Está en la página 1de 1

Ramsés Rosado 2018-6208

El ser humano: Ser sexuado.


El ser humano, como la gran mayoría de animales mamíferos, nace con una cualidad distintiva, el sexo.
Cada ser humano nace con uno u otro sexo, ya sea hembra o varón. Exceptuando puntuales situaciones
como mutaciones. Y aun en estás, hay características de uno de los dos sexos que sobresalen de manera
especial.
Habiendo dicho esto, y analizando que, para que la especie se mantenga necesita de un evento en específico,
erróneamente llamado “tener sexo”, y si entendemos que el mantener relaciones sexuales con personas del
sexo contrario es uno de los misterios otorgados por Dios para que “poblemos la tierra y mantengamos el
dominio sobre los demás animales”.
Pero al momento de mantener relaciones dependiendo de la forma y con el fin que lo hacemos se pueden
dividir en varios niveles, los “Niveles sexuales humanos”: El nivel 1, considera la sexualidad como
puramente fisiológica e individual; El nivel 2, cataloga al sexo como un fenómeno fisiológico y a la vez
social; El nivel 3, es la sexualidad del ser humano basada en la racionalidad y en las emociones.
El onanismo (o masturbación) es el símbolo mas hiriente, para el que lo lleva a cabo o para los que le
rodean, ya que supone un aislamiento de la sociedad. Es inherente del nivel sexual humano 1, el cual
considera que el fin último del sexo es el placer individual.
Entendido el concepto de que el ser humano se divide en dos sexos. Se observa que estos dos sexos tienen
características totalmente opuestas, diferencias químicas, de peso, de altura, de estructura muscular, ritmo
cardiaco, edad biológica, resistencia a enfermedades (enfermedades propias de un sexo), metabolismo entre
otras…
Además, el desarrollo sociológico es masculino o femenino: aptitudes, intereses, el desarrollo de reacción
psicológica, vigor mental, incluso las relaciones religiosas van de la mano con la variación en el sexo.
Ya citados todas estas características, tanto biológicas como fisiológicas. Sabiendo que el ser humano nace
con unos órganos sexuales propios de determinado sexo, y con la unión de estos es la única manera (natural)
de procrear vida, Resulta ilógico considerar que el sexo y el genero son cosas opuestas y queda en evidencia
lo ilógico que resulta el “matrimonio igualitario”, siendo uno de los principios del matrimonio la
procreación.

También podría gustarte