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MILLER URIZAR, PT. 1

“Todos tus colores se vuelven gris, ni siquiera me


importa de todos modos. Sangrando impresiones
donde estuviste atado, realmente no puedo decir
como perdí tu mente...” - Hollow de Alice in Chains

Junio 25, año 2070. Despierto antes del amanecer, puedo escuchar gotas que caen encima de
mi techo y en la calle. No sé si dejo de llover, o si está empezando a llover. El reflejo de la
luna golpea en mi habitación, mientras que el reflejo de la luna golpea mi habitación, es la
primera vez que veo la luna es así de brillante. Mientras que en el piso de mi habitación veo
una botella de vodka, y una caja de condones, aunque la verdad no recuerdo que alguna vez
tuve una caja de condones, pero si la tuve, fue hace mucho tiempo, y una caja de cigarros.
Hace años que deje el cigarro, aun gozo de buena salud a mis 50 años. Mi cuerpo es parecido
a la una actriz de la época de oro del cine, y mi cabello negro no tiene canas. Veo la hora;
3:50 AM. El amanecer parece casi inalcanzable, mi estúpido despertador ni siquiera suena a
la hora que debe, ya lo configuré, pero sigue igual, pero ya aprendí a levantarse sin necesidad
de que esa cosa suena a la hora que debe. No puedo conciliar el sueño, pienso que en pudo
haber pasado ayer, mis brazos todavía sienten el pulso de alguien más, tal vez estuve con
alguien, pero no recuerdo quien fue. De pronto me doy cuenta de que dormí con ropa interior
todo este tiempo, pero no importa, no sentí frio ni en lo más mínimo, no sé qué hare en todo
este tiempo esperando a que den las 5 de la mañana. El reflejo de la luna es bastante
agradable. Abro mi cajón, y veo una vieja revista de herramientas y ese tipo de cosas, tal vez
de algunos 5 años atrás. Me gustaban esas revistas, a veces tenían cosas interesantes a la
venta con increíbles descuentos. Muchas personas creen que a las mujeres no les gustan las
herramientas, y si les gustan, quiere decir que son lesbianas, es una gran estupidez. No ha
pasado ni media hora, y esto se hace interminable. Por mi venta se pueden ver reflejos de
varios colores que vienen de la capital, esos malditos hologramas que promocionan productos
de belleza y viajes al extranjero. Decido tomar mi teléfono y abro el navegador, la tecnología
de hoy en día puede predecir que estás buscando, está vez con más exactitud. No recuerdo
cuando fue la última vez que vi un poco de porno, hace un año tal vez, la mayoría de hombres
vive viendo porno desde que llegan a la pubertad y siguen así hasta que envejecen, me ha
llegado a gustar la pornografía, aunque sea una visión trillada sobre el sexo, lo único malo es
que el final es el mismo que ya no me excita para nada, pero disfruto la sensación a mayoría
de veces, esas mujeres saben cómo fingir un orgasmo, yo no puedo hacer, los hombres con
los que he estado saben cuándo finjo, tal vez ellos buscando a una mujer que les diga
groserías, y digan que son una perra. A mí me gusta tener sexo con la boca callada, no veo al
hombre a la cara, no es porque no me guste verlo, simplemente no soporto el contacto visual
por mucho tiempo, pero hoy tengo ese deseo de ver algo de porno, aunque sea un pequeño
video para poder matar el tiempo. Escribo la dirección web en mi teléfono y la pagina
aparece, el contenido es abrumante. Ahora puedes ver porno en vivo, pero tienes que pagar
una cantidad grande de dinero para poder gozar de ese contenido, pero me conformo con el
video que encuentro más interesante. Una madre y su hijastro, ya es algo viejo y trillado, es
muy irónico que las historias donde el hijo se coge a su madrastra son excitantes, pero donde
la hija se coge al padrastro es lo más alarmante que puedes ver en el porno, historias como la
colegiala con el maestro o la maestra. Hay un video interesante, una viuda que se acortejada
por el hermano del fallecido, al momento reproducir el video no han pasado ni dos minutos
y ya la desvistió por completo y empieza a jugar con sus senos, al parecer él está bastante
desesperado por tener sexo con ella, mientras ella pone sus manos en su entrepierna y lo
empieza a manosear. Empiezo a sentir esa sensación en mi vagina, mi mano esta firma y
recorre por mi estomago hasta llegar a mis bragas, y hago movimientos lentos siguiendo el
ritmo del vídeo, mi cerebro empieza a estimularse recreando lo que ocurre en el video, como
si yo fuera esa mujer, desesperada e inconsolable, mis piernas se empieza a retorcer, y todo
mi cuerpo se estremece, muerdo mis labios y trato de no hacer ni un solo ruido, pero la
sensación es demasiado, mi mano izquierda toma la sabana. Inesperadamente, recibo un
mensaje de mi jefe, un completo imbécil. Es urgente y quiere que este en la capital, ese
mensaje mató mi humor y mis ganas de seguir viendo el video, decido cerrar la página y me
levanto de la cama. Veo el reloj; las 4:30, al menos logre despejar mi mente, aunque sea por
un rato. Me dirijo al baño, voy descalza, pero antes de debo tomar mis medicamentos, para
mi edad tener una salud es importante, ya nadie considera a las mujeres de 50 años como
ancianas que deben estar en asilos mientras sus hijos se pelean por su testamento. Me veo al
espejo, casi no tengo arrugas debido a los productos que uso, ahora es más fácil permanecer
joven sin necesidad de cirugías y ese tipo de mutilaciones. Veo mis brazos, recuerdo cuando
me hice esos tatuajes, cuando era joven y estúpida, y entonces empiezo a desvestirme lo más
rápido que puedo y entro a la regadera. El agua esta tibia esta vez, debo lavar este olor a
cigarro y vodka barato, en menos de 5 minutos ya he salido, limpia y con la toalla en la
cintura, no sé porque algunas mujeres se cubren sus senos, ni que fuera algo malo enseñarlos
en tu casa. Me dirijo a la habitación y busco mi ropa habitual, visto completamente de negro,
mi cacheta es color vino tinto, es lo único que no es negro. Tomo mi arma y mi identificación,
no decido cepillarme el cabello y salgo así de mi casa, al momento de salir mi estúpida alarma
empieza a sonar. — Alarma estúpida — Simplemente desconecto la alarma y salgo de casa,
sin desayunar ni nada de eso.
Salgo de mi casa, el sol todavía no aparece, la calle está mojada, puedo sentir unas gotas
cayendo en mi cabeza, y encima de mi casa hay un gran anuncio holográfico, un pandillero
que asesino a un conductor de metro, antes eran camiones colectivos. Esos malditos no
aprenden, voy por mi vehículo deslizador. Pocas personas poseen vehículos voladores, ya
que son caros, solamente los traficantes o los políticos tienen uno. Una comandante como
yo, tiene lo más básico, no se eleva tanto para ver el cielo, pero es considerable. El día es
agradable, no hay niebla, sin duda habrá algo de sol, ayudará mucho a las personas que viven
en granjas. Mi vehículo se desliza por las calles, veo a unos jóvenes dibujando un símbolo
cerca de una casa que distribuye drogas y los grandes anuncios publicitarios de Coca-Cola,
marcas de teléfono y el gobierno del presidente electo Farmiga. Algunas personas han
tomado la ley por su propia mano, sin importarles la ley en lo más mínimo. Guatemala ha
cambiado en estos 51 años, ahora es conocida como La Unión Federal de Guatemala, las
cosas han cambiado, un país donde la gente tenía acceso a la tecnología, pero no habíamos
llegado a esos niveles tecnológicos, la gente de los pueblos tenía smartphones, pero no tenían
para comida, muchos vendieron el futuro de su familia por una migajas, eso fue una de las
cosas que llevaron a los primeros disturbios. Hoy en día, la tecnología ha alcanzado a los
grandes países de Europa y Estados Unidos, en medicina, tratados, energía y política,
inclusive tenemos maquinas que operan por voluntad propia, no como en esas historias tipo
Pinocho, donde las maquinas buscan su propio significado en la vida y se rebelan contra la
sociedad. Hay maquinas que trabajan en nuestro sistema de justicia como funcionarios
públicos, como oficiales de ley, pero no todo es bonito con las maquinas, unos han decidido
unirse a los bajos mundos de esta sociedad. Hemos llegado a un nivel donde los humanoides
y los humanos aprenden a vivir, pero nada es como un cuento de hadas. Las típicas pandillas
ya casi no existen y ya no representan una amenaza, aunque estas máquinas trabajan como
sus intermediarios. Enciendo mi radio y suenan los éxitos de la década de 2010, una época
significativa para muchos en ese entonces, mucha música basura, solo hablan de sexo y
drogas, ya no hablan de los verdaderos problemas que todos pasamos, pero por algún motivo
hay algunas canciones que tienen un buen ritmo que son pegajosas. Las oficinas del
Departamento Guatemalteco de Policía y Justicia está atrás del conocido palacio nacional o
mejor dicho el remodelado Palacio Nacional, debido a los disturbios del año 2020 y 2040. El
departamento es un edificio enorme, posiblemente unos metros más grandes que la Torre del
Reformador. Mi vehículo se estaciona en uno de los sótanos y subo en el elevador, cada nivel
que paso se puede apreciar más la ciudad. Muchos anuncios publicitarios y lo que parecer
ser la inminente salida del sol, puedo ver los primeros destellos en el horizonte. La oficina
está repleta de gente, gente que ha sido arrestada por múltiples crímenes, un prostituto me
saluda como si fuera su amigo, su saludo es amigable, educado. Todos me saludan y me
conocen como comandante Urizar, nadie sabe mi nombre o les importa poco recordarlo, otros
no lo dicen porque les suena bastante “americanizado”, muchos me describen como una
mujer enojada con un carácter de mierda, mal hablada, solitaria, menopaúsica, de cuerpo
medio y cabello de color café. Me dirijo a mi oficina, donde me espera una taza de café y una
botella de licor. Entro a mi oficina y me encuentro con un hombre, uno muy joven.
Posiblemente unos 25 años, un niño se prácticamente. El joven se presenta como Osiel
Martínez. Tenía un amigo que se llamaba Osiel, lastimosamente no sé qué fue de él.
— Encantado de conocerla, comandante.
— Interesante que un joven como tu este en la fuerza. No muchos son aceptados ya
que no creen que este nuevo sistema de justicia. Tu expediente es increíble. Tu padre
fue oficial, uno de los más honestos que hubo. Que su alma descanse en paz.
— Estoy muy honrado de estar acá. Aunque no estuve cuando los últimos disturbios
tomaron lugar, pero los documentos son indescriptibles.
— Fue el conflicto más grande desde el conflicto armado en los años 80 cuando Ríos
Montt dio golpe de estado. Maldito bastardo. Disculpa por eso. Ya mucho hemos
olvidado lo que sucedió y hemos avanzado. El detective catalán te llevara a conocer
las instalaciones y donde estarás ubicado. ¡Bienvenido!
Parece ser un buen chico, su padre tenía su edad para los disturbios del año 2040. No me he
percatado que mi escritorio está repleto de papeles, es increíble que vivimos en el año 2070
y todavía manejamos papel. Procesos legales que tienen que ser archivados, muchos de esos
archivos son de pandilleros y narcotraficantes que fueron asesinados o extraditados a Estados
Unidos. Será un día largo por lo visto. Entra a mi oficina mi jefe, el teniente Midthunder.
Descendiente de nativos americanos, pelo corto, con un mentón prominente y barbilla, el
símbolo de la masculinidad, y piel morena, siempre usando traje negro y corbata azul y un
completo imbécil, para ser norteamericano ha aprendido bastante bien el idioma español,
también por el aparato que tiene en su cuello que lo ayuda a articular bien las palabras. Él se
encarga de la división central de este departamento. El Gran Hombre, es como le hemos
apodado. Lo primero que me recalca es mi apariencia, solo que él no sabe lo que pasó anoche,
ni yo recuerdo que ocurrió anoche para empezar. Midthunder me habla sobre un asesinato,
un político del interior que fue brutalmente asesinado. Su cuerpo fue encontrado en una
granja de vacas, en Izabal. Un departamento no muy amigable para miembros de la fuerza.
Aunque el sistema es efectivo, aún hay crímenes y personas se han encargado de seguir así.
— Urizar, pese a que los disturbios hicieron que este país sangrara por
segunda vez, no siempre podemos vivir en un país de paz. Sería vivir en una
mentira que nuestros políticos intentaron vendernos y nos llevó a nada.
Midthunder me entrega la carpeta con el caso, incluyendo las fotos. Jamás había visto tal
crueldad en todos mis años como miembro de la fuerza, mi respiración se contiene y me
estremezco por unos momentos, mis manos se ponen heladas. Midthunder me da la orden
de reunir a mi equipo, ya que no será una tarea fácil tratar de descifrar quien hizo esto.
Midthunder se va de mi oficina, mientras termino mi taza de café y la botella de licor. Me
gusta el sabor al licor que venden a los supermercados, temo que he caído en el alcoholismo
de nuevo, pero este trabajo no es algo fácil y menos cuando eres comandante. Mientras me
concentro en mi trabajo, la pantalla de mi oficina está mostrando las noticias. La misma
historia, es increíble como los medios de comunicación sigan manipulando a la gente y en
un presente como este. Me despego de mi trabajo por un momento, necesito aire fresco y al
día es agradable. Decido salir de mi aburrida y asfixiante oficina. Salgo del edificio sin
vehículo. Caminar me hará bien, el centro de la ciudad se ve increíble bajo la luz del sol. En
el mercado central las cosas han cambiado mucho, ahora son máquinas expendedoras donde
puedes comprar lo más básico. Los mismos puestos vendiendo verduras, frutas entre otras
cosas. No hay nada como tener una verdura fresca con ese olor a campo y frescura. En el
mismo mercado, en las partes más oscuras del lugar, se distribuye una nueva droga llamada
spectrum un nuevo componente creado a base de cocaína negra, pero prefiero no hacer nada.
Sus componentes son más fuertes, aparte de drogas ilegales, muchas personas han decidido
vender farmacéuticos aprobados por el estado ya que algunas drogas son demasiado caras,
accesible para personas de bajos recursos, niños con cáncer y enfermedades que son nuevas
para muchos. Ver a niños muriendo me pone triste ya que ellos no merecen vivir así, pero
decido salir del mercado. Regreso a mi oficina, de vuelta al maldito trabajo de nunca acabar,
decido limpiar mi escritorio de tanta porquería y casos sin resolver. Empiezo con 5 archivos
que tengo a mi derecha, en tres de esos casos, yo tuve participación en la investigación y en
recolectar información, cada uno de los casos se encuentran en carpetas de color negro.
Tomo el primer archivo, mi mano empieza a temblar suavemente. Todavía siento esa
sensación, el aire frio, la tierra húmeda después de una gran tormenta, yo junto con otros 4
oficiales encontramos a un hombre de unos 60 años aproximadamente, boca abajo, cerca de
un lago, en un bosque a las afuera de Quetzaltenango, totalmente alejado de la civilización
y la tecnología, ningún drone pudo localizar el cuerpo, no hubo ningún reporte de la policía.
El cadáver fue descubierto por un niño de 7 años, que le gustaba encontrar insectos de varios
colores y tamaños. Recuerdo que el niño tenía un recipiente de vidrio con 10 gusanos
diferentes y tenía uno en su brazo izquierdo que caminaba lentamente. El hombre apareció
congelado debido a las bajas temperaturas, con los brazos atados, y sus brazos tenían
cortadas, bastante profundas, cortes bastante limpios, fueron hechos con un cuchillo de
carnicero. El hombre mostraba señales de defensa, quiso escapar de su asesino, sus talones
fueron cortados con el mismo cuchillo, su rostro fue mutilado también, el asesino removió
los ojos del hombre, las heridas se gangrenaron por completo, un olor fétido y un hongo
asqueroso se formó en su cara. Era un cuchillo bastante oxidado, casi cubría toda la hoja. La
autopsia mostro que en el pecho del hombre había una herida bastante profunda, recordar el
cadáver, mutilado, esa imagen grotesca sigue rondando en mi cabeza sin parar, recuerdo que,
en un hueso, en la tibia para ser más exacto había una herida en sus huesos, según las
imágenes, parecía una cruz. La investigación duro por más de un año, sin encontrar pistas o
algún indicio. Solamente teníamos el cuchillo, nada más, pero sin huellas. El caso quedo
como inconcluso.
El segundo expediente es un caso más horripilante, fue aproximadamente hace unos 6 años,
era una joven que fue encontrada en Mazate. La joven tenía unos 17 años, estaba vestida con
un vestido largo, tal vez había ido a una fiesta con su familia, o tal vez sola. Aún tengo
imágenes vividas sobre su descubrimiento. Era un día soleado, y u casa era bastante
ventilada, de un color hueso y lindos cuadros, y el aire era agradable, el sol brillaba sobre el
cadáver de la joven. Ella estaba sentada en la mesa del comedor, el sol cubría su espalda,
mientras que su cara permanecía en la obscuridad, era muy raro encontrar un cadáver que no
tenía ese hedor fétido que tienen los cadáveres, al parecer el asesino se encargó de cuidar
bien ese aspecto, los brazos de la mujer estaban extendidos como los crucifijos que venden
de Jesús afuera de las iglesias católicas, las mesa estaba cubierta de flores y la joven tenía
rosas en sus manos, como si las estuviera ofreciendo al mundo, al momento de descubrir su
pecho, sus pecho estaba abierto y sus costillas separadas, dentro de su pecho. Una paloma
blanca se sienta en el brazo izquierdo de la joven, y reposa ahí por unos momentos.
Investigamos a la joven por días, y tomo bastante tiempo poder remover el cuerpo de la
mesa, su cuerpo estaba pegado a la silla, debajo de ella había tierra, como si ella estuviese
plantada y floreciendo. Me quedo perpleja por varios minutos, mientras en mi mente rondaba
el pensamiento de qué clase de persona la haría eso a una joven menor de edad, la joven
debido a las fotos y a las imágenes religiosas era católica. ¿Qué clase de Dios hace eso? No
puedo analizar la situación. El caso quedó inconcluso y no pudimos darle justicia a esa joven
o al hombre del bosque. Ya no puedo seguir leyendo estos archivos, cada uno es peor que el
anterior, me decido por traer el triturador de basura y empiezo a destruir esos casos sin
resolver, prefiero destruirlos que verlos en los archivos que tiene el edificio dos niveles
abajo. Dejo mi escritorio limpio, sin ningún archivo inconcluso o cualquier crimen horrible
que quedó inconcluso. Sin darme cuenta, ya llegó la noche, estoy demasiado cansada y
decido irme a casa. Salgo del edificio, con mi blazer, mientras el frio de la noche me cubre
completamente. No sé a dónde ir por el momento, voy vagando por la calle, puedo ver la
vida nocturna, este maldito trabajo te quita por pocos los mejores momentos de tu vida. Veo
a unas cuantas prostitutas, con su ropa diminuta, usando colores brillantes, algunas
vendiendo drogas a sus clientes más selectos, pero noto algo inusual. Un hombre, ofreciendo
sus servicios sexuales, las calles liberando vapor y las tuberías rotas con ligeras fugas, puedo
escuchar a varias personas hablando en dialectos mayas, y unas personas hablando en
japonés, últimamente he visto a muchos japoneses. El sujeto no parecer ser homosexual,
pero al parecer es deseado por las mujeres. Tres mujeres se le acercan, y ambas se ríen con
él, como si él fuera el hombre más divertido que hayan conocido. Me encuentro sin nada que
hacer, cuando veo un bar a unos cuantos metros, jamás lo había visto, entonces decido en ir.
Empiezo a caminar, y el hombre con las tres mujeres se siguen besando en plena calle, y lo
siguen manoseando en la calle, hago como si no estoy viendo lo que ellas hacen. Me
encuentro afuera del bar, y mi sed empieza a incrementar, y entro al bar. El bar tiene una
iluminación bastante oscura, un ambiente agradable y música de hacer unos 70 años. Es uno
de los pocos bares que todavía sirven cerveza nacional, ya muchos bares han optado por
cerveza importada, aunque el precio es bastante caro. Según mi abuelo, la cerveza costaba
solo Q10, ahora cuesta 25 créditos. La gente prefiere comercializar con créditos ahora, no es
que el quetzal se haya devaluado, simplemente hace todo más fácil el manejo de créditos, ya
que las transferencias son electrónicas. El bar tender pone la cerveza en frente de mí, la
botella está fría, puedo ver como las gotas se deslizan encima de la botella, al momento de
tomar la botella, mi mano se enfría, y le doy el primer sorbo, mi garganta, el sabor es
delicioso. Enfoco mi mirada al televisor, un partido de futbol no es en vivo al menos, ya que
a nadie le importa cuando un partido es repetido a menos que sea un partido de copa mundial
o liga europea. Sigo tomando de mi cerveza, sin preocupación alguna. Un joven se sienta a
la par mía, a mi derecha, dirijo mi mirada a su mano, puedo ver que no tiene un anillo de
casado, pero no he visto su cara todavía, pero juzgando por su tono de voz, suena como
alguien atractivo, y su voz es grave pero no como la de otros hombres que suenan como si
tuvieran cáncer de garganta, dirijo mi vista hacía el hombre que está a la par mía, ojos cafés,
un mentón bien formado, prominente y su cabello color café oscuro y pone su mano
izquierda en la mesa, y veo tres anillos, me recuerda a Dorian Gray de la novela de Oscar
Wilde. Sus brazos son grandes, no del tamaño de alguien que va al gimnasio todos los días,
pero están bien formados, hace mucho tiempo que no he había visto un hombre como él,
tomo valor y decido dar el primer paso. — Hola — un saludo seco y afónico. Me siento
como una imbécil por decir semejante cosa, pero al parecer el hombre misterioso no me
logro escuchar e intento de nuevo. El hombre me voltea a ver y lo primero que me viene a
la mente es mi edad, él es un hombre de unos 30 años y yo una mujer de cincuenta y tanto
de años. Lo primero que hace es sonreír y me responde. — Hola, hermosa. ¿Cuál es tu
nombre? — Me quedo perpleja al escuchar su voz, una voz que transmite masculinidad,
nunca me había sentido así, tal vez sea el hecho que ya soy una mujer mayor y solitaria. Le
digo mi nombre al hombre misterioso. —Miller. ¿Cuál es el tuyo? — Él responde, —
Simon— con una hermosa sonrisa, revelando sus dientes, sus dientes son parejos y sanos.
Veo que Simon está bebiendo cerveza importada, mientras yo con mi cerveza nacional.
Simon no parece importarle la cerveza que tomo, él pone su mano encima de la mía, suave
y firme y de su boca sale la pregunta que más detesto. —¿Cuántos años tienes? — En mi
mente, tengo dos respuestas, mi edad real o una edad falsa para parecer más joven y acorde
a su edad, pero veo mi cuerpo, el que no es de una mujer joven. —53— respondo, insegura
de mí misma, esperando la respuesta de Simon, mi mente empieza a formular diferentes
respuestas y reacciones. Simon simplemente rie, y la verdad no sé qué significa eso, a los
pocos segundos me invita otra cerveza, tomare eso como una respuesta positiva. — ¿En qué
trabajas, Miller? — pregunta, mostrando interés en mí. — Trabajo como comandante de la
policía local. — le respondo. — Yo pensé que Uds. podían predecir crímenes antes de que
sucedieran. — Simon lo dice bromeando, ya que no podemos predecir crímenes como lo
hacen en las películas de acción. Simon me crea una sensación de misterio, su ropa es muy
oscura y es retraído por momentos, pero cuando habla libera esa sensación que cuesta
encontrar en un hombre, y es la primera vez que conozco a un hombre en un bar, la mayoría
de los que he conocido son unos completos hijos de puta, aunque dejaría que Simon me
manoseara. — ¿Quieres ir a otro lado? — Simon me pregunta, interesado en conocerme más
y quien soy. — ¡Si! — le respondo sin pensarlo dos veces, emocionada y algo ebria. Tomo
mi bolso y salimos del bar, al momento de abrir la puerta nos golpea el abrumador frio, mis
hombros se encojen y mi pecho se enfría, siento como mis pezones también sufren por el
frío. Simon tiene sus manos en las bolsas de su pantalón color café oscuro. Vamos
caminando por la calle, sin tomarnos de las manos, sufriendo por el frio, aunque prefiero el
frío a estar muriendo de calor, de repente aparece un holograma de una mujer desnuda
bailando en frente de nosotros, la mujer holográfica tiene senos medianos, está
completamente al descubierto, bailando e invitándonos a un casa de sexo, de un momento el
holograma cambia completamente de forma, transformándose en una famosa actriz porno,
al parecer el sistema detecto que es lo que le gusta a Simon. Simon ignora el holograma y
seguimos caminando, la gente puede andar por las calles sin miedo, Simon me toma de la
mano, y me lleva detrás de un restaurante y me empieza a besar apasionadamente, sus manos
empiezan a recorrer todo mi cuerpo, y luego empieza a besar mi cuello, sin darme cuenta
empiezo a sentir su mano derecha dentro de mi pantalón, la temperatura de su mano se siente
tan agradable, mientras toca mi vagina, mi corazón se acelera y empiezo a luchar por aire, al
igual que una persona que sufre de asma. Simon dejar de tocar mi vagina, y se pone de
rodillas y abre el broche de mi pantalón y continúa besándome, y baja mis bragas y siento
sus labios en mi vagina y pone mi pierna izquierda en su hombro y empieza a jugar con mis
senos y toca mis pezones, me invade la emoción y me siento paralizada, estoy a punto de
llegar al orgasmo, me quedo literalmente sin aire y libero un gran suspiro. Simon dejar su
besar mi vagina y me ve directamente a los ojos, puedo ver una mirada de satisfacción en su
cara. Me vuelvo a poner mis bragas y abrocho mi pantalón, Simon me da un beso en la boca.
Jamás me habían dado sexo oral de esa forma, una forma tan apasionada, la experiencia fue
extrema para mí. — Debería devolverte el favor. — le digo a Simon, agitada y recuperando
mi aliento. Simon se niega, él quería hacerme sentir bien. Me despido de Simon, y escribo
mi número de teléfono en su mano, nos volvemos a dar un beso. Ambos tomamos caminos
separados, me dirijo para mi casa y decido tomar el bus, la tarifa es de dos créditos, lo cual
es aceptable dependiendo de la hora. Mientras voy en el bus, mi mirada está enfocada en las
calles de la cuidad, viendo como las cosas pasan, al momento de terminar mi turno, yo no
soy funcionaria de la ley, simplemente soy una mujer cualquiera. El bus se detiene 2 cuadras
lejos de mi casa, al menos no tengo que caminar mucho para llegar, desde aquí puedo ver el
mismo anuncio que encontré cuando salí de casa. Me encuentro con una joven, tal vez unos
18 años, vistiendo ropa colorida y un blazer de color rojo, cubriendo su boca. — Hola,
comandante. — me saluda con mucha amabilidad. No sé si lo hace por mi posición en la
policía o simplemente por amabilidad, decido pensar que es por ambos. La joven oculta sus
uñas con una bandita de varios colores, a los únicos que he visto usando ese tipo de banditas
han sido personas que han usado spectrum, la joven me preocupa, aunque no se su nombre
y nunca me tomado la molestia de preguntárselo, no me gusta tener ese vínculo con personas
a menos que sea alguien con quien yo quiera estar. Sigo mi camino hacía mi casa. Abro la
puerta, y lo primero que escucho es esa maldita alarma inservible, subo las escaleras y
encuentro la alarma debajo de mi cama, esa mierda sigue sonando sin parar, empiezo a
revisar en mis gavetas, y encuentro un martillo y lo uso para destruir esa maldita alarma.
Puedo disfrutar del silencio, decido mantener las luces apagadas, me quito estas botas que
me están matando. Tiro mi arma y plata al suelo, desbrocho mi pantalón, quedándome en
ropa interior nada más, lo disfruto más que estar con ropa para dormir y me recuesto en el
suelo, viendo al techo, no estoy pensando en Simon, lo cual me resulta extraño, mi mente
está enfocada en otras cosas, trabajo y por primera vez en mi familia y tanto tiempo. De
repente alguien se cuesta a la par mía, reconozco el aroma. Mi difunda hermana Carol, aún
recuerdo su voz, ronca como la voz de la actriz Cate Blanchett.
— Aún sigues mirando el techo buscando una clase señal divina. — Carol siempre
cuestionando mis creencias.
— Ya no busco eso, hace tiempo que deje de ver al cielo buscando eso. — le respondo.
— Jamás creí en ningún dios. — recalcando que nunca creyó en ningún dios.
— Nuestros padres jamás fueron personas religiosas como para inculcarnos esa idea de
un dios todo poderoso. — respondo.
— Pero si alguna vez existió, porque no impidió que esto pasara. Si la hubiera
importado, nada hubiera pasado. — expresando su desagrado.
— Te disparaste en la cabeza, en frente de mí. Pensando que nadie te amaba y que no le
importabas a nadie. — mi mente empieza a fabricar recuerdos de ese día. Como la bala
salió por detrás de su cabeza y pintando la pared de sangre. Mi cuerpo se helo por
completo a la vez el cuerpo de mi hermana ensangrentado.
— Todo paso tan rápido, fue como... un flash. Tu cuerpo se desmorona por completo, se
relaja. — Carol está describiendo sus últimos momentos con si hubiese pasado hace un
par de momentos.
Carol pone su mano izquierda sobre la mía, su mano está completamente helada, mi mano
siente algo de dolor debido al frío. Sin darme cuenta, Carol desaparece y recuerdo que todo
estaba en mi cabeza, tomo mi celular y veo la hora, 12:00 de la madrugada, no sentí el tiempo
para nada, mientras sigo viendo al techo como tonta, mis oídos empiezan a escuchar algo,
algo que se escucha quedito, puedo escuchar los gemidos de un hombre, parecen los sonidos
de un cerdo chillando, al parecer alguien está teniendo sexo a la par de mi casa. Los chillidos
del hombre se hacen cada vez más fuertes y chillantes, hasta que finalmente el hombre
termina con el grito más desafinado de que haya escuchado, él tuvo más emoción de la que
yo he tenido en los últimos 5 años, pero no olvido lo que me hizo Simon, poco a poco
empiezo a cerrar mis ojos, y me quedo completamente dormida en el suelo de mi cuarto sin
importar que este en mi ropa interior de señora grande. Mis ojos se abren nuevamente y lo
primero que veo es la maldita luz del sol golpeando mi cara, con mi mano derecha cubro el
reflejo de la luz para poder buscar mi celular y ver qué hora es, son las 7:30 de la mañana.
Aún es temprano para mí, aún me sigo mentalizando que el día vuelve a empezar igual, yo
tirada, en ropa interior, contemplando el techo, preguntándome si vale la pena levantarme, a
esta edad aunque me sienta con mucha energía, simplemente hay días que no vale la pena
despertar, pero mi mente me obliga a levantarme y alistarme para ir a trabajar, una vez más
me dirijo al baño y me detengo en el espejo, y veo con detenimiento mi cuerpo, cada parte,
mi cuello, cada línea de expresión en mi cara, mis pechos y mi estómago, dirijo mi mirada a
mis pantorrillas y piernas y pies, me pongo a pensar si mi cuerpo fuera diferente, como las
de algunas mujeres que están esveltas, con musculo y piernas envidiables, pero ya viendo
con detenimiento, mi cuerpo se parece mucho al de esa actriz famosa, Laura algo... Laura
Linney, eso me hace sentir más sexy. Era una excelente actriz, recuerdo haber visto varias
de sus películas cuando crecí, fueron grandes recuerdos para mí. Ya bañada y lista para
trabajar, salgo de casa y veo a la misma joven que vi anoche, la chica con las banditas de
colores en los dedos, usando capucha y todo, ocultándose del ojo público o de alguien en
particular, sus ojos están viendo otra cosa, algo que la mantiene distraída, volteo mi mirada
y veo un pequeño punto rojo en uno de los postes de luz, no recuerdo que el departamento
haya puesto nuevos sistemas de seguridad en las calles, ya existen los lectores de retina que
fueron implantados en el año 2035, pero eso despierta mi curiosidad. La cara de la joven
desaparece en su capucha, y se da la vuelta. No me percato que hay nubes negras en el
horizonte, amenazando este hermoso día, estos pronósticos del clima nunca aciertan en nada
sin tan solo dejaran de ver a la chica del clima para conseguir audiencia tal vez harían bien
su trabajo. Siento el camino largo hacía el trabajo, ver a la misma gente haciendo la misma
cosa, todos los días ya me resulta bastante aburrido. No me percato de la hora, y la verdad
no me interesa, lo primero que veo en mi escritorio son 3 archivos, lo único que se viene a
la cabeza es que son malas noticias. Midthunder entra a mi oficina, yo estoy enfocada en
esos tres archivos.
— Llegas tarde, Miller. 3 horas tarde. — Midthunder le recuerda a Miller que ha
llegado tarde.
— Es la primera vez que alguien me llama por mi primer nombre, la mayoría de estos
ejemplares hombres y mujeres solo me conocen por mi apellido. — levanto mi mirada y
veo a Midthunder, usando un traje color café, espantoso. Horroroso. — Lo siento, me
levante tarde. — revelo la verdad porque llegue tarde a trabajar.
— Hueles a alcohol caro y puedo ver que tuviste sexo anoche. — Midthunder lo puede
notar, y es muy evidente.
— Solo me la chuparon, para empezar. Y fue extraordinario, la verdad, sabía que
lugares tocar. Pero no, no me lo lleve a la cama, aunque si quería. — el recuerdo sigue
palpable en mi mente.
— ¿Pero que no tienes como 50? —
— Bueno, hay mujeres que aún le gusta el sexo a mi edad, mi madre tuvo sexo hasta
casi los 80 años, y créeme, la pasó de maravilla. — rio mientras Midthunder muestra
algo de incomodidad por lo que dije.
— Gracias por la imagen. Volviendo a mi visita, ¿algún avance en la investigación de
Izabal? — Midthunder está mostrando algo de interés.
— Apenas me diste ese informe ayer, y no me he investigado nada todavía. No he
podido reunir a mi equipo, no me la paso aquí viendo pornografía como algunos
oficiales. Por si no te has dado cuenta. — respondo de forma directa y seria.
— Esta bien, pero no quiero distracciones para nada. —
Midthunder no dice nada más y se ve, por fin dejándome sola para que pueda trabajar en
paz. Tomo la primera carpeta, e ingreso el número de caso a la computadora, 5 fotos aparecen
en mi pantalla, la primera foto es un hombre, casi llegando a los 30 años, completamente
desnudo, el cadáver fue encontrado en las afueras de Xela, en la carretera. El hombre no
tiene los dedos pulgares de las manos, y sus pies tampoco los tienen. Me pasó a la segunda
foto, y puedo ver que el sujeto no tiene dientes, ni uno solo quedó en su boca, lo primero que
llega a mi mente que el asesinato de este hombre está relacionado con los narco estados del
caso que me encargó Midthunder. La tercera foto revela más cosas sobre el joven, un símbolo
hay en su espalda baja que pertenece a la infame organización conocida como el Palacio
Blanco, la cuarta foto es muy parecida a la primera foto, solo que de otro ángulo. Vuelvo
con el archivo del hombre de Izabal para buscar una relación, el archivo aparece en mi
pantalla y el hombre tiene el mismo símbolo en su hombro derecho, aunque el hombre tiene
el símbolo un poco borroso, puede ser por el ángulo de la foto. La foto del hombre de Izabal
no muestra señales de lucha, él hombre está tirado en el suelo, atado y claramente se puede
ver saliva seca saliendo de su boca, aunque el reporte de toxicología revela que el hombre
ingirió una cantidad drástica de nitrógeno líquido, lo que me hizo recordar a un caso que leí
que sucedió en el 2017 donde una mujer asesino a su marido, y otras 4 personas más donde
una de ellas consumió nitrógeno líquido y murió, mientras que la asesina vio como la víctima
se asfixiaba. Aunque ambos casos no están relacionados, es increíble las coincidencias entre
ambos casos. Me la paso viendo videos de confesiones e interrogatorios, pero en ningún lado
el Palacio Blanco es mencionado, solamente puedo ver un vídeo de media hora de la esposa
del político, una completa hipócrita, ni siquiera está llorando realmente. El típico cliché de
la esposa triste, la señora ha sido absuelta de tres casos de lavado de dinero en los últimos
10 años, pero el interrogatorio no lleva a una mierda, y su llanto me parece molesto e
insoportable, ya no puedo verlo. Regreso con el hombre de 30 años, y la base de datos no
dice mucho sobre él, solamente donde estudio, donde trabajo y sus antecedentes. Tres cargos
por posesión de armas, cocaína y agresión en un lugar público con una pandilla de bajo nivel.
La pandilla del joven era los Reyes, una de esas nuevas pandillas que llegaron a quitarles el
lugar a las pandillas del barrio 18. Los Reyes principalmente comercializan con su droga
llamada mer, es muy famosa por su alto nivel de ergot, de donde se origina el LSD. La droga
es demasiado potente que se intentó utilizar con prisioneros de guerra, asesinos y violadores,
la droga fue demasiado para ellos que literalmente sus cerebros se fundieron. Los Reyes
utilizan un compuesto más ligero pero que proporciona casi todo el efecto de la droga. El
Palacio Blanco controla los departamentos de Peten, Huehuetenango, Izabal y Alta Verapaz.
Mientras que los Reyes controlan Escuintla, Jalapa, Chiquimula y Mazatenango como parte
de los narco estados a partir de las redadas a los carteles mexicanos eliminando a toda esa
escoria y gobernando esos departamentos, el Palacio Blanco fue el primero en surgir y
apropiarse del mercado. Los municipios como Baja Verapaz, la cuidad Capital,
Quetzaltenango y Sololá trabajan bajo el mando del nuevo gobierno de la Unión Federal,
tratando de mantener un cierto balance, la guerra contra las drogas no ha acabado y hemos
optado por mantener narco estados vigilados con drones de guerra. El joven tiene un collar
de un triángulo con la punta hacia abajo, como parte de los 5 elementos de la religión Wicca,
curiosamente ellos no están involucrados con ningún culto satánico, también se le encontró
un Athame, un cuchillo de mango negro que se utiliza para rituales Wicca, principalmente
para brujería. Aunque la religión sea ajena a ambos bandos, el Palacio Blanco está lleno de
santeros y santeras y fiel lealtad a la señora de las sombras; La Santa Muerte. Peten es el
único municipio que conserva y sigue venerando a los dioses mayas. Dudo que la muerte
haya sido por un desacuerdo con la religión de alguno de ellos. Continúo con el segundo
archivo y cargo el documento a mi pantalla. Lo que veo es a un hombre, de unos 70 y tantos
y una mujer de la misma edad. El hombre se llamaba David Alvarado y la mujer Marla
Menza. David Leonardo Alvarado, nacido el 11 de marzo de 2002, en el municipio de Santa
Rosa. General del ejército de Guatemala desde el año 2040. Condecorado en los años ’44,
48 y ’56. Asesinado el 23 de diciembre de 2069. Vuelvo a leer su fecha de fallecimiento y
veo mi calendario, son 7 meses de diferencia. Decido ver el expediente de la mujer; Marla
Natalia Menza, nacida el 28 de julio de 2017, en el municipio de Zacapa. Se enlisto en el
ejército en el 2038. Comandante del pelotón 35. Fecha de deceso, 6 de enero de 2070. La
comandante Menza fue asesinada días después del General. La foto muestra a ambos con
sus uniformes respectivos. La segunda foto muestra ambos cadáveres ya sin ropa en la
morgue. La mujer muestra señales de tortura al igual que el hombre, pienso que ambos
fueron torturados al mismo tiempo, pero ninguno de los dos tiene ese símbolo, debo suponer
que la muerte de ellos no tiene mucha relación con la muerte del hombre anterior. Decido
tomar el tercer archivo, pero solamente puedo ver un cadáver desmembrado. La segunda
foto muestra el cadáver reconstruido, es una mujer en sus 40 años, de piel oscura y cabello
rizado, ojos de color verde. El nombre de la mujer es Miranda Catalán, de 42 años para ser
exactos, residente de Izabal, según su historial tenía conexión con el Palacio Blanco, ella
dirigía uno de los puntos de droga, en el área de El Estor, uno de los puntos más fuertes del
Palacio Blanco. Por lo que puedo ver en la foto, al parecer la mujer hizo algo malo para que
la hayan cortado en varios pedazos, ya que claramente los capos se deshicieron de ella, el
reporte del forense detalla que ella fue declarada muerta el 6 de junio de este año, de acuerdo
a unos reportes de hacer 10 años, la Sra. Catalán se le acusó de tener contacto con un supuesto
partido neo nazi de Costa Rica que generó la atención pública en la década del 2010 y genero
mínima controversia alrededor de ese país en particular, le fue incautada navajas, dagas y
dos revolver, materiales para crear bombas molotov, entre otras cosas más, el aeropuerto de
Guatemala le incauto todos esos artefactos, según ella, solamente tenía conversaciones con
ellos, pero nunca hubo ningún contacto directo con los simpatizantes en principal con un
sujeto que iba por el seudónimo de Agente Negro, pero nunca se supo quien estaba detrás de
ese seudónimo, pero ellos tenían audios de conversaciones con los simpatizantes, y eran
audios de casi 30 minutos aproximadamente sobre atacar cierto lugares disfrazados con
nombres claves como lo usaban los mafiosos cuando eran monitoreados por los federales.
Los asesinos de la mujer hicieron lo posible para hacer el cadáver irreconocible, sus huellas
dactilares fueron removidas completamente, también sus uñas, la mujer fue completamente
rapada sin dejar nada de cabello o vello, sus dientes también fueron removidos como a las
otras víctimas. Sin darme cuenta, toda mi oficina está con todas las fotos de las víctimas y
toda su información, de solo ver eso me aterra bastante y siento muchas nauseas al ver todo
eso, así que decido apagar las luces de mi oficina y enciendo mi estéreo, aún conservo esos
estéreos que usaban discos compactos y cassettes, y lo primero que sale de las bocinas de mi
oficina, es la música de Johnny Cash, los recuerdos que me trae su música, mis experiencias
con la droga y mi experiencia con la muerte, mientras sacó de una de mis gavetas una botella
de hace más de 100 años. El recuerdo es bastante vivido en mi memoria, antes de unirme a
la policía, fue en el año 2036, un año antes de cumplir mis 20 años, recuerdo que mi padre
me criaba como lo criaron a él y tratando de seguirle el paso a las nuevas formas de crianza
de esa época, tratando de ser políticamente correcto sin herir mis sentimientos “frágiles”, fui
con unos amigos a lo que se le conoce como la “Zona Viva”, la famosa Zona 10 de la capital,
donde están todas las discotecas, todos los restaurantes, drogas y cervezas. Recuerdo que un
amigo mío estaba escuchando una de esas emisoras de transmiten música vieja de la época
de mi padre o quizá antes de su época, recuerdo que él estaba manejando mientras yo iba en
el asiento de atrás, y me estaba besando con el joven más guapo de mi escuela, como me
besaba apasionadamente y tocaba mis senos, la “hija de papi” dejándose tocar por el cabrón
más patético de la escuela, solamente que en esa época no lo consideraba como tal. Mis
amigos empezaban a consumir drogas y esos alucinógenos que tienen nombres graciosos y
estúpidos, yo soy de las que disfrutaban beber licor o cualquier tipo de cerveza, mis amigos
y yo estábamos en una de las mejores discotecas que existían en ese entonces, todavía puedo
recordar la música y el ambiente que había, mi piel se eriza por unos segundos, pero tengo
problemas al recordar la mayoría de los eventos sucedidos dentro de esa discoteca, tengo
recuerdos de mis compañeros consumiendo drogas y el chico con el que me estaba besando
y otra chica, recuerdo muy bien que yo nunca tuve nada que ver con esa joven, ni siquiera la
conocía y nunca supe su nombre. Uno de mis amigos empiezo una pelea con otro hombre,
un hombre extremadamente alto y musculoso, yo creo que consumía esteroides, todavía tenía
su ropa de gimnasio, yo estaba a unos cuantos metros alejada de mi amigo, su cara estaba
cubierta por la oscuridad del lugar, ya que las luces no lograban cubrir su cara, pero decido
acercarme un poco ya que ellos estaban drogados y quería evitar que algo peor pasara, pero
recuerdo que había una mujer a la par del hombre y lo primero que ella me dijo fue
“cocainómana cerota”, le di un puñetazo a la cerota por llamarme “cocainómana”, los de
seguridad llegan a toda prisa e intentar detener el pelea, y uno de los de seguridad se refiere
a esa montaña y esa hija de puta como el Señor y Señora Gutiérrez. El señor Gutiérrez es
hijo de uno los magnates más importantes de toda Guatemala, ellos son los dueños de
cadenas de televisión, franquicias de restaurantes, entre otras cosas, al parecer nos metimos
en su lugar privado y ahora el señor se enojó como un toro al momento de ver al torero, los
de seguridad intentan llegar a una solución pacífica, pero al final mis amigos deciden irse y
me voy con ellos, al momento de salir a la calle, lo primero que me golpea es un aire frio y
todo mi mundo se pone de cabeza, ya sé que es media noche, pero en mis estado de ebriedad
estar afuera es lo peor que puede pasar, sin darnos cuenta y ocupados en nuestros asuntos y
unos sujetos de negro golpean a mis amigos a patadas, recuerdo que corro hacia uno de sus
malditos, pero recibo un golpe en el vientre y dos tipos me muelen a patadas, cada patada es
infernal y quiero gritar pero no puedo, el dolor me asfixia, uno de los sujetos me levanta y
lo primero que hago es vomitarle todo lo que bebí ahí dentro, el hombre sin pensarlo me
golpea en la cara. Después de eso, desperté en una cama de hospital junto a un hombre que
hablaba incoherencias de que Japón iban a dominar el mundo y que él fue uno de los soldados
de Ríos Montt y dirijo mi mirada al televisor que está puesto en la pared es un señor hablando
del evangelio según San Pedro, era una de esas maratónicas que pasan en los canales
cristianos yo solamente los considero estafadores por pedir dinero a cambio de salvación,
los únicos que llaman ahí son personas de poca fe que venden sus cosas a cambio de una
falsa promesa que ellos pueden conseguir por su propia cuenta, pero las historias de ese
hombre que está al lado mío me relajan. Los doctores me recetan infinidad de pastillas,
posibles lagunas mentales y falta de concentración, como si sufrir de déficit de atención no
fuera suficiente. Mi padre aparece en la habitación y lo primero que recibo por parte de él es
un gran y agradable abrazo, se alegra mucho de que este con vida, el único escarmiento que
recibí fue dejar de beber tanto, y el maldito de Gutiérrez se puede ir a la mierda.
Hablando de Gutiérrez, está preso por malversación de fondos y posesión de drogas, aún
recuerdo su cara cuando recordó quien era yo, tuve la mayor autoridad ese día y pude llevar
yo misma a su celda donde está comiendo basura hecha en fábricas que reutilizan las sobras
para alimentar a los animales, hasta un caballo come mejor que él, lo que me llena de mucha
satisfacción. Me doy cuenta de que mi botella se acabó y era mi mejor licor, pero bueno, sin
darme veo la hora y son las 11 de la noche, perdí la noción del tiempo entre el trabajo y
recordando como me golpearon. Me levanto del suelo y veo que todas las luces están
apagadas, no hay ni una sola alma a la vista, salgo de mi oficina y bajo por el ascensor, todo
se mueve, pero puedo mantener el equilibrio, entro a mi vehículo y conduzco hasta mi casa,
la misma rutina de cada noche, pero está vez es algo diferente. Llegó a mi casa, y siento un
delicioso calor a mi alrededor y puedo oler un rico pepián que sale de mi cocina descuidada,
al momento de llegar a la cocina y veo a mi papá preparando la cena, no recuerdo haberlo
invitado, pero estoy demasiada ebria como para recordar. — Conozco esa cara. Ven, vamos
a cenar. — mi padre ya sabe que estoy ebria sin necesidad de que diga algo. Mi padre como
siempre preocupado en lo que hago con mi vida privada, siempre fuimos él y yo nada más.
Muchos satanizan a los padres por ser insensibles o machistas o por el simple hecho que les
importe una mierda su familia o sus hijos, pero mi padre jamás fue así y extrañaba su pepián,
y le tomo tiempo en hacerlo bien. Le doy la primera probada y es volver a mi niñez.
— Como los extrañaba. — Está exquisito, no puedo dejar de comerlo. — ¿Cuándo
llegaste a la cuidad? ¿Cómo entraste?
— Conozco bien a mi única hija como para saber que siempre deja una llave de
respaldo, recuerdo muy bien esta zona, aquí creció tu mamá — Mi padre recuerda muy
bien la zona 11, era una zona con casas muy bonitas. — Ahora lo único que veo son
traficantes escondidos en la oscuridad. —
— Son bueno vecinos, no se meten con nadie. — No muestro ninguna preocupación a
lo que ellos hagan.
— ¿Y saben que eres policía? Técnicamente estás encubriendo actividad ilegal y
distribución de narcóticos. — Mi papá usando los términos legales es tedioso.
— Claro que sí, pero que se les puede hacer. —
— La policía no es lo que solía ser. —
— Un nido de ratas corruptas que fueron títeres del gobierno, que bueno que ya no
somos así. — Expreso mi desagrado por lo que era la policía.
— Lo siento si te ofendí, hija. — Mi padre se disculpa como si hubiera dicho algo
prohibido.
— Tranquilo papi, no me ofendiste. He tenido mucho trabajo, aparte he pensado en
Carol y todo es muy vivido para mí, su recuerdo. — A mi padre no le gusta que
mencione a Carol.
— No sabes cómo extraño mucho a tu hermana, y me arrepiento de no haber estado ahí
cuando más necesito y me arrepiento de la hayas visto quitarse la vida en frente de ti. —
Las palabras de mi padre son desconcertantes, de un hombre que cometió el error más
grande de su vida.
Mi padre contiene sus lágrimas, pero tomo su mano antes de que empiece a llorar, jamás me
gusto verlo llorar, porque yo lloraba y era todo un escándalo para los dos. Peleas e insultos
entre nosotros. Mi padre se levanta de su silla sin decir nada, dejando su cena a medias.
Pasan los minutos y mi padre jamás regreso, así que decido ir por él, y busco por la casa,
aún me siento mareada por el efecto del alcohol, pero eso no me detiene en buscarlo, pero
no lo encuentro por ningún lado, es como si se hubiera desvanecido y veo su silueta a través
del vidrio de la puerta que da para mi patio y me acerco al vidrio, al parecer no se puede dar
cuenta que estoy detrás de él, y su cuerpo tiembla por unos segundos, asumo que sería por
el frio, y guarda algo en el bolsillo de su pantalón, lo que me genera intriga y sospecha ya
que mi padre no tiene ningún historial médico como diabetes, a no sé qué lo haya ocultado
de mi por mucho tiempo, pero su cuerpo se balancea lentamente, decido alejarme lentamente
e irme a mi cama, pero no puedo dejar de pensar en que le estará pasando, posiblemente fue
porque mencione a Carol, él no ha sabido como responder con respecto al tema. Entro a mi
habitación y solamente me dejo caer viendo al techo de nuevo y dirijo mi mirada a un mueble
que está en el lado más oscuro de mi habitación y logro notar algo peculiar, una figura de
Gundam de esas viejas series anime y mangas, aún tengo recuerdos cuando la solía ver por
internet, recuerdo que solía pelear con mi papá porque él siempre ha sido fan de Neon
Genesis Evangelion, sabiendo que Gundam apareció antes que Neon Genesis, fueron grandes
momentos de mi niñez, y cierro mis ojos y vuelvo a despertar de golpe, mi teléfono empieza
a vibrar, siento que cerré los ojos hacer un par minutos, pero al ver mi reloj me doy cuenta
de la hora, 1:23:45 AM, lo primero que se viene a mi mente es lo ocurrió en Chernóbil a esa
hora, pero tiendo a ignorar ese tipo de cosas, y en mi pantalla veo un mensaje de texto de un
número desconocido, al momento de abrir el mensaje me sorprende la foto de un torso
desnudo, con un texto al final del mensaje que dice; “para ti, Simon”. No puedo recordar
quien es Simon, siento como si un martillo me está golpeando el cráneo, después de
concentrarme un poco recuerdo a Simon, vaya que tiene un excelente cuerpo, lástima que no
me dejo ver más debajo, de repente siendo un pequeño cosquilleo en mi entrepierna,
maldición odio cuando esto me pasa, me aseguro de que la puerta de mi habitación este bien
asegurada para evitar un bochorno, y muevo mi mano por mi cuerpo, dando pequeños
masajes a mis senos y luego paso a mi pantalón, el cual desabrocho rápidamente e introduzco
mi mano en mis bragas, y empiezo a tocar mi vagina lentamente, mientras empiezo a
recordar esa noche cuando Simon me hizo sexo oral en ese lugar, y aumento la intensidad,
mientras con mi mano izquierda tomo la sabana, siento como la fantasía aumenta y aumenta,
siento las manos de Simon recorriendo mi cuerpo, como acaricia mis senos y su lengua, mi
cuerpo se estremece, me quedo paralizada por unos segundos por la explosión de dopamina
y llega el orgasmo, mi cuerpo se congela, se me eriza la piel y se me va el aire, y una lagrima
sale de mi ojo, poco a poco recupero el aliento, mientras sonrío y el respondo a Simon; “me
encantó” y envío el mensaje, me siento como si tuviera de nuevo 16 años, atraída por un
chico e intercambiando mensajes, mi siento relajada y vuelvo a cerras mis ojos. A la mañana
siguiente despierto, descansada y con mucha energía después de una noche abrumadora con
alcohol y fotos de cadáveres, y vuelvo a la rutina de siempre, baño, desayuno y al trabajo y
pongo los éxitos de la década de los 2000s, una mezcla de todo, pero lo primero que sale de
mis bocinas son canciones de genero nu metal, y recibo un mensaje, lo primero que pienso
es en Simon, pero al momento de abrir el mensaje y es uno de mis oficiales reportando un
muerto en la zona 5, uno de los territorios más seguro de la capital, el índice de criminalidad
es muy bajo pero debido al mensaje, pasó algo muy feo, me termino de cambiar y salgo de
mi casa. Hay algo muy raro el día de hoy, la chica de las banditas de colores no está por
ningún lado, ya que lo primero que recibo al salir de mi casa es un saludo de buenos días por
parte de ella, pero llevo mucha prisa y entro a mi vehículo y conduzco a toda velocidad hasta
la zona 5, enfocada en el camino, acercándome al lugar puedo ver a mis oficiales en la calle,
el área está cerrada y ninguna señal del ministerio público y me estaciono y el oficial Culajay,
de descendencia indígena, un hombre honorable, se acerca a mí y me da un informe de lo
sucedido. — Un hombre de unos 60 años, presenta fracturas en sus brazos y tibia. Recibió
tres disparos, dos en el pecho y otro en la cabeza, la bala no salió por el otro lado de su
cráneo. El escáner nos muestra que está alojada en el hemisferio izquierdo del cerebro. —
Culajay me describe con lujo de detalle lo que le ocurrió a nuestra víctima. Dirijo mi mirada
al edificio que está detrás de mí, puedo ver uno de los vidrios rotos en los pisos más altos.
Me pongo unos guantes de látex de color azul cielo y me pongo en cuclillas y examino el
cuerpo más de cerca y veo que hay algo debajo del cadáver, parece ser un gafete, con mi
mano izquierda levanto el cuerpo y con mi mano derecha tomo el gafete, está completamente
lleno de sangre y tomo un trozo de tela y lo limpio y nuestra víctima se llamaba Alexander
Reznikov, es una de las pocas personas que conozco que tienen un apellido ruso, y el gafete
tiene un escudo en la parte lateral izquierda, escaneo el escudo y le pertenece a DECIMA
SAMARITAN, una de las empresas trasnacionales más importantes del país y que opera en 3
países distintos del continente americano y en dos países de Europa, incluyendo Suecia y
Portugal. Le entrego el gafete a Culajay para que me ayude a examinarlo más a fondo,
mientras yo sigo viendo el cadáver muy detenidamente y volteo a ver el edificio nuevamente,
y logro notar un drone de exploración que sobrevuela el edificio examinando el lugar de
donde fue lanzado el hombre. Se dicta fecha de muerte, junio 25 de 2070.
2
MILLER URIZAR, PT. 2

“Diciendo ‘Dios hazme famoso, pero que sea


indoloro’” - Creature Comfort de Arcade Fire.

En mi oficina recibo a tres hombres que están vestidos con trajes de color café claro, como
agentes de la Matrix, con sus portafolios caros, son actitud de prepotencia y que lo saben
todo, mientras husmean entre mis cosas de la policía, es cuando entro a mi oficina y los veo,
me presento — Caballeros, comandante Miller Urizar. Bienvenidos. ¿En que los puedo
ayudar? — Estrecho sus manos, es agradable cuando un hombre estrecha tu mano.
Encuentro bastante agradable cuando estrecho la mano de alguien. Uno de los hombres se
presenta como — El Circulo. — El Circulo es una división de la embajada norteamericana
junto con la embajada de Guatemala para garantizar la seguridad de la nación, está
organización surgió después de los primeros disturbios en el año 2020, ellos han estado
detrás y detrás de cada persona, y la verdad odio lidiar con burócratas como ellos, pero es
parte de mi trabajo. Les ofrezco unos tragos de mi bar personal, solamente tengo ron Zacapa.
Llegó a mi silla, y ellos se sientan inmediatamente y uno de ellos pone su portafolio en mi
escritorio, y lo abre y toma una carpeta de color amarillo y me la entrega completamente
sellada junto con el escudo de la Unión Federal de Guatemala y la firma del embajador de
Estados Unidos y la firma del embajador de Guatemala. Ninguno de ellos dice nada, y abro
la carpeta sellada, y encuentro 5 hojas, cada una de ellas tiene una marca de agua con el texto
“confidencial”, las 5 hojas contienen información de DECIMA/SAMARITAN, e
inmediatamente pienso en el asesinato del hombre de hace dos días, y el jefe de los agentes
se dirige a mí, con una voz ronca como la de un villano de película de los años 50.
— Hemos recibido informes acerca de esta corporación trasnacional. — El jefe genera
suspenso por esos informes.
— ¿Qué clase de informes? ¿Están operando afuera de la ley o tratando con países que
están en la lista negra? — Muestro mi interés acerca de esos informes.
— ¿Esta Ud. familiarizada con la persona Gabriela Casablancas? —
— He escuchado su nombre, pero nunca la he visto en fotos o en persona, normalmente
tratamos con asesinatos, e inteligencia para desmantelar carteles o puntos de drogas.
Tenemos otra división que se encarga de otros aspectos como bancos y empresas. ¿Yo
que tengo que ver con la Srta. Casablancas? — No logro comprender que involucra a
esa mujer conmigo.
— Creemos que la Srta. Casablancas tiene un convenio o una asociación con uno de sus
oficiales, dentro de su división. Estamos al tanto que Ud. no maneja con las industrias
como lo hace el departamento de empresas y bancos. DEB. — El agente suelta la
bomba junto en mi cara.
— Tiene que ser una maldita broma. Es cierto que hemos tenido casos donde agentes
nuestros han tenido convenios con empresas nacionales o involucrados con lavado o
fraudes, pero en todo mi tiempo como comandante, jamás he recibido ninguna noticia
que mi gente esté involucrada en negocios sucios. ¿Tiene los registros de la Srta.
Casablancas? ¿Sr.…? Disculpe, no se dijo su apellido. —
— Klimek. — El agente Klimek pronuncia su apellido con orgullo. — Y si, comandante
Urizar, contamos con los registros de la Srta. Casablancas. — Klimek toma de su
portafolio dos carpetas de color verde con toda la información de Casablancas.
— Muy bien Sr. Klimek. Disculpe, se me es d-difícil creer que alguien de mi unidad
esté metido en malos pasos, con todo respeto. Pero he pedido más acceso a información
que Uds. poseen, pero me lo han denegado sus jefes en Iowa. Su información está
protegida bajo la ley de no divulgación. Sus antecesores que han llegado a esta misma
oficina no jamás me habían traído semejante información como la que Uds. me trajeron
hoy. — Aún no puedo computar la información que tengo en mis manos, es como una
mala broma que me ha jugado el gobierno. — ¿Acaso Uds. saben quién es el sujeto? —
Exijo saber quién es la persona que está jodiendo con mi unidad.
— No lo sabemos por el momento, hemos estado investigando en los últimos 13 meses
y no tenemos un nombre. Decima/Samaritan aporta un 40% del PIB. ¿Alguien dentro de
su unidad que haya cuestionado su autoridad o la autoridad hacía la Unión Federal? —
— Decima ha aportado gran cantidad de ingresos después de los disturbios del año
2020. Todos muestran su inconformidad, inclusive yo con tanto político de mierda y
leyes y castigos arbitrarios. No se me ocurre quien podría ser. Se que soy una sospecha
para Uds. también, eso queda claro. — Mi cuerpo empieza a temblar y perder su
control.
— Con los casos de corrupción y robo que su país sufrió desde el mandato de Alfonso
Portillo, hasta el infame caso de la Línea, ¿cuántos casos contra corrupción ha
condenado este país? — Klimek quiere un número exacto.
— Reportamos 6 casos al año, a comparación de cientos de años anteriores antes de la
nueva unión. Ningún país puede estar exento de estos casos, pero hemos progresado
bastante para detener la partidocracia de varios políticos corruptos. — Mis nervios se
elevan por el interrogatorio.
— No queremos saltar a conclusiones, pero uno de nuestros agentes será asignado a su
unidad. El agente será transferido el lunes, considérelo como su mano derecha. —
Klimek cierra su portafolio.
Los tres agentes salen de mi oficina, y uno de ellos dirige su vista mis senos, y después me
sonríe, y yo le devuelvo su sonrisa con mi dedo de en medio. Me vuelvo a sentar, mi cabeza
empieza a girar, siento que me dará una migraña, y tomo de unos de mis cajones una pastilla.
Sigo sin creer que mi unión está comprometida, y decido comunicarme con Midthunder,
necesito más información. Marco su teléfono, pero no hay respuesta de Midthunder, pero la
inquietud no deja pensar, y decido buscarlo en su oficina. Salgo de mi oficina, corriendo y
corro todo el pasillo hasta llegar al elevador y subo al piso 45, me sigo impacientando cada
vez más y más, mis manos empiezan a sudar, mi pulso se acelera y siento comezón en todo
el cuerpo, suena la campanita que me hace saber que he llegado al piso, y el escáner lee mi
retina para permitirme acceso, este nivel es muy diferente al mío, la posición de los
escritorios, la iluminación es más tenue, puedo ver en las paredes una pantalla que recorre
toda la oficina, puedo ver todas las actualizaciones que ellos reciben cada minuto, todo es
muy diferente, y todos me ven como un bicho raro, pero mi mente está enfocada en llegar a
la oficina de Midthunder, puedo ver su puerta a lo lejos. Una puerta de color corinto con
cerrojo plateado, y giro del cerrojo y abro la puerta, es la primera vez que entro a su oficina,
es un color azul pálido, la iluminación es algo baja, un grupo de plantas que hay en su ventana
y puedo ver todas las condecoraciones que ha recibido al largo de su carrera, y en medio de
todas esas condecoraciones hay una foto de él y su estúpida sonrisa, y ahí veo a Midthunder,
con sus ojos cerrados, gimiendo lentamente mientras está teniendo sexo oral con otra
comandante, aclaro mi garganta y Midthunder se asusta al igual que la mujer, ambos se
visten. — Lamento interrumpir su momento de recreación, pero el maldito departamento de
Defensa acaba de llegar a mi oficina y está comprometida con un posible caso de corrupción
y necesito a Midthunder. — Dejo en claro mi propósito para no responder ninguna pregunta.
— Lo siento, Palacios. Te avisare cuando haya terminado con él — Le sonrió a Palacios
amablemente. Palacios sale de la oficina de Midthunder, aún puedo notar la erección en sus
pantalones, pero lo ignoro.
— Me estas rompiendo las bolas acá, Urizar. ¿Qué diablos te sucede? — Midthunder
está frustrado.
— Tal vez si respondieras tu teléfono en lugar de que te la chupen esto no hubiera
pasado.
— Esa fue la misma razón por la cual no conteste, porque quería que me la chuparan,
fue deseo mutuo, no la obligue a nada. Estamos empezando nuestra relación, y tú
también hiciste lo mismo.
— Si, ¡contigo! Y no es un muy buen lugar para esto.
— ¡Porque tú me obligaste, carajo! — Midthunder se altera.
— Pobre de ti. Admite que gozaste de esta vagina. — Trato de calmar a Midthunder. —
Pero tranquilo, eres el más dotado con el que he estado. ¿Qué es lo que mierda sucede
con mi unidad? — Ahora la alterada soy yo.
— Tranquilízate. Yo me entere el día de hoy también.
— Esos agentes del Circulo me dijeron que han investigado a mi unidad desde hace 13
meses.
— El Departamento de Estado en Washington recibió los informes, los negocios fueron
hechos allá. No existe ningún registro de negocios hechos dentro del país o dentro de
estas instalaciones. El Departamento teme que sea una infiltración por parte de los
Rusia.
— ¿Rusia? Es una jodida broma. ¿Qué tienen que ver los rusos con nosotros? No les
hemos hecho nada malo a los rusos, los negocios que tratamos con ellos son puros
negocios nada más. ¿Acaso Farmiga quiere iniciar una guerra con Rusia?
— Por supuesto que no. No estamos preparados militarmente para eso, pero ya sabes
cómo es esto de la paranoia de Rusia y Estados Unidos desde la guerra fría. Pero tienes
que saber que estos hijos de puta estarán encima de ti, día y noche.
— ¿Qué hay acerca de está Casablancas?
— Su padre es dueño de Decima. Tecnología, logística, y esas mierdas. Ella forma parte
de la junta directiva de Decima y se encarga de lidiar con los idiotas de Samaritan. Algo
parecido a lo que tú haces.
— ¿Estoy jodida entonces? — Todo en mi mente se está viniendo abajo.
— Claro que no. No te puedo prometer que tu unidad salga ilesa o con números
positivos, pero tú expediente no será manchada si no tienen un caso contra ti. Lo que te
aconsejo es hablar con tu unidad y que tus técnicos examinen todo. Sistema de redes,
terminales, todo.
— ¿Qué hago con esta Casablancas?
— Por el momento te aconsejo que te enfoques en el caso previo que te di de los
cadáveres y los narco estados, no sé si tendrá alguna relación con Decima/Samaritan,
pero indaga lo mejor que puedas. Te ayudare lo mejor que pueda, pero sé que puedes
con esto.
— Gracias. — Me empiezo a calmar lentamente.
— Llama a Palacios ahorita que salgas.
— Eres un hijo de puta. Llámala tú.
— Cuidado con esa lengua.
— ¡Chúpamela! — Salgo de su oficina.
— Lo haría, pero ya no me dejaste.
Me dirijo nuevamente al elevador, un poco más relajada, pero tengo que ponerme a trabajar
en este caso e interrogar a Casablancas. Mi teléfono vibra, y lo saco rápidamente y es un
mensaje de Culajay para que vaya a la morgue del edificio, veo la hora y faltan 10 minutos
para las 8 de la noche, y me dirijo directamente a la morgue, preocupada de las noticias que
puedo recibir, entro a la morgue, un ambiente helado, la iluminación bastante azulada, y veo
filas de refrigeradores a mis costados y veo al forense; Doctor Muñoz, usando su bata blanca,
lentes con aros de color rojo y cabello castaño, se acerca a mí con una actitud reservada y
retraída hacia mí, pero seguro de su entorno, y me dirige directo al cadáver de nuestra
víctima, el Sr. Reznikov. El cadáver está completamente desnudo, pálido, su pecho tiene una
cicatriz en forma de ‘Y’, y se me entrega el informe de la autopsia, empiezo a leer el informe
detenidamente para no pasar por alto ningún minúsculo detalle, puedo leer que hubiera
grandes cantidades de cianuro, causando un paro cardiaco fulminante, el cadáver mientras
heridas de vidrio en su cuerpo, principalmente en su cara y pecho. Muñoz me muestra un
video preliminar que muestra como sucedió la muerte de nuestra víctima. El video reproduce
como Reznikov se empieza a asfixiar, como lucha por mantenerse vivo, su piel se pone
morada por la asfixia, y como tropieza con su silla y choca con el vidrio y este se cae hasta
el vacío, y finaliza la visualización, pero siento que algo anda mal con la visualización,
principalmente cuando Reznikov se estrella con el vidrio y cae, el vidrio es más resistente
de lo que parece. Empiezo a buscar entre las cosas que fueron extirpadas del cuerpo de la
víctima, y empiezo a buscar pedazos de vidrio, y me doy cuenta de que el vidrio es de 3 cm
de grosor, y es vidrio templado, y examino los pedazos de vidrio que están rotos, y
efectivamente el grosor es de 3 cm, y es obvio que Reznikov fue lanzado por la ventana, no
se cayó por accidente. Hago que Muñoz vuelva a reexaminar el cadáver, y todo el informe
de Muñoz está mal, pero Muñoz asegura que él no estuvo para la autopsia del cadáver, él
solo llegó y firmo que todo estaba hecho. Usamos los escáneres para crear un modelo
holográfico del cadáver, lo que tarda unos 5 minutos en completar y tener el modelo listo.
El modelo ya está listo y podemos trabajar, aunque no esté especializada en este campo, pero
me resulta muy extraño que alguien más haya hecho una mala autopsia. Lo que podemos
ver, en los brazos hay hematomas, al parecer alguien tomo al hombre por la fuerza antes de
lanzarlo, también podemos ver que la segunda, tercera y cuarta costilla están completamente
rotas, pero no fueron causadas por el impacto cuando golpeo el suelo, fue antes de que
cayera. Aparte del cianuro, el cráneo fue golpeado por fuerza, se puede ver una pequeña
rajadura en la frente, y empezamos a examinar los órganos y un pulmón está roto, la columna
completamente destruida por el impacto y examinamos el estómago, Muñoz toma una navaja
y abre el estómago, y sale un líquido viscoso, y en medio de todo ese líquido sale algo muy
peculiar, un pedazo de plástico con un pequeño grabado encima del objeto. Muñoz empieza
a examinar el objeto, muy detenidamente, y seguimos con los demás huesos y otras partes,
solo encontramos más huesos rotos, lo único interesante fue el objeto que estaba dentro del
estómago, y nada más. Voy con Muñoz para ver cómo va el escaneo del objeto y el grabado
está escrito en el dialecto Cachiquel, y Muñoz traduce el texto a español. El texto se traduce
a; ‘Lealtad y sangre. Los pilares de la vida’. A mi parecer no suena como muy serio, he
escuchado a gente que ha estado en el ejercito decir lo mismo, y en varias culturas, viven
bajo lemas parecidos. Volteo mi mirada al reloj, y veo que son las 3 de la mañana, Muñoz y
yo hemos pasado horas trabajando, examinando este cadáver, pero aún quiero saber quién
fue el que hizo la autopsia la primera vez. Muñoz sale de la morgue, no sé a dónde se fue,
pero esa idea no se va de mi cabeza, no puedo examinar la letra, ya que fue hecho a máquina,
me tomara trabajo rastrear al que hizo el informe. Muñoz regresa a los pocos minutos, con
dos bolsas de papel y me entrega una, al momento de abrirla me sorprende un delicioso
aroma, una deliciosa hamburguesa y papas fritas, recién hechas, puedo saborearlo, siento
como mi boca se hace agua, sin pensarlo, saco todo de su bolsa y lo devoro como nunca,
disfrutando cada mordisco, después de tanta mierda necesitaba algo como esto. Muñoz me
sonríe mientras me ve comer, noto en su mirada que no recibe muchas visitas en este
congelador gigante, tomo mi comida y me siento a su lado, y ambos nos quedamos viendo
al cadáver, sin importarnos que haya viseras, y un estómago cortado por la mitad, mientras
disfrutamos de nuestra comida, la verdad nos importa muy poco todo eso por ahora.
Muñoz empieza a limpiar la sala, los utensilios, los escalpelos, recipientes, dejando todo
esterilizado, como requisito, hay que darse una ducha para eliminar microbios, polvo de
hueso, entre otras partículas, evitar una enfermedad o algo peor. Muñoz deja que yo use la
ducha primero, me halaga su caballerosidad, pero no era necesario en este momento. Me
dirijo a la ducha, y me desvisto aprisa, y la computadora dicta el nivel de esterilización del
agua. — 99% esterilizada. — El regadera se enciende y deja correr el agua por 30 segundos
y después el agua deja de correr. Salgo de la regadera, y Muñoz pasa detrás de mí, siento
como mi cuerpo se tranquilizó por la ducha, mis pies se sienten más ligeros, mis manos más
suaves, siento como si me hubieran quitado un peso de encima. Me dirijo hacia la puerta,
pero algo me detiene, y volteo y veo el expediente de Reznikov en el escritorio de Muñoz,
decido tomarlo y salir inmediatamente de ahí. Salgo del departamento del policía con el
expediente en mano, algo que debí haber hecho, pero siento que algo no anda bien, esta
maldita sensación de inquietud y curiosidad, subo a i vehículo y me dirijo directamente a mi
casa, mientras voy concentrada en mi camino, aún me siento inquieta, tengo que leer ese
expediente, necesito saber más de esa persona, me estaciono y la chica de las curitas de
colores sigue sin aparecer, pero sigo mi camino, no me detengo a preguntar por ella. Lo
primero que hago es buscar a papá, pero al parecer se ha ido, no es como otros padres que
se quedan en casa de sus hijos por un tiempo, él es un hombre ocupado, al menos tengo la
casa para mi sola, y busco algo de beber, para poder mantenerme despierta y subo
directamente a mi habitación, con expediente en mano. Enciendo la luz de mi habitación e
ignoro el asqueroso desorden que hay y abro el expediente de Reznikov y veo sus datos
personales, su acta de nacimiento.
Nombre: Alexander Vladimir Reznikov Milian
Lugar de nacimiento: Mazatenango, Suchitepéquez. Guatemala
Fecha de nacimiento: 23 de noviembre de 2009.
Nombre de padre: Marcos Milian
Nombre de madre: Ulana Reznikov.
Su madre emigro de Rusia a finales de los 90, y su padre nació en Costa Rica, ninguno de
ellos tiene un historial criminal, nada de antecedentes policiacos, era una familia de clase
media. Su madre trabajaba como contadora en la SAT y su padre trabajaba como arquitecto.
No tengo registros de estudios, solamente veo su historial de educación profesional como
estudiante de la universidad de San Carlos de Guatemala del colegio de farmacia, suma cum
laude. Era todo un genio, su puesto en DECIMA/SAMARITAN era como encargado en jefe
en el desarrollo de medicamentos y medicinas después de los ataques del año 2040, la
universidad con ayuda de organizaciones sin fines de lucro ayudaron a las víctimas de los
disturbios, principalmente a niños que fueron afectados y familias de escasos recursos, en
ese entonces ni DECIMA o SAMARITAN existían, los hospitales fueron saqueados por
completo en varios departamentos, pero el expediente solamente me muestra información
personal de él, no lo que hacía en esa corporación, entones decido buscar en los registros,
ese ese entonces no existía la asociación entre ambas empresas hasta el año 2041. Sin darme
cuenta veo que ya amaneció, nuevamente no sentí el paso del tiempo, pero no me importa,
prefiero investigar a Reznikov por mi cuenta, ver que puedo encontrar relacionado con él,
me levanto del suelo y tomo mi chaqueta y salgo a toda prisa de mi casa para buscar más
información sobre Alexander. Cierro la puerta de mi casa con seguro, y escucho un pequeño
pitido en mi oreja izquierda, y el pitido proviene de ese poste que la chica de las banditas
estaba viendo hace unos días, y es muy extraño que la chica haya desaparecido al mismo
tiempo que ese aparato fue instalado, recuerdo que tengo que traer unas cosas de mi oficina,
me dirijo a mi vehículo y conduzco a la oficina, es imposible escapar de la rutina, es como
estar esclavizada al mismo camino, al mismo tráfico, a la misma gente. Entro a mi oficina,
sin ver ni escuchar a nadie, no me importa lo que pasa a mi alrededor y entro a mi oficina, y
empiezo a buscar el caso de Reznikov, y la voz de un hombre resuena en mis oídos. —
¿comandante Urizar? — una voz gentil y suave, me volteo y veo a Osiel sosteniendo un
archivo en su mano, Osiel se me acerca, a paso lento, el joven apenas me conoce, pero puedo
ver en sus ojos que se siente intimidado, y me entrega el archivo.
— Es el expediente del caso de Reznikov. El oficial Culajay me mando a entregárselo.
— ¿Culajay ha sido el único que lo ha visto? — Quiero asegurarme de que nadie más lo
haya visto.
— No, comandante. Nadie más lo ha visto, el me dio instrucciones de entregárselo
directamente.
— Hiciste bien, niño. No te tienes que sentir intimidado por mí, es solo mi carácter.
Muchas gracias por entregármelo. Puedes retirarte. — Le ofrezco consuelo a Osiel, es
nuevo en este trabajo.
Abro el expediente, y veo la misma información que tenía Muñoz, aparte unos archivos
adjuntos sobre personas que lo conocían, familiares y amigos, incluyendo el nombre de
Gabriela Casablancas. Tomo mis cosas y me preparo para salir de mi oficina, pero soy
interrumpida por dos agentes de ‘El Circulo’, obstruyendo mi paso, sin decir nada me
llevan a mi asiento.
— ¿Ahora que se les ofrece?
— Necesitamos hablar con Ud. — Kilmer con un tono serio me deja en suspenso.
— Escuchen, tengo trabajo que hacer. Investigar un homicidio y tengo otros 4 más
encima de mí, incluyendo a un político asesinado. Si tienen que decir algo, que sea
rápido. — Estoy demasiado apurada.
— Tranquila, comandante. No estamos para entregarle malas noticias, solamente para
notificarle el agente que será transferido a su unidad se le será presentado el día de
mañana. —
— ¿Eso es todo? ¿Vinieron hasta mi oficina para decir me eso? Me lo pudieron haber
dicho llamando a mi número, o por medio de un correo electrónico. —
— Lo sabemos, pero queríamos hacer de forma directa, cara a cara de forma oficial. —
— Bueno, gracias por hacérmelo saber. Ahora tengo que irme y salgan de mi oficina.
Buen día. — Me despido de ellos cortésmente.
Me dirijo al estacionamiento y salgo del departamento, con el expediente en mano y el primer
nombre que tengo en mi cabeza es Gabriela Casablancas. Quiero saber qué relación tiene
ella con este asesinato y con mi unidad, no me puedo sacar ese nombre de la mente, mis
manos empiezan a sudar, el parpado de mi ojo derecho empieza a temblar, odio esa sensación
y siento una gran comezón en todo mi cuerpo, me hiperventilo, malditos nervios, una gran
sombra nubla mi camino y me detengo y levanto mi mirada hacía el edificio de
DECIMA/SAMARITAN. Un edificio en forma de trapezoide con dos torres a los lados,
cubierto completamente por vidrios de doble vista, un edificio imponente y una de las
corporaciones más poderosas del país. Entro al edificio, insegura de cada paso que doy, el
simple hecho de estar dentro de este edificio me hace temblar de los nervios, me piernas se
debilitan y mis brazos duelen y presento mi placa a un agente de seguridad. No puedo hablar,
siento las palabras, pero no puedo decirlas, y escupo lo primero que se me viene a la boca
— ¿Quisiera hablar con la Sra. Gabriela Casablancas? — mi tono de voz es pobre y afónico,
pero el jefe de seguridad me concede el acceso y me escolta a los elevadores y presiona el
piso donde puedo encontrar a Casablancas. El piso es el número 65. Mi mente crea distintos
escenarios sobre conoceré a esta persona, no conozco su cara, ni su cuerpo, estoy totalmente
en terreno desconocido y el elevador llega al piso 65 y las puertas se deslizan y entro a una
gran oficina, cuadros abstractos en las paredes de color caqui, gente usando el mismo
uniforme, esa sensación de conformismo y mente cuadrada, es lo que puedo percibir en sus
uniformes grises, después de largas filas de empleados puedo ver a una mujer alta de unos
30 y tantos, casi cuarentona, vestida completamente de negro, falta y chaqueta larga que
llega hasta sus rodillas, sus botas de tacón bajo y pelo café recogido, mientras está hablando
por un intercomunicador, no se percata de mi presencia en su oficina, así que doy mi primer
paso, nadie voltea a verme, ni siquiera voltean a ver mis zapatos y cada vez me acerco a la
oficina de la mujer, estoy literalmente en la entrada de su oficina y puedo ver un gafete con
el nombre Gabriela Casablancas, efectivamente es ella a quien estoy buscando. Ella, usando
su mano izquierda me invita a pasar, y hay una silla grande de color negro en frente de mí,
y me siento en ella, esperando a que ella termine de hablar. Momentos después, la conexión
termina y se dirige a mí, con una voz grave pero amable. — Bienvenida. Mi nombre es
Gabriela Casablancas. — se presenta con nombre completo, mostrando su cortesía y
educación hacía mí, y ella toma asiento, y ambas estamos cara a cara, sin decir nada, mientras
nos invade un gran silencio incómodo.
— Gracias por verme, Srta. Casablancas. Mi nombre es Miller Urizar, comandante del
Departamento de Policía de la Unión Federal de Guatemala. — Me presento con la
misma educación.
— Es un gusto conocerle, comandante. Fui informada acerca de la situación y el
fallecimiento del Sr. Reznikov. Es lamentable. — dice Gabriela, mostrando su empatía
ante la situación.
— Nuestros hombres están investigando, pero quisiera hacerle unas preguntas de rutina,
si no le molesta. — Estoy por empezar con el interrogatorio rutinario.
— Si, adelante. — Gabriela accede.
— ¡Muchas gracias! ¿Cuánto tiempo estuvo Reznikov trabajando con Ud.? —
— Bueno, él trabajó con mi padre desde los inicios de la compañía. Fueron casi 35 años
de sociedad entre ellos. — Gabriela habla con fluidez y confianza, sin titubear.
— ¿Ud. tenía una buena relación con él? —
— Bueno, como saben Uds., el hombre era mitad ruso. Era un hombre bastante
reservado, muy educado. Mantuvimos cierto contacto moderado después de que mi
padre dejo la oficina. — Gabriela describe como era el hombre.
— ¿Cuáles eran sus funciones dentro de Samaritan? — Sigo con mis preguntas,
buscando más información.
— Él era jefe del departamento de investigación médica. Solo supervisaba en lo que se
trabajaba y lidiaba con empresarios de las farmacéuticas. — Gabriela detalla el trabajo
de Reznikov.
— Entiendo. ¿Él tenía algún contacto con alguno de los narcos estados? —
— Nosotros no lidiamos con ellos, a pesar de que nuestros productos son a nivel
nacional, nunca hemos lidiado con ellos. Ningún miembro de esta compañía. Nuestros
negocios son con los alcaldes. —
— Encontramos esto dentro del estómago del Sr. Reznikov al momento de su autopsia.
El texto está grabado en Kaqchikel y se lee como; ‘Lealtad y sangre. Los pilares de la
vida’. — pongo el artefacto en su escritorio y lo empujo con mi dedo índice hacia su
lado.
— No sé qué decirle, comandante. — Gabriela pierde completamente la confianza, y
comienza a titubear.
— Creemos que el Sr. Reznikov se asfixio con esto, y después fue empujado por la
ventana de su oficina. — Puedo ver como Gabriela está entrando en una crisis.
— El reporte oficial decía que el tropezó con su escritorio y después cayo. Discúlpeme,
siento que estoy siendo acusada por su muerte. — Gabriela empieza a contraer sus
dedos de forma sutil.
— No tenemos pruebas que indiquen que Ud. tuvo que ver en algo. Simplemente
queremos saber si el Sr. Reznikov tenía alguna conexión con alguna persona
sospechosa, posiblemente un familiar o un conocido. — Empiezo a presionar a
Gabriela.
— Monitoreamos cada visita en este edificio, aparte nuestro personal está custodiado las
24 horas. — Gabriela sigue mostrando seguridad, aunque sigue contrayendo sus dedos.
— ¿Han recibido alguna amenaza contra Ud. y su personal? — Siento que estoy
llegando a algo.
— Está compañía ha recibido amenazas a lo largo de su historia, pero la vida de nuestro
personal jamás estuvo en peligro hasta la muerte de Reznikov. Reznikov estuvo
recibiendo visitas de un amigo, según nuestro escáner de retina, él sujeto era de Costa
Rica, donde nació su padre. —
— ¿Puedo ver la información de esa persona? — Despierta mi interés por esa persona.
Gabriela pone su dedo índice de la mano derecha en el costado derecho del escritorio, y una
imagen holográfica aparece encima del escritorio, revelando la imagen de la persona y sus
datos personales. El nombre del sujeto es Jorge Gonzales, originario del departamento de
Heredia. Su edad no está registrada en el sistema, tampoco aparece información sobre su
domicilio. Empiezo a anotar la información sobre el sospechoso, y comienzo a sospechar si
está persona tiene algo que ver con el infiltrado en mi unidad.
— ¿Él Sr. Reznikov tenía familia? ¿Esposa? ¿Hijos? ¿Alguien? —
— Tenía una novia, lo visito una vez, pero hace mucho tiempo. — dijo Gabriela.
— ¿Recuerda el nombre o más o menos como era? —
— Su nombre nunca fue mencionado, pero recuerdo su cara era redonda, pecas en la
nariz y mejillas, su nariz chata, y sus mejillas redondas también y ojos de color café
oscuro. Su cabello era castaño, ondulado en las puntas. — Gabriela da una descripción
detallada de la mujer.
— Gracias por esa información, nos ayudara mucho en la investigación. — Obtengo
información importante.
— ¿Ud. cree que esa persona tiene que ver con la investigación que hay en su
departamento? — Casablancas menciona el caso.
— ¿Cómo sabe esa información? — Dejo de escribir, mi cuerpo se congela por unos
segundos, sorprendida.
— Recibimos una llamada por parte del departamento de estado haciéndonos saber
acerca de la investigación que hay en mi empresa y en su departamento. — Gabriela
explica como obtuvo ese conocimiento.
— Si, hay una investigación, aunque no tenemos información sobre quien es o como se
infiltro, para serle honesta jamás nos había sucedido esto, pero haremos lo posible para
no causarle ningún problema a Ud. o a su empresa. — Pensé que esa información era
exclusiva del departamento.
— Estoy dispuesta a cooperar en lo que necesite. —
— ¡Muchas gracias por su ayuda, Srta. Casablancas! Estaré en contacto con Ud. —
Estrecho la mano de Gabriela.
Me dirijo hacía los elevadores, y Gabriela me ve fijamente, siguiendo cada paso que doy
hasta el elevador, y la puerta del elevador se abre y marco el botón del lobby y la puerta se
cierra lentamente. Llegó al lobby, y envío la información de la mujer y de Jorge Gonzales a
Culajay para investigar al último sujeto que tuvo contacto con Reznikov antes de su muerte,
la información tarda unos segundos en enviar, es tedioso cuando tienes que esperar para que
un condenado mensaje se envíe correctamente, luego decido ver a quien más puedo
interrogar, y veo otro nombre en la lista. Reynaldo Baños. Según la información que tengo,
es medio hermano de Reznikov, vive a las afuera de la capital, me pongo en marcha y busco
a Reynaldo para interrogarlo, me dirijo al estacionamiento y subo a mi vehículo. Entro la
información en la computadora del vehículo, y la computadora encuentra la dirección del
hombre, está ubicado en carretera a El Salvador, ahora ese lugar es considerado como zona
roja debido al incremento de asesinatos y pandillas, si quiero llegar hasta allá, debo conseguir
otro vehículo y cambiar mi atuendo para no levantar sospechas, cambio de curso y voy a la
oficina a buscar uno de los vehículos que hemos incautado de personas que han sido
arrestadas por conducir ebrias.
Llegó a mi oficina, y Kilmer está esperándome junto con otro agente, ambos me ven
fijamente, una mirada fría y penetrante, siento que sospechan de mí, pero esos agentes
siempre tienen la misma mirada, como si no tuvieran alma y Kilmer con su mano me dirige
a mi asiento, sin decir nada me muevo a mi asiento, y ellos giran y me siguen viendo, el
suspenso me está matando, pero ellos no dicen nada todavía, y me da miedo hablar a mí
también, hasta que Kilmer por fin me dirige la palabra y pone un expediente sobre mi
escritorio. Un hombre aparece detrás de los agentes, vestido de negro, pantalón y saco de
diseñador, cabello corto y zapatos de charol.
— comandante Urizar, le presentamos al agente Ramiro Linde. Él es al agente que será
asignado a su unidad a partir de hoy, enviado directamente de la embajada guatemalteca
en Washington. Él nos reportará mensualmente acerca de la investigación y estará
hablando con su personal. — Kilmer detalla la tarea del agente Linde.
— Encantando de conocerla, comandante Urizar. — Linde se presenta cortésmente.
— Mucho gusto, agente Linde. ¿Qué ha escuchado de mí? —
— Me han dicho que Ud. es uno de los comandantes más respetables del departamento.
Tiene un expediente ejemplar. — Linde se expresa con respeto y admiración.
— Es muy amable y lo ayudare en todo lo que necesita. Muchas gracias, agentes. El
agente Linde se pondrá a trabajar una vez él este instalado en su puesto. — Apruebo a
Linde, veo a un hombre correcto.
Los agentes se van de mi oficina, con la esperanza de que no regresan con sus visitar
inesperadas, mientras que Linde me ve fijamente, con mucho interés, y empieza a rondar por
mi oficina, viendo mis logros y condecoraciones, y las medallas que he recibido a lo largo
de mi carrera, parece un niño explorando su nueva casa y se sienta en frente de mí, aun
viéndome fijamente, me estoy empezando a incomodar, no resisto cuando alguien me ve así,
no puedo ver a la gente a los ojos por mucho tiempo.
— ¿Ya tienes tu oficina, agente Linde? ¿Te atendieron bien cuando llegaste? — Quiero
saber sobre su primera impresión.
— Si, ya estoy instalado desde temprano. Me recibieron muy bien, y la recepcionista
fue muy amable. Gracias por preguntar. Creo que debemos empezar a trabajar en la
investigación. — Linde está ansioso por empezar.
— Por supuesto. ¿Ya ha hablado con alguien de la unidad? —
— No, aún no. Primero quiero hablar con Ud., ya que es la comandante. —
— Claro, puede empezar. — Sin miedo, acepto a ser interrogada por el agente Linde.
— Gracias. Regresemos un poco. ¿Cuándo se unió al departamento? —
— Fui reclutada cuando cumplí 18. En el año 2035, para el año 2037 fui incluida junto
con otros 35 reclutas más para unirse a la fuerza. Cada uno fue asignado a su respectivo
departamento, yo fui asignada a este departamento. Estuve con el comandante Bacalov
hasta su retiro en el año 2049. Me convertí en comandante en el año 2055. —
— Continúe. ¿Cómo se manejaban las cosas en ese entonces? —
— Después del caos después de la toma de posesión en el 2020, los departamentos se
vieron obsoletos, el sistema estaba corrompido por completo. Muchas personas fueron
arrestadas y fueron fusiladas al momento de querer escapar. El excomandante Bacalov
me contó que persiguieron a varios oficiales por todo el país. El departamento fue
reestablecido como el Departamento de Policía y Justicia en el año 2041. No se podía
confiar en nadie, en eso ya teníamos la tecnología para investigar y saber quién era de
confianza y quién no. —
— Fueron tiempos obscuros, me lo imagino. —
— Apenas tenía 3 años, pero según mi padre, todo fue muy parecido al conflicto
armado en 1980. —
— Ya lo imagino. ¿En todo el tiempo desde que fue ascendida a comandante jamás vio
algo extraño en sus agentes? Quiero darme una idea sobre quienes son. — Linde quiere
saber sobre los agentes.
— La verdad no, no puedo hablar por ellos. Debería hablar con ellos, pero en lo que a
mi concierne, ninguno ha demostrado comportamiento extraño. — Trato de no encubrir
a nadie.
— Muy bien, gracias comandante. Consultare con Ud. si algo se presenta en mi
investigación. — Linde sonríe cortésmente.
Linde se retira de la oficina, y cierra la puerta de mi oficina, por fin se acabó su interrogatorio,
la pantalla de mi teléfono se ilumina y vibra, tomo el teléfono de mi pantalón, y es un mensaje
de Simon que se lee; ‘podemos vernos esta noche’. El mensaje no contiene signos de
interrogación, odio cuando la gente no usa signos de puntuación, respondo su mensaje;
‘Claro, me encantaría. Te enviare la dirección de mi casa’, y oprimo la opción de enviar.
Simon solo envía un pulgar arriba, claramente acepto mi propuesta, dedico apagar la pantalla
de mi teléfono y conseguir el vehículo que necesito y salgo de mi oficina y me dirijo al
depósito de vehículos decomisados, el guardia me da acceso para entrar al depósito y
empiezo a buscar un vehículo apropiado, el guardia me acompaña para buscar el correcto,
puedo ver vehículos de distintas marcas, modelos y colores, uno de los vehículos más
comunes son los Mazda, muchas personas los usan, más en esta época. Encuentro un Mazda
color verde oscuro, vidrios polarizados y número de placa P742THX. El guardia me da el
formulario para llenar, llenos todos los espacios que el formulario requiere y el guardia me
hace entre de las llaves, y entro al vehículo. Me pongo a buscar el sistema de navegación y
entro los datos Reynaldo Baños, y la maquina me da la ruta que debo seguir, me aseguro de
llevar mí arma, ya que me dirijo a territorio peligroso, y la mayoría de las personas están
armadas por completo. Ya estoy lista para salir, arranco el auto y la puerta del depósito se
abre y me dirijo a mi destino se puede sentir la cambio de ambiente al momento de salir de
la capital, los edificios cambian, el clima cambia, todo se ve más nublado que en la capital,
el cielo completamente negro, estoy en un lugar bastante deteriorado, puedo notar los
grandes bloques de apartamentos que casi se ocultan en las nubes, mercados ambulantes,
más allá, puedo lograr ver hologramas promocionando productos y anuncios políticos,
aunque las elecciones ya acabaron, no se han dignado en retirar su basura de las calles. Dirijo
mi mirada al navegador, y aún me queda mucho camino por recorrer, la cantidad de auto en
la calle empieza a disminuir poco a poco, ver este tipo de decadencia social fue lo que
perjudico a este país más de lo que ya estaba 50 años atrás, puedo ver a prostitutas tanto
mujeres como hombres en las calles con su ropa llamativa, ofreciendo sus servicios. Toda
mi percepción cambia, debo mentalizarme como me comportare cuando llegue a mi destino,
un lugar al que solo recuerdo haber ido de niña, pero donde todo era más pacífico y tranquilo.
Paso a la par de dos mega iglesias que ahora están destruidas, y personas que están
predicando el evangelio en las calles, entregando biblias a niños, hombres y mujeres. Estoy
entrando al barrio que ahora se le conoce como ‘Barrio Cero’, un lugar neutro de guerras de
pandillas, negocios, donde viven muchas personas pobres, drogadictos o exfuncionarios del
gobierno. Me detengo lentamente, y me estaciono, salgo del vehículo con mi ropa negra, y
pongo mucha atención a mi alrededor, al igual que los edificios que vi anteriormente, aquí
en el Barrio Cero, los edificios son iguales, camino sin levantar ninguna sospecha, pero las
personas me ven de pies a cabeza, ellos saben que no soy de por acá, pero no saben que soy
policía. Dos pandilleros me ven fijamente, los pandilleros están tatuados de pies a cabeza,
sus caras están marcadas con el símbolo de su pandilla, mantengo poco contacto con ellos
para que no se sientan amenazados y puedo ver el edificio donde puedo encontrar a
Reynaldo, es el edificio más grande y sigo mi camino, el sonido de mis botas caminando
sobre la tierra y piedras, me hace sentir que estoy caminando en una ciudad muerta, sin
señales de vida. La gente tiene poca comida, y la única fuente de ingresos es una empresa de
aceros, los trabajadores con sus ropas completamente sucias y percudidas, su casi asfixiante
hedor a sudor, y me encuentro en la entrada del bloque de edificios y entro. Todo está oscuro,
a excepción de una bombilla que puedo más adelante pero no alumbra completamente, subo
por las escaleras y me encuentro con padres alimentando a sus hijos, niños y niñas menores
de 10 años, unos bebes, una molestia dentro de mí al verlos así, sabiendo que ellos no
corrieron con la misma suerte que otros, prefiero no verlos para evitar un altercado con ellos,
veo a hombres completamente desnudos abandonando habitaciones, mientras por unos
cuantos segundos puedo ver como otro hombre está teniendo sexo con una mujer, sus
gemidos se pueden escuchar por todo el pasillo, uno de los hombres me ve con una mirada
de lujuria, prefiero ignorarlo, reviso la información que tengo, Reynaldo se encuentra en el
piso 46, no puedo ningún elevador, mi única opción son las escaleras. Después de 15
minutos, me encuentro en el piso 46, ahora solo tengo que buscar la puerta correcta y
encuentro la puerta J-3, la letra y el número son de color dorado, y llamo a la puerta
esperando a que alguien responda, pero al parecer no hay nadie, pero continuo insistiendo,
y puedo escuchar unos pasos al otro lado de la puerta, y aparece un hombre alto, calvo, sin
camisa, ceño fruncido y sin emoción, me quedo perpleja por unos segundos, el hombre no
aparta su mirada de mí, ni siquiera parpadea. — ¿Es Ud. Reynaldo? — mi voz desafina, mis
manos sudan y siento una pequeña molesta en mi cabeza. El hombre no responde a mi
pregunta, con una voz grave y rasposa me llama —Puerco. — un término que se refiere a
los policías, su voz a pesar de ser rasposa muestra mucha educación y elocuencia, prefiero
mantener la calma. —Vengo con relación a Alexander Reznikov. — mi voz muestra mi
inseguridad y temor que le tengo a este hombre, el hombre se hace a un lado, invitándome a
su casa. La iluminación es muy opaca, y en un pasillo la iluminación es color azul oscuro.
En la mesa de la sala de estar, puedo ver una CZ 75 SP-01 y una CZ 97B, a la par de cada
una hay tres cartuchos. El hombre se adelanta para limpiar el lugar, removiendo las armas
de la mesa y puedo notar cocaína y spectrum y puedo ver cinco medallas, claramente este
hombre estuvo en el ejército, el hombre se invita a sentarme y él se sienta en frente de mí,
viéndome fijamente, siento como su mirada recorre todo mi cuerpo, analizándome.
— No esperaba a un puerco en mi casa. No trate de ocultar quien es en realidad, por su
bien le conviene no hacerlo. — El hombre se refiere a mi como puerco.
— Qué sentido tiene. ¿No cree? — Trato de ya no seguir con mi plan.
— ¿De qué quiere hablar acerca de Reznikov? ¿Ahora que hizo el hijo de puta? — El
hombre va directo al punto y no tiene buenos sentimientos hacía Reznikov.
— Tengo entendido que es su hermano. —
— Hermanastro. Nuestro padre era un maldito mujeriego, llevo a mi madre a la muerte
cuando tenía 20. — El hombre aclara su parentesco con Reznikov.
— Entendido. El Sr. Reznikov fue asesinado en las oficinas de Samaritan que se
encuentran en la capital. — Dejo en claro mi propósito, sin tapujos.
— Se lo que piensa, y por más que lo quería ver muerto, yo no fui. — El hombre se
declara inocente.
— No trato de inculparlo, pero quisiera saber que tan apegada era su relación con él. —
— Nunca nos llevamos bien de niños, ya de adultos nos unimos más, él estuvo
ayudándome por casi 5 años. — El hombre se sincera y continúa hablando.
— Puedo ver que estuvo en el ejército. ¿Cuál era su división? — Muestro interés en su
pasado como militar.
— La división 88. Francotirador, uno de los mejores. — La mano del hombre tiembla
muy suavemente.
— Excelente. Gracias por su servicio. — Muestro mi respeto hacía el hombre.
— No me gusta como el formalismo en esas palabras, la mayoría de las personas no
tienen ni la menor idea de lo que se vive allá afuera, protegiendo está nación para que
ellos puedan dormir en paz. Me dieron baja deshonrosa. Alexander me estuvo ayudando
con mi adicción al spectrum. — El hombre muestra su vulnerabilidad.
— ¿Ud. recibía fármacos que provenían de Samaritan? —
— Alexander decía que eran fórmulas que no estaban aprobadas por la FDA. Eran más
potentes, pero esa empresa no las había aprobado por ciertas razones. — El hombre
revela información muy importante.
— ¿Ud. sabe si el Sr. Reznikov tuvo contacto con alguien más? ¿Él lo visito con alguien
más? —
— Él se apareció tres meses atrás con una mujer y un hombre, uno de ellos tenía acento
costarricense y la mujer no parecía que fuera de este país. —
— ¿Este hombre al que vio aquel día? — Le muestro al hombre la foto del sospechoso.
— Si, creo que era él. — El hombre reconoce haber conocido al sospechoso. —
Mauricio. — Reynaldo me da un nombre, por fin tengo algo concreto.
— Muy bien, Sr... Lo siento, no se su apellido. —
— Nikita. A mi padre le encantaban los nombres de rusos. No era comunista, era más
bien socialista. Yo creo más en el fascismo. — Nikita deja en claro su ideología.
— Un gusto en conocerlo, Sr. Nikita. — Estrecho la mano de Reynaldo. Reynaldo se
empieza a poner nervioso. Se empieza a hiperventilar.
— ¿Quién carajos es Ud.? ¿Cómo entro aquí? — Reynaldo me desconoce por completo.
Se empieza a poner agresivo.
— Reynaldo, cálmese. Solo viene a hablar con Ud. — Trato de calmar a Reynaldo.
— ¡Váyase de mi casa! Hija de puta. — Nikita se pone hostil, y toma su arma y me
apunta con ella. Su mirada cambia, sus ojos muestran miedo y enojo.
— Simplemente cálmese, por favor. — Levanto mis manos con cuidado, no planeo
enfrentar a este hombre en ese estado.
— ¿Puede estar las bombas? ¿Ellos vienen por mí? — Nikita empieza a perder la
cordura. — Ya vienen por mí. — Reynaldo colapsa repentinamente.
— ¿Reynaldo? ¿Reynaldo? — Me acerco lentamente, con mucha cautela y Nikita aún
sigue vivo.
Tengo que encontrar la manera de salir de ahí lo más rápido posible, pero no puedo dejar a
Reynaldo así, me pongo a buscar en su casa por algo que lo pueda despertar, corro por toda
la casa hasta encontrar algo, en uno de los cajones de la cocina hay un frasco de vidrio sin
etiqueta, decido arriesgarme y usarlo, tomo una jeringa e inyecto a Reynaldo en el pecho,
sus dedos se empiezan a mover lentamente, ahora sé que es hora de irme, tomo mis cosas y
salgo de ahí sin hacer ni un solo ruido. Me apresuro a bajar las escaleras, pero varias personas
no paran de verme y me dirijo a las gradas, y las bajo corriendo, y me dirijo a la salida, sin
voltear a ver a nadie, y me están esperando tres sujetos, dos mujeres y un hombre, vestidos
de negro, y trapos cubriendo sus caras, intento rodearlos, pero ellos me detienen. —¡Puerco!
— me llama una de las mujeres, los demás pobladores escuchan a la mujer y me voltean a
ver, estoy en un gran aprieto con estas personas, las dos mujeres sacan sus armas, parecidas
a las mismas armas que tiene Reynaldo en su departamento, y tomo la mía y les apunto, no
tengo planeado en dispararle a nadie, pero lo estoy considerando para irme de este lugar en
decadencia, puedo escuchar a los pobladores llamándome ‘puerco’, uno de los hombres está
planeando en atacarme por detrás, pero logro dispararle en la pierna, dejándolo en el suelo
mientras se desangra, le dispare en un área critica, los pobladores retroceden poco a poco.
Me dirijo a mi vehículo, mientras le sigo apuntando a las dos mujeres que tengo en frente de
mí, ellas dejan sus armas a un lado y retroceden como el resto, enciendo mi vehículo y me
alejo lo más rápido que puedo de ese lugar, ninguno de los pobladores hace nada para
detenerme.

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