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Presión Atmosférica: es la presión que ejerce la atmósfera sobre la superficie de la Tierra.

La
presión atmosférica, lo que en física se denomina 1 atmósfera, ejerce un “peso” sobre la superficie
terrestre cuya unidad de medida se denomina milibar (mb) o hectopascal (hPa). La presión
atmosférica normal a cero metros sobre el nivel del mar es de 1013 mb o hPa. Son las variaciones
de ésta presión, ya sea por encima o por debajo, lo que definimos como alta presión (anticiclones
con valores superiores a 1013 mb) o baja presión (borrascas con valores inferiores a 1013 mb).
Además de los cambios atmosféricos, la presión normal de 1013 mb equivalentes a 1 atmósfera,
se ve reducida con la altitud, de esta manera a una altitud de 1500 metros la presión que ejerce la
atmósfera se reduce a 0,83 atmósferas.

Las isobaras son las líneas que unen puntos de la superficie terrestre que se encuentran a la misma
presión atmosférica. Habitualmente se añade al lado su valor en milibares o hectopascales.

El barómetro es el aparato capaz de medir la presión atmosférica.

Las áreas de baja y alta presión son denominadas borrascas y anticiclones, respectivamente. Estas
áreas tienden a desplazarse sobre la superficie terrestre y son estos centros de acción los que
marcan el buen o mal tiempo meteorológico.

Anticiclón: es básicamente aire pesado convergente que tiende a descender. Es una zona en la
que la presión atmosférica es superior a la de las zonas que la rodean. Ésta masa de aire desciende
y se expande por la superficie terrestre. Este tipo de masas de aire son muy estables, por lo que
son difícilmente desplazables una vez se posicionan en una localización. En el hemisferio norte la
masa de aire anticiclónica gira en el sentido de las agujas del reloj. El tiempo que nos suele traer
ésta masa de aire es de bonanza, es decir cielos despejados y poco movimiento atmosférico con
temperaturas altas en verano. Sin embargo, en invierno, aunque también puede traernos cielos
despejados, suelen provocar inversiones térmicas y nieblas.

Borrasca: es básicamente aire ligero divergente que tiende a ascender. Es una zona en la que la
presión atmosférica es inferior a la de las zonas que le rodean. Ésta masa de aire asciende y al
hacerlo succiona el aire que le rodea. Este movimiento de aire ascendente favorece la formación
de nubes y por la tanto la formación de precipitaciones. La borrasca se alimenta de aire frío en su
núcleo y su tiempo de vida depende en gran medida de la cantidad de aire frío que lleve en su
seno. Este tipo de masas de aire son muy inestables y se forman y mueven de forma rápida. En el
hemisferio norte la borrasca gira en el sentido contrario a las agujas del reloj. El tiempo que nos
suelen traer estas masas de aire es inestable, con abundante nubosidad, lluvías o tormentas y en
ocasiones, nevadas en invierno.

Como la atmósfera intenta mantener el equilibrio, el aire que se desplaza hacia las zonas de baja
presión lo hace partiendo desde las zonas de alta presión que la rodean. Este movimiento del aire
de las zonas de alta presión a las de baja y su reflejo en superficie es lo que conocemos como
viento. Las isobaras son una herramienta útil para saber la procedencia del viento y su velocidad,
ya que la intensidad del viento se ve reflejado en lo juntas o no que se encuentren estas isobaras.

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