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Cuando los objetos referidos fueren de uso prohibido o no sean de lícito comercio, se
ordenará el comiso aunque no legue a declararse la existencia del delito o la culpabilidad
del sindicado o acusado o se ignore quién es la persona responsable del delito.
PROVIDENCIAS CAUTELARES
ARTÍCULO 11. Providencias cautelares. El Juez o Tribunal que conozca del proceso
podrá dictar en cualquier tiempo, sin notificación ni audiencia previas, cualquiera
providencia cautelar o medida de garantía establecida en la ley encaminada a preservar la
disponibilidad de los bienes, productos o instrumentos provenientes o relacionados con el
delito de lavado de dinero u otros activos, cuando lo solicite el Ministerio Público. Este
requerimiento deberá o por el Juez o tribunal inmediatamente.
ARTÍCULO 12. Peligro de demora. En caso de peligro por la demora, el Ministerio Público
podrá ordenar la incautación, embargo o inmovilización de bienes,
ARTÍCULO 16. Terceros de buena fe. Las medidas y sanciones a que se refieren los
artículos 11, 12 y 15 se aplicarán salvo los derechos de terceros de buena fe.
DECRETO NÚMERO 58-2005
LEY PARA PREVENIR Y REPRIMIR
EL FINANCIAMIENTO DEL TERRORISMO
Artículo 9. Comiso de bienes. Sin perjuicio de las penas principales fijadas para
el delito de financiamiento del terrorismo, el dinero o bienes provenientes de
los mismos o el producto de éstos, serán objeto de comiso de conformidad con
lo establecido en la legislación general vigente, salvo lo dispuesto en el
presente artículo.
Los bienes objeto de comiso por los delitos establecidos en la presente Ley,
podrán ser devueltos de conformidad con lo establecido en los artículos 15, 16
y 17 de la Ley Contra el Lavado de Dinero u Otros Activos, en lo que le fueren
aplicables.
Los bienes objeto de comiso civil pasarán a ser propiedad del Estado.
Articulo 27. Terceros responsables. Quien obtenido beneficios económicos de los efectos de un delito, aún
sin haber sido participe en su ejecución, responderá civilmente hasta el monto en que hubiere lucrado Se
exceptúa la notoria buena fe en todos los intervinientes del acto
Artículo 28. Preferencia. La reparación del daño causado a la sociedad por el delito, tendrá preferencia sobre
cualquier otra deuda y sobre la ejecución de las penas y también sobre el pago de la multa.
Artículo 29. Cálculo. Para calcular el daño material y moral causado a la sociedad, se considerará:
Artículo 30. Sucesión. La responsabilidad civil, derivada de los delitos señalados en esta ley, se trasmite a
todos los herederos del responsable, hasta el monto de la herencia recibida.
Artículo 31. Oportunidad. El Ministerio Público deberá, en representación de la sociedad, ejercer la acción
civil conjuntamente con la acción penal y ambas se deducirá conforme las normas del proceso penal. Artículo
32. Subsidiaridad. La acción civil es subsidiaria de la acción penal y el juez las resolverá en la misma
sentencia, inmediatamente después del pronunciamiento de la materia penal. Si la acción penal se extingue o
deja de ejercerse por muerte o causa de inimputabilidad antes del pronunciamiento definitivo de la sentencia
el Ministerio Público deberá ejercerla o continuarla en los tribunales competentes.
Artículo 33. Destino. Las responsabilidades civiles fijadas por el juez a favor el Estado, incrementarán los
fondos privativos del Organismo Judicial, con destino especifico a las actividades de investigación de los
delitos a que se refiere esta ley, así como a la persecución, sanción y readaptación social de quienes cometan
dichos delitos.
Si llegado el caso de resolver, no se hubiere establecido, total o parcialmente, el monto de las
responsabilidades civiles, serán fijadas por el tribunal competente en la sentencia condenatoria, con base en
los elementos señalados en este capitulo para su cálculo.
Artículo 34. Particulares perjudicados. Las personas particulares perjudicadas por alguno de los delitos a
que se refiere esta Ley, podrán reclamar al procesado el pago de las responsabilidades civiles, fa que se
traducirá en indemnización pecuniaria por los daños materiales o morales privados y en la reparación o
restitución total o parcial de los objetos o instrumentos del delito, cuya propiedad comprueben, siempre que
sean de lícito comercio.