Está en la página 1de 3

Lograr conocimiento interno de tanto bien recibido, y con esa conciencia educar y

servir, es tarea de todo ser humano. Los maestros reconocemos que los bienes
recibidos nos conducen a corresponder en la construcción de un mundo más justo,
equitativo y pacífico, por ello los nuevos maestros que hoy egresan seguirán el
camino de ofrecer el mayor de los servicios y la búsqueda del bien.

Saludo al presidium.

Hoy es un día muy especial para todos los aquí presentes, especialmente para este
grupo de alumnos que egresan de las licenciaturas en Educación Primaria y en
Educación Especial, Área de Atención Intelectual. Para estos jóvenes egresados,
significa decir adiós a cuatro años de estudiar, conocer a los niños, aprender a
practicar en las aulas, y cumplir con múltiples actividades y comisiones académicas y
culturales, que les acreditan una formación integral.
Quiero agradecer a las madres, padres y familiares de nuestros alumnos, por habernos
confiado algo tan valioso como es la formación profesional de sus hijas e hijos, para
participar con ustedes en su educación. Ellos ingresaron aquí hace cuatro años, en la
plenitud de su juventud. Y, tal como decía John Ruskin, aquí les hemos educado, no
sólo para hacerles aprender algo que no sabían, sino para convertirles en algo que sólo
estaba latente en ellos: unos profesores capaces de contribuir y servir a la sociedad
mexiquense que invirtió en su formación. Ciertamente, todos hemos sido testigos de
su proceso formativo que los ha convertido en personas responsables ante la sociedad,
profesionales de la educación que ahora acometerán por primera vez, con total
autonomía, la alta labor a la que se han abocado, educar a los niños y jóvenes que les
sean designado.
Resultaría difícil resumir en estas pocas palabras las vivencias y los momentos,
buenos y malos, que los condujeron al refuerzo de su vocación inicial, las
felicitaciones, las llamadas de atención, los éxitos en las actividades deportivas y
artísticas, pero principalmente sus logros en el estudio y la práctica profesional.
Jóvenes alumnos, han pasado cuatro años en este recinto, tiempo en el que ustedes
han cambiado y evolucionado en todos los sentidos, y no se han defraudado, a sí
mismos puesto que están a punto de iniciar una nueva etapa en su vida.
Durante su estancia hemos intentado fomentar en ustedes el espíritu crítico y la
capacidad de análisis, las inclinaciones artísticas y deportivas, la necesaria entrega a
la labor docente, para formarles como competentes profesionales de la educación y
plenos seres humanos. Creo que lo hemos conseguido. Y aunque ahora tengan más
próximo el recuerdo de los profesores que los han acompañado durante el último año,
es de justicia reconocer, y seguro que lo han hecho, el esfuerzo y la dedicación de
todos los profesores que han tenido el cargo de educarles, y que a buen seguro han
influido en la formación de su carácter.
Espero que no olviden su propio esfuerzo por configurarse como auténticos maestros.
Porque en estos años han desarrollado sus competencias, han aprendido contenidos y
conceptos concretos, han procurado que su personalidad se fuera enriqueciendo con
valores, que son la base de la humanidad: la tolerancia, la honestidad, el respeto, el
esfuerzo, la cultura de la paz y la solidaridad tienen que formar parte ya de ustedes, y
acompañarlos siempre.
En los últimos semestres han tenido la oportunidad de conocer a algunos antiguos
alumnos, que les han comentado cómo vivieron ellos ese momento de paso de la
normal a la experiencia laboral, y las dificultades que enfrentaron en sus años
iniciales.
Cada uno, desde su experiencia personal, les explicó los pasos que siguió y las
trayectorias profesionales que han buscado. Fue una gran satisfacción poder contar
con su presencia y ver cómo estaban dispuestos a volver a su escuela para hablar con
ustedes, haciendo un hueco en su trabajo. Desde este momento les invitamos a que,
andada ya su carrera profesional, retornen a nuestras aulas a contarnos sobre sus
experiencias, pues es nuestro deseo que en la labor elegida, sean exitosos, con la
misma voluntad y esfuerzo que han mostrado como estudiantes. Porque en el esfuerzo
está precisamente la clave para alcanzar los objetivos que se propongan.
En las casi dos décadas de escolaridad que han cursado hasta la fecha, ustedes han
construido la base de su formación profesional, y es ahora, con su denodado esfuerzo,
cuando tienen que fijarse nuevas metas y luchar por alcanzarlas. No hagan mucho
caso a las voces que los desanimen apuntando a las dificultades y obstáculos del
ambiente magisterial, no se conformen con lo mediocre, luchen por sacar a relucir
todas sus habilidades y experiencias, confíen en sus posibilidades y mantengan el
nivel de esfuerzo alcanzado. Es por ello que la planta de catedráticos ha insistido en
hablar de su futuro. Porque, tal como señalaba Jorge Luis Zannoti, tendrán mayores
probabilidades de alcanzar el éxito si continúan actualizándose permanentemente.
Señores padres de familia, tengan por seguro que en esta mañana llena de júbilo,
nuestra escuela aporta dignos y esforzados ciudadanos a la sociedad mexiquense, con
una formación que les permitirá hacer realidad las expectativas de profesionales y el
mejoramiento de la calidad de vida y desarrollo, un logro del que ustedes y sus
familias deben enorgullecerse.
Saben ahora de la revolución y el predominio de las tecnologías de información y
comunicación en la educación superior, la pertinencia y la vinculación de las escuelas
a las necesidades de la sociedad y el imperativo de lograr un verdadero progreso
humano a través de la enseñanza. Además, la innovación y la calidad como
componentes de la excelencia académica y la planificación y optimización de los
recursos en la gestión laboral. Poseen una sólida base pedagógica, científico-
tecnológica y humanista, que habrá de contribuir a su persona y al éxito en su labor
como profesionales de la educación. 
Adelante queda toda una vida de trabajo, de estudio y de logros. Propónganse honrar
su estancia en esta escuela siguiendo más allá por el sendero de la profesionalización:
jamás sean un obstáculo para sí mismos. Márquense una meta y procuren llegar a ella,
pues el hecho de que hoy estén aquí, aguardando para recibir el documento que
acredita la terminación de sus estudios, es muestra suficiente de que pueden seguir tan
lejos como quieran hacerlo.
Ejerzan su vida como maestros dignos, herederos de una tradición normalista que
abarca más de un siglo, y lleven siempre en alto el nombre de la Centenaria y
Benemérita Escuela Normal para Profesores que los ha formado.
Recuerden incesantemente que “educar es redimir”.
Gracias.

También podría gustarte