LA LABOR DEL MAESTRO DE MAGOS DE SU

EPOCA

De todo el trabajo filosofico y alquimico de Ramon Llull, habria que destacar como
merito indescriptible que su labor se desarrolló en un siglo peligroso para la herejia, ya que se
intentaba comprender la esencia divina y sus inexcrutables misterios a traves de una busqueda y
una labor esoterica y desconocida en aquella epoca.
Por que tal busqueda de las raices del conocimiento y en la observacion y la consiguiente
interpretacion trascendental de los fenomenos que formaban parte de toda la realidad humana,
era una invitacion al castigo por herejia.
Y gracias a esa labor, la fama de Llull y su metodo, fué trascendiendo en tiempos
posteriores y toda ella adquirió valor de Ley, al estallar lo que se ha denominado "El
renacimiento Humanista". Por ello grandes sabios y maestros como Giordano Bruno, Fludd,
Cornelio Agrippa y otros, fueron admiradores y sutiles seguidores de su obra.
De esta manera los humanistas del Renacimiento tuvieron en sus manos una manera mas
ortodoxa de desarrollar ideas, las cuales anteriormente habian sido puestas en cuarentena y en la
picota, por la obediencia doctrinal debida a los principios neo-aristotelicos del Tomismo.
Posteriormente los alquimistas, escondidos y refugiados en apartados y sigilosos
laboratorios, ocultos entre alambiques y grimorios, se entregaron durante mucho tiempo a una
ambiciosa meta. La de conseguir la formula de un elixir magico, fuente de vida e inmortalidad.
Partian de metales y de otras sustancias desconocidas. Pretendian elaborar una pocima que habria
de curar todas las enfermedades y sufrimientos humanos. Algunos incluso aseguraron haber
llegado hasta el final.
Pero quien vea que los trabajos del alquimista, solo han sido para conseguir transmutar el
plomo hasta conseguir la plata o el oro, esta solo arañando la cascara de esta noble actividad.
Para alcanzar la verdad, hay que saber leer los simbolos del labarotario alquimico e interpretarlos
de acorde a los conocimientos e incluso saberlos desarrollar en la comprension de las cosas, del
pensamiento y en la propia labor de uno mismo.