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El Origen Del Género Homo
El Origen Del Género Homo
PA L E O A N T R O P O L O G Í A
El origen del
género Homo
El hallazgo de unos fósiles extraordinarios en Sudáfrica
avivan el debate sobre la evolución humana
Kate Wong
EN SÍNTESIS
El origen de nuestro género, Homo, sigue que la especie a la que pertenecía Lucy, Aus- contradecir esa interpretación. Los huesos
representando uno de los grandes misterios tralopithecus afarensis, dio lugar al primer re- corresponden a una nueva especie humana,
para quienes investigan la evolución humana. presentante de nuestro linaje, Homo habilis. cuya mezcla de rasgos de Australopithecus y
A partir de unos pocos datos, se ha plantea- El hallazgo reciente de fósiles en un yaci- Homo hace pensar a sus descubridores que
BRENT STIRTON, GETTY IMAGES
do que Homo apareció en el este de África y miento al noroeste de Johannesburgo podría podría tratarse del antepasado de Homo.
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BRENT STIRTON, GETTY IMAGES
Semejante a
Australopithecus
Semejante
a Homo
Astrágalo
evolucionado Piernas
largas
Calcáneo
primitivo
A. ramidus A$fbWjoefi
tiempo la antepasada de todos los homininos posteriores, entre na en Kenya, que ha investigado fósiles de África oriental, apun-
ellos A. africanus y Homo. Berger señala que el astrágalo de ta a la falta de concordancia entre los datos, en especial los cro-
A. sediba es más antiguo que el de A. afarensis, lo que indica deb]_Yeiobei][e]h|ÐYei$I[]d[bbW"h[ikbjWc|ifheXWXb[gk[
que A. sediba, o bien experimentó una regresión evolutiva y de- los homininos sudafricanos constituyan una línea evolutiva in-
sarrolló un hueso más primitivo, o desciende de un linaje dis- dependiente que se desarrolló en el sur del continente.
tinto del de A. afarensis y A. africanus, del que aún no se han H[d8eX["Z[bWKd_l[hi_ZWZ=[eh][MWi^_d]jed"WÐhcW
descubierto fósiles. que si los fósiles de A. sediba fueran más antiguos, de unos
Berger opina que se ha apostado demasiado alto por los fó- 2,5 millones de años de edad, se podría aceptar que se trata del
siles hallados en África oriental. Ahora hay que reconocer la ancestro de Homo. Pero con 1,977 millones de años, poseen una
existencia de otras posibilidades que se deben explorar. Quizá morfología general demasiado primitiva como para correspon-
la hipótesis que sitúa el origen de los humanos en África orien- Z[hWbeiWdj[fWiWZeiZ[bei\i_b[i_Z[dj_ÐYWZei[dbeiWbh[Z[-
tal (East Side Story) resulta errónea. La idea tradicional consi- dores del lago Turkana, de una edad ligeramente inferior pero
dera que los fósiles más antiguos de hominino hallados en Su- con numerosos rasgos indiscutibles del género Homo. Berger
dáfrica representan una línea evolutiva que no tuvo descenden- responde que A. sediba seguramente ya existía como especie
cia. Ahora, A. sediba podría contradecir ese planteamiento y antes que los individuos de Malapa. Pero Bobe y otros mantie-
demostrar que en Sudáfrica hubo un linaje que dio origen a los nen que no se dispone de ninguna información en ese sentido.
humanos actuales. De hecho, la palabra sedibai_]d_ÐYW»\k[d- Según él, los paleoantropólogos tienden a pensar que sus ha-
te» o «manantial». bbWp]eieYkfWdkdWfei_Y_dYbWl[[d[b|hXebÐbe][dj_YeZ[bei
Pero William Kimbel, de la Universidad Estatal de Arizona, homininos, pero la mayoría de las veces no es así. Desde un pun-
que dirige el equipo que halló el maxilar de 2,3 millones de años to de vista estadístico, si África albergó diferentes poblaciones
[d;j_efW"i[cWd_Ð[ijW[dZ[iWYk[hZe$I[]db"bW_Z[WZ[gk[ de homininos que evolucionaron de distinto modo, ¿por qué el
i[d[Y[i_jWjeZekd[igk[b[jefWhWYbWi_ÐYWhkd\i_bYWh[Y[Z[ fósil que alguien encuentra debe ser el antepasado común?
i[dj_Ze1be\kdZWc[djWbYedi_ij[[d_Z[dj_ÐYWhfWhj[iWdWjc_- Wood, en cambio, apoya las ideas de Berger. En especial,
cas que contengan rasgos diagnósticos. Y el maxilar de Hadar pre- YkWdZeWÐhcWgk[[b^WbbWp]eZ[A. sediba nos enseña que los
senta características que lo relacionan con Homo, como la forma huesos aislados no permiten predecir el resto del esqueleto y
parabólica de la arcada dental. Kimbel, que ha visto los fósiles de que la combinación de rasgos en fósiles anteriores no hacen
Malapa, aunque no los ha podido estudiar con profundidad, ad- descartar otras posibilidades. Pero rechaza que A. sediba sea el
mite la sorprendente semejanza de los rasgos con los de Homo, antepasado de Homo, por presentar escasos caracteres que lo
si bien no sabe cómo interpretarla. Pero se mofa ante la sugeren- relacionen con él. Opina que los rasgos de A. sediba pudieron
cia de que puedan corresponder al antepasado de H. erectus. «No evolucionar de forma independiente del linaje de Homo. Según
imagino cómo un taxón de Sudáfrica con alguna característica de él, A. sediba debería haber cambiado mucho para convertirse
Homo podría ser su antepasado, cuando en África oriental existe en H. erectus.
un fósil 300.000 años más antiguo que pertenece claramente al La respuesta a la cuestión de si A. sediba pertenece a nues-
JEN CHRISTIANSEN
7$heXkijki H. neanderthalensis
H. habilis H. heidelbergensis
>$Wdj[Y[iieh
H. sapiens
A. sediba
H. ergaster H. erectus
>$hkZeb\[di_i >$Óeh[i_[di_i
2 Ma 1 Ma
los fósiles de A. sediba. De ser así, se podría determinar si la hem- nes de años más antiguos que los fósiles de Malapa. Según él, los
bra adulta y el macho joven fueron madre e hijo, tal y como se vestigios orgánicos podrían resultar más habituales de lo que
ha propuesto, así como su relación con los individuos restantes pensamos; simplemente, nadie los había buscado antes.
del yacimiento. Además, tal descubrimiento motivaría la bús- Otro de los aspectos que nadie había examinado en un ho-
queda de ADN en otros yacimientos y, si esta resultara fructuo- c_d_deZ[jWbWdj_][ZWZ[ibWfh[i[dY_WZ[iWhhe$BWikf[hÐY_[
sa, podría zanjarse el debate sobre el parentesco entre las dife- de los dientes del macho joven muestra manchas marrones os-
rentes especies de homininos. curas. Durante la preparación de los fósiles, se suelen limpiar
La conservación de restos orgánicos constituiría un hecho los dientes para poder estudiar los restos de hominino. Pero Ber-
único en la paleontología de los homininos. Y el equipo de Mala- ger pensó que esas manchas podrían corresponder al material
que los humanos de hoy eliminamos con cepillos de dientes o
CORTESÍA DE PAUL TAFFOREAU, ESRF
fWiWX[gk[fWhWYedl[dY[hWbWYeckd_ZWZY_[djÐYWd[Y[i_jW-
rá pruebas extraordinarias. Pero los primeros resultados analí- visitas al dentista. El sarro fósil proporcionaría una informa-
ticos apoyan esa hipótesis, y Berger piensa que muy probable- ción valiosa sobre la evolución de la dieta.
c[dj[bei\kjkheiWd|b_i_ibWYedÐhcWh|d$:[^[Y^e"i[^Wd Los estudios previos sobre la alimentación de los primeros
_Z[dj_ÐYWZeh[ijeieh]|d_Yeii[c[`Wdj[i[d^k[ieiZ[Z_deiWk- humanos se basan en el análisis isotópico de los dientes. Este
rios [véase «Fósiles con restos de vida», por Mary H. Schweit- indica si un animal ha consumido plantas C3 (árboles o arbus-
zer; ?ĄČûĉĊÿý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷, febrero de 2011], decenas de millo- tos) o plantas C4 (hierbas y gramíneas). O señala si una especie