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“SAN MARCOS”
CÁTEDRA: LITURGIA
EJERCICIO N° 5:
REFORMAS LITÚRGICAS
Elaborado por:
Hermano Gregorio
(Luis Manuel)
Por otro lado, plantea el autor, en el plano del espíritu, se encuentra el desarrollo
progresivo y acelerado del pensamiento Científico y Filosófico, planteando
cuestionamientos a teorías hasta el momento consideradas dogmáticas e irrefutables, el
auge de ciencias experimentales como el psicoanálisis, la neuropsiquiatría, entre otras,
las cuales intentaron abordar de manera científica el problema religioso, especialmente
la práctica litúrgica, así como al pensamiento mítico, llevando al hombre a entender la
revelación cristiana como un proceso supra o infra-racional, pero humano, quitándole su
carácter de intervención divina, sin la cual ella pierde su originalidad y su fuerza; las
tendencias filosóficas del momento ponían en duda la racionalidad de lo real,
interesándose particularmente en la filosofía social y en el estudio del hombre total. Afirma
el autor que “la humanidad parece estar más deformada, más esclerosada en los nuevos
prejuicios, que abierta a un real desarrollo espiritual”.
¿Cuál es la clasificación que hace de países donde está presente la Iglesia
Ortodoxa? Sintéticamente enunciar la situación de dicha Iglesia en cada uno de
ellos, desde el punto de vista de los fieles ortodoxos que a ella concurren.
El autor plantea una clasificación más o menos simple, en función de las raíces
ortodoxas de los países en donde está presente, a continuación se describen:
Se da, además, una nueva categoría de ortodoxos, planteada por el autor, que son
personas que entran en la Iglesia ortodoxa por convicción, sin que a ello los llame su
nacimiento u otros factores exteriores. Estas personas vienen de ambientes muy
diversos: mundo agnóstico, mundo católico o protestante (practicantes o no), y hasta
judíos. Esta es una de las consecuencias de la transculturización, planteada
anteriormente.
La Iglesia ortodoxa posee virtualmente una liturgia constituida, que responde con
bastante exactitud a la liturgia tradicional de la Iglesia indivisa, y que dentro de sus usos
muchos elementos de esta virtualidad siguen efectivamente vivos. No obstante, se
observa un cierto grado de inamovilidad y una cierta pereza en dar valor a las riquezas
particulares que le son confiadas. En ella se conforman varios elementos esenciales que
la identifican, entre estos encontramos, doctrina inalterada de la comunión (epiclesis y
comunión de los fieles bajo las dos especies); riqueza incomparable de los textos
contenidos en los oficios del año litúrgico; manera de presentar esos textos en una forma
sacralizada con una cierta música tradicional; cantilena que sirve para la lectura de los
Salmos, las letanías y las oraciones, y fórmula de los "ocho tonos" que permite ejecutar
la combinación de los textos variables sin demasiada dificultad y, eventualmente, con la
participación de los fieles, lo que permite a éstos gustar, comprender y asimilar el
contenido educativo y formador de dichos textos; conservación del principio de
celebración en la lengua del país.
En esa nueva formación eclesial que fue la Iglesia Católica Ortodoxa de Francia,
donde se da una cooperación entre las capas profundas del espíritu litúrgico occidental y
los elementos vivificantes que le aporta el espíritu de la ortodoxia oriental, se plantean
esfuerzos de restauración de la liturgia:
Todos los cantos destinados a la asamblea de los fieles, tales como las
aclamaciones "Amén", "Y con tu espíritu" y "Kyrie eleison", así como el diálogo de los
fieles con el celebrante antes del Canon eucarístico son efectivamente ejecutados en
conjunto por la asistencia y el coro, lo que no se ha visto en estos últimos, tiempos en las
Iglesias griegas y eslavas. La comunión es frecuente: no hay misa alguna, ni siquiera en
días de semana, en que la mayoría de los fieles no se acerque al Banquete Eucarístico.
El autor plantea que, desafortunadamente, las grandes decisiones del Concilio caen
sobre un terreno insuficientemente preparado. Pues, los esfuerzos de Renovación
litúrgica en el ámbito del rito latino, emprendidos por los benedictinos belgas, alemanes
y franceses desde fines del siglo XIX pasado, no han dispuesto del tiempo necesario
como para hacerse un hábito; plantea además que, en la práctica, la Iglesia romana se
ve obligada a partir de un conjunto de costumbres correspondiente a un estado anterior
a esos esfuerzos, estado más marcado aún por siglos de decadencia litúrgica.
Esta liturgia, tal como fue celebrada en ella hasta el Concilio Vaticano II, sobre todo
en su forma parroquial, está muy lejos de las exigencias de una liturgia tradicional, tal
como la propone ahora la Constitución de ese Concilio. Ofrece pocos elementos vividos
sobre los que sea posible construir de golpe una nueva tradición. En definitiva, plantea el
autor como problema, existe un cierto desasosiego entre las personas encargadas de
llevar a la práctica las reformas decididas en el Concilio Vaticano II.
Plantea el autor, que en las reformas litúrgicas protestantes, se puede notar una
sacralización progresiva de los ritos: empleo de ornamentos, introducción de la cantilena
tradicional y del canto de los salmos en lugar de otros cánticos, restablecimiento de los
oficios diurnos, celebración más frecuente del oficio de la Santa Cena, viviéndolo más y
más no simplemente como una conmemoración, sino como un sacramento completo, que
incluye comunión, memorial, sacrificio y acción de gracias, entre otras cosas.
Ya en pleno siglo XXI, y habiendo pasado más de 50 años del escrito del Rvdo.
Diacono Maxime Kovalevsky, ¿Cuál es su opinión sobre la evolución de la
REFORMA LITURGICA en las Iglesias mencionadas en el texto?
Lo que si hay que tener claro es que, en las tres profesiones de fe estudiadas por
el autor, todas han hecho esfuerzos valiosos en pro de la restauración litúrgica, es decir,
se busca un acercamiento litúrgico autentico, ecuménico, ciertamente hasta ahora hay
un importante avance teórico, sin embargo, como las cosas del mundo, lo que comenzó
en un principio como un solo cuerpo, dado a circunstancias históricas, políticas,
económicas, sociales, entre muchas otras, finalizó con la separación, y durante el
desarrollo de la historia se han dado más separaciones, pero en el último siglo se han
visto avances significativos de acercamientos entre las diferentes corrientes cristianas de
la iglesia, como se ha dicho, se ha puesto de manifiesto la vuelta a la liturgia de la Iglesia
indivisa.