situación de adoptabilidad; h. la inscripción y
aprobación del registro de adoptantes; i. la falta de consentimiento del niño mayor de diez años, a petición
exclusiva del adoptado. Al respecto, en caso de comprobarse la configuración de alguno de los supuestos
enunciados de conformidad con lo regulado por el art.387 la nulidad puede decretarse por el juez, aún de oficio,
puede alegarse por el Ministerio Público y por cualquier interesado, no pudiendo sanearse por la confirmación
del acto ni por la prescripción(16).

2- Nulidad relativa: Dice el art. 635 que adolece de nulidad relativa la adopción obtenida en violación a las
disposiciones referidas a:a) la edad mínima del adoptante ;b) vicios del consentimiento; c) el derecho del niño,
niña o adolescente a ser oído, a petición exclusiva del adoptado. En efecto, la nulidad relativa sólo procede a
petición de parte interesada y excepcionalmente puede invocarla un tercero en caso de haber experimentado un
perjuicio importante, como podría ser para el caso de los herederos. Puede sanearse por la confricación del acto
(art. 388) la edad o satisfecho la obligación de rendir cuentas en la tutela, también a requerimiento de parte se
produce la convalidación de la nulidad. Respecto a la prescripción sostienen Bossert y Zannoni " salvo plazo
menor establecido en la ley, el plazo común será de cinco años conforme lo dispuesto por el art. 2560. La
hipótesis de vicios del consentimiento o ausencia de éste que anulan la adopción permitirán demanda la nulidad
hasta dos años después de que el vicio hubiese sido conocido, y en caso de dolo o violencia o intimidación,
desde que éstos hubiesen cesado (art. 2563)"(17).

3- Inscripción de la sentencia: Dispone el art. 637 que tanto la sentencia que otorga la adopción, como la que
decide su conversión, en los términos del art. 622, o la que revoca la adopción preexistente o declara su nulidad
debe inscribirse en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas en tanto producen un cambio en el
respectivo estado de familia.

VI. Competencia.

En materia de competencia, el art 716, señala que el centro de vida es el elemento determinante de la
competencia en los procesos en que se debatan cuestiones relativas a los NNyA. Sin embargo, el art. 705 del
CCivCom establece que "...las disposiciones de este título son aplicables a los procesos en materia de familia,
sin perjuicio de lo que la ley disponga en casos específicos". En este contexto, los arts. 609 inc. a), 612 y 615
del CCivCom disponen que, en los procesos de control de legalidad de la medida excepcional tomada en los
términos de la ley 26.061 y en los procesos de guarda, el juez competente a razón del territorio será aquel del
centro de vida del NNyA. No obstante, esta regla cede en el proceso de adopción en el cual, a elección de los
pretensos adoptantes, podrá ser competente el juez que otorgó la guarda del niño con fines de adopción o el
juez del lugar en el que NNyA tiene su centro de vida.

En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dispuso " En los procesos relativos a los derechos
de niños, niñas y adolescentes -entre los que se encuentran los procesos de guarda y adopción-, es competente
el juez del lugar donde la persona menor de edad tiene su centro de vida -en el caso la Justicia Nacional en lo
Civil y no la provincial-, pues así lo establece el art. 716 Código Civil y Comercial de la Nación, que debe ser
aplicado en virtud de la entrada en vigencia de la norma y en orden al principio de aplicación inmediata de las
leyes modificatorias de competencia(18).

En síntesis, recobra fundamental importancia el principio de inmediatez como punto de conexión con el
concepto de centro de vida del NNyA y la competencia territorial. Es decir, el principio de inmediatez, aplicado a
los procesos que comprometen derechos de NNyA permite concretar la debida tutela judicial efectiva, la que
tiene como uno de sus ejes esenciales el acceso a la justicia y el respeto a las normas del debido proceso legal.

Concordante con ello, el art. 2635 prevé que en caso de niños con domicilio en la República, los jueces
argentinos son exclusivamente competentes para la declaración en situación de adoptabilidad, la decisión de la
guarda con fines de adopción y para el otorgamiento de una adopción. Por otro lado, para la anulación o
revocación de una adopción son competentes los jueces del lugar del otorgamiento o los del domicilio del
adoptado.

En cuanto al derecho aplicable en materia de adopción, el art. 2636 dice que "Los requisitos y efectos de la
adopción se rigen por el derecho del domicilio del adoptado al tiempo de otorgarse la adopción", y "La anulación
o revocación de la adopción se rige por el derecho de su otorgamiento o por el derecho del domicilio del
adoptado".
VII. PALABRAS FINALES.

El CCyC recepta e incorpora los principios generales que rigen la adopción, establecidos en los distintos
tratados internacionales.

En esos términos establece reglas de procedimiento con el fin de evitar demoras innecesarias en perjuicio de los
derechos del NNyA. Adicionalmente garantiza el derecho del NNyA a ser oído, de conformidad con su edad y
grado de madurez, así como también, prioriza el interés superior de aquellos por sobre toda regla, observando
los principios de inmediatez y debido proceso.

Asimismo, el CCyC resalta el principio de protección de la familia, respetando el derecho del NNyA a
permanecer con su familia de origen salvo casos excepcionales, de modo tal que prevalezca su derecho a la
identidad en concordancia con el derecho a conocer sus orígenes y con el propósito de respetar su subjetividad.

En esa línea, se promulga el trabajo interdisciplinario a fin de tener distintas miradas profesionales sobre la
problemática familiar, evaluando en cada caso concreto y la realidad existente al momento de tomar una
resolución.

Notas al pie.

-"El procedimiento de la adopción en el Código Civil y Comercial de la Nación" DOSSIER: EL NUEVO


RÉGIMEN DE ADOPCIÓN Director: Eduardo Guillermo Roveda Buenos Aires, agosto 24 de 2016 - JA 2016-III,
fascículo n. 8, AbeledoPerrot S.A.

1) Con fundamento en el interés superior del niño en un fallo se dispuso: "La sentencia que declaró el estado de
abandono y adoptabilidad de cuatro niños debe confirmarse, pues esta es la solución que mejor respeta el
interés superior de los menores brindándoles la posibilidad de continuar desarrollándose en un ámbito familiar
estable, que propicie un adecuado crecimiento integral, garantizándole así el ejercicio de sus derechos
constitucionales y la posibilidad de una vida digna y se presentan los presupuestos previstos en el art. 607 de
Código Civil y Comercial de la Nación en tanto las medidas tendientes a que los niños permanecieran en su
familia de origen no han dado resultado y ha trascurrido con creces un plazo mayor a ciento ochenta días sin
revertirse las causas que motivaron la medida de excepción adoptada, sin que ningún familiar o referente
afectivo de los niños se haya ofrecido para asumir su guarda" , Cámara de Familia de Mendoza, 02/09/2015,
DINAF p/los menores S. L.; K. V. S. L. y R. A. s/ control dlegalidad, LLGran Cuyo 2015 (noviembre), 1128, DJ
25/11/2015, 69, RCCyC 2015 (diciembre), 118 DFyP 2016 (marzo), AR/JUR/29430/2015.

2) FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos: "Derecho a la identidad personal", Ed. Astrea, Bs. As., 1992, pp.
124/131.

3) HERRERA, Marisa, El derecho a la identidad en la adopción, Ed. Universidad, 2008, Tomo I, p. 39.

4) Suprema Corte de Justicia, en la causa C.119.647, "M., S.A. s/Guarda", 16 de marzo de 2016.

5) Al respecto se ha dicho: "El valiosísimo principio de la unidad de los hermanos no debe llevar
indefectiblemente en todos los casos a excluir la posibilidad de separación. Por el contrario, algunas
circunstancias especiales pueden justificar excepcionalmente su no aplicación" Primera Cámara Civil,
Circunscripción 1, Mendoza, 4/5/2000, fallo 190336, elDial.com A152-155. En ese criterio se resolvió un caso en
el cual se habían agotado las alternativas previstas por el sistema para proveer a los hermanos de una única
familia que los acogiera. En tal sentido se dijo: "De ahí la necesidad de justipreciar con suma delicadeza y
prudencia la solución al alcance -pese a reconocer que no es la ideal- para permitir a estos niños crecer en un
ámbito familiar -y no institucionalizados- tal como vienen reclamando sistemáticamente desde hace más de un
año (basta observar los diferentes informes elevados al Juzgado por la institución que los abriga que dan cuenta
del constante reclamo de los niños por egresar con una familia) (...) Es decir, si no se proveen ahora dos
ámbitos familiares para este grupo de hermanos, ante la ausencia de postulantes para asumir la guarda de
todos los niños juntos, se avanza hacia un callejón sin salida en el cual, a futuro, lamentablemente se llegará a
la separación de los niños en ámbitos institucionales diferentes, pese a que la voluntad de la ley expresa un
criterio opuesto." "C. M. A. L. s/ Protección especial" - Juzgado Nacional en lo Civil N° 92, 21/12/2012, Buenos
Aires, elDial.com - AA7DB7, Publicado el 09/04/2013.

6) Juzgado de Familia y Menores de Goya, 26/08/2015 , "N., M. M. y S. M. M. s/ guarda preadoptiva" La Ley


Online, AR/JUR/29435/2015.

7) Esa postura fue tomada tanto en doctrina como en jurisprudencia, circunstancia que se evidencia en la
práctica judicial en la que hace tiempo se ha procedido a escuchar a NNyA conforme a su edad y grado de
madurez. (Ver, entre otros, Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Lomas de Zamora, sala I, "R. C.
A. E. c. G. A. A. s/ exhortos y oficios", 12/08/2015, La Ley Online, AR/JUR/27179/2015, Cámara de Apelaciones
de Trelew, sala A, Accesoria de Familia e Incapaces s/ Medidas de Protección (S. S. B.), La Ley Online,
21/08/2015, AR/JUR/27891/2015); Cámara de Familia de Mendoza, "B. N. por su hija menor B. M. c. H. A. s/
privación de la patria potestad", 03/06/2014, LLGran Cuyo 2015 (marzo). AR/JUR/24172/2014.

8) Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Tucumán, sala civil y penal, 28/09/2015, Defensoría de Menores
e Incapaces de la 1ª Nominación (menor C.V.) s/ depósito/protección de persona, LA LEY 03/02/2016, 10, DJ
13/04/2016, 49, DJ 13/04/2016, AR/JUR/36467/2015.

9) Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Azul, sala I, 22/12/2015, "R. D. A. s/ abrigo", LLBA 2016
(marzo), 209, ED AR/JUR/62307/2015. En similar sentido en otro fallo se dispuso: "La sentencia que declaró al
menor en situación de abandono y preadoptabilidad debe ser confirmada al estar acreditado que se encuentra
en ese estado y ha víctima de maltratos y violencia por parte de su madre biológica, habiendo expresado su
voluntad de no volver a convivir con ella, por lo cual se configura el supuesto de excepción del art. 9.1. de la
Convención de los Derechos del Niño" Superior Tribunal de Justicia de Santiago del Estero, sala Civil y
Comercial, 21/09/2015, Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia s/ medida excepcional de protección
de derechos - casación civil, DJ 30/03/2016, 40, AR/JUR/36324/2015. Ver entre otros, Nº 739/13/11F-665/14 "D.
por la menor A.J.G. por control de legalidad" Mendoza, 15/12/2015, Cámara de Familia de Mendoza,
14/08/2015, "C., N. E. y S. C., P. E. s/ medida tutelar", LLGran Cuyo 2015 (diciembre), 1232, DJ 24/02/2016, 71,
AR/JUR/36034/2015.

10) Cám. de Apel. en lo Civil, Comercial y Laboral de Neuquén, 22 de Marzo de 2016, Id SAIJ: V14162.

11)SCBA, La Plata, a 6 de abril de 2016, causa C. 117.542, "R.,M. . Abrigo".

12) Juzgado de Primera Instancia de Familia Nro. 1 de Esquel, 15/02/2016, "R., N. G. s/ adopción plena", La Ley
Online, AR/JUR/293/2016.

13) Juzgado de 1a Instancia en lo Civil de Personas y Familia Nro. 6 de Salta, 01/04/2015 "P., M. S. s/ adopción"
LLNOA 2015 (junio), 574, RCCyC 2015 (julio), 125, AR/JUR/4095/2015.

14) Sobre ello la jurisprudencia dijo: "El pedido de conversión de la adopción simple a plena solicitado por la
madre adoptiva debe admitirse aun cuando consintió la sentencia en la causa originaria si se acreditó que la
familia de aquella representa para el adoptado el lugar donde logra la plena satisfacción de sus necesidades
espirituales y económicas, pues, si bien la legislación actual no contempla esa figura, todo lo que no está
prohibido está permitido -art. 19, Constitución Nacional- y la solución es acorde al marco de los Tratados de
Derechos Humanos y al Código Civil y Comercial próximo a entrar en vigencia, que contempla esa posibilidad
en su art. 62. Juzgado de 1a Instancia en lo Civil Nro. 6 de Salta, 29/04/2015 "R., M. S. s/ adopción", LLNOA
2015 (agosto), 813, AR/JUR/9249/2015.

15) Tribunal de Familia de Formosa, Expte. N° 107 - Año: 2.013 - "B., R. J. y P., N. s/ Adopción" 24/08/2015.

16) De conformidad con lo expuesto en un fallo se resolvió "La sentencia que declaró el estado de abandono o
desamparo y adoptabilidad de un niño sin dar cumplimiento al art. 70 de la ley 9861 de la provincia de Entre
Ríos es nula y, en consecuencia, cabe dictar un nuevo pronunciamiento con respeto de los plazos establecidos
en el art. 607, inc. c del Código Civil y Comercial, pues lo previsto por aquella norma es un recaudo
necesariamente previo al dictado de la sentencia en una delicada cuestión de familia en el que la mirada sobre
el tema de un tercero imparcial puede resultar de gran ayuda al juez, quien debe ajustar su accionar a la
normativa vigente a fin de que el transcurso del tiempo conspire en perjuicio del interés superior del menor"
Cámara de Apelaciones de Concordia, sala civil y comercial I, 17/09/2015 , "R.F., L .A. s/ declaración de estado
de abandono y guarda para futura adopción", RCCyC 2015 (diciembre), 107, LLLitoral 2016 (febrero), 102,
AR/JUR/30832/2015.

17) BOSSERT, Gustavo - ZANONNI, Eduardo, "Manual de derecho de Familia", 7ª Ed. Astrea, Buenos Aires
2016 p.367.

18) CSJN, 27/10/2015, "D., L. A. y otro s/ guarda", LA LEY 03/12/2015, 7; ED 15/12/2015, 7; RCCyC 2015
(diciembre), 135; DJ 17/02/2016, 33; AR/JUR/42158/2015.

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