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Concepto:
• La partición de bienes consiste en la división y repartimiento de una o más cosas entre los comuneros, es decir,
los sujetos que sobre ellas tienen un solo y mismo derecho.
• Dentro de la partición se pone término a la titularidad común del derecho sobre los bienes indivisos mediante
la adjudicación. Esta es el acto por el cual, la cuota abstracta de un comunero en la totalidad del objeto
indiviso se singulariza en una parte determinada de dicha totalidad.
Campo de aplicación:
1. comunidad hereditaria (artículos 1317 a 1351),
2. bienes de la sociedad conyugal disuelta (artículo 1776);
3. comunidad nacida de un cuasicontrato (artículo 2313);
4. comunidad originada por la disolución de una sociedad civil (artículo 2115).
Formas de
hacer la
por el propio causante, por los coasignatarios de por un juez árbitro llamado
mediante acto entre vivos o común acuerdo; y partidor, caso en el cual se
testamento; desarrolla un juicio de
caracteres peculiares. El Código
partición
Orgánico de Tribunales declara
que la partición de bienes
deber resolverse por árbitros
(artículo 227, N°2°). Es materia
de arbitraje forzoso; su
conocimiento jamás puede
llevarse a los tribunales
ordinarios de justicia.
PARTICIÓN HECHA POR EL CAUSANTE
• Es de naturaleza arbitral.
• En su desarrollo la voluntad de las partes tiene una influencia preponderante.
• Es un juicio doble. Juicio doble es aquel en que el estado de cosas previo al juicio no determina en éste el
rol de las partes, las cuales pueden desempeñar, según los casos, los dos papeles, el de demandante y
demandado. Si, verbigracia en el juicio, de partición solicito que se colacionen los bienes que en vida hizo
el causante a mi coasignatario, indudablemente que yo soy el actor y el último es el demandado. Sucede
al revés si mi coasignatario pide el término del goce gratuito que yo tengo de una casa de la comunidad.
• Es un juicio complejo, por cuanto en él pueden ventilarse una pluralidad de acciones o pretensiones.
• Generalmente, el juicio particional es universal, pues recae sobre una universalidad jurídica, como la
herencia.
• Los resultados de la partición se consignan en la sentencia final que se llama laudo. Este resuelve o
establece todos los puntos de hecho y de derecho que deben servir de base para la distribución de los
bienes comunes. Se adjunta una ordenata o liquidación, en que se hacen los cálculos numéricos
necesarios para esa distribución.
Diligencias previas a la partición.
La designación de curador de
La facción del inventario; La tasación de los bienes, y
los incapaces.
Acción de Partición
• Siempre, por regla general, todo comunero tiene derecho a solicitar la partición de los bienes
comunes. Ese derecho se conoce tradicionalmente con el nombre de acción de partición.
• ¿Qué fundamentos tiene el ordenamiento jurídico para no favorecer la subsistencia de las
comunidades y reconocer siempre a sus miembros el derecho de pedir la partición? La verdad
es que tales fundamentos se relacionan sobre todo con las comunidades incidentales, las
nacidas sin la voluntad propia de los comuneros, y es lógico que en estas hipótesis se piense
que ellos desean salir de la situación no buscada.
• Por lo demás, nada se opone a que los comuneros, si estiman beneficiosa la comunidad, la
mantengan no pidiendo su partición o estipulando expresamente proindivisión.
Caracteres de la acción de partición
• Acción Personal. Porque puede dirigirse únicamente contra las personas que tienen la calidad de comuneros.
• Supone un litis-consorcio pasivo necesario. La acción de partición debe promoverse contra todos los comuneros, porque si
se omite alguno no se logrará el fin perseguido, la disolución de la comunidad: la partición efectuada será inoponible al
preterido.
• Es un derecho potestativo. El derecho de pedir la partición de los bienes comunes se incluye entre los derechos potestativos,
que son aquellos que permiten a sus titulares, mediante un acto unilateral, cambiar la situación jurídica de otros sujetos, sin
que estos últimos nada puedan hacer sino resignarse a sufrir el cambio. Sin embargo, una súbita solicitud de partición pueda
resultar perjudicial para los demás comuneros. Por eso algunos códigos modernos autorizan su diferimiento y, aun la
suspensión de la acción ya iniciada (Código Civil italiano de 1942 y Código Civil peruano de 1984).
• Es irrenunciable e imprescindible. La acción de partición tiene un fundamento de orden público, cual es de encaminarse a
poner fin a un estado que dentro de la economía liberal, no favorece, sino que entraba el desarrollo de las iniciativas
individuales, base del progreso colectivo o social. El derecho de pedir la partición no sólo mira al interés individual de su
titular, sino también al de la sociedad toda y, por ende, es irrenunciable.
• Por las mismas razones es imprescriptible, “la partición del objeto asignado podrá siempre pedirse” (art. 1317 inciso primero).
¿A la acción de partición ejercitada por un comunero, puede otro oponerle la excepción de prescripción
adquisitiva?
• La respuesta a la pregunta será positiva o negativa según se concluya que es posible o no que un comunero adquiera para sí solo el derecho
de la cosa común después de haber poseído en forma exclusiva con los requisitos necesarios para ganarla por prescripción ordinaria o
extraordinaria.
• Desde luego, nadie discute que un extraño pueda ganar por la prescripción adquisitiva el dominio de una cosa ajena, sea que ese derecho
pertenezca individualmente a una persona o en común a varias.
• La otra afirmación previa que toca dejar sentada es la de que resulta indudable que la acción de partición no está sujeta a prescripción
extintiva.
• ¿Cuál es entonces la duda en la legislación chilena? Saber si entre comuneros procede o no la prescripción adquisitiva. En general se ha
dicho que no es posible la prescripción entre comuneros, para lo cual se han sostenido los siguientes fundamentos:
• La acción de partición es imprescriptible (Art. 1317);
• No habría exclusividad en la posesión, ya que cada uno posee toda la cosa;
• La cuota de un comunero es de naturaleza incorpórea. No es una cosa corporal determinada sobre la cual sea susceptible la posesión
material.
• La historia fidedigna del establecimiento de la ley, pues entre los antecedentes del Código Civil se comprendía una disposición legal
que admitía expresamente esta posibilidad.
Titulares de la acción de partición
El testador no puede imponer a los herederos ninguna indivisión, ni por cinco años ni por menos.
Son titulares activos de la acción de partición:
• Los comuneros o coasignatarios.: Todo comunero tiene derecho a pedir la partición y, tratándose de una herencia, cualquier
coheredero (C. Civil, artículo 1317). Todo heredero, sea de la clase que fuere, excepto el asignatario sujeto a condición
suspensiva, es titular activo de acción de partición. Pero no tienen esa calidad los legatarios, pues ellos no son comuneros en
la herencia.
• Coasignatario condicional: Los otros coasignatarios pueden proceder a ella, asegurando competentemente al
coasignatario condicional lo que cumplida la condición le corresponda.
• Herederos de los coasignatarios: Si fallece uno de varios coasignatarios, después de habérsele deferido la asignación,
cualquiera de los herederos de éste puede pedir la partición; pero han de formar en ella una sola persona y no pueden obrar
sino todos juntos o por medio de un procurador común (C. Civil, artículo 1321).
• Cesionario de un coasignatario: El extraño a quien un coasignatario le ha vendido o cedido su cuota tiene igual derecho que
éste para pedir la partición e intervenir en ella (C. Civil, artículo 1320).
Suele ocurrir que uno de los coherederos ceda sus derechos, no los
que les corresponden en la universalidad de la herencia, sino en una
Legitimación cosa determinada de ésta. ¿Puede provocar o intervenir en la
partición?.
a) Si en la sucesión hay uno o más herederos puros y simples y otro u otros que
adquieren parte de la herencia como propietarios fiduciarios, la partición pueden
solicitarla los herederos puros y simples y los propietarios fiduciarios, pero no el o los
que en el fideicomiso tienen la calidad de fideicomisarios. Porque éstos, mientras no se
cumple la condición suspensiva de que pende su adquisición, no son herederos.
• Los tutores y curadores y en general los que administran bienes ajenos por disposición de la ley (padre o madre, adoptante, etc.), no
pueden por sí solos proceder a la partición de las herencias y bienes raíces en que tengan parte sus pupilos: requieren autorización
judicial previa (C. Civil, artículo 1322, inciso 1°).
• La omisión de la autorización judicial acarrea la nulidad relativa de la partición, pues dicha formalidad se halla establecida en
atención a los incapaces para proteger sus intereses patrimoniales.
• La autorización legal sólo es necesaria cuando el representante legal provoca la partición, y no cuando la iniciativa es de los otros
comuneros. A éstos no se les puede trabar el ejercicio de su derecho potestativo de dividir y repartirse los bienes comunes.
• En resumen, la autorización previa de la justicia ordinaria es menester para provocar la partición, pero no para entrar a ella cuando ha
sido pedida o provocada por otro comunero.
• Tampoco es necesaria autorización judicial cuando la partición se hace de común acuerdo y entre los copartícipes hay uno o más
incapaces. La ley señala ciertos requisitos que deben cumplirse en razón de los coasignatarios que no tienen la libre administración de
sus bienes (C. Civil, artículo 1325), pero no menciona dicha autorización.
• El marido no necesita autorización judicial para provocar la partición de los bienes en que tenga parte su mujer; le basta el
consentimiento de su mujer, si ésta fuere mayor de edad y no estuviere imposibilitada de prestarlo, o de la justicia en subsidio (C. Civil,
artículo 1322, inciso 2°)
EL TRIBUNAL (Juez Partidor)
• El juicio de partición, cuyo único fin es dividir y repartir los bienes entre los que sobre ellos tienen un solo y
mismo derecho, se tramita, en primera instancia, por un árbitro, asistido por un ministro de fe, el actuario.
• El partidor verifica los acuerdos de las partes y resuelve las cuestiones o discrepancias que entre ellas se
suscitan.
• El actuario, ministro de fe nombrado por el partidor, autoriza los actos de éste y los que en su presencia se
desarrollan.
• Por regla general el partidor tramita y falla de acuerdo con las normas legales, como un juez ordinario, o sea, es
un árbitro de derecho. Sin embargo, las partes mayores de edad y libres administradoras de sus bienes puedan
dar al partidor el carácter de árbitro arbitrador o amigable componedor. La justicia ordinaria no puede dar al
partidor el carácter de árbitro arbitrador cuando efectúa el nombramiento en desacuerdo de las partes.
• Si entre los coasignatarios hay incapaces nunca podrá nombrarse a un arbitrador, es decir, un partidor que falle
conforme a la prudencia y la equidad y que tramite según las normas que le hayan indicado las partes o, en su
defecto, ajustándose a las establecidas en el Código de Procedimiento Civil.
¿Quienes pueden ser partidores?
• El partidor debe velar además por el pago de las deudas hereditarias y el impuesto a la herencia.
Nombramiento del juez partidor
¿Quienes pueden nombrar al partidor?:
a) los coasignatarios de común acuerdo;
b) la justicia ordinaria y,
c) el causante o testador (Código Civil, artículos 1324 y 1325; Código Orgánico de Tribunales,
artículo 646).
• El causante puede nombrar partidor por instrumento público entre vivos o por testamento
(Código Civil, artículo 1324).
• Para algunos los herederos pueden prescindir del partidor nombrado por el causante y
designar otro o realizar la división y reparto de los bienes de común acuerdo. Razones:
a) como continuadores de la persona del difunto les resulta lícito a los coasignatarios
hacer todo lo que el causante en vida podía hacer, y obvio es que podía revocar dicho
nombramiento;
b) de acuerdo con el COT, el compromiso termina por la revocación de las partes, hecha
de común acuerdo, de la jurisdicción del compromisario (artículo 241), y este precepto
no distingue si el compromisario fue designado o no por los que revocan su
nombramiento;
a) c) los coasignatarios están facultados para hacer la partición por sí mismos de común
acuerdo (Código Civil, artículo 1325), sin que aparezca condicionado el ejercicio de esa
Nombramiento facultad a la existencia de partidor nombrado por el causante, por lo que si lo hay,
automáticamente e indirectamente queda revocado ese nombramiento si ellos hace la
partición.
del Partidor por • Otros sostienen que los coasignatarios no pueden desligarse del partidor nombrado por el
causante, si en su contra no cabe algún motivo de implicancia o recusación, porque:
el Causante a)
b)
el partidor adquiere un verdadero derecho;
la norma del COT que permite la revocación del nombramiento de compromisario, sin
atender al origen del mismo, es de carácter general que tiene en mira a todos los
árbitros; por lo que se concluye que el precepto especial, el del Código Civil, no acepta
la revocación cuestionada, debe considerársele subsistente en todo su vigor;
c) ese precepto dispone que “valdrá el nombramiento de partidor que haya hecho el
difunto...”, sin someter el nombramiento a la condición de que lo confirmen directa o
indirectamente los coasignatarios;
d) si los coasignatarios están obligados a pasar por la partición hecha por el difunto en
cuanto no fuere contraria a derecho ajeno (Código Civil, artículo 1328), con mayor
razón deben respetar la designación del partidor
• Los coasignatarios, aunque no tengan la libre disposición de
sus bienes, pueden nombrar de común acuerdo un partidor de
bienes (Código Civil, artículo 1325, inciso 3°).
• Si alguno de los coasignatarios no tiene la libre disposición de
sus bienes, el nombramiento de partidor debe ser aprobado
b) por el juez.
• Regla mujer casada en sociedad conyugal: Si se trata de una
Nombramiento mujer casada cuyos bienes administra el marido, en tal caso
basta el consentimiento de la mujer, o el de la justicia en
de partidor por subsidio (C. Civil artículo 1326).
• No será necesaria la autorización de la mujer al marido, si
Fernando Alessandri: el nombramiento adolecería de nulidad procesal que podría subsanarse durante el curso
de la partición.
Para otros, la aprobación judicial del nombramiento de partidor cuando concurren incapaces, no es una
exigencia de la ritualidad procesal, es un requisito establecido por la ley substantiva para celebrar válidamente
el contrato de compromiso. La nulidad sería pues, de carácter civil y relativa, susceptible de sanearse por la
ratificación de las partes y la aprobación judicial. Pero la ratificación debe hacerse antes de que la nulidad sea
alegada.
• Si el causante no ha designado partidor y los
coasignatarios no acuerdan la designación de la persona
que ha de desempeñar el cargo, corresponde a la
justicia ordinaria nombrar un partidor que reúna los
requisitos legales, con sujeción a las reglas del Código
de Procedimiento Civil (Código Civil, artículo 1325,
c) inciso final).
• El partidor designado por el juez debe reunir los
Nombramiento requisitos del artículo 1323 del Código Civil. Debe ser,
pues, abogado habilitado para ejercer la profesión,
de partidor por tener la libre disposición de los bienes y no estar
comprendido en ninguna de las causales de implicancia
la justicia y recusación que el Código Orgánico de Tribunales
establece para los jueces. No puede ser albacea o
ordinaria coasingnatario, por que ellos sólo pueden ser partidores
si son designados por el causante (artículo 1324, inciso
1°), o los coasignatarios de común acuerdo (artículo
1325, inciso 3°).
Competencia del Partidor
• Se extiende a todas las cuestiones que la ley especialmente le encomienda y las que,
debiendo servir de base para la repartición, no someta la ley de un modo expreso al
conocimiento de la justicia ordinaria (C. de Procedimiento Civil, artículo 651, inciso
1°). Por ejemplo,
decretar la forma en que han de administrarse pro indiviso los bienes comunes
indicar como debe nombrarse a los administradores, si no se ponen de acuerdo
en ello los interesados;
• Esta competencia es sólo desde que esté organizado el compromiso y mientras
subsista la jurisdicción de dicho árbitro.
b) Cuestiones que nunca son de competencia del
partidor
• Para ejecutar la sentencia definitiva, el que pida su cumplimiento podrá recurrir al partidor o a la justicia
ordinaria, a su elección. Con todo, necesariamente habrá que recurrir a la justicia ordinaria, cuando el
cumplimiento de la sentencia suponga decretar apremios o afecte a terceros que no sean parte en el
compromiso
Tramitación del juicio particional
• El juicio de partición carece de una tramitación ordenada y preestablecida por la ley. Se desenvuelve generalmente a
través de comparendos.
• Si bien la regla del procedimiento particional la constituyen los comparendos, en ciertas hipótesis caben las solicitudes
escritas. Las materias sometidas al conocimiento del partidor deben ventilarse en audiencias verbales, consignándose en
las respectivas actas sus resultados; o por medio de solicitudes escritas, cuando la naturaleza e importancia de las
cuestiones debatidas así lo exijan.
• El primer comparendo gira en torno a materias y datos básicos de la partición:
• se deja constancia del nombre y el domicilio de las partes del juicio y de sus mandatarios o representantes legales;
• se precisa el objeto de la partición;
• se aprueba el inventario que se ha hecho de los bienes;
• se deja testimonio de la concesión de la posesión efectiva, de su inscripción y de las inscripciones especiales de
herencia realizadas;
• Se fijan los días y horas de los comparendos ordinarios, sin que sea necesario practicar nueva citación;
• se acuerda la forma en que han de notificarse las resoluciones del partidor.
• En los comparendos ordinarios puede tratarse cualquier cuestión relativa a la partición; en los extraordinarios sólo las
señaladas en la citación.
OPERACIONES PREVIAS A LA PARTICIÓN
Se deberá proceder a pedir la posesión efectiva del causante, y practicar inventario y tasación de los bienes que serán objeto
de la partición.
a. Facción de inventario.
Regla general: el inventario se hace al inicio de la tramitación de la posesión efectiva (precediendo a la partición)
excepción: que por alguna razon no se hubiese hecho, y sera el partidor competente para todas las cuestiones “relativas a
la formación e impugnación de inventarios”.
b. Tasación de los bienes.
Regla general: se hará por peritos (art. 1335).
Excepción: es posible prescindir de la tasación por peritos, aunque haya incapaces entre los interesados. Distinguimos al
efecto:
• Si se trata de bienes muebles: se requiere sólo el acuerdo unánime de los interesados
• Si se trata de bienes raíces, no basta con el consentimiento unánime de los partícipes, pues además deben existir en los
autos antecedentes que justifiquen la apreciación hecha por las partes
• Tampoco se requiere tasación pericial, cuando se trate de fijar un mínimo para licitar bienes raíces en pública subasta (art.
657 del CPC).
LIQUIDACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES COMUNES
• Mediante la distribución se reparten los bienes comunes entre los coasignatarios, hasta
enterar el haber o cuota líquida que a cada uno corresponde.
• ¿Qué pauta determina la distribución? El legislador señala una serie de reglas, pero éstas
se aplican si los coasignatarios legítima y unánimemente no han acordado otra cosa (C.
Civil, artículo 1334).
Reglas para la distribución de los bienes comunes cuando no hay acuerdo unánime de las partes.
DISTRIBUCIÓN DE BIENES DISTRIBUCIÓN DE BIENES NORMAS PARA LA DIVISIÓN PARTICIÓN DE FRUTOS. ART. ADJUDICACIÓN
QUE ADMITEN CÓMODA QUE NO ADMITEN CÓMODA Y ADJUDICACIÓN DE 1338. PREFERENTE. ART. 1337
DIVISIÓN. C. CIVIL, ARTÍCULO DIVISIÓN. C. CIVIL, ARTÍCULO FUNDOS. ART. 1337, REGLA REGLA 10°.
1337, REGLAS 7°, 8° Y 9° 1337, REGLAS 1° Y 2°. 3°, 4°, 5° Y 6°.
a) Distribución de bienes que admiten cómoda división. C.
Civil, artículo 1337, reglas 7°, 8° y 9°
• La ley, considerando que todos los herederos tiene igual derecho a recibir las mismas cosas de la
herencia, en proporción a sus cuotas, implícitamente establece que si ellas admiten cómoda división,
es decir que pueden dividirse sin perder su valor por la división, sean materialmente divididas de
modo que de cada una toque una parte cada coasignatario.
• Si no es posible que de cada cosa reciba igual parte cada comunero, han de formarse hijuelas o lotes
análogos.
• Los interesados pueden objetar la formación de los lotes y el partidor ha de resolver oyéndolos a
todos. Su resolución es susceptible de los recursos legales. Formados en definitiva los lotes se
distribuyen como lo acuerden las partes y, en caso de discordia, por sorteo.
b) Distribución de bienes que no admiten cómoda división. C.
Civil, artículo 1337, reglas 1° y 2°.
• Si una especie no admite división o ésta la hace desmerecer, tiene derecho a la especie el
coasignatario que más ofrezca por ella. Pero puede que esto no acontezca porque cualquiera de los
comuneros pida la admisión de licitadores extraños, es decir, oferentes que no son coasignatarios.
Esta posibilidad la da la ley para evitar que el coasignatario de mayores medios económicos se quede
con la especie por un valor inferior al real en perjuicio de lo otros.
• Concurriendo postores extraños, la cosa la obtendrá el que más ofrezca por ella, sea un coasignatario
o un extraño. Al primero se le asigna la cosa por adjudicación; al segundo por tradición, siendo el
título la compraventa. El valor de la cosa que se adjudica o vende se divide entre todos los
coasignatarios a prorrata.
• No habiendo quien ofrezca más que el valor de tasación o el convencional y compitiendo 2 o mas
coasignatarios por la misma especie, es preferido el legitimario.
c) Normas para la división y adjudicación de fundos. Art. 1337, regla 3°,
4°, 5° y 6°.
• Las porciones de uno o más fundos que se adjudiquen a un solo individuo, serán, si posible fuere,
continuas, a menos que el adjudicatario consienta en recibir porciones separadas, o que de la
continuidad resulte mayor perjuicio a los demás interesados que de la separación al adjudicatario.
• Se procurará la misma continuidad entre el fundo que se adjudique a un asignatario y otro fundo de
que el mismo asignatario sea dueño.
• En la división de fundos se establecerán las servidumbres necesarias para su cómoda administración
y goce.
• Si dos o más personas fueren coasignatarios de un predio, podrá el partidor con el legítimo
consentimiento de los interesados separar de la propiedad el usufructo, habitación o uso para darlos
por cuenta de la asignación.
d) Partición de frutos. Art. 1338.
1. Regla general: frutos percibidos durante la indivisión pertenecen a los dueños de las cosas
fructuarias, en la proporción de sus derechos en tales cosas;
2. Regla: Dominio de los frutos, cuando existen legados de especie o cuerpo cierto: no pertenecen a
los herederos, sino a los legatarios (art. 1338 números 1 y 3), salvo excepción de condición
suspensiva.
3. Regla: Dominio de los frutos, cuando existen legados de género: sólo se deberán los frutos que la
cosa produzca una vez constituidos en mora los herederos (art. 1338 N° 2).
4. Regla: Formación del cuerpo de frutos: para distribuirlos, se forma una cuenta especial, con un
activo y un pasivo propios.
5. Regla: Frutos pendientes al tiempo de las adjudicaciones: se mirarán como parte de las especies
adjudicadas, tomándose en cuenta para estimar el valor de las mismas (art. 1339).
e) Adjudicación preferente. Art. 1337
regla 10°
• Excepción a la igualdad entre los comuneros para adjudicarse los bienes indivisos, al consagrar el derecho de
adjudicación preferente en favor del cónyuge sobreviviente, sobre el inmueble en que resida y que sea o
haya sido la vivienda principal de la familia, así como del mobiliario que lo guarnece.
• Si el valor total de dichos bienes excede la cuota hereditaria del cónyuge, éste podrá pedir que sobre las
cosas que no le sean adjudicadas en propiedad, se constituya en su favor derechos de habitación y de uso,
según la naturaleza de las cosas, con carácter de gratuitos y vitalicios.
• El derecho de habitación no será oponible a terceros de buena fe mientras no se inscriba la resolución que lo
constituye en el Registro del Conservador de Bienes Raíces. En todo lo no previsto, el uso y la habitación se
regirán por lo dispuesto en el Título X del Libro II.
• El derecho a la adjudicación preferente no puede transferirse ni transmitirse.
Art. 1337 regla 11°: NO requieren aprobación judicial los actos de división y adjudicación y venta a terceros que
se realicen conforme a las reglas que anteceden.
Entre los herederos a prorrata de sus cuotas en la herencia (art.
1340).
Distribución de las
deudas Lo que fije el testador al efecto o acuerden los herederos, no
empece a los acreedores, quienes podrán demandar a la totalidad
de los herederos para que respondan por su cuota en la herencia