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CAPITULO XII

CINTAS TRANSPORTADORAS

1.-INTRODUCCION

El hecho de que la noria haya sido utilizada desde la antigüedad priva a la


cinta transportadora de una cierta originalidad del principio de transporte
continuo.

Una de las primeras menciones que aparece en l literatura técnica es la


Olivier Evans, de Filadelfia, que indica en 1795, en la “Miller’s Guide”, la
existencia de banda continua de cuero acoplada a dos tambores.

Fue en 1860 cuando se puso en servicio una de las cintas transportadoras


en minería, cuyo diseñador fue Lopatine, y que utilizó en una explotación de
aluviones auríferos en Siberia. El sistema incluía las partes esenciales de
una cinta: banda sin fin, tambores de accionamiento y reenvío, transmisión,
bastidores y rodillos, Fig. 1

La banda estaba formada por piezas de madera unidas por una tela, que
constituía la parte débil del sistema.

En 1885 Robins diseño un alimentador de una machacadora a partir de una


cinta transportadora en artesa de tres rodillos, concepción que ha sido
utilizada hasta nuestros días. El mérito de Robins no se limitó a la invención
de la artesa de tres rodillos, sino que además fue el primero en disponer de
un revestimiento de goma sobre la urdimbre de la banda, lo que permitió
alcanzar una duración elevada de esta, haciendo posible la utilización del
transportador de banda para la manipulación continua de materiales a
granel.

La utilización del motor eléctrico para el accionamiento de la cinta


popularizó su empleo en todas aquellas industrias en cuyos procesos se
presentaba el problema de la manipulación de materiales a granel:
explotaciones mineras, instalaciones portuarias, fábricas de cemento, etc.
Se produjo así un paulatino aumento de la longitud y caudal transportado,
gracias a la mejora de la tecnología de la banda de goma con núcleo textil.

En el periodo de reconstrucción y desarrollo industrial que siguió a la


Segunda Guerra mundial promovió un fuerte avance de este sistema de
transporte, fundamentalmente en las explotaciones mineras, reemplazando
a las instalaciones clásicas de ferrocarril.

El factor clave del desarrollo de las cintas transportadoras aconteció al


implantarse el sistema de transporte continuo en las explotaciones de
lignito pardo en Alemania, primero en las máquinas de extracción y vertido,
rotopalas, puentes transportadores y apiladores, y después como elemento
de transporte a media y larga distancia en sustitución de los vagones de
ferrocarril, hecho que sucedió a principios de la década de los años 50.

Los elevados tonelajes de materiales estériles y lignito que precisaban ser


transportados a distancias considerables, obligaron al empleo de bandas
con cables de acero longitudinales, capaces de soportar las tensiones de
trabajo necesarias.

Hay que indicar también que, a partir de la década de los años 80, en un
esfuerzo por reducir los costes de operación, se produjo una fuerte
implantación de las cintas transportadoras en las grandes explotaciones
metálicas a cielo abierto, donde hasta ese momento habían dominado los
volquetes de gran capacidad.

2.- TIPOS DE UNIDADES

Las cintas constituyen un método continuo y económico de transporte de


grandes volúmenes de material.

Las principales ventajas de este sistema frente a los volquetes son las
siguientes:

El coste de operación y mantenimiento es menor que para los volquetes,


requiere mano de obra menos especializada y una planilla más reducida.

El transporte con volquetes es más sensible a la inflación que el sistema de


cintas, estimándose un incremento del coste anual has el año 2000 del
orden del 2% para las cintas y del 7% para los volquetes.

Las cintas tienen una mayor eficiencia energética, del orden del 75% frente
al 45% de los volquetes. Esta diferencia se acentúa aún más al aumentar el
desnivel en el perfil de transporte.

La energía consumida en las cintas es eléctrica en lugar de gas-oil.

La capacidad de transporte es independiente de la distancia.

Se reducen las longitudes de transporte, ya que frente a una inclinación


media remontable del 33% para las cintas, los volquetes presenten un 8% y
el ferrocarril un 2%. Además, al suprimir algunas rampas de transporte, los
taludes pueden ser más escarpados. Lo que significa una mejora del ratio
medio en las explotaciones a cielo abierto.

El coste de construcción y mantenimiento de las pistas disminuye por su


menor anchura, longitud e intensidad de circulación.

El proceso de extracción se transforma de intermitente en continuo en el


interior de la explotación.

La vida operativa del sistema de cintas es mayor que la de los volquetes.

La operación es menos sensible a las inclemencias climatológicas.


Las condiciones ambientales son mejores por la menor emisión de ruidos y
polvo.

El proceso productivo puede ser racionalizado y automatizado, lo que facilita


su supervisión.

El sistema es válido desde pequeñas capacidades (300 t/h) hasta grandes


niveles de producción (23´000 t/h).

Por el contrario los principales inconvenientes del sistema de cintas son:

Exige mayores inversiones iniciales.

Poca versatilidad para aumentar o modificar la producción, requiriendo por


tanto una cuidadosa planificación.

En el caso de varias unidades en serie se tiene una disponibilidad del


conjunto pequeña, por lo que se precisa una cobertura elevada.

En lo relativo a los tipos de unidades, las cintas se pueden clasificar según


la movilidad del conjunto en tres grupos:

1.- Cintas fijas o estacionarias

Este es el grupo más popular y de uso más generalizado dentro de las


explotaciones e incluso en las plantas de tratamiento, parques de
homogenización, etc.

2.- Cintas ripables o semimoviles

Son aquellas que permiten desplazamientos frecuentes mediante equipos


auxiliares, de forma que desde cada posición se explota un bloque o módulo
de estéril o mineral.

Se emplean mucho en minas de lignito pardo y cada vez con mayor


frecuencia en explotaciones donde se implanta el sistema de trituración
interior y transporte con cintas.

Estas cintas se estudian en el anexo de este capítulo, si bien la mayoría de


los componentes y todos los métodos de cálculo y dimensionamiento son
comunes con las cintas convencionales.

3.- Cintas móviles

Estas cintas disponen de una estructura metálica semirrígida de módulos


con distintas longitudes, generalmente de unos 25 m, que van montadas
sobre transportadores de orugas que aportan al sistema una gran movilidad,
Fig. 2. El accionamiento del mecanismo de traslación se efectúa desde la
cabina de control situada en uno de los extremos y la alineación es
comúnmente automática con errores menores a 1 cm en 10 m.
Estos equipos tienen la ventaja de eliminar los tiempos muertos de los
ripados y constituyen un sistema idóneo para el trabajo combinado con
unidades de carga continua.

http://info.igme.es/SidPDF%5C066000%5C874%5C66874_0001.pdf

manual de arranque, carga y transporte en minería a cielo abierto

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