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La filiación puede definirse como el vinculo jurídico entre progenitores e hijos, que tiene como
presupuesto el vinculo natural (filiación x naturaleza o x TRHA) o ley (filiación x adopción).
La filiación en el tiempo.
En el CCiv. Originario solo estaba comprendida como tipo filial la filiación por naturaleza, que nacía
como consecuencia del hecho natural de la procreación. La ley no hacia mas que mantener el
criterio vigente a lo largo de la historia, al ubicar al vinculo de sangre en un lugar preponderante.
Así, la procreación biológica nacía de la unión sexual entre un hombre y una mujer en el espacio
intimo, sin intervención de terceras personas. La protección se limitaba al hijo nacido en el seno de
una familia matrimonial.
En el 1948 se reconoce a la adopción como una fuente generadora más de un vínculo filial. A partir
de ese momento se reconocen en la norma dos fuentes según que el vinculo naciera por un hecho
natural como la procreación o que su creación emanara de la ley.
Cuando en 1985 entra en vigencia la ley 23.264, el CCiv. Originario hace referencia expresa a los
tipos de filiación previstos en la ley. Sin embargo aclara que, en la filiación por naturaleza, se
distingue entre filiación matrimonial y extramatrimonial, al solo fin de la determinación del
vinculo. A pesar de que el nacimiento de hijos por medio de TRHA era una realidad visible en la
argentina, la concepción binaria de la filiación se conservo hasta que el CCyC reconoce como
nueva fuente a la filiación por TRHA.
El instituto de la filiación fue el que más cambios ha tenido en el transcurso del tiempo producto
de la dinámica social. Se fueron captando en la norma, de manera progresiva, aquellas realidades
que se reflejaban en el ámbito social:
a. Reconocimiento de la adopción como fuente (ley 13.252 de 1948);
b. La consagración del principio de igualdad jurídica entre hijos matrimoniales y
extramatrimoniales a través de la ley 26.264;
c. Se extendió la facultad de casarse a las parejas de distinto e igual sexo (ley 26.618 de 2010)
d. Incluir a las TRHA entre las practicas medicas con cobertura a cargo de las obras sociales (ley
26.862 de 2013)
e. Incluir en el CCyC a la filiación por TRHA como fuente de filiación.
- El CCiv. Según texto ley 23.264-> el art 240 del código paso a reconocer como fuentes la
filiación por naturaleza y filiación por adopción. A los fines de establecer la determinación,
precisaba que la filiación por naturaleza podía ser matrimonial o extramatrimonial, aclarando
que todos los hijos (matrimoniales, extramatrimoniales y adoptados bajo la forma plena) eran
iguales ante la ley y las distintas clases de filiación producían los mismos efectos.
La ley no definió la filiación matrimonial y extramatrimonial, pero puede deducirse. Era
matrimonial si los progenitores estaban casados y se encontraba vigente la presunción de
paternidad matrimonial. La que fue inicialmente extramatrimonial podía pasar a ser matrimonial
si los progenitores contraían matrimonio con posterioridad al nacimiento de hijo. Eran
extramatrimoniales si los padres no estaban unido en matrimonio.
- La ley de matrimonio civil 26.618 -> omitió toda referencia a la filiación de los hijos
provenientes de parejas casadas del mismo sexo.
- El código civil y comercial-> sigue los lineamientos trazados por la ley 23.264, aunque en
el texto actual se reconoce y protege a las TRHA como tercera fuente.
La visión constitucionalizada del derecho privado, en la que se inserta el CCyC, queda
materializada en los principios que actúan como sostén de todo el sistema:
Principio de pluralidad -> desde una visión tolerante y respetuosa de la diversidad, se
regulan los institutos en función de la multiplicidad de manifestaciones familiares, con el
objeto de garantizar el derecho de toda persona a vivir en familia. Con relación a la
filiación su impacto se observa el reconocimiento de la filiación por TRHA como tercera
fuente.
Principio de autonomía -> se corresponde con la voluntad procreacional como elemento
que define el vínculo en la filiación por TRHA. Sin embargo, vincular autonomía con
voluntad pro creacional no implica un desplazamiento total del orden público, ya que se
establece un régimen que, en resguardo del estado de familia, reposa en un juego
armónico entre autonomía de la voluntad y orden público.
Principio de solidaridad -> actúa como protector del emplazamiento filial, además de
servir de fundamento al conjunto de deberes y derecho propios de la responsabilidad
parental.
A estos principios rectores del régimen se suman los principios y valores constitucionales que
fortalecen el principio de solidaridad familiar. Están enumerados en el anteproyecto del CCyC:
- Interés superior del niño
- Igualdad de todos los hijos, matrimoniales como extramatrimoniales
- Derecho a la identidad y la inmediata inscripción
- La mayor facilidad y celeridad en la determinación legal de la filiación
- El acceso e importancia de la prueba genética como modo de alcanzar la verdad biológica
- La regla según la cual corresponde reparar el daño injusto al derecho a la identidad del hijo
- El derecho a gozar de los beneficios del progreso científico y su aplicación
- El derecho a fundar una familia y a no ser discriminado en el acceso a ella.
A su vez se establece que ninguna persona puede tener mas de dos vínculos filiales, cualquiera
sea la naturaleza de la filiación:
En la filiación x naturaleza –> la limitación al doble vinculo indica que, tratándose de una filiación
matrimonial respecto de la cual un tercero pretenda ser parte de vinculo, solo podrá alcanzar el
reconocimiento de este derecho si, previamente, logra el desplazamiento de la persona que
ocupa el lugar que pretende, tras demostrar el nexo biológico que lo une con quien termina
siendo su hijo. Para esto deberá plantear una acción de impugnación dirigida al desplazamiento
del vínculo por ausencia de nexo biológico y luego proceder a la reclamación matrimonial o
extramatrimonial.
En el ámbito de la filiación x TRHA -> la referencia al doble vinculo fortalece el elemento volitivo
como determinante del vinculo filiar, aun cuando, en el proceso reproductivo, sea necesario
recurrir a una tercera persona o al empleo de material genético de un tercero dador.
En este sentido el art 562 establece: “Los nacidos por las técnicas de reproducción humana
asistida son hijos de quien dio a luz y del hombre o de la mujer que también ha prestado su
consentimiento previo, informado y libre en los términos de los artículos 560 y 561, debidamente
inscripto en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, con independencia de quién
haya aportado los gametos.”
En el marco de la filiación por naturaleza los tres aspectos pueden estar presentes si la pareja
decide tener un hijo (unión sexual y voluntad procreacional) , asumiendo los deberes y derechos
que le corresponde a cada uno, en su carácter de titulares de la responsabilidad parental. Pero
también puede presentarse el caso en que la voluntad y responsabilidad procreacional se
concentran en uno de los progenitores (hijo extramatrimonial no reconocido). En este último
caso la norma civil prevé recursos que permitan sortear la ausencia de reconocimiento.
En el marco de la filiación por THRA la concurrencia de los tres elementos se analiza sin
considerar el elemento biológico. A su vez se observan particularidades que denotan diferencias
con la filiación por naturaleza:
-Hay disociación entre unión sexual y procreación en la inseminación o fecundación asistida,
situación que deriva en una disociación entre la voluntad de la unión sexual y la procreacional.
-El vínculo no se reduce a la pareja sino que comprende al equipo médico que colabora en el
proceso reproductivo.
-Hay disociación entre la verdad biológica y la voluntad procreacional cuando una pareja recurre
a material genético de un tercero dador, ya que prima la voluntad sobre lo biológico para la
determinación del vínculo.
-Se puede concentrar en una persona la voluntad y responsabilidad procreacional (cuando una
mujer sola decide someterse a un proceso de inseminación o fecundación asistida.
Si entendemos a la identidad como un proceso que no se reduce al dato biológico, sino que
comprende un conjunto de aspectos que acompañan a la persona a lo largo de su existencia,
debemos seguir la distinción que hace Fernandez Sessarego entre:
-Dimensión estática-> aquellos elementos que no se modifican sustancialmente en el tiempo y que
refieren a la identificación del individuo, como la filiación, el nombre, datos de su nacimiento, etc.
-Dimensión dinámica-> corresponde al conjunto de atributos y características que permiten
diferenciar al sujeto en la sociedad y que resultan variables en el tiempo, como los pensamientos,
creencias, convicciones morales o religiosas, etc.
Amas dimensiones funcionan de manera interdependiente no siendo posible su escisión por
conformar juntas la identidad del sujeto.
Desde una perspectiva jurídica entiende que la identidad comprende tres aspectos:
a. Identidad personal en referencia a la realidad biológica-> es el derecho de toda persona a
conocer su origen biológico (identidad genética) y el derecho a ser emplazado en el estado de
familia que le corresponde (identidad filiatoria).
b. Identidad personal en referencia a los caracteres físicos de la persona -> comprende los rasgos
de la persona que la individualizan e identifican (atributo de la personalidad; la propia imagen).
c. Identidad personal en referencia a la realidad existencial de la persona -> comprende la
realización del proceso existencial, como creencias, pensamientos, ideologías.
Todo esto permite sostener que “cada individuo posee una configuración genética característica.
Sin embargo, la identidad de una persona no debería reducirse a sus rasgos genéticos, pues en ella
influyen complejos factores educativos, ambientales y personales, asi como lazos afectivos,
sociales, espirituales y sociales.
Marco legal:
La identidad como derecho recibe reconocimiento expreso en normas de fuentes constitucional y
convencional:
En la CN en el art. 75 inc. 19 otorga al congreso el dictado de normas destinadas a la protección de
la identidad y la pluralidad cultural.
Entre las normas de fuente convencional encontramos la Convención de los derechos de niño que
establece:
“El niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un
nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por
ellos.
Los Estados Partes velarán por la aplicación de estos derechos de conformidad con su legislación nacional y
las obligaciones que hayan contraído en virtud de los instrumentos internacionales pertinentes en esta
esfera, sobre todo cuando el niño resultara de otro modo apátrida.” (art 7)
“Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la
nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley sin injerencias ilícitas.”
Cuando un niño sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad o de todos ellos, los
Estados Partes deberán prestar la asistencia y protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su
identidad.” (art 8)
Los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos,
excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes determinen, de conformidad con
la ley y los procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño. (art 9).
En el ámbito interna cabe mencionar la ley 26.061 de protección integral de los derechos de las
niñas, niños y adolecentes:
“las niñas, niños, y adolescentes tienen derecho al conocimiento de quienes son sus padres, a la
preservación de sus relaciones familiares de conformidad con la ley, a la cultura de su lugar de
origen..”
Derecho a la filiación -> refiere al derecho de toda persona de contar con un doble
emplazamiento, el cual puede fundarse en el elemento biológico o en el elemento volitivo.
Como el código anterior regulo la determinación del doble vinculo en función de la verdad
biológica, asimilo el derecho a la identidad en su aspecto estático con el derecho a la filiación. En
cambio el CCyC al separar y reconocer con autonomía la filiación por naturaleza y la filiación por
TRHA, logra diferenciar el alcance de cada uno de estos derechos en cada fuente, por lo que
diferencia el derecho de acceso al doble vinculo y el derecho de acceso a la verdad de origen.