Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Irish Covit-D Consortium también está solicitando que se utilice más la vitamina D para
combatir el COVID-19, al citar evidencia que demuestra que puede reducir el riesgo de muerte
en las personas mayores
Otro estudio reciente encontró que la vitamina D en dosis elevadas aceleró la eliminación
viral. El 62.5 % de los participantes en el grupo de intervención obtuvieron un resultado
negativo para el ARN del SARS-CoV-2 en 21 días, en comparación con el 20.8 % de los
individuos en el grupo de control que no recibieron vitamina D
En las últimas semanas y meses, muchos estudios han demostrado los beneficios de la
vitamina D para combatir el COVID-19. La evidencia es tan convincente, que más de 100
médicos, científicos y líderes han firmado una carta abierta solicitando que se amplíe el uso
de vitamina D para combatir el COVID-19.
•Los niveles más elevados de vitamina D en la sangre se relacionan con menores tasas de
infección por SARS-CoV-2. Los niveles más elevados de vitamina D se relacionan con un
menor riesgo de un caso grave (hospitalización, UCI o muerte).
•Los estudios de intervención (incluyendo los RCT, por sus siglas en inglés) indican que la
vitamina D puede ser un tratamiento muy eficaz. Muchos artículos demuestran varios
mecanismos biológicos en los que la vitamina D influye en el COVID-19.
•El modelado de inferencia causal, los criterios de Hill, los estudios de intervención y los
mecanismos biológicos indican que la influencia de la vitamina D es muy causal y no solo
una correlación".
Afirma que 'cada vez hay más estudios que demuestran los beneficios de la vitamina D.
Creo que es arrogante que el gobierno quiera esperar primero a un metaestudio. Parece
como si no importara que las personas estén muriendo. Hay que tener cuidado con eso,
pero ahí es donde está mi frustración'”.
Aunque sospecho que esto podría ser una sobreestimación, no tengo ninguna duda de que
optimizar los niveles de vitamina D entre la población general reduciría la incidencia y la
muerte por el COVID-19.
"En la Facultad de Medicina de East Virginia existe un protocolo para combatir el COVID
que incluye vitamina D" explicó Osborne. "Entonces, las personas hospitalizadas reciben
entre 20 000 y 60 000 unidades de vitamina D. Esto es parte de su protocolo de atención
en ese sistema hospitalario".
“El zinc y las vitaminas C y D se destacan por ser inmunomoduladoras y por ayudar a
preservar las barreras tisulares físicas. Durante la pandemia de COVID-19, consumir zinc
y vitaminas C y D de manera adecuada puede representar una herramienta prometedora
debido a la alta demanda de estos nutrientes en el caso de contraer el virus y cuando
empiece del proceso inflamatorio”.
Sin embargo, la vitamina D no es mi primera opción para tratar enfermedades graves que
requieren tratamiento inmediato. Aunque la vitamina D en dosis elevadas puede ser de gran
ayuda en algunos aspectos, la mejor opción para tratar enfermedades respiratorias graves es
el peróxido de hidrógeno nebulizado, ya que funciona de inmediato, mientras que la
vitamina D requiere tiempo para marcar la diferencia.
Con respecto a prevenir las muertes por COVID-19, creo que el peróxido de hidrógeno
nebulizado podría prevenir al menos el 90 % de las muertes si se administra de manera
correcta. Me entristece mucho ver a tantas personas morir porque no usan esta terapia tan
económica y segura.
Ahora bien, recuerde que prevenir y tratar no son lo mismo. Creo que mejorar los niveles
de vitamina D ayuda a prevenir la infección por COVID-19 y reduce el riesgo de síntomas
graves en caso de contraerlo.
En junio de 2020, lancé una campaña informativa sobre la vitamina D que incluyó un
reporte científico descargable. Este reporte, así como una prueba para conocer su riesgo de
COVID en dos minutos, están disponibles en StopCovidCold.com.
También existe evidencia que demuestra que la vitamina D en dosis elevadas puede
mejorar los resultados del COVID-19 incluso en casos graves. De acuerdo con un estudio
doble ciego y aleatorizado que se publicó en diciembre de 2020 en el European Journal of
Integrative Medicine, administrar dosis elevadas de vitamina D a personas con casos graves
de COVID-19 redujo la cantidad de días internados en la UCI. También eran menos
propensos a necesitar ventilación mecánica. De acuerdo con los autores:
La estancia en la UCI fue de 18.3 ± 8.4 y 25.4 ± 6.6 días con la intervención y el placebo.
Doce personas en el grupo de placebo y 5 en el grupo de vitamina D murieron dentro de
los 28 días que duro el estudio. La duración de la ventilación mecánica fue de 15.7 ± 9.3
frente a 22.6 ± 9.1 días con la vitamina D y el placebo, respectivamente".
Del mismo modo, un reanálisis matemático de un ensayo concluyó que "la vitamina D
ayuda a reducir el ingreso a la UCI de personas hospitalizadas con COVID-19". El análisis
analizó los datos de un ensayo realizado en personas hospitalizadas en Córdoba, España.
Según los autores:
“El tratamiento se relacionó con menos ingresos a la UCI con una mayor significación
estadística, pero el estudio ha tenido un impacto limitado porque solo evaluó a 76
personas en un estudio doble ciego imperfecto, y no midió los niveles de vitamina D antes
y después del tratamiento o ajustar las comorbilidades".
En un esfuerzo por comprender estas deficiencias, volvieron a analizar los datos utilizando
estadísticas y concluyeron que "la aleatorización, el tamaño del efecto y la significancia
estadística abordan muchas de estas preocupaciones".
Para empezar, encontraron que "la asignación aleatoria de personas a los grupos de
tratamiento y control es muy poco probable que distribuya las comorbilidades u otros
indicadores de pronóstico de manera suficientemente pareja como para explicar el gran
tamaño del efecto".
También demostraron que el estudio doble ciego imperfecto no tuvo un impacto negativo,
ya que debería haber tenido "un efecto muy significativo para justificar los resultados
reportados".
Para verificar sus hallazgos, también compararon los datos con otros dos ensayos clínicos
aleatorios de suplementación con vitamina D, uno en la India y el otro en Brasil. En
conclusión, los autores declararon que:
"El estudio de Córdoba proporciona evidencia suficiente para justificar ensayos clínicos
inmediatos y bien diseñados sobre la administración temprana de calcifediol en un estudio
más amplio con personas hospitalizadas y ambulatorias con COVID-19".
El Irish Covit-D Consortium también está solicitando que se utilice más la vitamina D para
combatir el COVID-19, al citar evidencia que demuestra que puede reducir el riesgo de
muerte en las personas mayores.
Los estudios demuestran un mayor riesgo de infección en las personas con menores niveles
de vitamina D, así como un menor riesgo de ingresar a la UCI y menor riesgo de muerte en
personas mayores que consumen vitamina D. ~ Dr. Dan McCartney
En una declaración publicada en el Irish Journal of Medical Science, el equipo insta a los
profesionales de la salud y a los políticos a "reconocer la importancia de la vitamina D para
mejorar la respuesta inmunológica" y a "desarrollar guías sobre la población y los
protocolos clínicos de las dosis más efectivas de vitamina D". Según lo informado por el
Herald:
“El Dr. Dan McCartney, director del Human Nutrition and Dietetics en TU Dublin y
Trinity College Dublin, dijo que ‘ahora es considerable la evidencia que relaciona los
bajos niveles de vitamina D y el COVID-19.
Esta evidencia incluye estudios que demuestran un mayor riesgo de infección en las
personas con bajos niveles de vitamina D, así como un menor riesgo de ingresar a la UCI
y menor riesgo de muerte en personas mayores que consumen vitamina D'”.
Se asignó a los participantes al azar para recibir 60 000 UI de colecalciferol oral (gotitas
nano-líquidas) o un placebo durante siete días. El nivel que se buscaba era de 50 ng/ml.
Cualquiera que no hubiera alcanzado un nivel de 50 ng/mL después de los primeros siete
días continuó recibiendo el suplemento hasta que alcanzó el nivel objetivo.
Se evaluó la presencia de SARS-CoV-2, así como todos los marcadores inflamatorios como
fibrinógeno, dímero D, procalcitonina y PCR en todas las personas. La media del estudio
fue la proporción de personas que obtuvieron un resultado negativo para COVID-19 antes
del día 21 del estudio, así como los cambios en los marcadores inflamatorios. Como
informaron los autores:
“Se asignó al azar a cuarenta personas con resultados positivos de ARN del SARS-CoV-2
al grupo de intervención (n = 16) o de control (n = 24). Los niveles séricos de 25 (OH) D
fueron de 8.6 y 9.54 ng/ml, en el grupo de intervención y de control.
10 de 16 personas lograron alcanzar 25 (OH) D> 50 ng/ml durante el día 7 y otros dos
durante el día 14, mientas que 10 (62.5 %) personas en el grupo de intervención y 5 (20.8
%) personas en el grupo de control obtuvieron un ARN negativo para el SARS-CoV-2. Los
niveles de fibrinógeno disminuyeron con los suplementos de colecalciferol a diferencia de
otros biomarcadores inflamatorios.
Una mayor proporción de personas con deficiencia de vitamina D y con infección por
SARS-CoV-2 obtuvieron un ARN negativo para el SARS-CoV-2 con menores niveles de
fibrinógeno con los suplementos de colecalciferol en dosis elevadas".
De acuerdo con lo informado por KRGV 5 News, una estación de noticias de Texas, los
médicos del Valle del Río Grande también fomentan que las personas controlen sus niveles
de vitamina D y consuman suplementos si presentan una deficiencia. Pero, ¿por qué?
Es posible revertir una enfermedad crónica, pero eso toma tiempo. Mientras que es posible
optimizar los niveles de vitamina D en tan solo unas pocas semanas, lo que reduce el riesgo
de desarrollar un caso grave de COVID-19.
En segundo lugar, en comparación con los caucásicos, las personas con piel más oscura
tienen mayores tasas de mortalidad y de casos de COVID-19. La vitamina D se produce en
la piel en respuesta a la exposición al sol, pero cuanto más oscura es la piel, más exposición
al sol necesitará para mantener un nivel óptimo de vitamina D. Como resultado, la
deficiencia de vitamina D tiende a ser mucho mayor entre personas de raza negra e hispana.
Las personas afroamericanas e hispanas también son grupos de alto riesgo de COVID-19.
En tercer lugar, una de las características distintivas y letales del COVID-19 es la tormenta
de citoquinas que puede desarrollarse en casos graves y se manifiesta en forma de
hiperinflamación y daño tisular. Se sabe que la vitamina D regula la producción de
citoquinas inflamatorias, por lo tanto, reduce este riesgo. Por último, la vitamina D es un
regulador importante del sistema inmunológico, y el mal funcionamiento del sistema
inmunológico es otra de las características distintivas de la enfermedad grave por COVID-
19.
El Dr. David Brownstein, que trató con éxito a más de 100 personas con peróxido de
hidrógeno nebulizado, publicó un artículo de caso sobre este tratamiento en la edición de
julio de 2020 de Science, Public Health Policy and The Law.