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terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los
hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición."
(Malaquías 4:5-6)
Lo malvado de esta influencia es que pasa desapercibida. El niño que crece en una
familia disfuncional, por lo general no se da cuenta de que su familia no es normal.
Principios bíblicos
Pueden existir diferentes definiciones de lo que es una familia disfuncional; pero desde el
punto de vista cristiano tenemos que describir como disfuncional a cada familia cuyos
miembros no asumen el papel que Dios ha provisto para ellos. Es Dios quien ha
inventado la familia, entonces tenemos que recurrir a él para saber cómo funciona una
familia sana. En forma muy resumida, podemos encontrar los siguientes principios:
El papel del esposo consiste en amar a su esposa y entregarse por ella. Esto lo
declara el apóstol Pablo en Efesios 5:25, donde Pablo compara el amor de un
esposo con el amor de Cristo por su iglesia. ¡Esto significa la máxima entrega de
la cual un ser humano es capaz!
El papel de la esposa consiste en respetar y apoyar a su esposo. "No es bueno
que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él." (Gén.2:18) - "Las casadas
estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. ... y la mujer respete a su
marido." (Ef. 5:22 y 33) - Cuando el esposo demuestra a su esposa amor y entrega
"como Cristo", la sujeción y el respeto de la esposa es una respuesta lógica.
El papel de los padres consiste en proveer para la familia y educar a los hijos:
"Pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos."
(2 Cor.12:14) - "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino
criadlos en disciplina y amonestación del Señor." (Ef.6:4) "Padres, no exasperéis
a vuestros hijos, para que no se desalienten." (Col.3:21) Esto implica que los
padres demuestren respeto por sus hijos. Dios no nos autoriza para administrar
castigos arbitrarios o humillantes, ni para insultar o ridiculizar a los niños.
"Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a
tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes." (Deut. 6:4-7) Los padres son responsables de
instruir a sus hijos constantemente en la Palabra de Dios.
El papel de los hijos consiste en honrar a sus padres, y, mientras son niños,
obedecerles: "Niños, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo.
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa..."
(Ef.6:1-2) Aunque la versión Reina-Valera traduce "Hijos, obedeced ..."; el texto
original dice "Niños". Hay una diferencia sutil entre "obedecer" y "honrar"; lo
primero se aplica solamente a los niños, mientras lo segundo se aplica a los hijos
durante toda su vida.
A través de toda esta enseñanza observamos un equilibrio entre derechos y deberes. Cada
miembro de la familia tiene sus derechos y también sus deberes.
Es obvio que los principios bíblicos acerca de la familia exigen mucho da cada miembro.
De hecho, humanamente es imposible cumplirlos a cabalidad. Necesitamos la ayuda de
Dios para edificar una familia. El es la fuente del amor y de la autoridad en la familia, y
necesitamos aprender a beber constantemente de esta fuente.
Cuando un solo miembro de la familia empieza a salir del propósito sano de Dios, todos
los demás miembros tienen que hacer ajustes para compensar lo que falta. Como
resultado, toda la familia se vuelve disfuncional.
Por ejemplo, si el padre es alcohólico, deja de asumir su papel correspondiente como
padre y esposo, como proveedor y educador. Entonces, los otros miembros de la familia
se ven obligados a contribuir más de lo que deben. Cada miembro de la familia se siente
obligado a asumir un papel que no le corresponde y que por tanto no puede cumplirlo a
cabalidad. En un tal hogar, muy pronto se hacen sentir la falta de amor y ánimo. Todos
sienten que están vivendo en un desastre, todos se sienten culpables dentro de ellos, pero
nadie quiere admitirlo. Entonces se echan la culpa unos a otros: el padre a la madre, la
madre a los hijos, y los hijos entre ellos. Además, todos conspiran para esconder hacia
afuera el problema del padre alcohólico, y parecer una familia sana.
Lo mismo sucede en familias con otra clase de problemas: familias donde se comete
maltrato o incesto, familias donde los padres viven separados, familias de delincuentes,
etc.