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Cómo Hacer Un Plan de Negocio para Un Bar
Cómo Hacer Un Plan de Negocio para Un Bar
En este artículo encontrarás las claves, de manera práctica y fácil, para presentar tu
restaurante a terceras personas. Recuerda que el plan de negocio no sirve únicamente para
detectar fallos o como “hoja de ruta”, la idea de negocio puede ser una puerta de acceso a
líneas de crédito o la búsqueda de inversores.
En este punto deja claro la ubicación del negocio y el tipo de local en el que vas a asentar tu
proyecto y sobre todo, destaca las ventajas de crear una empresa de restauración según tu
punto de vista; y nombra cuánto tiempo le has dedicado a meditar este concepto que vas a
transmitir a quienes se la presentas.
Ahora es el momento de dar forma al proyecto de manera detallada. Para ello busca el origen
de la idea y las bases en las que se asienta. Tienes que comunicar de manera clara tu propuesta
de valor, así como tu mejora frente a la competencia y lo que te diferencia de ella. Por ejemplo,
cuál crees que va a ser tu producto estrella o qué tipo de cocina vas a ofrecer que pueda servir
de reclamo entre la multitud de ofertas ya existentes dentro del sector.
El estudio de mercado es vital para cualquier proyecto de negocio y servirá como garantía para
llegar al éxito. Este apartado se subdivide en diferentes secciones que debes conocer y explicar,
como lo es la situación del mercado en el que vas a desarrollar tu negocio y la clientela objetiva
que quieres conseguir; es decir, qué clase de perfiles la integran. Además, es el momento de
ampliar la información acerca de la ubicación y el tipo de local que has escogido, que al
principio has nombrado de manera anticipativa.
Teniendo como objetivo una ubicación ideal, el negocio tendría que instalarse en una
zona muy transitada.
Busca un sitio con aparcamiento fácil o acceso al transporte público.
Escoger un local que cubra la necesidad estructural para el negocio: diferenciación entre
el bar y el comedor para los comensales.
Cuenta con aseos independientes y adaptados para personas con movilidad reducida
Delimita la zona de trabajo, tanto la que está detrás de la barra como la cocina o el
almacén.
Mercado y clientes
Competencia: Hay que valorar si la competencia va a ser positiva o negativa en el futuro para
nuestra generación de ventas. Una vez conozcamos los grupos a los que te quieres dirigir, será
más cómodo adaptar las estrategias de marketing. Para ello, es importante conocer las
siguientes variables de los negocios similares al que deseamos enfocar nuestro proyecto
emprender:
La base para poder diferenciarse de la competencia está en disponer de una buena estrategia
de comercialización para nuestro producto y servicio.
1. Estrategia de producto.
Tendrás que meditar qué ofreces y si eso es lo que quiere el cliente. En esta parte del proceso,
hay tres ámbitos para estudiar:
Debes determinar cuánto vale tu producto, y estimar si tus clientes están dispuestos a pagar
ese precio. Para establecer el precio, es importante realizar pruebas de cocina y hacer una
relación entre el uso de ingredientes y el tiempo de elaboración. Una vez se obtenga el cálculo,
se tienen que añadir los costes de alquiler, sueldo, y margen de beneficio deseado.
Por último, tener en cuenta el método de pago escogido por el cliente, ya bien tarjeta de
crédito, efectivo o nuevos métodos de pago como wallet, por ejemplo.
El objeto de este tercer punto es que nuestro público objetivo conozca la existencia de nuestro
negocio. En la actualidad, existen diferentes canales de comunicación:
En esta fase del plan de negocio deberás darle forma a los aspectos que van a desarrollar el
grueso de tu proyecto: el personal necesario y organización del mismo.
1. La inversión necesaria:
– Inmovilizado material:
-Inmovilizado intangible:
Aplicaciones informáticas
Propiedad industrial: registro del nombre comercial, etc.
Depósitos y fianzas.
-Circulante:
Existencias: es la cantidad de stock que necesitamos comprar para empezar a funcionar.
Provisión de fondos (disponible): Liquidez o dinero inicial para ir haciendo frente a los
gastos del día a día hasta alcanzar el punto de equilibrio.
-Gastos de establecimiento:
Gastos de constitución
Gastos de puesta en marcha: aquí se pueden incluir gastos como la publicidad de
lanzamiento, estudios de mercado realizados por profesionales, etc.
2. Financiación.
Cuando dispongas de una valoración lo más real posible de lo que costará poner en marcha el
restaurante, deberás buscar formas de inversión que subsanen ese coste. Aquí entra la
inversión propia o de los socios, subvenciones, créditos, o la inversión colaborativa
(actualmente en auge como el crowdfunding).
-Ingresos: Conviene elaborar varios escenarios, uno con el mínimo de ventas necesario para el
negocio subsista y luego una par de alternativas más optimistas. En el cálculo de la capacidad
semanal máxima de nuestro local podremos guiarnos por este ejemplo:
Capacidad para servir menús: de lunes a viernes, turno de mediodía, una comanda por
plaza.
Capacidad para comidas a la carta: de lunes a viernes, turno de noche, más sábados,
turnos de mediodía y noche más domingos a mediodía, o sea, ocho turnos por semana.
-Gastos: Los gastos están compuestos por los costes fijos y los costes variables.
Costes fijos: Son independientes de nuestro nivel de actividad. Entre estos costes fijos se
encuentran:
Costes variables: Son aquellos que evolucionan en paralelo con nuestro nivel de actividad.
Coste de la materia prima. Es una partida muy importante en la gestión de una tienda.
Es un coste medio, ya que recordemos que en periodo de rebajas el coste se
incrementa.
El coste de las comisiones bancarias que generan los cobros con tarjeta.
Otros posibles costes variables son las comisiones comerciales
Coste por pérdida o merma de producto, fruto de su deterioro
Coste de personal de refuerzo en momentos de alta carga de trabajo.
4. Previsión de resultados.
Una vez hagamos el balance de ingresos y de gastos, podremos ver los beneficios o pérdidas
esperadas del negocio. Las ventas llegarán a un punto en el que se estabilicen y se ralenticen.
Teniendo en cuenta estos datos, tendremos que decidir si estamos dispuestos a disminuir la
capacidad o negociar con los proveedores si queremos aumentar en márgenes brutos.
El análisis DAFO
Las siglas que conforman la palabra DAFO indican en qué variables tenemos que fijarnos para
hacer una previsión de futuro que nos ayude a evitar los errores básicos:
Cuando hayas recolectado toda la información anterior, deberás cruzarla con la situación de
mercado y elaborar este análisis que proporcionará con un único vistazo la información más
relevante de todo el estudio del proyecto.