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1.

Tema de investigación

Seguridad y salud en el trabajo en poblaciones de alto impacto.

1.1 Título

Diseño del protocolo para el uso y almacenamiento seguro de agroquímicos para los campesinos

de la vereda Báchiga en el municipio de Matanza Santander


2. Planteamiento del problema

En el continuo desarrollo del hombre, la pujante industrialización y lo intereses económicos

de grandes empresas productoras de plaguicidas, surge para los agricultores la necesidad de

combatir plagas que afecten sus cultivos y para ello se utilizan productos capaces de eliminarlas.

Los plaguicidas son sustancias químicas altamente tóxicas, su uso indiscriminado, su inadecuada

aplicación y almacenamiento a lo largo de los años han generado efectos altamente negativos

para el medio ambiente y en la salud del ser humano a nivel mundial.

En varios países latinoamericanos hubo un aumento constante en el uso de plaguicidas en las

últimas décadas y se ha vuelto masivo y cotidiano el uso de estos productos en la agricultura, a

pesar de su alta toxicidad y de los miles de casos de intoxicación por décadas son productos

ampliamente utilizados por los campesinos.

John Madeley (2003) en su informe indica lo siguiente:

La producción agrícola ha implicado Riesgos adicionales para los pobres del mundo. De acuerdo

con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estimaciones de enfermedades

ocupacionales, hechas en 1994, indican que hubo entre dos y cinco millones de casos de

envenenamiento por plaguicidas en 40,000 instalaciones. En algunos países los plaguicidas

causan 14 por ciento de las enfermedades ocupacionales en la agricultura y 10 por ciento de los

decesos. (p.11)

García, Ramírez, Lacasaña (2002) indican en su estudio que:


La Organización Mundial de la Salud ha estimado que cada año se producen en el mundo

alrededor de un millón de intoxicaciones agudas por exposición a plaguicidas, con una letalidad

entre el 0,4 y el 1,9%. La exposición laboral se encontraría detrás del 70% de estos casos

mortales. Por otra parte, la exposición mantenida a bajas dosis de plaguicidas se ha relacionado

con una variedad de trastornos a medio y largo plazo, incluyendo diferentes tipos de cáncer,

alteraciones de la reproducción y alteraciones del sistema nervioso, entre otros problemas.(p.237)

En Colombia, al igual que en otros países, el uso de agro insumos es requerido para mejorar la

producción agrícola y combatir plagas; su consumo es masivo y se comercializan miles de

toneladas cada año para tal fin. Según datos de la FAOSTAT en 2017 en Colombia se emplearon

37.698.3 toneladas de plaguicidas Por tanto la población colombiana se encuentra expuesta a

plaguicidas y más en grupos de agricultores por ser éstos el colectivo más numeroso expuesto a

dichos productos ya que los manipulan directamente sin el conocimiento apropiado y seguro para

su uso y almacenamiento .

En el presente diseño se trabaja con una población de agricultores de la vereda Báchiga en el

Municipio de Matanza/Santander, éstos agricultores al igual que los de las demás veredas

pertenecientes al municipio basan su economía en el cultivo, producción y venta de

principalmente de tomate, la arveja, habichuela, pimentón y frijol, y en un porcentaje menor a

la ganadería. Son una población de alto impacto a la que no se les brinda la atención oportuna

por parte del estado y entes municipales, son un grupo de personas incorporadas al sistema

subsidiado como la mayoría de familias del municipio y sin afiliación a un sistema de riesgos ,

por lo cual son una población bastante vulnerable y expuesta a varios riesgos y probables

enfermedades generadas por su ocupación en el campo y que en la mayoría de veces es poco

valorada . Se tiene conocimiento por ellos mismos de episodios de intoxicación por el uso
inadecuado de plaguicidas,; ellos en su desconocimiento, falta de asesoría, falta de ayudas del

estado y desinterés propio, no vienen realizando buenas practicas agrícolas en cuanto al uso,

aplicación y almacenamiento de dichos productos tóxicos; además y no menos importante el

daño al medio ambiente y a los consumidores de dichos productos. En el presente trabajo que se

realiza y a futuro lo que se quiere aportar como salubristas es crear conciencia sobre los daños a

la salud por mal manejo y por falta de uso de EPP para desarrollar dichas labores; también se

busca promover cambios de actitud y estrategias educativas para el manejo seguro de agro

insumos, promoción y prevención de enfermedades ,cuidado con el medio ambiente, desarrollo

de un protocolo seguro para el uso y almacenamiento y en la medida de lo posible buscar

recursos para ayudar a dicha población dónde sea su salud la que prime por encima de otros

intereses .
3. Objetivos

3.1 Objetivo General

Diseñar el protocolo para el uso y almacenamiento seguro de agro insumos para los campesinos

de la vereda Báchiga en el municipio de Matanza/Santander.

3.4 Objetivos específicos

 Realizar revisión bibliográfica sobre los efectos generados sobre la salud y el medio

ambiente por el uso inadecuado de agro insumos.

 Determinar si la población de estudio tienen afectaciones en su salud por el uso de agro

insumos tóxicos, por medio de instrumento encuesta.

 Capacitar a la población sobre daños a la salud y al medio ambiente por el uso y

almacenamiento inadecuado de agro insumos o plaguicidas.

 Promover estrategias educativas de promoción y prevención, cambios de actitud, buenas

prácticas de manejo seguro y uso de epp para el uso seguro de los agroquímicos.

Marco Referencial
Antecedentes

“El uso de plaguicidas en Bolivia ha generado una problemática reflejada en la economía de los

productores, la exposición de la salud de los consumidores, las inadecuadas condiciones

laborales de los agricultores, el incumplimiento de la normativa nacional e internacional y la

contaminación del ambiente. Todo esto tiene repercusiones en el área productiva, económica,

social, política, de salud pública y en definitiva de seguridad y soberanía alimentaria. Por lo

mencionado es necesario mirar a la problemática de los plaguicidas con una visión integral e

inclusiva para poder encontrar soluciones que sean sostenibles y saludables.” Rafael Cervantes

Morant, Coordinador de Salud Fundación Plaguicidas en Bolivia (PLAGBOL) en 2010.

(Universität, 2010)

Por iniciativa propia del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y las

compañías miembros de la Cámara Pro cultivos de la Asociación Nacional de Empresarios de

Colombia, presentaron en el año 2003 una primera edición de las Guías Ambientales para el

Subsector de Plaguicidas, en el marco del Convenio Especial de Cooperación Técnica y

Científica celebrado entre dichas entidades. Su objeto era elaborar un conjunto de guías

ambientales para los diversos subsectores agropecuarios, en el marco de “Política Ambiental

Nacional de Producción Más Limpia” y fueron concebidas a través de un proceso de

concertación entre las autoridades ambientales, los sectores productivos y la academia, como un

instrumento de consulta y orientación para todas las personas interesadas en alguna de las etapas

de producción, comercialización, consumo y pos consumo de plaguicidas químicos de uso

agrícola en nuestro país, cuyo contenido ha marcado las pautas para el accionar metodológico y

de procedimientos a emprender en la gestión ambiental y responsable de estas sustancias al


momento de iniciar la ejecución de proyectos, obras o actividades, que busca fortalecer los

procesos de planificación, manejo y control ambiental. (Rojas, 2019, p. 16)

En este orden, las presentes Guías para la Gestión Ambiental Responsable de los Plaguicidas

Químicos de Uso Agrícola en Colombia, consolidan el trabajo anterior y adiciona nuevos ajustes,

en busca de lograr un documento de referencia único en el desarrollo de alternativas técnicas que

minimicen el riesgo ambiental y promuevan la gestión integral en las actividades con plaguicidas

químicos de uso agrícola y para los programas de las autoridades ambientales.

Esta segunda versión de las guías corresponde a una actualización que se basa en primer lugar,

en las necesidades de los actores relacionados con plaguicidas químicos de uso agrícola en

relación con los avances normativos y los nuevos instrumentos de gestión expedidos, dada la

importancia del tema y el compromiso con el medio ambiente. (Rojas, 2019, p. 17)

Además, la actualización de estas guías se encuentra en el marco de las actividades derivadas del

Sistema Nacional de Medidas sanitarias y Fitosanitarias, la Política Nacional de Sanidad

Agropecuaria e Inocuidad de Alimentos, específicamente en el CONPES 3514 de 2008 “Política

Nacional Fitosanitaria y de Inocuidad para las Cadenas de Frutas y de Otros Vegetales”, que

busca en esencia mejorar las condiciones fitosanitarias de las frutas y la inocuidad de la

producción hortofrutícola con el fin de proteger la salud y vida de las personas, aumentar la

competitividad y fortalecer la capacidad para obtener la admisibilidad de los productos agrícolas

en los mercados internacionales. (Rojas, 2019, p. 17)


Marco Teórico

Definición de plaguicida químico de uso agrícola (PQUA)

Cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar cualquier

plaga, las especies no deseadas de plantas o animales que causan perjuicio o que interfiere de

cualquier otra forma en la producción, elaboración, almacenamiento, transporte o

comercialización de alimentos, productos agrícolas, madera y productos de madera. El término

incluye a las sustancias o mezcla de sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de las

cosechas para proteger el producto contra el deterioro durante el almacenamiento y transporte.

(Decisión 767 de 7 de diciembre de 2011)

Este término no incluye los agentes biológicos para el control de plagas (los agentes bioquímicos

y los agentes microbianos). (Decisión 436 Norma Andina para el Registro y Control de

Plaguicidas Químicos de Uso Agrícola).

Los plaguicidas químicos de uso agrícola son sustancias activas y productos que tienen la

capacidad de erradicar o combatir organismos nocivos o no deseados, como las plagas,

enfermedades y las malezas.

Pueden utilizarse en:

• Agricultura para proteger la producción agrícola, reducir o evitar pérdidas hasta en un

30%.

 Productos cosechados, reduce la pérdida hasta en un 10-15% más.

 Agricultura ayudan a obtener mayores rendimientos en la producción y con ello aumentas

la competitividad y la apertura de los mercados para los sectores productivos de los

países.
 Salud Humana, ayuda a controlar vectores para evitar o reducir la incidencia de

enfermedades.

 Controlar las malezas en áreas no agrícolas como las institucionales, públicas, canales,

represas, entre otras a nivel veterinario e industrial.

 Como apoyo para las autoridades en el control y erradicación de cultivos ilícitos, entre

otros

Clasificación de los plaguicidas según su capacidad de producir daño

Toxicidad. Es la capacidad de una sustancia química de causar daño a los organismos vivos.

Ésta depende de la cantidad de sustancia administrada o absorbida y del tiempo de exposición a

la misma. La correlación entre la exposición y la correlación entre la exposición y la incidencia o

el grado de severidad es llamada correlación-respuesta. Los plaguicidas pueden afectar

directamente a los organismos vivos causando la muerte por su toxicidad aguda (se refiere a los

efectos tóxicos observados con una exposición única de corta duración menos de 24 horas en

animales de laboratorio), o afectando el crecimiento, la sobrevivencia por factores reproductivos

u otras funciones según su toxicidad crónica. Los plaguicidas pueden afectar indirectamente a los

organismos por alteración de otros que le sirven de alimento, o por afectar la calidad

del hábitat. (Martin. 2015, p.198)

Es importante mencionar que el riesgo de efectos negativos para los organismos no solamente

depende de la toxicidad sino también de la exposición al plaguicida.

Dosis letal 50 (DL50)


Es la cantidad de miligramos de ingrediente activo por kilogramo de peso, requerido para matar

al 50% de los animales de laboratorio expuestos. La DL50 en el caso de los plaguicidas, debe

determinarse para las diferentes rutas de exposición (oral, dérmica y respiratoria) y en diferentes

especies de animales. (Benitez, 2012, p. 18)

Clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado, sujeta a actualizaciones

periódicas, una clasificación según su peligrosidad, entendiendo ésta como su capacidad de

producir daño agudo a la salud cuando se da una o múltiples exposiciones en un tiempo

relativamente corto. Esta clasificación se basa en la dosis letal media (DL50) aguda, por vía oral

o dérmica de las ratas. Sin embargo; un producto con una baja dosis letal media (DL50) puede

causar efectos crónicos por exposición prolongada.

El concepto de prevención de la contaminación

A lo largo de la historia las estrategias destinadas a controlar la contaminación han pasado por

distintas etapas y por ello en la última década comenzó a tomar forma la idea de que la mejor

manera de solucionar los problemas originados por los contaminantes es no generarlos. Este

enfoque traslada los controles ambientales desde su lugar tradicional (a continuación del proceso
productivo) hacia el proceso productivo mismo (al cual deben ser integrados). Pero para lograr

esta integración es necesario cambiar la forma de pensar la problemática ambiental y evolucionar

desde una planificación remediadora en la que los contaminantes deben ser eliminados de los

efluentes y residuos después de haber sido generados hacia una preventiva, cuyo objetivo es

introducir en el proceso de producción las modificaciones necesarias para minimizar (o eliminar

si es posible) tanto la generación de residuos y efluentes como la utilización de sustancias

tóxicas.

En consecuencia, el objetivo de la prevención de la contaminación es reemplazar los procesos

que producen consecuencias ambientales negativas por otros menos contaminantes o en otras

palabras evitar que se produzca la contaminación.

La prevención comprende estrategias orientadas a lograr la optimización del consumo de

materias primas, la sustitución de insumos peligrosos donde sea posible, la adopción de

prácticas, procesos y tecnologías más limpias, entre otros.

Por su parte, la minimización comprende la adopción de medidas organizativas y operativas que

permiten disminuir la cantidad y peligrosidad de los residuos generados que precisan un

tratamiento o disposición final, antes de adoptar acciones de control y tratamiento de los

residuos, vertimientos y emisiones generados durante el proceso.

Adicionalmente, en los últimos años las prácticas de prevención están fuertemente apoyadas por

los beneficios económicos obtenidos en aquellas actividades en donde se han adoptado


estrategias y programas sobre prevención de la contaminación. En Colombia, específicamente en

el tema relacionado con residuos o desechos peligrosos, el Decreto 4741 de 2005, ha establecido

para alcanzar este propósito un instrumento denominado el Plan de Gestión Integral que

desarrollan los generadores tendientes a la prevención y minimización de los residuos peligrosos.

(Ramirez, 2002, p. 21)

Otro concepto clave frente a la gestión ambiental es la incorporación de los costos ambientales,

principio mediante el cual se reconoce que los agentes potencialmente contaminadores deben

tener en cuenta los costos de la contaminación causada, así como, los costos involucrados en la

prevención de la contaminación y el control de la misma; con el fin de evitar que estos costos

sean trasladados al Estado, los consumidores o a la sociedad en su conjunto.

Este principio busca los siguientes efectos en las actividades sectoriales productivas:

Búsqueda de estrategias en la producción para controlar la contaminación desde la fuente de

generación, a través de la reducción de volumen del contaminante, la reducción de la toxicidad

del mismo y otras opciones factibles; El alcance de la responsabilidad ambiental de la entidad

generadora se ha extendido hasta cubrir todo el ciclo de vida del producto; Se genera un cambio

radical en la percepción y actitud hacia el manejo de los residuos por parte de los consumidores.

En este caso, se trata de una modificación voluntaria de sus hábitos de consumo que se promueve

mediante la implementación de campañas de educación y sensibilización ambiental.; A lo largo

de esta guía encontraremos en cada una de las etapas de gestión de los plaguicidas químicos de

uso agrícola diferentes prácticas y lineamientos orientados a la Prevención de la Contaminación

como las siguientes:

 Procedimientos para evaluación de riesgos


 La administración de inventarios, para evitar los desperdicios y generación de desechos

 Aplicación de prácticas de mantenimiento preventivo de los equipos e instalaciones

 Uso eficiente y responsable de los plaguicidas químicos de uso agrícola

 Minimización de residuos

 Uso eficiente de energía

 Uso eficiente de agua

 Reciclaje y reutilización de subproductos y desechos

 Prevención de accidentes

La Eco- Biología de las plantas indeseables

Para desarrollar un correcto programa de control de malezas es importante conocer los hábitos de

las malezas dentro de los campos agrícolas y la forma en que interfiere con el cultivo.

De acuerdo a su ciclo biológico, las malezas se clasifican como anuales y perennes Tal capacidad

de persistir por cortos o largos períodos de vida está dada fundamentalmente por las vías de

reproducción que posea la planta. (Faostat, 2012, p.20)


Los elementos básicos para la Investigación aplicada en manejo de malezas son:
La planta que se reproduce por vía sexual, o sea a través de sus semillas, solo persiste por breves

períodos de tiempo, los que son variables en dependencia de la especie, clima y otras

condiciones bióticas y abióticas, mientras que las especies perennes sobreviven por tiempo más

prolongado, ya que se reproducen también por vía agámica, o sea a través de estolones, rizomas,

tubérculos o bulbos. (Faostat, 2012, p.21)

Por lo tanto, para tener un conocimiento de una especie de maleza de importancia se debe

estudiar:

 Fases de desarrollo de la planta, definiendo las fases fenológicas en la que comienza un

determinado modo de reproducción. Este estudio en un país de clima cálido debe

realizarse en las distintas épocas del año, pues variaciones importantes pueden tener

lugar.

 Tasas de reproducción de la planta bajo diferentes condiciones o épocas del año.

 Viabilidad de los órganos de reproducción, períodos y condiciones óptimas de

germinación.

 El número de emergencias o cohortes de las malezas en el ciclo del cultivo.

Es esencial conocer la dinámica del banco de semillas en el suelo a fin de adoptar métodos de

control que puedan reducir la cantidad de semillas viables a corto o mediano plazo. (Faostat,

2012, p.22)

La interferencia de las malezas con el cultivo

Por interferencia se entiende todo el daño causado por las malezas a un cultivo determinado, el

cual puede ser a través de la competencia de las malezas con la planta cultivable por el agua, los
nutrientes y la luz, o a través de la alelopatía, consistente en la liberación de sustancias tóxicas de

las raíces y el follaje de las plantas indeseables, que pueden dañar al cultivo. (Faostat, 2012,p.22)

La competencia de las malezas

La competencia de las malezas por la luz, los nutrientes y el agua es una de las vías de las

malezas para interferir con el crecimiento normal de los cultivos. Para comprender la

competencia, es común estudiar el llamado “período crítico” de competencia de las malezas, el

que se define como el período durante el cual las malezas deben ser controladas para prevenir las

pérdidas de rendimiento.

El período crítico se determina experimentalmente mediante la inclusión de variantes

desyerbadas durante determinados períodos a partir de la siembra o trasplante del cultivo y otras

inversamente no desyerbadas en idénticos períodos de tiempo.

Los resultados de rendimientos del cultivo bajo la influencia de las malezas los distintos períodos

permiten determinar el período más conveniente de control de las malezas.

Alelopatía

El fenómeno de liberación de sustancias fitotóxicas o fitoestimulantes por las partes aéreas y

subterráneas de una planta es lo que se conoce como alelopatía. La liberación de las sustancias

biológicamente activas puede tener lugar también a través de los residuos de una misma planta.

Es por esto último que es conveniente estudiar el efecto de los residuos de las malezas sobre las

plantas cultivables utilizadas en la rotación de cultivos, para así conocer los posibles daños y
buscar formas para evitarlos en el proceso de preparación del terreno. Un campo mal preparado,

con alta presencia de residuos de malezas alelopáticas a la planta a cultivar, puede reducir

considerablemente la germinación de la planta cultivable. (Faostat, 2012, p.22)

También resulta importante evaluar el potencial alelopático de variedades de cultivo sobre

especies de malezas de importancia. El uso de una variedad productiva y que posea además

propiedades inhibitorias sobre algunas especies de malezas puede ser de enorme valor para el

manejo integrado de malezas.

Una planta cultivable puede resultar alelopática en dependencia de su densidad de siembra,

fenómeno que no debe confundirse con la competencia. Marcos de siembra menos distantes por

lo general pueden aumentar el efecto inhibitorio del cultivo alelopático sobre determinadas

malezas, lo cual debe ser también objeto de estudio.

El parasitismo

El parasitismo es otra forma de interferencia y consiste en la relación entre dos especies

vegetales, en la cual una se beneficia de la otra sin eliminarla. A diferencia de otras plantas, las

parásitas no tienen ni raíces ni hojas. Sin embargo, poseen órganos engrosados llamados

haustorios (primarios y secundarios), que pueden fijarse a tallos, hojas y/o raíces de otras plantas,

lo que les permite absorber la humedad y los nutrimentos necesarios para su Crecimiento Existen

plantas hemi- parásitas, cuyo parasitismo es parcial, ya que poseen clorofila en fases tempranas

de su ciclo y, por ende, cierta capacidad de fotosintetizar, mientras que las holoparásitas no
poseen clorofila y dependen completamente de los nutrimentos tomados de la planta hospedera.

(Faostat, 2012, p.23)

Las malezas del género Cuscuta son parásitas foliares, ya que su haustorio se fija en el tallo o en

las hojas de la planta hospedera, mientras que las de los géneros Striga, Alectra y Orobanche son

parásitas radicales, pues fijan este órgano en las raíces de la hospedera.

Métodos más comunes de control de malezas

 Preventivos (legales, de cuarentena y otros al nivel de finca o hacienda)

 Culturales (rotación de cultivos, preparación del terreno, uso de coberturas, policultivo,

acolchado, manejo del agua, desyerbes manuales o mecánicos en el ciclo del cultivo)

 Químicos (uso de herbicidas)

 Biológicos (clásico mediante la introducción de enemigos naturales exóticos y de

inundación a través del incremento de las poblaciones de enemigos ya existentes.

 Otros no convencionales (solarización del suelo, uso de agua caliente, otros en actual

desarrollo.

Marco Conceptual

Según la Secretaría de fomento agropecuario (2010) son productos sintetizados químicamente,

usados en la agricultura para controlar, evitar o destruir cualquier plaga, y mejorar o proteger los

cultivos y animales vinculados a la producción agrícola, además de evitar o combatir los vectores

de enfermedades humanas.

Este tipo de sustancias pueden tener varias presentaciones entre las cuales se encuentran los

polvos, los gránulos, los líquidos o los gases, además también varía el nivel de efectividad y
toxicidad sobre los diferentes elementos del medio ambiente, ya sea que actúen de manera tóxica

o corrosiva; además de encontrarse en peligro de explosión o de incendio; y su uso

indiscriminado puede ocasionar diferentes tipos de contaminación y en diferentes niveles

(Secretaría de fomento agropecuario, 2010).

Los agroquímicos se clasifican en diferentes tipos entre los cuales están:

Insecticidas: Son utilizados para evitar las plagas de insectos, funcionan inhibiendo enzimas

vitales en los cultivos.

Herbicidas: Generalmente son usados con el fin de desechar y evitar el crecimiento de plantas

no deseadas en los cultivos. Una vez identificada el tipo de planta que no se quiera dejar crecer,

se aplica el herbicida indicado.

Fertilizantes: Sustancia estimulante utilizada para el enriquecimiento del suelo, favoreciendo así

el crecimiento y desarrollo del cultivo más rápidamente.

Fungicidas: Su funcionamiento es similar al de los herbicidas e insecticidas, pero estos se

encargan de combatir los diferentes tipos de hongos en plantas o cultivos.

Acaricidas: Funcionan al igual que los herbicidas, insecticidas y fungicidas, pero repelen todo

tipo de ácaros en plantas o cultivos.

Fitorreguladores: Son aquellos productos a base de hormonas que permitirán incrementar o

estimular el crecimiento de la plata o incluso paralizar el desarrollo de las raíces

Panzer 480 SL es un herbicida no selectivo de aplicación en post emergencia y acción sistémica,

recomendado para el control de la mayoría de las malezas anuales y perennes. Penetra por las

hojas y se mueve dentro de las partes aéreas y subterráneas de las plantas causando la muerte

total de las malezas entre los 7 a 15 días después de las malezas entre los 7 a 15 días después del

tratamiento.
Paraquat es el nombre comercial del Dicloruro de 1,1'-dimetil-4,4'-bipiridilo, un viológeno. El

paraquat es usado como un herbicida cuaternario de amonio. Es un herbicida no selectivo de

amplio espectro que actúa por contacto, es decir, no se trasloca sino que afecta al órgano verde

cuya superficie resulta asperjada. Es altamente tóxico para los humanos si es ingerido. Otros

miembros de esta clase incluyen Diquat, Ciperquat etc. todos estos son reducidos a ion radical, lo

que genera radicales superóxidos que reaccionan con membranas lípidas insaturadas.

Biocida: Sustancia química de amplio espectro de acción, capaz de destruir los organismos

vivos. Son biocidas los insecticidas, herbicidas, fungicidas y plaguicidas en general. Produce

efectos a corto plazo, ya que hongos, insectos y plantas no deseados desarrollan formas

resistentes al cabo de un tiempo.

Pulverizadores motorizados: Estos equipos usan una bomba accionada por energía externa para

brindar la presión al plaguicida en la manguera en vez de darle al tanque. Estos sistemas pueden

montarse en tractores, camiones, remolques o avionetas.

Bomba

La bomba debe tener capacidad suficiente para suministrar el caudal necesario a los picos y al

agitador hidráulico (si es necesario) y para mantener la presión. Si las formulaciones tales como

polvos mojables van a ser usadas, los componentes de la bomba deberán ser resistentes a la

corrosión y abrasión. Las juntas, las tapas de los pistones y la turbina deberán ser resistentes a la

dilatación y a la descomposición química provocada por muchos plaguicidas líquidos.

Agitadores

Cada pulverizador debe tener agitación para mantener la mezcla uniformemente. Si hay muy

poca agitación, el plaguicida se aplicará de manera dispareja. Si hay mucha aplicación, algunos

plaguicidas pueden formar espuma e interferir el funcionamiento de la bomba y el pico.


Tuberías y Mangueras

Las mangueras de succión (que salen del tanque) deben ser reforzadas de modo que no se

rompan. Las mangueras y elementos de ajuste de presión lateral de la bomba, deben ser capaces

de soportar presiones más altas que las presiones de operación esperadas, preferiblemente tan

altas como la máxima presión que la bomba pueda desarrollar, para soportar los incrementos

bruscos de presión.

Indicadores de presión (Manómetro)

El indicador de presión o manómetro se coloca en una salida lateral de la bomba para brindarle al

operador una información visual de control de la presión. Los manómetros deberán tener un

rango de presiones de, al menos, el doble de la presión de trabajo esperada.

Marco Legal

La Resolución N° 485/03 establece medidas para el uso correcto de plaguicidas en la producción

agropecuaria, en el Art.1°, establece medidas para el uso correcto de plaguicidas en la

producción agropecuaria, en la siguiente forma:

a) Establecer una franja de seguridad de 100 metros a la redonda de asentamientos

humanos, entros educativos, centros y puestos de salud, templos, plazas, lugares de

concurrencia pública y cursos de agua en general. Dentro de estas franjas de seguridad no

podrán ser aplicados ninguna clase de plaguicidas.

b) Implementar campaña de capacitaciones, concientización y difusión de las normas

vigentes relacionadas con el uso correcto de los plaguicidas, Ley Nº 123/91 y sus

Decretos reglamentarios; y de la protección de los recursos forestales, Ley Nº 422/73 y


sus decretos reglamentarios, cuyas normas regulan la protección de los recursos

naturales.

c) Convocar a instituciones del sector agropecuario a apoyar y coadyuvar con esta campaña

en los términos del punto precedente.

DECRETO Nº 2.048/04 “Se reglamenta el uso y manejo de plaguicidas de uso agrícola

establecidos en la Ley Nº 123/91”

Según el Artículo 13º.- Barreras Vivas: en casos de cultivos colindantes a caminos vecinales,

poblados objeto de aplicación de plaguicidas, se deberá contar con barreras vivas de protección a

fin de evitar posibles contaminaciones, por deriva a terceros, debiendo tener en cuenta las

siguientes recomendaciones:

El ancho mínimo de la barrera viva deberá ser de 5 metros.

• Las especies a ser utilizadas como barreras vivas, deberán ser de follaje denso y poseer

una altura mínima de 2 metros.

• En caso de no disponer de barreras de protección viva, se dejará una franja de 50 metros

de distancia de caminos colindantes, sin aplicar plaguicidas.

El Decreto N° 17.723/97 sobre “Acuerdo de alcance parcial para la facilitación del transporte de

mercaderías peligrosas del Mercosur”, establece las condiciones, normas y procedimientos

aplicables al transporte de sustancias o productos peligrosos, incluyendo los plaguicidas, que

presenten riesgos para la salud de las personas, la seguridad pública o el ambiente. Se deberán

observar las siguientes disposiciones:


• Certificado de habilitación del vehículo y del equipamiento para el transporte a granel

vigente, otorgado por el MOPC y el Instituto Nacional de Tecnología y Normalización

(INTN).

• Documento que acredite aptitud técnica (frenos, luces, dirección, estado de neumáticos,

etc.) de las unidades de transporte vigente.

• Documento que acredite la capacitación específica del conductor.

• Declaración de carga del expedidor (denominación apropiada para el transporte, clase o

división, N° ONU, grupo de embalaje y declaración de conformidad).

• El expedidor o dador de la carga debe identificar claramente el material peligroso en la

carta de porte, remito o documentación entregada al transportista.

• Los vehículos deben ser identificados de acuerdo a los materiales peligrosos

transportados, conforme a la cantidad y clase de material. Las identificaciones consisten

en etiquetas de riesgos y paneles de seguridad instalados en determinadas partes del

vehículo (frente, parte posterior y laterales). En los vehículos cisternas, en los que difiere

el riesgo, será por compartimiento. Las identificaciones deben ser de material retro-

reflectivo visible en horas nocturnas.

• Los paneles de seguridad deben contener el N° de ONU y N° de riesgo principal

correspondiente a la carga, para así facilitar la rápida identificación en caso de siniestro,

circunstancia que debe ser comunicada a las autoridades intervinientes (policía,

bomberos, etc.) y el expedidor de la carga.

• El transportista exigirá del expedidor de la carga todas las informaciones sobre el

producto peligroso y los riesgos asociados a él, las medidas de seguridad con el

transporte y las precauciones esenciales a ser adoptadas en caso de emergencia. Se reitera


que la instrucción escrita en previsión de cualquier accidente es de porte obligatorio y

debe acompañar en todo

• momento a la carga. Por lo tanto, es exigible para el expedidor por parte del transportista,

la identificación correspondiente del producto a ser transportado


Bibliografía

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