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El Problema :
Con frecuencia se afirma hoy que el Nuevo Testamento fue escrito originalmente en Hebreo o
Arameo, no Griego. Como un proponente afirma: "El Nuevo Testamento, o B'riyt HaHhadashah en
Hebreo, fue escrito por Hebreos, para Hebreos y dentro de una cultura Hebraica. Aunque los
únicos manuscritos del Nuevo Testamento que se conocen en existencia están escritos en Griego,
con la posible excepción del libro de Mateo, la evidencia sugiere que gran parte de este fue escrita
originalmente en Hebreo y luego traducido al Griego." [1]Es de destacar el reconocimiento de que
todos los supervivientes manuscritos antiguos del Nuevo Testamento fueron escritos en
Griego, aunque la afirmación implica que Mateo pudo ser una excepción. ¿Cuál es la
evidencia en cuanto al idioma original del Nuevo Testamento? Lo que sigue es un resumen de las
principales pruebas que demuestran que el Nuevo Testamento fue escrito en griego, no Hebreo o
Arameo.
La Evidencia Externa:
La evidencia para el idioma original se puede dividir en pruebas Externas e Internas. "Externas" se
refiere a la evidencia de manuscritos y otros testigos al idioma original desde fuera del texto
mismo. "Internas" se refiere a las evidencias para el idioma original encontradas dentro del texto
del Nuevo Testamento.
La Evidencia Interna :
Como escribió Kurt y Barbara Aland, "el hecho de que desde el primero de todos los escritos del
Nuevo Testamento fueron escritos en Griego, está demostrado de manera concluyente por sus
citas del Antiguo Testamento, que son de la Septuaginta, la traducción Griega del Antiguo
Testamento, y no del texto Hebreo original. Esto es cierto incluso del erudito rabínico Pablo." [6] Si
el Nuevo Testamento fue escrito primero en Hebreo, no tendría ningún sentido para sus autores
utilizar la Septuaginta Griega en lugar del Hebreo del Antiguo Testamento.
Marcos 15:34, "Y a la hora novena, Jesús clamó a gran voz: 'Eloi, Eloi, lama sabactani', que
significa: 'Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?'" (Mateo 27:46).
Mateo 1:23, "He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y le pondrán por
nombre Emmanuel (que significa: 'Dios con nosotros')."
Marcos 5:41, "Y tomando a la niña de la mano, le dijo, 'Talita Cum!', que traducido significa:
'Niña, te digo, levántate!'."
Marcos 15:22, "Y lo llevó a un lugar llamado Gólgota, que traducido es: 'Lugar de la Calavera'."
Juan 1:38, "Y volviéndose Jesús y viendo que le seguían, les dijo: '¿Qué buscáis?' Y ellos le
dijeron: 'Rabí', que traducido significa 'Maestro', ¿dónde moras?"
Juan 1:41, "Este halló primero a su hermano Simón y le dijo: 'Hemos encontrado al Mesías',
que significa 'Cristo'."
Hechos 4:36, "Y José, un levita natural de Chipre, que también era llamado 'Bernabé' por los
apóstoles (que traducido significa: 'Hijo de consolación')."
4) Los autores del Nuevo Testamento utilizan aspectos del idioma Griego. Los ejemplos de esto
son demasiado numerosos para enumerarlos. Baste decir que los autores del Nuevo
Testamento utilizan características de la sintaxis y accidence Griega de acuerdo a sus niveles
de habilidades individuales. Esto incluye técnicas como la aliteración, juegos de palabras,
sinónimos, dobles y hasta triples negativos, palabras compuestas (especialmente por Pablo.
El Hebreo no se presta a la formación de palabras compuestas, excepto con los nombres
propios), etc. El clásico ejemplo es el juego de palabras de Jesús en Mateo 16:18, "y yo te digo,
que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no
prevalecerán contra ella." Este juego de palabras en Griego es difícil de reproducir, ya sea en
Inglés o Hebreo. "Pedro" es petros, que significa "piedra" y "piedra" se traduce petra o
"fundamento, roca, peña." Tales ejemplos de juegos de palabras Griegas se pueden
multiplicar.
La "Evidencia" para un Hebreo o Arameo Original
La observación más notable con respecto a la propuesta de un original Hebreo o Arameo es la
falta de Evidencias. En contraste con la evidencia de un original Griego, no hay antiguos
manuscritos Hebreos o Arameos sobrevivientes, asumiendo que alguna vez existieron. No hay
traducciones antiguas del Nuevo Testamento al Siríaco, Latín, Gótico, Copto u otro lenguaje de
la época a partir de un original Arameo o Hebreo. Ninguno de los padres patrísticos u otros
escritores de la iglesia temprana ha preservado citas bíblicas del Nuevo Testamento de un
texto Arameo o Hebreo. El texto Griego del Nuevo Testamento ofrece pocos o ningún indicio
de haber sido traducido de un texto Semita. Si a algo huele esto es a haber sido una
composición original en Griego. La idea de un original Arameo o Hebreo no puede explicar por
qué varios autores del Nuevo Testamento transliteraron términos Arameos (o Hebreos) en
letras Griegas y luego las tradujeron para un público de habla Griega.
La única "evidencia" real para un original Hebreo del Nuevo Testamento consiste en
referencias a una versión Hebrea del Evangelio de Mateo por varios padres posteriores de la
iglesia (Papías, Ireneo, Orígenes, Eusebio y Pantaenus). Todas las citas patrísticas posteriores
dependen de una declaración hecha por Papías de Hierápolis alrededor del 130 d.C., por lo
que su declaración es la fuente de la idea de un Hebreo del Nuevo Testamento ("Ninguna
tradición demostrablemente independiente de Papías existe." [7]). De acuerdo a Eusebio en su
Historia de la Iglesia, Papías escribió, "Mateo por lo tanto, compiló los oráculos en un dialecto
Hebreo, y cada uno tradujo como fue capaz" (Historia de la Iglesia, III. 39. 16).
Papías fue obispo de Hierápolis, en lo que es la actual Turquía. Fue discípulo de Policarpo de
Esmirna quien dijo haber oído al Apóstol Juan. Él escribió una exposición de cinco volúmenes
sobre los dichos de Jesús. Más allá de esto poco se sabe sobre él. Las copias de los escritos de
Papías se perdieron en los primeros siglos de Historia de la Iglesia. Escritores posteriores de la
iglesia han preservado sólo unas pocas citas fragmentadas de ellos.
La cita mencionada anteriormente no es de una copia de uno de los libros o cartas de Papías, sino
una proporcionada por el historiador Eusebio en su Historia de la Iglesia, escrito aproximadamente
200 años después que Papías murió. Eusebio no proporciona el contexto original de la declaración
ni especifica su fuente para esto. Por lo tanto, debido a que las copias de los escritos de Papías no
han sobrevivido y a que Eusebio no da cuenta de su fuente, la cita no puede ser verificada en
forma independiente. De los datos disponibles no hay manera de determinar la exactitud de la
cita. En una corte penal moderna esto equivaldría a una evidencia referencial.
Además, hay ambigüedades en la cita de Papías. La cláusula "un dialecto Hebreo" puede referirse
tanto al Hebreo como al Arameo, y se entiende que no se puede determinar con certeza
(aunque estrechamente relacionados, el Hebreo y el Arameo son lenguas distintas). El término,
"los oráculos" de Jesús, se utiliza normalmente para referirse a dichos individuales de Jesús, tal vez
reunidos en una sola colección. No está claro si esta cláusula se refiere al mismo documento que
hoy conocemos como el Evangelio de Mateo o a otra cosa. Es posible que Papías
confundiera uno de los espurios "evangelios" Hebreos que estaban circulando para el tiempo
del Evangelio de Mateo. Y siempre existe la posibilidad de que Papías estuviera simplemente
equivocado en todo el tema y que nunca hubo una versión en Hebreo (o Arameo) de Mateo.
Esto significa que la evidencia de un original Hebreo del Evangelio de Mateo es totalmente
dependiente de la veracidad de la declaración ambigua de Papías, una cita mediada por Eusebio
200 años después de los hechos que no puede ser verificada en forma independiente. Aún si la
declaración de Papías es exacta y correcta, en el mejor de los casos sólo es evidencia de un original
Hebreo del Evangelio de Mateo, no el resto del Nuevo Testamento.
La iglesia temprana se enfocó en actividades misioneras (Mateo 28:18-20). Para el primer siglo el
hebreo como idioma cotidiano hablado había caído en desuso incluso entre los Judíos Palestinos.
En la época de Jesús, la mayoría de los judíos vivían fuera de Palestina y hablaban otros idiomas
como el griego como su primera lengua. El hebreo se limitaba en gran medida a las clases
religiosamente educadas de judíos, incluyendo sacerdotes, rabinos y escribas. Debido a la
expansión del Helenismo bajo los reinos Griegos anteriores, así como a las actividades de
organización del Imperio Romano, el Griego se hablaba en todo el mundo Romano, especialmente
en las regiones orientales del Imperio. El Griego se había convertido en el idioma estándar de facto
del comercio en gran parte del Imperio y más allá. En la parte oriental del Imperio, se convirtió en
una práctica común para las autoridades Romanas locales, publicar edictos en Latín y Griego (el
latín siendo el idioma oficial del gobierno Romano y Griego, y el idioma común de la ciudadanía).
Aunque no todo el mundo en el Imperio hablaba Griego, el Griego fue utilizado más ampliamente
que otros idiomas. Para una nueva religión comprometida con la difusión de su mensaje a los
pueblos de cada nación y cultura, el Griego sería la opción más práctica para un medio de
comunicación. El Hebreo sería una opción menos práctica. La noción de un original Arameo o
Hebreo del Nuevo Testamento no puede explicar la existencia de ciertos libros del Nuevo
Testamento. Por ejemplo, las cartas de Pablo fueron escritas para abordar cuestiones en las
asambleas locales consistiendo en gran parte de Gentiles de habla Griega. ¿Por qué Pablo escribe
en Hebreo a una iglesia Gentil situada en una ciudad completamente Griega como Corinto o
Tesalónica?
En resumen, la evidencia para el Griego como idioma original del Nuevo Testamento es sustancial,
amplia, e incluso abrumadora. Por el contrario, la evidencia de un original Hebreo o
Arameo es prácticamente inexistente y equivale a una oferta ambigua y no corroborada de Papías
de Hierápolis, que como mucho alude a un original Arameo o Hebreo del Evangelio de Mateo.