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Material II

Tensión problemática

Lee el siguiente poema de Nezahualcóyotl:

Yo lo Pregunto.
Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
Nada es para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.

Tal vez, en algún momento de tu vida, hayas sentido lo mismo que


Nezahualcóyotl. Todo esto que vemos está cambiando, las personas mueren, las
relaciones se acaban, uno mismo también cambia y no necesariamente para bien.
¿No hay nada estable, algo que escape a esta aparentemente trágica realidad?
Nezahualcóyotl habla de una raíz y se pregunta si acaso vivimos “con raíz en la
tierra”. Siguiendo esa metáfora podemos imaginar una flor que muestra sus
colores, despide olores y se mueven con el viento, pero esa flor algún día
desaparecerá, morirá. Pero la flor no es sólo lo que vemos, también hay una raíz
que está oculta, en la tierra. Esa raíz conecta a la flor con la tierra misma, es su
fundamento, lo que hace que ella siga viviendo. La pregunta va en el sentido de si
nosotros también tenemos un fundamento o más aún si las cosas tienen un
fundamento. ¿Acaso somos seres lanzados al mundo, sin ninguna razón, sin
finalidad? ¿O hay algo que sostenga nuestra existencia que además le dé sentido?
¿La realidad es inmanente o tiene un fundamento trascendente?

Diagnóstico
Lee con atención cada una las preguntas y piensa en la respuesta antes de
escribirla.

1. ¿Qué sabes sobre las aportaciones de los griegos?


2. ¿Cuál crees que es el origen de todas las cosas?
3. ¿Cómo crees que surgió la filosofía?

Texto 1. Parménides: el Ser absoluto

¿Y si todo lo que creemos que es real, en realidad no lo es y lo único real es algo


oculto para la mayoría y que se muestra sólo a algunos? Parménides es un filósofo
que llevará la sospecha de la realidad a un nuevo nivel. Para él, lo que percibimos,
podría no ser tan real como parece.

Parménides (540-470 a. C.)


[…] Ea pues, que voy a contarte (y presta tú atención al relato que me oigas)
los únicos caminos de búsqueda que cabe concebir;

1
el uno, el que es y no es posible que no sea,
es ruta de Persuasión, pues acompaña a la Verdad;
el otro, el de que no es y el de que es preciso que no sea,
este te aseguro que es sendero totalmente inescrutable.
Y es que no podrías conocer lo que no es —no es alcanzable— ni tomarlo en
consideración.
Pues lo que cabe concebir y lo que cabe que sea son una misma cosa.
[…] Es necesario que sea lo que cabe que se diga y se conciba,
pues hay ser, pero nada, no la hay. Te exhorto a que medites sobre ello, pues te
aparté lo primero de esta vía de indagación.
Mas también de esta otra, por la que, de cierto, mortales que nada saben,
andan errantes, como con dos cabezas, pues la incapacidad que anida,
en sus pechos torna derecho un pensamiento descarriado,
y ellos se ven arrastrados, sordos y ciegos a un tiempo, estupefactos, horda sin
discernimiento,
a quienes de ordinario ser y no ser les parece lo mismo
y no lo mismo, y de todas las cosas es regresivo el camino.
Y ya sólo la mención de una vía
queda; la de que es. Y en ella hay señales
en abundancia; que ello, como es, es ingénito e imperecedero,
entero, único, inmutable y completo.
Y que no “fue una vez”, ni “será”, pues ahora es todo a la vez,
uno continuo. Pues ¿qué origen le buscarías?
¿Cómo y de qué habría crecido? Pues “de lo que no es” no te permito
decirlo ni concebirlo, pues no cabe decir ni concebir
que no es. ¿Y qué necesidad lo habría impulsado
a crearse antes o después, originado de la nada?
Así que es necesario que sea plenamente o que no sea en absoluto.
Y nunca la fuerza de la convicción admitirá que, de lo que no es,
nazca algo fuera de sí mismo. Por ello ni nacer
ni perecer le permitirá Justicia, aflojando sus grilletes
sino que lo retiene. La decisión sobre tales cuestiones está en
“es o no es”.
[…] pues si “llegó a ser” no “es” ni tampoco si “va a ser”.
Así queda extinguido “nacimiento” y, como cosa nunca oída, “destrucción”;
divisible, tampoco lo es, pues es todo él igual,
ni hay parte algo más –ello le impediría ser continuo-,
ni algo inferior, sino que está todo él lleno de ser.
Así que es todo continuo, pues, como es, toca con lo que es.
Más inmóvil, en la limitación de cadenas poderosas
está, sin principio ni fin, pues “nacimiento” y “destrucción”
fueron desterrados a muy lejos y los rechazó la verdadera convicción.
Manteniéndose lo mismo y en lo mismo, yace por sí mismo.
[…] Pues bien, como hay un límite último, completo está
por doquier parejo a la masa de una bola bien redonda, […]

Actividad – Lectura 1
Parménides logra enfocarse en el camino de la razón para descifrar el “enigma” de
la realidad, reconociendo las “señales”. Aplica esta estrategia para resolver el
siguiente enigma.
a) Escucha y analiza la letra de “Los dioses ocultos” de Caifanes con el objetivo de
explicar racionalmente quiénes son esos dioses ocultos.

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b) Recuerda que debes utilizar únicamente tu pensamiento, dejando de lado tus
sentidos e interpretando de tal forma que puedas resolver el enigma.
c) Has por escrito tu reflexión
d) Puedes escucharla escaneando el siguiente código QR con tu dispositivo.

Texto 2. Heráclito: el Ser en devenir

Se dice que sabemos lo que es la alegría porque conocemos la tristeza, que


valoramos más las cosas cuando no las tenemos, que amamos más a alguien que
no nos ama. La vida parece ser una contradicción y tal vez realmente lo sea.
Heráclito fue conocido como “el oscuro” debido a que su obra Sobre la Naturaleza
está escrita en aforismos que no se pueden entender a la primera, además de que
tenía un carácter esquivo y no le gustaba participar en los asuntos de la pólis. A él
se le debe una interpretación distinta sobre la realidad basado en el dinamismo o
devenir.

Heráclito de Éfeso (544-484 a. C.)


1 DK. De esta razón, que existe siempre, resultan desconocedores los hombres,
tanto antes de oírla como tras haberla oído a lo primero, pues, aunque todo
transcurre conforme a esta razón, se asemejan a inexpertos teniendo como tienen
experiencia de dichos y hechos; de estos que yo voy describiendo,
descomponiendo cada uno según su naturaleza y explicando cómo se halla. Pero
a los demás hombres les pasa inadvertido cuanto hacen despiertos, igual que se
olvidan de cuanto hacen dormidos.

30 DK Este orden del mundo, el mismo para todos, no lo hizo Dios ni hombre
alguno, sino que fue siempre, es y será; fuego siempre vivo, prendido según
medidas y apagado según medidas.

50 DK. No escuchándome a mí, sino a la razón, sabio es reconocer que todas las
cosas son una.

51 DK. No comprenden cómo lo divergente converge consigo mismo; ensamblaje


de tensiones opuestas, como el del arco y el de la lira.

53 DK La guerra de todos es padre, de todos rey; a los unos los designa como
dioses, a los otros, como hombres; a los unos los hace esclavos, a los otros, libres.

80 DK. Preciso es saber que la guerra es común; la justicia, contienda, y que todo
acontece por la contienda y la necesidad.

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88 DK. Como una misma cosa se dan en nosotros vivo y muerto, despierto y
dormido, joven y viejo. Pues lo uno, convertido, es lo otro, y lo otro, convertido, es
lo uno a su vez.

Actividad – Lectura 2

Escucha la canción “Un osito de peluche de Taiwán” de Los Auténticos


Decadentes. Está disponible en YouTube o escanea el Código QR con tu
dispositivo móvil.

Después de escuchar la canción y una breve reflexión sobre cómo el amor puede
tener muchas vertientes como en la canción, redacta un escrito que tenga como
referente la siguiente pregunta: ¿Es necesario no amar para amar? No olvides
relacionarlo con Heráclito y la armonía de los contrarios.

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