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DE L AN O DE 18 33 ,
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SO BR E LO S NE GO CIO S . DE

DE PA RT AM EN To .

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Bo go tá.
Imp. de B. Espinosa, por José .Az¡arza.

©Biblioteca Nacional de Colombia


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EL secretario del interior i relaciones esteríores


cqmple con el deber que le impone el artículo 116.()
de la constitucion, presentando una exposicion al
congreso, de los negocios q ne se versan por su de-
plutamento. Séale permitido, :!ntes de todo, felici-
tar á tan augusto cuerpo por el estado de dicha i
prosperidad progresiva en que en"Cu~ntra la na- se
c1on, ctlando los pueblos han enviado sus escojidos
á ejercer sus poderes, á protejer i asegurar sus de-
rechos i á remediar sus necesidades. Despues que
la tirania doméstica se siguió al opresivo réjimen
colonial, i despues que las calamidades é infortu-
nios de la guena de la independencia fueron reem-
plazados por los padecimientos no menos crueles
de )a guerra de la libertad, tiempo es yá de que ter-
minen los vaivénes de las revoluciones, i que una

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En el espacio de un año que ha transcurrí·
do despues que la constitucion está en observan·
c1a, el poder ejecutivo adquiere cada dia nuevas
pruebas que acreditan que ella vá gradualmente cap·
tandose el amor i respeto de los granadinos. Él
no tiene moti~-o alguno para creer que las garan·
tías i libertades que ella asegura á los ciudada.
nos, hayan sido desatendidas 6 irrespetadas. Por
el contrario, se observa en Jos gobernadores i en los
demas ajentes del ejecutivo, una solicitud laudable
en propender al exacto cumplimiento de sus sabias
i benéficas disposiciones . Es de esperarse con con-
fianza que apoyado siempre el gobierno en la opi-
nion jeneral i en la coadyuvacion de todos los ma-
j~strados, pueda conducir al Estado por la senda tra-
zada por ella, al deseado reposo i prosperidad, de
-que ' tanto lo han alejado las disenciones de los úl-
timos años.
Integridad del territorio.- La sustraccion tempo-
ral del antiguo departamento del Cauca, de la sec-
cion central dé Colombia, acaecida en 1830, produjo
una larga serie de contestacione s i desavenencia s
entre la Nueva Granada i el Ecuador. Pretendía éste
retener los pueblos que componían aquel departamen-
to, á despecho de las justas reclamacione s i de los
derechos incontestable s de esta seccion para formar un
todo político con aquellas provincias. Las del Choc;6

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i Popayán, desde principios del año pasado, deci-
di~ron por sí mismas la cuestion respecto á ellas, agre-
gándose espontaneamente al Estado granadino; i des-
de entónces han continuado dando pruebas de que
sus pronunciamientos fueron el resultado de una vo-
luntad ilustrada i sostenida por el conocimiento de
sus propios derechos. Pasto i la Buenaventura fue-
ron por algun tiempo el objeto de una contienda
que, despues de haber estado á punto de producir
escenas de muerte i todas las calamidades de una
guerra fratricida, terminó felizmente por medio de una
negociacion. El Ecuador ha devuelto á la Nueva Gra- \
nada aquellas provincias por el tratado celebrado en
Pasto en 8 de diciembre último, i al presente se
hallan bajo la obediencia del gobierno i en perfec-
to estado de tranquilidad. En todos los demas pun-
tos, la integridad del territorio del Estado se conserva
inviolablemente; i es en estremo satisfactorio para el
que suscribe poder informar al congreso, que los lími-
tes señalados por la ley fundamental de la Nueva
Granada, e~tán reconocidos por los Estados limítrofes.
Orden i tranquilidad interior.- Todas las pro-
vincias del Estado se encuentran en perfecta quietud
i tranquilidad, i el orden público es mantenido por
todas partes sin notables esfuerzos de las au-
toridades. Los partidos políticos que tan lamentables
desavenencias i trastornos habiai). producido en años

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pasados, comienzan á desapar ecer á favor del siste-
ma de proteccion i de igualdad que establecen nues-
tras leyes, i que el ejecutivo se esfuerza incesante-
mente en hacer observar i manten er. La irritacion de
los ánimos i las pasiones rencorosas que enjendr an
las re\·oluciones, i que son una constante amenaz a con-
tra el reposo público i la estabilidad política de los
Estados , han cedido en la Nueva Granad a notable-
mente; i es de esperarse que el tiempo i la reflec-
cion, así como los beneficios· reales que produce para
todos la concordia jeneral, hagan desapar ecer ente-
ramente de entre nosotros el recuerdo de opunones
que tan fatales efectos produjeron sobre la suerte de
nuestra querida patria.
Presidente i vicepresidente.-La Convencion eli-
jió en marzo del ano pasado los dos primeros funcio-
narios del Estado. i determinó que solo durasen en
sus destinos mientras los pueblos hacian una eleccion
mas directa, con las formalidades prescritas por la
constitucion~ en la primera reunion de las asamble as
electorales. El presiden te no pudo ent6nc€s tomar
posesion del mando, por que la tiranía doméstica,
que durante tres años persiguió de muerte á los pa-
triotas mas esclarecidos, le había hecho buscar en
el extranje ro el reposo que no le fué dado obtener
en su propio suelo. El vicepresidente, llamado por
la constitucion á suplir su falta 1 diriji6 la adminis :

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tracion ejecutiva hasta el 7 de octubre en que, res-
tituido aquel al seno de la patria, prest6 el jura-
mento requerido i entró á ejercer la primera ma-
jistratura.
Ct~nstjo de Estado.-Est a corporacion esencial
é indispensable en la composicion de nuestro gobier-
no, se instaló oportunamen te, i continúa ejerciendo
sus funciones. Todos los miem.bros de que ella se
compone, i que fueron electos por la Convencían cons-
tituyente, han tomado posesion de sus destinos. Dos
de ellos se hallan en la actualidad gozando de li-
cencias temporales que les fueron concedidas con
anuencia del mismo cuerpo. Este auxilia al ejecu-
tivo con sus dictámenes, en los casos árduos de la
administracio n; i sus trabajos como comision lejis-
lativa permanente, serán de suma utilidad al con·
greso en las importantes tareas que vá á empreu·
der. Los proyectos de leyes ya preparados que re-
cibirá de él, le indicarán, hasta cierto punto, cuales
son los objetos á que el servicio público requiere que
los lejisladores dediquen con preferencia su atencion.
Etecciones.- Se han verificado con órden i re-
gularidad las elecciones constituciona les en el año
'J>asado. Tanto las asamb1eas primarias como las elec-
torales de canton, se hun tenido en los di:;¡s desig-
nados por la ley, i estas últimas han cumplido con
lo que se les previene en el at tí e u lo 30 de la cons-
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lO
tituci on, sufrag ando por todos los funcio narios públi -
cos que en él se espre san. Las cáma ras de provin -
ci<l re,Jni das tambi en oport unam ente, han llenad o la~
funcio nes que les est{tn atribu idas en el partic ular.
Los rejistr os de las elecci ones para presid ente i vi-
cepre siden te, que, confo rme al artícu lo 50 . 0 de la ley,
han sido rerpit idos por la prime ra vez á la secre -
taria de mi cargo , serán debid amen te prese ntado s al
congr eso.
Algun as dificu ltades han ocurri do en la
práct ica de las elecci ones. Ha sido una de ellas
el que, no tenien do conce jos munic ipales varios can
..
tones , q~1~ con[o!·me á las leyes habia n sido reuni-
dos á otros para forma r circui tos, no babia por tanto
eJl ellos quien practi case el escrutinio de los sufra~
jios • emitidos por lv.s asamble.as prima rias. El gobier-
no de<;:l;n6 que corres poncl ia esta opera cion al con-
cejo munic ipal del circui to.
En cjrcun stanci a. de no existi r otro censo je-
ner~l
r
de Ja.pobla cion del Estad o que el que se for-
mó en I 825, el gobie rno creyó conve niente orden ar
cLue se tornas~ éste por base para las elecci ones de
senad ores i repres entan tes.' Este era el único medio
clr..~ ob,·ia r los grand~s incon venie ntes á
que lu~bria
ch:clp lu;,·::u el proce der á tales áctos, arregl úndos
e
á los difere ntes censo s levan tados en divers os tiem-
pos en al¡;u nas rrovincius. De lo contrario hab1 ia

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resu1tado que varias de ellas menos populosas, ha- ·
l5rian tenido en el cong·reso una reprc~e ntacion más
li'Umerosa, por tener censos mas recientes qu e ot ras
de mayor poblacion.
Tambien las localidad es han hecho aparecer
embarazos que no son ciertamente fáciles de evitar.
En el cantan de San Andrés en la provincia de
Cartajena, no ha habido elecciones, por que entre
las islas que Jo forman i 1a capital de la provin-
cia, eran tan raras i tan inciertas las comunicacio-
nes que, en las épocas en que ellas debieron tener
lagar, se pasaban muchos meses sin que pudiera ha-
cerse llegar á él, la corresponden cia del gobi€rno.
Las grandes distancias á que están situadas las po-
blaciones en el can ton del Nordeste en la provin-
cia ele Antioquia, i la fragosidad de los caminos
que las comunican, fueron obstáculos insuperables
para la reunían de la asamblea electoral, que no pudo
juntarse á pesar de los esfuerzos del jefe político.
En el canten de Yávisa en Panamá tampoco ha ha-
bido elecciones por falta de jefe político, segun lo
comunica el gobernador. Del canton de San Nlar-
tin, perteneciente á esta provincia, no han podido
venir oportunamen te, por la mucha distancia, los re-
jistros de elecciones al concejo m uni cipal del cir-
cuito para hacer el escrutinio i avisar su nombra-
miento á los electores; por cuya causa dejó de reu-

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nir&e la asamblea . Este inconven iente, que pro-


VIene de la naturalez a fí~ica del pais, podria evi-
tarse, autorizan do al jefe político para que, asocia-
do con los alcaldes de la ca bccera del can ton, eje-
cutasen aquel acto; 6 bien estableci endo un periodo
de tiempo mas estenso entre las eleccione s prima-
rias i las asamblta s electorale s de cantones .
En el de Ubaté, i parece que tambien en
otros, ha ocurrido el caso de quedarse algunas par-
roquias sin electores , por que los nombrad os lo fue-
ron· tambien, con mayor número de sufragios en otras
diferente s, i por que los demas individuo s que tu-
vieron votos, salieron e1ejidos como principal es por
' dros lugares; evento que no está previsto por las
, dispvsici ones que hoi rij€n sobre el particula r. Estos
puntos i otras graves dificultad es que ofrece el actual
sistema electoral, han sido puestos en conocimi ento
del consejo de Estado, invitúndo lo para que, si lo
estimaba convenie nte, redactara un proyecto de ley
que aclarase 6 reformase el plan de las eleccione s,
i lo presentar a oportuna mente al congreso.

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SEC CIO N SEG UND A.


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ADM INIS TRAC ION DE LAS PRO VINC IAS
CANT ONE S.

Sup1·esion de los departam entos.-E:::pedid-as las


mar-
leyes de 16 de novi embr e de 1831, i de 23 de
na del
zo <:le! año últim o, sobre la admi nistr acion inter
depa r-
Esta do, la antig ua d iYision del territ orio por
el réji-
tame ntos qued ó supr imid a, i fué plan teado
en el
mcn prov incia l. Los gobe rnad ores entra ron
dian
ejercicio de las atrib ucion es que ántes corre spon
direc -
á los prefectos, i han segu ido enten dien dose
nego -
tame nte con el gobie rno supr emo en todo s los
o sis-
cios de la admit~istracion jener al. Este nuev
por el
tema no ha ofrecido emba razos , i se obse rva
jante med ida
contr ario con regu larid ad. Com o seme
incia s,
fué solic itada con vehe menc ia por Yarias prov
los
debe juzg arse que ella ha sido acoj ida por los pueb
duda
con gran satisfaccion. Las venta jas son sin
el con-
cons idera bles para ellos, pues acerc ándo se
emo
tacto entre sus inme diato s gobe rnan tes i el supr
de-
gobierno, se provée con mayo r t::spedicion á sus
mand as i nece sidad es.
Ercccion de la provincia de Vete r.-L a Conv en-
mar-
cían cons tituy ente creó, por su decre to de 26 de
de al-
zo, la nuev a provincia de Vele z, comp uesta
Tun-
gunos canto nes que se desm embr aron de las de

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ja i del Soc orro . El podet· eje·
c utiv o nom br6 sus
fun cio nar ios, i ella ha tnt rad
o á figurar á. la par
de las otra s bajo los ma s feli
ces a uspicios. Se ha-
cen ya ~entir en ella Jos bie
nes que los lejislado-
res qui sier on pro por cio nar á los
puel>los q ue la com-
pon en, i es de esp era rse qu
e ven ga á ser con
el ti empo una de las mas fl ore
eien tes del Est ado ,
á favor de las riqu eza s nat ural es
de su suelo, i de
las me jora s que se han em pre
ndido i que se ade -
lan tan con suc eso bajo la adm
inis trac ion de su ac-
tua l gob ern ado r.
Gobernadores de las provincias.
-F ué uno de
los prim ero s cui dad os del gob
ierno, des pue s de su-
pri mir los dep arta me nto s, nom
bra r gob ern ado res en
comision par a tod as las provin
cias, mie ntra s lleg aba
Ja épo ca en que pud iera elej
irlos con las formali -
dad es pre scr itas por la constituci
on del Est ado . Reu -
nid as des pue s las cám ara s de
pro vin cia, env iaro n
tod as al eje cut ivo list a.. de seis
individuos ele jibl es
par a esto s des tino s, en uso de
la atri buc ion 4. ~del
artí cul o 160. de aqu el código
; i el gobierno, tom an-
do de ent re ellas los que cre
y6 ado rna dos de me -
jor es cua lida des , elijió los gob
ern ado res que deb en
dur ar en sus funciones por el
per iod o con stit uci o-
nal de cua tro años. Est a form
alid ad no ha podido
ten er lug ar res pec to de las
provincias de Pas to i
la Bu ena ven tur a, que han sido
rec ien tem ent e inc or-

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poradas al territorio del Estado; i no podrá verifi-
carse sino cuando las respectivas cámaras, que de-
heu elejir$e i reunirse en este año, envíen la lista
de elejibles al gobierno. Entre tanto, ámbas pro-
vincias son rejidas por gobernadores que ha nom-
brado el ejecutivo libremente.
A virtud de representaciones que han dirijido
Y_arios de estos mfljistrados, el gobierno se ha visto
obligado á usar de la facultad que le concede el pará-
grufo 3. 0 del artículo l. 0 de la ley de 27 de marzo
del año pasado sobre sueldos, creando algunas pla-
zas de escribientes i de porteros en las secretarias
de lus gobernacion~s de las provincias. Se han pre-
venido, de este modo, los inconvenientes que resul-
tarían de la retardacion en el servicio en a]o·u- o
-11as partes donde la dotacion de plazas estable-
.cida por la citada ley, no era bastante para el
pronto despacho de los negocios ocurrentes. Por
8eparado se pondrá er1 conocimiento cl.el congre-
so el número de empleos creados por el gobierno,
para que el se digne impartir su aprobacion ó re-
íonna. Entre tanto, sus asignaciones s.e han incluido
en el presupuesto de · gastos de la secretaria del in-
terior i relaciones esteriores, el cual se acompaña con
est~ memoria.
Cámaras de provincia.-Estas corporaciones
creadas por la constitucion del Estado, á semejan-

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za de las que establ eció la del año vijésim o para dis-
tritos mas estens os en la Repúb lica de Colom bia, se
han reunid o todas en el ano pasado en el period o que
les design a la ley, á ecepci on de las de Pasto i la
Buena ventur a. Ellas han ejercid o oportu namen te las
atríbu cianes que les señala la consti tucion , perfec -
cionan do las elecci ones de senado res i repres entan-
tes, i presen tando á las autori dades corres pondie n -
tes, lista de elejibl es para majist rados de los tribu-
nales de justici a i para gob?rn adores de las provin cias.
Es grato para el que suscri be poder inform ar al con-
greso, que este nuevo resorte añadid o á nuestr o sis-
tema electo ral, no ha. entorp ecido su accion , como
llegó á temer se por alguno s. Verda d es que él
hace, hasta cierto punto, mas indire cta la elecci on de
nuestr os lejisla dores; pero tambie n la aparta mas
de las pernic iosas influen cias que sobre ella pudie-
ran ejerce r ]os intere ses indivi duales ; por que todo
acto de repres entaci on debe juzgar se que se acerca
mas á la volunt ad jenera l, cuanto es mayor el nú-
mero de individ uos que han interv enido en él.
Respe cto de los áctos i delibe racion es de las
cámar as en Jo que concie rne á los interes es i nego-
cios pecu liares de las proYincial", debo manife star que
se han lwl !aclo oificultacle.s i tropie zos que solo pue-
den ~er remov idos por el congre so. Es men ester que
la accion del 1e;islador establ ezca mas conci<.:rto en-:.

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tre la con stitu cion del Est ado i las
disposiciones· le-
jislativas que regu len las ope raci one
s de esto s cue r-
pos. Tam bien alg·unas leye s ante
rior es, cuy o obje to
está. rela cion ado con sus atri buc
ione s, i ent re las
que &e nota la may or disc ord anc ia,
han con trib uido
en gran man era á aum enta r las dud
as i 1a con fusi on.
Por esta s cau sas, las facu ltad es que
actu alm ente tie-
nen las cám aras , no han sido en la
may or par te sufi -
cien tem ente com pren dida s por ella s,
i el ejec utiv o ha
teni do que pasa1· por el sen tim ient o
de sus pen der mu-
cha s de sus reso luci one s i dec reto s,
en cum plim ient o
del deb er que le imp one el arti culo
161 de la con s-
titu cion . En obs erva ncia del mis mo
se pas arán opo r-
tun ame nte al con gres o, par a su res0
luci on defi niti va,
todo s los que han sido rem itid
os al gob iern o.
La con stitu cion , en su artí culo 160
, esta ble-
ce algu nas de las atri buc ione s
de las cám aras , i
la ley de la Con ven cían de 20 de
mar zo, dice que
sus dem as facu ltad es será n las que
señ ala la de ll
de may o de 1830 a las cám aras de dist rito . Est a
últi ma ha sido dero gad a en par te por
la mis ma con s-
titu cion , i muc has de sus dem as
disp osic iones no
pue den com bina rse bien con las de
aqu el código, de
don de re3u lta una confosion que emb
araz a tant o a las
n"'ismas cám aras , como á los gob erna
dor es i al eJecuti-
Yo que deb en sus pen der
sus acto s en algu nas ocasiones.
Se ha <l . H.lado, por ejem plo, cua l
sea la ver dad era
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intelijenc ia del par8grafo 7. 0 del artfculo 160 de
la constituc ion que dice que tienen las cámaras facul-
tad para " decretar las contribuc iones i arbitrios
para el especial servicio de la provincia; pero que di-
e has contribuc iones i arbitrios no podrán llevarse
á efecto hasta que no hayan sido aprobada s por el
congreso ." Se ha creído por algunos que la cons-
titucíon en este inciso solo requiere la aprobacio n
de la lejislatur a para los nuevos impuesto s que ten-
gan por objeto crear rentas provinciales, i que tal res-
triccion no existe respecto de las c~ntribuciones que
se decreten por las cámaras a favor de las Tentas
municipales ó de los cantones , las cuales pueden im-
ponerse libremen te, conf01me al par~grafo 10. 0
del artículo 8. 0 de la ley de 1830. Fundan esta
creencia en la distincion entre unas i otras ren-
tas, que hace la constituc ion en los par{tgrafos
10. o i 11. o del mismo citado artículo. Mas no ha
entendid o de este modo el ejecutivo las dispo-
siciones citadas. Él ha suspendi do todos los ac-
tos de las cámaras que crean nuevos impuesto s,
sea cual fuere su destin'o, compren diendo aun aque-
llos que se han estableci do á favor de Jos propios
sobre lm: objetos imponibl es designad os en los ar-
tículos 2. 0 i 3. 0 de la ley de l L de abril de 1825.
El gobierno ha dudado si tengan 6 no las
cámaras facultad para dar decretos, arregland o i

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organizando de diferente manera los establecimien-
tos de ut11idad, comodidad i bencficenciJ. que exis-
tían destlc ~mtes de la creacion de estos cuerpos.
"El parágrafo 3. 0 del artículo 8. 0 ele la ley de ll
de mayo del año de 30, solo las con!1ei'e este po-
der cuando tales establecimientos sean custeaclos por
las rentas provinciales, municipales, ó por los arbi-
trios que adopten las mismas . cámaras, i el pará-
grafo 9. 0 del artículo 160 de la constitucion las facúl-
ta solamente para promover su adelantamiento i pros-
peridad. Aquella disposicion ha parecido al ejecutivo
demasiado restrinjida i lim.itada, i ésta un poco
vag·a é indefinida. Por tales motivos él ha creido
mas prudente suspender, como lo ha hecho, los de.
cretos de semejante naturaleza que se le han pre-
sentado, hasta la resolucion definitiva del congreso.
No es dado numerar en los · estrechos lími-
tes de esta exposicion, todas las dudas, embaraz0s
i dificultades que se han presentado para el recto
i legal ~jercicio de las funciones de las cámaras de
provincia. Si la creacion de estas corporaeiones ha
sido altamente acertada i popular, i si las necesi-
dades i cxijencias de las localidades han de ser
realm ente satisfechas por ellas, como es de espe-
rarse, menester es que la lejislatnra allane todos
los inconvenientes que ahora traban i dificultan su
n•urcha, hal'iendo desaparecer el desconcierto i Ya-

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~o

guedad que reinn entre las disposiciones que hoi


les sirven de norma. Una ley que defina i aclare
estensa i detalladamente los poderes i facultades
de las cámaras de provincia, es en el ord en leJIS-
]ativo, la mas UJjente necesidad que se si ente en el
d 0partamento de que está encargado el que sus-
cribe. El gobierno excitó al consejo de Estado para
que formase á este fin un proyecto que será some-
tido al congreso. Para que aquel cuerpo ·estuviese
bien informado de los tropiezos que ·se han encon-
trado, ·se le han hecho pasar sucesivamente todas
las deliberaciones i decretos ·de las cámaras con las
resoluciones que el ejecutivo ha puesto á cada uno
de ellos .
.Jefes polí.ticGs.-Estos -empleados, a] entes na-
turales del ejecutivo en los cantones, i c¡ue fueron
freados por la ley de 5 de octubre de 182 L orgá-
nica de los departamentos, han quedado subsisten-
tes por el artículo 155 de Ja constitucion i por la
ley de 20 de marzo del año ú ltimo} ·sobre el ré-
jimen interior del Estado. Habiendo llegado noti-
cia al gobierno que en algunos cantones que esta~
han reunidos con -otros vara formar un -circuito mu-
nicipal, ·no babia jefe ·político, ordenó inmediata~
mente, por medi0 -de 'llna circular, -que se nom.
braseo estos empleados en cada uno de ellos, sin aten-
der á que existiese 6 uó la espn:sada reunion. Fun-

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d6se el ejecutivo para dar esta declaratoria en la
consideracion de que, si bien la division del territo-
rio en circuitos existe por nuestras leyes en cuanto
al réjimen municipal, en el 6rden político no se
conoce otra que la que establece el artículo 150 de la
constitucion, que divide el Estado en provincias,
cantones i distritos parroquiales: que el principal
caracter de los jefes políticos es el que tienen como
ajentes del poder ejecutivo, i no como majistra-
dos municipales: que el artículo constituciona l pri-
mero citado dice, que los cantones serán rejidos
por un empl ado subordinado del gobernador; i final-
mente, que aun cuando por las disposiciones de la
mencionada ley de 20 de marzo fuera de inferirse
-que un solo jefe politico pudiese gobernar dos can~
tones á la vez, debe observarse con prefere¿cia lo
que está prescrito por la constitucion.
Tambien se hizo notable á los ojos del eje~
cutivo el abuso que se babia introducido por el ar-
ticulo 20 del decreto de 23 de diciembre de 1828
i que aun subsistía, de que los alcaldes munici-
pales, empleados del 6rclen judicial, supliesen }asfaltas
temporales ele los jefes políticos, funcionarios depen-
dientes del poder ejecutivo. Para abolir esta prác-
tica contraria al articulo 13 de la constitucion, se
hizo e.' tensiva á todas las provincias del Estado la
teso1uciou del gobierno de Colombia de 10 de agosto

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de 1825, dada á comm1ta del inten dente de BÓ-
yacá, en que se mand aba que, en los casos de im-
pedim ento 6 falta accid eptal de los jefes poHticos,
Jos gobe rnado res nomb ráran perso nas que los sub-
rogas en.
Conctjos rnun icipa les.-E l prinCiplO de la re-
prese ntaci on aplic ado á local idade s tan pequ eñas
como los canto nes, produ jo la exist encia de estos
cuerp os, que perm iti6 aun la políti ca suspi cáz del
go-
biern o colon ial. Sin emba rgo, el jener al Boliv ar
los
supri mi6 por causa s que no es dificil pene trar; pero
ellos fueron restab lecid os luego que las leyes recup era-
ron su impe rio. El artícu lo 1G8 de nuest ro códig
o
const itucio nal los ha dejad o subsi stent es, i el 13
de
la ley de 20 de marz o del año pasad o, para evita
r
duda s i dificu ltade s, há decla rado que los nuev
a-
ment e cread os subro gan á los antig uos cabil dos.
Ellos están llama dos por las leyes , i por su pro-
pia natur aleza , á ocup arse de los negocios é inte-
reses pecul iares de los pueb los de su comp renci
on.
Como en todos los canto nes hai cierta s funci ones
públi cas, cuya eject cion está atrib uida esclu siva-
ment e á los concejos muni cipal es, i éstos no exis~
ten sino en aquel los en que pued an estab lecer se ájui~
cio de las cáma ras de provi ncia, segun se espre
sa
en el citad o artícu lo de la const itucio n, se ha
re~
conocido por tanto , que subsi sten los circu itos mu-

©Biblioteca Nacional de Colombia


23
nicipales. En consecuencia, el poder ejecutivo ha de-
clarado, que los cantones en que no puedan exis-
tir los concejos, deben reunirse á otros que los ten-
gan para formar un circuito, i que estos cuerpos
eJerzan en todo él las funciones que les señalan las
leyes.
Las atribuciones de los concejos municipales
son en la actualidad tan oscuras i complicadas, como
las de las cámaras de provincia. N o puede com-
prenderse bien si varias de las disposiciones de las
leyes de ll de marzo de 1825, en lo relativo á.
estos cuerpos, i de 11 de abril del mismo año so-
bre rentas municipales, están 6 n6 derogadas por
algunas de las facultades que atribuye á los con-
cejos la ley de 11 de mayo de 1830. Los tér-
minos vagos i jenerales de que usa ésta en algu-
nas ocasiones, dan lugar á ·que puedan ampliarse
6 restrinjirse discrecionalmente sus poderes i facul-
tades, segun la intelijencia que cada uno quiera dar-
les. Supuesto que las funciones de los concejos mu-
nicipales están tan íntimamente ligadas con Jas de
las cámaras de provincia, convendría definir i esta-
blecer sus deberes i atribuciones en una misma ley,
refundiendo tambien en ella las dos del año de 1825
ántes citadas, sobre rentas de propios i réjimen po-
lítico de lus departamentos, en lo que tienen re-
lacion con estas corporaciones. De este modo se

©Biblioteca Nacional de Colombia


24
evitarian las dudas i perplejidad es á que ahora es-
tán espuestos los ciudadanos que son llamados á for-
mar unos i otros cuerpos, i estos podrían llenar su ob-
jeto con mas espedicion i desembara zo.

8EC CION TERCER A.


AD11HNIST RACION DE JUSTICIA.

Organizacion de los tribunales .-Paso á hablar de la


administra cion de justicia en que estan altamente
interesado s los pueb1os, porque su buen desempe-
ño es la salvaguard ia de los derechos civiles é in-
dividuales, i constituye la libertad práctica de Jos
a&ociados.
Deseando la Convencio n arreglarla del me-
jor modo que Jo permitiese n nuestras circunstanc ias
particulare s, di6 la ley de 23 de marzo de 1832
por la cual, ademas de la corte suprema que es-
tablece la constitucio n, cre6 cuatro distritos judicia-
les, i otros tantos tribunales de apelacion, jueces
letrados de hacienda en cada una de las provin-
cias, i jueces letrados de primera instancia en todos
aque1Jos cantones donde fuese posible establecerl os
á juicio del poder ejecutivo. Dejó tambien en su
fuerza i vigor las leyes de 11 de mayo de 1625

©Biblioteca Nacional de Colombia


~5

i. de 17 del mismo mes de 1826, como tam bien


el decreto sobre procedimiento civil espedido en 12
de abril de 1829 ..
Corte suprema.-- Conforme al artículo 2. 0 de
la citada ley de 23 de marzo, 1a. corte suprema debe
co:~1ponerse de cuatro majistrados, á saber, t&es jue-
ces i un fiscal. Nombrados por la Convencían los
ciudadanos que debieran ocupar estos destinos, el
tribunal se insta\6 el dia 5 de abril del año pr6-
~c"mo , pasado, prestando el juramento en manos del
vic" presidentc encargado del poder ejecutivo, i. ha..
continua do ejerciendo sus funciones sin . interrupcion .
Tribunales de apelacion.-Tambien se instala-
ron los tribunales de apelacion creados por la ley
en los distritos de Cundinamarca, Boyacá,. Cauca
i Mag-dalena, habiendo sido necesario, q1.1e en al-
gunos de ellos el ejecutivo nombrára suplentes para.
llenar las plazas de los que, por hallarse muy dis-
tantes, 6 por otras causas, no . pudieron presentarse
á servir el e.mpl¡;o con la prontitud que requería el
iuteres público. Por este medio los pueblos co-
menzaron á disfrutar inmediatamente de las venta-
jas de tan benéfica c\isposicion.
La corte suprema, en vista de las listas re-
mitidas por las cámaras de provincia, ha diri1ido al
gobierno las correspondientes propuestas para nom-
brar en propiedad los ruaiistrados de los tribunales,
4
©Biblioteca Nacional de Colombia
26
de ap0 acion de Cundinamarc: :t, Boyacá i Magda-
lena, lo cual se ha hecho por el ejecutivo con las
formalidndes constituciona les. A un no se han recibido
las propue::;ta. para los m:a ¡1strados del tribunal del
Cauca, ac~so por qne no habiéndose hecho listas
en las prorincias de Pa ' to i la Buenaventura , q ne
se incorporaron al Estado de la Nueva Granada mucho
despucs de la época de las elecc1ones, i no habien~
do la cúmara del Chocó propuesto el número de
inc.livic.luos que debia proponer, habrá juzgado la
corte suprema mas com·eniente esperar á que todas-
las cámaras presenten sns listas, para que el nom-
bramiento sea mas conforme al espíritu de la cons-
titucion.
Jueces letrados de hacienda.-E l pronto des-
pacho de los negocios en qt~e tiene interes la ha-
cienda pública exijia qoe continuasen los jueces le-
trados cte haciend<t creados por la ley de ll de
mayo (le 1S25 , suprimidos por el .decreto dictatorio
de 14 de marzo de lt!28, i restaiJlecidtJs por: el de
3 de agosto de- 1830. La ConYencion Jos de 1ó sub-
si.le~~~c,·, 1 el ejccutlvo Jes¡ e q.te se e:c,pirlió la re-
"'Jiut:iun de 2 de abril últi l!o , los nomL1 ó inte-
riname te, i e;:c.;~ó á Jos trilwn::llcs
de apelaciuu
para qnc. l" •• ,.; n 1;,~
¡>JOptit:Stns r:¡ra hacer el
"'-

nomiJr<1~'lientd E''l pro:'iPdad con Ll prontitud posi-


bie. .e hls, a pe, <H de toL:o, e u ll1tH..;,..¡s pro\ incias !1-.>

©Biblioteca Nacional de Colombia


'27

hau pod'tdo establecer, p'Jr qne ex1jic:-.c1o la ley


>s-e
para ocupar estos destinos, el hab'é:r ejercicb b prc..fe-
~ion de abog·ado por cuatro añ os , ó habtr ~id"' jue:: Ó
asesor tres años, los abogados que no tienen estas
cua\idades no han podido 1>er nombrados, i los qne te-
niéndvlas lo han sido, han rehus:::tdo aumitir <:;] unpleo.
Es necesario pues c¡ue el congreso rernue;•a
t-amaño inconven1ente, bien autorizantlo al gobi~r ­
no para obligar á \os que sean nombrados á (ple
sirvan el destino, ó lo que seda mas justo, dis -
poniendo que para estas judicaturas no se requieran
las calidades espresat\as, i que baste tener buena
r~putacion i crédito como letrado. De esta mane-
ra varios jóvenes de probidad, talentos i aptitud,
podrán ser nombrados jueces letrados de hacienda;
i debe esperarse que el deseo de distinguirse i acre-
ditarse los hará mni exactos i puntuales en el
eJercicio de sus funciones. Sobre t odo, es me;or que
un letrado moderno conozca de tales juicios, que el
que se confie su seguimiento i decisio!l á los al-
caldes mumcipales, que carecen de conocimientos jn-
ríJicos, q le no pueden por lo mismo dar buena di-
reccion á los negocios, i que teniendo que en\'Íar Jos
espedientes en asesoría muchas veces á una gran dis-
tancia, se entorpecen estos i dilatan con perjuicio
de los intereses públicos.
Jueces letrados de primera imtam:ir1.- -:_ro su lo

©Biblioteca Nacional de Colombia


'!6
]a falta de abogados, sino principalm ente la esca_-
sez de rentas municipale s con que segun la ley de
11 de abril de 1825 debe pagarse el sueldo de
estos empleados , ha irr.pedido que se lleve á efec-
to su establecim iento, cuya utilidad es incontesta-
ble. N o debiendo esperarse que los fondos muni-
cipales !'e aumenten mui pronto, ni pudiet1do las ren-
:tas ,nacionales por ahora sufragar estos gastos, -pa-
sará algun tiempo sin que los cantones puedan go-
2ar de este beneficio; á no ser que el congreso cs-
cojite en su sabiduría un medio para remover aque-
llos ostáculos.
:Consulad o.-Este negociado que jiraha ·antes
por la secretaría de hacienda, corre hoi por la de mi
cargo en virtud del decreto -de 7 de mayo de 1832.
I á la verdad él es de tal naturaleza -que -bajo nin-
guna relacion podia correspond er á aqueila, i segun
]a ley de 5 de abril de 1825, ha debido pasar á
)a del interior i relaciones esteriores.
La de 12 -de {)ctubre .de 1821 suprimi6
los consulados , i la de 10 de j-ulio <le 1824 es-
tableció tribunales especia-les de comercio. Rejia esta
disposicion -en las provinc:ds -del centro de Colom-
bia cuando el jener.al Bolivar -di6 el decreto de 3
de febrero de 1830 .restallecie ndo él consulado de
Cartajena i el imperio <le la c..édula de 14 de ju-
Dio de 1795. La Convencion lo dejó subsistente por

©Biblioteca Nacional de Colombia


"29·

ra1.one!l: que no es del caso examinar; mas ya es


tiempo de que se suprima, por que no ostá en ar-
monía con el sistema adoptado, ¡.-or que sus prin-
(•ipales atribuciones son propias de las cámaras de
provincia, i por ·que una gran parte de los fondos
qne podrian invertirse en objetos :Ím;>ortantes, se
'<:onsumen hoi en pagar los sueldos de sus e~plea-
uos. ,;:,on necesarios, sin embargo, tribun1les .espe-
ciales que conozcan de los pleitos qu~ se suscite n
en negocios mercantiles, que por su natura czJ. exi-
jen una pronta conclusion. Pero restabh~ ciendo la
referida ley de lO de julio, con <!alidad de que no
se exija sino t:.n conjuez por cada uno de los liti-
gantes, se obtienen las venta;as de los cl.ichos tri-
bunales especiales, sin los inconven!entes del coa-
sulado.
Ostáculos para la buena administracion de jt(f-
ticia.-La rnultiplicacion de tribunales facilitando los
recursos legales i la pronta conclusion de los pro-
cesos, ha sido sumamente bénefica; pero el caos en
que se encuentra nuestra lejistacion, las muchas i
diversas disposiciones sobre cada punto, que no pocas
veces hacen dudar en los negocios que parecen mas
Qbvios; la falta de una ley de proceder mas senci11a,
por cuyo medio se descubra fácilme,üe la verdad sin
los gnf.itos i dila<:iones que hoi se esperimentan á.
!i:au¡.;a de 1:.\s mucl as solemnidades innecesarias que

©Biblioteca Nacional de Colombia


30
se exijen , todo esto embro lla con fre'Cuencia Jos jui-
cios, subtai nistra armas á los litigan tes maliciosos,
fomen ta el espírit u de cavilo sidad, i pone á los jueces
en contin uas vaci-laciones. Semej ante estado de co-
sas da lugar á la arbitra riedad de los trjbun ales,
sin que pueda exijírs eles una estrec ha respon sabili-
dad, por que en la compl icacio n de nuestr os código s,
no hai tal vez senten cia que no pueda apoya rse en
alguna dispos icion, ni punto tan claro sobre que no
pueda n presen tarse dudas .
Toca al congre so remed iar estos males, i exa-
minar si será ya tiempo de que se ensaye el jui-
cio por jurado s, princi palme nte en aquell os delitos
que por su natura leza son fáciles de conoce r, como
el homic idio, el hurto, las injuri a' verbal es i otros.
Sobre todo es precis o que la lejisla tura vuelva su
atenci on al código penal, reclam ado por la filoso-
fi.a, por las luces del siglo, i por la opinio n públic a.
La lejisla tura de Colom bia ,lesde el año de
1826, dió tm código penal que habien do sido obje-
tado por el ejecuti•to en alguna s de sus dispos icio-
nes, fué de nuevo d1 cutido en las siguie ntes sesio-
nes por una de las cámar as. Seria conve niente
que ya que se disfru ta de orden i de tranqu i-
lidad, se volviese á tomar en consid eracio n este
nt>gocio, recom endan do al Conse jo de Estado lo
redsas e i reformase co1.i.lo Jo estimá ra conve nien-

©Biblioteca Nacional de Colombia


31
te, á fin de q~e pu r]iera presentárse al congreso en
las sesiones de 1834. Un gran bien recibirja la na-
cion con esta obra, i la administracio n de la justi-
cia criminal no estaria como hasta aqui, sujeta á
la discrecion de los hombres. Entonces sería la
ley, 1 solo la ley, la que castigaria á los delincuen•
tes.

SEccioN cpARTA. J

POLICIA.

Seguridad púúlica.-Est a no ha sido turbada en el


Estado durante el periodo de que estoi dando cuen-
ta al congreso. Todos los ciudadanos han gozado de
la proteccion que les conceden las leyes, i todos
han ejercido sus derechos civiles i políticos con la li-
bertad que ellas establecen. La Convencion cons-
tituyente espidio un decreto en 29 de noviembre de
1831, .sobre medidas de segurida<:JJ i á virtud de él
fueron confinados gubernativam ente de un lugar ¿,
otro, 6 espulsados fuera del pais algunos de los que
h abian coope rado mas directamente á los trastornos
del año de 1830. La misma Con vencion autoriz6 des-
pues al ej ecutivo, por su decreto · de amni. tia de 18
de marzo del aüo último, para levantar el confina-
miento ó d cstien o á los graiJadinos de nacimiento.

©Biblioteca Nacional de Colombia


:32
luego que contemplas e que no había -pelig-ro fundado
de que se pudiera trastornar el órden púbJi>G:o1 El
gobierno deseando hacet- desaparece r hasta, donde fue..:
se posible las huellas 6 memorias de nuestras di-
senciones pasadas, i en liSO de esta facultad, ha
permitiJD que vuelvan á 5us casas á casi todos los
que por sus estravios anterjores habían sido some-
tidos á algunas de aquetlas precaucion es, i él no
tiene motivo para dudar que ellos hayan observado
despues de su vuelta 11na conducta moderada, pací-
fica i en todo arreglada á las leyes. Han sido nega-
das algunas solicitudes que han dirijido al ejecutivo
varios ciudadanos pidiendo salvos conductos para sus-
ceudos ó amigos, por que el gobierno quiere que
siendo ellos mismos los que hagan la peticion, cons-
te de un modo auténtico su deseo de someterse va.:
luntariame nte á la constitucio n i leyes del Estado ¡ _
llos majistrado s que lo gobiernan.
Salubridad .-
. -Ninguna enfermeda d epidémica i
jeneral se ha hecho sentir en la Nueva Granada de
un año á esta parte. El inapreciab le bien de lasa_-
lud no- tm sido arrebatado á lo granadinos por nin-
guno de esos crueles azotes que recorren á veces la
tierra azolando pueblos i naciones. Mas habiéndo- -
se estendido á la Europa i la América la cólera asiá-
tica, que ha devastado continente s enteros, el go-
bierno libr6 oportunamente las órdenes mas peren :

©Biblioteca Nacional de Colombia


33
torias para el establecimiento de las cuarentenas en
todos nuestros puntos del Atlántico, i para que se
tomasen por las respectivas juntas de sanidad todas
las precauciones convenientes para impedir el que
aparezca en el Estado tan espantosa enfermedad .
El ejecutivo se entiende tambien con los gobiernos
de Venezuela i el Ecuador sobre el particular. Los
tres Estados deben obrar de concierto en la adopcion
de las medidas que tiendan á libertar á los pue-
blos de Colombia de una calamidad semejante.
Pesos i medidas-Sabiendo el poder ejecutivo
que en algunas provincias del Estado los pesos i
medidas no estan arreglados á la ley, dió 6rden pa-
ra que se construyesen i se envia:<>en á los goberna-
dores los patrones de que habla el artículo lO de
la ley de ll de octubre de 1821, que arregla estos
objetos. Mas habiendo aparecido que la construc~
cion de unos i otros, en número de diez i nueve, i
hechos con alguna finura i delicadeza, costarian al era-
rio nacional una suma un poco considerable, deter-
minó el gobierno posponer esta operacion para eje-
cutarla tan luego como el estado del tesoro lo per-
mitiere.
Vagancia.- U na sociedad bien organizada no
puede permitir vagos en su seno, por que e llos son
la peste del Estado i el semille ro de los vici os i de
los crímen es. Si es necesario prev e nir los delitos an-
tes que casti oo·arlo~ , i que florezca la nacion á bene-
5
©Biblioteca Nacional de Colombia
34
ficio del trabajo i la industria, preciso es perseguir
á los vagos i mal entretenidos, i forzarlos con penas
correccionales á que busquen una ocupacion que les
subministre la subsistencia, que aumente la riqueza
pública, i que impida que ellos sean una carga gra-
vosa al cuerpo social. La ley de 11 de marzo de
1825, dispuso que los jefes políticos no permitieran
que hubiese vagos i mal entretenidos, i que al efec-
to Jos destinasen al set·vicio de las armas siendo úti-
les para ello, 6 al de la policía del lugar con racion
i sin sueldo por un tiempo determinado. La ley de
3 de mayo de 1826, sin alterar ni disminuir en nada
las facultades de los jueces políticos, ordenó que Jos
jueces letrados i alcaldes municipales procediesen
contra los vagos, ociosos i mal entretenidos, en Jos
términos que ella prescribe, i que los condenasen al
se1·vicio de la marina, por el _tiempo de dos á seis años.
Mas por buenas que hayan sido estas disposiciones,
ellas nohan producido todos los resultados que era
de esperarse, ror ]u falta de presidios urbanos, i de
fondos para remitir á los puertos á los condenados á.
k

servir en los buques de guerra.


Seria muí oportuno que en este punto se
ampliasen las facultades de los gobernadores i jefes
políticos, hasta donde sea compatible con la constitu-
tucion; i que tanto éstos como los jueces letrados i
alcaldes municipales, puedan en su caso destinar á
los vagos, ociosos i mal eutretenidos, no solo á presi~
©Biblioteca Nacional de Colombia
35
dio urbano, á las casas de correccion cuando se es-
tablezcan, al servicio de la marina cuando sea posi-
ble la remision de los reos, sino tambien á los traba-
jos públicos de cualquiera clase, i á las nuevas po-
blaciones que se intente establecer en lugares áspe-
ros, montañosos ó desiertos. Este último arbitrio
en tiempo del gobierno español produjo en varias
partes exelentes efectos. Multiplic{-..ndose los me-
dios del castiao b '
se facilita • éste, i aquella clase de
hombres no quedará sin pena por la dificultad dt:
aplicarla.
C&rceles.-Desde principios del año pasado pi-
dió el gobierno informe á los gobernadores de las
provincias sobre el estado de las drceles en todos
los pueblos de ellas. Estos han sido mui poco satis-
factorios, pues aparece que si en la mayor parte de las
poblaciones existen estas casas i están provistas de
prisiones con que detener á los delincuentes 6 arres-
tados, tn algunas no existen absolutamente, ó si exis-
ten no prestan seguridad alguna por ser edificios de
mui lijera i frajil constr uccion, i carecer de toda especie
de prisiones. El ejecutivo en uso de sus facultades
no ha podido hacer otra cosa, que recomendar muí
particularmente á los gobernadores que exciten á los
concejos municipales á que hagan construir i reparar
las cárceles, segun lo permita el estado de ks rentas
de la policia urbana, á cuyo objeto estan destinadas
€'Q tercer lugar por el articulo 15 de la ley de ll de

©Biblioteca Nacional de Colombia


36
abril de 1825. Tamb ien les ha encarg ado que lla-
men sobre este punto la atenci on de las cámar as de
provin cia, bajo cuya inspeccion é influencia estan na-
turalm ente todos los objetos de mejora é intere s local.
Presidios.-P ara reprim ir á los crimin ales son
necesa rias penas corres pondie ntes á la natura leza de
Jos delitos, i una de las mas saluda bles i de las mas
-útiles, es la de presidio. Ella, por su duraci on i por
su intens idad, puede propor cionar se al grado de ma-
licia d€ los delinc uentes , i con ella puede obtene rse
la correccion i enmie nda de Jus culpab les, á mas de
que el Estado , con el trabaj o de éstos, se indem ni-
za en varte tle los daños que sus crímen es han oca-
sionad o á la sociedad. Tenem os presidios en las pla-
zas fuertes; pero desgra ciadam ente no han podido
establ ecerse en todas las provincias los presidios ur-
banos que mand6 plante ar el decret o de 14 de mar-
zo de 1 ~28. La falta de rentas munic ipales i de se-
gurida d han sido los ostáculos que se han presen ta-
do al cumpl imient o de esta disposicion; i es por lo
mismo de temers e que pasará todavia algun tiempo
sin que ella pueda llevarse al cabo en todas partes .
Casas de correc cion.- Seria muy conve niente
el establ ecimie nto de casas de correccion para las
person as de uno i otro sexo, i partic ularm ente para
las mujer es. Estas no son conde nadas á presidio,
i en su lugar se las pena con reclusion ó encier -
¡o. 1\Ias alll sin ocupa cion, i confun didas con di·.

©Biblioteca Nacional de Colombia


37
ferentes crimina les, lejos de enmend arse i abando-
nar sus hábitos viciosos, adquier en costumb res mas
-deprabadas con la ociosidad i con el trato de aquella s
que se han familiarizado con el crimen. La falta
de fondos aplicabl es á este objeto es lo único que
se opone á un t:stablec imiento que, en las nacione s
mas civilizadas, ha produci do los mejores resultad os.
Pero si á las mitras que tengan una renta crecida,
i que estén actualm ente vacante s 6 que vacaren en
lo sucesivo, se les rebajase con este fin una parte
de su asio·naci on ni se ofender ían los derecho s ad-
o '
quiridos de nadie, ni se daria á tales fondos una
inversio n mui ajena de su objeto, i en algunas de
las principa les ciudade s se lugraria una jnstituc ion
tan conduce nte á la mejora de la moral, i tan útil á la
prosper idad pública .
Cementerios.- Sobre estos establec imiento s
ha estimul ado el poder ejecutiv o el celo de los
goberna dores de las proviná as, i l'ecordádole3 la eje-
cucion de las leyes que previen en su construc cion.
La necesid ad de destruir la bárbara costumb re de in-
humar los cadáver es en los templos , i la salud misma
de los habitan tes de las poblacio nes, demand an la
existenc ia de los cemente rios. Aunque no se han ro-
cibido contesta ciones 6 informe s sobre el particul ar;
se sabe, sin embargo , que no es jeneral en esta parte
e_l descuid o de las autorida des locales, i que hai pro-
VIncias donde todas las parroqu ias sin excepci on tie-

©Biblioteca Nacional de Colombia


38

neu su cem ente rio.


Hos pita les. -La s casas de cari dad que
exis ten
actu alm ente , don de se reci ben i cura n
los pobres en~
fermos, nece sita n de reformas radi cale
s. El ejecutivo
no ha podido decr etar las, por que esta
facu ltad per~
tene ce, bien al cong-reso segu n el pará
grafo 5. 0 del
artic ulo 4. 0 de la ley sobre patr ona to
eclesiástico, 6
bien á las cám aras de provincia por
el parágrafo
9. 0 del artículo 160 de la constitucion
, ó por las
atrib ucio nes 3.a i 4.a del artículo 8. 0
de la ley de 11
de mayo de 1830, cuy a oscu rida d exij
e que el con-
gres o dé una decl arat oria , como ya
se ha indicad~
en otra part e. La inte rven cion que
la auto rida d
púb lica teng a en estos esta blec imie ntos
, está regl a-
da por leyes anti gua s españolas, que
6 han caido
en desuso, 6 son inad apta bles bajo
nue stra actu al
organizacion poHtica. El réjimen inte
rno de las ca-
sas, el man ejo i adm inis trac ion de
sus rent as, la
resp onsa bilid ad de sus emp lead os i
dep end ient es, i
el modo i forma en que los majistra
dos civiles de-
ban velar en su bue n 6rde n i conserv
acion, son ob-
jetos que dem and an esta tuto s claros
i disposiciones
bien definidas i deta llad as, i que este
n en arm onia
con nue stro siste ma legal i gub erna tivo
. Como sob re
esto s pun tos pue den vari ar tant o las
circ uns tanc ias
en ]os dife rent es luga res don de exis
tan estos esta -
blecimie ntos, que hag an inad apta bles
para algunos
las ret, hs jene rale s que sean propias
para otros.;

©Biblioteca Nacional de Colombia


39

i como ]as corporaciones que tienen bajo sus ojos


los objetos, pueden apreciar i comprende r mejor las
conveniencias i los intereses de las localidades, seria.
mas acertado facultar de un modo claro i espre-
io á las cámaras de provincia, para que arreglen i
organicen los hospitales existentes, asi como lo es-
tán para hacerlo respecto de los que ellas mismas
establezca n.
'

SECCIO N QUINTA .

INSTRUCC ION PUBLICA.

Educacion primaria. -Varias son las leyes i


disposiciones del gobierno, que desde el año de 1821.
se han dictado con la mira de fomentar i esten-
der la enseñanza primaria. El poder ejecutivo de
la Nueva Granada, consecuen te á estas ilustradas
intencione s, dió su decreto de 16 de marzo del año
próximo pasado, pidiendo á los gobernadores de las
proviucias estados comprensivos de las escuelas, ws
fondos, método de enseñanza, número de educan-
dos, arbitrios para su fomento i otros datos . Hán-
se Iecibido estos informes, pero me es sensible ha-
ber de instruir al congreso que el resultado que ellos
ofrecrn no cmTe!'ponde del tudo á los deseos del gobier-
np, por que hai varios distritos parroquiales que aun
©Biblioteca Nacional de Colombia
40
carecen de escuelas de pnmeras letras. En 0tr11s
en que afortunadamente las ·hai, se esperimenta una
fulta de los elementos neeesat'Íos para que puedan
Jlenar cumplidamente su objeto, 6 bien se observa
cierta repugnancia de parte de algunos vecinos pre<n-
cupados, á enviar sus hijos á la €scuela, de don-
de procede que ésta no sea frecuentada sino por uro
corto número de niños. Un estado tal de atraso,
á lo que informan los- goberm'l.dores i no desconoce
el ejecutivo, es en parte uno de los efectos que te-
nemos que lamenlar de las discordias intestinas que
han ajitado el país, i de la ignorancia en que los
mandatarios españoles mantuvieron sistematicamente
estos pueblos durante tantos años. Tambien con-
tribuye á ello la modicidad de las rentas de la po-
]jcia urbana, que son las q1:1e la ley d.e l l de abril
de 1825, ha desti1.nad{) en qul>ata -"Hgar pava el pago
de los maestros.
En vi&ta de los informes antedichos el poder
e-j€cutivo ha excitarlo el ce·lo de los gobernadores para
que tomen las medidas mas eficaces, con el fin de
establecer 6 mejorar las escuela-s con los arbitrios
que provéen la citada ley, i la de G de agosto de
1821 . Por lo demál', siendo este negu c: iac.lo de Ja
inspeccion tle las cámaras de pro\·inc.:ia se ha en•
caru-ado
o á los e:obemadmes Qll~ lo somct·1n á su co-
V •

nocltlnento, infurmándoie: c11"C l11sta.H.:iadamente. Los


arreglos que han dietado i seguirán espiJiendo es-
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tas corpóraciones, sostenido~ por una paz inaltera-
ble, i por el ineremento que ella debe proporcio-
nar á los fondos aplicados á este objeto vital, es ele
esperarse que eleven la en señanza primaria entre no-
sotros al nivel en que ella se encuentra en pueblos
mas adelantados en la carrera de la civilizacion.
Casas de enseñanza.-No han podido esta-
blecerse éstas en las cabeceras de todos los canto-
nes, como se dispuso por el artículo 2ts de la ley
que arregla la instruccion pública, tanto por falta
de los recursos i rentas suficientes, como por que
los disturbios políticos han impedido al gobierno i-
á los ciudadanos dedicarse á este objeto. Existe, siU:
embargo, una bastante bien montada en Chiquin·
quiní, i en San José de Cúcuta se ha mandado es-
tablecer otra con· el producto de las capellanías dé"
jure devoluto de aquel cantan, bajo la planta que·
ha dictado el gobernador de Pamplona en un de-
creto que fué aprobado por el poder· ejecuti vo. To-
c:lavia no se ha comunicado si esta institucíon se
halla ya en actividad, mas asi es de créerse me-
diante el ínteres que ab se ha mostrado por su es-
tablecimiento.
. Hai tam bien varias pen!'iones donde algunos
Cltldadanos estimulc.clo" por MI amur ~ la educacion, ·
se Lan con sagrado á diriji1la dando lecciones es-
~o · i~as á un Ct>nsidNabl ~ llÚII le ro de jÓ\'e nel' . E stos ·
lllstttutvs hau .sitio ~obre 111au e ra pro\'echosos; pero
{j
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como tienen un caracte r privado·; n·o pueden ser
objeto de esta memor ia. Dire solame nte que con~
cedida á la casa que dirije el ciudad ano José Maria
Triana en esta ciudad , la gracia de que Jos estu-
dios de filosofia que se hacen en ella, equiva lgan á
los cursos ganado s en un colejio para ascend er ¡\
faculta des mayore s, varios de los que han estudia do
en la casa han disfrut ado ya de esta conces ion, ma-
nifesta ndo en actos público s un aprove chamie nto nada
comun , que los honra á ellos, al estable cimien to.
i á sus directo res.
Coltjios. -La educac ion que se dá en los co-
lejios nacion ales presen ta una perspe ctiva mucho mas
consola dora. Los de esta capital , de los cuales han
&ido alumno s tantos varone s eminen tes en las cien-
cias i célebre s en la histori a de la revolucion~ se
encuen tran ahora en mui buen estado. Solci en
las provinc ias de Veragu a, Riobac ha, N eiva; el
Chocó, Cazaoa re i la Buenav entura no hai colejios.
El de Antioq uia se halla en la actuali dad cerrado
por la inst, 5cienci a de sus rentas; pero la cámara
de aquella p:·rwinc ia ha dado un decreto creand o
]as qne bast r{t n para su sosteni miento , el cual sin
emh::.•··. ;' 110 pueJe llevarse ú. efecto sin la aproba -
cion ,! ~l c0ngre so: hai entreta nto, un semina rió con-
ci;iar en la ciudad donde existe la silla episcop al.
El colejio de Tunja, que las desgra ciadas circuns -
t?ncias de los tiempo s habian hecho decaer , se rea-

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nima ahora. Tambien se hallan en buen pie los de
Panamá, Santarna rta, l\Iompox, Sanjil, Socorro, !ba-
gué i Pasto.
Suprimid o el año de 1822 el convento me-
nor de San Francisco de Velez, el gobierno de Co-
lombia por decreto de 7 de julio de 1824, estableci ó
en él una casa de enseñanz a con una cátedra de
filosofia, otra Je gramátic a, i una escuela de primeras
letras. El poder ejecutivo de la Nueva Granada ,
por decreto de 4 de setiembre del año último, la
elevó á la ésfera de un colejio, i se tiene noticia de
que bajo esta nueva planta, el estableci miento continúa
con buen suceso, i que prospera rá, pues cuenta con
rentas bastantes , i el gobernad or trabaja con lau-.
dable empeño en esta obra.
El de la provincia de Bogotá promovió el
estableci miento de un co1ej1o de niñas e~ esta ca-
pital, dotándolo con los bienes i rentas de algu-
nos convento s suprimidos i con ciertos capitales
aplicados á este objeto por donaciones particula res.
Penetrad o el poder ejecutivo de la importan cia de
un instituto como este, siendo de creacion suya, no
vaciló en adoptar aquella idea, i es pidió el decreto
de 30 de mayo fundando el colejio de La ftferced
en esta ciudad, en el que deben recibir las niñas
una educacion esmerada i cuidados a. Hace ya al-
gunos meses que se ha abierto este util estable-
cimiento, del cual se han concebido desde el prin-

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c1p10 las mas lisonjeras esperanzas.
En cuanto á los frutos que se recojen de la
educacion en los colejios, si los certámenes públicos
pueden ser un buen termómetro para graduar la al-
tura á que se han elevado los estudios, puedo ase-
gurar con satisfaccion al congreso, refiriendome á los
programas i á los informes que han remitido los go-
bernadores, que la educacion literaria hace progre-
sos sensibles en la Nueva Granada, i ofrece las
mejores esperanzas á la patria. Es grato para los
amigos de la ilustracion observar, que en despecho
de las trabas que en los últimos años se babia pro-
curado oponer á la juventucl estudiosa, i apesar de
las vicisitudes políticas i de la guerra civil, la mar-
cha de la rejeneracion intelectual jamás ha podido
detenerse.
Universidades.- En tres distritos univers:itarios
- está dividido el territorio del Estado: el del Mag-
dalena é Istmo, compuesto de las provincias de Ve-
ragua, Panamá, Cartajena, Santamarta, Riohacha i
1 Mompox, cuya universidad existe en la ciudad de
Cartajena: el del Cauca, con las provincias del Choc6,
Popayan, Buena\'entura i Pasto, estando la univer-
sidad en la capital de Popayan; i el de Cundina-
marca, donde est¡t la universidad central del mis-
mo nombre, en esta capital, i lo constituyen las
provincias de Pamplona, Socorro, Velez, Tunja, Ca-
zanare, Bogotá, Neiva, Mariquita i .Antioquia. Cada

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u.:na de estas institu ciones está planta da segun las
reglas prescr itas per la leJ i por los reglam en-
tos JCnerales de enseñ anza; i todas van progre siva-
mente mejorá ndose á proporcion que Jo perñli ten las
circun stanci as i las rentas que' les est~n asignadas-.
La univer sidad del! M.1gdalena ha aumen tado consi-
derabl ement e las suyas con los bienes i pdnci pa-
]es de los conve ntos nueva mente suprim idos en Car-
tajena . Si no hubies e alguno s censos cuyos réditos
son de dificil recaud acion, ellas alcanz arían á veinte
mil pesos anuale s. El poder ejecut ivo, á propu es-
ta de su rector , i oyer1do preYiamente á la direc-
cion jenera l de estudios"' ha aumen tado las asigna -
ciones . de alguna s de sus cátedr as, dividid o en dos
la de idiomas·, i afect<ldo á ellas adema s, la ense-
ñanza de la literat ura i · bellas letras.
En- la unjversidad centra l se ha puesto en
estos. dias en activid ad la cátedr a de quirnica, cuya
falta se hacia notabl e en el princi pal establ ecimie n-
to literar io del Estado . E1 gobier no del Ecuad ór
había CDncedido á la uni1·ersidad del Cauca , el uno i
medio por ciento sobre el produ cto de las rentas na-
cional es en los pueblos que forman su distrit o. La
Conven~ion consti tuyent e por su decret o rle 30 de
tllarzo, contin u6 'el goce de aqueHa gracia , despu es
de la reincorporacion de esas provin ciJs á la Nueva
Qrana da, mas solam ente hasta que la lejisla tura en
su presen te ses10n, resuel va sobre e! parti<:ular lo

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4'6
que estime conveniente. Se hace por tanto necesa-
rio que el congreso declare si subsiste en todo 6
en parte semeja nte apropiacion, ó si debe cesá.r.
Leyes i reglamentos de instruccion públic a.-
La lejislat ura de Colombia dio en 1826 la ley de
V
18 de marzo sobre organizacion de la instruc cion pú-
blica, i por su decreto de la misma fecha autorizó al
poder ejecutivo para formar i llevar á efecto el plan
provisional que debía observarse en el estable cimien -
to de las escuelas i universidades, i en el arreglo je-
neral de la enseña nza. En 3 de octubre del mismo
año espidi6 el gobierno el plan que estuvo en ob-
servancia, hasta que el jeneral Bolivar dió su decreto
adicional de 5 de diciembre de 1829, el cual intro-
dujo variaciones sustanc iales en el sistema estable ci-
do. La Convencion constit uyente al fin de sus se-
siones en el año {tltimo, persua dida de que por de-
fectuosas que fuesen las disposiciones de este decre-
to, no era del momento ni de facil ejecucion el res-
tableci miento de la antigua ley i plan de estudios, re-
solvio en 27 de marzo, que siguiese observándose
aquel, solo con algunas variaciones que en él tuvo á
bien hacer. El resultado de todas estas mutaciones
i alteraciones frecuentes ha sido que la lejislaciou
sobre la enseña nza se ha complicado demasiado, i
que ésta reclam a del congreso un sistema mas sen-
cillo, i estatut os mas claros i adapta bles á las pe-
culiare s circuns tancias de la N ueva Granad a.

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4:7

En el artículo ·último del citado decreto de la


Convencion se previno, que el concejo de Estado tra~
bajase i presenta se al próximo congres o los proyec-
tos de ley que estimas e mas eficaces para facilitar i
promov er la libertad i progresos de la enseñan za é
instrucc ion pública, particul armente de las escuela s
primaria s, removiendo cualesq uiera trabas perjudic ia-
les, i adoptan do los medios mas sencillos i practica -
bles. Es de suponer se que en uno de estos pro-
yectos, se haga una refucion jeneral de cuantas le-
yes i .deeretos existen en la actualid ad sobre instruc-
cion pública, para que la presente fejislatu ra dé uni-
formida d i sistema á este importa nte ramo, sobre un
plan menos vasto i complic ado que el que se dió
para Colomb ia, consulta ndo los medios i facilidades
de llevar á la práctica en la Nueva Granad a, la en-
señanza de las diferentes ciencias que en él se de-
termine n.
Academia naciona l.-En ejecucion de lo dis-
pllesto en el capítulo 3. 0 de la ley de 18 de marzo de
l 82G, sobre instrucc ion pública el ejecutivo de Co-
lombia había establec ido la academ ia nacional de aque-
11a Repúbli ca, nombra ndo él mi~mo por la primera vez
los miembros que debían componerla. Mas las disen-
ciones civiles que comenzaron á ajitar la nacion des-
de ac¡ uella época, produjeron como una de las conse-
cuencia s del rlesordt-n jeneral, la suspension de las
s.esiones de aquel cuerpo. El gobierno de la N 11e-

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va·~ Grana da, despu es que la paz, el 6rden i la con-
cordi<\ comie nzan otra vez á derra mar sus benef i-
cios sobre este pais, ha desea do vivam ente dar nne-
v~ existe ncia á aquel los establ ecimi entos cientí
ficos
i literar ios en quien es la patria babia funda do tan
lisonj eras esper anzas ; i uno de · ellos ha sido la aca-
demia nacio nal. Él ha consi derad o que la citada
ley de 1826, es Jey del Estad o, i que su deseo - e~­
taba de acuer do con e] deber que él tenia de cum-
plirla . En conse cuenc ia ha dictad o s-u decre to d~
15 de novie mbre último , crean do la aca:de mia. nacid -
nal de la Nuev a Grana da, i nomb rando en u!fü de.
la autori zacio n que ella le confie re los: ind.iiVIidnros·
qije deben comp onerla . El dia 6 de enero de esta..
a.ño ha instal ado. el presidente.- del Estad o este.c uer•
po que merec e una protec cion partic ular de· los-le-
.
jjsJad ores i del gob\e tno. Sus tan·as puede n set" da..
suma utilid ad para la propa ga('io n de toda especi~
de c<»no cimien tosi para el fomen to de· la educa cion
de la juvell tnd.
llfuse,o.-E~te ha sido otro· de · los e~tableci­
¡nient os que ha llama do mui partic uhr·m ente la aten-
ciou del gobie rno, i que se hallab a en el rnay.or
e~tado de ahand ono i deteri oro por· can«a
rle· los
tr;t:<t(Jrnos pulíticog, El museo nacion al fué cread o
por el decre to del congr e"o de 2'3 d ;.:! julio de
1 "\:23. Para su fonna cion i adela nt1m itnto se le aplicó
el produ cto de uu impue sto sobre los oros que se.

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amoned asen; mas éste fué abolido por resoluci on
lejislativ a de 21 de abril de ll::!Z6, disponie ndose que
los gastos que se ínYirties en en el museo se hicie-
ran del tesoro naciona l. De lail cátedra s de varias
ciencins natllrale s que estnban afectas á él, i que se
mandar on pfantar por el decreto de su creacion , solo ./
ha pedido conserv arse la de botánica . Tampoc o hu
sido posible dar al museo la estensio n necesar ia pa~
ra formar una escuela jeneral que abrazas e las ense-
ñanzas comune s á las escuelas de aplicaci on, como
se dispuso en la ley sobre instrucc ion pública. El
eje~utivo ha tenido que limitars e por ahora á poner
el establec imiento bajo la direcc10 n del actual ca-
tedrátic o rle química de la universi dad, i á ordenar
que se hagan ciertas reparaci ones indispen sables en
el local i en algunos de los objetos que existen. En
el presupu esto de gastos anuales del depana nwn-
to del interior i relacion es esterior es se han calcu-
lado quinien tos pesos para la consen'a cion i fomento
del museo naciona l, . i tambien se ha dudo luaar
o se-
paradam ente á la cantidad que debe invertirs e en el
pago del catedrát ico de botánica.

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SECC JON SEXT A.

NEGOC IOS ECLESIA STJCOS .

Ley de patrona to.-Esta ley sancion ada por el congre-


so de Colomb ia en 28 de julio de 1824, i que arre-
gl:i el modo como debe ejercers e el patrona to eclesiás -
tico por el gobierno de la Repúbli ca, continú a obser-
vándose con relijiosa puntual idad. Ningun a de sus
di~pcsiciones ha ofrecido hasta ahora dificulta des en
la práctica . Se han presenta do sinemba rgo casos
que estando resuelto s por las leyes antigua s espa-
ñolas, no han sido previsto s por ella, i sobre los cua-
Jes el ejecutiv o nada ha podido resolver , por que to-
das las leyes, cédulas i reales órdenes que habían re-
jido hasta la época de su sancicn , fueron abrogad as
por su artfculo último. En observa ncia ele lo que
en él se dispone se pasará oportun amente al congre-
so una consulta sobre uno de estos casos, para ob-
tener la resoluci on que conveng a. Entre tanto, las
cosas en este negocia do siguen su curso ordinari o de
un modo arre~·lado i satisfact orio, i el clero secular
i regular continú a dando prueba de sumisio n á las
leyes i al gobierno del Estado.
Prevendas vacante s.-EJ congres o de Colom-
bia espidió en 28 de abril de 1826 un decreto sus-
pendien do la pro\'ision de cierto número de preven-
das vacante s en las iglesias catedral es de la Het,ú~

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blica, i disponiendo que sus rentas se aplicasen á Ia


satisfaccion del crédito público, El jeneral Bolivar
durante su dictadura, quitó dicha suspension por 1)10- .
tivos que no es del momento examinar; mas la Con-
vencían constituyente por la ley de 20 de enero
del año pasado, r~stableció el imperio de aquel de-
creto lejislativo, i él ha entrado de nuevo en obser-
vancia. Teniendo presentes sus di3posiciones, el
poder ejecutivo propondrá al senado, en la actual
sesion del congreso, á los que crea mas dignos de
ocupar algunas sillas vacantes que es indispensa-
ble proveer, para que en uso de la facultad que le
atribuye el artículo 21 de la ley de patronato, pres-
te 6 no su aprobar.ion i consentimiento á fin de pro-
ceder á la presentacion.
Supresion de conventos.-Las leyes de 6 de agos-
to de 1821 i de 7 de abril de 1826 que mandaban su-
primir los conventos de regulares, ecepto Jos de hospi-
talarios,que no tuviesen ocho n:digiosos sacerdotes den-
tro del claustro, habían sido suspendidas por los dec;re-
tos del jeneral Bolivar de 10 i 30 de julio de 1828.
Por ellos se restablecieron los conventos suprimidos á
virtud de dicha s leyes, exceptuando aquellos cuyos
edi ficios se hallaba n destinados á los colejios i casas
de ense ñanza. l\Ias, espedida la ley de 13 de enero
del año pasado que anuló en todas sus partes las
disposiciones de tales decretos, i declar6 en su fuer-
za i vigor las leyes citadas, han quedado nuevame.u-

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te suprimid os los convento s menores que se habían
restablec ido. Sus bienes i rentas han sido aplicados
segun lo dispone la ley á los colejios i casas de en-
señanza. Se han dejado sinembar go subsisten tes
los convento s de Pasto i de la Candelar ia del D<~­
sierto, que la Convenc ían granadin a escluyó de la su-
presiun por su decreto de 6 de marzo del año último,
i los de hospitala rios por no haberlos comprend ido la
ley del .a ño de 1821.
Algunas solicitude s ha recibido el poder eje-
cutivo de varios ciudadan os i empleado s de Panamá
para que no se estendies e la medida de supresion
al convento menor de agustinos descalzos de aque-
lla ciudad. El poder ejecutivo que no podia prescin-
dir de hacer que las leyes se cumplan en toda su
plenitud, ha mandado qne se lleve á efecto la supre-
sion del convento espresado , i que s~ pasen al congre-
so las represent aciones en que se solicita lo contrario ,
como que es la única autoridad que puede decretar
sem,_e jante ecepcion, si Jo estima convenie~1te .
.Jfisiones. -Las varias tribus de indíjenas sal-
vajes que habitan dentro del territorio granadino ,
merecen fijar la atcncion de los Jejislador es. Tan-
tos infelices sustraído s á los beneficio s de la vida ci-
vil, i á las esperanz as inmortale s de la relijion cris-
tiana; tantos hon1bres ahora perdidos para la Repú-
blica, i que atraídos bajo el suave yugo de las leyes,
pudieran aumentar utilmente nuestra escasa pobla-

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cion, debe n ocup ár á nn gobie rno filósofo i repar


a-
n
dor. Persu adido el pode r ejecu tivo de que ningu
medi o es mas eficaz para civili sar esta clase desgr
e
acia-
que
da que la predi cacio n del evanjelío, deter minó
·re-
fuese n á diversos punto s con tal objet o algun os
an-
gular es, como se ha acost umbr ado desde tiemp os
tiguo s. A este fin requi rió á los prela dos de los con-
vento s que tiene n á su cargo las ffilSIOnes para
ar-
que nomb rasen relijiosos que fuera n á ,adm inistr
hs, pero éstos, retrai dos' en la mayo r parte sin du-
go
da por las penal idade s i pe1igros que trae consi
- llOa empr esa seme jante en clima s mortíferos
i en
desie rtos desti tuido s de todo recur so huma no, han pre-
senta do una repug nanc ia decid ida á marc har á
sus
temo r de
- desti nos. Tamb ien Jos desal ienta el' jblsto
ios
que no se les procu ren oport unam ente los auxil
su-
indis pensa bles, i á que tiene n derec ho; pues ha
cedid o por deggr acia algun as ocaci ones, que des-
ha-
pues de veise abasd onad os por" much d tiemp o,
de
yan tenid o que- regre sar á sús 'conv entos lleno s
miser ias i de enfer meda des. El gobie rno en vista
r
de tales consi derac iones , i no tenie ndo en su pode
ros
Jos medios sufic iente s para procu rar á Jos cm sione
una subsi stenc ia segur a en los lugar es á dona e iban
o
desti nado s, ni tamp oco para dar á todos el viátic
ar-
nece ario para su trans porte , no ha podid o oblig
}Qs á empr ende r su marc ha, tenie ndo que dejar con
-
sumo senti mien to la enter a ejecu cion de esta medí

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da, para una época mas opol'tuna, que él esper a que
no esté mui distan te. Un relijioso, sinembargo, el
Padre frai Gabri el Rodrí guez de predic adore s, que
babia servido ántes la mision de Betoy es, y que de-
seaba de cualq uiera mane ra contin uar en aquel mi-
nisterio, fué auxiliado i ha partid o ya para su destin o.
Con el discurso del tiempo i á conse cuenc ia
de los trastornos de que ha sido teatro este país,
much os de los indije nas de ]a provincia de Caza-
nare reducidos ya á las reg·las sociales, habia n vuelto
á remontarse, adopt ando sus antigu as habitu des sal-
vajes, i dejan do desier tas las poblaciones. Para fun-
darlas pues de nuevo, el gobierno ha concedido á
algunos ciudadanos que á ello se han ofrecido, los
auxilios i franquicias que en su poder estab a el con-
ceder les, para cump lir en cuant o sus facult ades al-
canza n, con el lleber que tiene de promover la re-
duccion i conversion de las tribus indíje nas sumi-
das en las tinieb las de la idolatría i de la barbárie.
Al gobernador de la provincia se le ha mand ado in-
formar periodicamente de los progresos i adela nta-
mient o de estas empre sas, i la esper iencia enseñ ará
las mejoras que deban introd ucirse en ellas.

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SEC CIO N SEPT IMA .


MEJO RAS INTER NAS.

Pobla cion.- N o puede sabers e cuanto sea el aumen -


to que haya tenido la del Estad o en los siete . (ti~
timos años, por que como en otra part~ se ha
dicho, no existe actual mente otro censo jenera l que
el que se formó en 1825. Segun él la poblac ipn de
las provin cias de la Nueva Grana da era de un mi-
Ilon doscie ntas veintit res mil novec ientas treinte i seis
almas . Pero adema s de que .e ste censo no fué
compl eto, segun se manife stó en aquell a época por
los ajente s mismo s del g.obierno, ~s de supon erse
.q ue de entonc es acá debe haber tenido la pobla-
cioll un aumen to progre sivo. Las discor dias civiles
que turbar on por tanto tiempo la Repúb lica de Co::-
lOinbia, i qu.e al fin termin aron por disolv er la, im-
pid.ier on ,que se cu_mpJi.es e con el _a rticulo 8. de]¡¡.
0

ley de 11 de Marzo .d e 1825 orgáni.c a de los de-


pm:tameuto~, que dispon ía que Jos intend entes
en-
viasen al g·obierno cadª año el plan estadí stico que
en _él se detalla . El eje,cutivo hizo reimpr in1ir el
clecJ·eto i los model os ,que se habían dado desde aquel
tiempo .en ejecuc ion de dicho articul o de la citada ley,
_j rlesde Muyo del año pa ·ad.o )(Js circuló de
nuevo
á los gohem ado es ele k s v ~·vincias, encarg andole s
su puntu al cump li,11_et!tv. .EJl todo el p~saclo mes

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de febrero debiero n recibirs e las estadíst icas en la
secretar ia del interior i relacion es exterior es; pero no
babiend ose esto verificqd o sino- en mu1 pequeña parte,
sin duda por las grandes dificulta des que se to·
can para fo'rmfirlas eon a!gur1c1 exactitu d, no ha podido
en este año hacerse oportun amente el nuevo censo de
poblacio n qllc el que suscribe debería haber acm:npa ·
ñado á esta e~:posrcion, segun los desoos del gubier,no.
Caminos.- El mal estado de nuestras comu·
nícacion es terrestre s opone osté1cu1os de mucha con·
sideraci on á los progreso s ele nuestra agricult ura, pol"
que aument andose los ga¡¡tos del transpo rte de los
product os de esta clase de industri a á propon~ion de
las dificulta des que se le oponen, el culti\•ad or des~
fallesc en sus empresa s por falta de un mercado
fácil i acomod ado. El. comerci o se entorpe ce tam·
bien por falta de rutas breves 1 económ icas, las re~
laciones de los pueblos se dificulta n, i aun la ad-
mini . tracion pública sufre retardos muí notables .
Nuestro s caminos no han sido hasta aquí sino sendas
e:>treclu s trasadas sin los conocim ientos necesari os,
fJOr valles. i montaña s de dificil acceso. Le guerra
de la 1ndepen dencia, i despues las ajitacion es ¡wlí·
ticas acaesida s en Jos últimos años, . han impedid o
hasta el presente que la autorida d pública prel';te á.
esta clase de mejoras , Jo mismo que d. tantos otros
ohjcttJll Je utilidad i comodid ad, la pmtecci un que
requieren. La Convencían consütuyenle concedió U.os
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privilejio s, el uno para la apertura de un camino al


traves de la móntaíía de Barragan , i el otro de Jiron
á las inmedinc iones del río 1\'Iag·dalena; mas estas
empresas estún erizadas de mil dificultad es, i no es
de esperdrse que ellas se lleven á efecto ántes del
termino que les fué señalado á los empresar ios.
Ei gobhnad or de V clez, ayudado por la d.mara
de provincin , i por la voluntari a cooperac ion de aque-
Jios pueblos, ha emprend ido la apertura del camino
que de allí conduce por la montaña de Carare al
rio de este nombre, que es confluen te del Magdale na.
l,os trabajos deben estar ya considera blemente ade-
lantados, 1 es probable que pronto comience aquella
provincia {t gozar de los beneficio s de esta obra.
Navegaci on interna.- -Este otro vehículo del
tráfico ·i de los cambios entre los diferente s pueblos
del Estado no se halla en mayor gtado de perfec-
cion que nuestros caminos. No hai en la Nueva
Granada mas que un solo canal artificial, de que
no puede usarse en el dia sino en parte; i la na-
végacion de nuestros ríos es todavía tan imperfec ta
como lo era poco despues de la conquista . La cá-
mara de la provincia de Santama rta ha decretad o
la limpia i conserva cioh de los caños que facilitan
la navegaci on entrE> el rio 1\lagda\e na i la ciénaga
gTande, lo que verificndo dará un fuerte impulso al
comercio del interior que se hace por dicha provin-
Cla. La lejislatur a de Colombia en 1823 1 concedi6
B
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privilejio esclusivo al ciuoadano Juan Bernardo Elbers
1)ara establecer en el rio Mugdaleua buque.s de vapor,
por veinte años, bajo ciertas i determinarlas condicio-
nes. Apesar de grandes esfuerzos i de crecidos g-astos,
el empresario no ha podido establecer de un modo
permanente los buques necesarios para el comercio,
i para el cumplimiento de sus compromisos con el
gobierno. El jeneral Bolívar en vista de este re-
sultado, declaró concluido el privilejio en 1829; mas
EliJers entabló un juicio rle posesion ante ló\ corte
suprema de justicia, i este tribunal se la declaró
en J83l. El eJecutivo consideranclo que es contra-
rio á la razon, i estremamcnte ruinoso para el co-
mercio, que á un particular se le mantenga en el
derecho de impedir á otros el que naveguen libre-
mente en buques de "apor por d ma& importante
canal de comunicacion entre el inte1 ior i la costa,
sin poner él todos los que se lH:cesiten, instruyó
al fiscal de la corte supren~<i de ju. tieia para que.
promoviese el corre ·por ui 2nte juicio, solicitamlo qne
se deL"huc la insub:.;istcncia del privilejio. Pende
aun ante dicho tribunal este negoci •, (]He merece
por su impmtaneia llamar la atellcion del congreso.
No es av~~~tnrada la aserciun de que si ~e
oPclan.:i'e d{' (i 11itivanwnte Iib1 e h ¡¡aregaC'ion del rio
Magdalena, se ''crian 111ui pronto dentro de sus agnas
1 s b •tqoes ele. vnpor necesarios para el comercio, i
mucl.u n.as si !a Jcjislatu1a hi<..ie&e uua e¡;ep<..iuu sin,
©Biblioteca Nacional de Colombia
59
requi-
g•1lar, atmq ue con algu nas prec auci ones , en el 0
1. de
!Sito establecido por el artíc ulo 2. de la ley de
0

por el cual
may o de l ~26 sobr e arqu eo de buqu es,
Jos que per-
se exije que solo pned an naci onal izars e
os de la
tene zcan en plen a prop ieda d ú ciud adan
Rep nbli ca.
Agr icul tura .- Esta e las e de intlustria á la cual
hace r en lo
está llam ado este pais, i que ha de
ia, encu en-
veni dero la pros perid ad de nues tra patr
araz os de
. t1·a al pres ente en la N ue va Gran ada emb
del inter ior
muc ha cons idera cion . Las prov incia s
s nece sa-
tiene n que limitar su culti vo á los fruto
]a gran dis-
rios para su prop io cons umo , por que
, i lo difi-
tanc ia á qne se encu entr an de la costa
les impi de
cil i disp endi oso <ie las com unic acio nes,
prod ucci o-
ofre cer al estra njero los sobr ante s de sus
ost:! culo solo
nes agríc olas. Fáci l es perc ibir que este
nos i ca-
pued e remo vers e con la aper tura de cami
rios. Mas
nale s, i mejo rand o la nave gaci on de nues tros
bene ficio de
entr etan to que á favo r ele la paz i á
erse esto s
in8ti tuciu nes prot ecto ms, pued en emp rend
nte anim ar,
adeh lntos con buen suce so, seria conv enie
ucto s pre-
si es posib !e 1 el culti vo de aque llos prod
c i o.;;o~. com o la coch inill a, la V<
in'lla i el ailil, que
cont ener
puede11 sopo rtar un tran- .port e costo so por
cido s. En
crec1 dos valore:'> bajo volú men es mui redu
dar may or
la-. prvvinc.:ias litor ales pued e el labra dor
e:ste1 1S1UU á. sus plan tacio nes con un pros pect o mas

©Biblioteca Nacional de Colombia


60
alagiie ño, por que la cercan ia de los puerto s ma-
rítimo s ofr~ce un merca do ventaj oso á sus cosech as.
Las oscilac iones polític as han retraíd o hasta ahora .á
los capita listas de entrar en especu lacion es de esta
especi e, que solo puede n empre nderse bajo un órrlen
de cosas establ e i durade ro. Paz, reposo , seguri dad,
i facilid ad en las comun icacio nes, son los eleme n-
tos de esta indust ria. La prude ncia ,del gobier no
i la buena índole del pueblo , procur an lo primero::
lo segund o, siendo el resulta do de mejora s loca-
les, será la obra de las cámar as de provin cia.
Comer cio.- El que se hace en el interio r entre
]os divers os pueblo s de la Nueva Grana da ha vuelto
á tomar el curso regula r que ántcs tenia, á favor
de dos años de tranqu ilidad , i de la seguri dad que
es _consig uiente :al 6rden legal q t:e por tudas partes
se observ a. Él tiene por base la varied ad de las
produ ccione s i de los c 1 imas, i la diver¡., idad que
hai en las ocupa ciones é indust ria á que , se de-
dican los habita nte8 de las difere ntes proYinc:ias
del Estado . Su increm ento depen de ele la nw~ ¡¡a
en los medio s de comun icaciu n i tra1 ',·(·1 tt' , (,el
aumen to de los consum os q11e es en pa1 te el re-
sultad o del progre so de la poblac iou, i d el .,_tuor al
trabajo en todas las clases de la socied ad. El conY' r-
cio esterio r vá toman do cada dia mny •r grado de
actiyjd ad i anima cion; pero se murmurn sinen, l argo
bastante jeneralmente contra el modo con ll ue él ..se
©Biblioteca Nacional de Colombia
61
den en
nac e. D1rese que las intr odu ccio nes ecse
de los prec ios
mnc ho á la dem and a, que la baja
pue blo á con sum ir
que es co n ,igu i e nte esti mul a al
c a J l alcld de prod ucto s estr anje ros,
i que de
may or
num erar io que se
aqu i prov iene la nota ble falta de
el dehe t· del que
hac e sent ir. No es el inte nto ni
ni exa min ar has ta
susc ribe dilu cida r esta s cues tion es,
s pop ular es; mas
don de sean fund adas las opin ione
may or imp or-
si creé él, que este nego cio es de la
part icul arm ente la
tanc ia, í que deb e llam ar mui
aten cion de los lejis lado res.
Nue va
Jl1anufa ctur as.- Las prov inci as de la
tejid os de lana
Gra nad a don de se fabr ican algu nos
i Pas to. Esto s
i algo don , son las del Soc orro , Tun ja
prov inci as del
teni an muc ho con surn o en toáa s las
desd e aqu elfa
inte rior ánte s de la revo luci on; pero
icas , tant o por
épo ca com enz aron á dec aer las fábr
la inde pen den cia
cau sa de la gue rra, com o por que
ha hech o nac er nu e vas cost umb ¡
res i nuev os háb itos .
otra part e,
El com e rcio con las naci one s e uro peas , por
pe rfec tos i á pre-
ofre cien do al p u- b lo prod ucto s mas
s a d elan tos de
cios mas cóm odM , por los as omb roso
que son elab ora-
]as arte s i ~l e l1s rtl<Íiiui nas . con
la ruin a de nue s-
dos, ha con t ribu itlo pú-lt'ros a me nte á
tras mar:.ufac t ura. , i é~t; será com
plet a si el con -
man o soco rred ora.
gres o no les ofJ"ece con t iem po· una
La indu stria fab ril d e la N uev a
Gra nad a recl ama
imp erio sam ente restricciones en la
intrbduccion de

©Biblioteca Nacional de Colombia


6~

efecto s estran jeros que se aseme jen á los que elfa


puede produ cir. Sin esta proteccíon pronto se ve-
rán desapa recer del t0do nuestr as f.í.bcic <l~, i el en-
pobrec imient o i la miseri a de las provin cias m:inu-
factur eras serán la conscc uE'nci a.
Periódicos prouinciales. -El gobier no siemp re
atento á impul sar Ios adelan tamien tos de ta ci rili-
zacion i la propag acion de los cotwcimientos útiles,
habia decret ado desde el año de 183' l, el establ eci-
mient o de un periód ico con el título de Constitucio~
nal en todas las provincias que tienen la fortun a de
poséer una impre nta. Esta exelen te dispos icion se
puso inmed iatame nte en planta , i ella fué confir -
mada púr la ley d~ 4 de enero del año último .
En la actual idad se dan á luz perio: licame nte e1'1 fa
N ue va Grana da, los Constituciona[es del Istmo en la
ciudad de P'awtm :'t, del Magd alena en Cartaj ena, de
Antio quia en Merlel lfn, de Cundi namar ca en Bogot á.
de Boyac á en '!'unja i del Cauca en Popay an, fu~ra
de la Gacet a oficial del gobier no suprem o. Todus
estos papele s se sostien en del produ cto de su venta, i
el deficit ú cogta del tesoro nacion al, segun se dis-
puso por la C..>nvenc'ion: todos ellos march an en el
sentid o de la l-ey, defien den las institu ciones , pro-
ponen refonn.1s útites, hacen censu ras moder adas,
i llenan co·1 mas 6 menos acierto el objeto de su
estabiecimi~nto. Se circula n oficial mente á las par-
roquia s, i por su medio los ciudad anos puede n en-

©Biblioteca Nacional de Colombia


H
-38-

terar se de] estad o i curso de los negocios públi cos.


Repm·timiento de resguardqs. -Est a opera cion
n-
decre tada por la ley de la ConYencion const ituye
la
te de 6 de marz o del año últim o, de acuer do con
em-
ele ll de octub re de 1821, marc ha por entre
baraz os i dificu ltade s multi plica das que retar dan
su
Jos
ejecu cion. Son vario s i de natur are:za impre vista
;
casps anóm alos que se han prese ntado á embar~H~
el cump limie nto de una medi da que á prim era
vis-
ta parec e tan salud able i tan benéf ica á la clase
dad. El
indij~na, , i de útiles conse cuenc ias á la so~ie
pode r ejecu tÍ\'o por medi o de regla ment os 1i de diver -
,
di-
sas órden es circu lares , . h_a procu,ra,d,o a,llan ar las
pero
ficult ades que se bao o<.urrido suces ivam ente;
de
sin enrb; ugo, por las notic ias que se han recoj ido
lus oo-o!Jernadores
. se dedu1ce que tal ve~ no ·ha sido
posib le efect uar el repar timie nto de los resgu a;dos
dentr o del año que la ley prefij ó, J.Hies hasta ahora
no ~abe el gobie rno que $e haya pudido veri&car
si-
no una sola distribucÍ!•n.
Por lo jcner allos iudíje nas sea mal acons ejado s,
ello~ en~en­
sPa imbu idos de las preoc upaci ones que en
es-
clró la polhi ca sttspi caz i mezq uina del gobie rno
de
p:lñol, ó :-;ea g11iados algun as veces por el instin to
la divisi on de sus tierra s
S11 c·onvf 'nicnc ia , repug n;ln

con~unale ~. i la voz de r· ·parti rnien to


ha sido para
ha-
n1 udws umt voz ai:Hn1ante. U nc..s dicen yue
nHiad ,
hituc lo tenid o arreu dado s sus terren os de comu

©Biblioteca Nacional de Colombia


64
van á verse ahora hostigados i env1-JCltos en-cuestiones
litijiosas con los arr~ndadores, sobre mejoras, daños i
perjuicios por ]a intcrrupcion de lo.s contratos. Otros
son amenazados con ~Jeitos. por persona~ que adu-
éen título ~ de prot'>íedád; sobre porc'íon'es de los res·
guardas, que tenian 6 por contratos celebrados con
la ,coril.unidad. eh~ indíjena·s, ó por posesion és inrne-
morihle~. Tan¡bíen se h::t alegado que ~iendÓ los ter-
féf.los, que copstitL;yen un re~gua1·do d~ 9iferentes
cafídade.s , los unos fértiles, i esté!·iles tos otros, aque-
l_to..s pr?pios para el cultívC?, ~ e.~ts>.s ,r~ra ar:~se~tár
g-anados: ·.fá"' eTi ~'posÍsion elevada, i ya bajos i e~pues-
fó.~?' á fi-e~u~ntes itÚindacíones, dejáhdo ae
1

pbs~éi-se
en cómun cuapao . sé vaya a·,r;;vartir1os, no podrá.
é~to hacerse de una manera equÚativa é 1igual, pues
mieñtras ·q ue á algunos de l~s partícipes •Jes Toca.Háii
las mejores tierras·, otros re~ibirian. las rnal situadas,
ó b1im · hibrla que. despedazar en p8C¡_ueñas porcio-
nes, distantes unas de otras~' las que á cada indí]ena
se distribuyan, lo que siempre les seria en estremÓ
})erjudicial i gravoso. De otra parte, como muchos
indíjénas tienen sus casas, sus sementeras i árboles
frutales mui contiguos en derredor de los pueblos,
¿ como se imdernnizará á est0s miserables el valor
de tales propiedades, cuando por consecuencia de la
particion, tengan que abandonarlas para trasladarse
al terreno que les toque en suerte?
En la provincia de Cazanare i en el cantan.

©Biblioteca Nacional de Colombia


67
trope zado
de San M:ut in de la de Bogo tá, se ha
s, pro·
con otra espe cie de escol los todav ía mas grave
llos indÍ·
venie ntes ya ele la índ()! e parti cular de aque
l,. ya de la
jena s no bien redu cidos á la vida socia
s de la
topo grafi a del pais, i hasta de las influ encia
e otro
natu ralez a. Todo en Jos llano s como que ofrec
ones le·
6rde n de cosas í exije difer entes conb inaci
de una
gales ; i seria bien arrie sgad a la ejecu cion
s á la
medi da que disgu stase á hom bres prop enso
Esta s i
indiv idual inde pend encia de los bosq ues.
á man -
otras cons idera cione s oblig aron al ejecu tivo
en Caza-
dar susp ende r la repar ticio n de resgu ardo s
sobr e
nare i San Mart ín, hasta cons ultar al cong reso
os del
este nego cio, como se hará con los' docu ment
caso -
Por lo dema s, er pode r ejecu tivo obse rvan do,
rido para
que casi todo s los ostác ulos que han ocur
la division de los resgu a1do s, proc eden de las di.
i cos-
feren cias de local idade s i de los vario s usos
que se-
tumb res· de los pueb los, se incli na á pens ar
las c<l·
ria una deter mina cion conv enien te facul tar á
emb a-
mara s de prov incia para que remu evan los
ejecu -
razos i dific ultad es que se prese ntan en la
llat ian
cion de esta medi da.. Ellas tal vez dese mbro
los acci-
este laber into, dicta ndo regla& adap table s á
nstan -
dent es de Jos lugar es, i á ias difer entes circÚ
prov in-
cias que mas direc tame nte influ yen en cada
ribe se
cia de una mane ra parti cular . El que susc
9
©Biblioteca Nacional de Colombia
6~

atreve á pre.sentar nl congreso esta idea rara que


tomandola en consideracion, si lo tiene á bien, resuel-
va Jo que le parezca mas proveehoso á los inte-
reses jenerales de la nacion, i á los particulares de
]a clase indfjena .
.11Ianumision de esclavos.-La ley i decretos da-
dos para la gradual manumision de esclavos, i de-
clarando libres 1os hijos de éstos, se ejecutan reli-
jiosamente, i la esclavitud llegará á desaparecer
de la I<epública; merced á las miras filant1'6picas
de los lejislaclores de 1821. Queriendo el gobier-
no da1· touas las facilidades posibles para que los
esclavos adquit:ran la libertad, ha declarado que como
á personas miserables no se les cobren derechos
algunos por las dilijencias previas para la manumi-
sion i carta de libertad, sino que todo se actúe de
oficio cot:po en negocios de pobres de solemnidad.
Por otra parte, el poder ejecutivo ha t e nido que
declarar insubsistente la esencion de cargas conse·
.iiles <¡ue el decreto de 14 de setiembre de 1828
l.auia concediJo á los empleados en las junt<~s de
ln<H1Htni,;on, por que restablecido el imperio de la
ley de 11 de marzo de J 825 sobre el 1éJimen polí-
tico, no p uede n reconocerse otras esenciones ue esta
especie diferentes de las que ella dete¡·mina.

©Biblioteca Nacional de Colombia


69

PA RT E SE GU ND A.

SE CC IO N .PR IM ER A.
EST ADO S COL OM BIA NOS .

va Gra -
E(·u arlo r.-L as rela cion es de la Nue
ido defi nirs e i es-
nad a con esta secc ion, no han pod
reci ente , por cau sa
tabl ece rse sino en una épo ca muy
en rete ner las pro -
de la insi sten cia de su gob iern o
vinc ias del a !Jti¿· 10 dep arta men to del Cau ca que
p~rtenecen á este Est ado .
El ejec uti\ '0, par a Ilev ur
dam enta l, i cum -
á efec to el art'í cu\o 2. de la ley fun
0

plie ndo con lo pres crit o por la


Con ven cion con stitu -
nov iem bre de 183 1,
yen te en su dec reto de 8 de
etar io de rela cion es
auto rizó sufi cien tem ente al secr
una neg ocia cion con
este rior es par a inic iar i con duc ir
resi día en esta ca-
e} com isio nad o del Ecu ado r que
de lím ites en el
pita l, á fin de cele bra r un trat ado
nev a Gra nad a reci a-
cua l se reco noc iese n los que la N '
con fere ncia s term 1-
mab a por la part e del Sur . Las
no, por que el en-
uarú n sin pro duc ir resu ltad o algu
viad o ecu ator iano care cía de inst
rucc ione s sufi cien tes
and a. El gob ier-
par a at-c ede r á nue stra ju ta dem
do sin emb argo no
no ue la Nue va Gra nad a, des ean

©Biblioteca Nacional de Colombia


'70
evitar medio alguno decoroso para revindicar los de-
reehos del Estado sin el estrépito ominoso de la guer-
ra, envió al Ecuador una comision compuesta de dos
ciudadanos respetables, autorizada para negociar i ce-
leorar el tratado propuesto bajo la base inclispensa-
ble de la devolucion de las dos provincias que aun
nos retenía aquel gobierno. Despues de prolonga-
das conferencias i de las mas debatidas i vivas dis-
cusiones, en que los derechos de la N uera Granada
fueron diestra i vigorosamente sostenidos, la nego-
ciacion terminó con la declaratoria que hicieron los
comisionados del Ecuador, de que era menester aban-
donarse á la suerte de las armas.
Nuestros .e nviados regresaron á esta capital,
i el gobierno hizo publicar un manifiesto en que se
informó á la nacion del curso de las negociaciones
frustradas, i de las incuestionables razones de jus-
ticia i de .derecho en que la Nueva Granada fun-
daba la reclarnacion de las dos provincias, cuya po-
sesion se le contestaba. Entre .tanto una agresion
inesperada por las tropas del Ecuador, produjo la mare
cha del ejército gram\dino que sin necesidad de com-
batir ocup6 á Pasto. Despues de este -suceso, tanto mas
glorioso cuanto que no costó una sola gota de san-
gre colombiana, se manifest6 por aquel gobierno el
deseo de reno var las negociaciones , i el ejecutivo
nomhr6 comisionados suyos para aquel objeto á los
Señores jeneral José Maria Obando i coronel Joaquin

©Biblioteca Nacional de Colombia


71

"Posada Gutierrez. Ellos conclu yeron ·sin dificultad


en la ciudad de Pasto, con el Sr. Pedro José Arteta
envidd o por el Ecuad br, el día ~ de diciem bre último ,
el ttátaci o de paz, amista d i alianz a que os será opor-
tuuam ente presen tado. Por él quena la Nueva Gra-
nada reinte grarla de todo su territo rio, i cumpl idas
plenm nente Jas instruc ciones i basas prescr itas por la
Cunve noion en su decret o de lO de febrer o del último
año.
El tratad o ha sido ya ratific ado por el presid en-
te del Ecuad or por autori zacion espre~a que le .con-
firió la lejisla tura de aquel Estado . El ejecut ivo por
su pa1te, consid erando que los nueve primer os ar-
tículos de él, solo contie nen rlispos icione s aproba das
i prescr itas de antem ano por la Conve ncion consti -
tuyen te, los ha manda do llevar á efecto , á reserv a
de la ratific acion que debe darse á todo el tratad o
con las forma 1idades r.onsti tucion ales.
Venez uela.- El gobier no de la Nueva Grana da
-nlanti ene con el de aquell a seccio n de la antigu a Re-
públic a las mejore s relacio nes de amista d i buena
corres ponde ncia. De una i otra parte se aprove chrm
todas las ocasio nes de dar pl'lleb as ineq ttÍ\'ocas de
las buena s i fratern :.des dispos icione s con qne se mi-
ran los Jos Estado s, i tal solieit ud debe consid e-
rarse como un feliz presaj io en f,tvDr de los nuevo.s
víncúl os que hau ele volver ;l estrec har á pueblo s que
estan llamad os pvr su oríjeu, por su vecind ad, por
©Biblioteca Nacional de Colombia
72
su analojia de costumbr es i comunid ad de inte-
reses, {t formar una liga fuerte, respetabl e i poderosa .
Asamblea colombia na.-Pene trados sin duda
Jos depositar ios de la soberanía de la Nueva Gra-
nada en el año último, de la grande importan cia
i necesidad que hai de establece r, tan pronto co-
mo ·sea posible, los vínculos que hayan de ligar
de un modo permane nte los Estados colombia nos, es-
pidió su decreto de }() de marzo, por el cual se or-
dena al gobierno que promuev a lo convenie nte, i eje-
cute lo que en él se prescribe , para la pronta con-
secucion de aquel vital i grande resultado . Este de-
creto que honrará siempre á la Couvenci on, fué co-
municado oportuna mente al gobierno de Venezuel~,
1 la lejislatur a de aquel Estado, correspon diendo á
las miras patriótica s i nacionale s de la Nueva Gra·
nada, sancionó otro encamina do al mismo fin. Con-
forme á él fueron nombrad os dos comision ados que
han debido partir en noviembr e ~el año pasado há-
cia esta capital á formar con los del Ecuador i los
de este Estado, la asamblea que ha de ocuparse de
los 1111evos ·pactos, i del arreglo de los negocios je-
nerales de Colombia ,
Ha sido mui sensible para el ejecutivo que
)as diferenci as suscitada s por desgracia entre el Ecua-
dor i la Nueva Granada, hayan entorpec ido hasta
alwra la verificacion de aquel grande acto, t~n im-
periosam ente recla~:nado por la política, las nece~

©Biblioteca Nacional de Colombia


73

sidade s i compr omiso s de todos los pueblo s de la


antigu a Repúb lica. Mas tan luego como la paz
ha venido á remov er los embar azos que dificu ltaban
la reunía n ele la asamb lea proyec tada, el poder eje-
cutivo se ha apresu rado á dirijir á los gobier nos de
Venez uela i el Ecuad or, una iovitac ion para que ha-
gan venir sus plenip otenci arios; á ]a mayor breved ad
posibl e, el prime ro en virtud de lo resuel to por su
lejisla tura, i el segun do en cumpl imient o de la es-
tipulac ion del tratad o relativ a á este objeto . El go-
bierno sin avanz ar idea alguna sobre los pactos que
.han de celebr arse, manife st6 á uno i otro la gran-
de urjenc ia que hai, i Jos fuerte s i podero sos mo-
tÍ\'OS de necesi dad i conve nienci a recípr oca
que
aconse jan el que se aceler e cuanto sea dable la época
1 ,

en que se decida el gra\'e negoci o de la union, ¡


se arre(J'J
o
en defini tivame nte los derech os i debere s
que son comun es á las tres seccio nes en que ha
qneda do dividi da la antigu a Repúb lica. El presi~
dente aguard a el resulta do de esta medid a para cmn-
})lir con Jo que se le previe ne en la ley de 10 de
marzo de!l año pasado . É l confia en que mui e11
bre\'e se lograr á vet· reunid a la asamb lecl que ha de
poner términ o á este estado de incerti dumbr e! so-
bre maner a -prolo ngado , en que se encue ntra Ja Nueva
G1 anatla por la natura leza de las relac io,1es futura s
que han clB li,;arla con los demas Estado s colom -
bianos.
©Biblioteca Nacional de Colombia
SECC ION SEGU NDA:'
.
f.o

NACION ES ESTRAN JERAS.

Reconocimiento de la Nueva Granad a.-Tem ía-


se por algunos · al tiempo de discutir i s,ancionar
la ley fundam ental de l<l Nueva Granad a, que 'las
relacion es con ]as potencia s estranje ras,. nuestras-
amigas i aliadas,. serian del todo interrum pidas, i
que los ministro s público s que tenían acredita dos
cerca del gobiern o de Colomb ia, se retiraría n tan luego
como la seccion del Centro de la Repúbli ca asumies e
por sí una exi'itenc ia política separad a .· Mas aquellos
temores no se han realizad o, i los <~jentes estranjer'Qs
resid.e ntes en esta capital, despues que les fueron co-
municad as la Tey funda 'm ental i"Ja constituci<:m, ' con~
tinuaron eJercien do su; funcion es cerca del gobier~o
del Estado de la Nueva Granad a, del mismo mudo que
lo habían hecho con el de Colomb ia.
Como era de suponer se que un acontec imiento
de tanta magnitu d i trascend encia como la formacio11
de este Estado, i el desapar ecimien to riel gobiern o de
Colomb ia, debía haber sido previsto por las- potencia s
que mantení an ajentes diplomá ticos en esta capital,
fué natural inferir que estos estarian mui de a , tema-
no instruid os para un caso semejan te. i que cuando no
se re tiraron inmedia tamente , fué por que sus gobiern 0s
estaban dispuestos á continuar con este Estado las
©Biblioteca Nacional de Colombia
75

ma nte nid o con tod a la


mis ma s relaciones que hab ian
ella con jetu ra no hu-
Re púb lica . Ma s aun que aqu
ya tra nsc urr ido mu -
bie se sido fun dad a, hab ien do
s hay an dec lara do ha-
cho ma s de un año , sin que ello
es sin dud a por que sus
ber ces ado en sus funciones,
ste nci a política del Es-
gob iern os han reconocido la exi
est a ase rcio n el h~cho
tad o Gra nad ino . Co rro bor a
cuc ion i obs erv anc ia de
de hab er rec lam ado la eje
sen tad o ocasion, aq ue-
los trat ado s, cua ndo se ha pre
los bab ian cel ehr ado án-
llos aje nte s cuy os gob iern os
bia; por que nin gun a
tes con la Repú-blica de Colom
os púb lico s sino con
pot enc ia pue de ma nte ner tra tad
rec ono ce com o mie m-
aqu ello s pue blo s á qui ene s se
nac ion es.
bro s de la gra n soc ied ad de las
en Tri unf o que
Pe rú .- El Señ or Jos é del Cá rm
jen era l de Co lom bia en
hab ia sid o nom bra do cón sul
sec ret ari a de mi car go
est a Repúbli~ar par tici pó á la
den ega do á pon er el
que aqu el gob iern o se hab ia
est and o que hab.iendose
e:requatur á su títu lo, ma nif
Est ado s difere·n tes , ha-
res uel to la Re púb lica en tre s
era l de ella , i que por
bia des apa rec ido el gob iern o jen
reconocido como cón sul
consecuencia,. solo pod ria ser
pre sen tas e la pat ent e
de la Nu eva Gra nad ar lue go que
efecto. Tar nbi en dió
que se le hub ies e esp edí do· al
ers e pue sto en receso
par te ei Señ or Tri unf o de hab
da que el Per ú ha ele
la cornision liqu ida dor a de la deu
archivo de ella se ha-
rec ono cer á Co lom bia , i que el
t;l pod er eje cut ivo d~
llab a en su pod er. Pen etr ado 10
©Biblioteca Nacional de Colombia
76
los grandes males que podrían seguirse no solo á ~a
N neva Granad a, sino á toda la Hepúbli ca, de que tan
importa ntes docume ntos i compro bantes estuvies en
abandon auos en poder de un particul ar, i de lo con-
veniente que era que su custodia se hallase á cargo
de una persona debidam ente autoriza da; i reconoc ien-
do por otra parte la necesid ad que había dé tener un
ajente acredita do en Lirna, que sirviese de medio segu-
ro de intelijen cia para con aquel gobierno , i pusiese al
mismo tiempo, hasta cierto punto, en contacto á la
Nueva Granad a con las dcmas RepúbH cas del pad-
fico, resolvió nombra r con tales objetos un cónsul jene-
ral i encarga do de negocio s cerca del gobiern o del Pe-
rú. Con el consent imiento del Consejo de Estado fué-
electo para este destino el mismo Señor José del Cár-
men Triunfo , i se le enviaron sus letras credenc iales
i las instrucc iones correspo ndientes . Él ha sido admi-
tido por el gobiern o peruano i reconoc ido con el ca-
rácter con c¡ue fué acredita do, i con muestras- inequívo -
cas de aprecio i benevol encia _húcia la Nueva Grat1ad a.
AJ~jico.- El gobiern o de esta Repúbli ca ditiji6
en marzo de l83t, una imitacio n al de C0lorHbia para
reinstal ar la g-rande asan1blea de plenipoteneiario.s. de
}os t~uevo · E-;tarios de la América {m tes es¡n ñola, <]u e
babia t~nido sus sesiones en Panamá i de ~•¡ntes en Ta-
cubaya. La comunic acion que la contení a fné rec:i~Jida
~n. la secretar ia de mi caro·o j diriJ"ida á la Convenc:ion
o
con~tltuyente para que, tomando en consid crac: ion Ull

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71
negocio de tam:aña entidad,trazase al ejecutivo la linea
de conducta que debía seguir á este respecto. La Gon-
vencion termin6 sus sesiones sin haber resuelto nada
sobre el particular, i el ejecutivo en su ealicbd de
_g ooierno granadino, se ha limitado á av:~ar el recibo de
aquella n<>ta, i á anunciar (}UC ella será oportunamente
.flGmetida á la consideracion ele la asamblea de pleni-
:potenciarios de Colombia, luego que se reuna.
Estados Vnidos de América.-El honorable Se-
ñor Toma\S P. M<Oore ministro p·lenipotenciario de aque-
lla Hepública, residente en esta capital, dá r-eiteradas
:m uestra-s al gobierno de los deseos qlle animan al suyo
de cultivar i ma:ntetaer e.om la Nueva Granada las me-
jores relaciones de amistad i 'buena cGrrespo!lr:l.encia.
El Seño•· Domiago Acosta .nuestro encargado de nego-
cios en \Vashingtol'l., G{l.ie reume tambien el destino de
cónsul jeneral, hace por parte de este gobierno las
mismas prot·~stas al de Jos Estados U nidqs. Aunque
~ fué ac1:editaclo por el gobierno de Colombia. niJJguna
dificultad s-e Je ha puesto por aquel en el ejercicio de
-s us funciones, despqes q.ue la Nueva Granada .se ha
constituido como Es-tado separado.
Brasil.- La rejeucia de este imperio ha es presa-
do al Señor coroael J ~mn Maria .Gomez, nuestro encaJ·-
gado de nego('iO~, al tiempo ne fH~esentar SUS letras de
.reti•·o,, que aqHel gobiemo se hallaba animado de las
disposiciones mas favorables .para conservar las mejores
r-elaciones de amistad i buena vecindad con Colombia.
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la
Ing lota ro.- Lns rela cion es del Esta do de
anec en bajo
Nue va Gra nada con esta pote ncia , perm
ba ima nte-
el mism o pie que las que con ella ·cul tiva
stro plen ipo-
nia la Rep úbli ca de Colo mbi a. El mini
capi tal, con-
tenc iario de S·. M. B. resid ente en esta
os que ani-
tinú a dánd onos prue bas de los buen os dese
Esta do; i el
man al gobi erno de S. M. para con este
fica r disp osi-
ejec utiv o no ·ha escu sado ocas ion de testi
estre rnam en-
ción es igua ln1e nté amis tosa s. A él le fué
te sens ible el paso que se vio forz ado
á dar decr e-
ul ingl és de
tand o, com o lo hizo , la espu lsion del cóns
i por la inje -
Cart ajt:n a, por su cond ucta irreg ular ,
Jos ne()' ocios
renc ia inde bida que se , perm itió en o
o fué públ i-
dom éstic os de éste pais . El patr ocin ó, com
á los jefe s i
co, la caus a de la usur paci on, i host ilizó
ion del gobi er-
pueb lo5 que trab ajab an en la resta urac
acio n de esto s
no cons tituc iona l. Una plen a com prob
gTan adin o,
hech cs justi ficó la cond ucta del gobí erno
que no hizo mas que usar de su dere
cho, i obra r de
ejan tes, los go-
la man era que lo hace n, en caso s sem
bier nos de las dem as naci ones .
ba en
Al Seño r Joaq uin Garc ia Tole do que obra
F:rno; se le
Lon dres com o ajen te confidencia:1 del gobt
pasa do, letra s
rem üier on desd e 14 de ener o del año
o enca rgad o de
cred enci ales para que func iona se co.m
no se tie-
neo·o
o
cios cerc a del l:!>o'obieroo británico,· mas
i pres enta do.
ne aun noti cia oficial si las ha recib ido
circ unst an-
Se sabe que él se hall aba ause nte, i esta
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7g
un ajen te acre -
cia · hac e mui inci erta la exis tenc ia de
Se reci ben con
dita do clel gob iern o en aqu ella cort e.
sul enca rgad o
frec uen cia com unic acio nes del vice -cón
en Ingl ater ra.
del con sula do jene ral de la Rep úbli ca
s á nom bre de
Est e con tiuú a ejer cien do sus func ione
mismo que los
toda la Rep úbli ca de Col omb ia, lo
cipales pue r-
vice -cón sule s que teni a ésta en los t>rin
tqs de aqu ella naci on.
en 1a
El ajen te com erci al de la Rep úbli ca
i el gob ier-
·isla de Jam aica , rt!:nuneió su dest ino,
uel Satu rnin o
no nom bró en su luga r al seño r Mig
con side rand o . el
Urib e, ciud ada no gran adin o. Mas
qne hai entr e
ejec utiv o que las rela cion es com erci ales
aq~1eBa isla i nue stro s pue
rtos del Atlá ntic o, requ ie-
ia ele un ajen te
ren allí por muc has razo nes la pres enc
la vijif anci a
del gob iern o ente ram ente ded icad o á
iles de la ~ ue-
i prot eoci on de los inte rese s mer cant
no pue de exi-
v.a Gra nad a, i que tal con sagr aclo n
l al trab ajo que
jir-se sin una rem une raci on prop orci ona
en 26 de may o
dem and a el servicio pres tado , dec retó
aria en ade lan-
últim o, que dich o aj€n te com erci al goz
s, i que éstos
te del suel do anu al de dos mil peso
dec retó la Con -
·se tom aria n de los dosc ient os mil que
seño r U ribe ha
venc ion para g·astos estr aord inar ios. El
tant e al con -
sido num brad o post erio rme nte repr esen
i el gobie'rno ha
gres o ¡30r la prov inci a del Soc orro ,
pe su lllgar in-
teni do á bien nom brar para que ocu
za i patr iotis mo
.t erin ame nte, á un ,gra nad ino de con fian
©Biblioteca Nacional de Colombia
80
residente en aque11a isla. Pero habiendo acredi-
tado la esperiencia que algunos objetos en el ór-
den fiscal, cuya vijilaucia se propuso el gobierno al
establecer la ajencia con un sueido fijo, no han podido
llenarse conforme á sus miras, por haberse para ello
presentado dificultades insuperables, ha decretado úl-
timamente que ella no tendrá en lo sucesivo otra
asignacion que los emolumentos que la ley le señala.
Holanda.-S. M. el Rey de los Paises-Bajos
mantiene en esta capital un vice-c6nsul encargado del
con&ulado jenerat, i las relaciones de amistad de la
Nueva Granada con aquella nacion, se '.conducen recí-
procamente con sinceridad i franqueza.
Fraucia.-Existe en esta capital un ·encargado
de negocios de S. M. el Rey de los franceses. Él
recibi6 instrucciones de su gobierno para celebrar con
el Estado granadino una convencion provisional de
amistad. comercio i navegacion, i el presidente des-
p ues de examinar i pesar con circunspeccion i dete-
nimiento lo que exijian las conveniencias públicas
i nuestra actual posicion política, autoriz6 é instru-
y6 competentemente at que suscribe para conducir
esta negociacion. Despues de algunas conferencias
en que se procuró obtener las mejores ventajas po·
sibles para la Nueva Granada, se conclnyó i - firmó
la con vencion que os será presentada separada-
mente. E lla será ratificada si prestais vuestro con-
sentimiento de conformidad con el parágrafo 14 del

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!Sl
articulo 74 de la constitucion . Pot· medio de es -
ta transaccion ha quedado mas esplicitamente afir-
mado i ratificado no solo el reconocimiento que ha-
bía hecho el gobierno frances de nuestra indepen-
dencia de la monarquía española, sino tambien el de
la existencia política del Estado de la Nueva Granada.
N o existe en la actualidad ajen te alguno en ·
Francia acreditado por parte del gobierno.
Roma.-La legacion de la Nueva Granada
cerca de la Santa Sede, mandada sostener por ·la
ley de 24 de febrero del año último, ha recibido
una nueva planta. El ejecu~ivo creyó que redu-
ciéndola á un encargado de negocios con un oficial
escribiente archivero, como lo hizo, ella llenaria tan
plenamente su objeto, como si continuase á cargo
de un ministro plenipotenciario con los oficiales
que habia tenido cuando daba curso á los neg·o·
cios de toda la Repúblic& ele Colombia , Con es-
ta medida se l1an ahorr&do mas de la mitad de Jos
gastos que ántes se invertían en este objeto, sin da-
ñar en qada al pronto i es pedito despacho. de los
varios negociados que estan á su cargo. .El Señor
Ignacio Tejada, que babia estado investido de la ple-
nipotencia de Colombia en aquella corte, des.d e el año
de 182·!, ha obtenido el nombramiento de encargado
pP negotios con anuencia del Coqsejo de Estado,
señ rllúnclose el 1. 0 del 9orri ente para que <:omience
á teuer eft:do este nu~yo- arreO'Io. o

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82
El Señor Tejada babia hecho venir á esta ca:-
pital, desde mediados del año anterior, á uno de Jos
oficiales de la leg·acion, con el objeto de recaudar
las sumas que á ella se adeudan. El ejecutivo
hizo liquidar, i trata de cubrir, la parte de esta
acreencia que gravita sobre la Nueva Granada so-
lamente, que es la devengada desde el 5 de mayo
de 1830 en adelante, de conformidad con las dis-
posiciones de la ley de 7 de enero del año último.
Al ordenar la de 24 de febrero del mismo año que
el gobierno mantenga siempre una legacion cerca de
]a Santa Sede, se ha provisto por ella á su subsis--
tencia, disponiendo que sus gastos sean pag·ados del
cúmulo de la masa decimal. Para dar á dicha ley
su cumplimiento, el gobierno hizo distribuir con la
proporcion que en ella se indica, i con arreglo á la
planta que tenia la legacion, la suma que debe dar
cada una de las diócesis del Estado, i ordenó que se
recaudase lo que corresponde á un año para remediar
por el momento las penurias en que se encuentran
aquellos empleados. Por consecuencia, de esta me--
dida se ha percibido i entregado ya una gran suma~
al ajente del Señor Tejada, i el gobierno se esfor--
zará en cubrir la parte de esta acreencia que debe
pagarse por la tesoreria nacional, segun lo permita
su estado i la atencion que· merecen otras eroga-
ciones de mayor preferencia.

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83

Co~CLUSION.
Ha hecho el que suscribe al congreso una rápicla
relacion de las principales operaciones del gobierno
ejecutivo, i de la situacion presente de la adminis-
tracion pública en ]o<; negocios que jiran por la
secretaría del interior i relaciones esteriores. Los
diputados de los pueblos han visto cual es el estado
del réjimen interno jeneral, del particular deJas pro-
vincias i cantones, de la administracio n de justicia,
de la policía, de la instruccion pública, de los ne-
gocios eclesiásticos, de las mejoras internas, i de
nuestras relaciones con los Estados colombianos i con
las naciones estranjeras. Se han manifestado las mas
notables medidas dictadas por el gobierno. i las prin-
cipales necesidades que en el 6rden leJislativo M
hacen sentir en los espresados ramos. Se han hecho
tambien algunas indicaciones sobre el modo con que
ellas pueden ser remediadas por los lejisladores. St
esta exposicion, tan imperfecta como es, puede con-
tribuir en alguna manera :t dar al congreso el co-
nocimiento que necesita del estado de los negocios,
i á llamar su atencion sobre los objetos que mas
particularmen te demandan su vijilancia 'i su cuidado.
el que la presenta habrá llenado su deber, i sus
anhelos en esta parte habrán sido satisfechos.
Bogotá 2 de J.l1arro de l 33.-23.
Alejandr o Vele.~.

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