Está en la página 1de 4

Doctrina II (El Espíritu Santo)

LECCIÓN No. 1

1. Ubicar al alumno en un marco general introductorio acerca de lo


que es la Neumatología.
1. Definir y describir la palabra Neumatología

¿Qué es la Neumatología?

¿Cuál es el objeto de estudio de la Neumatología?

La Neumatología es el estudio científico de cualquiera o de todos


los hechos relacionados con el Espíritu Santo.
En sus más amplias ramificaciones abarca una triple división, a
saber:

11
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Su relación a la teología propia, o sea, las doctrinas generales


relacionadas con el Espíritu Divino “Dios es Espíritu” (Juan 4.24)
La doctrina de los seres Angelicales, tanto los caídos como los
ángeles propiamente dichos. Esta división se estudia bajo el tema
de Angelología.

El estudio especifico del ser inmaterial del hombre, cuya división,


del tema ahora se conoce con el nombre Psicología

NEUMA: Del griego Pneuma. Halito o


RUAH, RUWACH: Del Hebreo Viento

Se estudiara la neumatología a la consideración de la obra del


Espíritu Santo, de acuerdo a la función en la empresa de Dios, la
cual es la iglesia: En la relación, en la vida y servicio de los
salvos.

Se tendrá en cuenta que cuando hablamos del Espíritu Santo,


estamos hablando de una manifestación de Dios y NO de un ser
diferente como en el caso de los discípulos de Juan, que no
sabían si había Espíritu Santo (Hechos 19.2). Estas personas
carecían de una amplia revelación que el Espíritu Santo es Dios
mismo (Juan 4.24), aunque lógicamente esa falta de revelación
fue causa de los enseñadores de aquel entonces como suele
suceder ahora.

En el concepto más primitivo de rûakh había muy poca o ninguna


distinción entre lo natural y lo sobre natural. El viento se podía
describir poéticamente como “el soplo de las narices de Yahwéh”
(Ex 15:8, 10; 2º S. 22:16 = Sal 18:15; Ib. 40:7). Además, el rûakh
que Dios sopló en el hombre fue desde el principio más o menos
sinónimo de su nefes (alma) (Gn. 2:7). Inicialmente también el
rûakh de Dios se entendía más en función de poder que en
función de lo moral, es decir que no se entendía todavía como
Espíritu Santo (Jue. 14:6, 19; 15:14). Un rûakh procedente de
Dios podía ser para mal o para bien (Jue. 9:23; 1º S. 16:14-16; 1º
R. 22:19-23).

En períodos subsiguientes se pueden ver diversos cursos de


desenvolvimiento. Podemos reconocer una tendencia a introducir
una distinción entre lo natural y lo sobrenatural, entre Dios y el

12
Doctrina II (El Espíritu Santo)

hombre. Así como se abandonan los crudos antropomorfismos


del concepto más primitivo de Dios, el rûakh se convierte más
claramente en aquello que caracteriza lo sobre natural, y que
distingue lo divino de lo meramente humano (Is. 31:3; Jn. 4:24)

Así también comienza a surgir una distinción entre rûakh y nefes:


el rûakh en el hombre tiene su conexión inmediata con Dios, para
denotar la dimensión superior, que tiene hacia Dios, en la
existencia humana (Esd. 1:1,5; Sal. 51:12; Ez. 11:19), mientras
que nefes tiende crecientemente a representar los aspectos más
terrenales de la conciencia del hombre, la vida personal pero
meramente humana del hombre, el asiento de sus apetitos,
emociones y pasiones. De este modo el camino está preparado
para la distinción paulina más neta entre lo psíquico y lo espiritual
(1ª Co. 15:44-46).

En el judaísmo antiguo de la época de Jesús, se tendía a pensar


en Dios como más y más distanciado del hombre, el Espíritu
(Pneuma) era una de las formas principales de hablar sobre la
actividad de Dios en el mundo sin comprometer su
Trascendencia.

Juan el Bautista produjo bastante conmoción, él estaba inspirado


por el Espíritu de la profecía (Lc. 1:15-17), su mensaje fue muy
notable porque proclamaba que el derramamiento del Espíritu era
algo inminente: el que venía habría de bautizar en Espíritu y fuego
(Mt. 3:11; Lc. 3:16; Mr.1:8 y Jn. 1:33).

Jesús creó una conmoción aun mayor porque afirmó que el reino
de Dios, no era sólo inminente sino que ya había adquirido
efectividad mediante su ministerio, que el Espíritu escatológico ya
había entrado en acción por medio de Él, como evidenciaban: la
exitosa liberación de las víctimas de Satanás (Mt. 12:24-32; Mr.
3:22-29) y su proclamación de las buenas nuevas (Mt. 5:3-6;
11:5).

Los evangelistas, naturalmente no tenían ninguna duda de que


todo el ministerio de Jesús se había llevado a cabo en el poder
del Espíritu Santo desde el primer momento (Mr.12:18; Lc. 4:14,
18; Jn. 3:34).

El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés es el


momento en que los discípulos experimentaron por primera vez la

13
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Promesa del Espíritu Santo, el cual efectúa el Nuevo Nacimiento


(Jn. 3:3-8; 1ª Jn. 3:9), por cuanto el Espíritu es el que da vida,
Produce fruto en el creyente y dota de Dones a la Iglesia para
que cumpla con la tarea de la predicación hasta que sea llevada
al Cielo.

Neumatología deriva de la palabra griega pneuma, que significa


espíritu, viento, o aliento. Por lo tanto, Neumatología es la doctrina
del Espíritu, o aliento de Dios: la Doctrina del Espíritu Santo.

La doctrina del Espíritu Santo es una doctrina bíblica. La Biblia es


la única fuente de la que podemos tomar información segura
concerniente a Él. Solo la fe cristiana tiene al espíritu Santo.

Realice una composición, de cuatro hojas tamaño carta, acerca de


las características y acciones del Espíritu Santo, según: Juan 6:63;
Juan 14:26; 1ª Corintios 12:11; Hechos 16:6-10; Efesios 4:30;
Hechos 8:29; Romanos 8:26 y 1ª Corintios 2:13.

14

También podría gustarte