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EL MÉTODO

MONTESSORI

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desarrollo en las distintas etapas educativas
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de ESO y Bachillerato La Evaluación en Educación Infantil, Primaria y Secundaria
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en las Etapas de Educación Infantil, Primaria y Secundaria.
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Ciudadana en Educación Infantil, Primaria y Secundaria
La intervención educativa desde la competencia de
La Psicologia Evolutiva en las Etapas de Educacion Infantil, aprender a aprender y autonomía e iniciativa personal
Primaria y Secundaria: El Desarrollo Motor, Afectivo-social,
Lingüístico y Cognitivo El desarrollo madurativo en la edad de educación secundaria
obligatoria y bachillerato. Repercusiones en el ámbito educativo
El Método Montessori
Formación del profesorado ANFAP
Asociación Nacional para la
Formación y Asesoramiento de
los Profesionales

EL MÉTODO
MONTESSORI

ANDALUCÍA - ARAGÓN - ASTURIAS - BALEARES - CANARIAS - CANTABRIA - C. LA


MANCHA - C. LEÓN - CATALUÑA - MADRID - GALICIA - LA RIOJA - EXTREMADURA -
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podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes reprodujeren, en todo o en parte,
una obra literaria, artística o científica fijada en cualquier tipo de soporte sin la preceptiva autorización.

Autor: Instituto Neurológico Integral Beremia


DATOS DEL CURSO

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▪ Profesores de Educación Secundaria de todas las especialidades.
▪ Profesores de la especialidad de Psicología y Pedagogía.
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DIRECCIONES DE LOS CENTROS DE REFERENCIA

MAGISTER. Gta. Cuatro Caminos 6, 28020, Madrid. Teléfono: 912 98 64 18


CONTENIDOS
_____________________________________________________________________________________

INTRODUCCIÓN

 MÓDULO I: CONTEXTO HISTÓRICO Y EPISTEMOLÓGICO DEL MÉTODO


MONTESSORI

1. CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA DEL MÉTODO MONTESSORI

1.1.Quién fue María Montessori


1.2.Antecedentes del pensamiento Montessori
1.3.Personajes influyentes en el pensamiento Montessori

2. CONTEXTUALIZACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL MÉTODO MONTESSORI

2.1. Legado de Montessori


2.2. Vinculación del Método Montessori con las Pedagogías alternativas

 MÓDULO II: CONTEXTO TEÓRICO DEL MÉTODO MONTESSORI

3. CONTEXTUALIZACIÓN DEL MÉTODO MONTESSORI

3.1. Definición y características


3.2. Diferencia entre el Método Montessori y otras pedagogías

4. PRINCIPIOS DEL MÉTODO MONTESSORI

4.1. Libertad y autonomía


4.2. Individualidad
4.3. Autodisciplina

5. ETAPAS O PLANOS DEL MÉTODO MONTESSORI

5.1. Mente absorbente del niño


5.2. Periodo de la niñez
5.3. Adolescencia
5.4. Madurez

 MÓDULO III: TRIADA NIÑO – GUÍA – ESPACIO PREPARADO DEL MÉTODO


MONTESSORI

6. EL NIÑO

6.1. Visión del niño en el contexto montessoriano

7. AMBIENTE PREPARADO

7.1. El entorno
7.2. Los materiales
8. EL GUÍA

8.1. Características del guía


8.2. Rol del adulto como guía

 MÓDULO IV: EL JUEGO Y EL PORTAFOLIO COMO HERRAMIENTAS PARA EL


APRENDIZAJE

9. EL JUEGO Y LA CREATIVIDAD: HERRAMIENTAS PARA EL APRENDIZAJE

9.1. Contexto histórico


9.2. El juego dentro de las aulas montessorianas

10. EL PORTAFOLIO: MECANISMO DE SEGUIMIENTO DEL APRENDIZAJE

 MÓDULO V: LA ENSEÑANZA DEL MÉTODO MONTESSORI

11. EXPERIENCIAS PRÁCTICAS DE LA FORMACIÓN DE LOS DOCENTES

11.1. Contexto histórico

12. PAPEL DEL GUÍA MONTESSORI

12.1. Contexto histórico


12.2. Características

13. TALLER DE CREATIVIDAD PARA GUÍAS MONTESSORI

13.1. Contexto histórico

 MÓDULO VI: EL APRENDIZAJE Y EL MÉTODO MONTESSORI

14. LA ESCUELA NUEVA: VINCULACIÓN CON EL CONCEPTO DE APRENDIZAJE

14.1. Contexto histórico


14.2. Características

15. VINCULACIÓN DEL MÉTODO MONTESSORI CON LA ESCUELA NUEVA

15.1. Beneficios educativos

 CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACIÓN

 TAREAS

 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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INTRODUCCIÓN

“La esencia de la educación Montessori es ayudar al niño en su desarrollo y ayudarlo a adaptarse


a cualquier condición que el presente le requiera”
María Montessori.

El método educativo propuesto por María Montessori destaca el desarrollo natural de las aptitudes del
niño a través del descubrimiento, alejándose de los métodos educativos tradicionales en los que el
maestro transmite los conocimientos.

Se basa en el principio de libertad, condición necesaria para lograr el aprendizaje de manera natural.
Promueve la educación centrada en el niño y en el desarrollo de sus potencialidades.

El niño aprende a trabajar de manera independiente y en grupo. Es capaz de resolver de forma autónoma
los problemas que se le presentan y administrar debidamente su tiempo, pues se estimula la toma de
decisiones desde temprana edad. Enriquece sus destrezas de comunicación facilitando su inclusión en los
diferentes entornos sociales.

El niño construye el conocimiento por sí solo, lo que involucra enseñarle qué es la responsabilidad en la
realización de las actividades académicas.

El autoaprendizaje del niño no se produce de un día para otro, es un proceso que requiere orientación por
parte de un guía que debe estar profesionalmente formado, emocionalmente bajo control y abierto a
nuevas experiencias.

El papel del docente como guía Montessori va a permitir que el niño se convierta en un adulto
profesional, crítico, analítico y con el poder de decidir qué es lo que más le conviene.

El niño participa de manera activa en su proceso de aprendizaje, el cual se desarrolla en un ambiente


ordenado y preparado. El aula Montessori se convierte en un lugar donde el niño desarrolla sus
conocimientos por medio de una labor de aprendizaje libre.
A través de este curso, vamos a conocer esta metodología al detalle y de la mano de nuestros expertos y
creadores del contenido que se presenta en este manual.

Ángel Alirio Pérez. Candidato a Doctor en Pedagogías Críticas (Doctorando).


Economista con Maestría en Planificación y Administración de la Educación
Superior. Profesor desde el año 1998 en la Universidad de Los Andes, Mérida,
Venezuela. Investigador activo con publicaciones en revistas indexadas y
arbitradas. Expositor y participante en Jornadas y Eventos Educativos nacionales y
regionales. Miembro activo de la Comunidad de Aprendizaje “Gestión y
Socialización del Conocimiento”. Artículos Publicados: Comunidad de
Aprendizaje. Una alternativa de Estudio (2018); Las Pedagogías Alternativas desarrollan el pensamiento
crítico (2017); Procedimientos educativos como práctica del aprendizaje por experiencia (2016) y Una
aproximación a las Pedagogías Alternativas (2016), entre otros.

Bethzaida Africano. Doctora en Pedagogía Crítica (2018). Magister en Gerencia


Empresarial. Ingeniero de Sistemas. Profesora a nivel universitario desde el año
2005. Investigadora activa con publicaciones en revistas arbitradas e indexadas.
Expositora y participante en Jornadas y Eventos Educativos nacionales y regionales.
Actualmente realizando estudios e investigación en Pedagogías Alternativas.
Apasionada de la tecnología, en busca del camino del conocimiento. Servidor
Público de la Unidad Territorial Fundación para el desarrollo de la Ciencia y
Tecnología del estado Bolivariano de Mérida, Venezuela Fundacite – Mérida). Miembro fundador y
activo de la Comunidad de Aprendizaje “Gestión y Socialización del Conocimiento”. Artículos
Publicados: Acto educativo virtual. Una visión desde la confianza (2018); Comunidad de Aprendizaje.
Una alternativa de Estudio (2018); Las Pedagogías Alternativas desarrollan el pensamiento crítico (2017);
Procedimientos educativos como práctica del aprendizaje por experiencia (2016) y Una aproximación a
las Pedagogías Alternativas (2016), entre otros.

María Alejandra Febres Cordero. Doctora en Gestión la Creación Intelectual


(2018). Magister en Ciencias Económicas, Economista egresada de la Universidad
de Los Andes. Investigadora activa con publicaciones en revistas arbitradas e
indexadas. Expositora y participante en Jornadas y Eventos Educativos nacionales y
regionales. Actualmente Profesora en la Escuela de Ingeniería Geológica,
Departamento de Geomecánica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los
Andes, Mérida, Venezuela con más de 10 años como docente. Realizando estudios e
investigación en Pedagogías Alternativas. Servidor Público de la Unidad Territorial
Fundación para el desarrollo de la Ciencia y Tecnología del estado Bolivariano de Mérida, Venezuela
Fundacite – Mérida). Miembro fundador y activo de la Comunidad de Aprendizaje “Gestión y
Socialización del Conocimiento”. Artículos Publicados: Las relaciones sociales derivadas del uso de las
tecnologías en los procesos educativos virtuales (2018); Comunidad de Aprendizaje. Una alternativa de
Estudio (2018); Las Pedagogías Alternativas desarrollan el pensamiento crítico (2017); Procedimientos
educativos como práctica del aprendizaje por experiencia (2016) y Una aproximación a las Pedagogías
Alternativas (2016), entre otros.
MÓDULO I
_____________________________________________________________________________________
CONTEXTO HISTÓRICO Y EPISTEMOLÓGICO DEL MÉTODO
MONTESSORI
_____________________________________________________________________________________

1. CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA DEL MÉTODO MONTESSORI

1.1. Quién fue María Montessori

Hablar de la educadora italiana María Montessori requiere recurrir, además de su bibliografía y consultar
otros escritos, al abordaje de algunos textos dedicados a su vida y obra. Con ello, se presentará el contexto
donde nació y vivió para comprender la significación de su contribución pedagógica; lo cual se efectuará
realizando una aproximación a su trabajo. Síntesis que mostrará los rasgos de la vida de una mujer que
alcanzó una divulgación universal de su método pedagógico y que marcó una relevante ascendencia en
otras alternativas docentes. Por supuesto, se dejarán de lado un sin fin de detalles al realizar un resumen,
elaborado en pocas páginas, como el que se presenta. Sin embargo, este escrito permite entender, en parte,
la contribución sus ideas pedagógicas y su ubicación dentro del contexto de las pedagogías alternativas.
En ese sentido, hablar de educación, pedagogía y método, bajo la óptica de Montessori, es hablar de su
investigación experimental producto de la formación de los niños, lo cual realiza distanciándose de
algunas posturas teóricas y políticas de su época.

María Montessori fue la creadora del modelo educativo que lleva su nombre y que, en expresión a su hijo,
no fue intencional comenzar un movimiento educativo, sino que fue producto colateral de la realización
de sus actividades como médico. Nacida el 31 de agosto de 1870 en el poblado de Chiaravelle, en la
provincia de Ancona, puerto al mar Adriático, en el centro de Italia y en el año de la unificación italiana.
Su Padre, Alessandro Montessori, provenía de una familia de la nobleza de Bolonia y fue militar del
Partido Liberal, que había luchado por la independencia de Italia. Su Madre, Renilde Stoppani, era liberal
y católica, además de una gran devoradora de libros. En 1882 la familia se traslada a Roma con el fin de
que María asistiera a las mejores escuelas, pues ya había demostrado inclinaciones intelectuales y un
especial ingenio para las matemáticas. Entró a la Regia Escuela de Michelangelo Bounarroti, en la que
predominaban los varones. En esa escuela, María era la única mujer. Su padre quería que estudiara para
maestra, pero en 1984, por iniciativa propia, se inscribió en la escuela técnica para hombres para estudiar
ingeniería, la cual abandonó, después de un año, cuando surgió su interés por estudiar medicina. En el
caso de María Montessori, fue una mujer que estableció un pensamiento y escribió en referencia a lo
educativo y que, además, ejerció la práctica de la acción docente. Asimismo, propició innovaciones y
reformas pedagógicas en el marco de un contexto histórico determinado.

En el transcurso de la historia del ser humano, la acción educativa ha tenido distintas proposiciones en el
campo pedagógico, las cuales, en su momento, se han presentado como estrategias innovadoras del hecho
educativo. En ese sentido, ha existido desde hace largo tiempo la necesidad de reconocer las
contribuciones y las prácticas realizadas por las mujeres en el entorno cultural, social, político y
económico. Dichos aportes tienen como características fundamentales ser reconocidos para destacar la
identidad de sus representantes como mujeres. Esto quiere decir, reconocer el papel histórico de la mujer,
visibilizándola, no encubriéndola en un papel secundario al hombre. Se requiere observar la presencia de
las mujeres en todos los ámbitos a fin de resaltar un proceso de legitimación e integración histórica de la
trayectoria de las mujeres. Así, en el caso de María Montessori es relevante conformar una mirada,
aunque no sea en profundidad, de su papel en estos contextos y lo primero a tomar en cuenta es el
momento histórico que le correspondió vivir. De estas circunstancias nace el hecho de que hay que
considerar que los individuos no pueden existir en condiciones disociadas con su praxis diaria, las
condiciones de trabajo y de existencia, la participación social y política. Todos estos aspectos y otros más
que involucran la vida de las personas y que no puede entenderse la existencia en sociedad sin tomar en
consideración la interrelación de cada uno de ellos.

En el caso de Italia, para cuando nace Montessori, era un país fragmentado políticamente y con una alta
dependencia de Austria. Avanzaba un movimiento intelectual, cultural y unitario, conocido como el
“Risorgimento”. En dicha época, se establecieron una serie de revueltas de carácter liberal, básicamente
antiaustríacas, que tuvieron su origen en los territorios ricos, industrializados y más avanzados
socialmente, establecidos en la región del norte del país. Italia, como Estado unificado, promovió la
desaparición de las antiguas fronteras, así como la homogenización legal y monetaria. Pero, al mismo
tiempo, la nueva entidad debió enfrentar a una serie de problemas que dificultaron su cohesión:
desigualdad económica y social entre un norte rico, industrializado, urbano e integrado en la economía
europea, y el sur preindustrial, agrario y pobre; políticamente los representantes de los industriales y
comerciales del norte considerados liberales y los defensores de los intereses predominantemente agrarios
del sur etiquetados como conservadores; administrativamente se asumió un régimen de monarquía
parlamentaria quedando la representación relegada a una minoría y las condiciones de vida abismales de
los trabajadores industriales urbanos o agrícolas desembocan en fuertes movimientos anarquistas y de
izquierda. Bajo esta perspectiva, la vida de María Montessori transcurre, inicialmente, en lo que los
historiadores han llamado Segunda Revolución Industrial, momento histórico de grandes inventos en
transporte, comunicaciones y procesos productivos. Situación que indujo a transformaciones en las
condiciones de trabajo, en la educación, en la convivencia social, en la consolidación de las naciones y en
la expansión comercial entre países. Unido a ello, y causante de estas variaciones, fueron las innovaciones
tecnológicas que determinaron una reorganización en las formas de producción y en el incremento de la
elaboración de bienes y prestación de servicios comerciales; se modernizaron las condiciones de la
participación política de los ciudadanos y evolucionó la democracia.

Agregado a lo anterior, se presentó una explosión demográfica que consolidó las grandes ciudades. Se
produjo la emigración rural, aumentando la fuerza de trabajo disponible para laborar en las grandes
fábricas, donde se incluía la participación de las mujeres y los niños. Asimismo, se destacan las
modificaciones, además de las reformas, en las condiciones de enseñanza y en los sistemas educativos.
Como consecuencia de esto último, cambiaron los roles a cumplir dentro del núcleo familiar que
transformó el papel a jugar por cada uno de los miembros del hogar. Por su parte, el incremento comercial
indujo a la consolidación de los sistemas bancarios requeridos para mejorar las transacciones. Surge una
clase media que aprovechó las nuevas riquezas provenientes de los cambios económicos; clase social
integrada por comerciantes, empresarios, gerentes empresariales y de entidades bancarias, agentes de
seguros, contadores, médicos, abogados y maestros, entre otros.

En la medida que se desarrolla el comercio a nivel mundial, se produce la dominación de unas naciones
sobre otras, proceso que se afianza a través del progreso de la expansión económica, a partir de 1870,
sustentado en el libre cambio. Dominación económica, en los términos de intercambio, impuesta por las
potencias sobre naciones menos adelantadas. Esta expansión fue consecuencia de la búsqueda de
mercados y materias primas requeridas para el desarrollo de la producción de la revolución industrial.
Esta sencilla observación nos indica que el proceso de industrialización, en la medida que efectuó la
transformación de la sociedad en su conjunto, igualmente transformó las necesidades de crecimiento en
todos los ámbitos. Es decir, lo que acabamos de observar nos conduce a entender que, a partir de
mediados del siglo XIX, se presentó un período en el que la educación abre sus puertas a marginales
como el obrero, la mujer y los niños. En consecuencia, todo lo dicho hasta ahora explica por qué la
educación, en la nueva sociedad moderna e industrial, requería de una instrucción técnica desde la edad
infantil hasta la edad adulta, de donde se desprende que el contexto pedagógico necesitaba desarrollar, no
solamente la ingeniosa organización de los contenidos educativos, sino, además, una didáctica conforme a
las nuevas características de los aprendices. Asimismo, se destaca que los gobiernos se atribuyeron la
tarea de reglamentar el proceso educativo, por lo que las transformaciones educativas, surgidas de la
pedagogía y la experiencia, estaban dirigidas a capacitar la mano de obra que demandaba el nuevo
procedimiento de realizar la actividad productiva.

En ese contexto existe, por otro lado, la condición de una situación histórica de subordinación, opresión o
dominación de las mujeres en base al sexo. Condición sustentada en una construcción social de identidad,
definida según el sexo, que determina diferentes roles, derechos y oportunidades a las personas.
Condición que se construye socialmente por el ejercicio del poder masculino que ubica a los hombres en
pleno dominio de las instituciones, en el desarrollo de los conocimientos y en el orden del mundo. La
diferencia entre lo que representa lo masculino y lo que representa lo femenino se imparte desde la niñez,
más aún, antes de nacer. Caracterización con un alto componente cultural y con la realización de actitudes
que no son solo biológicas, debido a que el/la infante crece en un ambiente donde existen determinadas
tareas, obligaciones y roles, distintos para el padre y para la madre. Lo cual, a su vez, le es transmitido en
las mismas condiciones para moldear su comportamiento en familia. Su crecimiento y desarrollo se
encuentra determinado por el dualismo jerárquico que impone el papel o modalidad de existencia en
familia y sociedad. Lo masculino y lo femenino se asumen como categorías, en tiempo y espacio, para
identificar a los seres humanos en su forma de pensamiento, de expresión y en su práctica diaria. En
consecuencia, lo que acabamos de expresar nos conduce a reconocer las diferentes formas en que se
comportan hombres y mujeres, en dos dimensiones, a la hora de construir sus identidades, de crear
conocimientos, de producir lenguaje y de generar estructuras sociales.

Forjarse un camino en un mundo trazado por y para los hombres, le permitió a María Montessori
destacarse desde niña y a lo largo de su vida. Como estudiante, su incursión en campos específicamente
relegados a hombres le presentó innumerables retos. A la edad de 13 años, contemplando estudios en
ingeniería, ingresó en un colegio técnico para varones, el Regio Instituto Técnico Leonardo da Vinci. Su
deseo por estudiar medicina le ganó la oposición no solo de su padre, sino de la Facultad de Medicina de
la Universidad de Roma. Unido a ello, existía un clima de alta efervescencia en Italia, marcado por las
protestas y manifestaciones de campesinos, obreros y socialistas, clamando condiciones de vida más
dignas que coincidieron con sus primeros años de vida universitaria. Montessori trasgredió las barreras
tradicionales entre hombres y mujeres en la educación, así como las existentes entre docente y estudiante
y, en el proceso de ejercicio de su profesión, redefiniría estos papeles.

Todo lo expresado anteriormente queda representado en la Figura N° 1, titulada Contexto Histórico de


María Montessori, donde quedan reflejados los elementos que definieron el momento de vida y formación
de María Montessori que determina la características de la propuesta pedagógica y de su método
educativo.
Concentración de la
población

Desarrollo División del


Urbano trabajo

Psicoanálisis

Geopolítica Conocimiento Positivismo

Pedagogía

Desarrollo Revolución
Económico Industrial

Cultura

Figura Nº 1: Contexto Histórico de María Montessori


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

1.2. Antecedentes del pensamiento Montessori

La visión de María Montessori estuvo impregnada de diversas corrientes que marcaron pauta en la época
de su trabajo. Las influencias y antecedentes más importantes a considerar se sintetizarían de la siguiente
manera:

a) Ámbito cultural. En sus primeras ideas influyeron principalmente tres representantes de la cultura
italiana de la época, Lombroso, Verga y Sergi. Sergi se interesó por la antropología y la psicología
experimental para hacer progresar a la pedagogía. Bajo esta influencia Montessori canalizó sus
investigaciones para el estudio de la escuela primaria. Culturalmente, comenzó su vida profesional
en tiempos donde asociar la educación infantil al aspecto social y al pedagógico, así como
contemplar el amparo y la defensa del niño oprimido, era una etapa en la que asumir esa postura
era considerado resultaba transformador de la realidad infantil.
b) Itard y Seguin. Estos autores ejercieron gran influencia en la obra de María Montessori y gran
cantidad de sus conceptos los admite. En el caso de Itard, se preocupó por niños con discapacidad
autitiva y niños con problemas fisiológicos, interés manifiesto derivado de la experiencia que tuvo
con “el salvaje de L´Aveyron”. Por ello, elaboró un método educativo basado en principios
fisiológicos. Montessori asume la metodología pedagógica desarrollada por Itard manifestando
que dicha pedagogía era una verdadera “pedagogía científica”. En el caso de Seguin, igualmente
médico y educador y discípulo de Itard, los procesos educativos y fisiológicos servían para el
tratamiento sobre la debilidad mental y la discapacidad, al igual que la medicina. Seguin destacaba
que la afectividad y los elementos fisiológicos, así como la actividad del ser, se desarrollan en
contacto con otros niños. Montessori reconoce a Seguin como su maestro, por lo que el método
montessoriano contiene varios de los principios de Seguin.

c) El sensualismo. Para María Montessori la inteligencia induce al desarrollo del espíritu en sus
relaciones con el mundo exterior, de tal manera que el ambiente condiciona la evolución
intelectual. Consideró a filósofos del sensualismo, Locke y Condillac, para los que el
conocimiento se fundamenta en la información sensorial. Esta corriente filosófica rechaza la
división de la experiencia en interna y externa y sitúa a la sensación exterior como el origen único
del conocimiento humano. A pesar de ello, Montessori se diferencia de las ideas de estos
filósofos. En el caso de Condillac, este consideraba a las sensaciones como pieza fundamental de
la conciencia, pero Montessori asumía las actividades y funciones del cuerpo vivo, antes que en
una acción de conciencia. También, consideraba la importancia del ambiente, sin embargo, no
consideraba que el niño se desenvolviera en el medio de forma pasiva.

d) Positivismo y metafísica. Montessori consideró la filosofía, la antropología y la medicina en la


elaboración de su pedagogía. Su formación le permitió, a partir de hechos concretos, otorgarle una
base científica a sus teorías y obra pedagógica. Considera que el medio de conocimiento es la
acción comprobada y verificada, a través de los sentidos, que trata del ser, de sus principios y de
sus propiedades. Abraza el esquema científico de la época, pero, a pesar de ello, su obra muestra
elementos espirituales.

e) El naturalismo. Montessori propuso una educación que está dirigida a no admitir nada fuera de la
naturaleza, ya que las cosas y acciones se explican por leyes naturales, para lo cual no se recurre a
la intervención de principios sobrenaturales. Es decir, la educación se fundamenta en el respeto a
las leyes fisiológicas y biológicas del desarrollo, lo cual se constata en los ejercicios sensoriales, la
educación corporal, el contacto con los objetos y trabajar la atención sobre materiales concretos.
Al igual que el naturalismo, consideró que el niño no distingue “el bien y el mal” hasta los 6 años
y que nada puede influir en él, así que las bases del carácter se forman mediante el contacto con la
naturaleza. La educación montessoriana no es únicamente naturalista, ya que también comprende
una tendencia espiritual.

f) Rousseau. Parte de la premisa de lo buena que es la naturaleza para que el niño aprenda por sí
mismo en ella. Aprendizaje dirigido para que el niño haga las cosas por sí mismo, que se motive
para hacerlas. Asimismo, los niños se deben educar en base a sus intereses y no por la aplicación
de una disciplina estricta. Rousseau considera la libertad del niño y su autonomía. Igualmente
desestima la intervención adulta, que es contraria a la naturaleza. Aunque Montessori expresaba
que debía haber una intervención organizada del educador y, para ello, se debía utilizar un
material apropiado que posibilite alcanzar autonomía y desarrollo armónico del niño. Y, en ese
mismo sentido, no debería existir un liberalismo absoluto, muy por el contrario, fomentar una
voluntad que conlleve libertad y disciplina. Montessori asume, al igual que Rousseau, el rechazo
del mundo adulto aplicado a los niños y para cambiar la relación adulto-niño tradicional.

g) El idealismo. Siendo Montessori positivista también reconoce su idealismo. Sus concepciones


idealistas se deben a su fe religiosa, por lo que niega la existencia de cosas independientes de la
conciencia. Con la aplicación de su método, dio prioridad al reconocimiento de los derechos del
niño y al desarrollo de la personalidad, debido a la fe en lo divino y en lo trascendente. Condición
que se muestra cuando establece “el espíritu absorbente”, el “embrión espiritual”, las “capacidades
misteriosas”, el “maestro interior”, “la eliminación de los castigos y las recompensas pero que
sean internas”, entre otras.

h) El neoidealismo italiano. El espíritu asumido como principio del mundo y no de la materia y,


consecuentemente, el espíritu constituye toda la realidad, la creación de sí mismo, de las
capacidades y las libertades. En consecuencia, el acto espiritual es determinado por el
pensamiento. Ideas asumidas por Gentile para promover a la escuela a un nivel su supremo. En
ese sentido, este autor establece una terminología coincidente con el método de Montessori. Sin
embargo, Gentile no consideró el elemento ambiente, mientras que Montessori consideró el medio
y los materiales. Así, se establece en la práctica montessoriana un idealismo “humano” que
permite acercarse a los niños y atender a los niños como individuos concretos con personalidades
concretas y no como abstracciones.

i) El psicoanálisis. Montessori reconoció las aportaciones de la teoría psicoanalítica en el estudio


del niño, de su comportamiento, de sus reacciones para entender que los conflictos en la infancia
producen dificultades y neurosis en los adultos. Montessori aplicó algunos de estos conocimientos
a la práctica educativa. Su visión del juego y de la imaginación tiene origen en el psicoanálisis.
Ella abogaba para que el niño viviera en un medio pacífico y que respondiera a sus necesidades;
también rechazaba toda represión ejercida por parte del adulto.

1.3. Personajes influyentes en el pensamiento Montessori

El primero que llamó su atención fue Johann Heinrich Pestalozzi (1746-1827), pedagogo suizo que
destacó la idea de la educación natural de los infantes, enfatizando la enseñanza en la acción. Es
considerado como el padre de la pedagogía moderna, ya que su nombre inspiró a Fröbel, Herbart y, más
tarde, a Montessori. Su obra se relaciona con los movimientos de reforma de la educación del siglo XIX.

La segunda gran influencia en María Montessori fue Jean Marc Gaspard Itard (1774- 1838), un médico
francés propulsor de la educación especial y de la otorrinolaringología. Sus trabajos fueron conocidos a
partir de observaciones que realizó entre 1801 y 1807 acerca del caso de Víctor de Aveyron, también
conocido como Niño Salvaje de Aveyron. Es conocido como el padre de la nueva pedagogía, ya que
resaltó la importancia de la observación en los niños, comprendiendo que no es posible imponer nada en
ellos; y, a partir de esta hipótesis, desarrolló ejercicios y materiales para potenciar y comprender sus
capacidades.
Montessori consideraba que el ambiente determinaba la experiencia sensorial que induce al conocimiento,
al igual que Locke y Condillac. En consecuencia, el desarrollo de un niño se rige por el reconocimiento
de sensaciones e impresiones, placeres y dolores, de tipo físico y psicológico que se admiten del exterior.
Esta aceptación sensorial precede a la toma de consciencia. Para Montessori, cuando el niño se encuentra
preparado para la admisión de los estímulos provenientes del ambiente, se concentra mejor. Esto quiere
decir que una idea no se desarrolla de la nada, sino del interés en las actividades de conocimiento surgidas
del propio del niño. Por ello, la importancia otorgada a la preparación del material educativo en el
momento indicado, esto es, de la particularidad de cada material utilizado. Montessori tiene el mérito de
ser la primera educadora que ofrece al niño la libertad para escoger cuál utilizar, dentro de una variedad
de materiales que contienen distintos niveles de dificultad y complejidad.
c
Montessori consideró que la ciencia puede identificar las necesidades del niño, lo cual se evidencia al
declarar que es notorio que una verdadera ciencia experimental que guíe a la educación y libere al niño de
la esclavitud no ha surgido aún. Pero, cuando logre aparecer, nacerá de las llamadas ciencias. Sin
embargo, la propia naturaleza va sentando las bases para desarrollar el carácter del niño, ya que, hasta los
seis años, el niño no distingue el “bien del mal” y nada puede influir positivamente en la moralidad
infantil. Por lo anterior, el naturalismo advierte que el tránsito de la vida sensorial infantil a la vida social
e intelectual se haría, en parte, gracias a la obra educativa de la misma naturaleza. Así pues, la educación
montessoriana atiende al espíritu como fuente creadora de la vida humana, Es por ello que no puede ser
exclusivamente del naturalismo, ya que este privilegia lo material y lo fisiológico sobre la vida espiritual.
Sin duda, reconoció que tanto el crecimiento como la educación siguen las leyes fisiológicas y biológicas.
Al favorecer las leyes de un desarrollo armónico, se facilita el surgimiento de las funciones espirituales y
un poco misteriosas que hacen del hombre una “creación divina”. Entonces, ella trató de conciliar los
elementos naturalistas y espiritualistas.

La Figura N° 2, que se muestra a continuación, denominada Antecedentes y Personajes Influyentes del


Método Montessori, sintetiza lo expresado en los puntos anteriores. (Fuente: Africano, Febres-Cordero,
Pérez, 2020).
2. CONTEXTUALIZACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL MÉTODO MONTESSORI

2.1. Legado de Montessori

La aportación de todos los teóricos a la educación es un referente obligado para aquellos que ejercitan la
necesidad innata de conocimiento en el desarrollo de su actividad. El Método de María Montessori es una
aportación que se basa en el principio de libertad, una condición necesaria para lograr el aprendizaje de
manera natural, obteniendo de ello la independencia y el placer por el conocimiento. En este sentido, basa
su aportación a la educación a partir de la observación de los niños pequeños determinando las etapas
sensibles, la mente absorbente y las leyes naturales que gobiernan el crecimiento psíquico del niño, donde
se incluyen los períodos de crecimiento; reconociendo en el niño el deseo innato y espontáneo de
aprender del medio que lo rodea, proponiendo la creación de ambientes adecuados y el diseño material
sensorial para que de manera autónoma realice su aprendizaje. Promueve la educación centrada en el niño
y en el desarrollo de sus potencialidades, donde el maestro guía y orienta a partir de la observación que
mantiene en cada uno de los niños durante el desarrollo de la actividad en libertad, en un ambiente
ordenado y estructurado.

De aquí, que la propuesta de Montessori se fundamenta en los siguientes focos:

a) La mente absorbente de los niños. Los niños poseen una maravillosa capacidad de aprendizaje.
Los conocimientos van pasando, poco a poco, del inconsciente a la conciencia

b) Los períodos sensibles. Se refiere a que las sensibilidades del niño le permiten ubicarse, en
relación con el mundo externo, de un modo excepcional, favoreciendo el acceso al lenguaje, a la
coordinación de movimientos, a tener noción del orden, a la agudización de los sentidos y asumir
un comportamiento social.

c) La autonomía de los niños. Básicamente indica el ofrecimiento de la ayuda al niño, a través de la


motivación, a fin de estimular sus ganas de aprender y que ejecute las actividades de aprendizaje
por sí mismo.

d) El ambiente preparado. En el que se expresa un entorno atendido con delicadeza, proyectado para
fomentar un mejor aprendizaje y crecimiento. El diseño de estos ambientes se fundamenta en los
principios de belleza y orden.

e) El papel del adulto/guía. El papel del adulto es guiar al niño, darle a conocer un ambiente bueno y
cómodo. El verdadero educador está al servicio del niño y debe cultivar en él la humildad, la
responsabilidad y el amor.
2.2. Vinculación del Método Montessori con las Pedagogías alternativas

El caso de las pedagogías alternativas implica referirse a un proceso educativo que facilita el aprendizaje
y la enseñanza utilizando diferentes programaciones educativas para la interrelación de los involucrados
en los distintos ámbitos del proceso de enseñanza. Con el uso de varias estrategias docentes, se procura
adecuar una manera de acción pedagógica diferente al empleado en la educación tradicional, también
llamada convencional, mecanicista, oficialista y obligatoria. Dicho tipo de educación muestra
características formales, autoritaria, basada en la repetición y memorización, que cumple con una forma
que se encuentra permeada de una determinada tendencia dirigida a la competitividad e individualidad.
Asimismo, la educación tradicional transmite pasividad y conformismo en el ámbito escolar. En ese
sentido, las pedagogías alternativas pretenden ajustarse, incluyendo a los modos de aprendizaje de las
personas, indiferentemente de edad, características cognitivas o contexto socio cultural. En ese sentido,
las pedagogías alternativas buscan romper con esa manera tradicional de enseñanza, llamada Educación
Bancaria (Freire, 1969).

En este sentido, los distintos aportes de las pedagógicas alternativas concuerdan en un aspecto esencial: el
alumno es considerado como el protagonista de todos sus aprendizajes teniendo en cuenta sus intereses,
respetadas sus motivaciones de forma cooperativa y proporcionándoles el tiempo que necesitan para ser
niños. Estas pedagogías evitan el aprendizaje memorístico, permitiendo que los alumnos cometan errores
para que puedan aprender de ellos. Otra particularidad común, destacable de estas pedagogías, es la
relevancia de vincular y establecer una conexión con el ambiente natural, el cual es fundamento de
conocimientos, bienestar para la salud y sentimiento de paz. Con estas pedagogías se persigue conseguir
una educación integral, una educación para la vida, lo que permitirá que los participantes puedan
solventar, ellos mismos, las diversas dificultades que se les vayan presentando. Colaboran en la creación
de una sociedad integral y más justa, cooperando y facilitando las herramientas requeridas y adaptadas a
cada situación. Por otro lado, los niños adquieren e interiorizan las normas respetándolas sin ninguna
imposición, ya que se les explican para que comprendan su sentido para desarrollar adecuadamente una
personalidad sana y equilibrada. De esta manera, los niños y niñas asumirán un papel activo en su
construcción personal, de tal forma que tengan conciencia del futuro que les tocará vivir, de cómo
construirlo con responsabilidad y dirigiendo su propia vida.

El pensamiento pedagógico de la Escuela Nueva representa una tendencia de transformación del proceso
educativo posterior a la aparición de la escuela pública. Concretándose a principios del siglo XX cuando
se consideró, de manera generalizada, la autoformación y la formación natural del niño. Es decir, para la
Escuela Nueva, únicamente el alumno puede ser artífice de su propia experiencia, lo cual no es otra cosa
que considerar al alumno como centro de la enseñanza. Para ello, se requieren métodos educativos
avanzados, activos y creativos. Su propuesta estaba dirigida a lograr cubrir la necesidad de individuos
preparados para el tipo de sociedad de la época y que se encontraba en franco proceso de evolución
(Gadotti, 2003). La idea de fundamentar el acto pedagógico en la acción, en la actividad del niño, se
originó con Victorino de Feltre (l378-1446) y su llamada "Escuela Alegre". Este tipo de acción
pedagógica fue continuada con la propuesta de Rousseau y su planteamiento de la pedagogía romántica y
naturista. Unido a ello, de la misma manera contribuyó el desarrollo de la sociología de la educación y de
la psicología educacional.

Victorino de Feltre, fue un innovador en el área educativa, convencido de que la educación debía estar
basada en el interés de los alumnos, quienes no debían considerarla un castigo. Su sistema educativo fue
modelo del estilo renacentista, que se distinguió por buscar la educación completa de la persona. Al
parecer, la educación de Victorino era enciclopédica, es decir, en el sentido clásico, de una cultura
general, propia para formar integralmente la personalidad. Para Feltre, “así como el cuerpo se restaura
con la variedad en los alimentos, así el espíritu se recrea con la alternancia de las materias de estudio”
(Abbagnano y Visalberghi; 1992: p. 151). El sistema de Feltre era reforzado con la práctica de las
virtudes más selectas, siendo de suma importancia lo religioso y lo moral en armonía con las ciencias
naturales, las expresiones artísticas y los ejercicios corporales. Es considerado el gran exponente de la
pedagogía humanista y un antecedente de la educación activa de Pestalozzi.

Adolphe Ferrière (1879-1960), considerado uno de los pioneros de la Escuela Nueva, proclamaba la
escuela activa y la educación nueva en Europa, propuesta basada en concepciones biológicas que luego se
convirtió en una filosofía espiritualista. Tomaba en consideración al impulso vital espiritual como la raíz
de la vida, fundamento de toda actividad, por lo que la educación debía aumentar ese impulso de vida.
Para Ferrière, la actividad espontánea, personal y productiva era el principio de la escuela activa y, con
ello, la educación nueva sería integral, activa, práctica y autónoma. De esta manera, coordinó la
articulación internacional de la Escuela Nueva, sintetizando corrientes pedagógicas diferentes, pero
agrupadas por la inquietud de colocar al niño en el centro desde el punto de vista educativo.

En el caso de John Dewey (1859-1952), afirmaba que la educación debería darse por la acción y que la
continua enseñanza reedificaba la experiencia específica, activa y productiva de cada individuo. La
educación que propone se presenta de forma pragmática, instrumentalista, procurando la convivencia
democrática (Dewey, 1998). Para Dewey, la experiencia concreta de la vida se mostraba frente a los
problemas que la educación podría ayudar a resolver. En ese sentido, la educación era básicamente un
proceso y no un producto. El proceso era de reconstrucción y reconstitución de la experiencia que mejoría
constantemente la eficiencia individual. Por ello, la educación se hallaba en el propio proceso de vivir.
Planteaba que el aprendizaje, tanto de niños como de adultos, se lograba a partir de la confrontación con
situaciones problemáticas y que estas situaciones aparecían como consecuencia de los propios intereses
de la persona. Se concluye, entonces, que para aprender es obligatorio tener experiencias en el mundo.
También, reflexionaba sobre la finalidad o función social y aspectos sociales de la educación sobre los
métodos de enseñanza, los contenidos culturales y valores educativos, entre diversos aspectos referidos al
contexto educativo.

Por su parte, William Heard Kilpatrick (1871-1965) promociona el método de los proyectos, el cual se
basaba en la actividad práctica de los alumnos. Así, la experiencia con los proyectos pudiera determinar si
son manuales, como el de una construcción; de descubrimiento, como la realización de una excursión; de
competencia, como ejecutando juegos; de comunicación, cuando se relata un cuento; entre otros.
Pedagogo estadounidense representante del movimiento pedagógico iniciado por John Dewey, de quien
fue discípulo. Conocido especialmente por haber ideado y puesto en práctica el "método de proyectos", el
cual sitúa en el centro de la actividad escolar un plan de trabajo elegido libremente por los alumnos y
organizado de manera que contribuya a superar el esfuerzo individual y a requerir la colaboración de
grupos de alumnos. Las nociones y actividades prácticas están coordinadas alrededor de un núcleo de
intereses que da organización al saber. Insiste en la mayor validez de las motivaciones subjetivas con
respecto a la constricción indirectamente ejercida a través de premios o castigos que llegan de fuera.
Reconoce que las motivaciones de los niños escapan casi por completo al educador. De ahí, se deriva la
necesidad de hacer hincapié en la autoafirmación a través de una intensa socialización de la escuela. Se
interesaba en la formación del hombre para la sociedad en democracia y para una sociedad que se
transforma continuamente. Para él, la educación se asentaba en la vida para lograr mejorarla, lo cual
significa que la educación es la reconstrucción de la vida en condiciones cada vez más perfeccionadas. Y
el fundamento de la educación se encuentra en la actividad, esto es, en otras palabras, en la autoactividad
decidida. Como consecuencia de experiencias vividas se produce el aprendizaje. Con lo cual, el estudiante
logra ser copartícipe en la planificación, producción y comprensión de una experiencia que le induce a su
propia formación.

Otra contribución de la Escuela Nueva la introduce el belga Ovide Decroly (1871-1932) que llamó el
método de los centros de interés. Para este autor, los focos de interés serían, la familia, el universo, el
mundo vegetal y el mundo animal, entre otros. La educación surge de las necesidades infantiles, por ello,
los centros de interés desarrollan captación de información, la asociación y la expresión. Los centros de
interés, por sí mismos, no tienen un fin ni conducen a la realización de algo, lo cual distancia este método
del método de los proyectos presentado por Kilpatrick. Para Decroly las necesidades fundamentales del
niño eran alimentarse, tener protección contra la intemperie y los peligros, además de operar por medio de
las actividades sociales, recreativas y culturales. Por su parte, el suizo Édouard Clarepède (1873-1940)
prefirió dar a la escuela activa otro nombre: educación funcional. Explicaba que la sola actividad no era
suficiente para explicar la acción humana. Actividad educativa era solo la que correspondía a una función
vital del hombre. No cualquier actividad se adecuaría a todos. La actividad debería ser individualizada sin
ser individualista, además, al mismo tiempo, social y socializadora.

En el caso de Montessori, considerada una de las personas que contribuyó con los preceptos de la Escuela
Nueva, transpuso para niños normales su método de recuperación de niños deficientes. En la Casa dei
bambini (casa de los niños) para preescolar, construyó una enorme cantidad de juegos y materiales
pedagógicos que, con algunas variaciones, aún en la actualidad son utilizados en millares de preescolares.
Con Montessori, por primera vez en la historia de la educación, se construyó un ambiente escolar con
objetos pequeños para que el niño tuviera pleno dominio sobre ellos: mesas, sillas, estantes, entre otros.
Con materiales concretos, Montessori conseguía hacer que los niños, por el tacto, por la presión, pudieran
distinguir los colores, las formas de los objetos, los espacios, los ruidos, la solidez y otros aspectos.
Exploró técnicas completamente nuevas, como la lección del silencio que enseñaba a dominar el habla y
la lección de la oscuridad para educar las percepciones auditivas.

Jean Piaget (1896-1980), discípulo y colaborador de Clarepède, llevó adelante la investigación del
maestro: investigó principalmente la naturaleza del desarrollo de la inteligencia en el niño. Propuso el
método de la observación para la educación del niño, de ahí la necesidad de una pedagogía experimental
que plantease claramente cómo el niño organiza lo real. Criticó la escuela tradicional que enseña a copiar
y no a pensar. Para obtener buenos resultados, el profesor debía respetar las leyes y las etapas del
desarrollo del niño. El objetivo de la educación no debería ser repetir o conservar verdades acabadas, sino
aprender por sí mismo la conquista de lo verdadero. Su teoría epistemológica influyó en otros
investigadores, como la psicóloga argentina Emilia Ferreiro, cuyo pensamiento es muy difundido
actualmente en las escuelas primarias en Brasil.

El pedagogo francés Roger Cousinet (1881-1973) desarrolló el método de trabajo en equipos, adoptado
hasta la fecha, oponiéndose al carácter rígido de las escuelas memoristas e intelectuales francesas.
Defensor de la libertad en la enseñanza y del trabajo suelo para que los alumnos pudieran rápidamente
formar grupos en la clase y/o quedar uno frente al otro.
Todo lo dicho hasta ahora explica por qué se valoran los aportes de Montessori como una de las
tendencias educativas que rompen con la educación tradicional, considerando de esta manera a María
Montessori como una representante de la Escuela Nueva. Además, determina su valoración como uno de
los aspectos a tener en cuenta cuando se habla de pedagogías alternativas. Queda claro que María
Montessori fue una mujer brillante que causó una verdadera revolución no solo en la educación, sino en la
manera de percibir a los seres humanos y a sus propias potencias. En ese sentido, en la actualidad, es
difícil comprender bien el impacto que tuvo en la renovación de los métodos pedagógicos de principios
del siglo XX, ya que la mayoría de sus ideas hoy parecen evidentes. Pero, en su momento, fueron
innovaciones radicales. Su método fue en principio reconocido como una “pedagogía científica” que
finalmente tuvo repercusiones en los hogares porque era notorio que los niños y niñas trasladaban con
mucha facilidad los conocimientos y los hábitos hacia sus casas y también hacia los espacios públicos.
Había inaugurado una forma a potenciar el desarrollo de los niños que tenía implicaciones mucho más
allá de la educación formal y de las propias escuelas.

La Figura N° 3 muestra gráficamente el Contexto Histórico y Epistemológico del Método Montessori:

Figura Nº 3: Contexto Histórico y Epistemológico del Método Montessori


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020
MÓDULO II
_____________________________________________________________________________________
CONTEXTO TEÓRICO DEL MÉTODO MONTESSORI
_____________________________________________________________________________________

“El niño que tiene libertad y oportunidad de manipular y usar su mano en una forma lógica, con
consecuencias y usando elementos reales, desarrolla una fuerte personalidad”.
María Montessori.

3. CONTEXTUALIZACIÓN DEL MÉTODO MONTESSORI

3.1. Definición y características

El Método Montessori es un modelo educativo diseñado por María Montessori. Es un método


considerado como una pedagogía alternativa que centra su atención en el desarrollo activo del niño y que
reúne un grupo de teorías basadas en la educación del niño. Dicho método se fundamenta en el principio
de que el niño debe ser libre para aprender, desarrollarse y crecer por sí solo sin dejar de un lado el
cumplimiento de lineamientos o instrucciones que reciba del guía. En otras palabras, es un método
fundado, exclusivamente, en el trabajo del niño con la colaboración del adulto (guía) quién se convierte
en el acompañante y observador del proceso del desarrollo y el aprendizaje del niño. Al respecto,
Montessori (1952) señalaba que el niño será el hombre de mañana capaz de resolver los problemas que se
le presenten y permitiendo que sean ellos los que construyan en base a sus experiencias concretas (…).
Tocar al niño es tocar el punto más delicado y vital, donde todo puede decidirse y renovarse, donde todo
está lleno de vida, donde se hallan encerrados los secretos del alma. Por ahí se elabora la educación del
hombre del mañana.

Es un método donde el juego se convierte en la herramienta de aprendizaje, permitiéndole al niño la


resolución de problemas e inquietudes, además de reforzar el conocimiento que posee. Por esto, reconoce
el desarrollo autónomo e independiente del niño para alcanzar su aprendizaje, donde el ensayo y error son
parte del aprendizaje, pues este repite sus actividades con el fin de obtener el resultado esperado; lo que
conlleva al desarrollo de habilidades, destrezas y capacidades en beneficio de la formación del mismo.
Esto significa que el niño aprende haciendo y aprende a aprender por sí solo con las orientaciones de un
guía, quien se convierte en un observador permanente del accionar de cada niño dentro del aula
montessoriana. Busca, además, que el niño afiance los valores aprendidos en el hogar en cuanto al respeto
por lo demás y la responsabilidad por el quehacer de sus actividades que le han inculcado sus padres; así
como desarrollar la creatividad y la imaginación. Por esto, Montessori consideraba el aula como el
espacio donde el niño puede desarrollarse libremente en todos sus aspectos: emocional, psíquico, social,
intelectual y físico.

Entre los aspectos que caracterizan el Método Montessori se encuentran:

 Se desarrolla en un ambiente preparado y ordenado, donde cada uno de los materiales necesarios
para el desarrollo de las actividades académicas se encuentran en su sitio y al alcance de cada
niño, lo que motiva el aprendizaje autodirigido, lo que convierte al niño en un ser autónomo e
independiente.
 Cuenta con un ambiente que brinda al niño toda posibilidad de realizar sus actividades académicas
con compromiso y responsabilidad, además de estimular la concentración en el trabajo durante
períodos prolongados de tiempo; periodo que no es interrumpido por el guía, pues el niño se
interesa por lo que hace, ya que cuenta con los materiales y el espacio idóneo para el aprendizaje.

 Integra niños de diferentes edades, lo que permite la socialización e interacción del conocimiento.

 Ayuda a que el niño alcance el desarrollo de sus potencialidades, promoviendo las actividades
sociales e intelectuales, lo que conduce al crecimiento personal.

 Promueve el respeto, la solidaridad y el trabajo individualizado, aunque en algunos casos se da el


trabajo en equipo, motivando al niño a ser cooperativo y colaborativo con los demás compañeros
de aula.

 Busca alcanzar el desarrollo del niño, integrando a plenitud sus capacidades, habilidades y
destrezas intelectuales y físicas al realizar las actividades académicas.

 Cada niño cuenta con materiales diseñados para lograr aprender con la manipulación de cada uno
de ellos, que le permiten explorar y experimentar nuevas experiencias en el entorno en el que se
desenvuelve (las aulas montessorianas), desarrollando sus habilidades cognitivas.

 Cada aula montessoriana cuenta con el guía, quién es el adulto que orienta el proceso de
enseñanza-aprendizaje y motiva al niño a realizar las actividades académicas en beneficio de su
desarrollo personal, social, psíquico e intelectual, sin convertirse en un obstáculo para dicho
desarrollo.

3.2. Diferencia entre el Método Montessori y otras pedagogías

Los métodos, enfoques, pedagogías o modelos de Montessori, Waldorf y Regio Emilia, o llamados
también sistemas educativos, son considerados pedagogías alternativas que cuentan con elementos
comunes entre sí, pero también con elementos que los diferencia uno de otros. Al respecto, Pérez,
Africano, Febres y Carrillo (2016) señalan que las pedagogías alternativas se refieren:

a la búsqueda de una enseñanza de la emancipación, con base en la práctica de la acción


transformadora que rechace la idea de neutralidad, de dependencia cognitiva, de homogeneidad y de
pasividad. Es entender a la educación como vía de cambio, como medio de construcción de la ciudadanía
para adaptar y transformar la realidad. Es concienciar y contextualizar la existencia de cada ciudadano,
y la realidad de sus semejantes para desarrollar una mirada crítica de su sustentabilidad (p. 240).

Entre los elementos comunes que tienen este tipo de pedagogía, se encuentra el hecho de que el niño es el
centro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Por tanto, indagan sobre el desarrollo de sus habilidades,
inquietudes, destrezas, capacidades y competencias en las diferentes etapas de su vida. Asimismo, buscan
la formación integral del niño, desarrollando sus aspectos mentales, espirituales, físicos y emocionales,
aun cuando cada uno aplica una forma diferente de lograr tal desarrollo. Por otra parte, estas pedagogías
alternativas no consideran la evaluación tradicional (exámenes y pruebas) como elemento para afirmar
que el niño ha aprendido dentro del aula de clase.

El cuadro Nº 1, denominado Diferencias entre el Método Montessori y otras Pedagogías, señala en las
filas los aspectos a diferenciar mientras que las columnas muestran tanto las distintas pedagogías
alternativas consideradas en esta sección como el modelo de la educación tradicional. A continuación, se
describe, a groso modo, cada uno de estos aspectos que diferencian a estas pedagogías:
 Edad de inicio del niño en la escuela: referido al número de años que debe tener el niño al
momento de iniciar el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula de clase.

 Protagonista del proceso enseñanza aprendizaje: rol que cumple el maestro/guía/asesor y/o
alumno durante el proceso enseñanza-aprendizaje.

 Materiales y/o recursos: elementos físicos con los cuales se dota el aula de clase y que son
empleados por el maestro/guía/asesor y/o alumno para realizar las actividades necesarias, para
cumplir con el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro del aula de clase.

 Disposición de los estudiantes/alumnos en el aula de clase: referido a la ubicación que tienen


los estudiantes/alumnos dentro del aula de clase para recibir e intercambiar el conocimiento y
realizar las actividades inherentes al proceso de enseñanza-aprendizaje.

 Disposición de los maestros/guías/asesor en el aula de clase: referido a la ubicación que tiene el


maestro/guía/asesor dentro del aula de clase para llevar a cabo las actividades educativas durante
un período de tiempo determinado.

 Cantidad de alumnos en el aula de clase: número promedio de alumnos requeridos para llevar a
cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula de clase.

 Cantidad de maestro(s) / guía(s) / asesor(es) en el aula de clase: número promedio de


maestro(s)/guía(s)/asesor(es) requeridos para llevar a cabo el proceso de enseñanza en el aula de
clase.

 Evaluación: referida a la forma de valorar el conocimiento adquirido por los alumnos dentro del
aula, bien sea por el trabajo realizado de manera individual o de manera grupal.

 Metodología: conjunto de procedimientos aplicados para desarrollar un tema dentro del aula y
lograr el aprendizaje en cada uno de los alumnos.

 Trabajo del estudiante dentro del aula de clase: acciones que realiza el alumno dentro del aula
para cumplir con los objetivos y metas propuestas en el proceso de aprendizaje.

 Rol maestro/guía/asesor en el aula de clase: función que cumple el maestro, guía o asesor
dentro del aula de clases para llevar a cabo el proceso de enseñanza del alumno.

 Espacios dentro del aula de clase: lugar o área donde se desarrollan las actividades educativas
para lograr el aprendizaje
Sistemas Educativos o Pedagogías
Aspectos a Educación
Montessori Waldorf Reggio Emilia
diferenciar Tradicional
Edad de inicio del
De 3 a 4 años 7 años De 3 a 4 años 4 años
niño en la escuela
Protagonista del
proceso enseñanza- Niño Niño Niño Profesor
aprendizaje
Diversos y Tienen diversos
Uso de nuevas
elaborados según la usos. Generalmente
Materiales y/o Rudimentarios tecnologías,
edad y las son materiales y/o
recursos (elaborados a mano) pizarrón, pupitres,
capacidades de recursos naturales y
mesa y sillas
aprendizaje del niño reciclados
En cualquier espacio
Disposición de los del aula de clase En pequeños grupos
Se ubican por pareja En fila y frente al
alumno en el aula de según las en los diferentes
formando columnas maestros
clase actividades a espacios del aula
realizar
Dispersos dentro del Frente a sus alumnos Frente a sus alumnos
aula de clase En cualquier espacio
Disposición de los y delante del y delante del
dirigiendo su atención del aula de clase,
maestros/guía/asesor a pocos alumnos según
pizarrón para buscar pizarrón para buscar
colaborando con el
en el aula de clase las actividades que la atención de todos la atención de todos
aprendizaje del niño
realiza los alumnos los alumnos
Cantidad alumno en 40 alumnos en
25 alumnos 30 niños 25 niños
el aula de clase promedio
Un maestro. Puede
Cantidad Un guía. Puede
haber un asesor y 1 maestro por aula
maestro/guía/asesor haber 1 o 2 asesores 2 maestros
maestros de clase
en el aula de clase del guía
complementarios
No otorgan
Otorgan calificación
calificación
No otorgan Se utiliza el académica
académica al trabajo
calificación portafolio para el (cualitativa y
Evaluación realizado. Se utiliza
académica al trabajo registro del trabajo cuantitativa)
el portafolio para el
realizado realizado mediante exámenes
registro del trabajo
y pruebas
realizado
Los contenidos se Los contenidos están
Los contenidos Los contenidos no
diferencian en 5 áreas establecidos por
buscan englobar las son concretos, pues
del conocimiento: programas
Metodología matemáticas, lengua,
áreas intelectuales, los mismos surgen
aprobados por las
sensorial, vida práctica artísticas y prácticas del interés que tenga
estancias
y cultura del niño el niño por aprender
competentes
Pequeños grupos
Trabajo del Individual y/o
sujetos a cambios Individual y/o
estudiante dentro del grupal, en algunos Grupal
según el tipo de grupal
aula de clase casos
actividad
El guía dirige el El maestro dirige la El maestro es un
Rol
aprendizaje del niño enseñanza y sirve de colaborador y El maestro dirige la
maestro/guía/asesor
y su papel es modelo para sus participe del enseñanza
en el aula de clase
secundario alumnos aprendizaje del niño
Diseñado por áreas,
para realizar, en su Diseñados para Un solo espacio para
Un solo espacio
Espacios dentro del mayoría, trabajo realizar actividades realizar trabajos
individual. Espacios
para realizar trabajos
aula de clase con grupos individuales o
abiertos y preparados grupales. Cerrado
pequeños de niños grupales. Cerrado
para el aprendizaje
4. PRINCIPIOS DEL MÉTODO MONTESSORI

Para el Método Montessori lo fundamental es el aprendizaje que adquiere el niño a lo largo del desarrollo
de su vida, donde se fomente tanto el respeto hacia los demás y el medio ambiente como el trabajo
individualizado o, en algunos casos, cooperativo y colaborativo. Esto se sustenta en tres principios
primordiales: a) la libertad y autonomía, b) la individualidad y c) autodisciplina.

4.1. Libertad y autonomía

El término autonomía se refiere al grado de independencia, libertad y confianza que tiene el ser humano
para realizar cualquier actividad dentro del entorno que se desenvuelve, sin dejar de un lado las
restricciones y/o limitaciones que el propio entorno le impone, lo cual es producto de la interrelación que
mantiene con los demás miembros de su ambiente. Partiendo de estas líneas, este principio está referido al
hecho de que el niño, dentro de las aulas Montessori, es libre de realizar sus actividades académicas con
los materiales que seleccione, tomando así sus propias decisiones de cómo, cuándo y para qué realizarlas.
Esto no implica que el niño no deba cumplir con algunas instrucciones o lineamientos que sus guías
establecen dentro de los espacios preparados para desarrollar las actividades educativas. Esta libertad del
niño para hacer las cosas conlleva a que sea autónomo, lo que significa que aprende las cosas y construye
el conocimiento por sí solo. Todo esto involucra enseñarle lo que es la responsabilidad en la realización
de las actividades académicas. Bajo este contexto, la libertad y la autonomía que tiene el niño en su
proceso formativo significa, entonces, independencia del niño para realizar sus actividades en armonía
con sus compañeros. Así pues:

nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras manifestaciones activas
de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal manera que, a través de esa actividad, el niño
pueda estar en condiciones para llegar a la independencia (Montessori, 1968, p. 61).

En este sentido, este principio del Método Montessori permite al niño explorar y descubrir todo aquello
que se encuentra a su alrededor y que le son nuevas, convirtiéndose en un aprendizaje significativo, así
como a relacionarse, interactuar e intercambiar el conocimiento con sus compañeros de aula. Martín,
Badia y Coll (2013) señala:

proporcionar la libertad a los niños y niñas dentro de unos límites marcado por un ambiente preparado,
según las etapas de desarrollo y con el apoyo de unos maestros o guías preparados, y si proporcionamos
libertad al niño, este desarrollar su autonomía.

4.2. Individualidad

Se parte del hecho de que cada niño es un ser único, que posee su propia forma de aprender, de trabajar y
de construir el conocimiento, de decidir si trabaja de manera individual o de manera colaborativa.
Decisión aunada al hecho de que el respeto y la armonía siempre deben estar presente como valores
aprendidos en el hogar y reforzados dentro de las aulas Montessori. Sin embargo, es importante acotar
que aun cuando es necesario que el niño se relacione con otras personas, lo primero que debe estar
presente es el hecho de que el niño desarrolle el autoconocimiento, el autocontrol y la autodisciplina
como elementos propios del mismo.
4.3. Autodisciplina

Este principio del Método Montessori se alcanza solo si se permite al niño ser libre y autónomo dentro de
las aulas Montessori; es decir, el niño es dueño de sí mismo y puede, por tanto, regular su propia conducta
cuando sea necesario seguir algunas reglas de la vida (Montessori, 1912, p. 86). Esto, además, implica
que el niño obedezca de manera voluntaria las instrucciones y lineamientos emitidos por el guía y no
porque le tenga miedo a este, que permite al niño realizar y cumplir con sus actividades de manera libre.
Al respecto, Montessori, en Trilla (2001), señala que:

La disciplina debe surgir de la libertad. He aquí un gran principio que no logran entender los seguidores
de los métodos escolares tradicionales: ¿Cómo obtener disciplina en una clase de niños libres? En
nuestro sistema, por cierto, tenemos un concepto de disciplina muy distinto del que comúnmente se
acepta. Si la disciplina se funda en la libertad, la disciplina misma debe ser necesariamente activa. (…).
Llamamos a un individuo disciplinado cuando es dueño de sí mismo y puede, por lo tanto, regular su
propia conducta cuando resulte necesario para seguir alguna norma de vida (p. 80).

5. ETAPAS O PLANOS DEL MÉTODO MONTESSORI

El Método Montessori se fundamenta en el desarrollo mental del ser humano, el cual lo clasifica en cuatro
etapas o planos que, de una u otra manera, influyen en el aprendizaje del mismo; a saber: a) la mente
absorbente (de 0 a 6 años), b) el período de la niñez (de 6 a 12 años), c) la adolescencia (de 12 a 18 años)
y d) la madurez (de 18 a 24 años). Etapas que pueden ser representadas a través de la línea de vida como
se muestra en la Figura Nº 1:

Mente Absorbente Niñez Adolescencia Madurez

0 años 6 años 12 años 18 años 24 años

Figura Nº 1: Planos del Desarrollo del Niño. Método Montessori


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

Al observar dicha figura, la línea horizontal representa los años de vida del ser humano, la cual, según el
Método Montessori, incluye cuatro etapas diferenciadas una de la otra con relación a la edad y aspectos
propios del ser humano. En sí, dicha línea muestra el desarrollo del niño desde la niñez hasta la madurez.
Visión lineal donde se ocurren cambios a nivel físico y psicológico, así como se desarrollan y
perfeccionan diferentes habilidades, destrezas y capacidades, entre las que cabe mencionar la creatividad
y la construcción del conocimiento. Esta representación gráfica dentro del Método Montessori se le
conoce como El ritmo constructivo de la vida. A continuación, se describen cada una de estas etapas o
planos del desarrollo del niño:
5.1. Mente absorbente del niño

Es la etapa que encierra los primeros 6 años de vida del niño, en la cual se distinguen dos momentos: el
desarrollo del niño de 0 a 3 años, denominado como Mente Inconsciente y el desarrollo del niño de 3 a 6
años, denominado Mente Consciente. En el primer momento del desarrollo del niño, su mente se
encuentra absorbiendo de manera inconsciente todo aquello que se sucede en su entorno y que le permite
ir aprendiendo nuevas cosas, como, por ejemplo, las primeras palabras. Asimismo, es el momento en que
el niño comienza a entender la diferencia que existe entre los sucesos reales y los imaginarios, así como
los hábitos de higiene personal. Por su parte, en el segundo momento del desarrollo del niño, este ya es
consciente de su hacer asumiendo sus consecuencias. Es el momento en el cual el niño comienza a
desarrollar algunas de sus habilidades, como la concentración y la memoria, para realizar juegos o
determinadas tareas asignadas en el hogar o en la escuela. Momento que le permite memorizar algunos
pasos o elementos propios de su actuación. Al respecto, Montessori (1986) señala que el niño en esta edad
posee la habilidad de observar y absorber todo lo que se encuentra en el entorno en que se desenvuelve,
específicamente con todo aquello que se encuentra en el ambiente, por lo que el niño establece una
estrecha vinculación con el mismo.

Lo expuesto en las líneas que anteceden con relación a la primera etapa o planos del Desarrollo del Niño,
se puede visualizar en la figura Nº 2, identificada con el nombre Planos del Desarrollo del Niño: Mente
Absorbente, la cual se muestra a continuación:

Mente Absorbente

Mente Mente
Inconsciente Consciente Niñez Adolescencia Madurez

0 años 3 años 6 años 12 años 18 años 24 años

Nuevas cosas.
Diferenciar entre lo real y lo imaginario.
Diferenciar los hábitos de higiene personal
Desarrollar habilidades

Figura Nº 2: Planos del Desarrollo del Niño: Mente Absorbente


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

5.2. Periodo de la niñez

En esta etapa, el niño logra su estabilidad dado que utiliza tanto el conocimiento adquirido en los
primeros años de vida como el conocimiento que va adquiriendo durante el desarrollo para dar respuesta a
interrogantes básicos como lo son: “por qué”, “cómo” y “cuándo” suceden las cosas a su alrededor. Es la
etapa en la cual el niño logra establecer sus primeras relaciones sociales y se despierta en él el interés por
cuestiones más complejas. Al respecto, Montessori (1998) señala, en su libro Educación de las
Potencialidades Humanas:
(…) la educación entre los seis y los doce años no es una continuación de la etapa anterior, pero se basa
en dicha etapa. Dice que, en lo psicológico, cambia decididamente la personalidad y conforme lo ha
determinado la naturaleza durante este periodo, el niño adquiere todo cuanto tiene que ver con la cultura
(p.9).

En la Figura Nº 3, denominada Planos del Desarrollo del Niño: Niñez, puede visualizarse lo expuesto en
las líneas que anteceden.

Mente Absorbente Niñez Adolescencia Madurez

0 6 12 años 18 años 24 años


años

Utilizar los conceptos adquiridos


en la primera etapa del desarrollo.
Establecer relaciones sociales

Figura Nº 3: Planos del Desarrollo del Niño: Niñez


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

5.3. Adolescencia

Al igual que la primera etapa del Método Montessori, esta etapa del desarrollo del niño se sucede en dos
fases: la Pubertad (de 12 a 15 años) y la Adolescencia (de 15 a 18 años), tiempo donde ocurren cambios
físicos, psicológicos e intelectuales, pues se pasa de ser niño a ser joven-adolescente. Esto requiere que el
mismo se adapte al entorno social en el que se desenvuelve, lo que implica la atención y orientación de
sus familiares o guías, dados los cambios que está experimentando el joven-adolescente. A la primera fase
de esta etapa del desarrollo del niño (Pubertad) también se le conoce como la Fase de configuración o
creación, pues se vincula con un nuevo nacimiento para el ser humano. En la segunda fase de esta etapa
del desarrollo se consolidan sentimientos y actitudes del ser humano para comportarse como un adulto, lo
que implica un mayor grado de responsabilidad y compromiso dentro del entorno en el que se desarrolla.
En esta etapa, se desarrolla lo que Montessori denomina Conciencia Social del ser humano, pues el
mismo tiene conocimiento sobre él mismo y su comportamiento dentro de la sociedad, así como del
accionar de los demás miembros de la sociedad (Figura Nº 4).

Adolescencia

Mente Absorbente Niñez Pubertad Adolescencia Madurez

0 6 12 años 15 años 18 años 24 años


años años

Cambios físicos, psicológicos, intelectuales.


Consolidación de sentimientos y actitudes.
Responsabilidad y compromiso

Figura Nº 4: Planos del Desarrollo del Niño: Adolescencia


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020
5.4. Madurez

Es la última etapa del desarrollo, el niño ya es un adulto que se enfrenta a la vida real, por lo que debe
definir con responsabilidad su forma de actuar dentro de la sociedad; donde los valores morales, éticos y
espirituales están reforzados por las vivencias y experiencias adquiridas a lo largo de su desarrollo. Es la
etapa donde el ser humano completa su formación, en la que se realizan los estudios universitarios para
preparase como profesional. Esto le permite involucrarse socialmente dentro de la sociedad en la que
vive. (Figura Nº 5).

Mente Absorbente Niñez Adolescencia Madurez

0 6 12 años
años 18 años 24 años
años

Fortalecimiento de valores morales,


éticos y espirituales.
Preparación para la vida profesional.

Figura Nº 5: Planos del Desarrollo del Niño: Madurez


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

En definitiva, se ha presentado esquemáticamente el Método Montessori como modelo educativo, el cual


destaca los principios del hacer inculcados en el niño para lograr que este adquiera el conocimiento
necesario en su proceso de formación. Por tanto, se requiere tomar en consideración el desarrollo de las
etapas de evolución del niño durante la puesta en práctica del proceso educativo.
MÓDULO III
_____________________________________________________________________________________
TRIADA NIÑO-GUÍA-ESPACIO PREPARADO DEL MÉTODO MONTESSORI
_____________________________________________________________________________________

Cuando se deja al niño un poco de espacio en el mundo y en el tiempo, este, como primera
manifestación en su defensa, proclama: “Yo, quiero hacerlo solo”.
Montessori. El niño. El secreto de la infancia.

6. EL NIÑO

6.1. Visión del niño en el contexto montessoriano

El niño, en el Método Montessori, es considerado el centro del desarrollo del proceso de enseñanza-
aprendizaje, que requiere de las orientaciones del guía en un espacio preparado para tal fin. El niño busca
satisfacer sus necesidades, descubrir nuevas cosas, aprender haciendo y, sobre todas las cosas, adquirir
conocimientos y construir nuevo conocimiento, bien sea de manera individual o de manera grupal. Para
Montessori, en el ambiente en que se desenvuelve el niño debe existir el respeto, la armonía y la
confianza necesaria para que este se sienta cómodo y libre de realizar las actividades educativas en favor
de su desarrollo personal e intelectual. Esto, permitirá al niño crecer en un ambiente idóneo para el
desarrollo de sus capacidades, como pensar, analizar y criticar el entorno que lo rodea. Así pues, el
entorno en el que se desarrolla el niño se convierte en el espacio para ayudarlo a entender lo que se
encuentra a su alrededor. Asimismo, le permite lograr que explore, aprenda y transmita sus conocimientos
dentro de las aulas montessorianas a través del juego y el uso adecuado de los materiales.

El hecho de que el niño aprenda haciendo es una forma de lograr que este construya el conocimiento. Ello
se alcanza a partir de la exploración y la experiencia para realizar por sí solo las actividades educativas
mediante el uso de los recursos y materiales que ofrece el Método Montessori en cualquiera de sus aulas,
donde el ensayo y el error se convierten en aspectos presentes en el proceso de aprendizaje. Esta forma de
aprender dentro de las aulas Montessori, reconoce que cada niño puede cumplir con las actividades que le
corresponde durante su proceso formativo, diseñar y construir el conocimiento, desarrollar sus
capacidades creativas, satisfacer sus necesidades y resolver problemas.

Para María Montessori, el niño posee una “mente absorbente”, lo que le permite explorar, descubrir y
adquirir el conocimiento, el cual va construyendo con el paso del tiempo y asimilando aquel que le
interesa para satisfacer sus necesidades; para ello, dentro de las aulas Montessori, emplean la asociación
de conceptos en favor del proceso educativo del niño; por tanto, este es un ser trabajador que busca su
independencia y libertad para alcanzar satisfacer sus necesidades. Señala, además, Montessori (2003):

El niño siempre se ha considerado como un ser débil, inútil y sin valor social, un ser extrasocial, en un
palabra, al cual hay que enseñarle todo, infiltrando en él desde la verdad al carácter, sometiéndole a una
disciplina previa, tanto en el hogar como en la escuela (…) Nadie hasta ahora ha considerado al niño en
su propio valor como un gran artista, un trabajador infatigable, puesto que tiene que ir construyendo por sí
y de sí mismo el más noble y bello edificio entre todas las obras de la naturaleza: el del hombre adulto
(…) La educación debe basarse sobre las leyes científicas, una de las cuales, la esencial, coloca en primer
término el respeto a la personalidad del niño, considerándole como el tesoro más sagrado de la humanidad
(p. 32).
En este contexto, el Método Montessori, como pedagogía educativa, busca ayudar y motivar al niño para
que logre su desarrollo personal, social, intelectual, físico y psicológico, así como su crecimiento
emocional, preparándolo para que se desenvuelva como ser humano dentro de la sociedad.

7. AMBIENTE PREPARADO

Todo ser humano necesita de un ambiente o entorno agradable que le permita desarrollarse como persona
en todos sus aspectos: físico, psicológico, social y educativo, entre otros. La Gran Enciclopedia Espasa
(2005), define el término ambiente como “condiciones o circunstancias de un lugar que parecen
favorables, o no, para las personas, animales o cosas que están en él” y como el “entorno propicio,
agradable, etc.” (p. 598). En el ámbito educativo, este espacio es el aula de clase. Partiendo de esta
definición, se entiende por ambiente preparado dentro del Método Montessori, el lugar donde se lleva a
cabo el proceso de enseñanza- aprendizaje del niño, diseñado según su desarrollo. Al respecto, el
Arzobispado de Chile (2017), en su obra “Manual Estimulación Montessori para Niños y Niñas
Preescolares de Colonias Urbanas”, señala: “En Montessori el ambiente preparado es un espacio
adecuado para la cantidad de niños; debe ser bello, atractivo, que haya orden, equilibrio y armonía, que
existan las actividades necesarias, acorde a la edad y necesidades de los niños” (p. 11).

Por tanto, el diseño adecuado del ambiente preparado, permite al niño explorar, descubrir nuevas
realidades y colaborar en las actividades que se desarrollan dentro del ambiente de enseñanza-
aprendizaje. Actividades que les ayuden a adquirir nuevos conocimientos, desarrollando, así, el
autoaprendizaje y la independencia como parte de su desarrollo social, emocional e intelectual. Desarrollo
donde se encierran las áreas de lenguaje, arte, música, matemáticas, cultura, biología y botánica, entre
otras. Para esto, es necesario considerar dos elementos fundamentales: el entorno y los materiales. Este
ambiente hace de las aulas Montessori el espacio idóneo para que el niño explore y descubra la realidad
que le rodea, creado y adaptado a las capacidades del niño.

7.1. El entorno

En relación al entorno, este debe ser un sitio amplio, luminoso, abierto, limpio, ordenado y agradable,
diseñado para que existan los elementos y materiales (plantas, libros, estanterías, mesas, sillas, material
didáctico y juguetes, entre otros) requeridos por los niños para el desarrollo de sus actividades
académicas. En dicho entorno debe existir el espacio para el progreso en las siguientes áreas de trabajo: a)
Educación Motriz o Vida Práctica, b) Educación Sensorial, c) Habilidades de lengua, lectura y escritura y
d) Matemáticas.

a) Educación Motriz o Vida Práctica. Busca desarrollar todo lo relacionado con los valores y
características que debe poseer el niño para su desenvolvimiento y comportamiento con los
miembros de la sociedad, como son la coordinación, la independencia, la disciplina, el orden, la
tolerancia y el desarrollo de relaciones sociales. Entre las actividades que se deben desarrollar se
encuentran: caminar, realizar el aseo personal (lavarse las manos, cepillarse los dientes, limpiar
los zapatos), trasladar un objeto de un sitio a otro, ordenar, cuidar y limpiar los objetos del aula de
clases (sillas, mesas, estanterías) y saludar correctamente, entre otras.
Con este tipo de actividades, señala Montessori (2003), se le enseña al niño aspectos como el
cuidado personal, de su entorno y el establecimiento de relaciones sociales. Esta área de trabajo
busca que el niño logre desenvolverse en su hogar, en la escuela y en la comunidad donde vive.
Esto permitirá que aprenda a explorar y descubrir nuevos conocimientos, generando, así,
autodisciplina, respeto por lo demás y confianza en sí mismo. Por tanto, contar con un ambiente
ordenado, limpio, agradable y con los materiales necesarios para el proceso de aprendizaje del
niño conllevará al desarrollo personal e intelectual del mismo.

b) Educación Sensorial. Tiene como fin último el desarrollo de los sentidos del niño, fomentando,
así, el aprendizaje, donde el uso de los materiales se elige de acuerdo a las necesidades de los
mismos para que aprendan sobre el ambiente y cualquier otro aspecto de la realidad que les rodea,
y a establecer orden y sentido de todo aquello que se encuentra en el entorno. Es decir, se aprende
a través del uso de los sentidos más que de la capacidad intelectual que posee cada niño. De esta
manera, el niño es más consciente de los detalles que se suelen dejar de lado, donde aspectos
como la forma, el peso, el color y la textura, entre otros, se convierten en los elementos principales
del aprendizaje y del desarrollo de las funciones motoras del niño. Por esto, la educación sensorial
fortalece en el niño la concentración y la percepción para diferenciar características y patrones
entre objetos.

c) Habilidades de lengua, lectura y escritura. Facilita y motiva el desarrollo de las habilidades


lingüísticas: expresión oral, compresión auditiva, expresión escrita y comprensión lectora, donde
el aprendizaje de las letras del abecedario es el inicio del mismo; por ello, promueve el desarrollo
de habilidades de alfabetización desde temprana edad. Dichas actividades están diseñadas para
mejorar el vocabulario del niño, escuchar sonidos comunes, desarrollar la lectura identificando las
partes de las oraciones y diferenciar entre los objetos y las imágenes.

d) Educación de las Matemáticas. Cuyo objetivo es el desarrollo del pensamiento lógico del niño
mediante el uso de los números y conceptos relacionados, como cantidad, dimensión, peso,
números y símbolos, entre otros. Construyen conceptos de lo simple a lo complejo y de lo
concreto a lo abstracto. Además, aprenden de aspectos como la geometría, la aritmética y las
operaciones matemáticas.

7.2. Los materiales

Los materiales son elaborados con madera, vidrio y/o metal y los mismos deben encontrarse distribuidos
en el espacio preparado del aula de clases, accesibles al niño para que sean utilizados de manera libre,
según la actividad que desee desarrollar. Por esto, son considerados cualquier objeto que posee sus
propias características (forma, peso, color, tamaño, textura) y que sirvan dentro del aula para que el niño
dé respuesta a sus inquietudes; favoreciendo el aprendizaje de las matemáticas, el lenguaje, la cultural, el
arte, la geometría, la botánica y la biología, entre otras áreas. Por esto, los materiales, deben estar
diseñados para motivar la realización de las actividades inherentes al aprendizaje, así como el crecimiento
y desarrollo del niño, permitiéndole que aprenda y adquiera el conocimiento mediante la asociación de los
materiales. Donde cada material didáctico pueda ser utilizado de manera individual o en grupo, según la
actividad que se va a desarrollar, donde exista el trabajo colaborativo y cooperativo, el respeto por los
demás y por lo que se hace. Al respecto, Montessori (1920) señala “el material didáctico no es un simple
pasatiempo, ni una sencilla fuente de información, es más que eso, es material didáctico para enseñar.
Están ideados a fin de captar la curiosidad del niño, guiarlo por el deseo de aprender” (p. 91).

En este sentido, los materiales empleados en las aulas montessorianas se caracterizan por ser objetos
motivadores, diseñados según la edad de cada niño para que realicen de manera libre sus actividades
reconociendo el aprendizaje, así como el desarrollo de las capacidades, habilidades y destrezas de cada
uno. Cada material está diseño para cumplir con una meta específica dentro del proceso de enseñanza -
aprendizaje, lo que motiva al niño a aprender haciendo y mediante la asociación de conceptos abstractos.
Bajo este contexto, los materiales Montessori se clasifican, según el área del conocimiento, de la siguiente
manera:

a) Materiales Sensoriales. Impulsan el desarrollo de los sentidos del niño para que puedan percibir la
realidad que los rodea tal cual es. Entre este tipo de materiales se encuentran los cilindros, la torre
rosa, las reglas de madera y las barras, entre otros.

b) Materiales para la vida práctica. Orientados para que cada niño experimente situaciones de la vida
real, como por ejemplo cocinar, ordenar, vestirse, coser, desvestirse y barrer, entre otras
actividades. Algunos de estos materiales son: las cremalleras, los lazos, los botones, los utensilios
de cocina, los utensilios de limpieza y algunas herramientas. Actividades que conllevan a que el
niño aprenda sobre el cuidado personal y de su entorno, así como a establecer relaciones sociales
con todos aquellos que estén a su alrededor.

c) Materiales para el Lenguaje. Diseñados para motivar el desarrollo del vocabulario, la


pronunciación, la escritura y la lectura, como lo son las letras de madera con lija, las tarjetas de
letras mayúsculas y minúsculas, libros infantiles entretenidos como los cuentos y el alfabeto
móvil.

d) Materiales Matemáticos. Buscan el desarrollo lógico del niño según su edad, sus capacidades y
habilidades para realizar las actividades dentro del aula Montessori. Para ello, se emplean
materiales con los que el niño puede jugar y asimilar conceptos matemáticos como formas
geométricas, los números de lija, el tablero de las operaciones básicas de las matemáticas, barras
numéricas, la tabla del 100, entre otros.

e) Materiales de Ciencia. Permiten al niño conocer sobre los fenómenos naturales, la flora, la fauna y
cualquier otro aspecto de la naturaleza que lo rodea.

f) Materiales Artísticos. Permiten al niño expresar lo que siente y lo que desea a través del uso de
técnicas y recursos artísticos, motivando, así, el espíritu creativo e innovador del niño.

El cuadro Nº 1, denominado Materiales Montessori, señala en las filas algunos de los materiales que se
encuentran dentro de las aulas montessorianas, mientras que las columnas muestran el área de
conocimiento, descripción y objetivo de cada material, así como la imagen de los mismos.
Cuadro Nº 1: Materiales Montessori
Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020.
Por tanto, el ambiente preparado es un espacio diseñado para que los niños puedan experimentar,
descubrir, compartir y relacionarse con otros niños, con el propósito de realizar sus actividades
académicas de manera autónoma; lo cual no implica la inexistencia de normas, lineamientos e
instrucciones emitidas por el guía. Es un espacio para hacer, deshacer, adquirir habilidades y destrezas,
aprender y equivocarse si fuera el caso, con el uso de los materiales que se encuentran en el mismo. En
definitiva, el ambiente preparado se caracteriza porque:

 Debe estar limpio y ordenado, diseñado acorde a las necesidades del niño, para que este logre
desenvolverse de manera libre y estimule el deseo de adquirir y descubrir el conocimiento.
 Proporciona independencia y libertad para trabajar de manera individual o grupal, permitiendo el
desarrollo social, intelectual y emocional del niño.
 Los materiales didácticos son diseñados para ser utilizados por el niño según su edad, desarrollo y
necesidades, los cuales deben estar al alcance del mismo.
 El guía de proceso de enseñanza es quien tiene el rol de supervisar las actividades que se realizan
dentro del ambiente preparado para fines educativos.

Como se ha evidenciado, la aplicación del Método Montessori requiere de un ambiente preparado en


relación a su entorno y el empleo de diferentes materiales didácticos, lo cual queda expresado
figurativamente a continuación:

Educación Educación Habilidades de Educación


Motriz o Vida Sensorial Lenguaje, Lectura Matemática
Práctica y Escritura

Sensoriales Vida Práctica Lenguaje Matemáticas Artísticos Ciencia

Experimentar, descubrir, Explorar, descubrir nuevas


compartir y relacionarse Hacer, deshacer y adquirir
realidades y colaborar en las
con otros niños. conocimiento. actividades.

Figura 1: Ambiente Preparado para el aula montessoriana


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020
8. EL GUÍA

El guía dentro de las aulas Montessori es el adulto que observa y acompaña a cada niño durante el
desarrollo del proceso de aprendizaje, es decir, es la persona que actúa como orientador del proceso
educativo con el propósito de que cada niño desarrolle su potencial intelectual, sus capacidades,
habilidades y destrezas al momento de realizar las actividades y tareas asignadas. Para esto, es necesario
que el guía Montessori se asegure de mantener el espacio preparado para tales fines, así como fomentar la
creatividad, la iniciativa, el orden y la seguridad en cada niño en favor de su desarrollo personal.

8.1. Características del Guía Montessori

 Debe ser una persona en constante formación, dispuesto a dar al niño lo mejor de sí en favor del
desarrollo personal de este.
 Debe ser una persona empática con los niños, aun cuando debe establecer normas dentro del aula
Montessori.
 Debe ser un observador permanente del niño, descubriendo lo que éste requiere para su
aprendizaje así como la forma en que el niño aprende, lo que le permitirá al guía la selección
oportuna de los materiales didácticos que favorezcan el desarrollo personal e intelectual del niño.
 Debe ser una persona capaz de motivar al niño de manera tal que cada uno cumpla alcanzar sus
metas y satisfacer sus necesidades dentro del aula Montessori.
 Debe ser una persona reflexiva, analítica, creativa e innovadora para conocer y atender las
necesidades de cada niño dentro de las aulas Montessori, ser capaz de reconocer que cada niño es
único por lo que cada uno tiene su propia personalidad.
 Debe ser una persona conocedora de lo que significa el niño como ser humano, su naturaleza,
comportamiento y objetivos que persigue en la vida.
 Debe poseer conocimientos académicos sobre áreas educativas y experiencias docentes.
 Debe promover la creatividad del niño para que éste cumpla con sus actividades académicas;
motivando al niño a compartir sus logros con los compañeros del aula para que exista la
interacción de lo aprendido.
 Debe inculcar en el niño valores sociales como la responsabilidad, la cortesía y el respeto por lo
demás y los objetos que se encuentran en el aula de clase.

8.2. Rol del adulto como guía

El adulto, dentro del Método Montessori, juega el papel de guía u orientador del proceso de aprendizaje
del niño dentro del ambiente preparado; por lo que su función es ayudarlo, motivarlo y estimularlo para
que realice sus actividades académicas, de forma individual o con sus compañeros, de manera efectiva y
eficaz. Esto implica que el guía deba ser una persona observadora de lo que el niño requiere, así como de
sus intereses académicos. Capaz de orientar al niño de manera tal que este se desenvuelva dentro del aula
Montessori de forma eficaz en el desarrollo de sus actividades y el uso de los materiales. Conocedor de la
utilidad de cada uno de los materiales que se encuentran en el aula, con el propósito de no cometer errores
en el momento de dar una instrucción al niño, y mantener el orden y la disciplina dentro del aula de clase.
De igual manera, el adulto que actúa como guía en el aula Montessori deber ser proactivo, empático,
motivador del trabajo libre, independiente y creativo. Al respecto, Montessori señala que el guía debe
orientar al niño y no convertirse en un obstáculo para el desarrollo de sus actividades académicas.
Así pues, el adulto, como guía dentro del aula, toma un segundo papel dentro del proceso de enseñanza-
aprendizaje, pues su rol como orientador está fundamentado en la ayuda que presta al niño para que este
se desarrolle como ser humano, lo cual implica que el guía debe diseñar el salón de clases según las
necesidades de los niños, elaborar la agenda o esquema a seguir diariamente y establecer las estrategias
para dar respuesta a los intereses del niño, sin que esto lo convierta en el centro del proceso de
aprendizaje. Es, por tanto, el vínculo entre el aula de clases y el niño. El guía es la persona que se
comporta como observador de cada niño, con el fin de descubrir lo que requiere, sus necesidades y sus
actos de manera individual y grupal, para que este se sienta respetado, motivado y dispuesto a realizar sus
actividades académicas. Estas características son la que los diferencian de los docentes o maestros de la
educación tradicional. Es una persona en constante formación y aprendizaje que permitirá que el niño se
convierta en un adulto profesional, crítico, analítico y con el poder de decidir lo que más le convenga. A
esto, señala Montessori (1952),

al niño hay que permitirle que construya en base a sus experiencias concretas (…). Tocar el niño es tocar
el punto más delicado y vital, donde todo puede decidirse y renovarse, donde todo está lleno de vida,
donde se hallan encerrados los secretos del alma, por ahí se elabora la educación del hombre del
mañana (p. 80).

A manera de conclusión, se dice entonces que la relación que existe entre el niño - el guía - el espacio
preparado no es otra cosa que un vínculo que busca que el niño se sienta un ser capaz, creativo,
independiente, explorador, observador y dispuesto a aprender haciendo (Bonàs, et al., 2007), en un
ambiente preparado y bajo la orientación del guía. Esquemáticamente, la relación que existe entre el niño
y el guía con el ambiente donde se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje queda representada en
la siguiente figura:

El ambiente
El entorno preparado Los materiales

Centro del proceso de


Motivador
Triada enseñanza - aprendizaje
Método
Montessori
El Guía El Niño

Orientador Aprende haciendo

Figura Nº 2: Triada en el Método Montessori


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020
MÓDULO IV
_____________________________________________________________________________________
EL JUEGO Y EL PORTAFOLIO COMO HERRAMIENTAS PARA EL
APRENDIZAJE
_____________________________________________________________________________________

La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejándola libre para que se desarrolle.
María Montessori

9. EL JUEGO Y LA CREATIVIDAD: HERRAMIENTAS PARA EL APRENDIZAJE

9.1. Contexto histórico

El juego es una actividad que realiza cualquier persona a lo largo de la vida con el fin de satisfacer
algunas de sus necesidades como distraerse, recrearse o simplemente aprender. Dicha palabra proviene
del latín iocum y ludus-ludere y hace referencia al término de diversión o actividad lúdica. Es, por tanto,
una actividad en la que el ser humano actúa y se desenvuelve como persona al interactuar y relacionarse
con los demás, la cual es espontánea, voluntaria y libre de ser escogida. Estas actividades como tal, se
realizan, en muchos casos, sin tiempo establecido y sin un objetivo definido, pues solo buscan el
interactuar con los demás, el tomarse unos minutos para distraerse y hacer algo diferente a las actividades
propias del día. De esto se deduce, entonces, que existe una distinción entre los juegos no competitivos,
los cuales se refieren a los que se realizan para el disfrute, la distracción y el entretenimiento, y los juegos
competitivos que buscan un objetivo determinado: ganar. En sí, este tipo de actividades, sean
competitivas o no, permiten al ser humano, por una parte, descubrir el entorno en el que se desarrolla la
misma y, por la otra, descubrir las habilidades, destrezas y capacidades que posee para realizar tales
juegos. Agregando a lo anterior, se dice, entonces, que el juego se caracteriza por ser: libre, pues el ser
humano tiene la capacidad de elegir el juego que más le complace; incierto, dado que no se conoce cuál
será el resultado final ni mucho menos cómo se desarrollará; limitado, pues cada juego tiene determinado
el espacio donde se llevará a cabo; y reglamentado, ya que posee sus propias reglas que permiten el
cumplimiento eficaz del mismo.

Existen una diversidad de autores que contextualizan el término “juego”, pero todos y cada uno de ellos
coinciden en que es una actividad que realiza el ser humano. Entre estos autores se pueden mencionar a:
Gross, Baldwin y Baldwin (1898), que lo definen como una actividad que estimula el desarrollo del
pensamiento del niño, por lo que lo preparara para la vida; o a Piaget, quien expresa que el juego es una
actividad propia del niño y que es parte de su inteligencia porque constituye la asimilación entre lo real y
lo imaginario según cada etapa evolutiva del individuo; o Vigotski (1979), quien señala que el juego
surge como una actividad que satisface la necesidad de relacionarse con otros, por lo que es una actividad
social; o Huizigan (2000), quien afirma que el juego es:

una acción u ocupación libre que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales
determinados según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene su
fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de «ser de
otro modo» que en la vida corriente. (p. 45).
Con relación al tema del juego, Piaget (1945) señala que existen cuatro tipos de juegos, a saber: el juego
de ejercicio, el juego simbólico, el juego de reglas y el juego de construcción.
El juego de ejercicio está referido a todas aquellas actividades que se repiten hasta alcanzar el
resultado esperado, como es el caso de las acciones que realiza el niño en sus primeros años de vida,
como arrastrarse, gatear, caminar o balancearse, lo cual le permite ejercitar y desarrollar la parte motora
de su cuerpo.
Por su parte, el juego simbólico se asocia con aquellas actividades mediante las cuales el niño
simula personajes o situaciones ficticias, lo que trae consigo que analice y comprenda lo que sucede en su
entorno, desarrolle su imaginación y creatividad, así como el lenguaje.
El juego de reglas, donde el niño aprende que se deben cumplir con ciertos lineamientos
establecidos para llevar a cabo el juego, como lo son el escondite, la cuerda o los juegos de mesa; juegos
que genera en el niño responsabilidad, respeto por lo que dicen y hacen los compañeros de juego, y
desarrolla la memoria y la concentración.
Finalmente, sobre el juego de construcción, Piaget hace referencia a aquellas actividades mediante
las cuales el niño construye lo que desea como parte de su desarrollo intelectual, como es el caso de la
construcción de juguetes con papel (el avioncito) o la construcción de torres, puentes o carros mediante el
uso de legos o de rompecabezas, lo cual favorece la motricidad, la concentración y la capacidad de
análisis.

Bajo este contexto teórico se dice, entonces, que el juego es una actividad fundamental para el desarrollo
personal, biológico, mental, emocional e intelectual del ser humano, pues la puesta en práctica del mismo
permite la adquisición de conocimiento, promoviendo el interés en aprender; además, es un elemento de
distracción y recreación para el ser humano. Dentro de las aulas de clase, el juego ayuda a la interacción,
socialización e intercambio de ideas o estrategias, así como al desarrollo de la creatividad para realizar
una jugada en particular, reforzando el conocimiento que se posee convirtiendo este en aprendizaje
significativo. Ausubel (1982) expresa que este aprendizaje constituye un cambio de conducta del ser
humano, pues este debe relacionar los conceptos y darles sentido a partir de lo que conoce con el
propósito de crear nuevos conocimientos que garanticen el desarrollo personal e intelectual del mismo;
por esto, el juego es considerado una actividad que encierra tres elementos: aprendizaje, diversión y
recreación. En este orden de ideas Prieto Figueroa (1984) señala:

El juego, como elemento esencial en la vida del ser humano, afecta de manera diferente cada período de
la vida: juego libre para el niño y juego sistematizado para el adolescente. Todo esto lleva a considerar
el gran valor que tiene el juego para la educación, por eso, han sido inventados los llamados juegos
didácticos o educativos, los cuales están elaborados de tal modo que provocan el ejercicio de funciones
mentales en general o de manera particular (p. 85).

De modo esquemático, lo expresado hasta aquí queda representado en la Figura Nº 1 titulada Contexto
Teórico del juego:
Figura 1: Contexto Teórico del juego
Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

Sobre la creatividad, pudiera pensarse que es un elemento que solo está presente en la expresión artística
del ser humano. No obstante, la creatividad es una habilidad que posee cada individuo para realizar
cualquier actividad de forma diferente a cómo la realizan los demás. Asimismo, hace referencia a la
capacidad que tiene cualquier persona para utilizar la información o el conocimiento que posee en algo
nuevo, así como en el hecho de encontrar nuevas soluciones a los problemas (Monreal, 1997). Por su
parte, Moore, Ugarte y Urrutia (1987) señalan que la creatividad es una capacidad que se puede mejorar
con la experiencia y que se aprende como cualquier otro saber con el pasar del tiempo. Partiendo de esta
idea, se dice, entonces, que el término creatividad es considerado de diferentes contextos teóricos según el
uso del mismo, por lo que no posee un único significado. Este vocablo proviene del latín creare, que
significa producir de la nada, engendrar, procrear; dar existencia a algo, establecer nuevas relaciones,
inventar e idear (Ríos, 2004: 117); por lo que, la creatividad del ser humano está asociada a las
habilidades que posee, como lo son la imaginación, originalidad, libertad e innovación.

Hablar del término creatividad como herramienta del proceso de aprendizaje implica entender dicho
término como la generación de nuevas ideas para resolver problemas, inquietudes o realizar aportes en
favor del desarrollo del ser humano en cualquiera de sus aspectos, lo que se traduce en la adquisición de
nuevos conocimientos. Al respecto, De Bono (1989) señala que el ser humano, al ser creativo, desarrolla
su capacidad de descubrir algo nuevo en favor de su desarrollo. Por su parte, Vigotski (1995) sostiene que
la creatividad es un elemento propio y que existe en cada ser humano, por lo que es este el encargado de
desarrollarla como parte de su proceso formativo. Aunado a lo expresado por estos autores, Nickerson
(1999) señala que el trabajo continuo, el desarrollo de habilidades, el uso de imaginación y la curiosidad
constituyen algunos de los elementos que potencian la creatividad del ser humano; en tanto, Sorín (1992)
señala que la creatividad es la generación de nuevos significados y sentidos que enriquecen la
comprensión y el desarrollo (p. 32).
Por esto, en las aulas de clase la interacción y la socialización del conocimiento entre los estudiantes y los
docentes se convierten en los pilares fundamentales para el desarrollo de la creatividad. Al respecto,
Corbalán et. Al. (2003) plantean que en el proceso de enseñanza-aprendizaje la creatividad tiene dos
vertientes bien definidas. Una de ellas es la identificación del niño o los niños que poseen esta habilidad o
capacidad definida y desarrollada para realizar cualquier actividad dentro del aula de clase, y la otra
vertiente está vinculada con la puesta en práctica de la creatividad desde la docencia, es decir, el uso de
herramientas y métodos de por parte del docente para cumplir con los objetivos educativos.

Acerca de la vinculación que existe entre la creatividad y el Método Montessori, Cerda (2003) afirma que
fue:

María Montessori quien se planteó como premisas principales para el desarrollo del quehacer escolar,
la libertad, la actividad, el desarrollo de la personalidad, el desenvolvimiento del niño según sus
necesidades vitales, el respeto absoluto a su ritmo y aptitudes. Sus métodos y los materiales orientados a
la educación de los sentidos están guiados al desarrollo de una capacidad creadora que le permita al
niño resolver los problemas más complejos con la mayor simplicidad (p. 157).

Dentro de las aulas de clase montessorianas, la creatividad es un elemento dinamizador del proceso de
aprendizaje, pues cada niño es diferente uno del otro, ya que cada uno piensa desigual. Esto implica que
el guía debe motivarlos para que cumplan con sus actividades, generando nuevas ideas y/o conocimiento
o aplicando procesos innovadores. Bajo esta premisa, los procesos creativos generados por los niños
dentro de estas aulas favorecen el desarrollo de un ambiente de libertad, comunicación, interacción,
socialización y trabajo en equipo, donde cada uno tiene la capacidad de emitir juicios de valor sobre lo
que se hace y sobre el accionar de sus compañeros en la ejecución de las actividades académicas,
desarrollando, así, el pensamiento creativo, innovador y crítico de cada niño en beneficio de su desarrollo.
Al respecto, Montessori (1948) en su libro “To Educate the Human Potential” (La educación de las
potencialidades Humanas), señala:

Los educadores modernos sostienen que al niño hay que dejarle libertad para que aprenda lo que más le
guste, sin ningún tipo de preparación previa de su interés. Eso es como construir sin tener una base
firme; se parece a las posturas políticas que brindan libertad de palabrao de voto, pero no educación;
¡hay derecho a expresar las ideas, pero no hay ideas que expresar ni poder de reflexión! Lo que necesita
el niño, tanto como la sociedad, es que lo ayuden a edificar sus facultades mentales, sin dejar nunca de
lado el interés; así, podrá crecer de forma natural y en libertad (p. 76).

Así pues, dentro de las aulas montessorianas juega un papel importante los procesos creativos, pues estos
permiten transformar la realidad que vive el niño en algo diferente, en lo que siente y quiere ver el niño
del entorno donde se desenvuelve. Esto le permite, a su vez, generar y construir nuevos conocimientos
donde el juego se convierte en el pilar del proceso de enseñanza - aprendizaje. Implica, por tanto, el
diseño de un ambiente ordenado y con la disposición de los materiales necesarios para que el niño
aprenda y se desarrolle como individuo, donde el trabajo autónomo y responsable por parte del niño se
convierta en los pilares de su trabajo creativo. Con relación a lo anterior, Montessori (1982) consideraba
que no se podían crear genios, sino darle a cada individuo la oportunidad de desarrollar sus
potencialidades para que sea un ser humano independiente, seguro y equilibrado (p. 285).
Lo expresado en las líneas que anteceden sobre los aspectos de la creatividad como herramienta para el
aprendizaje puede ser visualizado en la Figura Nº 2 titulada La creatividad y el aprendizaje.

Figura 2: La creatividad y el aprendizaje


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

9.2. El juego dentro de las aulas montessorianas

El juego como una actividad está presente en el ser humano para satisfacer algunas de sus necesidades. A
esta situación no escapa el niño, quien, desde temprana edad, lo que realiza con mayor frecuencia son los
juegos, bien sea de manera individual o grupal. La realización de estas actividades por parte del niño se
convierten en el elemento motivador de su aprendizaje, generando, por tanto, beneficios en él, motivando
el desarrollo de una serie de habilidades, destrezas y capacidades como la creatividad, la memoria, la
toma de decisiones, la resolución de conflictos y la construcción de conocimiento, con el propósito de
determinar la mejor estrategia para conseguir la meta propuesta al iniciar el juego. Esto trae consigo que
el niño desde temprana edad comience un proceso de análisis, crítica y razonamiento de lo que está
sucediendo en la medida en que se desarrolla el juego. Por esto, además de ser un mecanismo para
aprender, es una vía de expresar lo que siente (deseos, miedo, inquietudes), lo que percibe de su entorno y
la percepción que tiene de los demás compañeros de juego. Como consecuencia de estas actividades
lúdicas, dentro de las aulas montessorianas se observa que existe un sinfín de juegos que se emplean
como estrategias que dinamizan el proceso de aprendizaje del niño; aprendizaje que está dirigido
fundamentalmente hacia las matemáticas, la lectura y la escritura. En este orden de ideas, la UNESCO
(1980) plantea:
Todos los niños del mundo juegan y esta actividad es tan preponderante en su existencia que se diría que
es la razón de ser de la infancia. Efectivamente, el juego es vital; condiciona un desarrollo armonioso del
cuerpo, de la inteligencia y de la afectividad. El niño que no juega es un niño enfermo, de cuerpo y de
espíritu (p. 5).

Así pues, dentro de estas aulas el juego constituye una herramienta factible que permite que el niño
adquiera nuevos conocimientos en favor de su desarrollo personal. Con referencia a este término, Torres
(2002) señala: El juego en el aula sirve para facilitar el aprendizaje siempre y cuando se planifiquen
actividades agradables, con reglas que permitan el fortalecimiento de los valores: amor, tolerancia
grupal e intergrupal, responsabilidad, solidaridad, confianza en sí mismo, seguridad, que fomenten el
compañerismo para compartir ideas, conocimientos, inquietudes; todos ellos –los valores- facilitan el
esfuerzo para internalizar los conocimientos de manera significativa y no como una simple grabadora
(pp. 209-210).

En atención a esto, en el ámbito educativo, el juego constituye uno de los elementos motivadores del
aprendizaje, permitiendo el desarrollo de habilidades, destrezas y capacidades cognitivas que, en muchos
casos, definen las acciones del niño dentro del aula de clase. Vigotsky (1979) establece que el juego es
una actividad social en la cual, gracias a la cooperación con otros niños, se logran adquirir papeles o roles
que son complementarios al propio. También este autor, al referirse al juego simbólico, señala cómo el
niño transforma algunos objetos y lo convierte, en su imaginación, en otros que tienen para él un
significado distinto. Por ejemplo, cuando corre con la escoba como si esta fuese un caballo. Por
consiguiente, el juego es una actividad beneficiosa en el aprendizaje de niño, pues, como se expresó en
las líneas que anteceden, además de desarrollar sus habilidades, destrezas y capacidades, es una
herramienta generadora de nuevo de conocimiento, ayuda a aprender nuevo conocimiento y a ponerlo en
práctica cuando lo requiera, así como potencia el desarrollo mental del niño. Por ello, es importante
enfatizar la importancia que tiene el juego en el proceso de aprendizaje del niño. Al respecto, el
Arzobispado de Chile (2008), señala en su obra titulada “Manual Estimulación Montessori para niños y
niñas preescolares de Colonias Urbanas”, que el niño:

cuando está jugando, está, a la vez experimentando, explorando, descubriendo su entorno. De esta
forma, sin darse cuenta, aprende y adquiere las nociones del espacio y tiempo, conoce y desarrolla su
cuerpo y empieza a dar sentido a objetos, personas y situaciones (p. 29).

En este sentido, el juego debe ser considerado como el conjunto de actividades que le sean agradables al
niño y que las mismas puedan ser realizadas en períodos cortos de tiempo, bien sea de manera individual
o en grupo, cumpliendo con las reglas establecidas por el guía. Todo esto ayuda al proceso de
aprendizaje; fortalece los valores, tales como el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la cooperación,
la confianza en sí mismo y en los demás; permite la socialización del conocimiento y promueve el
desarrollo de capacidades, destrezas y habilidades como el razonamiento, el análisis y la discusión, entre
otras. Así pues, el juego como herramienta de aprendizaje ayuda al niño a resolver problemas y a
enfrentarse a situaciones en las que debe tomar decisiones con inteligencia y sabiduría. Para Montessori,
esto implicaba que el niño debía trabajar dentro de las aulas de clases, por lo que consideraba al juego
como sinónimo de trabajo; expresaba: el juego es el trabajo de tu hijo, simplemente porque es el medio
por el que aprende (Britton, 1992: 30), pues con el desarrollo de tales actividades se facilita la
adquisición del conocimiento, así como su intercambio e interacción, fomentando el trabajo en grupo y
desarrollando la creatividad del niño.
El Método Montessori constituye una nueva forma de llevar a cabo el proceso de enseñanza- aprendizaje
dentro del aula de clase, por lo que las herramientas de impartir y transmitir el conocimiento difieren con
las utilizadas en la educación tradicional. El juego como herramienta de aprendizaje es uno de los
mecanismos que se emplean dentro de las aulas montessorianas para que cada niño adquiera nuevos
conocimientos, refuercen los que poseen e interactúen y socialicen con sus compañeros. Si se parte del
hecho de que el juego es una actividad libre que realizan los niños con fines recreativos y/o de
aprendizaje, se tiene, entonces, que el juego es una actividad que efectúa con el propósito, no solo de
distraerse y disfrutar en un momento determinado, sino también como mecanismo de aprendizaje. Así
pues, el juego es considerado una forma de aprender que tiene el ser humano, principalmente el niño,
dentro y fuera de las aulas de clases. Es una forma de aprender divirtiéndose y disfrutando la construcción
del conocimiento. Con el juego, el niño aprende a resolver problemas, a respetar y cumplir con sus reglas
y, por ende, a socializar con sus compañeros, lo que los motiva a aprender. En este sentido, para
Montessori fue importante la relación que existía entre el cerebro y los movimientos que realizaba el niño
al momento de jugar, pues este busca siempre participar de manera activa, hacer las cosas por sí mismo y
manipular cada uno de los juegos que están dispuestos en las aulas de clases (Britton, 1992). Con base a
esto, los juegos Montessori buscan desarrollar habilidades, destrezas y capacidades en los niños en la
manipulación de los mismos.

10. EL PORTAFOLIO: MECANISMO DE SEGUIMIENTO DEL APRENDIZAJE

La educación tradicional se caracteriza porque la evaluación del conocimiento adquirido por los
estudiantes se realiza a través de las evaluaciones en papel, quedando estas como única evidencia del
trabajo realizado por ellos. Actualmente, se considera como una técnica de evaluación del conocimiento
los llamados portafolios, los cuales, a su vez, son considerados una herramienta que utiliza el docente
para dejar evidencia de su actuación dentro de las aulas de clases y como mecanismo de seguimiento del
proceso de aprendizaje de los estudiantes. En el caso de los educandos, el portafolio se convierte en la
herramienta por medio de la cual muestra, a través de sus trabajos, el conocimiento adquirido, dentro o
fuera del aula de clase. Danielson y Abrutyn (2002) presentan un distinción del portafolio fundamentada
en el portafolio que realiza el estudiante, señalando que existen tres tipos de portafolio, a saber: a) de
trabajo, donde se reúnen, de manera general, los trabajos realizados por el estudiante de acuerdo a los
objetivos planteados; b) de presentación, que almacena los mejores trabajos realizados por los
estudiantes y cuyo fin es el de mostrar el alto rendimientos en la ejecución de los mismos, y c) de
evaluación diagnóstica, referido a la demostración que realiza el estudiante de sus trabajos en relación a
temas establecidos, lo que le permite la toma de decisiones con relación a los objetivos planteados.

Por su parte, Tobin (1994) señala que los portafolios que utiliza los estudiantes para demostrar su
aprendizaje están referidos a la recopilación de los trabajos, análisis y reflexiones que realizan durante su
proceso educativo, lo cual conlleva al desarrollo de habilidades y destrezas para su conformación, donde
la creatividad y la imaginación de cada uno de sus estudiantes marcan la diferencia entre los portafolios
que se realizan dentro del aula. Por esto, el portafolio está referido a la recopilación de una serie de
documentos realizados y seleccionados por cada uno de los estudiantes para demostrar lo aprendido sobre
uno o varios temas en un período determinado (Bergquist, Gould y Miller Greenberg, 1981). Por tanto,
los portafolios, según (Kimeldorf, 1994), son elaborados con el propósito de mostrar al docente tanto el
conocimiento como las habilidades, destrezas y capacidades adquiridas por el estudiante, durante el
proceso de enseñanza-aprendizaje. El material incluido en el portafolio puede estar relacionado con la
experiencia dentro del salón de clase (trabajos, tareas, exámenes) o referirse a experiencias
extracurriculares o extraescolares (cartas de recomendación, descripción de actividades realizadas en
asociaciones estudiantiles, entre otras).

Bajo esta premisa, se dice entonces que el portafolio es considerado un mecanismo de aprendizaje del ser
humano. Constituye el proceso mediante el cual el estudiante almacena todos los trabajos realizados
dentro y fuera de las aulas de clase, por lo que sirve de evidencia para demostrar al maestro el aprendizaje
adquirido. Por tanto, es una estrategia empleada para conocer el avance que ha tenido el estudiante en
relación al conocimiento y la realización de actividades académicas. Así pues, es una herramienta que
permite conocer los logros obtenidos por los estudiantes en un período determinado; así como las
habilidades, destrezas y capacidades adquiridas durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por
consiguiente, el portafolio reúne los documentos realizados dentro del aula de clase, como lo son las
pruebas, exámenes, ensayos, reflexiones, escritos, asignaciones individuales o grupales, así como todo
trabajo realizado por el estudiante en el hogar. Su construcción favorece el desarrollo de la autorreflexión,
el pensamiento crítico-analítico, la creatividad, la imaginación y la responsabilidad del estudiante por
adquirir y construir el conocimiento. De igual manera, Argudín (2001) señala que el portafolio hace
evidente el crecimiento académico y formativo del estudiante. Se afianza en el trabajo mismo y permite al
alumno reconocer su propio proceso de aprendizaje; es por ello que resulta un instrumento más
confiable que la evaluación tradicional (p. 38).

De todo esto se deduce, entonces, que los portafolios se caracterizan porque muestran el trabajo más
relevante realizado por el estudiante que demuestra el aprendizaje adquirido durante el proceso de
enseñanza-aprendizaje, reúne de manera cronológica la ejecución de las actividades académicas; es
personalizado, dado que cada estudiante muestra su colección de trabajos realizados; cada portafolio
posee su propia autonomía y creatividad, dado que ningún portafolio es similar a otro; potencia el
pensamiento crítico y analítico del estudiantes, quien debe decidir qué trabajo incorporar o no al
portafolio y favorece la investigación y construcción del conocimiento. Esta visión del portafolio desde
las aulas montessorianas se construye de la mano de los guías y los niños, donde el guía se convierte en el
garantizador de la construcción del portafolio y el niño es el encargado de agrupar los trabajos realizados,
los cuales serán evaluados por el guía mediante la observación del desempeño académico. De igual
manera, el portafolio puede estar organizado por las áreas de trabajo a las que se refiere Montessori al
momento de adecuar el entorno de las aulas montessorianas: educación motriz o vida práctica, educación
sensorial, habilidades de lenguaje, lectura y escritura y matemáticas, que busca que el niño se autoevalúe
mediante la reflexión, el análisis y la crítica de trabajo realizado dentro del aula de clase para, con esto,
desarrollar habilidades, capacidades y destrezas para evaluar su aprendizaje (véase caso de estudio en
http://revistas.cesgranrio.org.br/index.php/metaavaliacao/article/viewFile/133/184).

La figura Nº 3 que se muestra a continuación, resume los beneficios que trae consigo la utilización de los
portafolios dentro de las aulas de clase como mecanismos de seguimiento del proceso de aprendizaje de
los estudiantes:
Figura Nº 3: Beneficios del uso de los portafolios en el proceso de aprendizaje.
Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

En definitiva, el conjunto de herramientas presentadas aquí son necesarias para dar seguimiento y
evaluación al proceso de enseñanza del niño, las cuales identifican la aplicación del Método Montessori
dentro de un espacio preparado, donde la puesta en práctica de cada una de ellas repercutirá de manera
favorable en el desarrollo personal e intelectual del niño.
MÓDULO V
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LA ENSEÑANZA DEL MÉTODO MONTESSORI
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“El niño, guiado por un maestro interior trabaja infatigablemente


con alegría para construir al hombre. Nosotros educadores, solo podemos ayudar…
Así seremos testimonio del nacimiento del hombre nuevo”
María Montessori.

11. EXPERIENCIAS PRÁCTICAS DE LA FORMACIÓN DE LOS DOCENTES

11.1. Contexto histórico

Con la evolución de las teorías pedagógicas, ha surgido una preocupación por el desarrollo de novedosos
esquemas de enseñanza-aprendizaje para el siglo XXI. Todos estos esquemas aceptan la transformación
de la educación tradicional a fin de propiciar nuevas formas pedagógicas, sin embargo, no existe un
modelo preponderante que aglutine las diversas competencias y aptitudes del docente que merecen ser
consideradas en el mundo actual; aspectos que comúnmente se encuentran ausentes en los actuales
procesos de enseñanza-aprendizaje. La preocupación, en parte, está dirigida a la formación de los
docentes y se sustenta en la necesidad de capacitarlos, al igual que desarrollar sus competencias. Todo
ello, con el fin de combinar el pensamiento de manera crítica, poseer habilidades de creatividad,
colaboración y de comunicación; capacidades y habilidades necesarias a fin de enfrentar incertidumbres y
condiciones imprevistas en el espacio destinado a la acción educativa (Schunk, 2012).

El proceso de enseñanza-aprendizaje es fundamentalmente dialéctico, paradójico, complicado y, muchas


veces, conflictivo; lo cual implica la existencia de múltiples tensiones inherentes al proceso. Esto
significa que las tensiones están apoyadas en la relación dialéctica entre la conducción del proceso de
enseñanza y el necesario autoaprendizaje en el proceso de enseñanza (Klingberg, 1978). En ese sentido,
los programas de formación y actualización docente deben corresponder con las exigencias educativas y
las que se experimentan en los ambientes educativos. De estas circunstancias nace el hecho de que es,
precisamente, en dichos ambientes donde surge la relación dialéctica y las corrientes didácticas que se
llevan a cabo de manera efectiva. Características que se manifiesta en la actuación de los docentes si han
sido preparados según esquemas educativos creativos y se han fomentado sus habilidades y competencias.
Habría que decir, también, que estas competencias y habilidades son esenciales para el proceso de
enseñanza-aprendizaje, entendiendo que conforman la personalidad del docente y que, asimismo, se
promueve la colaboración, la comunicación, el aprendizaje informal, la productividad y la creatividad;
aspectos estos de gran importancia para el desarrollo de la responsabilidad, la capacidad de iniciativa, el
asumir riesgos y la resiliencia. Con ello, el proceso educativo inducirá a la ejecución de la acción docente,
la empatía y la consideración con las personas involucradas en dicho proceso; condiciones que conducen
a la transformación del docente para optimizar el orden y la gestión de conocimientos y desarrollar la
habilidad de convertir las dificultades en oportunidades.

Por otro lado, se requiere acondicionar el ambiente en los espacios educativos con el fin de motivar a los
niños al autoaprendizaje, a promover la colaboración con sus compañeros de clase, al empleo de tareas
dirigidas y a la utilización de diversos de materiales didácticos, lo cual significa que los docentes deben
orientar a los niños a que sean proactivos y conducirlos hacia el logro de metas de aprendizaje. En este
sentido, es pertinente cerciorarse de que los niños aprendan por sí mismos, reduciéndose la asistencia del
docente solamente a la necesaria. Así, los docentes deben inducir y permitir a los niños asumir mayor
compromiso con su proceso educativo. Hasta ahora, se ha establecido que la educación es un proceso
natural que el individuo ejecuta de manera espontánea y que se fundamenta en la experiencia que brinda
el contacto con el ambiente, de donde se desprende que la labor del docente consiste en preparar una serie
de actividades de enseñanza-aprendizaje en un ambiente preparado para que se lleven a cabo con la
menor interferencia posible. Indudablemente, se piensa que el niño, con un ambiente adecuado, puede
llegar a ser todo lo bueno y deseable que se quiera. Asimismo, se entiende que la herencia y el ambiente
son condiciones interrelacionadas y mutuamente dependientes. En ese sentido, la herencia otorga las
condiciones que el ambiente impulsa a desarrollar. El ambiente incrementa lo que la herencia confiere.
Ambos factores son indispensables para lograr los mejores resultados educativos (Sánchez, 1963).

Conviene observar, sin embargo, que el aprendizaje sitúa en un mismo nivel la actividad social y la
experiencia compartida. Por ello, el niño construye el conocimiento por medio de la participación de
otros, en un momento y contexto cultural particular, lo que conduce a indicar que el docente se constituye
en un organizador y mediador del encuentro del niño con el conocimiento; por tanto, en la formación de
un docente se requiere instruirlo en el manejo de diversas estrategias pedagógicas flexibles, estrategias
que sean adecuadas a las distintas características de los niños y al contexto de su clase. De estas
circunstancias nace el hecho de brindar al maestro una formación que incluya un razonamiento de su
propia práctica docente y que incorpore la posibilidad de generar alternativas de trabajo efectivas. Por
otra parte, la motivación para el logro del aprendizaje significativo se vincula con la necesidad de inducir
en el niño el interés y esfuerzo necesarios para su educación, en tanto que la labor del docente es proponer
la orientación y guía pertinente en cada situación. En todo caso, cualquier plan de formación docente debe
girar en base a tres ejes que aseguren la pertinencia, aplicabilidad y permanencia de lo aprendido; a saber:

 Adquisición y profundización de un marco teórico-conceptual referente a procesos individuales,


interpersonales y grupales que intervienen en el aula y posibilitan la obtención de un aprendizaje
significativo.
 Reflexión crítica de la propia práctica docente para proporcionar instrumentos de análisis relativo
al quehacer, tanto a nivel de la organización escolar y curricular, como en el contexto del aula.
 Generar prácticas alternativas e innovadoras de la labor docente que permitan una intervención
directa sobre los procesos educativos (Díaz y Hernández, 2001).

Bien pareciera por todo lo anterior que, los docentes, en sus inicios dentro de la profesión, requieren de
una amplia gama de estrategias y técnicas que sean aplicables al contexto donde laboran, por lo que es
esencial lograr desarrollar un marco conceptual sobre lo que significa el progreso y el avance personal y
social de los niños; lo cual determina la labor educativa, le otorga significado a la práctica cotidiana y le
inspirará principios de autoevaluación. Consecuentemente, se requiere precisar estrategias a fin de
planificar, desarrollar y evaluar la actuación del niño en un contexto diverso y en un ambiente preparado,
adquiriendo destrezas, habilidades y competencias a través de la interrelación con otros docentes
mediante talleres de formación. Por tanto, necesitan experimentar y reflexionar con otros educadores,
aprendiendo nuevas formas de trabajo, en un ambiente educativo acorde para comprender los posibles
procedimientos, modelos o estrategias pedagógicas (Flórez, 2001). A su vez, deber ser la persona que
promueve la formación de la personalidad del niño, además de comprender y entender su forma de
actuar. Asimismo, el docente debe ser una persona reflexiva, mostrando su intención pedagógica y
modificando las condiciones para desarrollar su labor educativa, convirtiendo al niño en un actor social
que propicie la compresión y el respeto.

Lo dicho hasta ahora, permite afirmar por qué es indispensable elaborar programas de capacitación y
actualización docente que conlleven a la adquisición de nuevas formas de enseñanza para que el docente
asuma el papel de guía en la construcción del aprendizaje del niño. Asimismo, se requiere la preparación
de tipo psicológico y de manera metódica para establecer una buena relación con los niños. En este
sentido, es preciso un auxilio exterior, una instrucción a tal fin que le permitan tomar decisiones y
reelaborar estrategias de trabajo.

Hay que entender que se hace esencial el contar con individuos equilibrados emocionalmente, que
dominen herramientas didácticas y científicas para desarrollar estrategias de enseñanza y con capacidad
de actuar con liderazgo en el proceso de toma de decisiones educativas, lo que implica una acción
responsable y autorregulada del docente, para lo cual debe adquirir competencias que favorezcan el
aprendizaje del niño, la planificación de ejercicios prácticos y el desarrollo de actividades con
consideración a la realidad particular del niño, entre otros. En este contexto, las competencias son
habilidades, capacidades y conocimientos que una persona tiene para realizar de manera eficientemente
determinadas labores son características que se instruyen, a fin de realizar actividades y tareas en un
ámbito determinado que incluyen aptitudes, conocimiento teórico, tipo de pensamiento, modo de ser,
ética y el manejo de situaciones problemáticas y conflictivas. En consecuencia, las competencias son
adquiridas a través del aprendizaje y la formación, conformando un tipo de herramientas para ser
aplicadas en el campo laboral y profesional específico, combinando las destrezas y la capacidad al
desempeñar una función para que sean aplicadas de forma efectiva y que son definidas en un ámbito
profesional (Tobón, S. 2005).

Referido a lo anterior, al considerar las competencias en el área educativa, se indica que son aquellas
definidas para transmitir el conocimiento de forma efectiva y entre las que se puede mencionar la
organización y animación de situaciones para el aprendizaje, la gestión del progreso del niño y la
capacidad de informar e involucrar a los padres del proceso de enseñanza-aprendizaje (Tobón, Pimienta y
García, 2010). En consecuencia, conviene observar que los docentes tienen que estar formados para
enfrentar los retos procedentes de nuevos paradigmas educativos en el presente siglo. Igualmente, deben
poseer las herramientas didácticas adecuadas para desarrollar un trabajo innovador y de apoyo a la labor
docente. Bajo estas condiciones, la intervención del docente en el aula es esencial como mediador del
aprendizaje al impulsar la adquisición de conocimientos, al producir un ambiente de aprendizaje
adecuado y de reflexión en el proceso de aprendizaje.

12. PAPEL DEL GUÍA MONTESSORI

12.1. Contexto histórico

María Montessori, proponía cambios rotundos en la concepción del niño, poniendo a este como
protagonista y propulsor de su propio aprendizaje, planteando la triada niño-guía-ambiente preparado,
donde se deben cumplir los principios fundamentales de movimiento y elección, autodisciplina y
autonomía. La metodología Montessori se traduce, entonces, en la triada, donde el niño, a través de su
mente absorbente y sus periodos sensitivos, va articulando naturalmente la manera más propicia de
generar su aprendizaje, en el que se reflejan los principios de libertad, de autonomía y autodisciplina. En
este sentido, Montessori basó su método en el trabajo del niño y en la colaboración, por parte del adulto,
para que este logre su propio aprendizaje, por lo que el aula montessoriana no es un espacio donde el guía
imparte conocimiento, sino, por el contrario, es un espacio didáctico especializado donde el niño
desarrolla sus conocimientos por medio de actuar de manera libre. Por esto, el guía es quien encamina el
libre desarrollo del niño, no interfiriendo en su exploración, mientras que el espacio preparado está
constituido por los materiales didácticos y las áreas de aprendizaje.

Así pues, el papel del guía en el Método Montessori es orientar al niño; es el nexo entre el niño y el
ambiente preparado, por lo que debe ser de gran ayuda para proporcionar un clima de confianza en sí
mismo para el niño; consecuentemente, el papel del guía es señalar directrices para la ejecución de las
actividades académicas. Esto quiere decir que el guía debe ser el puente vivo entre el ambiente y el niño y
debe transmitirle empatía con el ambiente por medio de sus acciones. Asimismo, debe desarrollar
confianza en el niño, incrementar su capacidad de comprometerse, no interrumpir su concentración,
respetar la iniciativa y la espontaneidad, la libre elección y la repetición. Además, debe procurar que el
niño respete los límites y el trabajo de sus compañeros. En consecuencia, debe disponer y planificar la
ejecución del proceso de enseñanza-aprendizaje en un ambiente preparado, motivando al niño al
proporcionarle la información necesaria, orientando su razonamiento y aclarándole dudas y fortaleciendo,
todo esto para fortalecer, incorporar y fijar lo aprendido, de manera que modifiquen sus actitudes y sus
conductas en su realidad cotidiana. Para simplificar, el guía montessoriano debe ser la persona que se
ocupe de dirigir el aprendizaje del niño, respetando sus decisiones y preferencias, ayudándole a actuar por
sí solo, a querer por sí solo, a pensar por sí solo.

Hay otro aspecto, entre tantos, que es necesario destacar y es que el autoaprendizaje del niño no se
produce de un día para otro; es, por tanto, un proceso largo que requiere orientación por parte del guía, lo
que trae consigo la necesidad de un cambio de actitud para llevar a cabo el rol de guía montessoriano.
Debe estar formado profesionalmente, emocionalmente bajo control, con sentimientos y sensibilidad
positiva hacia sí mismo; aceptar que el crecimiento personal es un proceso continuo y debe estar abierto a
nuevas experiencias, aceptar sus errores, aprender de ellos y, si es necesario, buscar ayuda. El cambio a
nivel personal del docente que labore como guía montessoriano tiene que manifestarse en los siguientes
aspectos:

 Orientar el proceso de enseñanza-aprendizaje de acuerdo con la edad evolutiva del niño.


 Incrementar su actitud de máximo respeto a la autonomía del el niño.
 Desarrollar la tolerancia dentro del ambiente preparado.
 Actuar con afectividad, pero no de forma emocional, con mucha serenidad, hablar en un tono
normal.
 Ser calmado, paciente, responsable y humilde, donde predomine el autoconocimiento.
 Agudizar su percepción con poca intervención, mostrando los materiales e interviniendo con el fin
de que las instrucciones se cumplan para que el niño aprenda haciendo.
 Cumplir con su actividad de guía: orientador, observador y acompañante del niño.
 Estar preparado para enfrentar condiciones inesperadas y conflictivas para las que no hay una
solución anticipada.

Estos aspectos se relacionan con la circunstancia de que en el ambiente preparado del aula montessoriana,
el orden, el silencio y la concentración son la constante; sin embargo, el proceso de aprendizaje del niño
se realiza bajo las siguientes condiciones: con el trabajo del niño, tanto independientemente como en
grupo; la labor del guía, los niños y el ambiente preparado, se presentan como consecuencia que no
aparezcan aulas Montessori similares en su práctica; algunos guías utilizan los materiales montessorianos
y otros, en cambio, elaboran nuevos materiales o adaptan materiales educativos al aula. Por esto, el aula
montessoriana no es un espacio donde el docente imparte conocimientos, sino un lugar donde el niño, con
material didáctico especializado, desarrolla sus conocimientos por medio de una labor de aprendizaje
libre. Referido a este contexto, aquí cabe hacer una concesión: se considera necesaria la orientación del
niño sin permitir que este sienta la presencia del guía, de esta manera, no constituye un obstáculo entre el
niño y su experiencia. El rol del guía tiene mucho que ver con la capacitación del mismo y con la actitud
para estar dispuesto y prestar ayuda al niño, quien se encuentra en continuo aprendizaje y desarrollo
personal. El guía debe ser una persona con la voluntad de comprender los sentimientos y emociones de
los niños; para ello, debe intentar experimentar, de forma objetiva y racional, lo que siente el niño, a la
vez que debe saber poner límites firmes y claros.

El guía debe saber qué aspectos de la conducta del niño debe observar, cómo examinar su
comportamiento y saber determinar la información necesaria relativa al desarrollo del niño, para lo cual
debe adecuar el ambiente preparado a las necesidades que va detectando en el niño, por lo que su función
se ubica en un segundo plano, facilitando y ayudando al niño a desarrollar su potencial humano, por lo
que su labor se centra en el diseño del aula y la organización de las actividades académicas. Se trata, por
tanto, de ocuparse de cada uno de los niños y adecuar las estrategias pedagógicas de modo que respondan
a los intereses y necesidades de cada uno de forma individual. Se trata de guiar al niño, de darle a conocer
el ambiente sin interferir en la situación de aprendizaje más allá de lo necesario. Debe quedar claro, por
tanto, que el proceso de aprendizaje en sí pertenece al niño. De estas circunstancias nace el hecho de que
el guía debe anteponer al niño como la persona que desempeña el papel principal y promotor de sus
propios aprendizajes (Montessori, 2003).

12.2. Características

Dentro de este contexto, el guía es, por tanto, el nexo entre el aula de clases y el niño; es la persona que
ejerce una conducta como observador y orientador del niño dentro del espacio preparado a fin de revelar
lo que requiere, sus necesidades y su comportamiento de manera individual y/o grupal. Por tanto, el guía
permanece observando, algunas veces ayudando, presentando al niño los nuevos materiales, interviniendo
solamente cuando sea necesario; por esto, entre las características que debe poseer un guía montesoriano
se encuentran las siguientes:
 Tener conocimiento de los requerimientos intelectuales, físicos y psicológicos del desarrollo del
niño en cada período de su vida.
 Orientar al niño dentro del ambiente preparado hacia el uso del material o actividad a cubrir para
lograr el aprendizaje.
 Manejar con habilidad los objetivos de cada uno de los materiales a disposición del niño, así como
la utilización adecuada de los mismos.
 Mantener una postura activa cuando el niño recibe las instrucciones para el uso de los materiales y
pasiva cuando el niño utilice el material.
 Hacer el esfuerzo necesario para mantener el ambiente limpio y ordenado.
 Atender y escuchar al niño cuando este lo requiera.
 Motivar al niño para que este sea independiente y autónomo, fomentando la creatividad y la
imaginación.

Adviértase que, a pesar de que el método Montessori enfatiza en ubicar al niño como protagonista de su
propio aprendizaje, el guía puede realizar actividades para motivar la participación grupal que facilite el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Entre estas actividades se tiene, por ejemplo:

 Dirigir al niño para que ejecute actividades grupales.


 Crear un ambiente de clase que incluya lugares de acción grupal donde los materiales sean
compartidos.
 Organizar actividades de enseñanza-aprendizaje para que el niño coopere con sus compañeros.
 Establecer condiciones favorables para que el niño interactúe con los compañeros, así como
permitir que expresen sus opiniones y contrasten lo dicho por los compañeros.

Tras el examen de las condiciones anteriores sobre el papel del guía Montessori, otra advertencia que sale
al paso es que, en la actualidad, se considera la aplicación de la propuesta de María Montessori,
estimando que ha evolucionado la manera de pensar de las personas, el contexto social y las instituciones
educativas. Esto lleva a estimar que la metodología con la cual debe ser formado el docente, como guía,
ha de tener rasgos de flexibilidad, en constante modificación y adaptable a las condiciones propias de las
personas y del ámbito en que están inmersas. Pero lo que en este momento se requiere subrayar es que el
proceso de formación del guía montessoriano no es algo fácil. El uso de dicho método y el proceso de
formación en él está dividido por etapas de desarrollo del niño y cada guía escoge por cuál de las etapas
de edad decide especializarse. Se requiere la formación directa de los docentes mediante talleres,
demostraciones, entrenamiento o cualquier otra estrategia, sobre mecanismos de transferencia de
conocimientos a la práctica. Formación que debe contener condiciones que estén dirigidas al desarrollo
específico de capacidades, habilidades y competencias. Pero, sobre todo, promover la utilización de la
imaginación y la creatividad, lo cual debe estar dirigido a la capacitación para enfrentar los retos que
implica trabajar en un aula montessoriana, con lo que se lograría alcanzar cualidades a través de nuevas
capacidades, habilidades y competencias que son expresadas en el siguiente cuadro.
Capacidad Habilidad Competencia
- Actuar fuera de lo común.
Generar ideas y/o productos que, de - Concebir algo no conocido.
Ser original alguna manera, son auténticos, - Desarrollar un carácter singular.
novedosos o inéditos. - Elaborar pensamientos que expresan realidades
diferentes.
- Influir en actitudes y actuaciones de los niños
incentivándolos para obrar por un objetivo común.
- Prever y visualizar que algo suceda antes del tiempo
Facultad interior que hace que algunas
esperado.
personas inicien acciones propias ante
- Reproducir la realidad al describirla a fin de exponer y
cualquier circunstancia o busquen
Tener iniciativa soluciones a problemas de modo
explicar el comportamiento del ser humano.
- Enfrentar las tradiciones y apostar por la innovación
autónomo y con decisión de cambio.
en el ejercicio de la libertad.
- Procesar pensamientos en los que no hay necesidad de
razonamiento lógico, por los cuales se comprende
todo al instante.
- Disponer de variedad y agilidad de pensamiento
funcional.
- Procesar la vinculación del pensamiento, el
Se refiere a la productividad del
movimiento y la relación con el entorno.
pensamiento, es decir, a la capacidad
- Obrar con rapidez para resolver situaciones
Fluidez de para elaborar un gran número de
imprevistas.
pensamiento ideas, relaciones o frases en la
- Desarrollar la creación libre de requisitos.
búsqueda de contradicciones y
- Expresar una declaración de algo para darlo a
soluciones a diversas problemáticas.
entender.
- Producir ideas en cantidad y calidad de una manera
permanente y espontánea.
- Analizar y evaluar la consistencia de los
Analizar lo opuesto para visualizar lo razonamientos.
diferente, para contrariar el juicio, - Buscar y contraponer argumentos.
para encontrar caminos distintos. - Desarrollar pensamientos en los que se analicen
Transitar por las ideas para realidades de distinto tipo y que permitan la formación
Divergencia diferenciarse. Tener una opinión de nuevas ideas.
alterna, una perspectiva distinta, un - Ofrecer respuestas a una serie de dudas, inquietudes o
modo de sentir y pensar que no presuntas para cambiar realidad inmediata.
concuerda con un planteamiento. - Resolver problemas aplicando soluciones imaginativas
o creativas.
- Desarrollar pensamientos en los que se analizan
realidades de distinto tipo y que permiten la formación
de nuevas ideas.
Organizar los hechos dentro de - Exponer razones que justifican algo en base a pruebas
diversas y amplias categorías. y razonamientos fundados.
Flexibilidad de
Modificar y/o variar - Aceptar, reconocer y tolerar la existencia de diferentes
comportamiento comportamientos, actitudes, objetos, posiciones o pensamientos.
objetivos y métodos. - Asumir las condiciones para adaptarse rápida y
fácilmente a diferentes funciones.
- Adjudicar el propio sentir, las ideas o reacciones a fin
de delinear y afrontar el futuro.
- Comprender el entorno y actuar en consecuencia a los
impulsos que se reciben; se trata de entender y
organización los estímulos generados por el ambiente
y darles un sentido.
Percibir y expresar la realidad, - Representar o materializar con palabras o con otros
identificándose con una situación o signos externos, un pensamiento, una idea o un
problema planteado. Es la sentimiento.
Sensibilidad concentración y compenetración con - Cambiar la conducta por el impacto de la impresión de
la acción al reaccionar ante ciertos los sentidos.
estímulos. - Combinar espontaneidad y conocimiento acumulado,
confrontado con la información, el deseo y el
atrevimiento.
- Mantener la atención en algo particular o específico.
- Desarrollar la habilidad cognitiva para comprender el
universo emocional de otra persona.
- Cumplir con el propósito o quehacer que se le
atribuye a un individuo para desempeñar una tarea.
- Tener las mismas creencias o propósitos que otra
persona en la ejecución de un proceso.
- Asumir el comportamiento de involucrarse
activamente en las decisiones para mejorar un
proceso.
- Actuar en función del alcance de objetivos por encima
de lo que se espera.
- Tomar decisiones de manera voluntaria y creativa para
la resolución de problemas en el entorno educativo.
- Cumplir con la ejecución de las actividades
Desarrollar ideas racionales para
educativas.
planear y ejecutar actividades
- Ser constante en su actuación dentro del proceso
educativas e impulsar el pensamiento
educativo.
Formalizar ideas creativo a fin de concretarlas en el
- Poseer la aptitud de orientar y guiar al niño en el
ambiente preparado, presentando
ambiente preparado.
soluciones a diversas incógnitas en
- Ser crítico para proponer y emplear metodologías
beneficio del aprendizaje del niño.
alternativas.
- Poseer la capacidad de prever y afrontar
incertidumbres dentro del ambiente preparado.
Confiar en la forma de actuar como
- Poseer seguridad de desempeño dentro del ambiente
profesional de la educación, tomando
Autoestima preparado.
como referencia el propio
- Ser entusiasta y motivador del proceso educativo.
conocimiento.
Impulsar a los niños a realizar las - Saber establecer un vínculo favorable (abierto,
actividades educativas, de manera respetuoso y constructivo) con el niño para alcanzar
Motivación independiente y/o grupal, para las metas y objetivos del proceso de enseñanza-
cumplir con los objetivos educativos. aprendizaje.
- Saber escoger y procesar el conocimiento pedagógico
Asumir decisiones personales para la requerido en el ambiente preparado.
autoformación y desarrollo de la - Valorar analítica y críticamente los resultados
Independencia compresión y análisis del proceso obtenidos del proceso educativo.
educativo. - Ser libre al seleccionar las estrategias para el
cumplimiento su la labor como guía Montessori.
- Pensar y analizar las capacidades que, según su
conocimiento especializado, se poseen en el área
educativa para diseñar estrategias según las
Poseer capacidades, habilidades y
necesidades del niño.
destrezas para ser creativo e
Innovación y - Ser capaz de asociar conceptos y constructos.
innovador dentro del ambiente
creatividad - Aplicar la analítica del desempeño, tanto del niño
preparado y en relación al uso de los
como del proceso educativo.
materiales didácticos montessorianos.
- Poseer la habilidad de interesarse por lo desconocido
dentro del ambiente preparado para construir nuevos
elementos para la praxis educativa.

Cuadro Nº 1: Cualidades de creatividad a desarrollar por parte de un Guía Montessori


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

Esta descripción estaría incompleta si no se destaca que el guía montessoriano requiere de una
articulación armónica de lo laboral, profesional, académico e investigativo; la resolución a los problemas
del contexto de actuación profesional dentro del aula se encuentra en la aplicación de la teoría y en la
reflexión de su práctica, condición que permite que su acción se fundamente en el trabajo científico del
educador como profesional para poder guiar su práctica transformadora. Bajo esta circunstancia, el guía
logrará comprobar y apreciar objetivamente los resultados obtenidos por el niño en la experiencia del
aprendizaje y la eventualidad de la aplicación de tales conocimientos a la realidad inmediata.
13. TALLER DE CREATIVIDAD PARA GUÍAS MONTESSORI

13.1. Contexto histórico

Existen varias estrategias pedagógicas de enseñanza que se pueden utilizar a fin de elaborar un programa
educativo corto e intensivo en un área de conocimientos determinada que enfatiza la participación de los
docentes en la resolución de problemas comunes. Dicho programa se fundamenta en los conocimientos
que se poseen sobre un tema, en la experiencia previa de cada uno y en sus necesidades y expectativas.
Una de esas estrategias está dirigida a la elaboración de un taller de aprendizaje.

Una vez señalado lo anteriormente escrito, conviene advertir que la formación docente que se lleve a cabo
deberá incidir en que los docentes tomen conciencia de la importancia de implementar estrategias de
enseñanza vinculadas al referente pedagógico de tipo alternativo, de ahí la necesidad de implementar un
taller con temáticas que abordan diferentes aspectos pedagógicos. Este taller debe estar orientado a los
profesionales de la enseñanza a fin de ampliar los conocimientos de métodos de enseñanza-aprendizaje
adecuados a los requerimientos y necesidades de cada niño en su entorno. Consecuentemente, su
metodología induce a la generación de procesos que promueven el ejercicio de más libertad, mejor
participación y mayor compromiso por parte de los docentes en su proceso de formación.

En este contexto, el taller se caracteriza por ser una actividad para deliberar, polemizar y comparar ideas y
conocimientos; intenta elaborar en conjunto la explicación de fenómenos y pensamientos referentes a un
determinado tema; su ejecución se origina de una aglomeración de saberes particulares que promueven el
análisis en conjunto de conocimientos, donde el debate, el diálogo, el razonamiento y el establecimiento
de acuerdos determinan el desarrollo del taller. Esto requiere de la ejecución de un procedimiento
instructivo con el cometido de formar una comunidad de aprendizaje donde se beneficia el desarrollo de
competencias individuales y la expresión de productos colectivos desde diferentes áreas de conocimiento
(Ander-Egg, E, 1997); por tanto, es una actividad de formación en la cual las personas intentan aprender y
adquirir conocimiento sobre un tema, por lo que se requiere que los participantes se encuentren cómodos
a fin de alcanzar nuevos conocimientos y expresar sus experiencias. En este sentido, la participación es
fundamental en la realización de los talleres, ya que la dinámica de las actividades ejecutadas debe
recoger las experiencias previas de los participantes y, al interactuar, se elaboran nuevos conocimientos o
se fortalecen los previamente adquiridos con la participación activa del grupo. Además, brinda la
posibilidad de empoderarse de herramientas prácticas que permiten a los participantes aplicar lo
aprendido en su vida personal.

Al reunirse en el taller, los participantes presentan su nivel de especialización acerca de un problema


práctico, así como sus experiencias en el campo profesional a fin de actualizar el conocimiento que
poseen. Esto nos lleva a caer en cuenta de que el trabajo en equipo, a través de la labor cooperativa,
contribuye al proceso de enseñanza-aprendizaje, de manera que se aprende a aprender de forma colectiva,
adquiriendo habilidades y destrezas para actuar de manera eficaz y efectiva en el proceso educativo.
Evidentemente, al trabajar cooperativamente se colabora al afianzamiento del procedimiento de
despliegue docente, a tener aprecio por el trabajo creativo y productivo, promoviendo, además, valores y
actitudes acordes con el papel de guía y favoreciendo la generación de ideas y conocimientos (Torres, H.
y Girón, D. (2009).
En este caso, el taller está dirigido a contribuir en la formación de Guías Montessori, facilitándoles
herramientas teóricas y metodológicas que les permitan desarrollar el intercambio de experiencias,
promover el conocimiento, la formación de capacidades y el desarrollo de habilidades creativas e
imaginativas. Al finalizar el taller, el participante habrá progresado en la adquisición de las siguientes
competencias:

 Compartir conocimientos, información, experiencias y buenas prácticas en temas relacionados con


el ámbito educativo de los participantes.
 Aprender herramientas metodológicas que permitan comprender, analizar y ejercitar las
capacidades y habilidades de creatividad e imaginación en la atención de los niños en el ambiente
preparado.
 Identificar problemas y desafíos que se presentarán en la atención del niño, en el aula Montessori,
para asistirlos de manera creativa.
 Conocer y aplicar métodos de construcción de estrategias de liderazgo a fin de incentivar a los
niños para que obren en el ambiente preparado de manera entusiasta.

En el proceso de formación del docente, difícilmente es preparado para desarrollar su imaginación y su


creatividad. En el caso del guía montessoriano, sus habilidades y competencias de creatividad e
imaginación son imprescindibles para el establecimiento de interrelaciones con otras personas, con los
familiares de los niños, con los compañeros de labor y con los mismos niños; habilidades y competencias
que pueden ser desarrolladas con el establecimiento de relaciones sociales al ejecutar las actividades de
formación en un taller dirigido para tal fin. Además del aprendizaje cooperativo, se crea un clima
emocional y afectivo que no es inducido por la praxis de estudio y de la formación para la ocupación en
actividades docentes y, de la misma manera, las actividades a realizar, estarán enmarcadas por la
discusión, reflexión y proyección, que incluyan el uso de herramientas pedagógicas que modifique su
labor docente. Al respecto, el taller no es otra cosa que una propuesta didáctica donde un grupo de
personas se reúne para abordar un tema que les es común o que les interesa para transmitir experiencias y
realizar aportes, permitiéndoles efectuar un aprendizaje natural, dialogando e intercambiando información
y experiencias, por lo que el aprendizaje se obtiene de manera participativa. Al respecto, el taller es
similar a un seminario en su estructura y dinámica, pero es distinto en cuanto a que en el taller se trata de
desarrollar actividades prácticas y obtener un producto visible (Medina y Salvador, 2009).

La toma de decisiones en el aula indica la creatividad del docente, la cual se manifiesta a través de la
formación de objetivos didácticos y actividades de aprendizaje que permitan el descubrimiento de nuevas
ideas. Un docente creativo debiera permitirse innovar constantemente y desarrollar estrategias
motivadoras que conlleven al aprendizaje significativo; por tanto, la creatividad se convierte en fuente
para desarrollar prácticas innovadoras en el ámbito de la profesión docente, permitiéndoles una adecuada
toma de decisiones, así como la generación de productos propios en el ámbito de formación docente. En
ese sentido, el vivenciar experiencias que estimulen algunas habilidades creativas de los docentes
permitirá desarrollar una actuación profesional autodeterminada y desenfadada. Así pues, la vivencia
colectiva de experiencias puede producir una adecuada compresión de los procesos creativos que
experimenta el ser humano en el ámbito profesional de los docentes y, con ello, potenciar sus propias
capacidades, así como la de los niños.
Habría que decir que, para desarrollar la creatividad de los docentes, es importante reconocer las
condiciones en que se despliega dicha creatividad en la práctica profesional. De esta forma, se deben
proponer los mecanismos necesarios para fomentarla a través de la participación en actividades
vivenciales, por lo que es necesario destacar que la actividad desarrollada en talleres de creatividad para
docentes no debe considerarse un programa propiamente dicho. No es un entrenamiento, sino una
experiencia de aprendizaje significativo que permitirá una apropiada toma de decisiones, así como la
generación de acciones propias en el ámbito de un ambiente preparado y su aplicación como guía en el
aula Montessori.

Es importante, dejar sentado que todo lo anteriormente expresado conduce a la presentación de un


pequeño programa de formación para docentes que pudieran realizar actividades como guías
montessorianos. Sin embargo, es necesario indicar que más que un programa para fomentar la formación
del guía, es un taller de sensibilidad para desarrollar las capacidades, habilidades y competencias de la
creatividad dentro del aula de clases, propiciando la interacción del conocimiento y la práctica de los
participantes para mejorar la percepción del Guía Montessori en su labor de acompañar al niño en el
ambiente preparado. En este sentido, se presenta el Cuadro Nº 2, denominado ¡Taller de Creatividad.
Actividades a realizar”; el cual se describe a continuación:

 Las tres primeras actividades a realizar en el taller de creatividad están basadas en la Figura 1, que
se presenta seguida del referido cuadro. Dichas actividades están enfocadas de manera que, al
mirar la imagen, el participante logre estimular la capacidad de formular interrogantes, imaginar
posibles causas y visualizar todas las posibles consecuencias de la ocurrencia de los hechos que
muestra la figura.
 La cuarta actividad del taller se refiere, básicamente, a desarrollar la habilidad de cambiar el
estado de las cosas estableciendo condiciones innovadoras, así como establecer y/o realizar las
acciones necesarias para que una cosa o condición obtenga un aspecto que la haga parecer como
nueva.
 La quinta actividad lo que pretende es establecer la posibilidad de poner en práctica diferentes
tipos de conocimientos con la finalidad de lograr un objetivo determinado, lo cual se alcanza al
modificar algún aspecto sin alterar las características esenciales.
 La sexta actividad está dirigida a que los participantes logren conseguir que algún proceso, en el
que se deben involucrar, alcance un resultado favorable, para lo cual deben pensar y considerar el
proceso con atención y detenimiento, comprenderlo bien, formarse una opinión sobre ello y tomar
una decisión.
 La séptima actividad induce a los participantes a pensar en una cosa o una acción, imaginársela
gráficamente o establecer el modo y el conjunto de medios necesarios para llevarla a cabo. Para
ello, cada participante debe buscar o extraer de la Figura 2 un juicio a partir de hechos,
proposiciones o principios, ya sean estos generales o particulares, tratando de establecer todas las
posibles explicaciones de las consecuencias de que esté ocurriendo en la vida real.
ACTIVIDAD CAPACIDAD ACCIÓN
- Observar la imagen de la Figura 1 durante el tiempo requerido.
1. Observar Indagar - Establecer varias preguntas en profundidad que vayan más allá de lo que
está presente a simple vista.
- Establecer varias probables causas de lo que sucede en la figura.
2. Cuestionar Inferir - Inferir causas antes, durante y/o después de la acción de la figura.
- Imaginar y detallar todas las presumibles razones de la acción.
- Establecer las factibles consecuencias de lo que sucede en la figura.
3. Pronosticar Descubrir - Inferir consecuencias antes, durante y/o después de la acción de la figura.
- Imaginar y detallar todos los presumibles efectos de la acción.
- Precisar diversas formas insólitas e interesantes de establecer un uso
recreativo de una pelota de cualquier tipo para los participantes.
4. Innovar Renovar - Pensar en la utilización de manera diferente de una pelota para que su
uso no sea únicamente el entretenimiento.
- Definir una lista de usos poco comunes e interesantes de una caja de
5. Aplicar material de reciclaje.
Modificar
conocimientos - Imaginar cualquier tipo de caja.
- Presentar cualquier posibilidad de nuevo uso aunque parezca extraño.
- Determinar todos los posibles interrogantes que se le ocurra sobre el uso
de la caja de material de reciclaje.
- Comentar, con el resto de los participantes del taller, a fin de producir
6. Optimizar Reflexionar todas las posibles respuestas a los interrogantes anteriores.
- Motivar la curiosidad y el interés en la variedad de respuestas.
- Imaginar argumentos para el uso de la caja que el resto de las personas
no se imaginan.
- Observar la imagen de la Figura 2, donde se presenta una situación
imposible de ocurrir o que representa una fantasía.
- Suponer todas las posibles explicaciones que se le ocurra.
7. Proyectar Deducir - Usar la imaginación para dar explicación a lo que ocurre.
- Comparar tus explicaciones con las del resto de participantes.
- Pensar en todas las posibles consecuencias derivadas de la acción de la
imagen si fuera verdad en la realidad.

Cuadro 2: Taller de Creatividad. Actividades a realizar


Fuente: Africano, Febres-Cordero, Pérez, 2020

Figura 1
Pintura de Leonid Afremov
Figura 2
Renault Trucks y Francois Abelanet
Record Guinness “anamorfosis más grande del mundo”

En definitiva, las actividades ejecutadas por los participantes en el taller de creatividad estimulan la
interacción de diferentes aspectos para mejorar la percepción del Guía Montessori en su labor de
acompañar al niño en el ambiente preparado, lo cual se logra cuando el guía lleve a cabo en la práctica los
conocimientos desarrollados a lo largo de las actividades del taller. Esto le permitirá actuar en función del
interés de la formación del niño a través del aporte adquirido por sus experiencias. De estas circunstancias
nace el hecho de que el guía podrá atender los requerimientos educativos de los participantes en el aula
montessoriana, potenciar el proceso enseñanza-aprendizaje y el desarrollo de las habilidades del niño.
MÓDULO VI
_____________________________________________________________________________________
EL APRENDIZAJE Y EL MÉTODO MONTESSORI
_____________________________________________________________________________________
La primera tarea de la educación es agitar la vida,
pero dejándola libre para que se desarrolle.
María Montessori

14. LA ESCUELA NUEVA: VINCULACIÓN CON EL CONCEPTO DE APRENDIZAJE

14.1. Contexto histórico

A finales del siglo XIX y durante el siglo XX, nace una nueva corriente educativa conocida como la
Escuela Nueva, a la cual también se le conoce como Escuela Activa, Escuela Moderna o Escuela del
Trabajo (Narváez, 2006). Estas distinciones estuvieron basadas en los diferentes ideales y prácticas
educativas que se sucedieron en diferentes países. Así pues, la Escuela Activa admite como principio
fundamental el hecho de propiciar las actividades psicomotoras que deben realizar los niños como pilar
del proceso de enseñanza-aprendizaje. Se le considera Escuela Moderna dado que la nueva escuela debe
estar sustentada en aspectos científicos y racionales, vinculados con el entorno social actual que vive el
niño. A esto, señala Martínez (2004), “... la necesidad de introducir nuevas teorías pedagógicas que
permitan reemplazar y desplazar el esquema de la denominada „educación tradicional‟...” (p. 103). Por
otra parte, se le llama Escuela del Trabajo, pues la escuela debe preparar al niño para la vida y para que se
desenvuelva en su entorno social.

Partiendo de estas premisas, esta corriente educativa surge en oposición al modelo educativo tradicional,
donde aspectos como la formalidad en el desarrollo de la clase, la disciplina, el orden, la competencia
entre los alumnos y la memorización de contenidos (Palacios y otros, 1984) se dejan de lado para dar paso
a la iniciativa, la creatividad y el ingenio del niño como base del desarrollo del mismo dentro del aula de
clases, fortaleciendo, así, su autonomía, libertad e independencia dentro de su entorno y promoviendo su
aprendizaje. Esta corriente educativa comienza con los postulados pedagógicos de Dewey (1859-1952) en
Estados Unidos y de Rousseau en Europa. Por su parte, Dewey señalaba que el proceso educativo debía
centrar su atención en el niño y en su desarrollo personal e intelectual, donde la educación fuera
considerada un proceso social de formación. Así pues, proponía, además, la participación activa del niño
dentro del proceso educativo según sus intereses y necesidades de aprender; buscando, por tanto, ser una
educación activa cuyo fin era y es preparar al niño para actuar de la mejor manera dentro de su entorno
social. En tanto, que Rousseau (1712-1778) planteaba que el niño era libre para realizar sus actividades
educativas y que estas deberían tratar aspectos psicológicos en beneficio del desarrollo del mismo

Entre sus principales representantes se encuentran Adolphe Ferriere (1879-1960), William Heard
Kilpatrick (1871-1965), Ovide Decroly (1871-1932), Roger Cousinet (1881-1973), Célestin Freinet
(1896-1966), Maria Montessori (1870-1952) y Jean Piaget (1896-1980), entre otros, quienes propusieron
teorías educativas contrarias a los postulados de la educación tradicional. Por esto, se dice que la Escuela
Nueva surgió como un movimiento heterogéneo donde no hay un fundador, sino una serie de personajes
carismáticos que exponen y buscan compartir su visión sobre el hecho educativo (Guichot, 2010: 180).
Aunado a lo expresado por Pineau (1996), quien consideró a la Escuela Nueva no como un discurso único
y estrecho, sino como un campo discursivo complejo en el que se inscriben las distintas propuestas, lo
que permitió la enorme cantidad de articulaciones que se llevaron a cabo (p. 7).

En este contexto, Villalpando (2003) señala que la Escuela Nueva se debe al afán de contrastarla con los
criterios precedentes a los que, por el mismo entusiasmo, se englobaron bajo el signo de „educación
tradicionalista‟; en tanto que, Filho (1964), expresa que la Escuela Nueva

... No se refiere a un solo tipo de escuela o sistema didáctico determinado, sino a todo un conjunto de
principios tendientes a invertir las formas tradicionales de la enseñanza. Esos principios derivaron,
generalmente, de una nueva comprensión de las necesidades de la infancia, inspirada en las conclusiones
de los estudios que la biología y la psicología iniciaban entonces. Pero luego se ampliaron
relacionándose con otros, muy numerosos, relativos a las funciones de la escuela frente a las nuevas
exigencias de la vida social (p. 4).

Por su parte, Sanchidran B. y Berrío (2010) señalaron que esta corriente educativa promueve el proceso
de enseñanza - aprendizaje centrado en el niño y no en el docente, como sucede en la Escuela Tradicional.
Es, por tanto, una corriente fundamentada en el paidocentrismo, es decir, el niño es un ser activo, que
aprende haciendo por sí mismo, por lo que se convierte en el protagonista de dicho proceso. Al respecto,
Betancourt (2007) expresa: aprender una cosa viéndola y haciéndola es algo mucho más formador,
cultivador y vigorizante que aprender simplemente por comunicación verbal de ideas (p. 20). Es decir, el
aprendizaje que adquiere el niño se adapta al desarrollo psicológico e intelectual y a las expectativas e
intereses que este tiene en relación a los que quiere aprender. De este modo, se dice, entonces, que el
proceso educativo está orientado al desarrollo de actividades que le permitan al niño conocer, descubrir,
construir, expresar y crear el conocimiento.

La Figura Nº 1, denominada Representantes de la Escuela Nueva y sus aportes, que se muestra a


continuación, señala, a grosso modo, las contribuciones que enmarcaron el contexto histórico teórico de
esta corriente educativa y que de una u otra forma están siendo aplicadas en la actualidad en algunos
centros educativos como otra alternativa del proceso enseñanza – aprendizaje.

Agregando a lo anterior, se dice, entonces, que esta nueva corriente educativa (Escuela Nueva) propicia el
desarrollo, por una parte, de las capacidades cognoscitivas como la atención, percepción, memoria,
resolución de problemas, comprensión y establecimientos de analogías, entre otras) y, por otra, las
habilidades, capacidades y competencias del niño para actuar en su entorno, lo que conlleva a que este
responda favorablemente a la satisfacción de sus necesidades, por lo que el niño se convierte en el eje
central del proceso educativo. Este cambio de paradigma educativo requiere, por tanto, de nuevos
métodos de enseñanza y transmisión del conocimiento, así como de espacios preparados para tales fines
que faciliten la socialización y adquisición del conocimiento y dar, así, respuesta a las inquietudes y
necesidades del niño.
Trabajo Libre

Respeto a las Uso materiales concretos para


necesidades e vincular al niño con la realidad.
inquietudes del niño. Roger
Cousinet Método educativo basado en la
Desarrollo del espíritu observación y experimentación.
crítico, la cooperación Adolphe Ovideç
y la autonomía Ferréire Decroly Aprendizaje espontáneo del
niño.

Escuela Nueva

Celestin Método Montessori: la triada


María (relación entre el niño, el ambiente
Tipografía escolar. Freinet Montessori preparado y el guía).
Uso del texto, dibujo Williamç
Kilpatrick Sistema de autoeducación y
libre y libro de vida. autoevaluación.

Uso de materiales diseñados para la


enseñanza.
Plan de estudio estructurado
basado en el método del
estudio por proyecto escolar

Figura 1: Representantes de la Escuela Nueva y sus aportes.


Fuente: Africano, Febres-Cordero y Pérez, 2020.

Como consecuencia de esta situación, el niño se convierte en el protagonista dentro del aula de clase,
mientras los guías son los conductores del proceso de enseñanza-aprendizaje, acompañantes y
orientadores del niño. Busca, por tanto, que el niño se convierta en un ser pensante, crítico y analítico, que
se comporte de manera diferente a sus compañeros, pero que sea un ser cooperativo y colaborativo del
aprendizaje de sus compañeros. Esto permite, por tanto, que el niño aprenda haciendo dentro del espacio
acorde a las necesidades del mismo al percibir la realidad que lo rodea y con los temas que deben ser
estudiados y las actividades a realizar para lograr, así, adquirir el conocimiento que requiere y convertirlo
en aprendizaje significativo. Todo esto gracia a la experiencia, la observación, la manipulación de
materiales diseñados para la enseñanza. Así que, dentro de la corriente educativa de la Escuela Nueva, el
niño deja ser un actor pasivo para convertirse en un actor activo, pensante, inteligente y capaz de resolver
cualquier situación o problema que se le presente, generando y construyendo su propio conocimiento,
donde aprende haciendo.
Aprender haciendo por sí mismo es un mecanismo que permite al niño vincular el mundo real con su
mente, ingenio e imaginación para adquirir y construir nuevo conocimiento, donde cada uno es el
administrador de su propio aprendizaje, bajo la supervisión y orientación de un guía capaz de motivar y
promover el proceso de aprendizaje para que este se convierta en aprendizaje significativo. Esto es, el
niño es capaz de construir su propia visión de lo que es el mundo que lo rodea a través de sus propias
experiencias, es decir, es capaz de relacionar el nuevo conocimiento con los conceptos que posee. En
relación a este aprendizaje, Ausubel (1968) plantea que se busca un cambio de conducta del ser humano
en relación a su experiencia y todo aquello que posee, conoce y ha adquirido a lo largo de la vida; por
esto, plantea que deben existir mecanismos que avalen la adquisición, la asimilación y la retención de
conceptos que sean significativos en la formación del ser humano. En otras palabras, se busca que el niño
se convierta en una persona competente con capacidades, destrezas y habilidades que le permita
desarrollarse y crecer como persona.

Por consiguiente, es el aprendizaje adquirido por el niño mediante la relación que este establece entre lo
que sabe y lo que vive. Esto implica, por tanto, motivar al estudiante para que este preste mayor interés
por adquirir y construir nuevo conocimiento en un ambiente acorde donde pueda satisfacer sus
necesidades de aprendizaje con el apoyo del guía; donde se desarrollen actividades que promuevan la
opinión, el análisis, la crítica y socialización de los saberes por parte del niño, para que este construya su
propio conocimiento y lo interiorice. Esto significa, entonces, que se crea una relación directa entre los
saberes que posee y lo adquirido y aprendido, por lo que el conocimiento previo se convierte en un
elemento de amarre para la construcción del nuevo conocimiento. Todo esto es posible si se cuenta con el
material ordenado, estructurado y coherente al momento de interactuar con dichos recursos; que sea
significativamente interesante para que el niño se motive a indagar y conocer su interior y su entorno, con
el propósito de que sirva como base para la construcción de nuevo conocimiento y, finalmente, esté
dispuesto a aprender, por lo que el rol del guía es de suma importancia en este momento del aprendizaje.

14.2. Características

Bajo este contexto, se dice, entonces, que esta nueva corriente educativa se caracteriza por ser una
educación:

a) Integral, pues busca formar completamente al niño en todos sus ámbitos: social, personal,
afectivo, intelectual y psicológico, con su propia personalidad; formación que debe adquirirse
dentro del aula de clase con el desarrollo de contenidos teóricos y prácticos, donde cada niño
realice las actividades que mejor considere para su formación; logrando que cada niño sea un ser
único dentro del contexto de la sociedad donde se desenvuelve; donde las experiencias vividas y el
conocimiento que se posee ser convierten en los pilares para la construcción de nuevo
conocimiento.

b) Individualizada, dado que cada niño trabaja por sí solo para lograr el aprendizaje significativo del
conocimiento adquirido, lo que conlleva a que, tanto el guía como los padres, respeten la forma de
actuar del niño en relación a sus aptitudes, capacidades, habilidades y destrezas, lo cual favorece
el desarrollo del niño como ser humano. Esto implica que el niño debe ser tratado como un ser en
proceso de evolución, buscando convertirse en un adulto con sus propias capacidades, habilidades
y destrezas para determinar sus acciones dentro de la sociedad.
c) Sociable, referida al hecho de que la educación del niño debe estar dirigida a que él mismo
conozca cómo debe relacionarse con los demás miembros de su entorno, lo cual se logra mediante
la ejecución de actividades de socialización del conocimiento dentro del aula de clase, que permita
al niño descubrir y poner en práctica la convivencia, la colaboración y la cooperación con los
demás. Al respecto, Vigotsky (1988) señalaba que la interacción social es el elemento motivador
de cualquier experiencia de aprendizaje, considerando el contexto social donde se desenvuelve el
niño, el cual es fundamental para el desarrollo y la adquisición del aprendizaje.

d) Activa, dado que el niño debe dejar de ser un actor pasivo para ser un actor activo dentro del
proceso de enseñanza-aprendizaje, protagonista de la construcción de su propio aprendizaje,
aprendiendo por sí solo o con la cooperación de sus compañeros de aula, creciendo y
transformándose en un ser pensante, reflexivo, crítico y analítico de su propio proceso de
aprendizaje. Esto implica, como se dijo en líneas que anteceden a estas, que el niño aprende
haciendo; principio que permite la fluidez del proceso educativo, donde las actividades escolares
sean diseñadas y preparadas para que posibiliten el desarrollo de las mismas de manera autónoma
e independiente, lo que conlleva a que cada niño aprende de las analogías, de la resolución de
problemas o de los errores que puedan cometer al realizar tales actividades; en otras palabras,
aprende a aprender.

e) Placentera, pues el juego se convierte en la herramienta para lograr la adquisición y construcción


del conocimiento. El juego constituye, por tanto, el mecanismo idóneo para aprender, pues el niño
desarrolla la imaginación y la creatividad para lograr la resolución del mismo o simplemente
establece estrategias para la consecución del objetivo que se pretende alcanzar: ganar. En este
sentido, a través del juego expresan sus aptitudes, sus sentimientos y conocimiento adquiridos; lo
que piensan y saben del juego o de los actos de sus compañeros. Así pues, el juego involucra
varios aspectos: el deseo de aprender, de distraerse e intercambiar saberes con los demás
jugadores.

f) Abierta, lo que significa que la escuela debe ser el medio para que el niño se conecte con la
realidad que lo rodea, promoviendo la socialización del conocimiento y propiciando el
intercambio de ideas, saberes y experiencias, lo que implica el diseño de actividades escolares
dentro y fuera del aula de clase que permitan a cada niño convivir con la naturaleza, su entorno y
los miembros de la sociedad.

g) Creativa, pues es una capacidad que posee cada niño y que desarrolla con el paso del tiempo. Esto
le permite desarrollar satisfactoriamente los contenidos curriculares, así como establecer
estrategias para conseguir los objetivos del proceso educativo, donde la imaginación para crear
nuevas ideas o algo nuevo en favor de su desarrollo personal y del aprendizaje se convierte en el
elemento motivador para tales fines. Por tanto, se busca que los procesos creativos del niño partan
de los saberes que poseen para poder adquirir y construir el conocimiento.

Por otra parte, la Escuela Nueva se caracteriza por el hecho de que el contenido programático o currículo
y las actividades de evaluación, además de ser flexibles, están relacionadas directamente con el entorno
social del niño; donde el guía orienta su proceso de formación. Ahora bien, el currículo constituye el
conjunto de estrategias (trabajo individual o grupal), actividades (exploración, socialización, interacción y
construcción del conocimiento), recursos (materiales, textos o guías de aprendizaje) y metodologías
participativas; está centrado en el niño y contribuye a la formación integral y a la construcción de la
personalidad y el conocimiento de cada uno de los actores que participan en el proceso educativo. Esto
permite ayudar al niño a tomar sus propias decisiones a través del desarrollo de actividades que estimulen
la autoestima y la confianza en sí mismo, lo que trae consigo la resolución de problemas en su día a día.
De ahí que la evaluación surge de la observación que los guías realizan de las acciones del niño dentro del
aula de clase y de su comportamiento individual y grupal. De todo ello se busca que el currículo se
estructure en base al contexto cultural y social en el que se desenvuelve el niño, con el propósito de
fomentar el aprendizaje significativo y el trabajo colaborativo entre el guía, el niño y su entorno. Esto
implica ver el currículo como un conjunto de contenidos que permitan la reflexión, el análisis y la crítica
del trabajo que se realiza dentro del aula de clase.

En relación al currículo, en el Método Montessori, este debe, por una parte, considerar las etapas o planos
del desarrollo mental del ser humano y, por la otra, a las características psicológicas y necesidades del
niño, quien está en constante aprendizaje. En este orden de ideas el currículo montessoriano está
planteado considerando tres aspectos fundamentales: el desarrollo motriz, sensorial e intelectual del niño.
En relación al desarrollo motriz se plantean actividades psicomotrices y gimnásticas, las cuales están
vinculadas con el uso de materiales para la vida práctica. En cuanto al desarrollo sensorial, deben
realizarse actividades que permitan la manipulación activa de los materiales montessorianos, logrando,
así, que la educación sensorial permita al niño aprender a través de sus sentidos. Y, finalmente, el
desarrollo intelectual, el cual busca fomentar la ejecución de actividades que permitan el crecimiento
personal y, por ende, obtener el aprendizaje significativo de lo que aprende haciendo. En otras palabras, el
currículo debe estar orientado a desarrollar las capacidades, destrezas, habilidades, creatividad, iniciativa
y autonomía del niño.

Con todo y lo anterior, Montessori, (2003) señala:

El niño siempre ha sido considerado como un ser débil, inútil y sin valor social, un ser extrasocial, en
una palabra, al cual hay que enseñarle todo, infiltrando en él desde la verdad al carácter, sometiéndole a
una disciplina previa, tanto en el hogar como en la escuela(...) Nadie hasta ahora ha considerado al niño
en su propio valor como una gran artista, un trabajador infatigable, puesto que tiene que ir construyendo
por sí y de sí mismo el más noble y bello edificio entre todas las obras de la naturaleza: el del hombre
adulto (...) La educación debe basarse sobre las leyes científicas, una de las cuales, la esencial, coloca en
primer término el respeto a la personalidad del niño, considerándole como el tesoro más sagrado de la
humanidad (p. 32).

15. VINCULACIÓN DEL MÉTODO MONTESSORI CON LA ESCUELA NUEVA

15.1. Beneficios educativos

El Método Montessori, como pedagogía alternativa centrada en la forma de actuar del niño dentro del
aula como protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje y en la capacidad que estos tienen para
comprender y aprender de forma libre e independiente, trae consigo una serie de beneficios educativos
para el niño, los cuales se describen a continuación:
 El aprendizaje del niño es la base fundamental del Método Montessori, por lo que las actividades
escolares que deben realizar estos están enmarcadas y diseñadas según su desarrollo, pues la
capacidad de creatividad y el conocimiento difiere entre unos y otros, por lo que cada uno aprende
de forma autónoma e independiente con el asesoramiento del guía. Esta autonomía e
independencia en el desarrollo de las actividades escolares, les permiten convertirse en personas
creativas, críticas y con poder de decisión. Asimismo, motiva al niño a investigar y establecer
vínculos entre lo que conoce y lo que aprende.

 Favorece el aprendizaje personalizado y activo, pues las actividades escolares están diseñadas para
que se realicen de manera individual, aunque es posible que algunas de ellas se realicen de manera
grupal según su nivel de aprendizaje. Tienen, pues, libertad para realizarlas según sus
preferencias, ya que no poseen instrucciones precisas para su realización. Esto permite a los niños
la posibilidad de autocorregirse en la medida en que las ejecutan con la orientación del guía.

 Promueve la atención del niño por las actividades que realiza, la forma de resolver los problemas a
los que se enfrenta y de ver la realidad que lo rodea. De igual manera, desarrolla la capacidad de
memorizar y comprender los hechos que se suceden en su entorno.

 Motiva al niño a trabajar aprendiendo haciendo, propiciando la autoevaluación del trabajo que se
realiza bajo la supervisión del guía, quien cumple el rol de orientador y mediador del aprendizaje.
Dentro de las aulas montessorianas, el uso de los materiales diseñados para tales fines permiten la
asimilación del conocimiento y el desarrollo de las capacidades y habilidades del niño, como son
la creatividad, imaginación, atención y análisis. Esto convierte a los niños en seres pensantes y
buscadores activos del conocimiento que desean adquirir, despertando, así, la curiosidad por las
cosas nuevas que le rodean, lo que determina su propio estilo de aprendizaje al ritmo que este
decida. De la autoevaluación del trabajo realizado y el aprendizaje obtenido, el niño está en la
capacidad de reconocer, corregir y aprender de los errores que comete, así como de criticar su
propio trabajo con el propósito de mejorarlo.

 Propicia el aprendizaje cooperativo, aunque cada niño tenga la libertad, autonomía e


independencia para realizar sus actividades dentro de las aulas montessorianas, el cual resultará
del nivel de habilidad que posea el guía para motivar a los niños a trabajar en equipo. Así pues,
cada niño aprende de su compañero de manera asertiva, reforzando los valores de responsabilidad
y respeto por el otro.

 Fortalece la autodisciplina y el autocontrol, ya que cada niño debe ser responsable en el


cumplimiento de las instrucciones y lineamientos que emite el guía, bien sea para orientar el
aprendizaje o para que realicen las actividades de limpieza y orden del espacio de trabajo y del
aula en general.

 Induce al desarrollo de la creatividad y el pensamiento a través de la realización de las actividades


académicas dentro del aula, lo que, a su vez, beneficia la memoria y el razonamiento, permitiendo,
así, establecer relaciones entre conceptos, entre lo real y lo imaginario. Esto conlleva a que los
niños descubran de forma autónoma lo que se encuentran a su alrededor, para asimilar, construir,
socializar e intercambiar el conocimiento adquirido. Por tanto, el niño es un ser activo dentro de
las aulas montessorianas.
 Genera la confianza del niño en sí mismo, pues son educados para que desarrollen sus
capacidades, habilidades y destrezas en cada una de las actividades que realizan, por lo que cada
uno conoce de sus virtudes y fortalezas, lo que hace que piensen en positivo y se desenvuelvan de
la mejor manera dentro su entorno.

En definitiva, el Método Montessori es una pedagogía beneficiosa para el aprendizaje del niño, quien se
interesa, dado el ambiente en el que se encuentra, por descubrir y explorar cada día nuevas cosas que se
encuentran en su entorno. Donde las orientaciones del guía son fundamentales para lograr que el niño
aprenda lo que necesita en mejora de su desarrollo personal, social, intelectual, cultura y psicológico; por
lo que se refuerza el aprendizaje, el cual se adquiere en la medida en que el niño, de manera autónoma,
independiente y bajo la supervisión del guía, realiza las actividades de su preferencia en primer lugar
para, posteriormente, completar el conjunto de actividades asignadas para ejecutar durante el desarrollo
de clase. De igual manera, provoca en el niño la intención de explorar e ir más allá de lo que la actividad
requiere, convirtiendo al niño en un ser pensante, con capacidad de analizar, criticar, emitir opiniones y
juicios de valor por el trabajo realizado por su compañero o por sí mismo, donde cada uno aprende
haciendo con el uso adecuado de los materiales Montessori, los cuales están diseñados y ubicados dentro
de las aula de acuerdo a la edad del niño y a sus capacidades, habilidades y destrezas. La figura que se
muestra a continuación muestra esquemáticamente los beneficios que trae consigo la aplicación del
Método Montessori en el aprendizaje del niño:

Figura 2: Beneficios de la aplicación del Método Montessori para el aprendizaje


Fuente: Africano, Febres-Cordero y Pérez. 2020
Continuando en el contexto de los beneficios del Método Montessori para el aprendizaje del niño, se dice
que dicho método puede ser aplicado en el hogar, lo que trae consigo que el niño refuerce los
conocimientos adquiridos en el aula de clase de manera independiente y autónoma con la orientación del
guía. Simplemente lo que se requiere es que los padres prepararen el espacio, con orden, limpieza y con
los materiales requeridos para que los niños ejecuten sus actividades y, así, lograr que estos sientan
interés por la realización de las mismas. Entre estas actividades se encuentran la participación que puede
tener el niño en la preparación de los alimentos, la limpieza del hogar y estimular la realización de las
actividades de higiene personal de manera responsable. Por otra parte, los padres podrán, en los primeros
años del desarrollo del niño, contar con materiales dentro del hogar que le permitan al niño diferenciar
colores, tamaños, texturas, peso y sonido, lo que favorecerá el desarrollo sensorial y la adquisición de
conocimientos. En este contexto, los padres deben permitir que el niño descubra y explore el entorno que
le rodea con plena libertad con el fin de que aprenda de lo que se encuentra en el hogar; celebrar los
logros y triunfos del niño para que este aprenda a valorar lo que consigue y lo que tiene; ser justos con el
niño para que aprenda a ser justo con los demás; aceptar al niño tal cual es, con sus pensamientos y
formas de expresar lo que sabe y lo que necesita, de lo cual aprenderá a sentirse bien consigo mismo. Por
esto, es necesario que los padres siempre respeten el trabajo que realiza el niño dentro del hogar, para que
este aprenda a respetar a los demás como seres humanos y lo que hace cada uno en el hogar, en la escuela
y en la comunidad donde vive.

Sin embargo, sí el Método Montessori no es aplicado de la manera correcta, se deben asumir


consecuencias negativas en el aprendizaje del niño, las cuales están vinculadas con el hecho de que el
niño pueda asumir actitudes de rebeldía al sentirse que es libre para actuar y que no existen limitaciones
establecidas tanto en el hogar como en la escuela. El hecho de que Montessori haga referencia a la
libertad que debe tener el niño durante el proceso educativo, no implica que no se deban establecer
restricciones. Por otra parte, si el guía no cumple el rol de orientador del proceso de enseñanza-
aprendizaje, aunado a la autonomía e independencia del niño, se puede dejar de un lado conocimientos
que requiera el niño para su formación y que él mismo no adquiere por sí solo, limitando, así, su
desarrollo intelectual. Lo expresado en las líneas que anteceden queda figurativamente expresado de la
siguiente manera:
Aprendizaje Significativo

Trabajo independiente y Preparan el espacio con


autónomo con la orientación orden, limpieza y con los
de los padres materiales para que el niño
realice las actividades

Al sentirse que es libre


para actuar y que no
existen limitaciones Limita el desarrollo
El niño refuerza los Los padres se convierten establecidas intelectual del niño
conocimientos adquiridos en los guías del niño
en el aula de clase

Se pueden dejar de
El Método Montessori El niño puede lado conocimientos
asumir que requiera el niño
actitudes de para su formación
rebeldía

El niño puede preparar los


Los padres podrán
alimentos y realizar la
colaboran con la
limpieza del hogar
actividades del niño
El Método
Montessori

Se fomenta el trabajo cooperativo y colaborativo

Figura 3: Beneficios y Desventajas del Método Montessori en el hogar


Fuente: Africano, Febres-Cordero y Pérez. 2020

En conclusión, el Método Montessori se basa en la educación mediante la libertad en un medio preparado.


La relación que existe entre el niño, el guía y el espacio preparado es un vínculo que busca que el niño se
sienta un ser capaz, creativo, independiente, explorador, observador y dispuesto a aprender haciendo en
un ambiente preparado y bajo la orientación de un guía.
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACIÓN
________________________________________________________________________

El propósito de este cuestionario es servir de herramienta al alumno que desee realizar su autoevaluación
de una forma sencilla, enriquecedora y práctica.

1. ¿Cuál fue la profesión de María Montessori?


a. Economista
b. Psicóloga
c. Matemática
d. Médico
2. El legado de María Montessori se basa en:
a. La educación a partir de la observación de los niños pequeños
b. La educación solo como un proceso de enseñanza
c. La educación en el desarrollo de los jóvenes
d. La educación compartida entre padres y maestros
3. Algunos de los focos en que se fundamenta la propuesta de María Montessori son:
a. La mente absorbente de los niños
b. Los períodos sensibles
c. La autonomía de los niños
d. Todas las anteriores
4. ¿Cuál de las siguientes corrientes no influyó en el método Montessoria?
a. El Sensualismo
b. El Naturalismo
c. El Positivismo
d. El Marxismo
5. María Montessori reconoce el psicoanálisis como aportación para su método dado que:
a. Permite entender que los conflictos en la infancia producen dificultades y neurosis en los
adultos
b. Aplicó algunos de los postulados de la teoría en la práctica educativa
c. Consideraba que el niño debía vivir en un medio pacífico y que respondiera a sus
necesidades
d. Todas las anteriores
6. Es factible aplicar el Método Montessori en aulas donde existan:
a. Niños de diferentes edades
b. Niños de la misma edad
c. Distinción de sexo
d. Las alternativas a y b son correctas

7. Las etapas del desarrollo del ser humano a los que se refiere María Montessori hacen
referencia a:
a. Desarrollo mental del niño
b. Desarrollo social del niño
c. Desarrollo físico del niño
d. Todas las anteriores

8. El principio de autonomía de María Montessori se refiere a:


a. Cada niño es un ser único que posee su propia forma de aprender, de trabajar y de
construir el conocimiento
b. Libertad que tienen el niño para realizar sus actividades con el uso de los materiales que se
encuentran dentro del aula
c. El niño es dueño de sí mismo y puede, por tanto, regular su propia conducta
d. El niño obedece de manera voluntaria las instrucciones y lineamientos emitidos por el guía

9. ¿Qué significa el término “mente inconsciente” en el Método Montessori?


a. Proceso en el cual el niño capta todo lo que sucede en su entorno para aprender nuevas
cosas
b. Proceso mediante el cual el niño asume las consecuencias de sus acciones
c. Proceso en el que el niño desarrolla algunas de sus habilidades como la concentración y la
memoria
d. Proceso donde ocurren los cambios físicos, psicológicos e intelectuales del niño

10. El Método Montessori permite al niño:


a. Resolver problemas
b. Reforzar el conocimiento que posee
c. Reconocer el desarrollo autónomo e independiente del niño
d. Todas las anteriores
11. ¿Cuál es la finalidad de utilizar los materiales sensoriales Montessori?
a. Ser objetos motivadores y diseñados según la edad de cada niño
b. Desarrollar valores y características en el niño para su desenvolvimiento y comportamiento
dentro de la sociedad
c. Desarrollar los sentidos del niño para fomentar el aprendizaje
d. Facilitar y motivar el desarrollo de las habilidades lingüísticas

12. ¿Qué se persigue en las aulas montessorianas con el desarrollo de las áreas de trabajo:
habilidades de lenguaje, lectura y escritura, y las matemáticas?
a. El desarrollo lógico
b. El desarrollo de habilidades lingüísticas
c. Aprender conceptos sobre geometría, aritmética y operaciones matemáticas
d. Todas las anteriores

13. La triada en las aulas montessorianas busca:


a. Que el niño sea un ser creativo e independiente
b. Que el niño aprenda haciendo
c. Que el niño sea explorador de su entorno
d. Todas las anteriores

14. ¿Cómo se aprende matemáticas bajo el Método Montessori?


a. Uso de los números y conceptos relacionados
b. Aprendizaje de las letras del abecedario
c. Aprendiendo sobre el ambiente y cualquier otro aspecto de la realidad que lo rodea
d. Ninguna de las anteriores

15. ¿Qué logra el niño con la educación sensorial dentro de las aulas montessorianas?
a. Desarrollar el pensamiento crítico
b. Convertirse en un ser reflexivo de sus propios actos
c. Desarrollar el pensamiento lógico
d. Utilizar los sentidos más que de la capacidad intelectual para aprender
16. . El juego se define como:
a. Una actividad lucrativa
b. Una actividad lúdica
c. Una actividad recreativa
d. Alternativas b y c son correctas
17. La creatividad y la imaginación son aspectos que están presente en:
a. La realización de portafolios
b. La ejecución de juegos
c. El desarrollo de actividades académicas
d. Todas las anteriores
18. El portafolio que realiza un estudiante busca:
a. Mostrar el trabajo realizado por el estudiante y el docente
b. Dar seguimiento al aprendizaje del estudiante
c. Mostrar los trabajos realizados por el estudiante dentro y fuera del aula de clase
d. Dejar evidencia de las actuaciones del docente dentro del aula de clase
19. El término “creatividad” se refiere a:
a. Habilidad para realizar algo diferente
b. Capacidad que tiene una persona para utilizar la información en algo nuevo
c. Generación de nuevas ideas para resolver problemas
d. Todas las anteriores
20. El juego en al ámbito educativo cumple el rol de:
a. Motivador del aprendizaje
b. Desarrollar habilidades, destrezas y capacidades para la adquisición del conocimiento
c. Socializador del conocimiento
d. Todas las anteriores
21. No es una característica del guía Montessori:
a. Tener conocimiento de los requerimientos intelectuales, físicos y psicológicos del
desarrollo del niño
b. Orientar al niño dentro del ambiente preparado hacia el uso del material
c. Poseer poco conocimiento de los objetivos de cada uno de los materiales del aula
d. Mantener una postura activa cuando el niño recibe las instrucciones para el uso de los
materiales y pasiva cuando el niño utilice el material
22. Alguna de las competencias que debe tener el guía al culminar un plan de formación es:
a. Generar ideas y/o productos que, de alguna manera, son auténticos, novedosos o inéditos
b. Asumir decisiones personales para la autoformación y desarrollo de la compresión y
análisis del proceso educativo
c. Confiar en la forma de actuar como profesional de la educación, tomando como referencia
el propio conocimiento
d. Ser crítico para proponer y emplear metodologías alternativas

23. Entre las capacidades que tiene que desarrollar el guía Montessori con la realización de
planes de formación se tiene:
a. Poseer la habilidad de interesarse por lo desconocido, dentro del ambiente preparado, para
construir nuevos elementos para la praxis educativa
b. Ser capaz de asociar conceptos y constructos
c. Poseer capacidades, habilidades y destrezas para ser creativo e innovador dentro del
ambiente preparado en relación al uso de los materiales didácticos montessorianos
d. Ser innovador e creativo

24. El taller como plan de formación del guía montessoriano involucra:


a. Habilidades para la transmisión de conocimientos
b. Una propuesta didáctica donde un grupo de personas se reúne para abordar un tema
determinado
c. Formación directa mediante talleres, demostraciones o cualquier otra estrategia
d. Toma de decisión para lograr la participación activa del docente dentro del aula
25. ¿Cuáles deben ser los ejes que contenga un plan de formación docente?
a. Adquisición y profundización de un marco teórico conceptual
b. Reflexión crítica de la práctica docente
c. Generación de prácticas docentes alternativas e innovadoras
d. Todas las anteriores

26. El término “currículo” dentro de la Escuela Nueva no hace referencia al:


a. Conjunto de actividades y recursos utilizados
b. Conjunto de metodologías participativas
c. Conjunto de estrategias centradas en el aprendizaje del niño
d. Conjunto de evaluaciones escritas y orales aplicadas al niño
27. El término “aprender haciendo” se refiere al:
a. Desarrollo de actividades por el niño para conocer, descubrir, construir, expresar y crear el
conocimiento
b. Mecanismo que permite al niño vincular el mundo real con su mente, ingenio e
imaginación para adquirir y construir nuevo conocimiento
c. Mecanismo por medio del cual el niño es capaz de construir su propia visión de lo que es
el mundo que lo rodea a través de sus propias experiencias
d. Todas las anteriores

28. Entre los beneficios que trae consigo la aplicación del Método Montessori se encuentran:
a. Promover la atención del niño por las actividades que realiza
b. Motivar al niño a trabajar aprendiendo haciendo
c. Fortalecer la autodisciplina y el autocontrol
d. Todas las anteriores

29. ¿Cómo se evalúan las actividades que realiza el niño en el contexto de la Escuela Nueva?
a. Mediante la observación al niño
b. Mediante evaluaciones escritas
c. Mediante evaluaciones orales
d. Ninguna de las anteriores

30. Es un aporte de la Escuela Nueva:


a. La no utilización de materiales concretos vinculados al niño con su realidad
b. Respeto a las necesidades e inquietudes del niño
c. Método educativo basado en la evaluación mediante pruebas
d. La participación permanente del guía en el proceso educativo
TAREAS
________________________________________________________________________

TAREA 1
Diseñar el plano de un aula montessoriana que refleje los elementos que la conforman, así como el
ambiente preparado.
Diseñar un juego didáctico basado en el Método Montessori que contenga los aspectos abordados en el
contenido del temario.

TAREA 2
Realizar un ensayo en el que se describan las habilidades y competencias que debe tener un guía
Montessori.

TAREA 3
Elaborar un cuadro comparativo sobre las ventajas e inconvenientes del Método Montessori en relación a
los beneficios educativos.
BIBLIOGRAFÍA
________________________________________________________________________

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2020].
Lucía es profesora,
finalizó su Grado de Ed. Infantil y, aunque pensaba opositar,
empezó a buscar trabajo.
Después de unos meses, Lucía encontró trabajo en un colegio,
de unas pocas horas semanales.

Lucía vio que en el colegio buscaban profesores


1 especialistas de Audición y Lenguaje, así que se
matriculó a través de Magister en el Grado de Ed.
Primaria online con Mención de Audición y Lenguaje,
que pudo compatibilizar con su trabajo.
2
EN UN AÑO OBTUVO EL GRADO Y AUMENTÓ
1 PUNTO su baremo. Posteriormente finalizó la Con su nueva especialidad, le ampliaron el
mención. número de horas en su trabajo; pero Lucía vio
que si hacía un Máster Oficial tendría más
oportunidades y obtendría 1 PUNTO adicional
en su baremo. Por ello eligió uno de los 12
MÁSTERES OFICIALES ONLINE que
ofrece Magister con condiciones especiales.
Como se acercaban las oposiciones, se infor-
mó de dónde se habían preparado los que ya
habían obtenido la plaza: la mayoría se había
preparado con Magister, así que empezó a
PREPARAR LAS OPOSICIONES CON
MAGISTER.

4 Mientras estudiaba el máster empezó a prepararse


los exámenes de NIVEL AVANZADO DE
INGLÉS DE LA ESCUELA OFICIAL DE
IDIOMAS a través de Magister, ya que se lo
estaban pidiendo en el colegio. Lo obtuvo en
solo un año y aumentó su baremo 0,5
PUNTOS. 3

5 De cara a las oposiciones, realizó los CURSOS


HOMOLOGADOS que le ofrecieron en
Magister para tener los 2 PUNTOS adicionales
en el baremo de méritos.
y así

AUMENTÓ 4,5 PUNTOS SU BAREMO


de Méritos, aprobó con buena nota la oposición y consiguió su plaza
CADA AÑO AYUDAMOS A MILES DE
OPOSITORES A OBTENER SU PLAZA

Magister
da seguridad

En Magister me
ayudaron a conseguir
mi sueño

Los simulacros
de Magister son
muy útiles
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