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Cuestionario Lenguaje Corregido PDF
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Lea con atención el texto y conteste las siguientes preguntas: “La noche la
pasó mejor que otras veces, y al día siguiente, en vez de permanecer clavado
en el sillón, paseaba muy dispuesto por la sala, como hombre que acaricia el
sabroso proyecto de echarse a la calle, en el sentido pacífico de la frase. Poco
después del mediodía, le visitó el mejor de sus amigos, D. Juan Manuel Nones,
presbítero, hombre bondadosísimo, ya muy viejo, del cual es forzoso decir
algunas palabras”. Benito Pérez Galdós
12. Marca el sinónimo adecuado para cada una de las palabras escritas
con negrita El justo perito determinó el precio justo de la vivienda.
a. Imparcial
b. Relativo
c. Máximo
d. Exacto
LA TREGUA
Solo me faltan seis meses y veintiocho días para estar en condiciones de
jubilarme. Debe hacer por lo menos cinco años que llevo este cómputo diario
de mi saldo de trabajo. Verdaderamente. ¿Preciso tanto el ocio? Yo me digo
que no, que no es el ocio lo que preciso sino el derecho a trabajar en aquello
que quiero. ¿Por ejemplo? El jardín quizá. Es bueno como descanso activo
para los domingos, para contrarrestar la vida sedentaria y también como
secreta defensa contra mi futura y garantizada artritis. Pero temo que no podría
aguantarlo diariamente, La guitarra tal vez. Creo que me gustaría. Pero debe
ser algo desolador empezar a estudiar solfeo a los cuarenta y nueve años
¿Escribir? Quizá no lo hiciera mal, por lo menos la gente suele disfrutar con mis
cartas. ¿Y eso qué? Imagino una noticia bibliográfica sobre “los atendibles
valores de ese novel autor que roza la cincuentena”, y la mera posibilidad me
causa repugnancia. Que yo me siento todavía hoy ingenuo e inmaduro (es
decir, con solo los defectos de la juventud y casi ninguna de las virtudes) no
significa que no tenga derecho de exhibir esa ingenuidad y esa madurez. Tuve
una prima solterona que cuando hacía un postre. Lo mostraba a todos con una
sonrisa melancólica y pueril que le había quedado prendida en los labios desde
la época en que hacía méritos frente al novio motociclista, que después se
mató en una de nuestras tantas Curvas de la Muerte. Ella vestía
correctamente, en un todo e acuerdo con sus cincuenta y tres; en eso y lo
demás era discreto, equilibrada, pero aquella sonrisa reclamaba, en cambio.
Un acompañamiento de labios frescos, de piel rozagante, de piernas
torneadas, de veinte años. Era un gesto patético, sólo eso, un gesto que no
llegaba nunca a parecer ridículo, porque en aquel rostro había, además,
bondad. Cuántas palabras, sólo para decir que no quiero parecer patético.
Mario Benedetti
Los dos reyes y los dos laberintos Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá
sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia, que
congregó a sus arquitectos y magos y les mandó construir un laberinto tan
perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y
los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y
la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el
andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia
(para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el
laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde.
Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron
queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía un
laberinto mejor y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día.
Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaldes y estragó los reinos
de Babilonia con tan venturosa fortuna que erribó sus castillos, rompió sus
gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo
llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: “¡Oh, rey del tiempo y
substancia y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de
bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a
bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que
forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que te veden el paso.” Luego
le desató las ligaduras y lo abandonó en mitad del desierto, donde murió de
hambre y de sed. La gloria sea de aquel que no muere.
Jorge Luís Borges
20. Escoja la alternativa que sea igual a la analogía base: RUIDO es a OÍR
como:
a) Madera - tallar
b) Sentimiento - revivir
c) Luz - cegar
d) Imagen - percibir
8. Seleccione la opción que ordene todas las palabras en una oración con
sentido lógico
Cantares/las/prolongan/sus/aves/matinales
a) Las aves matinales prolongan su cantar
b) Las aves prolongan sus cantares matinales
c) Los cantares matinales prolongan sus aves
d) Sus aves prolongan los cantares matinales
LECTURA COMPRENSIVA No 8
Título: LA SEDUCCIÓN DE LA MEMORIA DE LA MUJER