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2 de Samuel: 23-8,39

 Que tiene valor o actúa con mucha determinación ante situaciones arriesgadas o difíciles. bravo, v
aleroso. cobarde.

Cuando tiene una cabeza, le da un equipo para unirlo en un pacto. El propósito es establecer
el Reino de Dios en la tierra, es la prioridad de Dios establecerlo en la tierra. En este pacto
entre la cabeza y el liderazgo, vamos a entender dos principios: Cada casa es edificada por
alguien. Y en Hebreos 3:4 dice: Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas
las cosas es Dios. Dios se refiere siempre a la cabeza, es ese uno y a este le une el equipo en
liderazgo. Es un hombre que se levanta a servir a Dios, mayordomo de Dios y es responsable
por esa casa, ese negocio, ese ministerio. Abraham en Génesis 14:14, fue la persona que
tuvo 318 a su lado, que fueron los nacidos en casa. El no podía tener hijos, adoptó a esas
personas. Cualquier persona que entra en esa casa debe respetar la paternidad, nadie tiene
derecho a cambiar el ADN o el estilo de la casa. No pueden llegar a decir “En mi iglesia no se
hacía así”. El ADN significa las formas de pensar del padre de la casa.
En la casa es el padre el que establece el estilo, y en esa casa no se puede hacer cambios a
menos que la cabeza lo autorice.

Segundo principio: Toda casa tiene una cabeza. Todo lo que Dios edifica es construido por
alguien designado. Cuando hombres y mujeres se unen a un equipo local, al aceptar la
posición automáticamente se unen en una posición de cambio. El rompecabezas empieza por
una cabeza, si comenzamos una casa sin que Dios nos mande, en vano trabajamos. Tiene
que ser una casa establecida por Dios. En el momento que ese equipo de liderazgo se une,
en ese momento entra en pacto con esa persona.

Los 36 valientes de David estaban divididos en tres categorías: Dos grupos de tres cada uno,
y el resto eran los treinta. Los primeros tres eran tres círculos alrededor de David, su trabajo
era cuidarlo. ¿Cuál es el trabajo del liderazgo más cercano a nosotros? cuidarnos. La función
principal de estos tres, es cuidarlo. Tiene que tener un círculo íntimo que para pasar a usted,
tienen que pasar primero por ellos. “Nadie puede llegar a hacerle daño a David, sin primero
pasar por mí,” ese era el círculo. En el Nuevo Testamento, los hombres más valientes que yo
conozco son las mujeres. ¿Cómo se levanta ese círculo? A lo mejor nunca tenga la
oportunidad de dar la vida por su pastor o su jefe, pero esas mujeres hacen un círculo de
intercesión. Mi esposa es de los “hombres” más valientes que conozco, hace un círculo de
intercesión alrededor mío. Muchas cosas que he ganado ha sido por esa intercesión. Los
“David” de las ciudades necesitan mujeres intercesoras. Para establecer el Reino de Dios,
tienen que empezar a levantar un grupo de hombres íntimos, que le protejan en oración de
todos los ataques del enemigo.

I Crónicas 12:1 Primera característica: Mucho antes que el reinado de David fuera establecido,
estos hombres habían visto lo que era. El reconocerlo y recibirlo. Conocían todo lo de David y
estaban listos para trabajar con él y no se quedaron sentados sin hacer nada, sino fueron
entrenados y pasaron por el proceso en la cueva para pasar al siguiente nivel. Deja que pase
la cueva. Pruébale su integridad, el trabajo, la fidelidad. Estos valientes eran entrenados para
ayudar en la guerra. Ellos entendieron que para establecer el Reino de Dios por la fuerza, era
un asunto de guerra. El mundo está tan difícil, que si no te levantas a pelear por la herencia,
por tus hijos, los homosexuales se los van a ganar. Tenemos que levantar gente que nos
ayude en la guerra. Cada vez que establecemos el Reino, es una declaración de guerra al
enemigo. Hay personas que vienen a mí para obtener enseñanzas, o métodos para hacer
crecer su iglesia, pero no para ayudar en la guerra. No quieren ayudarte a establecer el reino.
¿Estoy en contacto de este hombre para obtener algo solamente? ¿O para establecer el
reino?

Segunda característica: Los valientes de David eran capacitados y entrenados en la gran


variedad de armas con la mano derecha e izquierda. I Crónicas 12:2. Estaban armados de
arcos, y usaban de ambas manos para tirar piedras con honda y saetas con arco. De los
hermanos de Saúl de Benjamín. Esto es una tipología en el mundo espiritual; usted no se va a
comprar pistolas. Debemos ser entrenados en el uso de todas las armas de nuestra milicia,
porque no son  carnales, sino poderosas en Dios. Si le pido a un pastor Dime cinco armas de
nuestra milicia, hay algunos que no van a contestar nada. Cuando estás en crisis, cuando
viene el diablo persiguiéndote, ¿cuales son esas armas? La unción, la armadura, la sangre, el
ayuno, la palabra; eso significa que la gente que tengamos a nuestro lado sean diestros en
esto. Tú quieres gente que ore, que ayune por ti, que te mueva la mano derecha y la
izquierda, que levante las manos a su David. Dios te trajo a Ensancha para formar un equipo
de valientes que no le tenga miedo a la crítica de la gente; Dios está levantando este tipo de
guerreros. Quiero gente a mi lado valiente. La armas representan las armas espirituales que
Pablo nos menciona y vinieron a ayudar en la guerra. Puede usar la unción, la palabra, la fe,
etc.

Necesitamos ese tipo de valientes a nuestro lado, que manejen las armas, que no sean
gallinas, que sean águilas que vuelen alto. Le voy a dar una ilustración, le voy a pedir a los
hombres que rujan.

Esto me lo contó un amigo: dice que un día, un hombre en África, Pastor de Kenya, este
hombre era dueño de cabras y tenía una hacienda; un día un leoncito se salió de la selva y
llegó a su hacienda. Cuando llegó, lo agarró porque estaba herido, era pequeño (de un mes).
Lo tomó y lo conectó con las cabras para que le dieran leche. Pero un día llegó el león a
buscar a su hijo. Cuando llegó y los cabritos escucharon el rugir del padre, salieron corriendo.
Sólo se quedó el leoncito. Y el leon grande levantó las patas, acercó su hocico y rugió fuerte.
El pequeño hizo como cabra no como leon. El hombre se sorprendió de ver esto. Esto sucedió
tres veces, a la tercera, el leoncito rugió como león. Lo que estaba haciendo el papá era
decirle: “No naciste para berrear, sino para rugir”, y eso es lo que le digo hoy: “no naciste para
estar pasivo, sino para rugir, para vencer tu problema, para conquistar, para salir de tu
problema, para pasar del otro lado”.

Tercera característica: Ellos podían luchar solos si era necesario y el Señor los usaba. Porque
cuando su jefe no estaba, ellos podían hacerlo solos.
Cuarta característica: Ellos tenían profundo amor, fidelidad y lealtad por David. El Señor me
hizo dos preguntas: “Te fijaste que de los 36 ninguno fue infiel, ni desertó de David, ni aún
cuando mató a un hombre y adulteró, permanecieron con él? Hay gente que lo único que está
esperando es que cometamos un error para ir hablar mal de nosotros. Ninguno de los 36
desertó y cuando David murió, todos pasaron su lealtad a su hijo Salomón y todos fueron
fieles en el reino de David y Salomón. Esos son los valientes que necesitamos.

Quinta característica: Los valientes tenían un corazón para David y su Reino. I Crónicas 12:22
y 38. Porque entonces todos los días venía ayuda a David, hasta hacerse un gran ejército,
como ejército de Dios.
 
38. Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón perfecto a
Hebrón, para poner a David por rey sobre todo Israel; asimismo todos los demás de Israel
estaban de un mismo ánimo para poner a David por rey.
uando ves en tu ciudad cómo personas levantan leyes a favor del lesbianismo y
homosexualismo, dices: “¡Como le tengo ganas al diablo por esto!”. Y lo mismo con David que
dijo: “el primero que vaya contra los jebuceos, ése será el jefe del ejército”. Dios me dijo: “¿Te
fijaste que Joab no era de los valientes de David?” ¿Pero cómo? Y dijo: “El primero que le
meta mano a los jebuceos, ése será el líder de mi ejercito”. Y vino un carismático, talentoso,
con una voz extraordinaria, con un liderazgo impresionante, el piano lo hace llorar, tiene una
labia que en los esquimales les vende hielo. Y regresó y fue el líder del ejército. Pero qué error
tan grande, pues su motivo era promocionarse a sí mismo. Es como que yo diga: “El primero
que me multiplique 300 células, ése será mi co-pastor, pero nunca fue motivado por lealtad a
David.

Hay un montón que lo que están esperando es que el pastor diga: “Quien le mete mano a los
jebuceos…” Cuando David iba a cometer adulterio y matar a Urías, él se hizo cómplice. Ese
es el momento en que necesitaba a una cabeza, alguien que le dijera: ¡qué estás haciendo! Y
el hombre este en vez de pararlo, se hace cómplice. Si hubiera sido un hombre que lo ama le
dice: “Pastor, ¿qué estás haciendo? Eso se llama estar correcto políticamente. El dijo: “si le
ayudo a David a hacer eso, aquí me ordenan de ministro”, en vez de hacerle ver su error. Y el
final de Joab fue traicionar a David y a Salomón. Estos Judas en todos los ministerios,
empresas, siempre el 8% de la gente está descontenta. No crea que su iglesia es la ideal. No
existe la iglesia ideal, vamos hacia lo ideal, pero no existe. Se hizo una encuesta en EEUU,
que el 8% de los empleados está descontento. Nunca caiga en la trampa que tenga que hacer
todo correcto para ser aceptado. En otras palabras, si hago esto así, la gente me va a aceptar
y estará contenta. No importa que haga todo correcto, siempre habrá alguien descontento. Y
ese es el potencial de Judas que tienes a tu lado. Joab al final terminó traicionándolo, y David
dijo: “esto no me pasa de nuevo, ahora les haré preguntas a todos”.

En la profesión médica en el tiempo que se escribió la biblia, cuando un hueso se quebraba, lo


sellaban y calcificaba, y en ese momento decían que estaba en paz y quedaba tan fuerte que
era imposible que se rompiera. Cuando Adán pecó, rompió el hueso; ahora por la gracia es
mayor, más fuerte para que ningún demonio, ni lo alto, ni lo profundo pueda romper mi
relación con Dios. Por gracia es más fuerte que lo que Adán tenía por inocencia. El hueso vino
a estar en paz, a estar “Irene” consigo mismo. Cuando digan: “queremos ser parte de la
iglesia”, David decía: “¿Veniste en paz, veniste a fortalecer la relación conmigo, a ayudarme a
la guerra, a fortalecer esta relación? ¿A que veniste?” Hay gente que busca un método, pero
no una relación personal conmigo. No le quiere dar algo a usted, no quieren relación. Hay
gente que va a su negocio a eso. David pregunta si viene en paz o viene a traer contienda.

Segunda pregunta: ¿Has venido para ayudarme? Aquí habla de que vengan con una pasión
de cumplir la pasión que Dios nos ha dado. Hay lideres que vienen con su propia visión, que
quieren ver qué logran obtener, y eso es legal, pero si hay una relación. ¿Vienes ayudarme a
cumplir la visión de traer el reino a Israel o trajiste tu propia agenda?

Tercera pregunta: ¿Es tu corazón o está unido al mío? Yo no quiero sólo tener una relación
profesional contigo, sino una relación de pacto contigo. ¿Viniste a hacer un pacto conmigo y a
ser parte de mi staff? ¿Viniste a unir tu corazón al mío. Por último hace una advertencia: “Mas
si es para entregarme a mis enemigos sin haber iniquidad en mis manos…” Significa que
viniste a entregar mi iniquidad a mis enemigos. Un enemigo es aquel que no acepta, ni se
regocija, ni quiere que Dios cumpla su propósito en ti. Alguien que te critica sin tú hacerle
nada. David aprendió; en el pasado él cometió adulterio y mató a un hombre. Y muchos han
visto los errores que has cometido en tu iglesia y negocio y se lo van a dar a gente que saben
que no te quiere, y si vienes a mi para buscar información y dar las cosas que son pasadas;
yo ese pecado ya Dios me perdonó, y si viniste para eso, que el juicio de Dios venga sobre ti.

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