Ramsés Rosado 2018-6208

Análisis “La familia en el Documento de Medellín”

Antes de analizar a la institución de la familia en el Documento de Medellín lo ideal sería que hablemos, en
primer lugar, de dicho documento. El Documento de Medellín tiene su origen como resumen escrito de lo
establecido en la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano llevado a cabo de 26 de agosto al
8 de septiembre de 1968.
Uno de los aspectos tratados en dicha Conferencia General del Episcopado Latinoamericano fue la
coyuntura histórica en donde se encontraba la familia en aquella época. Esto como consecuencia de 4
fenómenos que desarrollaremos a continuación:
- El proceso de auge del desarrollo económico: Siendo la familia un “agente” económico que invierte,
consume productos y servicios y ahorra, lógicamente iba a afectar un posterior desarrollo económico
consecuencia del siguiente fenómeno.
- El éxodo de la sociedad rural a las ciudades: Generando riquezas, aumentando la calidad de vida, en
algunos casos las costumbres familiares y demás.
- Crecimiento Demográfico: Con el paso del campo a la ciudad las condiciones de vida mejoraron, muchas
más personas nacían y la esperanza de vida aumentó hasta 30 años
- Socialización de la familia: Al haber un mayor numero de familias en un espacio más reducido trajo como
consecuencia una socialización de familias, y de sus costumbres.
Todos los anteriores fenómenos citados trajeron repercusiones como: Disminución del índice nupcialidad,
un mayor porcentaje de nacimientos fuera del matrimonio, de una bastardización de las uniones, un mayor
hedonismo y erotismo del acto sexual, precariedad salarial, problemas de planificación urbanística…
En el documento se citan también las funciones de la familia en Latinoamérica: Un ente perpetuador de la
especia, educador y promotor del desarrollo.
La importancia del Documento de Medellín se haya en su intención de exhortar y adecuar a los laicos a las
tareas de la promoción de la fe, pero sin descuidar a la humanidad. Toma como fuentes a la Biblia y el
Magisterio de la iglesia católica. Tiene una doble función: anunciar el evangelio y denunciar las injusticias,
bajo la doctrina de ver, juzgar y actuar.