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Los lácteos son productos altamente perecederos que deben mantener rigurosamente la
cadena de frío. Es por esta razón que los envases están especialmente diseñados
para salvaguardarlos.
Los lácteos se caracterizan por tener texturas suaves y cremosas (en la
ilustración, un cacık turco).
1 Historia
2 Características
2.1 Contenido proteínico
2.2 Contenido graso
2.3 Carbohidratos y otros
3 Análisis de los lácteos
3.1 Organismos reguladores
3.2 Métodos de análisis
3.3 Microbiología
4 Tipología de lácteos
4.1 Lácteos sin fermentación
4.1.1 Leche
4.1.2 Manteca y margarina
4.1.3 Postres helados
4.1.4 Otros lácteos no fermentados
4.2 Lácteos con fermentación
4.2.1 Yogur
4.2.2 Queso
4.2.3 Otros fermentos lácteos
5 Posturas sociales
6 Cuestiones sobre la salud
6.1 Nutrición
6.2 Intolerancias
6.3 Enfermedades
6.4 Dietas
7 Conservación y manipulación
8 Lácteos en la cocina
9 Comercio mundial de los lácteos
10 Tendencias futuras
11 Véase también
12 Referencias
13 Bibliografía
14 Enlaces externos
Historia
Mujer elaborando mantequilla.
Es muy posible que los productos lácteos estén unidos al consumo humano desde los
tiempos de las antiguas tribus nómadas del Neolítico. El ser humano logró la
domesticación de cabras y ovejas probablemente hace casi unos 9000 años en las
zonas del Mediterráneo Oriental, aunque no existen registros de consumos lácteos
hasta hace unos mil años después de tal domesticación: hace 8500 años puede
suponerse la incipiente producción láctea para consumo humano, aunque de hace 4.000
años es cuando datan importantes producciones de leche de vaca, cabra y oveja en
zonas como el noreste de Anatolia. Debido a la gran disponibilidad de leche
procedente de los ganados que se desplazaban con la población, la elaboración de
ciertos lácteos como el queso se asocia en la cultura popular con las costumbres
culinarias de los pastores de ganado. Algunos autores mencionan que el mismo puede
haberse originado en la fermentación de la leche que se almacenaba en las vasijas
elaboradas con los estómagos de animales.3
Se ha estimado que casi un 96 por ciento de los europeos del norte son capaces de
digerir la lactosa, mientras que casi todos los nativos americanos y asiáticos son
incapaces de digerirla.34
Los lácteos fueron denominados «carnes blancas» y eran accesibles a las clases más
humildes durante la Edad Media, llegando a ser una de las fuentes más importantes
de grasas y de proteínas.10 El queso llegó a ser popular debido a su relativo bajo
precio. Se conservaba durante periodos razonables y podía ser fácilmente
transportado. A medida que las sociedades se fueron industrializando y se empezó a
incorporar la refrigeración a los medios de transporte, los lácteos y la leche
pudieron ser llevados a lugares alejados de las zonas de producción. Este fenómeno
hizo que su consumo fuera en crecimiento durante el siglo XIX y siglo XX.11 La
invención de la pasteurización ayudó a mejorar los periodos de caducidad de los
productos y el éxito de los lácteos se unió a la mejora de productividad de leche
experimentada en los países del norte de Europa.12 Se sabe que la demanda fue
creciendo en las áreas urbanas desde el siglo XVII y que llegaron a ser un medio de
alimentación muy importante de los trabajadores industriales y pronto se empezó a
regular su calidad desde las autoridades sanitarias. En el siglo XIX se desarrollan
nuevos lácteos: aparecen las leches concentradas y vaporizadas, que permiten un
mejor transporte a la zona de consumo y una mejor conservación.
El siglo XX es el periodo donde la leche y los lácteos sufren una fuerte expansión
en su consumo a lo largo de todo el planeta, las mejoras en los métodos
artificiales de ordeñe, alimentación y las mejoras en selección artificial de las
especies, los avances tecnológicos en los procesos de transporte y refrigeración,
hicieron que se produjera la paradoja de la «sobreproducción» (paradójico, ya que
se empezaba a extraer más leche con menos vacas). Al mismo tiempo se empezaron a
abrir serios debates acerca de lo adecuado de sus valores nutricionales aplicados a
una dieta sana.13
Características
Gran parte de los lácteos provienen del procesado de la leche de la vaca que está
compuesta principalmente de agua con un contenido aproximado de 4,8 % de lactosa,
3,2 % de proteínas, 3,7 % de grasas y un 0,19 % de contenido no proteínico, así
como un 0,7 % de cenizas. Las principales familias de proteínas en la leche son las
caseínas, las proteínas de los sueros de leche y las inmunoglobulinas. Casi un 80 %
de las proteínas son caseínas.14 Las caseínas ( α s 1 {\displaystyle \alpha _{s1}}
{\displaystyle \alpha _{s1}}-, α s 2 {\displaystyle \alpha _{s2}} {\displaystyle
\alpha _{s2}}-, β {\displaystyle \beta } \beta - y κ {\displaystyle \kappa } \kappa
-) y las proteínas del suero de la leche difieren en sus propiedades fisiológicas y
biológicas. Las caseínas forman complejos denominados micelas con el calcio. Las
proteínas del suero de la leche forman glóbulos principalmente con la α-
lactalbumina y la β-lactoglobulina. Ambas forman parte constituyente del 70-80 %
del total de las proteínas del suero de la leche. El resto son inmunoglobulinas,
glicomacropéptidos, serum albúminas, lactoferrina y numerosas enzimas. La leche es
una fuente rica de péptidos biológicamente activos (muchos de ellos sobreviven a
las condiciones del tracto intestinal).
Contenido graso
El proceso de análisis se guía por unos pasos que dependen en gran medida del tipo
de lácteo:
Toma de muestras - El objeto de este primer paso es obtener de una partida dada
una muestra representativa del lácteo para que se pueda comprobar a partir de ella
sus características físico-químicas. Para realizar correctamente esta operación la
muestra se homogeneizará convenientemente empleando procedimientos manuales o
mecánicos adecuados a cada caso.
Determinación de grasas - La definición de contenido en materia grasa de las
leches naturales, certificadas, higienizadas y esterilizadas, como el porcentaje en
masa de las sustancias determinadas por el procedimiento descrito en la norma FIL-
1A: 1969 de la Federación Internacional de Lechería.19 El contenido en materia
grasa se determina por análisis gravimétrico, mediante extracción de la materia
grasa en una solución alcohólico-amoniacal del tipo de leche de que se trate,
mediante éter etílico y éter de petróleo, evaporación de los disolventes y
posterior pesado del residuo resultante, según el principio del método de Röse-
Gottlieb.
Determinación de proteínas - La determinación del contenido proteico de la
leche, así como de los lácteos, se expresa como el contenido porcentual en peso de
nitrógeno multiplicado por un factor de conversión que se determina por el método
descrito en la norma FIL-20: 1962 de la Federación Internacional de Lechería
(denominado también como método de Kjeldahl). El método de Kjeldahl se realiza con
una cantidad ya previamente pesada del lácteo que se trata con ácido sulfúrico en
presencia de mercurio II óxido (HgO) que hace las funciones de catalizador con el
objeto de transformar el nitrógeno de los compuestos orgánicos en nitrógeno
amoniacal. El amoníaco liberado por la adición de hidróxido de sodio se destila y
se recoge en una solución de ácido bórico. Tras ello se valora el amoníaco.
Determinación de la lactosa - Se entiende por contenido en lactosa en un lácteo
el contenido en lactosa monohidratada expresado en porcentaje de peso y determinado
por el procedimiento descrito en la norma FIL-28: 1964 de la Federación
Internacional de Lechería.
Determinación del extracto seco - El extracto seco de los lácteos consiste en
el residuo expresado en porcentaje de peso, considerando como residuo el producto
obtenido tras haber efectuado la desecación de la leche que se haya tratado
mediante el procedimiento que corresponde a la norma FIL-21: 1962 de la Federación
Internacional de Lechería. El método consiste en la toma de una muestra conocida de
lácteo que se deseca a temperatura constante hasta que se obtenga un peso
constante. El peso de la muestra final obtenido tras el desecado representa al
extracto seco.
Determinación de cenizas - El contenido en cenizas de un lácteo es el producto
final resultante de la incineración del extracto seco, expresado en porcentaje de
peso. El extracto seco se incinera a una temperatura determinada (depende del
lácteo) y en una corriente lenta de aire.
Determinación de la acidez - Se define la acidez como el contenido de ácidos,
expresado en gramos de ácido láctico en 100 ml de lácteo.20 Esta medida viene a
indicar la calidad de la leche y de los tratamientos que se han realizado sobre
ella.
Determinación de la humedad - Se entiende por humedad de la leche en polvo el
contenido en agua libre, es decir, la pérdida de peso, expresado en porcentaje en
peso, determinado por el procedimiento descrito en la norma FIL-26: 1964 de la
Federación Internacional de Lechería.
Microbiología
Existen muchas categorizaciones acerca de los lácteos (para una lista completa se
puede ver la categoría correspondiente). Una de las clasificaciones más intuitivas
resulta de la clasificación los sub-productos resultantes de la leche cruda, tal y
como se puede mostrar en el siguiente gráfico:
Leche cruda
Crema de leche
(Nata)
Mantequilla
Leche descremada
Suero de mantequilla
Leche estandarizada
(% de grasa según tipo de leche)
Leche homogeneizada
e higienizada
(Pasteurizada / UHT)
Leche líquida
Leche +
Cultivos lácticos
Leche + Cuajo
Cuajada
Leche en polvo
Leche evaporada
Lácteos fermentados
(Yogur, kéfir, leche agria, ...)
Queso fresco
Suero de leche
Leche condensada
Derivados de
lácteos fermentados
Quesos
Requesón
(Ricota)
La leche cruda es un elemento altamente perecedero y es por esta razón por la que
se trata en las primeras etapas de la producción para que sea posible conservarla.
Normalmente se mantiene en frío hasta que se le aplica algún tratamiento térmico de
esterilización.
Lácteos sin fermentación
La leche fresca y natural (leche cruda) tras haber sido ordeñada sufre varios
procesos alimentarios como la homogeneización (reparto de grasas a lo largo de todo
el producto por igual, evitando desagradables coágulos de grasa) y la
pasteurización (encargada de reducir los cultivos bacterianos potencialmente
peligrosos). Para la leche así tratada se encuentran una serie de subproductos no
fermentados que son:
Crema de leche o nata (que no debe confundirse con la nata que se forma al
hervir la leche), es una porción de la leche con gran contenido de grasas; esta
alta concentración se debe a la separación gravimétrica que se realiza cuando la
leche se deja reposar, hasta llegar a un 20 % de concentración de grasas.26 En la
leche existe un balance del 50 % de grasa y proteínas, mientras que en la nata la
proporción es de 10 a 1.1 En algunos países de Europa oriental se toma una crema en
forma de nata montada procedente de la leche del búfalo de agua denominada Kaymak.
Concentrados de leche: dentro de esta categoría se encuentran la leche en polvo
(liofilizada), la leche condensada (leche a la que se le ha quitado agua y añadido
una gran cantidad de azúcar) y la leche evaporada (leche a la que se ha quitado
agua pero sin añadir azúcar). Todos estos subproductos de la leche se han tratado
con el objetivo de aumentar su periodo de conservación y poder ser almacenados
durante largos períodos. Algunas leches en polvo no pueden almacenarse más de 12
meses y aquellas leches que poseen poco contenido en grasa requieren además un
cuidado especial en su manufactura.27 La mayoría de los concentrados de leche se
emplean en la industria de la confección de chocolates y repostería o forman parte
de dulces como es el caso del dulce de leche.
Leches funcionales, que son aquellas cuyo contenido nutricional natural se ve
alterado de forma artificial con el objeto de poder ser destinados a cubrir las
carencias nutritivas de un sector de la población. Ejemplos de leches funcionales
son la leche maternizada (leche de vaca alterada para la lactancia humana), leche
con reforzamiento de calcio y vitamina D (fijador natural del calcio en los
huesos), de omega-3, etc.
El helado (mantecado) es otro producto lácteo que destaca alguna de las propiedades
de la crema de leche, solo que la baja temperatura a la que se sirve el helado hace
que algunas propiedades como la «cremosidad» queden enmascaradas dentro del estado
sólido del helado. Su aparición data del siglo XVII, cuando se elaboraba a partir
de zumos de frutas. Desde que en el año 1913 se inventó en EE. UU. la primera
máquina continua para elaborar helados,31 el helado se convirtió en un alimento muy
popular. Desde el punto de vista analítico un helado es un potencial portador de
bacterias patógenas que debe ser vigilado en extremo por la industria heladera. A
pesar de que las relativas bajas temperaturas no hacen crecer las poblaciones
bacterianas, sin embargo sí permiten el transporte de las mismas al estómago de los
posibles consumidores, causando posibles contaminaciones alimentarias en la
población si la cadena de producción de helados no es vigilada y manipulada
convenientemente.
Yoğurt es el término turco para la «leche» que ha sido fermentada hasta lograr una
forma final de masa semilíquida. El yogur permaneció desconocido en gran parte de
Europa hasta que el premio Nobel concedido al inmunólogo Ilya Metchnikov (profesor
del Instituto Pasteur de París que obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina
en 1908) conectó la longevidad de algunas etnias en países tales como Bulgaria,
Rusia o Francia con el consumo de este lácteo.11 El empleo del yogur está muy
extendido en algunas gastronomías del Mediterráneo Oriental, donde se emplea como
ingrediente principal de algunos platos y bebidas muy populares (ayran). En la
India se consume el Lassi, que es una especie de yogur que se toma bebido. Una
leyenda europea menciona que el yogur (y el kéfir) nace en las laderas
septentrionales del monte Elbrus en el Cáucaso.36
Desde los años 1950s el consumo de yogures con sabores a frutas ha ido creciendo
sin parar. Todos los yogures poseen como característica común haber sido
fermentados a partir de la leche con las bacterias acidófilas tales como el
Streptococcus thermophilus y el Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus, todos
ellos presentes en la leche. La fermentación se lleva a cabo a temperaturas entre
los 30 °C y 43 °C durante un intervalo de tiempo que va desde las 2,5 a las 20
horas. La selección del cultivo define el tiempo de fermentación y la estructura y
sabor finales del producto. Las preparaciones de frutas se añaden al yogur (en una
proporción de 15 % de su peso)36 tras la fermentación y justo antes de su
empaquetado.
Queso
Artículo principal: Queso
Queso.
Queso cottage - Se denomina así al queso no madurado, bien sea escaldado o no,
de alta humedad en su interior, que posee textura blanda o suave, algo granular o
cremosa, preparado con leche descremada coagulada con enzimas y/o por cultivos
lácticos. Un ejemplo es la ricota de origen italiano.
Queso crema - es un queso joven y blando que se prepara al unir el cuajo seco
del requesón con una mezcla cremosa de leche. A diferencia del queso cottage es
ligeramente dulce. El cuajo seco de requesón tiene un contenido de materia grasa
inferior al 0,5 %. Sin embargo, el requesón deberá tener un contenido graso no
menor del 4 %. Un ejemplo de este tipo de queso es el quark empleado en la cocina
alemana.
Existen diversas personas que por razones sociales o conciencia ante los alimentos
que ingiere decide voluntariamente no consumir lácteos vegetarianos y veganos que
desean mantener bajos los niveles de colesterol. De igual forma los Pitagóricos en
la antigüedad fueron lacto-vegetarianos y en la India los seguidores de algunas
religiones como el Sikhismo tratan de evitar el consumo de los lácteos, siendo para
ellos un alimento tabú.
Conservación y manipulación
Algunos lácteos deben mantener la cadena del frío en todo momento hasta el momento
de su consumo. Es por esta razón por la que conviene poner los lácteos en la parte
central del refrigerador doméstico y vigilar las temperaturas a las que se
almacenan, comprobando las fechas de caducidad de los productos antes de su
consumo. La temperatura es específica de los productos lácteos, por ejemplo la
mayoría de las mantequillas y margarinas se conservan bien a temperaturas de +5 °C.
Lácteos en la cocina
Un gyros con salsa tzatziki elaborada a base de yogur.
Muchas de las gastronomías del mundo emplean los lácteos bien sea como ingrediente
o como acompañamiento de platos principales. Se emplean en la elaboración de
algunas preparaciones como:
Salsas y salsas para mojar – el tzatziki elaborado con yogur griego, la salsa
holandesa, la salsa de nueces, etc. La mantequilla participa como ingrediente de
numerosas recetas de salsas francesas.
Como ingrediente de aliños de ensaladas y de diversos platos. El yogur
(mezclado con una vinagreta) se emplea en el aliño de ensaladas; el queso
Parmigiano-Reggiano en finas 'escamas' acompaña a los carpaccios de carne y a
algunos platos de pasta italianos.
Elaboración de diversos aperitivos.
Como ingredientes de dulces y postres diversos. Uno de los más conocidos es el
helado, pero participan en numerosas cremas elaboradas en repostería.
En algunas gastronomías como en Tíbet se toma té con mantequilla de leche de
yak, se trata de un té de sabor salado, en la cocina pakistaní se elabora también
el té combinado con diversos productos lácteos.
En las cocinas occidentales forma parte de algunos desayunos: como pueda ser
muesli, yogur con frutos secos, etc. Algunas de las cocinas asiáticas lo emplean en
sus preparaciones culinarias, tal y como puede verse en algunos platos elaborados
en la cocina india y turca. En algunos países del este de Europa (Polonia) existían
durante el periodo soviético unos bares especiales en los que servían productos
lácteos. La popularidad de estos productos es mayor en las regiones frías del norte
de Europa: en Islandia es bebida nacional el skyr, que es una bebida (empleada a
veces como salsa) con un contenido graso muy bajo.
Comercio mundial de los lácteos
Los lácteos poseen un fuerte crecimiento en su consumo desde mediados del siglo XX.
Es cierto que las tendencias futuras van en la línea de la elaboración de lácteos
con añadidos dietéticos, lo que se denomina alimento funcional. Una de las
variantes más recientes es la adición de omega-3 y estanoles (benecol para la
reducción mediante el bloqueo en la absorción del colesterol en aquellas personas
que los ingieren).64 El empleo de lácteos fortificados con vitamina D para que sea
posible mejorar la absorción del calcio que debe ir a los huesos empieza a ser una
realidad.48 Muchas investigaciones se realizan sobre la línea de producción,
aumentando la calidad del producto de base: la leche.
Se está investigando con vistas a comercializar productos lácteos con muy poco
contenido en colesterol. En esta línea, se están intentando soluciones para reducir
el contenido de colesterol, más allá de fortificar los productos lácteos con ácido
linoleico.65 Otros productos fermentados con texturas similares a los lácteos que
se están investigando son los yogures de soja; este tipo de producto evita algunas
de las características de los lácteos.