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PROCEDIMIENTOS EN

ASISTENCIA DE SALUD
Entre las actividades más comunes de la práctica asistencial de enfermería se encuentra la realización de técnicas y
procedimientos con finalidades diagnósticas, terapéuticas o preventivas.

Los procedimientos de Enfermería persiguen el objetivo de protocolizar todas las acciones que realiza la Enfermera
entendiendo, no obstante que la descripción de un procedimiento, no puede ser en ningún caso algo rígido e
inamovible, cuando de profesionales se trata, sino una guía para la praxis enfermera, sujeta a cuantos cambios sean
necesarios a tenor de los nuevos avances científicos. Las claves que justifican la importancia de disponer de un
Manual de Procedimientos de Enfermería son: Sirven para unificar criterios, mejoran el aprovechamiento de los
recursos, ayudan a la investigación, orientan al personal de nueva incorporación y son base para el control de
calidad.
EMERGENCIA
Ante una emergencia hay que:

-Tratar de mantener la calma. Protegerse y proteger al accidentado, solicitar ayuda al 112 y socorrer a la persona
herida.

-Comprobar que la escena donde esta el paciente es segura. Ser consciente del peligro y esperar a los equipos de
rescate, si es necesario.

-En caso de accidente de tráfico utilizar prendas reflectantes, y seguir las indicaciones descritas en Prevención y
actuación en accidentes de tráfico.

Qué NO hacer:

-Tener una «visión en túnel», focalizar la atención a lo más evidente dejando a otros paciente o situaciones sin
atender.

-Actuar si no está seguro o no tiene claro lo que puede hacer. No actúe si no sabe como proceder.

-Arriesgar su vida en caso de peligro.

-Administrar medicación que no corresponda al paciente.


ACTIVIDAD FÍSICA
La actividad física regular es buena para todas las edades. Practicar algún deporte, hacer gimnasia o simplemente
jugar, caminar, ir en bicicleta o realizar actividades cotidianas de una manera activa conviene porque:

-Ayuda a sentirse mejor, con más energía, y a relajarse, reducir el estrés, dormir mejor y tonificar los mús culos.

-Ayuda a prevenir y tratar el exceso de peso porque regula el apetito y aumenta el número de calorías que se gastan
diariamente.

-Ayuda a los niños a relacionarse con los demás y a crecer mejor, más alegres y más sanos.

Realizar una actividad física de una manera regular es cuidarse, porque todo el organismo resulta beneficiado.

-Corazón: Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, embolias, diabetes e hipertensión arterial.

-Arterias: Ayuda a mantenerlas flexibles y sanas.

-Articulaciones: Refuerza los músculos y los huesos, y mantiene la función de las articulaciones.

-Sistema nervioso: Ayuda a mantenerlo en buena forma.

En personas adultas se recomienda como mínimo 30 minutos de actividad física moderada cinco o más días por
semana. Las personas más mayores deben incluir ejercicios específicos de fuerza, flexibilidad y equilibrio.

Niños y jóvenes todos los días se debe realizar una hora de actividad física moderada, como mínimo.
POSICIONES DEL PACIENTE
Existen diversas posiciones características que se emplean en diversas situaciones patológicas o para efectuar ciertas
exploraciones y prácticas terapéuticas o quirúrgicas.

Al colocar a la persona en una posición determinada, deben comprobarse los siguientes puntos:

1- Que no se obstaculice la respiración. No debe constreñir ni el cuello ni el tórax.


2- Que no se obstaculice la circulación. Si se realiza una restricción, los elementos de sujeción no deben estar
ceñidos.
3- Que no se ejerza ninguna presión ni tracción sobre nervio alguno. La presión sostenida sobre nervios periféricos o
su estiramiento pueden causar pérdida sensitiva o motora.
4- Que se reduzca al máximo la presión sobre la piel, con un mínimo de contacto de los rebordes óseos sobre la
superficie de apoyo, en prevención de úlceras de decúbito.
5- Si se va a efectuar un procedimiento asistencias o quirúrgico, que se tenga la máxima accesibilidad al sitio de
actuación.

Cualquiera que sea la posición de la persona, tiene que vigilarse la alineación del cuerpo, asegurando que las
distintas partes del mismo mantengan una correcta relación. En la persona que está inconsciente o con trastornos
motores, deben mantenerse los miembros en flexión a fin de prevenir contracturas musculares.

Siempre debe observarse la respuesta de la persona a la postura en que es colocada, modificándola lo que sea preciso
para asegurar los puntos mencionados, bien sea regulando los planos de la cama o con la ayuda suplementaria de
almohadas o férulas.

Cuando una persona adopte de forma espontánea una postura antiálgica, tiene que intentarse respetar dicha posición,
a no ser que pueda provocar o favorecer complicaciones.

Toda persona imposibilitada que esté encamada durante un tiempo prolongado debe ser cambiada de posición con
frecuencia, a fin de prevenir complicaciones tales como úlceras de decúbito. Conviene variar su posición cada 2-3
horas, durante las 24 horas, siguiendo una pauta concreta, por ejemplo: decúbito supino o posición de Fowler,
decúbito lateral izquierdo, decúbito prono, decúbito lateral derecho, etc.

Cuando en una exploración o técnica asistencial deba recurrirse a una posición que para la persona resulte incómoda
o vergonzosa, explíquese la necesidad de la misma y asegúrese la intimidad por medio de biombos y cortinas.

Cuando se modifique la posición de una persona con sondas o tubuladoras, se debe controlar que no se salgan,
obstruyan o acoden en la maniobra.

Posición de decúbito

Decúbito es toda posición del cuerpo en estado de reposo sobre un plano horizontal. Según s ea la parte de cuerpo en
contacto con la superficie, se diferencian distintos decúbitos.

Decúbito supino o dorsal

La persona se encuentra tendida boca arriba, en posición horizontal, con la espalda en contacto con la superficie y las
extremidades inferiores extendidas.

Consideraciones de enfermería:

Es la posición que espontáneamente tiene a adoptar la persona en la cama y la más utilizada para exploraciones,
maniobras e intervenciones quirúrgicas en la superficie anterior del cuerpo, como las abdominotorác icas y algunas
de los miembros inferiores.
Permite una adecuada expansión pulmonar y facilita la alineación de los distintos segmentos corporales.
Cuando una persona imposibilitada ha de permanecer mucho tiempo en decúbito supino, conviene colocar un
soporte en los pies, de modo que se mantengan apoyados y se evite su caída (pie péndulo equino). También debe
evitarse que se mantengan las piernas cruzadas, para impedir la presión sobre vasos sanguíneos y nervios.

Decúbito prono, ventral o abdominal

La persona se encuentra tendida sobre el pecho y el abdomen, con la cabeza girada hacia un lado, las extremidades
superiores extendidas junto al cuerpo o flexionadas a nivel del codo y los miembros inferiores extendidos.

Consideraciones de enfermería:
Esta posición puede dificultar la expansión pulmonar.
La persona no suele aguantar mucho tiempo en decúbito prono, lo que debe tenerse en cuenta cuando se encuentre
imposibilitada para girarse por sus propios medios.

Decúbito lateral

La persona se encuentra tendida de lado, con uno u otro costado sobre la superficie, el miembro superior del lado en
que se halla recostado por delante del cuerpo, y los miembros inferiores extendidos, un poco flexionados o con el
que queda arriba algo flexionado y adelantado. El nombre del decúbito lateral depende del lado del cuerpo que esté
en contacto con el plano horizontal: izquierdo o derecho.

Consideraciones de enfermería:
Si la persona tiene que permanecer mucho tiempo en decúbito lateral, es conveniente colocar una almohada entre las
piernas para evitar la compresión de nervios y vasos sanguíneos.

Posición de Fowler
Se trata de una posición dorsal en un plano inclinado de tal modo que la espalda forme un ángulo de unos 45 grados
con la horizontal. Se obtiene al elevar unos 40-50 cm la cabecera de la cama. Las extremidades inferiores pueden
mantenerse flexionadas en mayor o menor ángulo o mantenerse extendidas. En ocasiones se habla de posición de
Fowler baja (semi – Fowler) o elevada, en función del ángulo que adopte la espalda.

Consideraciones de enfermería:

Se emplea para practicar numerosas técnicas.


Proporciona mayor comodidad a personas que presentan problemas cardíacos o respiratorios.
Favorece el drenaje después de operaciones abdominales.

Posición genupectoral

La persona se coloca abajo, apoyándose sobre las rodillas y el pecho, con la cabeza ladeada y los muslos
perpendiculares a la cama.

Consideraciones de enfermería:
Esta posición se utiliza para efectuar exploraciones y procedimientos rectales.

Posición ginecológica o de litotomía

Es una posición de decúbito supino con las piernas flexionadas sobres los muslos y los muslos en abducción y
flexión sobre la pelvis. Puede efectuarse en una camilla especial que cuente con dispositivos para mantener las
piernas elevadas, apoyando las pantorrillas o los pies en soportes o estribos.

Consideraciones de enfermería:
Esta posición se emplea para exploraciones ginecológicas, partos, cirugía rectal, etc.

Posición de Rose o de Proetz

Es una posición de decúbito supino con la cabeza colgando fuera de la camilla o mesa de operaciones.
Consideraciones de enfermería:
Esta posición se emplea para evitar la aspiración de sangre o secreciones, así como en operaciones de las vías
respiratorias.
Se emplea para lavar el cabello cuando la persona no puede levantarse de la cama.

Posición de Sims

Es una posición de decúbito lateral izquierdo con el brazo y la pierna de este lado extendida y la extremidad inferior
derecha flexionada a nivel de la cadera y la rodilla. El brazo izquierdo puede colocarse bajo la cabeza o mantenerse
extendido junto al tronco, de tal modo que el peso del cuerpo descanse sobre el tórax.

Consideraciones de enfermería:
Se emplea para exploraciones vaginal y rectal (manuales y endoscópicas), y para poner enemas.
Se recomienda como posición de seguridad en caso de accidente con pérdida de conocimiento y riesgo de vómitos.

Posición de Trendelenburg

Es una posición de decúbito dorsal sobre un plano inclinado de tal modo que la pelvis quede más alta que la cabeza y
los muslos más altos que la pelvis.

Consideraciones de enfermería:
Se usa en cirugía para efectuar operaciones en abdomen inferior y pelvis, y en algunas intervenciones de los
miembros inferiores. Se sitúa a la persona en una mesa inclinada a 45 grados, con la cabeza hacia abajo y las piernas
colgando, apoyadas sobre un sector regulable.

Posición de Trendelenburg invertida

Es la posición opuesta a la anterior, es decir, con la persona en decúbito dorsal sobre un plano inclinado de tal modo
que la cabeza quede más alta que los pies.

Consideraciones de enfermería:
Esta posición se emplea en cirugía para intervenciones de cuello, cara y cráneo, a fin de disminuir el riego sanguíneo
y evitar el estancamiento de sangre en la zona operatoria.
Se usa en intervenciones abdominales para modificar la situación de las vísceras y exponer mejor el campo
operatorio.
LAVADO DE MANOS
Es conveniente no olvidar que el lavado de manos es la medida más importante para evitar la transmisión de
microorganismos del personal a la persona que se cuida y de ésta al personal. Es necesario lavarse las manos siempre
después de tener contacto con la persona afectada, independientemente de que se hayan, o no, utilizado guantes;
antes y después del uso de guantes y entre diferentes procedimientos realizados a la misma persona.

Se puede realizar dos tipos de lavado de manos: higiénico con jabón convencional o antiséptico con jabón
antiséptico. Una vez realizado el lavado se procederá al secado mediante papel o gasas, desechables. La antisepsia de
manos con soluciones alcohólicas específicas se puede llevar a cabo para conseguir un efecto rápido en las manos en
el caso de que no se disponga de una pica para lavarse las manos.
VACUNAS
Se entiende por vacuna cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la
producción de anticuerpos. Puede tratarse, por ejemplo, de una suspensión de microorganismos muertos o atenuados,
o de productos o derivados de microorganismos. El método más habitual para administrar las vacunas es la
inyección, aunque algunas se administran con un vaporizador nasal u oral.

Las vacunas son el principal logro de la investigación biomédica y una de las principales causas de la mejora de la
salud y la calidad de vida del ser humano. La primera vacuna descubierta fue la usada para combatir la viruela por
Edward Jenner en 1796, y debe su nombre al hecho de que las ordeñadoras de la época que estaban en contacto con
la viruela de vaca o viruela bovina (viruela «vacuna»), la cual era menos patógena, hacía que estas personas se
inmunizasen y no contrajesen la viruela humana.

En cada país se recomienda que los niños sean vacunados tan pronto su sistema inmunitario sea capaz de responder a
la inmunización artificial, con las dosis de refuerzo posteriores que sean necesarias, para conseguir la mejor
protección sanitaria.

Al margen del calendario de vacunaciones infantiles y de situaciones de viaje, algunas vacunas son recomendadas
durante toda la vida (dosis de recuerdo) como el tétanos, gripe, neumonía. Las mujeres embarazadas son a menudo
examinadas para comprobar su resistencia a la rubéola. Para las personas de edad avanzada se recomiendan
especialmente las vacunas contra la neumonía y la gripe, enfermedades que a partir de cierta edad son aú n más
peligrosas.
CONVULSIONES
Las convulsiones son síntomas de un problema cerebral. Ocurren por la aparición súbita de una actividad eléctrica
anormal en el cerebro.

Cuando las personas piensan en convulsiones, suelen imaginarse el cuerpo de una persona que se sacude rápida y sin
control No todas las crisis epilépticas provocan convulsiones. Existen muchos tipos de convulsiones y algunos tienen
síntomas leves. Las convulsiones se dividen en dos grupos principales. Las convulsiones focales, también llamadas
convulsiones parciales, ocurren en una parte del cerebro. Las convulsiones generalizadas son el resultado de
actividades anormales en ambos lados del cerebro.

La mayoría de las convulsiones duran de 30 segundos a dos minutos y no causan daños duraderos. Sin embargo, si
las convulsiones duran más de cinco minutos o si una persona tiene muchas convulsiones y no se despierta entre
éstas, se tratará de una urgencia médica. Las convulsiones pueden tener muchas causas, entre las que se incluyen
medicinas, fiebre alta, lesiones en la cabeza y ciertas enfermedades. Las personas que tienen convulsiones
recurrentes debido a un trastorno cerebral tienen epilepsia.

La principal recomendación para pacientes con convulsiones recurrentes no provocadas es el anticonvulsivante. Si


un individuo ha tenido más de 1 episodio convulsivo, se indica la administración del anticonvulsivantes. Por el
contrario, la principal recomendación para pacientes con su primer y único episodio convulsivo es el evitar los
precipitantes más importantes, incluyendo el licor y la falta de sueño sin la indicación de anticonvulsivantes a menos
que el sujeto tenga factores de riesgo para una recurrencia, otra cosa que el paciente tiene que evitar son los golpes,
es la mayor causa de convulsiones. Los principales marcadores de un elevado riesgo de recurrencia, desde un 15 a un
70% mayor que la población general, incluyen imágenes anormales en la resonancia magnética, un registro anormal
en el electroencefalograma realizado durante la vigilia o que la convulsión haya sido focal.
OBTENCIÓN DE DATOS
La labor de recopilación y posterior análisis de datos se basa unas veces en la observación directa, ya sea en forma
de signos clínicos o bien de referencias verbales claras recogidas en el curso de la entrevista o la exploración,
mientras que en otras deriva de un proceso de deducción, a partir de la interpretación de expresiones y referencias
indirectas.

Entre los datos por obtener, pueden diferenciarse unos que son objetivos, detectados directamente por las
enfermeras, y otros que son subjetivos, facilitados por la persona enferma, se refieren a sentimientos, percepciones y
vivencias, y son dignos también de toda consideración.

En cualquier caso, la recogida de datos siempre supone un esfuerzo de co mprobación, selección y clasificación,
puesto que toda la información recabada, incluyendo la subjetiva, debe de ser contrastable y admitida también por el
resto del equipo de salud que participe en la atención de la persona. En todo lo relacionado específ icamente con el
motivo de consulta, debe procurarse la obtención de datos que, a modo de sugerencias, recojan información sobre los
siguientes ámbitos:

–Información de carácter general: Nombre, edad, sexo, estado civil, lugar de residencia…

–Características personales: Idioma, raza, religión, nivel socioeconómico, nivel de educación. ocupación…

–Hábitos: Estilos de vida, tipo de alimentación, hábitos de defecación, pautas habituales de actividad física, hábitos
de descanso, higiene personal…

–Sistemas de apoyo: Familiar, comunitario y social.

–Antecedentes personales y familiares relacionados con la salud: Antecedentes hereditarios, enfermedades


pasadas y actuales, embarazos, intervenciones quirúrgicas, accidentes…

–Estado físico: Constantes vitales, peso, talla, estado de conciencia, patrones de respiración, alimentación, sueño…

–Datos biológicos: Grupo sanguíneo y Rh, déficits sensoriales o motrices, alergias, uso de prótesis, resultados de
pruebas disponibles…

–Datos psicosociales: Nivel de estrés, ansiedad, sufrimiento o confort, estado emocional y mental, situación de
crisis, grado de autonomía, nivel de comunicación, adaptación personal y cultural…

–Datos en relación con las reacciones de la persona en una situación de salud o de perturbación de la salud.
LIPOTIMIA
Es la sensación de mareo sin pérdida de conocimiento durante un período de tiempo muy corto y con una
recuperación rápida y completa. Puede producirse por emociones intensas, largos períodos de ayunas mantenidos
(frecuente en personas que no desayunan), visiones desagradables, lugares muy calurosos donde esté muy abrigado,
personas que están mucho tiempo de pie sin poder moverse, ejercicio excesivo, miedo, dolor, entre otros.

Usted debe sospecharlo si la víctima tiene sensación de mareo y se acompaña de:

-Sensaciones raras (sonidos lejanos, visión borrosa, hormigueo en manos).

-Piel pálida, fría y sudorosa (sobre todo en la cara).

-Caída al suelo por debilidad en las piernas.

-Es posible que si busca el pulso radial (en la muñeca) no lo encuentre o éste sea débil, lento e incluso arrítmico.

-Debilidad muscular (los músculos están flojos y sin tensión).

-Náuseas o dolor de tripa (retortijones).

Qué hacer:

-Guarde la calma, controle la situación.

-Evite que la víctima caiga al suelo y túmbela. Si ya estuviera en el suelo, colóquela tumbada boca arriba y elévele
las piernas unos 45º, posición antishock.

-Facilite a la víctima que respire sin ninguna dificultad (aflojando cuellos, corbatas, bufandas, cinturones,
sujetadores, etc.).

-Consiga un ambiente fresco y con aire limpio en el lugar donde se encuentra abriendo una ventada o desarropando
un poco a la víctima si estuviera muy abrigada.

-Evite aglomeraciones de gente a su alrededor. Nunca deje sola a la víctima.

-Llame al 112 y comunique lo sucedido, explicando síntomas y cambios en el estado de la víctima.

-Si la víctima no se recupera pero responde, colóquela en posición lateral de seguridad (ver figura).

-Controle los signos vitales y anótelos.

-Si pudo golpearse al caer, revise en busca de heridas o contusiones, y proceda según la lesión.

-Cuando la víctima se haya recuperado por completo, siéntela despacio antes de ponerla de pie y aguarde un rato en
esa posición para comprobar que no se repite el mareo.

-Intente averiguar qué estaba haciendo la víctima (especialmente esfuerzos), si ha comido y enfermedades que
padezca.

-Cuando lleguen los servicios de emergencias médicas, explíqueles lo sucedido, las medidas que ha realizado y que
se encontraba haciendo la víctima antes del episodio.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
La hipertensión arterial es una patología crónica que consiste en el aumento de la presión arterial. Una de las
características de esta enfermedad es que no presenta unos síntomas claros y que estos no se manifiestan durante
mucho tiempo.

En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en España. Sin embargo, la
hipertensión es una patología tratable. Si no se siguen las recomendaciones del médico, se pueden desencadenar
complicaciones graves, como por ejemplo, un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se
puede evitar si se controla adecuadamente.

Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endure cen a medida que soportan la
presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a través de
ellas. Esto se conoce con el nombre de arterioesclerosis.

Aunque todavía no se conocen las causas específicas que provocan la hipertensión arterial, sí se ha relacionado con
una serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren. Conviene separar
aquellos relacionados con la herencia genética, el sexo, la edad y la raza y por tanto poco modificables, de aquellos
otros que se podrían cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres de las personas, como: la obesidad, la
sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales y un estilo de vida muy
sedentario.

Prevención:

Tener hábitos de vida saludable y, sobre todo, evitar el sobrepeso y la obesidad son los principales factores para
prevenir la aparición de la hipertensión.

Los especialistas señalan que llevar una dieta sana y practicar ejercicio puede ayudar a que la población general esté
exenta de sufrir esta patología.

En los casos en los que en la familia haya antecedentes de hipertensión y por tanto haya una predisposición a ser
hipertenso a lo largo del tiempo, este factor genétic o supone una llamada de atención adicional a que el paciente
cuide esos hábitos de vida y vigile sus cifras de tensión arterial.

La tensión arterial alta se clasifica como:

-Normal: menos de 120/80 mmHg

-Prehipertensión: 120/80 a 139/89 mmHg

-Estadio 1 de hipertensión: 140/90 a 159/99 mmHg

-Estadio 2 de hipertensión: 160/109 a 179/109 mmHg

-Estadio 3 de hipertensión: mayor de 179/109 mmHg

Tratamientos:

A la hora de tratar la hipertensión hay dos bloques fundamentales de acciones a realizar:

Mejora de los hábitos de vida:

El paciente tiene que llevar una dieta saludable, disminuir el consumo de calorías, de azúcares y grasas y aumentar la
práctica de ejercicio físico. Estas dos prácticas tienen como resultado un mejor control del peso y si el peso está bien
controlado es una manera sencilla de controlar la hipertensión.
Tratamientos farmacológicos:

En caso de que los cambios de los hábitos de vida no funcionen, hoy en día existen tratamientos farmacológicos que
son muy útiles para controlar la presión arterial. Inicialmente estos tratamientos comienzan con un solo fármaco. No
obstante, en algunos casos esta medida no es suficiente y necesitan combinar con dos o tres medicinas para controlar
la presión arterial.

Debido a que la hipertensión arterial es una enfer medad crónica, es fundamental que los pacientes sean constantes
con los tratamientos. Según los datos de la Seh-Lelha, el 90 por ciento de los pacientes diagnosticados de
hipertensión no lleva a cabo las recomendaciones de los especialistas en materia de h igiene o dieta y el 50 por ciento
no sigue los tratamientos que tienen prescritos.

Esto se debe a que como es una patología que se padece durante muchos años, los pacientes tienden a relajarse con
las instrucciones que le da el médico. Esto puede tener una serie de consecuencias. La principal es que tendrá la
hipertensión mal controlada, lo que a largo plazo puede derivar en complicaciones cardiovasculares mayores como
infarto de miocardio, ictus, deterioro de la función renal o de la circulación de las pie rnas, entre otros.
QUEMADURAS
Existen tres niveles de quemaduras:

-Las quemaduras de primer grado afectan sólo la capa exterior de la piel. Causan dolor, enrojecimiento e hinchazón.

-Las quemaduras de segundo grado afectan tanto la capa externa como la capa subyacente (por debajo) de la piel.
Provocan dolor, enrojecimiento, inflamación y formación de ampollas. También se denominan quemaduras de
espesor parcial.

-Las quemaduras de tercer grado afectan las capas profundas de la piel y también se denominan quemaduras de
espesor completo. Pueden provocar coloración blanquecina, oscura o carbonizada de la piel. La piel puede quedar
insensible.

Consideraciones:

-Las quemaduras graves necesitan atención médica inmediata. Recibirla puede ayudar a evitar cicatriza ción,
discapacidad y deformaciones.

-Las quemaduras en la cara, las manos, los pies y los genitales pueden ser particularmente graves.

-Los niños menores de 4 años y los adultos de más de 60 años tienen una mayor probabilidad de presentar
complicaciones y muerte a causa de quemaduras graves, debido a que su piel tiende a ser más delgada que en otros
grupos de edades.

Síntomas:

-Ampollas (ya sea intactas o perforadas con fugas de líquido).

-Dolor (el grado de éste no está relacionado con la gravedad de la quemadura. Las quemaduras más graves pueden
ser indoloras).

-Peladuras en la piel.

-Shock (se debe observar si hay palidez y piel fría y húmeda, debilidad, labios y uñas azulados y disminución de la
lucidez mental.

-Inflamación.

-Piel blanca, roja o carbonizada.

Si se han quemado las vías respiratorias, puede presentar:

-Quemaduras en la cabeza, la cara, el cuello, las cejas o los pelos de la nariz.

-Boca y labios quemados.

-Tos.

-Dificultad para respirar.

-Moco oscuro, con manchas negras.

-Cambios en la voz.

-Sibilancias.
Secuencia de Actuación:

Ocurren de forma accidental, si se actúa correctamente desde el inicio, las lesiones y secuelas del accidente serán
menores. La seguridad personal debe ser la prioridad a la hora de ofrecer primeros auxilios, por lo tanto:
PROTÉJASE .

-Mantengamos la calma, pidamos ayuda si no tenemos los conocimientos necesarios.

-Lo primero es aislar la fuente de calor o energía apagando la llama, cortando la corriente eléctrica o desconectando
el cable.

-Lave y enfríe la zona quemada con agua a temperatura ambiente, durante cuatro o cinco minutos. El agua ayuda a
detener la acción del calor y limpia la herida. En quemaduras ocasionadas por sustancias químicas, haga un lavado
de arrastre (con ducha) durante al menos 30 minutos.

-No retire la ropa cercana a la quemadura, puede estar pegada a la piel. Generalmente, la piel se inflama después de
una quemadura, por lo que es importante quitar cualquier objeto que pueda comprimir (anillos, pulseras, etc.)

-Mantenga la quemadura cubierta con paños limpios y abríguelo para preservar su temperatura corporal.

-Mantenga las partes afectadas si son cabeza, cuello, cara, miembros superiores o inferiores en elevación para reducir
el edema y el dolor producidos.

-No utilice remedios caseros (vinagre, aceite, pasta de dientes, tomate, café, etc.), aunque logran aliviar
momentáneamente el dolor, pueden repercutir negativamente.

-Si usted ha sufrido una quemadura, debe ser reconocido por personal sanitario, para que valore la lesión e indique el
tratamiento más adecuado.
FARMACOLOGÍA
La farmacología ha sido y es, una de las disciplinas que están más directamente relacionadas con la práctica de la
Enfermería. Un fármaco son sustancias cuya administración puede modificar alguna función de los seres vivos.
Cuando estas sustancias se utiliza n con fines terapéuticos se denominan medicamentos.

Las enfermeras y enfermeros tenemos muchas funciones en nuestro día a día. Una de las principales es la
administración de fármacos. Dada la responsabilidad y frecuencia con que se realiza, es una activida d que enfrenta
un riesgo legal permanente relacionado con errores en la práctica. Es primordial administrar los medicamentos de
una forma eficaz y segura.

Debido a la administración de medicamentos y el contacto directo con los pacientes, a las enfermeras y enfermeros
les es posible detectar los efectos adversos en etapas tempranas y en ocasiones tomar decisiones o informar al
personal médico.
Son muchos los factores que están involucrados al administrar medicación: desconocimiento del fármaco, efectos
secundarios y reacciones adversas, falta de atención y de experiencia, estrés, errores en el registro.

El objetivo general en la administración de fármacos será:

 Prevenir errores en la farmacoterapia.


 Disminuir la incidencia de flebitis química relacionada con la administración de fármacos.
 Establecer pautas para la administración segura de medicamentos.
 Proteger legalmente al personal de enfermería en la realización de actividades inherentes a la práctica
profesional.

La administración de fármacos por parte de enfermería exige:

 Conocimiento del estadio clínico del paciente.


 Nombre genérico y comercial del fármaco.
 Presentación y concentración de aplicación.
 Dosis máxima y mínima terapéutica.
 Vida media del fármaco en sangre, metabolismo y forma de eliminación del fármaco.
 Sinergismo y antagonismo del fármaco con otros fármacos que se le estén administrando al paciente.
 Requerimientos para la conservación de las cualidades físicas y químicas del fármaco.
 Registro de fármacos.
 Manejo de estupefacientes y fármacos de control.

Para la administración de medicamentos hacen falta conocimientos sobre técnicas, algunas con bastante complejidad,
así como todos los aspectos relacionados con el fármaco y por supuesto el paciente. Es imprescindible el
conocimiento sobre los fundamentos teóricos en las distintas técnicas de administración para que, manteniendo sus
criterios básicos, puedan adaptarse al paciente.

Antes de todo, hay que realizar una valoración de la situación de salud del paciente, para así adecuar la técnica a las
características del paciente en ese momento. La edad del paciente puede modificar las características de
administración.

INYECCIONES
Puede ser necesario poner una inyección:

-Cuando una medicina no viene en una presentación que pueda tomarse por la boca.

-Cuando la persona no puede tragar o está vomitando.

-En algunas emergencias, como cuando una mujer está sangrando o tiene una infección después del parto o después
de un aborto.

Es importante poner bien las inyecciones. Pueden ser peligrosas si se ponen en el lugar equivocado, de una manera
incorrecta o sin lavarse las manos o limpiar bien la jeringa y el sitio de la inyección.

Las jeringas son en la actualidad de plástico, vienen envasadas en una bolsa de silicona hermética, son estériles y se
utilizan una sola vez, a fin de evitar riesgos de infecciones entre varios pacientes. Existen varios tamaños de jeringas.
Desde las más pequeñas, con capacidad de un mililitro o centímetro cúbico, que se emplean sobre todo para la
administración de insulina a pacientes diabéticos, hasta las mayores, con capacidad de 60 mililitros. Las más usuales
son las de 3 y de 5 mililitros.

Las agujas tienen un tubo de metal y un adaptador de plástico. Mediante este adaptador se fija la aguja al extremo
inferior de la jeringa. Al igual que las jeringas, las agujas también se suministran envasadas individualmente y
estériles, y se utilizan una sola vez para evitar infecciones. Las agujas se fabrican en diversos tamaños, los cuales se
utilizan según la forma de inyección.

Hay cuatro formas de inyecciones:

En la inyección intravenosa se introduce la aguja a través de la piel en una vena. El líquido entra por lo tanto en el
sistema del cuerpo.

En la inyección intramuscular la aguja penetra en un tejido muscular, depositando el líquido en ese lugar. Desde allí
el cuerpo lo va absorbiendo lentamente a través de los vasos sanguíneos capilares. Existen tres tipos de inyección
intramusculares: intramuscular de brazo,intramuscular de gluteo e intramuscular en las piernas.

En la inyección subcutánea la aguja penetra muy poco espacio por debajo de la piel, el ángulo de inyección con
respecto a la piel debe ser de 90 o 45º, el líquido se deposita en esa zona, desde donde es igualmente absorbida de
forma lenta por todo el organismo.

En la inyección intradérmica la aguja penetra solo en la piel (dermis) en un ángulo de 10º paralelo al eje longitudinal
del antebrazo. La inyección ha de ser lenta y, si es correcta, aparecerá una pequeña pápula en el punto de inyección
que desaparece espontáneamente en 10 – 30 minutos. El producto biológico será absorbido de forma lenta y local.
CONSTANTES VITALES
Para determinar de manera global el estado fisiológico del organismo, se determinan diversos parámetros: la
temperatura corporal, el pulso arterial (frecuencia cardíaca), la presión arterial y la frecuencia respiratoria. La
medición de estos indicadores sirve para evaluar la actividad de los órganos vitales (cerebro, corazón, pulmones),
siendo su control una actividad básica de enfermería.

Consideraciones de enfermería:

 Realiza un control y registro de las constantes vitales en el momento de admisión de la persona. Estos datos,
debidamente registrados en la hoja de enfermería, serán muy útiles como valores basales en las posteriores
evaluaciones clínicas del paciente.
 Siempre debe respetarse estrictamente el horario pautado para el control de cada centro y las indicaciones
específicas de casa caso. En ocasiones resulta suficiente con efectuar una medición diaria o en cada turno de
enfermería, pero en otros casos, ante situaciones críticas, es imprescindible efectuar un control muy frecuente o
prácticamente constante.
 Siempre debe investigarse si la persona está familiarizada con los procedimientos que deben practicarse. Hay
que tener en cuenta que un estado de ansiedad o de temor puede alterar el resultado de las mediciones, por lo
que se debe explicar la naturaleza de las mismas para tranquilizar a la persona.

Temperatura corporal:

La temperatura interna del organismo se mantiene prácticamente


constante sobre los 37ºC, requisito imprescindible para que se
desarrollen con normalidad los procesos metabólicos. Sin embargo,
aun en condiciones normales, los resultados de la medición refieren
en función del punto donde se toma: la temperatura oral es de 36’5
– 37’2ºC, mientras que la temperatura axilar es algo inferior (0’2 –
0’3ºC más baja), y la temperatura rectal es algo superior (0’3 –
0’4ºC más alta).

Consideraciones de enfermería

 El control de la temperatura corporal debe efectuarse periódicamente y con los intervalos requeridos para la
situación clínica particular de cada enfermo. Si no hay indicaciones precisas, la temperatura basal se registra
mínimamente una vez en cada turno; por la noche, si la medición no es indispensable, se tiende a respetar el
sueño del enfermo.
 Conviene tomar la temperatura siempre en el mismo lugar, eligiendo en cada persona una zona en que puedan
efectuarse repetidamente las mediciones. Por razones de comodidad e higiene, lo habitual es practicar la
determinación en la zona axilar, salvo cuando se trate de niños pequeños o cuando existan situaciones
específicas que así lo requieran (amputación de miembro superior, hipotermia profunda…); en este caso se
optará por mediar la temperatura oral o rectal.
 Nunca debe tomarse la temperatura en la boca si se advierte que la persona no puede colaborar o existe peligro
de que se rompa el termómetro. La medición en la boca está contraindicada en persona s con crisis convulsivas,
estado de inconsciencia, desorientación y confusión, administración de oxígeno por sonda nasal, sondaje
nasogástrico y enfermedades de boca, nariz o garganta.
 En los niños pequeños se aconseja tomar la temperatura rectal y siempre al final del resto de mediciones,
porque las maniobras pueden provocar llanto y con ello alterar el pulso y la presión arterial.
 Una vez situado el termómetro, espérese el tiempo correspondiente según sea la zona de medición. Axila
mínimo de 5 minutos. Boca mínimo de 3 minutos. Recto mínimo de 3 minutos.
 Tras la medición, desinféctese el termómetro.

Pulso arterial:

El pulso arterial corresponde a la expansión intermitente que experimentan


las arterias cuando circula por su interior la sangre bombeada por el
corazón. Se produce a partir de la propagación de los impulsos recibidos
por la pared de la aorta en cada sístole cardíaca (frecuencia cardíaca). Se
considera que es un buen indicador de la actividad cardíaca, porque las
pulsaciones se corresponden con los latidos del corazón. Sin embargo, hay
circunstancias patológicas que constituyen una excepción (arritmias) y
requieren la debida comparación entre el pulso arterial periférico y el pulso
central, determinado mediante la auscultación de la actividad cardíaca con
el fonendoscopio en la línea media clavicular aproximadamente en el
quinto espacio intercostal izquierdo. En los adultos, el lugar más común
para tomar el pulso es la arteria radial de la muñeca. En los bebés, niños
pequeños y personas en estado de inconsciencia se suele tomar en la arteria
carótida, en el cuello o el pulso central.

Consideraciones de enfermería:

 Evítese tomar el pulso con los dedos que tienen pulso propio, como el pulgar y el índice, para evitar
confusiones; es preferible efectuar la medición con los dedos medio y anular.
 No conviene comenzar el recuento inmediatamente, sino esperar unos momentos para que la persona se relaje.
 Siempre deben aplicarse los dedos en la zona de medición efectuando una presión inicial muy suave; si la
presión es fuerte. un pulso débil podría pasar inadvertido.
 Cuéntense las pulsaciones durante un tiempo suficiente, no menos de 30 segundos, y si se aprecia cualquier
irregularidad, durante un mínimo de 60 segundos.
 Si hay antecedentes de arritmia, a continuación del pulso radial debe determinarse el pulso central.
 Si la persona presenta una patología vascular periférica, conviene registrar el pulso en ambos lados.
 Regístrese la medición especificando la frecuencia y otras características, así como el punto de la toma.

Presión arterial:

La presión o tensión arterial (TA) corresponde a la fuerza que


imprime la sangre impulsada por el corazón sobre las paredes
arteriales y que permite la circulación por todo el árbol arterial
venciendo la resistencia periférica. Habitualmente se registra la
presión arterial en el brazo (arteria braquial), pero en caso de
necesidad (amputación, quemaduras) puede tomarse en el muslo
(arteria poplítea).

La medición se efectúa con el esfigmomanómetro y un fonendoscopio; existen diversos tipos de esfigmomanómetro


(aneroide, electrónico). El esfigmomanómetro debe tener un manguito adaptado a las características del paciente, lo
que corresponde a una anchura equivalente a dos tercios de la longitud del brazo, y una longitud suf iciente para
abarcar dos tercios de su circunferencia.

Técnica:

 Explicar la técnica a la persona.


 Situar a la persona en una posición cómoda y relajada, con el brazo extendido y apoyado sobre una superficie
firme.
 Aplicar el brazal del esfigmomanómetro alrededor del brazo, dejando libre la zona de flexión del codo.
 Localizar por palpación el pulso braquial y colocar en la zona la membrana del estetoscopio.
 Cerrar la válvula de aire e insuflar rápidamente el manguito hasta que desaparezca el pulso (180 mm Hg o más
si la persona es hipertensa, hasta notar la desaparición del pulso comprobada por la palpación de arteria radial).
 Abrir la válvula de aire y dejar que el manguito se desinfle lentamente, observando la escala del manómetro y
escuchando la reaparición de latidos con el estetoscopio. El punto en que se escucha el primer ruido
corresponde a la presión sistólica o máxima. El punto en que dejan de escucharse por completo los latidos o se
advierte un ostensible cambio en su nitidez o intensidad corresponde a la presión arterial diastólica o mínima.
 Desinflar completamente el manguito y retirar el brazal.
 Registrar la medición en la gráfica de la persona, anotando la presión sistólica y la diastólica.

Consideraciones de enfermería:

 Si existe alguna duda sobre las cifras obtenidas, debe repetirse el procedimiento.
 La medición puede llevarse a cabo con la persona sentada o en decúbito, pero asegurándose de que el brazo
está situado a la altura del corazón.
 La presencia de un estado de ansiedad o temor puede n alterar los resultados.

Frecuencia respiratoria:

La determinación consiste en precisar la cantidad de ciclos inspiración / espiración que se producen en el término de
un minuto, observando el tórax de la persona para apreciar la profundidad de los movimientos. Además, conviene
determinar las características de los movimientos respiratorios, consignando si son laboriosos, superficiales,
profundos, etc. En condiciones normales, en un individuo adulto la respiración tiene una frecuencia que oscila entre
10 y 20 movimientos por minuto, es regular y silenciosa, y se desarrolla sin dificultad alguna.

Consideraciones de enfermería:

 En lo posible, hay que procurar que la persona no advierta la medición, porque cualquier estado de ansiedad
provoca notables cambios en la frecuencia respiratoria.
 La medición se efectúa por simple observación del tórax, pero si los movimientos respiratorios son poco
perceptibles, conviene realizar la determinación mediante auscultación con el fonendoscopio en el hemitórax
derecho durante un minuto.
GLUCEMIA CAPILAR
Para saber cuáles son las cifras de glucosa en sangre tendrás hay que realizar glucemias capilares. Es una
herramienta imprescindible para el autocontrol de los pacientes con diabetes.

Mediante esta técnica conoceremos si las glucemias son correctas, elevadas o bajas, lo que permite tomar decisiones
para mejorar el control.

Material:

-Un glucómetro (aparato medidor).

-Una tira reactiva.

-Un pinchador o una lanceta.

-Un pañuelo de papel.

-Un cuaderno de control.

¿Cómo se realiza la glucemia capilar?

-Limpiar las manos, para evitar lo conocido como “dedos dulces” que alterarían los valores dando lecturas más altas
de las reales.

-Secar las manos para evitar que la gota de sangre se diluya (las manos mojadas podrían dar un valor de glucemia
inferior al real).

-Tener las manos calientes o templadas para que la gota de sangre salga con más facilidad.

-Pinchar en los laterales de los dedos, alternando de uno a otro dedo (el pinchazo en la yema del dedo es más
doloroso y podemos perder sensibilidad).

Técnica correcta:

-Introducir la tira reactiva en el glucómetro hasta que haga contacto.

-Cargar el pinchador, elegir un dedo, pinchar y estrujar el dedo desde la parte superior hasta su base para extraer una
buena gota de sangre.

-Tocar la gota con la tira y esperar a que ésta absorba la cantidad de sangre necesaria.

-Anotar el resultado en el cuaderno de control.

-Retirar y desechar la tira.

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