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¿Qué es el reino animal?

El reino animal o animalia constituye, junto al reino vegetal, fungi, protistas y moneras, uno de los
posibles en que la biología clasifica a las formas de vida conocida. Es uno de los grandes reinos
tradicionales, a pesar de que la clasificación ha variado notoriamente a lo largo de más de 200
años de intentos de clasificación.

Las criaturas contenidas en este reino se llaman animales, y se caracterizan por tener una enorme
diversidad ecológica, morfológica y conductual, ya que se hallan presentes a lo largo y ancho del
planeta. Al mismo tiempo, se distinguen de los otros reinos eucariotas por carecer de clorofila (no
hacen fotosíntesis) y pared celular (presente en células de plantas y hongos), así como por su
reproducción casi enteramente sexual y su capacidad de movimiento autónomo y voluntario.

Al reino animal pertenecen alrededor de dos millones de especies distintas en todo el mundo,
agrupados en varios taxones o filos, y en dos grandes categorías: vertebrados e invertebrados. En
este reino, además, se clasifica también clasificado el ser humano.

Origen del reino animal

Los primeros animales del planeta aparecieron durante la llamada “explosión cámbrica” hace 540
millones de años, que consistió en una asombrosa diversificación y proliferación de la vida
(especialmente de la vida pluricelular o metazoos) en los mares de la Tierra primitiva. Se ignoran
los motivos que dispararon semejante “boom” evolutivo, pero algunos posibles responsables
serían la proliferación de oxígeno fruto de la vida vegetal dominante, así como las presiones
ejercidas por la actividad volcánica y geoquímica.

Las primeras especies animales fueron las esponjas de mar, algunas de las cuales podrían datar
incluso desde hace 600 millones de años, según estudios en curso. Pero desde ese entonces los
animales tienen una fuerte presencia en el registro fósil, a medida que proliferaron en los mares y
luego en la tierra firme y por los aires.

Características del reino animal

Las características fundamentales del reino animal pueden resumirse en las siguientes:

Son organismos eucariotas policelulares y tisulares. Esto significa que los cuerpos de los animales
están conformados por tejidos que, a su vez, se componen de diversos tipos de células
organizadas entre sí. Incluso los animales más pequeños poseen un cuerpo compuesto por
numerosas células, y éstas son de tipo eucariótico: poseen un núcleo celular definido, en el que se
halla contenida la información genética del individuo. Estas células carecen además de
cloroplastos y de pared celular.

Son heterótrofos y de metabolismo aerobio. El metabolismo de los animales no puede producir su


propio alimento como lo hacen las plantas, por lo que deben consumir materia orgánica
proveniente de otros seres vivientes para sobrevivir. Dicha materia orgánica es digerida hasta
obtener sus nutrientes esenciales y a partir de ella obtener glucosa, una molécula bioquímica que
luego será oxidada para obtener la energía (ATP) que sostiene el cuerpo andando. Dicha oxidación
se produce mediante la respiración: se toma el oxígeno del aire o del agua (según la especie) y se
libera CO2.

Poseen movilidad propia. Este es uno de los principales rasgos distintivos de los animales: pueden
desplazarse a voluntad, ya sea en agua, aire o tierra, empleando para ello extremidades
especializadas: alas, aletas, patas, piernas. Gracias a ello pueden cambiar de hábitat y buscar uno
más propicio, escapar de depredadores o perseguir a sus presas.

Poseen cuerpos simétricos. Los cuerpos de los animales pueden presentar dos tipos de simetría, es
decir, que pueden ser divididos en dos mitades idénticas. La primera es la simetría bilateral (se
divide el cuerpo de manera longitudinal) y la segunda es la simetría radial (se divide el cuerpo en
base a su radio, ya que es circular).

Practican la reproducen sexual. Con algunas puntuales excepciones, en el caso de animales


capaces de la partenogénesis, las especies animales se reproducen sexualmente, es decir,
mediante la cópula de dos individuos de sexos opuestos (macho y hembra) y del intercambio de
gametos o células sexuales dotadas de la mitad de la carga genética del individuo, y que además
poseen tamaños y formas notoriamente diferentes.

Cuerpos estructurados por colágeno. A diferencia de otras formas de vida cuyos cuerpos se
componen de celulosa principalmente, los animales tienen como proteína estructural el colágeno.

Clasificación del reino animal

En principio, el reino animal puede clasificarse en dos grandes grupos: vertebrados (62.000
especies) e invertebrados (95% de las especies totales). Como su nombre lo indica, los vertebrados
son aquellos que poseen un cráneo y una columna vertebral o espina dorsal, compuesta de
vértebras; mientras que los invertebrados son aquellos que no poseen un esqueleto interno
articulado.

Otras formas de clasificación atienden al hábitat específico de los animales, pudiendo distinguir
entre animales marinos (del mar y los océanos), acuíferos (de agua dulce), terrestres (de la tierra
firme), voladores (del aire), anfibios (de vida mixta entre agua y tierra), parasitarios (aquellos que
viven dentro del cuerpo de otros) o urbanos (de la ciudad).

Taxonomía del reino animal

El reino animal comprende una vasta cantidad de filos o grupos de especies que comparten una
organización corporal bien definida, entre los que destacan:

Poríferos. Cerca de 9.000 especies de esponjas inmóviles, bentónicas y de cuerpos con poros
inhalantes.
Cnidarios. Alrededor de 10.000 especies de animales acuáticos simples, primitivos, dotados de
tentáculos urticantes y cuerpos en forma de saco.

Acantocéfalos. Un filo de 1.100 especies de gusanos parásitos, cuyos cuerpos oscilan entre pocos
milímetros y 65 cm.

Anélidos. Alrededor de 16.700 especies de animales invertebrados de cuerpo de gusano,


segmentado en anillos.

Artrópodos. Un gigantesco filo de más de 1.200.000 especies descritas de invertebrados dotados


de exoesqueleto de quitina y extremidades articuladas, como los insectos, crustáceos, arácnidos y
miriápodos. Son el filo más numeroso del reino.

Braquiópodos. Alrededor de 16.000 especies de animales marinos dotados de dos valvas o


conchas, con las que protegen su cuerpo blando y semejante a los moluscos. Suelen ser inmóviles.

Briozoos. Un conjunto de hasta 5.700 especies de animales marinos (unos pocos son de agua
dulce) que hacen vida fija y poseen una corona tentacular para captar alimento filtrando el agua.

Cordados. Alrededor de 65.000 especies de animales vertebrados, poseedores de una cuerda


dorsal de células, de los que la mayoría son peces, pero que también abarca las aves, mamíferos y
reptiles.

Equinodermos. Animales marinos y bentónicos, de los que se conocen unas 7.000 especies
actuales, incluyen los erizos, estrellas de mar y semejantes.

Moluscos. Otro de los grandes filos del reino, comprende 100.000 especies vivientes de animales
invertebrados, de cuerpo blando y hábitat principalmente acuático, entre los que están los pulpos,
almejas, babosas, etc.

Nemátodos. Un filo de gusanos que abarca más de 25.000 especies, llamados comúnmente
gusanos redondos o cilíndricos, y representan el 90% de la vida en el relieve oceánico.

Platelmintos. Los llamados “gusanos planos”, son unas 20.000 especies de animales hermafroditas
de ambientes acuáticos o húmedos, muchas de las cuales llevan una vida parásita.

Faltaría aquí listar muchos otros filos de numerosas especies animales, cuyas diferencias pueden
llegar a ser muy específicas.

Importancia del reino animal

El reino animal es uno de los más estudiados y de los primeros en formularse, ya que el interés del
ser humano por los animales data desde tiempos antiguos. No solo como fuente de alimento, o de
materias primas aprovechables, sino también como fuente de conocimiento biológico que permita
darle respuesta a preguntas fundamentales sobre el origen de la vida, las dinámicas del cuerpo
viviente o el mantenimiento del ciclo ecológico que permite un mundo diverso, vasto y hermoso.
Ejemplos del reino animal

Algunos ejemplos sencillos del reino animal son:

Los animales domésticos: el perro, el gato, el hámster, los pájaros, los ratones.

Los insectos y artrópodos, desde las arañas, escorpiones y ciempiés, hasta los cangrejos,
cochinillas de humedad, langostas y la enorme diversidad de insectos: mosquitos, moscas,
escarabajos, mantis, cucarachas, abejas, etc.

Animales marinos como peces, delfines, lobos de mar, ballenas, tiburones, mejillones, erizos,
estrellas de mar, pero también otros más simples como el zooplancton, las medusas, etc.

Los gusanos en su enorme variedad: los parásitos intestinales, las lombrices de tierra, los gusanos
rastreros, etc.

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