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Analisis Estructural 2003-2004
Analisis Estructural 2003-2004
ANALISIS ESTRUCTURAL
INTRODUCCION
LECCIONES 1 a 8
INTRODUCCIÓN
BORO BORCHA VILA – PROFESOR TITULAR DAVID GALLARDO LLOPIS – PROFESOR TITULAR
PROYECTO DE ESTRUCTURAS 2003-2004
Es nuestra intención, orientar al alumno, que lo precise, sobre los conceptos estructurales básicos que
debe; recordar, ordenar, o en su caso, estudiar, para poder acometer con soltura y seguridad el proceso
de Análisis y Diseño de Estructuras.
Para ello presentamos, en forma de lecciones, una serie de conceptos que consideramos imprescindibles,
o más bien básicos, para sedimentar los conocimientos estudiados en años anteriores y poder abordar el
estudio de cualquier tema no contemplado en los temarios estudiados.
El contenido de estas lecciones, ya ha sido expuesto en cursos anteriores, por lo que no pretendemos
exponer los temas, exhaustiva y repetitivamente, sino con una visión de recuerdo, síntesis y ordenación de
los conocimientos que, por otra parte, se suponen ya adquiridos, insistiendo, como ya se ha mencionado
en los Conceptos Estructurales Básicos que constituyen el objetivo fundamental que nos ocupa.
Para el mejor seguimiento de las clases teóricas, se presentan guiones, de cada una de las lecciones, con
referencias bibliográficas, de las fuentes a utilizar por el alumno en el estudio de los temas.
Recomendamos, porque no nos atrevemos a exigir, la lectura y estudio de tres publicaciones que
presentamos:
...... Las teorías rara vez dan más que una comprobación de la bondad o del desacierto de
las fórmulas y proporciones que se imaginan para la obra. Están han de surgir primero de
un fondo intuitivo de los fenómenos, que ha quedado como un poso íntimo de estudios y
experiencias a lo largo de la vida profesional. De esto y sólo de esto se pretende tratar
ahora.
El cálculo no es más que una herramienta para prever si las formas y dimensiones de una
construcción, simplemente imaginada o ya realizada, son aptas para soportar las cargas a
que ha de estar sometida. No es más que la técnica operatoria que permite el paso de unas
concepciones abstractas de los fenómenos resistentes a los resultados numéricos y
concretos de cada caso o grupo especial de ellos. El asombroso avance, que en las teorías
mecánicas de las estructuras o elementos sustentantes de las construcciones han producido
los siglos XIX y XX, hace menospreciar excesivamente el estudio ontológico de la
morfología resistente. Todo proyectista que descuide el conocimiento de sus principios,
está expuesto a graves fracasos; y el caso es que en las escuelas hay tanto que aprender
que rara vez queda tiempo para pensar.
El empeño es audaz, porque, como decía Confuncio, tan inútil es aprender sin meditar,
como es peligroso pensar sin antes haber aprendido de otros......
BORO BORCHA VILA – PROFESOR TITULAR DAVID GALLARDO LLOPIS – PROFESOR TITULAR
PROYECTO DE ESTRUCTURAS 2003-2004
...... Las obras no se construyen para que resistan. Se construyen para alguna otra
finalidad o función que lleva, como consecuencia esencial, el que la construcción
mantenga su forma y condiciones a lo largo del tiempo. Su resistencia es una condición
fundamental; pero, no es la finalidad única, ni siquiera la finalidad primaria.
Para lo que aquí interesa, las finalidades funcionales primarias podrían agruparse en la
siguiente forma:
1º. Aislar un determinado volumen del exterior. O sea, defender ese volumen de los agentes
naturales exteriores: viento, lluvia, nieve, ruidos, temperaturas, vistas de otras personas,
etc., Desde el punto de vista estructural suelen distinguirse, en este grupo, los muros de
cierre y las cubiertas.
2º. Sostener cargas fijas o móviles. Es decir, pontear o establecer una plataforma que
permita el paso de personas, vehículos, etc. Son, de una parte, los pisos de los edificios, y
de otra, los puentes viaductos, pasarelas, etc.
3º. Contener empujes horizontales o establecer un paramento, que soporte los empujes de
tierras, aguas u otros materiales líquidos, áridos o materias análogas. Son presas, paredes
de depósitos y silos, muros de contención, diques de abrigo, etc. ......
...... Porque no basta que su resistencia aleje el peligro de rotura. Es necesario también
que la construcción sea estable e inmóvil. Una obra puede caerse o volcar sin romperse –
que se rompa o no al llegar al suelo es secundario -, puede deslizar sobre el cimiento, o
acomodarse al movimiento de las olas como un barco. Las construcciones que se van a
tratar aquí, no deben admitir semejantes movimientos ni resultar deformables como un
trampolín. Quizá, en lugar de hablar de una función resistente, sería, pues, mejor hablar,
con más generalidad, de una función estática.
La función estática es siempre esencial; porque si una cosa, para cumplir su finalidad, no
necesita ser resistente y estable, no se la llama construcción; o no entra en las que aquí
interesan. ......
...... Pero, no debe olvidarse que, alrededor del fenómeno de resistencia tensional interna,
se presenten multitud de variantes, cada una de las cuales requiere, del material, una
propiedad específica diferente. En unos casos, se requiere resistencia superficial a la
abrasión –como en un piso -, porque ha de estar sometida a un cierto tipo de desgaste; en
otros, se exige una cierto tipo de desgaste; en otros, se exige una cierta dureza, etc. Pero
conviene dejar, para más adelante, la discriminación del tema, porque es largo y requiere
capítulo aparte. ......
..... Conviene, pues, solamente recordar –para no volver sobre ello -. Que en la economía
total de un tipo de construcción o de un elemento, pueden influir factores tan variados
como: el clima, la superficie y densidad de población nacional, la facilidad de sus
transportes, la industrialización del país, la capacitación del personal obrero, el volumen
de elementos análogos en otras obras simultáneas o que se han de realizar en un futuro
próximo, etc., etc.
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...... En resumen: cada construcción tiene su finalidad y sus características propias; tiene,
en consecuencia, unas condiciones resistentes que cumplir; tiene unas exigencias
económicas y de plazo de construcción; y, en general, tiene, también, una interpretación
estética más o menos exigente. Para realizar dicha obra se dispone de unos materiales con
características propias y de unas técnicas para manejarlos y realizar la obra. ......
...... La función resistente o estática es esencial, por cuanto, de no serlo, la obra sea
saldría del tema que aquí se trata; pero, no es nunca la razón única y primordial de la
construcción: Sin embargo, interesa destacarla, por cuanto es aquella –o lo que ella
impone en relación íntima con las demás condiciones -, el tema que se ha de analizar y que
se podría definirse así: “De cómo elegir el tipo estructural, que adecuado y económico
para construirlo con los materiales y las técnicas de que se disponen “. Aclarando que, al
decir tipo estructural, mantener sus formas y cualidades a lo largo del tiempo, bajo la
acción de las cargas y agentes exteriores a que ha de estar sometido; es decir, a la parte
de la construcción que garantiza la función estática antes citada y que, a falta de otra
palabra mejor, se llama “estructura”.
Se da, aquí, a esta palabra un sentido más lato del corriente, que la refiere solamente al
conjunto de piezas prismáticas o asimilables a ellas, al que se aplica normalmente la
teoría de la Resistencia de Materiales- lo que antiguamente se llamaba la palazón -. Aquí
se llama, ahora, estructura, igualmente a eso que a un muro macizo o a una presa de
gravedad; y, para distinguir mejor, podría reservarse el nombre de “entramado” para el
primer grupo de estructuras.
En las construcciones de la antigüedad, no era tan frecuente, el separar la parte estructura, o
sustentante de la construcción, del resto de los elementos de relleno. Hoy, esta distinción
total es corriente; y, por ello, hay motivo para ocuparse de la estructura en sí y en sus
relaciones con el resto de sus elementos. Cuando todos ellos se funden en uno solo, como
sucede, por ejemplo, en la presa, el problema sigue interesando igualmente desde estos
puntos de vista......”
Los textos anteriores, han sido transcritos de la 3ª Edición de la Obra al principio citada,
publicada en 1960.
“......Prólogo
En este libro, medianamente escrito, el profesor Salvadori trata de eliminar una de las más
serias diferencias existentes en la teoría y la práctica en el campo de las estructuras. Su
finalidad es tender un puente entre la intuición más o menos consciente acerca de las
estructuras –intuición común a todos los seres humanos- y el conocimiento científico
acerca de ellas, que brinda una adecuada representación de la realidad física sobre la
base de postulados matemáticos.
Nadie duda que sea posible salvar esa diferencia ni de que, una vez logrado, ello resulte
sumamente útil.
Para inventar una estructura y darle proporciones exactas, se debe seguir tanto el camino
intuitivo como el matemático.
Las grandes obras del pasado, construidas en una época en que no existían las teorías
científicas, atestiguan la eficacia y poderío de la intuición.
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llegar a ser una combinación armónica de nuestra intuición personal con una ciencia
estructural impersonal, objetiva, realista y rigurosa.
En otras palabras, la teoría debe encontrar en la intuición una fuerza capaz de dar vida a
las fórmulas, de tornarlas más humanas y comprensivas y de aminorar los resultados
exactos necesarios para obtener “lo mas con lo menos”, pues tal es la meta última de
todas las actividades humanas.
Por medio de ejemplos siempre claros y, a veces, sumamente elementales, el libro del
profesor Salvadori tiende a unificar estos dos puntos de vista (casi iba a decir estas dos
mentalidades), que deben fundirse en una síntesis única si han de dar nacimiento a la
unidad esencial de todas las grandes estructuras.
A los futuros arquitectos les resultará particularmente útil estudiar este libro a fondo y
reflexionar sobre su contenido, pues aun cuando puedan confiar el cálculo de una
estructura a un especialista, primero deben ser capaces de inventarla y de darle
proporciones correctas. Sólo entonces, habrá nacido una estructura sana, vital y, en lo
posible, hermosa.
Creo que debemos sentirnos especialmente agradecidos al profesor Salvadori por haber
emprendido esta tarea nada fácil.
PIER LUIGI NERVI
..... Capítulo quince
Conclusión.
Por este motivo, en varios lugares hemos invitado al lector a construir modelos
elementales que demuestren, de manera mucho más convincente que cualquier dibujo, el
comportamiento estructural de elementos simples.
Por otra parte, nunca se insistirá demasiado en que sin experiencia la intuición resulta
herramienta peligrosa, pues es imposible medir sus sugerencias. En una situación física
cualquiera y, sobre todo, en l o que se refiere al aspecto geométrico de una estructura, el
lector debe cuidarse de la idea según la cual “lo que él parece sentir debe suceder”. Es
difícil creer, en un primer momento, que los lados rectos de una bóveda cilíndrica se
desplazan hacia adentro bajo acción de una carga, porque la sección curva del cilindro
sugiere una acción de arco, y “es bien sabido” que los arcos presentan empuje hacia
fuera.......”
“ LA ESTRUCTURA”
H. Werner Rosehthal.
Editorial. BLUME. Barcelona. Madrid.
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“.....Prefacio
Este libro intenta señalar las principales leyes que determinan el comportamiento de las
estructuras. Estas leyes pueden reducirse a un solo concepto: el “equilibrio estático”. Y
esto tanto si lo aplicamos a una distribución espacial como a un solo elemento. Este
concepto se aplica a cualquier material indistintamente; las únicas diferencias son las
debidas a su elasticidad y resistencia.
Resumiendo, sobre el inmenso campo del análisis estructural, este libro intenta ayudar,
tanto al arquitecto como al constructor, a la mejor comprensión del significado y razón de
la forma estructural. El ingeniero no encontrará aquí ninguna novedad, pero si se interesa
por el cálculo de estructuras puede encontrar interesante este libro en los aspectos que
controlan principalmente el proceso de diseño.
Puede ser una ayuda para el que quiera familiarizarse con las implicaciones estructurales
de los edificios a los largo de los tiempos.......
H. WERNER ROSENTHAL.”
Introducción.
Por J. E. Gordon.
Profesor de Tecnología de los Materiales
Universidad de Reading.
“.......Hasta ahora existían pocos libros que siguieran esta línea. Este será particularmente
bien recibido. Puede ser útil no tal solo para los arquitectos sino también para los
ingenieros; y puede serlo para mucha gente, aun para diseñadores de muebles. Todo está
relacionado con las estructuras. ¿O debería estarlo?
Existe una dificultad subjetiva para aprender la naturaleza de las estructuras. Los
animales –pájaros, gatos, monos, etc., _ que generalmente viven o transitan por las ramas
de los árboles, rara vez las rompen. Parecen tener un tipo de instinto para reconocer la
resistencia de estas estructuras, del que carecen los humanos aun en el caso de tener que
sentarse en una silla. .......
J. E. GORDON”
Quizás esta introducción al libro de Rosenthal alentara al profesor Gordon a publicar en 1978 su
espléndida obra “Estructuras o por quë las cosas no se caen” cuya lectura tambien recomendamos.
1. ANÁLISIS ESTRUCTURAL.
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Lección 1
ELEMENTOS ESTRUCTURALES Y MODELOS FACTIBLES DE CÁLCULO: (MP,
269)
“ .......El soporte es, en la construcción de todos los tiempos, uno de los elementos más
fundamentales. De entre ellos, el más genuino y logrado es la columna: ¿ Cuánto ha
trabajado y sentido la Humanidad sobre ella? En sus tallas se siente el paso deleitoso de
los mayores artistas. Si ella no fuera, de por sí, un monumento, la Humanidad debería
habérselo erigido”.......
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag. 87”
“ ...... El dintel monolítico, sobre dos pilastras o sobre las jambas del muro ciclópeo, es
el primer triunfo del humano constructor para salvar un vano con caracteres de
permanencia en su obra. El no sabía e1que aquello trabajaba a flexión; no conocía a
Galileo , A Euler, a Navier ni s St. Venant; pero debió aprender pronto que, si el canto
era pequeño en relación con la luz, la piedra se partía por abajo; y si se impedía el
movimiento horizontal, afianzado los extremos del borde inferior contra los muros, el
peligro de rotura era menor; Y que lo mismo sucedía si se aumentaba el canto hacía en
centro, donde los momentos flectores con máximos. Pronto aprendieron, en fin, los
límites ya que se podía llegar, e incluso establecieron arcos de descarga rudimentarios
para salvar de la rotura el monolito del dintel.....
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag. 141”
“ .....El arco es el mayor invento tensional del arte clásico. Él sigue impresionando al
vulgo, y la Humanidad ha tardado mucho en acostumbrarse a su fenómeno resistente:
prueba de ello es la frecuencia con que la leyenda achaca al diablo su construcción.
“ ...... El muro no es tampoco un elemento moderno precisamente; pues hay que pensar
que, detenidos frente a la barrera infranqueable de los bloques ciclópeos de sus
murallas, empezaron los pueblos a hacer la historia sin saberlo; y, más de una vez,
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utilizaron sus paños para ensayar sus escrituras y grabar en ellos el pregón más
duradero de sus glorias. De sus tres funciones principales, que son cerrar, soportar y
contener, las tres vienen de la más remota antigüedad.......”
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag. 95”
Si actúa sobre la losa una carga concentrada o simplemente una carga desigualmente
repartida de una banda más cargada tiene que ir acompañada, no sólo de flexiones
longitudinales decrecientes en las bandas contiguas, sino que, simultáneamente y por
exigencias de la continuidad geométrica, ha de producirse una flexión transversal. Esta
presenta igual signo que la longitudinal junto a la zona cargada y signo contrario a los
dos lados de ella, para enlazar con la zona no interesada por el fenómeno de carga
local ......”
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag. 157”
La bóveda continua, sobre muros corridos, podría considerarse como una sucesión de
arcos independientes colocados una al lado del otro. Sin embargo, tiene algo que supera
este concepto simplista; y ese algo es continuidad a lo largo de las generatrices, que le
permite trabajar con flexión según esa dirección. Cada arco puede, de esta forma,
ayudarse de los contiguos, repartiendo el exceso de cara que puede concentrarse sobre
él....... ”.
“RAZÓN Y SER DE LOS TIPOS ESTRUCTURALES. E. TORROJA Pag. 117”
1) La cúpula debe ser delgada; con ello, resultará incapaz desarrollar flexión en grado
sustancial.
2) Debe tener curvatura adecuada; de esa manera será resistente y rígida, debido a la
resistencia derivada de su forma.
3) Debe tener apoyo adecuado; de esa manera desarrollará una pequeña flexión en una
porción limitada de la cáscara.
Estas tres condiciones son esenciales para la acción de cáscara delgada, sea cual fuere
su forma y las cargas que actúen sobre ella. Cuando estas condiciones no se reúnen
debido a las dificultades de construcción, consideraciones estéticas o requerimientos
arquitectónicos, la acción de flexión se hace importante y se reduce la eficiencia
estructural de la cáscara.......”
ESTRUCTURAS PARA ARQUITECTOS. MARIO SALVADORI Y ROBERT HELLER.
Pag. 206.
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1.1.2 LOS SISTEMAS Y SUBSISTEMAS ESTRUCURALES (MP 287, 300,301) (LS, 33,173) (AJ,
48)
“ .....Sección 1: INTRODUCCIÓN.
En capítulos anteriores se sugirió que existe una simplificación conceptual básica muy
ventajosa para el análisis estructural, mediante la consideración de la forma del edificio
como un todo, un sistema estructural total. Aquí se muestra cómo se puede aplicar este
mismo enfoque al diseño de subsistemas estructurales principales. Esto es importante
porque significa que no se tiene que aprender un conjunto de conceptos para diseñar un
esquema estructural de conjunto y luego un conjunto diferente para el diseño de sus
subsistemas. Por tanto, un cambio en el nivel de concepción de forma espacial no
cambiará la jerarquía básica de concepción del diseño estructural.
Por ejemplo, generalmente las necesidades funcionales de habitación requieren que las
superficies piso y muro sean relativamente planas. Para obtener estas superficies,
usualmente los edificios se hacen de subsistemas estructurales horizontales y verticales
principales que también son planos. Los subsistemas horizontales se pueden visualizar
como conjuntos bidimensionales que actúan verticalmente para soportar las cargas de
piso o techo para que no se flexiones, y horizontalmente como diafragmas y/o pueden ver
como conjuntos que actúan para recoger las cargas de los sistemas de techos y plafones
pueden ser totalmente planos, como se verá aquí, o bien, curvos, como se tratará por
separado en el capitulo 11.
Las superficies horizontales se pueden diseñare como subsistemas de losa, vigas, retícula
o armadura, y se puede realizar en diversos materiales. Pero debe señalarse que el
diseño y construcción de los subsistemas horizontales están relacionados con la
distribución de los subsistemas verticales de apoyo, y éstos pueden consistir en una
organización regular de columnas, marcos, muros de apoyo y/o cañones. Por lo tanto, al
hacer el diseño real, ambas tipos de sistemas se tiene que considerar más o menos
simultáneamente. Sin embargo, por conveniencia y claridad, en este capítulo las
condiciones de apoyo, y en el siguiente capítulo, se verán los subsistemas verticales.
En términos de la estructura sola, en general sería más económico espaciar los apoyos
verticales en vez de acercarlos, por ejemplo, con una separación de 10 ó 15 pies, para
reducir al mínimo el claro del subsistema horizontal. No obstante, en el contexto más
específico de las necesidades de funcionalidad arquitectónica, se requiere mayores
claros para aumentar la abertura de los espacios cerrados y la flexibilidad de su uso. En
consecuencia, a menudo es conveniente espaciar los apoyos verticales a mayor distancia.
Es obvio que mientras mayores sean los claros entre apoyos verticales mayor peralte
tendrán los subsistemas horizontales. Por tanto, se requerirá más material estructural
para claros largos que para los cortos, aunque hay cierto ahorro en el número de apoyos
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verticales. Así, un diseñador hábil tratará de obtener el máximo espacio utilizable con la
menor obstrucción, y aún así reducir al mínimo la cantidad extra de material estructural
o de energía de construcción necesaria para lograr espacio abierto. En otras palabras,
tendrá que tratar de optimizar el diseño de conjunto considerando los objetivos tanto
espaciales como de funcionalidad estructural.
Con este objetivo presente, en las siguientes secciones se estudiarán los requisitos
básicos para el diseño eficiente de diversos tipos de subsistemas de piso. Los subsistemas
de techo plano se pueden tratar de manera similar, con la única diferencia de que se
diseñan usualmente, para soportar cargas vivas y muertas menores, pero más cargas
ambientales, como las de viento, lluvia y nieve. Además, los techos deben tener algunas
veces claros mucho mayores que los pisos típicos, ya que a menudo en los edificios de un
solo piso se necesitan grandes áreas abiertas para actividades especiales, o bien,
resultan convenientes en el último piso de los edificios muy altos. Estos sistemas de
techos de claros grandes, junto con los subsistemas curvos, se tratarán por separado en
el capítulo 11.
Recuerde que este capítulo se centra sólo en los aspectos estructurales básicos del diseño
de subsistemas, y que se tiene que considerar otros requerimientos físicos para completar
el diseño de subsistemas horizontales. Algunos de éstos son los siguientes:
MODELO GEOMÉTRICO:
La barra: la viga, el arco.
Entramados de barras:
De nudos rígidos: plano, espacial.
De nudos articulados: celosía plana, malla espacial plana, bóveda y cúpula triangulares.
Superficies:
Planas, sistemas basándose en placas.
De curvatura simple. (Desarrollables)
De doble curvatura. (Sinclásticas y anticlásticas)
Análisis lineal.
Análisis no lineal.
Análisis lineal con redistribución limitada.
Análisis plástico (MP 334) (NW 21)
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Lección 2
LA ESTABILIDAD Y LAS FORMAS DE RESISTIR:
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“ Bajo la acción de las diversas fuerzas y cargas tratadas en las secciones anteriores, la
estructura debe poder responder con un comportamiento propio y una estabilidad prescrita. Tal
vez esto se pueda entender mejor por la historia del comportamiento bajo carga de una
estructura, que se ilustra en la figura 5.5.
* Se considera solamente carga viva parcial o cero junto con la carga por viento o terremoto.
Figura 5.5 Historial del comportamiento de una estructura.
Cuando se aplican diversas cargas a una estructura, ésta se flexiona tanto vertical como
horizontalmente. En la figura 5.5, el eje vertical representa el aumento de carga durante varias
etapas, y el eje horizontal mide la deflexión, que es una medida de la respuesta de la estructura de
la estructura a las cargas.
Con la aplicación de carga muerta solamente, por lo general la estructura tiene poca deflexión, si
acaso la tiene, en dirección lateral; pero varias partes de ésta tendrán cierta cantidad de
deflexión vertical. Por ejemplo los pisos se flexionarán y los muros, columnas y cañones se
acortarán un poco. En general, bajo carga muerta, todas las partes de un edificio tendrán sólo
una cantidad de esfuerzo y una deflexión relativamente escasas.
Cuando se agrega carga viva al edificio, localmente se producen más deflexión y esfuerzos más
altos. Aunque usualmente la carga viva es sólo una fracción de la carga muerta y no debe
producir ningún movimiento adicional severo, puede causar deflexiones y vibraciones
indeseables.
En cuanto a la estructura total, el efecto horizontal del viento o de sismo puede ser muy fuerte en
contraste con los de cargas viva y muerta. Cuando se presenta carga viva o sísmica sobre un
edificio, se producirá deflexión lateral apreciable en la estructura en su conjunto. En
consecuencia, en los diversos componentes de la estructura se producirán fuerzas y esfuerzos
mayores. En estas condiciones, la deflexión y la vibración, así como los esfuerzos, deben estar
dentro de ciertos límites, aunque estos pueden ser más altos que los que se aplican para la carga
por gravedad solamente. Cuando se consideran las cargas de viento y por sismo en casi todos los
reglamentos de construcción se especifica que se permite un aumento de un tercio en los esfuerzos
admisibles, ya que dichas cargas se presentan con poca frecuencia.
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No es necesario considerar el caso en que las cargas de viento y las sísmicas actúan
simultáneamente, puesto que la probabilidad de que esto ocurra es muy baja. No existen
antecedentes históricos de que se haya presentado un viento de velocidad extrema y un terremoto
catastrófico al mismo tiempo, afectando a un edificio. Además, en general no se considera la
carga viva completa cuando actúan las fuerzas de diseño de viento o de terremoto.
Obsérvese también que hay una reserva de capacidad de carga por encima y más allá de la
combinación especificada de carga muerta, carga viva y carga por viento o sismo. Esta
capacidad de carga de reserva es necesaria para resistir cargas inesperadas de viento fuerte,
huracanes o sismos catastróficos. Esto se puede denominar “margen de seguridad” previsto para
los edificios.
En la figura 5.5 se puede ver que en el diseño de una estructura se deben considerar las diversas
etapas de las condiciones de carga, de tal manera que en cada etapa sea posible un
comportamiento diferente del edificio. Además de esta historia normal de una estructura, se deben
considerar condiciones especiales. Ciertas partes de un edificio pueden estar sometidas a cargas
repetidas, por ejemplo, a la acción de un camión en movimiento, viento agitado o vibración
sísmica. Estas cargas repetidas pueden producir fallas de fatiga que no se producen en un solo
ciclo de carga. Ciertas partes del edificio pueden tener cargas sostenidas, como las cargas
muertas muy altas u otras de almacenamiento, que pueden producir deformaciones de
deslizamientos en algunas partes de la estructura, provocando así movimientos excesivos o
indeseables.
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*Se considera solamente carga viva parcial o cero junto con la carga por viento o terremoto.
Figura 5.6 La curva de historial de comportamiento se desplaza por el pretensado para equilibrar
la curvatura de deflexión por carga muerta.
1.2.2. EQUILIBRIO GENERAL Acciones y reacciones. (NW, 6) (SL, 143) (MP 72)
“ Hay una condición y sólo una para la estabilidad de una construcción: el equilibrio.
Los edificios y sus componentes están sujetos a diversas fuerzas que tienden a desbaratar este
equilibrio. La estructura ha de ser capaz de soportar estas perturbaciones.
Las “fuerzas”, como tales, son intangibles. Sólo pueden percibirse por sus efectos. Por ejemplo,
la gravedad (que es la más importante) provoca un movimiento que nosotros percibimos como el
peso. En estado de equilibrio, un objeto permanece “estático”, esto es, el movimiento creado por
la gravedad está contrarrestado. Este concepto de fuerza como movimiento o cambio de estado es
reconocido en el sistema SI (Sistema Internacional) (ver apéndice 1), donde las fuerzas se miden
en “newtons” de acuerdo con la segunda ley de Newton sobre el movimiento. Este define una
fuerza como la “aceleración de una masa”. Así como el peso es un concepto concretamente
localizado, existente en un campo gravitatorio, la masa es una designación objetiva, válida tanto
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en el espacio como en nuestro planeta. No obstante, mientras las condiciones terrestres en cuanto
a campos gravitatorios varíen solamente en pequeños valores, no tenemos por qué preocuparnos
demasiado por ello.
Las unidades son fácilmente transformables. Por ejemplo, una fuerza de 1 lb es equivalente a
4.44822 N y también a 450 gramos. Un N es aproximadamente 100 g (ver apéndice 1). Así como
las fuerzas provocan movimientos que nosotros tratamos de contrarrestar, la mayoría de los
comportamientos estructurales pueden deducirse observando o visualizando el movimiento que se
produciría al faltar algún elemento que contribuye al equilibrio general.
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La figura 9 nos muestra los esfuerzos que provocan un par de vigas que se equilibran por la
fuerza T (un tirante), o por un par de contrafuertes para resistir el efecto de vuelco (fig. 10). La
mayoría de comportamientos estructurales, aunque no todos, pueden apreciarse cualitativamente
(sin evaluar el esfuerzo). Los demás casos podemos solucionarlos con la geometría de acción de
fuerzas que también nos permite hallar soluciones cuantitativas que ayudarán a dimensionar los
elementos para que soporten los efectos de los esfuerzos de la mejor manera posible.
Puede darse el caso de que este tipo de valoraciones de esfuerzos nos hagan ver que los elementos
de la estructura no pueden usarse perfectamente en toda su capacidad y deben someterse a otro
tipo de solicitaciones. Hay un único estado de equilibrio: la acción de una fuerza en una dirección
que se equilibra con una igual y opuesta en la misma línea de acción (fig. 11). Todo sistema de
fuerzas de una estructura se reduce a este estado básico de equilibrio.
Hay que usar el sistema más directo para llegar a este estado citado, así llegaremos a la solución
más simple y económica. Esta transmisión “directa” de esfuerzos ocurre solamente en dos casos:
el cable de la figura 12 trabajando a tracción, y la columna de la figura 13 trabajando a
compresión. Cualquier estructura que haga el máximo uso de este principio será económica en
uso de materiales, especialmente si la mayoría de sus elementos trabajan directamente a tracción
o compresión.
En cuanto a los elementos trabajando directamente a compresión tenemos que citar la posibilidad
del pandeo (pag.81). La figura 14 muestra un puente colgante en el que la acción de grandes
cargas se soporta y equilibra mediante delgados cables que trabajan a tracción. El arco del
puente de la figura 15 es pura compresión. Son dos estructuras complementarias.
El arco es un método antiguo para salvar un espacio, mientras que el trabajo de los cables a
tracción es de uso mucho más reciente debido a la gran capacidad de trabajo de estos materiales.
Estudiaremos detalladamente estos conceptos posteriormente.
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Desgraciadamente, en nuestros esfuerzos para salvar o cubrir un espacio, las fuerzas raramente
se equilibra directamente. Recorren caminos más largos hasta llegar al suelo como vemos en la
figura 16. La línea de puntos señala el camino más corto, pero así perderíamos parte del espacio
cubierto. Si la fuerza W se divide en dos iguales.
Aplicadas como indica la figura 17, los caminos recorridos según las líneas de puntos serían más
cortos, la estructura resultante más ligera y el espacio perdido menor. En otras palabras, el tipo
de carga mejor tolerada es la repartida. Las cargas puntuales deberían evitarse, y la peor de
todas es la aplicada a un voladizo (fig. 18)”
El termino “esfuerzo dinámico” se aplica a un esfuerzo que varía en función del tiempo. Así, si se
quiere analizar las tensiones y la deformación de una viga apoyada sobre dos apoyos simples
solicitada en su punto medio por una carga puntual P estática, es suficiente con recurrir a la
resistencia de materiales para obtener los resultados deseados; por contra, si P es un esfuerzo
dinámico, variables con el tiempo t, P(t), la deformación varía en función de t y produce
aceleraciones, que generan fuerzas de inercia opuestas a P(t).
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PROYECTO DE ESTRUCTURAS 2003-2004
Las fuerzas de inercia que intervienen en una estructura pueden deteminarse evaluando los
desplazamientos ( y como consecuencia las aceleraciones) de todas las masas elementales de la
estructura. El problema se simplifica si la estructura puede descomponerse en un cierto número
de masas convenientemente elegidas; en el caso de la viga isostática sometida al esfuerzo
dinámico P(t), una descompresión de la masa en tres masas elementales corresponde a un sistema
de 3 grados de libertad. En efecto, el desplazamiento de las tres masas viene dado por las
coordenadas Va, Vb, Vc, siendo suficiente en este caso determinar las aceleraciones en estas tres
masas.
x 2 3x
V ( x) Y 1 sen Y 2 sen Y 3 sen
L L L
Los tres coeficientes Y1,Y2,Y3, definen completamente la deformación de la viga para este sistema
de 3 grados de libertad.
A partir de una solicitación inicial, la respuesta dinámica de una estructura viene definida por la
variación, a lo largo del tiempo, de estas deformaciones.
“CÁLCULO PRÁCTICO DE
ESTRUCTURAS DE EDIFICIOS EN
HORMIGÓN ARMADO. TORSIÓN,
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Nx AXIL x
Nx
x
Nx
Qy CORTANTE xy
ByQyy
IyBy
xy
Qy
Q2 CORTANTE x2
BzQzz
I 2b 2
Mx TORSIÓN
Mx *
Ip
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My FLEXIÓN
My
y
My
x
4 My
y
My
bh
x 2
Iy Wy Wy *
M2 FLEXIÓN
Mz
z
Mz x
4 Mz
Mz
bh
x 2
Iz Wz Wz *
.......El imaginar la estructura deformándose, bajo la acción de las cargas a que se la somete, es
indudablemente la mejor ayuda que se puede tener al tratar de imaginar, no sólo el estado de
tensión del sólido, sino también el lugar y la forma en que el material puede fallar. Del mismo
modo que la experiencia diaria habitúa a ver las mal llamadas piezas prismáticas deformarse y
romperse pr tracción o flexión, se puede alcanzar ese mismo hábito y esa intuición en otros casos
más complejos; e incluso, comprender mejor cómo trabaja y cómo falla el material en aquellos
casos sencillos. Para ello, conviene siempre analizar la figura deformada y estudiar las líneas de
deslizamiento a 45º con aquellas isostáticas y, en definitiva, los plexos deformatorio y tensional.
Todo el tiempo que se dedica a discurrir sobre ellos es siempre una fuente fecundada de
inagotables enseñanzas.
Un buen maestro recomendaba a sus discípulos, cuando empezaban a estudiar estas cuestiones
tensionales, que llevasen siempre en el bolsillo una goma de borrar, con una retícula y unas
circunferencias trazadas en sus caras, para observar sus deformaciones. Así se ve cómo las
circunferencias se convierten en elipses (fig. II. 4ª)y cómo las direcciones incialmente
perpendiculares, varían de ángulo entre sí, excepto cuando las direcciones de la retícula
coinciden con las tensiones principales.
La experiencia se aclara todavía más cuando se complementa con la observación de otra barra
análoga del material plástico, como la cera o la arcilla de alfarero. En ésta se ve bien claramente
que el material puede romper por separación perpendicularmente a la dirección de la máxima
tracción (fig. II. 4b), o fallar por deslizamientos sucesivos (b´) según planos a 45º con ella, en los
que la proyección del esfuerzo da lugar a una tensión tangencial máxima, provocadora del
deslizamiento. Parecidos deslizamientos se observan al someter la probeta a compresión; si bien
entonces la inclinación de los planos de deslizamiento y rotura puede variar por efecto del
rozamiento interno; y aun en ciertos materiales puede aparecer la rotura, según planos paralelos
a la compresión (c´), por la dilatación correspondiente al efecto Poisson.
Bajo un esfuerzo cortante puro, el material, según sus características intrínsecas, romperá por
deslizamiento según estas orientaciones de la tensión cortante (d´), o por separación a 45º con
ellas (d); porque este tipo de esfuerzo – como es sabido – no es otra cosa que el efecto de dos
tensiones principales iguales y de opuesto signo (tracción una y compresión la otra), que dan
lugar a una tensión cortante de igual valor según los planos bisectores de aquellas. Interesa
también, en relación con la resistencia, llevar al ánimo del proyectista – y en particular al
ocuparse de los detalles de una estructura, tipos de enlaces, etc. -, que la rotura no depende sólo
de la mayor tensión principal a que se somete, sino también de las otras dos, normales a ella, y
que no siempre son despreciables.
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no todos, acaban por romper frágil y bruscamente si se les somete a una equitracción en todas
direcciones; y, por el contrario, se ductilizan y acaban por aceptar deslizamientos importantes,
sin romperse, bajo elevadísimas compresiones triples.
RAZÓN Y SER DE LOS TPOS ESTRUCTURALES. Eduardo Torroja. Pag. 20-21
1.3.1 ACCIONES: (MP, 121) (SH, 18-31) (LS, 149,153,159) (EHE 37)
CONCEPTO DE ACCIÓN: VALOR REAL, VALOR CARACTERÍSTICO Y VALOR
LEGAL.
CLASIFICACIÓN DE ACCIONES:
ACCIONES VARIABLES
CARGAS VIVAS.
EFECTOS DE LA TEMPERATURA.
EFECTOS DE CAMBIOS VOLUMÉTRICOS.
ACCIONES PERMANENTES.
CARGAS MUERTAS.
CON CARGAS.
EMPUJES DE TIERRAS Y LÍQUIDOS.
ASIENTOS DIFERENCIALES.
ACCIONES ACCIDENTALES.
CARGAS DE NIEVE, LLUVIA, GRANIZO Y HIELO.
EMPUJES DEL VIENTO.
SISMO.
DE IMPACTO.
INCENDIO.
EXPLOSIONES.
ACCIONES DEL PROCESO CONSTRUCTIVO.
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Acciones permanentes (G). Son aquellas que actúan en todo momento y son constantes en
magnitud y posición. Dentro de este grupo se engloban el peso propio de la estructura, de
los elementos embebidos, accesorios y del equipamiento fijo.
- Acciones Permanentes de Valor no Constante (G*). Son aquellas que actúan en
todo momento pero cuya magnitud no es constante. Dentro de este grupo se incluyen
aquellas acciones cuya variación es función del tiempo transcurrido y se producen en un
único sentido tendiendo a un valor límite, tales como las acciones reológicas, etc. El
pretensado (P) puede considerarse de este tipo.
- Acciones Variables (Q). Son aquellas que pueden actuar o no sobre la estructura.
Dentro de este grupo se incluyen sobrecargas de uso, acciones climáticas, acciones
debidas al proceso constructivo, etc.
- Acciones accidentales (A). Son aquellas cuya posibilidad de actuación es pequeña
pero de gran importancia. En este grupo se incluyen las acciones debidas a impactos,
explosiones, etc. Los efectos sísmicos pueden considerarse de este tipo.
9.3 Clasificación de las acciones por su variación en el espacio.
Las acciones se pueden clasificar según su variación en el espacio en los siguientes
grupos:
- Acciones fijas. Son aquellas que se aplican siempre en la misma posición. Dentro
de este grupo se incluyen básicamente las acciones debidas al peso propio de los
elementos estructurales y funcionales.
- Acciones libres. Son aquellas cuya posición puede ser variable en la estructura.
Dentro de este grupo se incluyen fundamentalmente las sobrecargas de uso.
Artículo 10.º Valores característicos de las acciones.
10.1 Generalidades.
El valor característico de una acción es su principal valor representativo. Puede venir
determinado por un valor medio, un valor nominal o, en los casos en que se fije mediante
criterios estadísticos, por un valor correspondiente a una determinada probabilidad de no
ser superpuesto durante un periodo de referencia, que tiene en cuanta la vida útil de la
estructura y la duración de la acción.
10.2 Valores característicos de las acciones permanentes.
Para las acciones permanentes en las cuales se prevean dispersiones importantes, o en
aquellas que puedan tener una cierta variación durante el periodo de servicio de la
estructura, se tomarán los valores característicos superior e inferior. En caso contrario es
suficiente adoptar un único valor.
1.3.2 REACCIONES:
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS. (MP, 173-179)
REACCIONES DEL TERRENO (FM, 77-127)
1.3.3 BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.
(RS) R. Saliger. “Estática aplicada”.
(MP) R. Meli Piralla. “Diseño estructural”.
(NW) Norris & Wilbu. “Analisis elemental de estructuras”.
Shreyer. “Estática de las estructuras”.
K. Terzaghi. “Mecánica de suelos en la ingeniería práctica”.
(FM) F. Mañá. “Cimentaciones superficiales”.
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Lección 4
EQUILIBRIO DE LOS DISTINTOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES:
Lección 5
EQUILIBRIO INTERNO
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“Teoría de la rotura.
Hemos visto en los diferentes ensayos que al aumentar gradualmente las fuerzas que
solicitan a la probeta las deformaciones de ésta aumentan, y llega un momento en que se
desintegra en partes.
Lo mismo ocurre con las estructuras de fábrica (incluyendo en éstas el hormigón armado);
si las fuerzas que actúan crecen continuamente se llega a una situación en que la
estructura se divide en partes, las cuales, en ciertos casos, pueden seguir en equilibrio,
resistiendo los esfuerzos, pero si el aumento de éstos persiste, la estructura acaba por
arruinarse. En las estructuras metálicas la mayoría de las veces el proceso destructivo es
distinto; la estructura no se subdivide, pero cambia de forma, pudiendo llegar a resultar
impropia para la función que tiene que desempeñar, aunque siga soportando las fuerzas
exteriores. Continuando el incremento de éstas podemos llegar al derrumbamiento sin
desintegración de la estructura.
Máxima tensión principal (LAMË, RANKINE), cuando una de las tensiones principales
de compresión o tracción iguala a la tensión de rotura en compresión o tracción pura,
respectivamente.
Máxima dilatación principal (SAINT VENANT), cuando la dilatación o contracción en
dirección de una tensión principal llega a alcanzar el mismo valor que en rotura por
tracción o compresión pura.
Máxima tensión tangencial (COULOMB, GUEST), cuando la componente tangencial
máxima alcanza el valor correspondiente a rotura por cortadura pura. COULOMB hace
intervenir en algunos casos la componente normal a través del rozamiento interno.
Máximo trabajo de deformación, en BELTRAMI, HAIGH, cuando se emplea en
deformar la unidad de volumen del cuerpo, el trabajo correspondiente a rotura por
tracción simple. Según VON MISES, HENCKY, cuando la energía potencial acumulada
en el material, debida a la deformación tangencial exclusivamente, iguala a la que se
emplea para romper el material en cortadura pura.
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La tercera hipótesis aplicada a la solicitación de tracción simple exigiría que la tensión de rotura
por cortadura fuese inferior a la mitad de la correspondiente a tracción sencilla, lo cual sólo se
verifica en los materiales dúctiles.
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Cada una de estas hipótesis proporciona un criterio distinto de rotura, pudiendo conducir a
resultados muy divergentes. Por ejemplo, aplicadas a la solicitación por cortadura pura, las
condiciones que imponen a las tensiones máximas son las reunidas en el cuadro, que
particularizadas para un módulo de POISSON igual a 0,3 (caso típico del acero), proporcionan
los valores numéricos indicados, en los que vemos existen divergencias del orden del 50 por 100.
En realidad, es arbitrario querer aplicar criterio único a todos los materiales y modos de
solicitación, pues el fenómeno de la rotura hemos visto ya que varía con estas dos circunstancias,
y, además, con el tipo de estructura, modo de aplicación de los esfuerzos, velocidad de
crecimiento de éstos, historia anterior, temperatura, etc. Como dice ROSS: una teoría de rotura
que no hace concesiones a la textura del material no es posible, debido al hecho de que es muy
diferente el comportamiento de materiales de distinta estructura interna. Cada material requier3
su propia teoría de rotura, consecuencia de esta estructura interna y del comportamiento al
deformarse.
De este mismo autor tomamos la clasificación de los tipos de rotura, distinguiendo: rotura por
estallido, por deslizamiento, intermedia, por fluencia y por fatiga. En todos casos se tiene
separación de moléculas; la compresión hidrostática no conduce a la rotura.
El modo más lógico de abordar el problema es determinar, mediante experimentación directa, las
condiciones de rotura para unos cuantos modos de solicitación y llevarlos a curvas que definan
las correspondientes a todos los casos posibles. Así se obtienen las llamadas curvas de resistencia
intrínseca, tomando a partir de un origen los vectores que representan las tensiones de rotura con
el mismo convenio que el trazado del círculo de MöHR, es decir, en dos ejes de coordenados, y
. Esta curva divide la superficie del plano en dos regiones, de las cales sólo tienen realidad
física los puntos en el interior de la curva. Como por otro lado ya hemos visto que el círculo de
MöHR define con respecto al mismo origen la región teórica de puntos representativos de una
solicitación determinada, deducimos que para que ésta sea además posible en el material de que
se trata, el círculo ha de quedar dentro de la curva, y en el caso límite, es decir, para las
condiciones de rotura en ese tipo de solicitación, ambas curvas han de ser tangentes.
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Rotura por compresión o tracción simple.- El círculo de MöHR pasa por el origen, quedando a
la derecha del eje vertical, en compresión, y a la izquierda, en tracción. Existe una diferencia muy
marcada entre las condiciones correspondientes a los materiales dúctiles (tipo acero) y los
frágiles (tipo hormigón), pues en los primeros las tensiones de rotura son aproximadamente
iguales en ambos modos de solicitación, mientras que en los segundos es mucho menor la de
tracción (alrededor de la décima parte en hormigones).
Rotura por cortadura pura.- El círculo de MöHR tiene su centro en el origen. Aunque este modo
de solicitación no corresponde realmente a casos prácticos, define la resistencia al deslizamiento
interno y caracteriza la curva de resistencia intrínseca al dar la separación de sus ramas en el eje
vertical.
Rotura por compresión triple.- Esta solicitación se define por tres tensiones principales de
compresión, y se realiza sometiendo probetas prismáticas del material a compresiones en sus
caras opuestas, bien mediante presión de platillos o por presión hidráulica combinada, o bien en
hormigones mediante zunchado de probeta cilíndrica que se somete a compresión simple. El
círculo de MöHR se parta del origen, y en el caso de que las tres tensiones principales sean
iguales, se reduce a un punto. Esto significa que el material no se rompería nunca bajo este modo
de solicitación (compresión hidrostática), pues el círculo de MöHR no puede dilatarse hasta
llegar a la curva de resistencia intrínseca. Al aumentar los esfuerzos, el punto representativo se
desliza por el eje en la zona abierta de la curva. También vemos que las condiciones de trabajo
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En los materiales pétreos, la gran diferencia entre las tensiones de rotura por tracción y
compresión da a la curva una forma de ramas muy abiertas, que van a cerrase muy cerca del
origen. La resistencia al deslizamiento plástico es superior a la cohesión.
En los materiales metálicos dúctiles, por el contrario, las resistencias a la tracción y a la
compresión simple son sensiblemente iguales y, por lo tanto, las dos ramas son casi paralelas al
cortar al eje vertical, teniendo el vértice bastante alejado de este eje. La cohesión es mucho
mayor que la resistencia al deslizamiento plástico y ésta es aproximadamente la mitad de la
resistencia a tracción o compresión sencilla.
En la curva de resistencia intrínseca se tienen elementos para definir, de un modo adecuado, las
propiedades de los cuerpos que tiene relación con el fenómeno de resistencia, como son:
fragilidad, ductilidad, resiliencia
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El coeficiente de fragilidad puede definirse por la relación entre las tensiones de rotura por
tracción hidrostática y por cortadura pura, es decir, por la que corresponde a los dos segmentos
que intercepta la curva en ambos ejes. Esta propiedad no varía en sentido inverso de la
resistencia, como parece a primera vista. Así, por ejemplo, los hormigones de cemento fundido
son más frágiles que los de Portland, y si aumentamos la compacidad de un hormigón, aunque se
incrementan las resistencias a compresión y a tracción, como la primera crece más deprisa que la
segunda, la fragilidad también aumenta.
Para la ductilidad es fundamental el valor de la tensión de rotura por cortadura, es decir, por
deslizamiento plástico, mientras que para la resiliencia lo es el de la tensión de rotura por
tracción hidrostática (el cuadrado de esta tensión se denomina resiliencia verdadera), y como
estas dos propiedades entran en juego, según el modo de aplicación de las cargas, estático o por
el choque, respectivamente, vemos que en los metales pueden producirse dos tipos de rotura: o
por deslizamiento plástico con desplazamientos importantes y tensiones moderadas, o bien por
estallido con pequeños desplazamientos y grandes tensiones. En este segundo caso se vence
directamente la cohesión de la materia; en otro, se destruye la estabilidad de la estructura interna
por ataque de flanco. Son, por consiguiente, dos modos de resistir que caracterizan a un metal y
que en cierto modo son independientes, y desde luego no varían en el mismo sentido. Por ejemplo,
en los aceros especiales al níquel, al cromo, etc., se obtiene una mejora en la resistencia al
deslizamiento, pues los cuerpos añadidos dan lugar a interposiciones en la estructura interna, que
hacen el oficio de llaves que coartan el deslizamiento, pero que al mismo tiempo disminuyen la
cohesión. Para una misma familia de aceros la resistencia a tracción y la resiliencia varían en
sentido contrario.
Mediante las curvas de resistencia intrínseca se aclaran las formas de rotura de las probetas
correspondientes a materiales frágiles y tenaces. En los primeros ocurre siempre que el plano de
rotura es paralelo a la tensión principal de menor valor algebraico, es decir, perpendicular a la
dirección del esfuerzo en tracción, y paralela al mismo en compresión sencilla. Este último es
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difícil de concebir, pero se comprende fácilmente, dada la forma de la curva, pues el punto de
tangencia del círculo de MöHR está muy próximo al eje de ordenadas, la tensión de rotura está
casi en esta dirección y corresponde, por lo tanto, a secciones casi paralelas a la dirección del
esfuerzo. También vemos en la curva que el punto de tangencia, lo mismo para tracción simple
que para cortadura pura, está muy próximo al vértice y corresponde a planos perpendiculares a
la tensión principal de tracción.
En las probetas a tracción de materiales tenaces hemos visto que la rotura comenzaba en el
centro, por estallido, y después se formaban dos superficies inclinadas denotando rotura por
deslizamiento. La explicación más satisfactoria es la siguiente: a consecuencia de las diferentes
condiciones en que se encuentran las fibras interiores y las exteriores, en la transformación
metalográfica que supone el estirado, se hacen desiguales los coeficientes de elasticidad,
deformándose de un modo diferente, lo cual da lugar a la aparición de extricciones. Al localizarse
éstas en una zona reducida, la distribución de isostáticas se altera profundamente, sufriendo una
doble incurvación las longitudinales, lo que da lugar, como ya sabemos, a la aparición de
tensiones de tracción transversales, aumentando desde el contorno hacia el centro y desde la
sección normal a la de máxima extricción. Por consiguiente, mientras que los puntos del contorno
siguen sometidos a tracción sencilla los del interior lo están a tracción simple, llegando a
alcanzarse el punto de tracción isostática (vértice de la curva), en cuyo caso saltan las fibras
interiores, rompiéndose después las externas, con la inclinación de deslizamiento correspondiente
a tracción sencilla.
Explicación análoga puede darse en la rotura por esfuerzos alternados, pues toda desigualdad
interna da lugar a una alteración en la distribución de isostáticas, es decir, a una doble
incurvación, lo que significa empeoramiento de las condiciones de resistencia por aparición de
tracciones transversales, y aun que el círculo de MöHR, que define las condiciones medias, queda
dentro de la curva intrínseca, alguno local puede rebasarlo lo que dará lugar a deformaciones
permanentes que, acumulándose en ciclos sucesivos, llevan a la rotura.
Del estudio de las curvas de resistencia intrínseca se deducen otras consecuencias muy
interesantes. Por ejemplo, con relación al zunchado; en los materiales metálicos, al introducir en
la solicitación de compresión sencilla una compresión lateral, ON 1, la tensión longitudinal de
rotura se incrementa únicamente en esta cantidad, pues el círculo apenas cambia de radio,
mientras que en los pétreos este aumento puede llegar hasta cuatro veces la compresión lateral
introducida, pues el círculo de MöHR aumenta mucho de radio, debido a la divergencia de las
dos ramas de la curva.
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PROYECTO DE ESTRUCTURAS 2003-2004
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que son las dos tensiones principales extremas las que definen simultáneamente las condiciones
de trabajo del material.
El considerar únicamente las dos tensiones principales extremas es, en realidad, una hipótesis,
que algunas experiencias han demostrado como ligeramente inadecuada (Böquer, Richart,
Brandizaeg, Lodé, etc.). Esto significa que no existe una sola curva de resistencia intrínseca para
cada cuerpo, sino mas bien un haz. Este es uno de los defectos de la interpretación de la rotura
mediante estas curvas. Otros importantes son que la rotura no se localiza en un punto, sino que
abarca una cierta zona y por consiguiente depende de la distribución de tensiones en dicha zona;
además va precedida de importantes de importantes deformaciones permanentes que implican
perdida de isotropia del material y, por consiguiente, alteración de los círculos representativos.
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Estos dos hechos invalidan las dos hipótesis de rotura según planos e isotropia alrededor de un
punto, que eran fundamentales par la interpretación de la curva de resistencia intrínseca. Además
esta curva no tiene en cuenta las condiciones de rotura por esfuerzos alternativos, ni las de
pandeo, importantes ambas en las estructuras metálicas. Se amolda mucho mejor a las
condiciones de los materiales pétreos, especialmente el hormigón, que es donde sus resultados
son mucho más interesantes. En la figura damos la curva obtenida por la Comisión del
Reglamento para construcciones de hormigón armado de la Cámara Sindical de constructores
franceses.
En los terrenos tampoco es la rotura el fenómeno que manda en la fijación de las condiciones de
utilización, sino el paso a la zona de comportamiento plástico. Así la condición fundamental es la
que se denomina condición de plasticidad, que puede exprsarse analíticamente aplicando los
criterios expuestos al principio de este capitulo, siendo valido el de MISES, que conduce a la
ecuación 78, y con menos aproximación, el de MÖHR (79).
Lección 6
LA FILOSOFÍA DEL MÉTODO DE CROSS.
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Lección 7
MÉTODOS DEDUCTIVOS PARA ANALIZAR LA RESPUESTA DE LAS ESTRUCTURAS
HIPERESTÁTICAS
1.7.4 EJEMPLOS.
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Lección 8
ANÁLISIS SIMPLIFICADOS DE ESTRUCTURAS ESTÁTICAMENTE INDETERMINADAS.
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