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Evolución del Pensamiento Económico

¿Qué es la economía clásica?


Economía Clásica

La economía clásica es una escuela de pensamiento, que se basa en la idea que


el libre mercado es la forma natural del funcionamiento de la economía y que
ésta produce el progreso y la prosperidad
La economía clásica reoriento el pensamiento económico alejándose del enfoque que se basa

en las preferencias de los gobernantes o las clases sociales. Los clásicos enfatizaron los

beneficios del libre comercio y desarrollaron un análisis organizado del valor de los bienes y

servicios como reflejo de su costo de producción.


Los economistas clásicos se oponían a la intervención del gobierno en el mercado a través de control de
precios, cuotas y regulaciones que alteraran su normal funcionamiento
¿Cuál es el origen de la
economía clásica?
Economía Clásica

 Se toma como comienzo de la economía clásica la publicación, en 1776, de la obra de Adam

Smith” La riqueza de las naciones“


Smith veía este producto nacional como derivado del trabajo aplicado a la tierra y al capital. Ese

producto nacional se divide "naturalmente" entre trabajadores, terratenientes y capitalistas, en la

forma de salario, renta y beneficios.


 Los economistas clásicos intentaron explicar el crecimiento y el desarrollo económico,

 Elaboraron sus teorías acerca del “estado progresivo” de las naciones.

 La metodología de los clásicos estaba fuertemente influida por los desarrollos científicos

tempranos, derivados de Newton y la tradición crítica o analítica de Kant.


 Los clásicos buscaban fundar sus posiciones en el estudio empírico o de la realidad a fin de

formular, generalmente, modelos conceptuales que les permitieran enunciar leyes naturales

relevantes al área de estudio, utilizaban extensiva, pero no exclusivamente, el razonamiento

inductivo.
 Los economistas clásicos reorientaron la economía, alejándose del análisis previo que se

centraba en los intereses personales del gobernante y/o las clases gobernantes.

 El fisiócrata François Quesnay y Adam Smith, por ejemplo, identificaron la riqueza de la nación

con el producto nacional bruto, en lugar de con la tesorería del rey o del estado.
 Gracias a algunas de sus aplicaciones a la filosofía social, de John Stuart Mill (1848).​

 Hasta la introducción de los Principios de economía de Alfred Marshall (1890).

 Otro texto cuya importancia no puede ser ignorada es El Capital, de Marx (1867).
¿Cuáles son los principales
exponentes de la economía
clásica?
Adam Smith
 Jean-Baptiste Say
 David Ricardo.
 Karl Marx
 Thomas Malthus
 William Petty
 Frédéric Bastiat,
 Johann Heinrich von Thünen.
 John Stuart Mill.
¿Cuál son las leyes de la
economía clásica?
Leyes Económicas Clásicas

Ley de Petty y Ley de Engel:

El progreso técnico reduce los costos de transporte, lo que aumenta los ingresos (o poder de
compra de los mismos) de la población en general y expande y transforma el mercado,
facilitando así el crecimiento urbano y la expansión de la producción.

Ley de los mercados:

La riqueza depende de la producción. Cuantos más bienes se produzcan, más bienes existirán,
que constituirán una demanda para otros bienes, lo que tiende a una situación en la cual todos
los recursos se emplean al máximo, a beneficio general.
 Ley de la oferta.

Dado que ciertos bienes se pueden vender el “valor de cambio” o precio de los mismos depende de
la oferta.

• Si hay un solo productor, o los productores actúan en conjunto, los precios serán los de
monopolio (es decir, los más altos posibles).

• Si hay varios productores y hay competencia, los precios decaerán al límite posible: el costo de
producción o precio natural (Teoría del valor como costo de producción) (nótese que ese precio
natural incluye los "salarios" tanto del trabajo como del capital y los recursos naturales,
incluyendo la renta financiera).
 Teoría del valor-trabajo:

El valor de un bien o servicio está dado por la cantidad de trabajo empleado en la producción de
ese bien o servicio.

 Ley de los rendimientos decrecientes:

Se refiere a la disminución paulatina de los rendimientos económicos -especialmente la tasa de


ganancia- en la medida que, manteniendo el resto de factores constantes, se añadan cantidades
adicionales de un recurso específico. La asunción general es que tanto la expansión de la
población como el avance tecnológico lleva al uso de recursos cada vez más difíciles de explotar,
o menos productivos. Dado que los precios por lo menos no aumentan, sigue que la
producción/ganancia debe decaer.
 Ley de hierro de los sueldos:

Los salarios reales tienden "de forma natural" hacia un nivel mínimo, que corresponde a las

necesidades mínimas de subsistencia de los trabajadores. Cualquier incremento en los salarios

por encima de este nivel provoca que las familias tengan un mayor número de hijos y por tanto

un incremento de la población, y el consiguiente aumento de la competencia por obtener un

empleo hará que los salarios se reduzcan de nuevo a ese mínimo.


Origen del Mercantilismo
El Mercantilismo surgió en el siglo XVI en Europa y sustituyó el sistema feudal, imperante desde

la Edad Media, y luego fue extendiéndose hacia un sistema comercial muy popular en el siglo

XVII y XVIII. Sin embargo, ha sufrido muchos cambios desde entonces.

Durante el siglo XVI, cuando se inició el mercantilismo, estaba en auge la colonización de

América, por lo que llegaban a Europa grandes cantidades de metales preciosos provenientes

del Nuevo Mundo, y se comenzaron a implementar primas de exportación a estos metales.


Ya para el siglo XVII, con muchos metales preciosos acumulados, la base de la riqueza eran los

bienes de consumo. Así, la actividad productiva se basaba en la agricultura y en la industria,

además de que se impusieron limitaciones en la importación y las políticas de pago de salario se

establecieron lo más bajas posible para obtener mayores beneficios.


El mercantilismo entonces tuvo lugar en varios países de Europa:

 Inglaterra

 España

 Francia

 Italia
Representantes del Mercantilismo
Thomas Mun (1571 – 1641) siglo XVII: de origen

inglés, es uno de los representantes más

destacados, fue quien expuso la importancia de las

exportaciones y la política de sustitución de

importaciones

Entre sus aportes teóricos figura la balanza

comercial y el comercio exterior como fuente de

aumento de la riqueza.
Jean Bodin (1530 – 1596) siglo XVI: uno de los fundadores

del absolutismo francés, cuyas numerosas ideas económicas

formaron parte de la doctrina mercantilista.

Avanzó la teoría cuantitativa del dinero en la que argumenta

que si la demanda de dinero aumentaba, sin que aumente la

actividad económica el nivel de precios tenia que subir.

Defendía también la autarquía que quiere decir que el

estado debe cerrarse al mundo exterior.


Jean-Baptiste Colbert (1619 – 1683) Siglo

XVII: también de origen francés, fue ministro de

finanzas de Luis XIV y participó en el

crecimiento económico acelerado de su país.


Antonio Serra (1608 – 1654) siglo XVII:

principal exponente del mercantilismo en Italia,

quien introdujo conceptos prácticos en la

balanzas de pagos.
El Sistema Mercantilista

El sistema mercantilismo tiene como principio el enriquecimiento de los países, basado en

la acumulación de metales preciosos. Este se caracterizaba principalmente por una fuerte

intervención del Estado en el comercio.


El mercantilismo:

• NO se considera una doctrina de pensamiento económico

• NO es una línea de pensamiento económico

• No es una escuela de filósofos .

EL MERCANTILISMO BUSCA QUE LOS PAÍSES POSEAN MÁS METALES PRECIOSOS.


Características del Mercantilismo
• El uso de los metales preciosos como sistema monetario de pleno contenido. El hecho de

tener dinero te hace rico y la acumulación de este como principal pilar para el enriquecimiento

del Estado.

• La evolución de la empresa empieza a tomar importancia.


• Una fuerte intervención del Estado para controlar el comercio y organizar el ingreso y egreso

de los metales preciosos.

• El concepto de balanza comercial, la cual busca un balance positivo, impulsando la

exportación, para obtener mayores cantidades de riquezas a través del intercambio comercial.

• El uso de impuestos aduaneros sobre las importaciones.


La economía mundial es vista como un
juego de suma cero

Donde el enriquecimiento de uno implica necesariamente el


empobrecimiento de otro.
• La publicación del libro "La Riqueza de las Naciones" de Adam Smith en 1776, es considerado

el origen de la Economía como ciencia.

• Uno de sus objetivos principales fue la denuncia de las ideas mercantilistas restrictivas de la

libre competencia que estaban aún muy extendidas en su época.

• Su preocupación principal fue el crecimiento económico y temas relacionados como la

distribución, el valor, el comercio internacional

• Para Adam Smith, el Estado debía abstenerse de intervenir en la economía ya que si los

hombres actuaban libremente en la búsqueda de su propio interés


La actitud mercantilista:

 Buscadores de Rentas.

 Demandantes de privilegios
Compañía de las indias orientales
La empresa comercial asumió el mando de un subcontinente entero y dejó a su paso un legado
que aún es palpable en la vida moderna.

Compañías de las indias orientales se constituyeron como grandes compañías de comercio de


sociedad anónima mas o menos en el año 1600
Primera mitad del siglo XIX

 Hechos e Ideas

 Segunda mitad del siglo XIX

Revolución del transporte y comunicaciones

 Agencia Reuter

 Agencia de comunicaciones Burson-Marsteller

 El ferrocarril transoceánico en EEUU (1869)


El Ferrocarril Transoceánico en EEUU
Conclusiones de esa aventura

 Hubo financiamiento federal pero solo una parte también conto con el empresariado privado
fueron los primeros en inventar los bonos de derecho de propiedad.

 Los imprevistos fueron enormes 1863-1869

 La acción empresarial salvo el proyecto

 Hubo avances en lo que se refiere al aspectos financieros, contables, logísticos, estructura de

la empresa y comunicaciones.
LAS REVOLUCIONES INDUSTRIALES
La revolución industrial se inició en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII. Sin embargo a lo

largo del siglo XIX hubo otros países que se incorporaron al proceso de industrialización.

Conocemos con el nombre de first comers, que se puede traducir como los primeros en llegar

para denominar a los países que iniciaron su industrialización en forma temprana; como el caso

de Bélgica, Francia y los territorios alemanes.


Por su parte los denominados late comers o rezagados iniciaron su proceso

de industrialización en el último tercio del siglo XIX, cuando las grandes

potencias llevarían a la senda que los llevaría a la segunda revolución industrial.

Entre ellos se encuentran los países de Rusia, EEUU y Japón , Norte de Italia y

España.
Las Revoluciones Industriales

First Comers : Francia, Bélgica y Alemania Late comers: Rusia, EEUU; Japón

1860 1880
1810
Durante la primera mitad del siglo XIX, Gran Bretaña mostró su superioridad industrial frente al

resto del continente pero no pasarían muchos años antes de que encontrara nuevos y potentes

competidores. De hecho desde 1870 Alemania fue el escaparate en que se miraron las naciones

en vías de desarrollo.
Los historiadores de la economía identificaron el proceso de industrialización

como la adopción del modelo desarrollado por Gran Bretaña. Sin embargo

aunque éste se ha convertido en el ejemplo clásico de transformación de una

sociedad agraria a una industrial, eso no significa que el resto de Europa

siguiera de la misma manera este proceso.


Motivos de la Desigual Difusión de las Revoluciones
Industriales
• Favoreció las llamadas Revoluciones liberales burguesas que estaban ligadas a los

intereses de determinados grupos. En este ámbito cabe destacar el ritmo y la eficacia de las

reformas emprendidas y la legislación aprobada por la cámara de representantes.

• El punto de partida de las respectivas economías, su pasado económico. Especialmente el

mas reciente, al respecto merece una mención especial La Protoindustrialización. Un

fenómeno que en dos faces : Domestic System y putting out system doto algunas regiones de

Europa noroccidental de los elementos adecuados para iniciar la revolución Industrial.


La Protoindustrialización
Expansión de las Revoluciones Industriales
Los motivos que permiten entender el desface temporal entre las Islas Británicas y el resto del

continente europeo son variados:

• Ausencia de Revolución Agraria.

• Regímenes políticos anclados en el antiguo régimen.

• Poder de gremios y falta de una burguesía emprendedora.

• Guerra Napoleónicas
Aunque de forma muy desigual en función del país y de la región de la que se desarrollo el

proceso industrial se desarrollo en Europa entre 1810 y 1880. las grandes transformaciones

demográficas, agrícolas, y tecnológicas se iniciaron en Bélgica, Francia y Alemania siendo su

origen y desarrollo al del modelo británico. El peso del sector textil fue menor, aparecieron

sectores de alta calidad, la población agrícola no disminuyo tanto, la expansión de la siderúrgica

fue mucho más rápida y el crecimiento de la ciudades fue más lento


A partir de 1860 iniciaron su industrialización países como Rusia, los Estados Unidos y Japón.

De entre las características de su Revolución Industrial cabe destacar la utilización masiva de

tecnología y capitales exteriores la concentración industrial acelerada, el papel primordial del

Estado, el recurso al proteccionismo, la dependencia de los bancos y el carácter prioritario de la

industria pesada.
En Europa Meridional, especialmente en Italia y España, coexistían fuertemente áreas

industrializadas , generalmente al norte, con regiones rurales de escasos rendimientos. Por su

parte, la Europa Oriental permaneció prácticamente todo el siglo XIX con la estructura típica del

Antiguo Régimen ya que el peso de las estructuras señoriales en el campo era muy fuerte. Sólo

en algunas zonas hubo una ligera Industrialización


Resulta interesante comprobar como el desarrollo industrial avanzó de la mano del

crecimiento demográfico, como se puede observar los países más industrializados de

Europa coinciden con los más poblados de Europa. Pero también es verdad que el

desarrollo industrial atrae población y favorece el crecimiento demográfico, es decir

ambos factores están muy ligados entre sí.


Ahora también es importante analizar la red de ferrocarriles de comparar. Tenemos en primer

lugar la red viaria de gran Bretaña y Europa para 1840 y luego al final del siglo XIX.
Modelos de Industrialización
CAPITALISMO INDUSTRIAL Y LIBERALISMO
ECONÓMICO
El Factory system estuvo ligado al nacimiento y consolidación del capitalismo industrial como

sistema económico y al liberalismo como doctrina. Este nuevo orden instauró, como elementos

necesarios para su mantenimiento, la división entre capital y trabajo, la apropiación individual de

los beneficios y la reinversión y la innovación técnica.


El representante más destacado de la escuela
clásica fue Adam Smith, quien en el año 1776
publicó el “Ensayo sobre la naturaleza y las
causas de la riqueza de las naciones”, donde
exponía los principios básicos de la ciencia
económica: • En primer término, afirmaba que
la sociedad estaba compuesta por individuos y
no por estamentos ni clases.
LOS RASGOS BÁSICOS DEL SISTEMA CAPITALISTA.
 El capitalismo es un sistema en el que la propiedad de los instrumentos de producción, está

predominantemente en manos privadas. La burguesía

 Una parte muy grande de la población, el proletariado, no tenga ninguna propiedad, solo su fuerza de

trabajo, que tiene que vender a cambio de un salario.

 Los capitalistas vivan de su propiedad, es necesario que los trabajadores produzcan más de lo que

ganan, es decir, generen un excedente, que es el elemento esencial del beneficio capitalista.
El Capitalismo
Además, el capitalismo es un sistema de iniciativa libre, no planificado, que tiene como objetivo

el máximo beneficio. Es decir, es un sistema de competencia libre entre particulares, sin

intervención del Estado, en el que el mercado sólo se regula mediante la ley de la oferta y la

demanda. La competencia entre los empresarios para conquistar mercados provoca una carrera

para reducir costes y precios, lo que se convierte en un incentivo para la constante renovación

tecnológica.
Sin embargo, la falta de planificación y el aumento progresivo de la producción provocan crisis

que se repiten cíclicamente. Estas no son, por tanto, ocasionales o producto de un fallo en el

sistema, sino una forma de recuperar el equilibrio entre oferta y demanda cuando este se pierde

por exceso o defecto de una u otra. A lo largo del siglo XIX, las crisis de sobreproducción

industrial sustituyeron a las antiguas crisis de subsistencia ligadas a las malas cosechas. En

ellas se dio un exceso de producción en relación con la capacidad de consumo.


En definitiva, los productos no se vendían, los precios se desplomaban, los beneficios se

reducían y las empresas cerraban; con las consecuencias negativas que eso solía tener en el

ámbito del empleo. En ese contexto, solo sobrevivían aquellas industrias con capacidad para

innovar y encontrar nuevos productos y mercados.


LIBRECAMBIOS Y PROTECCIONISMO.
El comercio internacional durante el siglo XIX, una cuestión que exige conocer previamente dos

doctrinas económicas antagónicas: el librecambismo y el proteccionismo. Según la primera de

ellas, la actividad económica debe desarrollarse sin ningún tipo de intervención o traba por parte

del Estado, respetándose la ley de la oferta y la demanda. A partir de ahí, llevado eso al campo

del comercio internacional, éste debe desarrollarse libremente, sin ningún tipo de trabas o

aranceles por parte de los Estados.


Por el contrario, los proteccionistas defenderán una política nacional que lleve a favorecer el

producto interior frente al que se importa, frente al extranjero. Esto se materializará mediante

impuestos especiales a las importaciones o favoreciendo económicamente de alguna otra

manera al producto nacional.


El primer gran enfrentamiento entre estas dos doctrinas económicas se produjeron en Gran

Bretaña durante la década de 1840. Y, más en concreto, entre los liberales o whigs, de corte

librecambista, y los conservadores o tories, de corte proteccionista.


Uno de sus grandes colaboradores, William

Gladstone, se pasó al partido liberal, a los

whigs. Con ese grupo llegaría a ser ministro de

Hacienda y, más adelante, primer ministro

durante casi dos décadas. Un periodo de

tiempo en el que el librecambismo predominó

en Gran Bretaña.
Sin embargo, el cambio en una única nación no garantiza el triunfo de esa doctrina. Los

británicos tuvieron encontrar aliados, y precisamente los iban a hallar al otro lado del Canal de la

Mancha, en la Francia de Napoleón III. Con ella se firmó un acuerdo de libre comercio, el

conocido como Tratado Cobden-Chevalier, en 1860. Este fue el primer paso para sentar las

bases de un sistema librecambista a nivel mundial.


Para entender los motivos que llevaron a Francia a dar ese paso, hay que tener en cuenta dos

cuestiones. En primer lugar, estarían las necesidades políticas de Napoleón III, que había sido

nombrado emperador en 1851. Este necesitaba el apoyo internacional a su corona, y qué mejor

respaldo que el británico. En segundo término, tendríamos que hablar de Michelle Chevalier, una

persona a la que Napoleón encomendó la negociación del tratado comercial por tratarse de un

acérrimo defensor del librecambio. Por tanto, este iba a ser el responsable de llegar a un

acuerdo con Richard Cobden en 1859, el cual sería ratificado por ambas naciones un año

después.
En virtud de este, Gran Bretaña se comprometía a eliminar todos los aranceles a los productos

franceses con dos excepciones: el vino y el brandy, pues eso podía afectar a sus acuerdos

comerciales con Portugal. Por su parte, el gobierno francés abandonaba su proteccionismo

extremo; es decir, eliminaba la prohibición de importar tejidos británicos y rebajaba el arancel al

15%.
Por tanto, el Cobden-Chevalier no fue un acuerdo netamente librecambista, pero iba a sentar las bases de lo que,

a lo largo de la década siguiente, sí iba a ser un sistema de librecambio. Y esto hay que relacionarlo,

fundamentalmente, con una cláusula que introdujo el acuerdo: la cláusula a la nación más favorecida. Según

esta, los franceses se comprometían a dar a Gran Bretaña mejores condiciones comerciales que a otros países.

Y, por su parte, los británicos hacían lo propio con los productos venidos de Francia. Esto suponía que, en cuanto

firmaban otros acuerdos con terceros países, inmediatamente se revisaban sus mutuos aranceles a la baja..
Esto permitió que, a lo largo de una década, las barreras comerciales de Europa se fueran

retirando de forma progresiva gracias a la cláusula a la nación más favorecida. Esta situación de

predominio del librecambismo se mantuvo hasta la crisis económica de los años setenta del siglo

XIX. Esta inauguró una nueva era de proteccionismo que obligaría a replantearse la estructura

de las empresas, su financiación y la necesidad de abrir nuevos mercados en otros continentes


El comercio mundial entre 1800 y 1914. En ese periodo, el conjunto de importaciones y

exportaciones entre los distintos países multiplicó su valor por más de veinticinco. Además, el

60% de estas tuvieron como protagonistas a los países europeos, cuyo comercio creció un 6%

anual entre 1840 y 1873; es decir, cinco veces más rápido que el incremento de la población y

tres más que el de la producción.


La Crisis de 1929
HECHOS ACONTECIDOS ANTES DE LA
DEPRESIÓN DE 1929
La segunda revolución industrial vino acompañada
de una serie de cambios en el ámbito tecnológico y
en las fuentes de energía. Estas transformaciones
coincidieron en el tiempo con un proceso de
globalización favorecido por la reducción del precio
de los transportes y las mejoras en el campo de las
comunicaciones. Esta progresiva integración
económica condujo a un aumento del comercio y de
El 5 de agosto de 1858, el comerciante norteamericano Cyrus
los flujos de capital, así como el acceso a un
West Field logró completar el primer cable telegráfico
transatlántico con éxito.
mercado de mayor tamaño. Aunque gracias a eso
las empresas podían acceder a un mayor número de
consumidores, también aumentó la competencia.
Las nuevas circunstancias obligaron a las empresas
a realizar un esfuerzo de adaptación a los cambios
en los mercados y en la tecnología, lo que hizo
necesaria una modificación en las formas de gestión
empresarial.
Las multinacionales.
A finales del siglo XIX, las grandes empresas se convirtieron en multinacionales mediante el establecimiento de

plantas y filiales en diversos países, así como con el desarrollo de una estrategia empresarial mundial orientada a

reducir costes y aumentar los beneficios.

Al respecto, se han señalado dos tipos de ventajas de convertirse en una multinacional:

 De ser el propietario de los factores productivos para competir con la empresa rival en el país de destino.

 La de localización. Donde destaca el abaratamiento del transporte, la creación de una red de ventas, y la

cercanía a los consumidores locales, la mano de obra y las materias primas.


Hemos de buscar el embrión de las multinacionales en las grandes inversiones de los banqueros, comerciantes e

industriales de mediados del siglo XIX en ámbitos como el ferrocarril y la siderurgia. A partir de ahí, la mayoría

de las grandes corporaciones que se formaron en las décadas siguientes fueron ya empresas multinacionales. En

los años previos a la Primera Guerra Mundial, la mayor parte de ellas tenían su origen en Alemania y los Estados

Unidos. Dos potencias económicas que estaban superando al tercer país con más multinacionales: el Reino

Unido.
Las consecuencias de la Primera Guerra
Mundial.
Se calcula que el conflicto inició en 1914 afectó a cerca de 200 millones de personas, entre las que cabe

destacar los siguientes tipos de víctimas:

 Casi 10 millones de muertos -‐cifra donde no se incluye un número incalculable de desaparecidos.

 Aproximadamente seis millones de inválidos,

 20 millones de heridos graves .

 Un saldo de 5 millones de viudas y 8 millones de huérfanos.


Las enfermedades y la muerte no sólo afectaron a los hombres que luchaban en el frente de guerra. La

desnutrición y las pésimas condiciones higiénico sanitarias favorecieron la aparición de epidemias como el

tifus, el cólera y la gripe, que diezmaron a la población europea. A su vez, la elevada mortalidad afectó

negativamente al número de nacimientos y también provocó un descenso de la población activa. Como es lógico,

todo esto tuvo consecuencias en la economía de los países europeos durante todo el periodo de entreguerras.
Durante el conflicto bélico, las potencias europeas perdieron cerca de un cuarto de su riqueza nacional. Por

ejemplo se calcula que Italia perdió un 22%, Alemania un 26% y Francia un 30%. Por otro lado, el esfuerzo bélico

incrementó el gasto público de los países combatientes. Esto les obligó, en primer lugar, a recurrir a sus reservas de oro.

Y, cuando éstas se agotaron, a emitir de manera masiva deuda pública. Además, los estados derrotados tuvieron que

hacer frente al pago de las indemnizaciones de guerra. Sin embargo, el conflicto también favoreció a algunos países. La

guerra consolidó las economías de los Estados Unidos y Japón, quienes vieron cómo sus exportaciones aumentaban en

detrimento de la de los países europeos.


En el ámbito político, cabe destacar la desaparición de cuatro importantes imperios con regímenes autoritarios. Nos

referimos a Rusia, Alemania, Austria-‐ Hungría y el Imperio Otomano. Además, los tratados de paz alteraron la

distribución territorial de Europa y sus colonias, favoreciendo en gran medida el

desarrollo del nacionalismo. Por último, hemos de destacar la aparición de la Unión Soviética, el primer gran

régimen comunista de la historia.


La crisis económica de posguerra.
La economía europea se hallaba hundida. Durante la contienda la producción se había supeditado a las necesidades

bélicas. De ahí que, en 1919, la reconversión industrial no sólo fuera necesaria, sino urgente. Un problema al que habría

que añadir las enormes deudas adquiridas, las pérdidas demográficas, la destrucción de infraestructuras y la pérdida de

aquellos mercados que durante la guerra no pudieron atender y que, fundamentalmente, fueron ocupados por los

Estados Unidos. Estos se convirtieron en la primera potencia económica del mundo, desplazando a los británicos. A esto

habría que añadir su condición de gran acreedor, pues acumulaban la mayor parte de la deuda europea. Todos estos

factores a los que hemos hecho referencia llevaron a que Europa sufriera una gran crisis económica entre 1921 y 1924.

Esta fue especialmente grave en Alemania, pues tuvo que hacer frente a las indemnizaciones de guerra y a la

humillación de la derrota
Como ya hemos comentado, desde 1919 se produjo un fuerte descenso de la población activa debido a la cantidad de

fallecimientos que tuvieron lugar durante la guerra. Por ejemplo, las pérdidas alemanas se cifran en torno a un

millón setecientas mil personas, mientras que entre los vencedores la más perjudicada fue Francia, con un millón y

medio de fallecidos y en torno a tres millones de heridos graves. El impacto en Gran Bretaña fue bastante

menor: setecientos cincuenta mil fallecidos. A todas esas pérdidas humanas, que evidentemente tenían

consecuencias en el sistema productivo y la riqueza de cada uno de los países, tendríamos que añadir los desajustes

económicos que se manifestaron fundamentalmente de dos formas: el desempleo y la inflación.


El desempleo afectó de manera significativa a Gran Bretaña, que alcanzó una tasa del 11,3% en 1921. Esto condujo a un

aumento de la conflictividad social y las movilizaciones impulsadas por los sindicatos o trade unions. Por supuesto, las altas tasas de

desempleo también se dieron en otros países, al igual que los procesos inflacionistas. Ahora bien, ninguno de ellos llegó al nivel de la

inflación alemana. En 1921, la crisis económica y las reparaciones de guerra llevaron al Estado al borde de la quiebra. De esta manera,

con el fin de obtener fondos, se recurrió a la impresión de moneda que no estaba respaldada por las reservas de oro estatales. En

consecuencia, el Marco alemán se devaluó hasta perder prácticamente todo su valor. Un ejemplo: en julio de 1923 el dólar

norteamericano equivalía a un millón de Marcos alemanes. Evidentemente, ante la devaluación monetaria el coste de los

productos se incrementó de una forma espectacular, dando lugar a lo que llamamos “hiperinflación”. Esta tuvo dos importantes

consecuencias para la población alemana:


 En primer lugar, se llevó por delante los ahorros de las clases medias, quienes vieron además como se reducía su poder adquisitivo.

 La segunda consecuencia de la hiperinflación fue la vuelta al trueque. Es decir, la devaluación monetaria y la inestabilidad de los

precios hizo que los alemanes prefirieran utilizar otros medios de intercambio.

 La hiperinflación se acabó a finales de 1923, momento en que el gobierno alemán sacó de circulación el Marco, el llamado

Deutschemark, y estableció una nueva moneda, el Rentenmark. Ahora bien, si se restauró la confianza en el dinero fue porque esta

nueva moneda gozaba del respaldo del dólar norteamericano. La ayuda de los Estados Unidos fue fundamental para que Alemania

superará la hiperinflación.
La deuda y las reparaciones de guerra.
Las deudas contraídas durante la Primera Guerra Mundial.

Es decir, se trata de una temática que guarda gran

RELACIÓN LA INFLACIÓN Y EL DESEMPLEO. Además, es

precisamente en la cuestión de la deuda donde mejor se

aprecia la debilidad europea y el ascenso de los Estados

Unidos; el relevo en el liderazgo económico mundial.


Al terminar el conflicto, los países europeos debían DOCE MIL MILLONES DE DÓLARES A LOS ESTADOS

UNIDOS. Ahora bien, no todos ellos se encontraban en las mismas circunstancias. Mientras que Gran Bretaña

podía hacer frente a sus deudas, siempre y cuando los demás países devolvieran los préstamos que le debían,

Francia y los restantes vencedores dependían de las reparaciones de guerra; es decir de la cantidad de dinero

que según los acuerdos de paz debía pagar Alemania. Y esta, por su parte, trató de flexibilizar las condiciones

económicas de las reparaciones ante la alarmante falta de fondos.


Sin embargo, el Estado francés, uno de los más endeudados de Europa, se negó a ceder a las pretensiones

alemanas. Fue así como, entre 1920 y 1922, Alemania se vio obligado a pagar ocho mil quinientos millones de

Marcos en concepto de reparaciones. Un tremendo y prolongado esfuerzo que no pudo mantener en los últimos

meses del año veintidós. Fue entonces cuando, con el argumento de que Alemania no estaba pagando las

cantidades acordadas, Francia y Bélgica invadieron la región del Ruhr. Al tratarse de una de las principales zonas

industriales y mineras del país, la economía alemana acuso notablemente ese impacto. Además, ese episodio

contribuyó al agravamiento del problema de la inflación, con las consecuencias sociales .


Finalmente, la comunidad internacional decidió intervenir para solucionar el grave problema económico que

afectaba a Alemania y a todo el sistema de reparaciones y deuda. En 1924 se presentaba el Plan Dawes,

elaborado por una comisión presidida por el norteamericano Charles Dawes. En él se ofrecía a los alemanes un

préstamo internacional en condiciones muy favorables, así como una reducción de su deuda. El objetivo era

sacar al país del caos económico en el que se encontraba y garantizar que pudiera seguir realizando el pago de

las reparaciones.
Sin embargo, el plan afectaba a la soberanía alemana como Estado, pues establecía que determinados

impuestos debían ir directamente al pago de la deuda. En el fondo el problema se solucionó creando una especie

de círculo económico:

• Los Estados Unidos prestaban a Alemania.

• Los alemanes pagaban las reparaciones de guerra a los otros países.

• Con dinero recibido, los vencedores del conflicto podían saldar su deuda con los norteamericanos.
Entre 1924 y 1929, los EE.UU. conocieron un periodo de

prosperidad y bienestar económico sin precedentes en su

historia. Ese modelo, caracterizado por la producción de

bienes de consumo y el modo de vida americano, llegó a

Europa occidental una vez se superó la crisis de

posguerra; es decir, a mediados de la década de 1920.

Aparentemente el capitalismo había superado la crisis. Sin

embargo, se trataba de una ilusión que terminó

bruscamente con el Crack del 29.


Hay que tener en cuenta que, tras la crisis de posguerra, la economía mundial dependía en gran medida de la

prosperidad norteamericano. Por tanto, si los EE.UU. pasaban por una coyuntura económica positiva, se verían

favorecidos países como Francia, Gran Bretaña, Italia o Alemania. Sin embargo, en cuanto la economía

norteamericana experimentará una crisis, todos los demás también la sufrirían. Eso permite entender la ficticia

prosperidad económica que vivieron los europeos de 1924 a 1929, así como la gran crisis que se inició en esa

fecha.
De entre los factores que permiten entender la prosperidad económica norteamericana cabe destacar los siguientes:
• En primer lugar, un importante crecimiento industrial basado en el uso de las nuevas energías como el petróleo
y la electricidad, así como en industrias como la siderurgia, la química o la automoción.
• También estaría la introducción de nuevas técnicas de organización del trabajo propias del taylorismo y del
fordismo.
• Otro aspecto a destacar sería el proceso de concentración de capitales y de empresas a través de fenómenos
como los cartel, trust y holdings.
• El cuarto punto fue la gran expansión bancaria y bursátil, con la generalización de las inversiones y la
especulación.
• Y, por último, la aparición de la sociedad de consumo, caracterizada por nuevos hábitos de vida y por la
importancia de la publicidad.
Los orígenes de la Gran Depresión.
Al término de la Primera Guerra Mundial la economía norteamericana era la más importante del mundo. Sus

producción anual no paraban de crecer, pero sobre todo se había fortalecido a nivel financiero y comercial. Ahora bien,

al igual que Europa, aunque con menor intensidad, había sufrido la crisis de posguerra. Los norteamericanos se dieron

cuenta de que una Europa débil no favorecía para nada su crecimiento económico. Aspiraban a colocar buena parte de

su producción en los países europeos, pero si éstos eran pobres difícilmente podrían comprar sus productos. De ahí su

empeño en la reconstrucción de Europa y de Alemania especialmente, cuya principal manifestación fue el plan de

Dawes y el sistema de relaciones económicas surgido a partir de 1924. Esto permitió la recuperación de Europa, que

pasó a convertirse en el gran socio comercial de los EE.UU.


Sin embargo, se trataba de una recuperación ficticia pues dependía totalmente de las inversiones que llegaban

desde el Gigante Americano. Y la ficción comenzó a llegar a su fin en el verano de 1928. En torno a esa fecha, los

inversores norteamericanos se dieron cuenta de que era más rentable invertir en la Bolsa, en Wall Street, que

en la deuda de los países europeos. Como es lógico, esto redujo el poder adquisitivo de Europa; y, por

consiguiente, no pudo comprar tantos productos americanos como hasta entonces. A pesar de eso, el producto

nacional bruto de los EE.UU. no dejó de crecer hasta marzo de 1929, donde alcanzó un máximo histórico
Desde ahí, comenzó a descender como consecuencia de la restricción de la demanda europea y la reducción,

por tanto, de las exportaciones. Y ante la reducción de las ventas se produjo un stock que llevó a las empresas a

reducir las plantillas y disminuir la producción. Pongamos un ejemplo: en marzo de 1929 la producción de

automóviles en los Estados Unidos ascendía a los 622.000, mientras que en el mes de septiembre de ese

mismo año se quedaba 416.000. Por tanto, era sólo cuestión de tiempo que esa situación de crisis se reflejara

en el mercado bursátil, que era el lugar donde se refugiaban buena parte de los ahorros de los inversores, de

los bancos y de los propios ciudadanos norteamericanos.


HECHOS ACONTECIDOS DURANTE
LA GRAN DEPRESIÓN
El Crack de 1929 y sus consecuencias.
Como hemos comentado, la bonanza económica de los años veinte había producido un alza continuada de los

valores bursátiles; es decir, de la cotización de las acciones en la Bolsa. Sin embargo, desde verano de 1928 se

empezó a registrar una contracción en el sector de la construcción. Y, a comienzos de 1929, se produjo un

descenso de la producción, los precios y el consumo. A pesar de todo esto, los inversores continuaron comprando

acciones, que alcanzaron su máximo histórico el 3 de septiembre. Desde entonces los valores se estabilizaron e,

incluso, empezaron a tender a la baja.


El proceso que desembocó en el Crack de 1929 fue el siguiente:

 El 21 de octubre, con el fin de evitar el hundimiento de la Bolsa, la Banca Morgan se hizo con un gran

paquete de acciones.

 Sin embargo, eso solo pudo retrasar unos días el proceso, pues el día 24 salieron a la venta trece millones

de acciones que no encontraron comprador.

 Fue entonces cuando el pánico se adueñó de los inversores de Wall Street.

 El 29 de octubre se pusieron a la venta treinta y tres millones de acciones, y solo la mitad encontraron

comprador.
En definitiva, ante el temor a perder su dinero, aumentó el número de personas que quería vender. Y, al no existir

suficiente demanda para absorber esa oferta, la Bolsa se hundió. En los años siguientes, Wall Street mantuvo la

tendencia a la baja, alcanzando su mínimo histórico en 1932. En ese momento las acciones habían perdido ya el

90% del valor que tenían en octubre de 1929. De hecho, hasta 1954 los valores bursátiles no recuperaron los

niveles anteriores al Crack. La gravedad de la crisis bursátil, unida al papel que desempeñaban los EE.UU. en la

economía mundial, condujo a una crisis de carácter global que conocemos como la Gran Depresión.
Centrándonos en las consecuencias que tuvo todo esto para los Estados Unidos, destacaríamos una especie de

“efecto dominó” con los siguientes elementos:

• En primer lugar, la ruina de los inversores. Es decir, las personas y empresas que habían participado en la

Bolsa perdieron la mayor parte de su dinero.

• La segunda consecuencia fue la crisis bancaria. Los bancos más débiles, ante la incapacidad de recuperar

el dinero que habían prestado, terminaron quebrando. De esta manera, entre 1929 y 1932, solo en los

Estados Unidos, desaparecieron cinco mil entidades bancarias.


• El tercer elemento está relacionado con la crisis bancaria se produjo una notable restricción del crédito.

En definitiva, los bancos dejaron de dar crédito por miedo a que ese dinero no les fuera devuelto. Y como

la circulación de capital es fundamental para el funcionamiento de la economía, esto no hizo más que

profundizar en los aspectos negativos de la crisis.

• El cuarto aspecto a destacar fue la caída del consumo y de los precios. El primero de esos fenómenos se

produjo como consecuencia de la falta de liquidez y del endeudamiento. Y, ante la caída del consumo,

también bajaron los precios y, poco después, los salarios.


• En relación con el descenso del consumo, de los precios y de los salarios estaría el quinto

factor: el desempleo de masas. La disminución de los niveles de producción y la quiebra de las

empresas llevaron a trece millones de norteamericanos a quedarse sin empleo.

• Pero quizá la consecuencia más importante, y en cierto modo la que engloba a todas las

anteriores, fue que el capitalismo, un sistema basado en la confianza, perdió la credibilidad de

los ciudadanos, de las empresas y de los inversores.


Las consecuencias de la crisis
• El cierre de empresas disparó el desempleo y
empobreció a la población. Esta situación se
prolongó durante gran parte de la década de 1930.
• Los gobiernos se vieron obligados a intervenir en la
economía para paliar la miseria.
• El plan más destacado fue el New Deal del
presidente Roosevelt en Estados Unidos: consistió
en potenciar la protección social por parte del
Estado y fomentar la creación de empleo mediante
ayudas a la industria y la agricultura e impulsando
las obras públicas.
• Valorización de la alternativa socialista y
surgimiento o fortalecimiento de los sistemas
totalitarios.
El New Deal.
Los primeros intentos por hacer frente a la Gran Depresión fueron contraproducentes. El presidente
norteamericano Herbert Hoover puso en práctica políticas deflacionistas, como la reducción del crédito y del
gasto público, que empeoraron aún más la situación. Se precisaba de un nuevo modelo económico, el
propuesto por el economista Keynes, en el que las medidas inflacionistas y la inversión estatal
estimularán la economía. Esta política, a pesar de aumentar el déficit público, debería reducir el desempleo y
aumentar la capacidad de consumo de las personas. En 1933, el demócrata Roosevelt se hizo con el triunfo en las
elecciones presidenciales, prometiendo un Nuevo Pacto, un New Deal entre el Estado y los ciudadanos. El nuevo
presidente se comprometía a luchar contra la injusticia social y a mejorar las condiciones de vida de los
trabajadores.
Ese New Deal se concretó en una serie de medidas que podemos resumir en cuatro puntos:
• En el ámbito financiero, con el fin de fomentar la confianza en el sistema, se estableció un seguro de depósitos
bancarios. Además, se devaluó el dólar. Esta medida provocó una inflación controlada y, por tanto, estimuló la
economía.
• En la agricultura, con el fin de aumentar el precio de la producción, se propuso la reducción de las cosechas a
cambio de indemnizaciones.
• En el campo de la industria, se aprobó una ley en 1933 que establecía unos precios mínimos de mercado para
determinados productos. También se incluía un aumento de los salarios y una reducción de la jornada laboral. A
esto hemos de añadir que, con el fin de reducir el desempleo, se inició un ambicioso programa de obra pública
financiada por el Estado.
• Por último, en el ámbito social se intentó mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos. De ahí
que, en 1935, se procediera a la aprobación de una ley muy básica de seguridad social.
Salida de la Crisis
En la década de los 30, los países mundiales ensayan
distintas formas para salir de la depresión económica:

 Reducción del gasto público.

 Restricción de los créditos.

 Disminución de los gastos sociales y salarios.

 Disminución de las importaciones.

 La clave era actuar sobre la oferta, promoviendo una


disminución de su volumen. Las políticas liberales
fracasaron y generaron aún más paro y recesión, Gran
Bretaña mantuvo esta política económica hasta 1931,
EE.UU. hasta 1933 y Francia hasta 1936.
LA GLOBALIZACIÓN Y LA REVOLUCIÓN DIGITAL
El origen de la gran empresa moderna.
La segunda revolución industrial vino acompañada de una serie de cambios en el ámbito tecnológico y en las

fuentes de energía. Estas transformaciones coincidieron en el tiempo con un proceso de globalización favorecido

por la reducción del precio de los transportes y las mejoras en el campo de las comunicaciones. Esta progresiva

integración económica condujo a un aumento del comercio y de los flujos de capital, así como el acceso a un

mercado de mayor tamaño. Aunque gracias a eso las empresas podían acceder a un mayor número de

consumidores, también aumentó la competencia. Las nuevas circunstancias obligaron a las empresas a realizar

un esfuerzo de adaptación a los cambios en los mercados y en la tecnología, lo que hizo necesaria una

modificación en las formas de gestión empresarial.


Según Alfred Chandler, los cambios del capitalismo a finales del XIX y principios del XX, con el citado aumento de

la competencia y las novedades tecnológicas, hicieron necesaria la coordinación entre la producción

(manufacturing) y la distribución (marketing). Así como la incorporación de la gestión cualificada o

management. La tecnología de la segunda revolución industrial estuvo relacionada con la aparición de nuevas

industrias y productos que requerían una elevada inversión de capital en el ámbito del llamado manufacturing.

Se trataba de los transformados metálicos: maquinaria y bienes de equipo, material electrónico, automóviles y

nuevas aleaciones de metal entre otros. En estas industrias era ventajosa la producción en grandes cantidades

para beneficiarse de las economías de escala y de alcance


Las economías de escala debido a la importancia de los costes fijos y la necesidad de fabricación de elevadas

cantidades para reducir los costes medios. Y las economías de alcance como consecuencia de que con un mismo

proceso productivo se pueden producir distintos tipos de productos por lo que la empresa también reducirá los costes

medios si produce una mayor variedad. Ambas economías, de escala y alcance, llevaron a un aumento del tamaño de

las empresas, sobre todo en las relacionadas con la electricidad, la química y los transportes. Las empresas tenían

que invertir en capital, en grandes plantas para producir grandes series. Esta era una inversión a largo plazo que

hacía necesario el acceso a una mayor financiación y durante un periodo de tiempo más largo.
El proceso de desarrollo tecnológico también cambio en esos años. Las empresas tuvieron que invertir en

laboratorios y equipos de investigación, lo que se denomina la inversión en investigación y desarrollo, I+D.

Esta inversión a largo plazo era importante porque inducía al proceso de aprendizaje tecnológico. Las empresas

generaban las condiciones para la absorción de nuevas tecnologías debido a la acumulación de conocimientos

teóricos y prácticos.
En lo que al marketing respecta, hemos de mencionar en primer lugar que la empresa de la primera revolución

industrial estaba dedica, casi exclusivamente, a la función de producir. De esta manera, la distribución de sus

productos a los mercados dependía de los distribuidores o comerciantes, quienes cubrían áreas locales y

regionales en la mayor parte de los casos. Ahora bien, cuando la inversión realizada por la empresa en I+D,

nuevos procesos de producción y capital empezó a requerir garantizar una cuota de mercado, las empresas

necesitaron ampliar su área de influencia y asegurarse un mínimo de ventas. Precisamente en ese punto es

donde hizo acto de presencia el marketing o, dicho de otro modo, el conjunto de técnicas que tienen por

objeto mejorar la comercialización de un producto.


La Evolución del Marketing
En la evolución del marketing se pueden distinguir tres fases: La fase de fragmentación, la de unificación y la de
segmentación.
 La fase de fragmentación, que se extiende hasta 1880, correspondería a las empresas de la primera revolución
industrial, con un volumen de producción reducido orientado a un mercado también reducido, contaba con
elevados márgenes de beneficios.
 La fase de unificación, que se dio de 1880 a 1950, la producción a gran escala estaba encaminada a un mercado
mucho más amplio. El margen de beneficio era reducido, pues los beneficios totales se conseguían a través de la
producción y la venta de una gran cantidad de producto.
 La fase de segmentación –de 1950 en adelante-‐ supone también producir importantes cantidades
para un mercado amplio. Ahora bien, distinguiendo al mismo tiempo entre los segmentos de población al que van
dirigidos los diferentes productos y precios.
Las nuevas técnicas de marketing.
Las innovaciones en materia de marketing que se produjeron en este periodo pueden clasificarse a partir de cuatro

criterios: producto, precio, promoción y distribución. El primero de ellos se refiere a las estrategias de producción,

entendiendo estas como la elección entre un producto único o un producto más segmentado. En ese ámbito también se

incluye la marca y todo lo que va asociado a la imagen de la empresa y su identificación por parte del consumidor. Por

su parte, el precio se refiere a las distintas formas de fijar el valor de un producto según sea su valoración por parte de

los consumidores, así como la flexibilidad para cambiarlos en función del comportamiento del mercado. Una de las

innovaciones asociadas a ese elemento fue la venta a plazos, que se inició en los Estados Unidos durante la década de

1920. En ese ámbito también encontraríamos los descuentos, la fijación de los precios según el ciclo de rotación del

producto o la valoración del producto.


Dentro de la promoción destacan los estudios de mercado, la segmentación de la demanda y la publicidad. Por

último, en la labor de distribución encontramos elementos como la cercanía del punto de venta –donde

tuvieron una gran importancia las filiales, las redes amplias y estables y el servicio postventa. Todas ellas

fueron técnicas que se comenzaron a desarrollar en los años finales del siglo XIX, coincidiendo con la segunda

revolución industrial y la competencia propia de la primera globalización.


Antes de pasar a tratar la gestión cualificada vamos a detenernos brevemente en el origen de una técnica de

marketing muy conocida: las rebajas. En la década de 1930, coincidiendo con la Gran Depresión, varias empresas

dedicadas al comercio minorista decidieron fusionarse y formar Federared Department Stores. En el seno de

este grupo empresarial, que hoy día pervive con el nombre Macy´s, surgió la idea del “compre ahora y pague

después”. Sin embargo, la creatividad de su presidente, Fred Lazarus Jr. no se detuvo ahí. Poco tiempo después,

con el fin de colocar el stock generado al finalizar cada temporada, tomó la decisión de sacarlo a la venta a

precios muy bajos. A partir de entonces, ese mismo proceso se fue repitiendo en fechas idénticas año tras año,

extendiéndose a otros vendedores. En definitiva, habían nacido las rebajas.


Management o la Gestión cualificada.
El tercer elemento mencionado por Alfred Chandler es la gestión cualificada o management, que surge de la

necesidad de coordinar producción y distribución. A su vez, distingue dos tipos básicos de organización en

función de las características y objetivos de cada empresa. Aquellas que dirigen sus productos a distintos tipos

de mercados se organizan con una estructura descentralizada multidivisional con división regional o por

producto. Por otro lado, estarían las que presentan una organización centralizada multifuncional, donde existe

una centralización de la gestión al tiempo que se estructura en distintas funciones o departamentos del número

de directivos. Otro aspecto a destacar es la especialización, según sus funciones que realizan, de los distintos

departamentos de la empresa.
Tercera Revolución Industrial
La Tercera Revolución Industrial se asienta sobre nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así

como en las innovaciones que permiten el desarrollo de energías renovables. Como consecuencia las

potencialidades de estos dos elementos actuando conjuntamente, se prevén grandes cambios en diversas áreas.

Nunca antes se había llegado a unas cotas tan altas de interactividad e intercomunicación, al tiempo que las

innovaciones en materia energética podían significar un cambio tan sustancial como el que se prevé con el

desarrollo y explotación de fuentes renovables de energía.


La Tercera Revolución Industrial, fue un proceso multipolar, liderado por Estados Unidos,

Japón y la Unión Europea. Sus inicios datan de mediados del siglo XX. Se vincula con el

término «Sociedad de la Información». No existe consenso en una fecha concreta para

determinar su fin.
La Era Digital
La Era Digital (también conocida como Era de la información o Era Informática) es el nombre que recibe el

período de la historia de la humanidad que va ligado a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

El comienzo de este período se asocia con la revolución digital, si bien tiene sus antecedentes en tecnologías

como el teléfono, la radio o la televisión, que hicieron que el flujo de información se volviese más rápido que el

movimiento físico​. La era digital se diferencia, en todo caso, de la analógica por su configuración con base al

dígito, y no mecánica como las primeras TIC.


El desarrollo de la comunicación y de la transmisión de información es una de las características especiales de

nuestra civilización desde que se inventó la imprenta de tipos móviles hacia 1450 por Johannes Gutenberg, la

cual al permitir producir libros masivamente supuso un gran impulso a la conservación y transmisión de

información, ideas y cultura.

Este impulso se vio reforzado en el siglo XIX con la aparición de la prensa escrita y la comunicación por cable

(telégrafo y teléfono), seguidos en el siglo XX por la aparición de medios de comunicación de masas como la

radio y la televisión, y finalmente la informática y el internet, que propician una sociedad basada en el

conocimiento (y paralelamente, una economía del conocimiento).


A nivel académico se desarrollan las teorías de la información, las cuales son teoría general de sistemas y teoría

de la cibernética, que tienen como función estudiar cómo lograr hacer llegar los mensajes con mayor eficacia a

un público cada vez mayor, más crítico, exigente o simplemente saturado e insensible. La unión de las

telecomunicaciones y el tratamiento de la información crean la disciplina conocida como telemática.


PROBLEMAS EN LA ERA DIGITAL
Uno de los problemas que se han presentado como parte de la era digital, es el hecho de que ha traído

dificultades para los individuos para localizar la información que es requerida, ya que el impacto de esta, sumada

a los medio electrónicos ha generado una ´´explosión en la información´´.

Esta explosión de la información provoca que cada vez sea más difícil la clasificación de datos, además de que

presenta un problema al discriminar cuál es la información que es realmente importante de la que no, aunado a

esto, suele generar polémicas, ya que mucha de la información que suele llegar a los usuarios resulta ser falsa.

El exceso de información en el individuo produce que él no sea capaz de procesar y comprender la información

obtenida, generando realidades virtuales, demencia, psicosis y la desadaptación al entorno que lo rodea.

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