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BOMBA DE ARIETE

La bomba de ariete, también llamada ariete hidráulico, es una máquina sencilla que
aprovecha la energía hidráulica potencial gravitatoria del agua para elevar una porción de
la misma, mediante la transformación de la energía potencial, primero, en energía cinética
y posteriormente en ondas de presión, conocidas como golpes de ariete. Toda bomba de
ariete requiere una cantidad excedentaria de agua capaz de ceder su energía potencial al
agua impulsada.
APLICACIONES

Debido al bajo costo de elaboración, costo de operación cero y cero contaminaciones (no
se utiliza ningún tipo de energía ni combustible extra, tan solo usa la fuerza del fluido) se
considera que este equipo puede ser utilizado en casi cualquier actividad donde el caudal
inicial de fluido no sea un problema o pueda ser reciclado.

La presente tecnología es una alternativa de solución con muchísimas ventajas con


respecto al uso de sistemas y equipos de bombeo más conocidos (motobombas, electro
bombas), por tanto, nos corresponde a nosotros plantear esta alternativa muy antigua por
cierto en usos y Necesidades actuales como riego, agua potable y otros.

Su aplicación se limita a tres aplicaciones principales

 Elevación de agua potable de los manantiales de los asentamientos humanos en


tierras más altas.
 Bombeo de agua potable de los arroyos que tienen una pendiente significativa.
 Elevación de agua de riego de los arroyos o canales de riego elevado.

EN UN ASPECTO GENERAL:

El ideal de proveer de agua a todas las zonas, es uno de los tantos aspectos que no se
han logrado concretar. El problema del desabastecimiento de agua es una realidad crítica
que buena parte de la población, sobretodo de las zonas más pobres, se ve obligada a
enfrentar. La falta de una buena gestión que garantice el máximo provecho y la
racionalización de este recurso, dificulta las labores de ampliación de cobertura del agua y
su reconocimiento como recurso natural de uso multisectorial.

La secretaría general de las Naciones Unidas fue asignada, en el 2002, para desarrollar
un plan de acción para el mundo que tenga la finalidad de revertir los problemas de
extrema pobreza, hambre, y enfermedades que afectan a billones de personas. Es por
ello que, en el 2005, se desarrolló una cumbre mundial donde participaron todas las
naciones del mundo y todas las instituciones de desarrollo más importantes a nivel
mundial. En esta cumbre se plantearon como meta ocho objetivos de desarrollo que
deberían ser mejorados por todos los países hasta el 2015 -fecha en que se realizará la
segunda cumbre mundial para evaluar los objetivos logrados-, entre ellos, el séptimo
objetivo que se refiere a la reducción del porcentaje de personas que carezcan del acceso
sostenible al agua potable y a los servicios básicos de saneamiento.

Hace varios años, en el Perú, algunas instituciones se vienen preocupando por hacer algo
en favor de éste y varios otros aspectos referidos a la protección del medioambiente y el
fomento del desarrollo en las zonas más pobres del país. Es así como, en uno de sus
intentos por crear mejoras en los sectores menos desarrollados, la Pontificia Universidad
Católica del Perú llevó a cabo -entre el año 1985 y el 2000- múltiples investigaciones
sobre diversos prototipos de bombillas hidráulicas que, a bajo costo, pudieran servir en
comunidades y pueblos andinos para el abastecimiento de agua; incluso en las zonas
más altas. Fue ahí donde encontraron una solución la cual sería la bomba de ariete o
también llamado ariete hidráulico.

EN EL PERU

Gracias a labor que muchas organizaciones vienen gestando hace 20 años en el país,
muchas comunidades han podido acceder a un mejor nivel de vida y mayores alternativas
de desarrollo. Apropiándose de las tecnologías que estas organizaciones les ofrece con el
objetivo principal de facilitarles: tanto el trabajo en sus labores diarias, como el acceso a
recursos básicos, han podido desarrollar un mejor nivel de vida.

Con la implementación de las bombas de ariete en diversas comunidades del Perú donde
carecían de agua. Los pobladores han obtenido también mayores beneficios económicos,
aprovechando esta tecnología renovable para diversas aplicaciones como: Provisión de
agua a casas y pequeñas poblaciones, elevación de agua a casas con niveles mayores a
un piso, bebederos de ganado, riego, prevención de sequías, criaderos de peces y
lombricultura.

TECNOLOGIA:

El ariete hidráulico irrumpe en la historia al principio de la era de los grandes inventos y


alcanzó la adultez paralelamente a las máquinas de vapor y el motor de combustión
interna (Fig. 17).

Fig.17. Ariete hidráulico tradicional.

En una cervecería del condado inglés de Cheshire, John Whitehurst fermentó su ingenio
para construir un aparato con un principio de funcionamiento novedoso: accionaba
manualmente un grifo en una tubería conectada a un tanque de abasto, en un nivel
superior, para provocar el fenómeno físico conocido como golpe de ariete, que permitía
elevar el líquido a un tanque de almacenamiento colocado a una altura mayor (Fig. 18).Un
niño se ocupaba de accionar el artefacto, que funcionó desde 1772 hasta 1800.
Fig. 18. Esquema de funcionamiento del ariete ideado por John Whitehurst.

La sagacidad humana añadió elementos al invento cervecero, y seis años antes de que
Joseph Montgolfier junto a su hermano Étienne inventara el globo aerostático, concibió un
ariete automático, en principio similar a los de hoy, aunque entonces lo denominó le belier
hydraulique (Fig. 19). La novedad, reconocida en 1776, libró a los infantes (y adultos) de
la servidumbre humana como fuerza motriz. Después de la muerte del ilustre francés
otros se ocuparon de añadir bondades al equipo e investigaron los secretos de su
aparente magia.

Fig. 19. Esquema del ariete hidráulico ideado por Joseph Michael
Montgolfier, construido con el mismo principio de funcionamiento
de los equipos actuales.

Los adeptos a la invención concibieron diseños que combinaron el ariete con un sifón o
una bomba de succión, lo utilizaron como compresor de aire, lo acoplaron con una válvula
de impulso operada mecánicamente, lo adaptaron a un motor o un pozo artesiano, lo
revistieron de concreto reforzado o lo adaptaron para utilizar la energía de las mareas.
Las innovaciones nos legaron un aparato que durante más de un siglo figuró entre las
máquinas hidráulicas más apreciadas y experimentadas. La tentación por lo desconocido
provocó que algunos formularan hipótesis sobre la aparente simplicidad de los procesos
que ocurren en el fluir del agua a través del ariete: Eytelwein (1805), d’Aubuisson (1840) y
Morin (1863) aportaron deducciones empíricas que aún persisten en trabajos de
referencia ingenieril, aunque Walker Fyfe (1922), quien realizó muchas instalaciones en
Inglaterra, declaró la inutilidad de sus fórmulas. Los partidarios de las formulaciones
teóricas se empeñaron en determinar el índice del cambio de la velocidad variable de la
columna de agua durante cada período en el ciclo de trabajo del equipo, para finalmente
intentar predecir el volumen de agua que pudiera bombearse mediante los modelos
concretos. La asunción del método exclusivamente teórico regatea con la quimera: las
variables del proceso desbordan las exigencias de las fórmulas matemáticas si no se
recurre al instrumental del experimento. Habría que incluir el comportamiento de las
pérdidas de carga por fricción o turbulencia, la longitud del recorrido de la válvula de
impulso, el peso que actúa sobre la válvula de impulso, la resiliencia debida a la
elasticidad del agua y el material de la tubería de impulso, y la duración del período
durante el cual la válvula de impulso cierra, entre otros elementos.

La fusión de la teoría y la práctica deberían aportar las claves cognitivas: desde Harza
(1908), con el diseño de un equipo experimental accionado por un motor externo para
determinar el caudal inestable durante el período de aceleración; O’Brien y Gosline
(1933), quienes aportaron una primera explicación satisfactoria para el funcionamiento del
ariete; Lansford y Dugan (1941), que obtuvieron informaciones atendibles; Krol (1952),
quien formuló conceptos útiles; o el modelo de Iversen (1975); hasta recientes
indagaciones como las realizadas por Schiller y Kahangire en la Universidad de Ottawa, el
belga Jan Haemhouts (1989-1998) e investigadores cubanos desde la década del noventa
del pasado siglo.

El ariete hidráulico, en su versión convencional, es un equipo pesado, voluminoso y


relativamente costoso en comparación con otros, como la combinación de una bomba
centrífuga con un motor eléctrico o un motor de combustión interna. Además, su
utilización queda limitada a condiciones específicas: disponer de un caudal de agua
constante y un desnivel suficiente para lograr la potencia deseada.
La potencia en sí tiene sus límites en el ariete hidráulico convencional, por elementos
constructivos, como los diámetros mayores del tubo de impulso y por consiguiente de la
válvula de impulso. Estas limitaciones fueron superadas a partir de la concepción y diseño
del ariete hidráulico multipulsor (Fig. 20).

Fig. 20. Prototipos de arietes hidráulicos


multipulsores exhibidos en el Centro Integrado
de Tecnologías del Agua (CITA).

En la industria moderna disminuyó el uso del ariete hidráulico convencional, hasta casi
desaparecer en el contexto tecnológico contemporáneo.
Lo que más se recuerda de la era victoriosa de los arietes convencionales es el escaso
mantenimiento que requerían y su larga vida útil, lo que hubiera permitido satisfacer
ciertos mercados por varias décadas (en Ameya, Nicaragua, se encuentra un ariete
funcionando desde 1884.

Este argumento tampoco favorece el desarrollo de esta tecnología en el mundo


mercantilista, donde el buen negocio consiste fundamentalmente en seguir vendiendo,
aunque sea sobre la base de la manipulación de las necesidades reales del cliente.

El concepto convencional del ariete hidráulico se mantuvo en la memoria de los


planificadores y diseñadores como una de esas cosas simpáticas del pasado, y su
aplicación quedó restringida a casos particulare s.

En la penúltima década del pasado siglo algunos investigadores y técnicos construyeron


arietes hidráulicos convencionales en la Empresa de Minihidroeléctricas de Mayarí, la
Fábrica de Válvulas de Guantánamo y el Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa,
entre otras entidades.

El malogrado ingeniero belga Jan Haemhouts inició en Nicaragua, después de peregrinar


por Haití y otras coordenadas, un empeñoso proceso de superación de las principales
limitaciones del concepto convencional del ariete y adecuó esta tecnología a los
requerimientos modernos de un proceso industrial.

Desde el artefacto de Whitehurst y la inventiva de Montgolfier, el ariete hidráulico


experimentó cambios constructivos notables, pero ninguno tan trascendental como el
nuevo concepto multipulsor, porque superaba las limitaciones relacionadas con los
grandes volúmenes y pesos del equipo, y su potencia relativamente baja; o sea, el factor
determinante no radicaba en el potencial de energía hidráulica disponible en una situación
determinada, sino en la propia capacidad de admisión del flujo hidráulico en el aparato.

La esencia del nuevo método consiste en la sustitución de la única válvula de impulso de


los arietes convencionales por un conjunto adecuado de válvulas en posiciones óptimas,
en dependencia de determinadas condiciones de producción e instalación para
aprovechar mejor los caudales disponibles y aumentar la potencia y los rendimientos.
Esto permite una baja relación entre la velocidad máxima del agua en el sistema y la
velocidad del agua al momento del cierre de las válvulas, con un mínimo de contraimpulso
para su abertura automática, lo que permite aún más reducir el largo y el diámetro del
tubo de impulso. También aporta la ventaja de aminorar la necesidad de amortiguación en
la magnitud de inyección de agua en la cámara de aire, por lo que puede reducirse su
volumen.

Por último, aparece la posibilidad de utilizar un solo tubo de impulso con una gran
cantidad de unidades multipulsoras, lo que permite aumentar la potencia con unidades
livianas estandarizadas y producidas en serie a bajo costo, mientras que con los arietes
convencionales se necesita diseñar un aparato en función de un diámetro dado, de gran
volumen y peso, y por consiguiente de un alto costo.
Durante más de una década, en el CITA se han diseñado, investigado e instalado
disímiles modelos. En las cercanías del poblado camagüeyano de Minas se experimentó
la versión más avanzada hasta entonces del ariete hidráulico multipulsor, con un tubo de
impulso de catorce pulgadas, equipado con ciento cuarenta y cuatro válvulas de impulso y
una carga de entrada de menos de treinta centímetros.

En la actualidad se presenta el caso de la bomba de ariete hidráulico (nombre


tecnológico)

Descripción de la tecnología:

El funcionamiento de la bomba de ariete es bastante simple y de fácil manejo. El agua


procedente de un depósito, acequia o río desciende por gravedad por la tubería de
alimentación o impulso bajo la acción de un desnivel en relación con el ariete hidráulico.
El agua llega hasta el cuerpo o caja de válvulas con velocidad suficiente para que la
presión dinámica cierre la válvula de impulso o ímpetu. El cierre brusco de esta válvula
produce el efecto conocido como golpe de ariete, lo cual origina una sobrepresión en la
tubería de alimentación que provoca la apertura de la válvula de retención, que permite el
paso del agua hacia el interior de una cámara de aire situada en el interior del cuerpo de
la bomba. Esta agua provoca la compresión del aire existente y cierta cantidad de agua
asciende por la tubería de bombeo o descarga hasta llegar al depósito de descarga. El
ciclo se repite una y otra vez a un ritmo de entre 60 y 90 golpes por minuto y cuanto más
lento sea el funcionamiento, más agua utiliza y bombea. La tubería de alimentación suele
ser de acero galvanizado, PVC, PE, etc., cuyo diámetro dependerá del caudal utilizado. El
ángulo de inclinación del tubo de alimentación debe estar entre los 10º y los 45º con la
horizontal. El caudal de alimentación del ariete dependerá del diámetro de dicho tubo de
acometida. Hay que tener en cuenta que el agua que se acelera en el tubo de
alimentación, es la que provoca el “golpe de ariete”, por lo que éste ha de tener una
longitud, inclinación y diámetro adecuados, sin curvas ni estrechamientos que provoquen
pérdidas de carga por rozamiento. Con abundante agua y un desnivel de 1,2 m puede
llegar a elevarse el agua a una altura superior a los 70 m., todavía con rendimiento
aceptable. El agua se puede conducir a una distancia superior a los 2 km entre el ariete y
el depósito de descarga. El caudal elevado (q) depende del rendimiento (R), el caudal de
alimentación (Q), el desnivel de trabajo (h) y la altura de elevación (H). La ecuación que
relaciona estos factores es la siguiente: H h q = R.Q. El rendimiento del ariete hidráulico
representa el porcentaje de agua que se puede bombear en relación al total de la
canalizada por el ariete, y varía en función del cociente H/h. Al aumentar el valor
resultante, el rendimiento disminuye.
PRIMER AVANCE DE ELABORACIÓN DE LA BOMBA DE ARIETE

Condiciones ecológicas requeridas:

 Es una tecnología que se adapta a una gran diversidad de condiciones ecológicas


desde suelos, clima y topografía del terreno.

 Precipitación anual: Esta tecnología es recomendada para zonas donde hay


abundante agua para la producción, principalmente en zonas donde la
precipitación es de 1500 a 2500 milímetros anuales.

Disponibilidad de agua en el campo:

Para el uso del ariete es necesario contar con una quebrada o un río que sea
permanente para poder hacer un uso óptimo del ariete.

Caudal necesario para accionar el ariete Hidráulico


Porcentaje de pendiente: Cuando se necesita elevar el agua hay que tener en cuenta que
entre más alto se quiere llevar el agua mayor, deberá ser la caída a lo largo del tubo de
entrada del agua para hacer funcionar el ariete. Un metro de tubo de entrada es capaz de
levantar diez veces una columna de agua.

Ventajas:

1. No requiere electricidad, combustible ni trabajo humano para su funcionamiento.


2. Todo el equipo es de bajo costo y sus piezas son de fácil recambio.
3. Requiere un mínimo de manutención
4. Funciona automáticamente ante un suministro de agua

Restricciones:

1. Acceso a la tecnología ya que es poco usada en los países de América Central.


2. El mantenimiento es de mucho cuidado para que no se detenga el funcionamiento.
3. En la toma de agua no debe haber entrada de aire y el sitio donde se ubica el ariete
debe tener un desagüe por el agua que salpica.
4. Con alto desnivel de bombeo necesita un caudal grande para el funcionamiento.

Costo actual de la tecnología:

Generalmente la bomba de ariete se vende lista para instalar a un costo entre 500 y 1500
soles, según el tamaño y capacidad para elevar el agua. El valor de una bomba artesanal
elaborada oscila entre S/.600 a S/.3000.

Impacto económico esperado:

La bomba de ariete permite mejorar la disponibilidad de agua para los cultivos


establecidos en la época lluviosa (en caso de una canícula) o en el verano, y debido a la
infiltración posterior en la parcela facilita terminar un ciclo productivo al principio de la
época seca o durante una canícula.

Impacto social (beneficios para las familias campesinas):


También permite llevar el agua hasta varios lugares de la parcela con el menor esfuerzo,
dando la oportunidad para utilizarla para otros fines, tales como:
Consumo humano, doméstico o para el abrevado del ganado.
Impacto ambiental:
Mínimo.

REFERENCIAS
Martín, I., Salcedo, R., & Font, R. (2011). Mecánica de Fluidos. Universidad de Alicante.

Coz, F., Sánchez, T., Viani, B., & Segura, J. (1995). Manual de mini y microcentrales
hidráulicas. En Una guía para el desarrollo de proyectos (págs. 27-35). Lima: ITDG-
PERÚ.

Jaramillo, C. (14 de noviembre de 2013). Universidad Politécnica Salesiana. Obtenido de


https://drive.google.com/file/d/0B8FaYsQx_P33QklJWVNNS1VIOUE/view?pr

Weinmann, P. (2004). El ariete hidráulico: Teoría y práctica de un gran invento caído en


desuso.

Mesa , J. (2003). Bomba de ariete- Grupo de apoyo al sector rural. Lima.

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