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LUGAR Y FECHA: …………………………………………………………………………………………………….

TEMA: MEJORES EN UNA VISIÓN ESCATOLÓGICA (DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS)

Daniel 7:13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de
hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado
dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es
dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

INTRODUCCIÓN
Hay un tema que pocas veces es considerado en las iglesias actuales, pero que era la base de las
profecías del A.T. y base de la teología de la iglesia primitiva: y es la escatología. Escatología viene de la
palabra griega ésjaton que era la palabra que se usaba, en tiempos bíblicos, para referirse al fin que
esperaban. La escatología tiene que ver con el fin, con las últimas cosas. Hay una escatología general, la
cual se ocupa de las cosas que ocurrirán antes del fin de la historia, es decir, del destino final de la
humanidad y del universo. Y una escatología particular, que se ocupa del estado del ser humano
después de su muerte.
Este pensamiento sobre el final de los tiempos y el establecimiento del reinado del Mesías, era el
fundamento de la esperanza de la iglesia primitiva. Esta visión escatológica, no es propiedad de los
primeros cristianos. La mayoría de los judíos contemporáneos de Jesús eran escatológicos en su modo de
pensar. Es decir, ellos creían que estaban en los últimos tiempos, cuando Dios traería el fin de esa edad y
comenzaría la siguiente. Por lo tanto, pensar de manera escatológica significa estar siempre en
espera del fin. Los ojos de ellos estaban puestos en el futuro, en la consumación de los tiempos y en la
segunda venida de Jesús.
Hoy podemos preguntarnos, si nuestro pensamiento debería ser igual al de los primeros cristianos,
siendo que la palabra en la que ellos se basaban, que es el A. T., no ha cambiado. Y más aún, el N.T.
finaliza con palabras escatológicas, que se refieren a un tiempo futuro: Apocalipsis 22:6…Y el Señor…ha
enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. 7 ¡He aquí,
vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro…20 El que da
testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. La respuesta
es ¡sí!, nuestra manera de pensar como cristianos, debería ser escatológica. Sin embargo, hoy día, los
creyentes le huimos a pensar en el futuro, ¡Gran error!, porque el cristiano es alguien que vive en
esperanza y nuestra esperanza está puesta en las promesas de Dios para el futuro ¡Nuestra visión debe
contemplar también la palabra de Dios para los tiempos finales y nuestro destino eterno!
Una visión escatológica significa, en primer lugar, que debemos:

I PENSAR Y ESPERAR COMO LOS CRISTIANOS DEL PRIMER SIGLO


Filipenses 3:20…nosotros somos ciudadanos del cielo, y estamos esperando que del cielo venga el
Salvador, el Señor Jesucristo, 21 que cambiará nuestro cuerpo miserable para que sea como su propio
cuerpo glorioso. Y lo hará por medio del poder que tiene para dominar todas las cosas.
¿Estás esperando, como estos cristianos, la segunda venida de Jesús?… estamos esperando, escribe
Pablo, que del cielo venga el Salvador, el Señor Jesucristo… Porque significa que cuando eso ocurra, tu
cuerpo mortal será convertido en inmortal, glorioso, como el cuerpo de Jesús resucitado; dice el apóstol:…
cambiará nuestro cuerpo miserable para que sea como su propio cuerpo glorioso. Esto debe estar en
nuestras mentes siempre, porque es una verdad que Dios nos ha revelado a nosotros y no al mundo, por
lo tanto es imperativo que forme parte de nuestros pensamientos.
Escribe Pablo en Romanos 8:16 El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
17 Y si somos hijos, somos herederos…y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también
tendremos parte con él en su gloria. 18 De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos
actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. 24 Porque en esa esperanza fuimos
salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza ¿Quién espera lo que ya tiene? 25 Pero si
esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. Esta esperanza
que menciona el apóstol no se refiere a esperar cosas que nos vendrán en este mundo. No digo que esté
mal esperar cosas que Dios puede darnos mientras estamos aquí: un trabajo, un cónyuge, un hijo, una
casa, un auto, un nieto, etc. Pero nuestra esperanza, debe estar puesta en las promesas de Dios para
las cosas que ocurrirán cuando Jesús vuelva y cuando estemos en su presencia. Pablo afirma:
“Fuimos salvados en esa esperanza de la gloria que habrá de revelarse (tiempo futuro) en nosotros”.
Esta es la esperanza, es la visión que nos va a librar de depresiones y de caídas.
Cuando sufres como cristiano ¿piensas en la gloria venidera? La manera de soportar el sufrimiento en el
mundo, es pensar en la gloria futura. Eso es lo que te va a sostener en tiempos difíciles, el pensamiento de
que eres un hijo de Dios y por lo tanto heredero de todo lo que le pertenece a Él, incluida la gloria que
Cristo recibió cuando ascendió al cielo resucitado ¿Piensas en estas cosas? Creo que nuestro problema
radica en que, pensar en la gloria es pensar que antes vamos a morir o que van a morir nuestros seres
queridos, por eso no pensamos en el fin. Pero la muerte está en el futuro y también hay promesas de Dios
con respecto a eso, y por lo tanto es un tema escatológico que, tiene que formar parte de nuestros
pensamientos. Particularmente, pienso bastante en eso ¿Hay algo más real y cotidiano que la muerte?
Pensemos: ¿Qué es lo Cristo vino a hacer al mundo? ¿Qué es lo que logró con su muerte y resurrección?
2Timoteo 1:9…Dios nos salvó según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los
siglos, 10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual
quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio ¡Jesús quitó la muerte y
la cambió por vida eterna para todos los que creen él! Por eso el apóstol Pablo dice: Filipenses 1:21
Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. 22 Ahora bien, si seguir viviendo en este
mundo representa para mí un trabajo fructífero, ¿qué escogeré? ¡No lo sé! 23 Me siento presionado por
dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, 24 pero por el bien
de ustedes es preferible que yo permanezca en este mundo ¿Qué es la muerte para el cristiano?
¡Ganancia! ¿Piensas en eso? ¿Crees que es mejor partir y estar con Cristo que estar aquí? ¿Has
pensado que si aun estamos aquí es solamente para producir fruto, que edifique a su iglesia y para que los
inconversos se salven? Todo lo demás es adicional.
Escribe Pablo en Romanos 8:19 La creación aguarda con ansiedad la revelación (manifestación)
de los hijos de Dios 20 porque fue sometida a la frustración (al fracaso)…Pero queda la firme
esperanza 21 de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para
alcanzar así la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22 Sabemos que toda la creación todavía gime a una,
como si tuviera dolores de parto. El apóstol explica que el pecado del hombre afectó a toda la creación de
Dios. La creación fracasó en cumplir con el propósito original de Dios, que era un propósito eterno, pero
Dios mismo la sujetó en esperanza. La versión de Martín Nieto traduce:…la creación está aguardando
en anhelante espera… ¡Que tremendo es pensar que la creación espera, anhela ser liberada de la
corrupción que la esclaviza, cuando se complete la segunda etapa de nuestra redención, cuando nuestros
cuerpos mortales resuciten incorruptibles! ¡La creación piensa escatológicamente…y espera!
Continua Pablo: 23 Y no sólo ella (la creación), sino también nosotros mismos, que tenemos las
primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como
hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Otra vez vemos como era el pensamiento de los
cristianos del primer siglo: Dios nos adopta como hijos cuando creemos en Jesús; pero esta redención ha
ocurrido en parte, todavía falta que nuestros cuerpos sean redimidos. Cuando Cristo vuelva por segunda
vez ocurrirá la resurrección de la carne. Todo lo que Dios nos ha dado hasta ahora es un adelanto de
lo que tendremos en el cielo, cuando estemos en la gloria, incluso el Espíritu Santo: 23…nosotros mismos,
que tenemos las primicias del Espíritu - Biblia Latinoamericana: Y también nosotros, aunque ya
tengamos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir. Leemos en Efesios 1:13…cuando
ustedes oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron
marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. 14 Éste garantiza nuestra herencia hasta
que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria. El Espíritu
Santo que está en nosotros hoy, funciona como un sello, es la garantía, el anticipo de la herencia que
recibiremos cuando llegue el momento de la redención final. Por eso es que debemos pensar en esas
cosas que aún no han ocurrido, porque allí está nuestra esperanza. ¡Yo espero el momento de mi
redención final! ¡Medito siempre en eso!
A veces pensamos que somos obedientes a Dios porque cumplimos con alguna tarea en la iglesia.
Pensamos que a Dios le agrada cuando hacemos cosas. Pero en realidad, somos realmente obedientes
cuando nuestra manera de pensar es escatológica y meditamos en las promesas de Dios para el
futuro. Muchos creyentes prefieren hacer cosas, actividades, antes de leer, estudiar y meditar en la
Palabra de Dios, creen que es perder el tiempo. Deberíamos releer el Salmo 1 (resumido): 1
Bienaventurado el varón que… 2…en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y
de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su
hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. El hacer cosas, la actividad, no está mal, pero viene
después de meditar día y noche en la Palabra de Dios, para que sea una actividad guiada por el Espíritu,
produzca fruto y haya prosperidad.
Cuando nuestra manera de pensar tradicional cambia a un pensamiento y a una visión escatológica,
entendemos mejor el N.T. y pasajes como 2Corintios 4:18 no mirando nosotros las cosas que se
ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son
eternas. Pensar escatológicamente, es pensar en lo que no se ve, porque son cosas que aún no han
acontecido, pero que son promesa de Dios y sucederán. Y cuando sucedan, ya será tarde para aquellos
que nunca pensaron en ellas.
En segundo lugar, una visión escatológica, produce en nosotros:

II UNA VIDA OBEDIENTE, SANTA Y PIADOSA


2Pedro 3:10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con
grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas. 11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros
andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y apresurándoos (sig.: “ansiosamente”)
para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos,
siendo quemados, se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas
cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
Pedro dice que ellos están esperando ansiosamente la venida del día de Dios, esto es el fin del mundo,
cuando todo lo que vemos será consumido por el fuego. Y observemos lo que agrega: nosotros
esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva… estando en espera de estas cosas,
procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
Observemos una vez más cómo el pensamiento de ellos estaba puesto en el futuro. Ahora bien ¿cómo
se puede esperar algo sin pensar en ello continuamente? Si una familia está a la espera de un bebé que
nacerá en unas semanas, los pensamientos de los integrantes de esa familia están ocupados en ese
acontecimiento futuro, en preparar la ropa, la cuna…y todo lo necesario para la atención de ese bebé
cuando llegue al mundo. El presente de esa familia está condicionado por un hecho futuro. Pedro dice que
el saber que todo lo que vemos será consumido por el fuego ¡debería hacernos vivir un presente de
santidad y libres de manchas! 11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis
vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir! 14…estando en espera de estas cosas,
procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. El saber las
cosas por venir y pensar en ellas, hace que mi cristianismo sea mejor, me hace vivir irreprensible y sin
mancha. Amados, tenemos que entender que pensar en forma escatológica, nos sirve para vivir en el
presente como Dios espera que lo hagamos, de una manera santa y piadosa, sin mancha y sin que
nadie encuentre nada que decir de nosotros (irreprensibles).
Creo que esta es una de las razones por la que infinidad de cristianos están deprimidos, se alejan de las
iglesias, caen en pecados, no pueden dejar los vicios…el problema está en que solo piensan en lo terrenal,
y no se dan cuenta que Dios los ha salvado en esperanza, y que deben pensar en la gloria venidera ¡Y eso
los hará libres! Muchos cristianos siguen esclavizados porque no conocen la realidad, la verdad de los
tiempos finales, no saben lo que Dios ha prometido, no piensan en la segunda venida de Jesús… no forma
parte de sus pensamientos, lo ignoran ¡Deléitate en la Palabra de Dios, medita en ella mientras miras el
futuro con esperanza y serás libre de tu esclavitud y todo lo que hagas prosperará!
Pensar escatológicamente es pensar en la herencia que recibiremos, por haber creído en Jesús. Esa
esperanza nos alimenta, nos fortalece, nos anima a continuar hasta vencer…Pablo les dice a los
Colosenses: 1:4…habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los
santos, 5 a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído
por la palabra verdadera del evangelio. Es interesante que la fe y el amor de los colosenses estaban
basados en la esperanza que sabían tenían guardada en los cielos. Pensar escatológicamente, nos ayuda
a vivir en obediencia, en santidad y en amor.
En tercer lugar, una visión escatológica nos ayuda a vivir entre:

II EL PRINCIPIO Y LA CONSUMACIÓN DEL FIN


Daniel 7:13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un
hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue
dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio
es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
Las profecías del capítulo 7 de Daniel nos muestran una visión de la historia hasta los últimos días;
avanzan a través de los siglos, incluyen la época actual y continúan en dirección al futuro. Se mencionan
cuatro reinos que se sucederán en la tierra y un quinto y último gran reino, el Reino de Dios, que tendrá su
cumplimiento con la segunda venida de nuestro Señor. Para el tiempo en que vivió Daniel, estos versículos
eran para consuelo y apoyo del pueblo de Dios en las persecuciones que les sobrevendrían. Las promesas
futuras del reinado del Mesías, de un reino que no sería destruido y de un dominio que sería eterno, fue el
pensamiento del pueblo de Dios durante siglos para soportar los sufrimientos que les vinieron ¡Hoy son
para consuelo y esperanza de la iglesia de Jesucristo! Daniel vió que al Hijo del Hombre, a Jesucristo,
le fue dado dominio, gloria y reino…su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que
no será destruido.
Los cristianos primitivos entendieron bien esta manera escatológica de considerar la vida. Aunque al
principio se les planteó un dilema. Según las profecías, con la venida del Mesías prometido, habría un
final, terminaría una edad, un tiempo y comenzaría una nueva edad, un nuevo tiempo. También se hacía
referencia a la nueva edad, como “el Reino de Dios”, que significaba “el tiempo del gobierno de Dios”. Esta
sería una “época de justicia y los hombres vivirían en paz”, tal como los profetas anunciaron. Solo a
manera de ejemplo: Isaías 11:6 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el
becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7 La vaca y la osa
pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. 8 Y el niño de pecho jugará
sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. 9 No
harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová,
como las aguas cubren el mar.

Jesús anunció que el reino futuro que esperaban había llegado con su propia venida: Lucas 17.20 y dijo
(Jesús): El reino de Dios no vendrá con advertencia, 21 ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he
aquí el reino de Dios está entre vosotros. Pero, el dilema era: si esto era el fin de la edad
presente y el comienzo de una nueva ¿por qué los cambios no se habían visto? Israel continuó bajo
el Imperio Romano; el lobo y el cordero siguen siendo enemigos; el león todavía se devora al perrito y a su
dueño; el niño de pecho es picado por una víbora y muere...Y además ¿por qué yo recibo a Cristo y todo
a mi alrededor sigue igual? Tal vez, algunos creyentes se pregunten hoy lo mismo. Pero desde el principio,
comenzando con el primer sermón de Pedro, los primeros cristianos se dieron cuenta de que Jesús no
había venido para introducir el “fin último”, sino el “principio del fin”: Hechos 3:20-21 Es necesario que
Jesús permanezca en el cielo hasta que llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas,
como Dios lo ha anunciado desde hace siglos por medio de sus santos profetas. Entonces vieron que, con
la muerte y resurrección de Jesús y con la venida del Espíritu, también habían llegado las bendiciones y
los beneficios anunciados para el futuro. En cambio, el fin, no había llegado plenamente todavía. Así que
era YA, pero todavía NO. Entendieron que por ahora, el cambio se produce dentro de la persona que
cree en Jesucristo, no afuera; los sistemas del mundo siguen en poder de Satanás y el mundo
avanza hacia su destrucción… hasta que llegue el día terrible del Señor.
Los cristianos primitivos, por lo tanto, aprendieron a ser gente verdaderamente escatológica y nosotros
debemos aprender a serlo junto con ellos. Vivían entre dos épocas, entre el principio del fin y la
consumación de ese fin. Nosotros también seguimos viviendo ese tiempo. En la Cena del Señor
celebramos nuestra existencia escatológica, ya que Pablo escribe en 1Corintios 11.26: Así, pues, todas las
veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él
venga.
Vivimos entre el principio y el fin, entre el ya y el todavía no:

- Ya tenemos el perdón pleno y gratuito de Dios: Colosenses 1:14 en quien tenemos redención por su
sangre, el perdón de pecados… pero todavía no fuimos perfeccionados: Filipenses 3:12 No que lo haya
alcanzado ya, ni que ya sea perfecto
- Ya tenemos la victoria sobre la muerte: Romanos 8.2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús
me ha librado de la ley del pecado y de la muerte…pero todavía tenemos que morir: Hebreos 9:27 Todos
nosotros moriremos una sola vez.
- Ya vivimos en el Espíritu… pero todavía nuestra carne sigue activa: Gálatas 5.16 Digo, pues: Andad
en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
- Ya fuimos justificados y no tenemos ninguna condenación: Romanos 8.1 pues, ninguna condenación
hay para los que están en Cristo Jesús… pero todavía tendrá lugar un juicio futuro: 2Corintios 5.10 Porque
es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo.
Debemos aprender a vivir en esta “tensión”, este equilibrio, entre el tiempo presente y el futuro, entre el
ya y el todavía no, porque allí también se encuentra la clave para comprender gran parte del N. T.

CONCLUSIÓN
Los cristianos primitivos eran un pueblo escatológico, vivían el presente condicionados por el futuro.
Conocían los beneficios de ese futuro y vivían según sus valores. Por lo tanto, nuestra visión debe incluir
los acontecimientos finales y más allá, el cielo.
Seremos mejores en la visión, si pensamos y esperamos con constancia los acontecimientos del fin,
cuando Jesús vuelva por segunda vez y vivamos con él en la gloria.
Seremos mejores en la visión, si el pensamiento escatológico produce en nosotros una vida santa,
piadosa y sin mancha.
Seremos mejores en la visión, si aprendemos a vivir entre el principio del fin y la consumación de ese
fin; sabiendo que: tienes el pleno perdón de Dios, pero aún no has sido perfeccionado; que ya tienes
victoria sobre la muerte, pero que tu cuerpo aún tiene que morir; que puedes andar en el Espíritu, pero
cuidando de no satisfacer los deseos de la carne; que ya no serás condenado, pero tendrás que
comparecer ante el tribunal de Cristo.
Busca en la Biblia las promesas de Dios para el futuro, para la gloria venidera, comienza a meditar y
deleitarte en ellas, para que se transformen en tu esperanza, y te lleven en el presente a vivir una vida de
santidad, que produzca fruto agradable a Dios y seas prosperado en todo lo que emprendas.

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